Job 29




Job 29 – Job recuerda días mejores

A. Las relaciones bendecidas de Job.

1. (1-6) Job era bendecido en su relación con Dios.

Volvió Job a reanudar su discurso, y dijo:
¡Quién me volviese como en los meses pasados,
Como en los días en que Dios me guardaba,
Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara,
A cuya luz yo caminaba en la oscuridad;
Como fui en los días de mi juventud,
Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda;
Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente,
Y mis hijos alrededor de mí;
Cuando lavaba yo mis pasos con leche,
Y la piedra me derramaba ríos de aceite!

a. Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días en que Dios me guardaba: Job añoraba no solo los días antes de perder a sus hijos, su salud y sus riquezas; añoraba especialmente los días antes de perder el sentido de la cercanía de Dios. Hubo un tiempo en que sentía que Dios lo guardaba; y esos días habían terminado.

i. “Se descubre su dolor más agudo. Era el del sentimiento de que, de alguna manera y por alguna razón, Dios ya no velaba por él”. (Morgan)

ii. Volvió Job a reanudar su discurso: “Probablemente, después de una pausa, Job reanudó su discurso. Esta segunda dirección no fue tanto una respuesta a sus amigos como una declaración de todo su caso tal como él lo veía”. (Morgan)

b. Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámparaCuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda; Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente: Job recordaba con cariño los días en los que parecía que Dios estaba a favor de él en lugar de en su contra. Nos recuerda el hecho de que la gran crisis de Job después de sus pérdidas catastróficas era principalmente espiritual, en el sentido de que no sentía el apoyo y el socorro de Dios después de su pérdida.

i. “Gran cosa es para el hombre estar cerca de Dios; es un privilegio muy selecto ser admitido en el círculo interno de la comunión y convertirse en un amigo familiar de Dios. Por grande que sea el privilegio, tan grande es la pérdida del mismo. Ninguna oscuridad es tan oscura como la que cae sobre los ojos acostumbrados a la luz”. (Spurgeon)

ii. Spurgeon pasó a describir las formas en que Job sentía esta gran pérdida de parte de Dios.

·“Primero, se queja de haber perdido la conciencia de la preservación divina” (Como en los días en que Dios me guardaba).

·“Job también había perdido el consuelo divino, porque mira hacia atrás con lamentación hacia el tiempo cuando la lámpara de Dios brillaba sobre su cabeza” (Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara).

·“Además, Job deploraba la pérdida de la iluminación divina. ‘A cuya luz’, dice, ‘yo caminaba en la oscuridad’, es decir, la perplejidad dejó de ser perplejidad” (A cuya luz yo caminaba en la oscuridad).

·“Además, Job había perdido la comunión divina: eso parece, porque lamentaba los días de su juventud, cuando el favor de Dios estaba sobre su tabernáculo” (Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda).

c. Y mis hijos alrededor de mí; cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la piedra me derramaba ríos de aceite: Job pintó un cuadro hermoso (aunque exagerado) de su anterior vida feliz. Realmente sentía que estaba en comunión con Dios y que la bendición fluía en cada área de su vida.

2. (7-17) Job era bendecido en sus relaciones con la gente.

Cuando yo salía a la puerta a juicio,
Y en la plaza hacía preparar mi asiento,
Los jóvenes me veían, y se escondían;
Y los ancianos se levantaban, y estaban de pie.
Los príncipes detenían sus palabras;
Ponían la mano sobre su boca.
La voz de los principales se apagaba,
Y su lengua se pegaba a su paladar.
Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado,
Y los ojos que me veían me daban testimonio,
Porque yo libraba al pobre que clamaba,
Y al huérfano que carecía de ayudador.
La bendición del que se iba a perder venía sobre mí,
Y al corazón de la viuda yo daba alegría.
Me vestía de justicia, y ella me cubría;
Como manto y diadema era mi rectitud.
Yo era ojos al ciego,
Y pies al cojo.
A los menesterosos era padre,
Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia;
Y quebrantaba los colmillos del inicuo,
Y de sus dientes hacía soltar la presa.

a. Cuando yo salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía preparar mi asiento: En este y los siguientes versículos, Job recordó cuán respetado era en la comunidad. Tenía una posición de liderazgo comunitario y era respetado por los jóvenes y honrado por los ancianos. Incluso príncipes y principales guardaban silencio y lo escuchaban.

i. “No tenemos idea de cuál era esta ciudad, pero cualquier ciudad que tuviera una puerta y una plaza pública era un centro urbano importante”. (Smick)

b. Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían me daban testimonio: Job no solo tuvo la atención de la gente y los líderes de la ciudad en días pasados; también les era agradaba su persona y lo que decía… Él era bienaventurado y los que lo escuchaban daban testimonio de él.

c. Porque yo libraba al pobre que clamabaY al corazón de la viuda yo daba alegría… yo era ojos al ciego, y pies al cojo: Job describió cómo su reputación de sabiduría y bondad era merecida. Fue un hombre lleno de buenas y nobles obras, especialmente con los pobres y desfavorecidos.

i. Esto nos recuerda que aunque Job fue un hombre de gran riqueza e influencia (Job 1:1-3), usó su riqueza e influencia para hacer el bien, en lugar de simplemente ser codicioso y egoísta con su riqueza.

ii. “En la conciencia de Job, los pecados no son solo cosas malas que la gente hace; desobedecer las leyes conocidas de Dios o de la sociedad, omitir hacer el bien a cualquier prójimo, de cualquier rango o clase, sería una grave ofensa a Dios”. (Andersen)

iii. “No fue la ambición, la popularidad o el interés propio lo que puso a Job en estas y las siguientes buenas prácticas y procedimientos, sino el cuidado que tuvo de cumplir con su confianza, y el amor puro que mostró a la justicia y al trato justo”. (Trapp)

iv. “Ni una sola vez antes de esto ha señalado alguna de sus buenas obras como evidencia de su fe, sino que ha tomado su posición directamente sobre la fe y no sobre las obras. El hecho de que Job esperara tanto tiempo para presentar alguna evidencia contundente en este debate con sus amigos muestra una enorme moderación de su parte”. (Mason)

B. Job reflexiona sobre tiempos pasados.

1. (18-20) El antiguo sentido de seguridad y confianza de Job.

Decía yo: En mi nido moriré,
Y como arena multiplicaré mis días.
Mi raíz estaba abierta junto a las aguas,
Y en mis ramas permanecía el rocío.
Mi honra se renovaba en mí,
Y mi arco se fortalecía en mi mano.

a. Decía yo: En mi nido moriré, y como arena multiplicaré mis días: En su anterior confianza, Job sentía que moriría feliz y seguro en su nido, después de una vida larga y buena.

i. Smick menciona un enfoque poco probable tomado por algunos traductores, que piensa que Job hizo una referencia a la criatura mítica conocida como el fénix en Job 29:18: “Algunos traductores aceptan la antigua opinión rabínica de que la segunda mitad de la línea habla del fénix. La pregunta parece depender de si la palabra hol (generalmente ‘arena’) puede significar ‘fénix’”.

b. Mi raíz estaba abierta junto a las aguasMi honra se renovaba en mí: Podemos sentir el sentido previo de bendición y abundancia de vida de Job. Su anterior vida bendecida hacía que su presente crisis fuera aún más insoportable y aparentemente más injusta.

i. Y en mis ramas permanecía el rocío: “Una metáfora tomada de un árbol saludable que crece junto a un riachuelo donde hay mucha agua; que en consecuencia florece en todas las estaciones, su hoja no se marchita, ni su fruto se cae. Véase Salmo 1:3; Jeremías 17:8”. (Clarke)

2. (21-25) La antigua autoridad y liderazgo de Job en la comunidad.

Me oían, y esperaban,
Y callaban a mi consejo.
Tras mi palabra no replicaban,
Y mi razón destilaba sobre ellos.
Me esperaban como a la lluvia,
Y abrían su boca como a la lluvia tardía.
Si me reía con ellos, no lo creían;
Y no abatían la luz de mi rostro.
Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba entre ellos como el jefe;
Y moraba como rey en el ejército,
Como el que consuela a los que lloran.

a. Me oían, y esperabanTras mi palabra no replicaban: Job nuevamente recordó cuán respetado y estimado era en la comunidad. Había sido un hombre honrado por sus sabias palabras.

i. Incluso si Job se reía con ellos, ellos no lo creían. “Ellos no lo creían; les era tan aceptable verme muy complacido con ellos, que apenas podían creer a sus ojos y oídos que así era”. (Poole)

b. Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba entre ellos como el jefe: Esto resalta el tremendo contraste entre la estima anterior que disfrutaba Job y la terrible crítica que había soportado de sus amigos. Hubo un tiempo en que nadie hubiera criticado a Job como lo hacen ahora sus amigos.

i. Job es también un tremendo ejemplo de cómo un hombre rico y poderoso debe vivir su vida; no en la indulgencia egoísta, sino en el cuidado y la preocupación por los menos afortunados. “¡Noble Job! Mírenlo, nobles de la tierra, tenientes de condados, generales de ejércitos y señores de provincias. ¡Miren a Job! Imiten su benevolencia activa, y sean sanos y felices. Sean como ángeles de la guarda en sus distritos particulares, bendiciendo a todos con su ejemplo y su generosidad. Envíen sus caballos de caza al arado, sus gallos de juego al estercolero; y por fin vivan como hombres y cristianos”. (Clarke)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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