Job 30




Job 30 – Job reflexiona sobre su miseria actual

A. La pérdida del respeto a Job en la comunidad.

1. (1-8) El carácter vil de los hombres que ahora se burlan de Job.

Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo,
A cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.
¿Y de qué me serviría ni aun la fuerza de sus manos?
No tienen fuerza alguna.
Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos;
Huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto.
Recogían malvas entre los arbustos,
Y raíces de enebro para calentarse.
Eran arrojados de entre las gentes,
Y todos les daban grita como tras el ladrón.
Habitaban en las barrancas de los arroyos,
En las cavernas de la tierra, y en las rocas.
Bramaban entre las matas,
Y se reunían debajo de los espinos.
Hijos de viles, y hombres sin nombre,
Más bajos que la misma tierra.

a. Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado: Job era torturado por la ironía de todo esto. Los hijos de los hombres a quienes Job ni siquiera pondría con los perros de su ganado eran ahora sus burladores y críticos.

i. “No lo suficientemente confidenciales como para ser hechos pastores, cuidadores de asnos o camelleros; ni siquiera para tener el cuidado de los perros con los que se guardaban los rebaños. Este dicho es lo que llamamos una expresión de soberano desprecio”.(Clarke)

ii. “Los perros son mencionados en todas partes con desdén, como criaturas sucias, inútiles y malditas; como 2 Samuel 16:9; 2 Reyes 8:13; Filipenses 3:2; Apocalipsis 22:15”. (Poole)

b. Por causa de la pobreza y del hambre andaban solosHabitaban en las barrancas de los arroyosHijos de viles: Job pensaba en los hombres inútiles que ahora eran sus fuertes críticos, y cuán injusto era todo.

i. “Esta larga descripción de estos padres inútiles es una forma especial de retórica… Definir cada faceta de su libertinaje, expresarlo de seis maneras diferentes, no pretende enorgullecerse de ello, sino realzar la naturaleza patética de su deshonra”. (Smick)

2. (9-15) La burla que Job tiene que soportar.

Y ahora yo soy objeto de su burla,
Y les sirvo de refrán.
Me abominan, se alejan de mí,
Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
Porque Dios desató su cuerda, y me afligió,
Por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.
A la mano derecha se levantó el populacho;
Empujaron mis pies,
Y prepararon contra mí caminos de perdición.
Mi senda desbarataron,
Se aprovecharon de mi quebrantamiento,
Y contra ellos no hubo ayudador.
Vinieron como por portillo ancho,
Se revolvieron sobre mi calamidad.
Se han revuelto turbaciones sobre mí;
Combatieron como viento mi honor,
Y mi prosperidad pasó como nube.

a. Y ahora yo soy objeto de su burla, y les sirvo de refrán: Job ahora era vil a los ojos de estos hombres sin valor.

i. “Él no se escabulló fuera de la ciudad; lo corrieron. ¿Por qué otra razón estaría sentado en un montón de cenizas y rascándose las pústulas con un trozo de cerámica? Obviamente, sus vecinos lo habían sacado a la fuerza para ponerlo en cuarentena en el basurero de la ciudad, donde habría estado expuesto a más enfermedades, a los elementos, a ratas y piojos, y lo peor de todo, quizás, a una mayor humillación pública”. (Mason)

b. Se han revuelto turbaciones sobre mí; combatieron como viento mi honor, y mi prosperidad pasó como nube: Job lamentaba la agonía de su estado actual de ser despreciado entre los hombres, cuando antes era respetado y honrado. Su honor y prosperidad se habían esfumado.

i. Vinieron como por portillo ancho, se revolvieron sobre mi calamidad: “El versículo 14 es muy vívido. Job se consideraba a sí mismo como una ciudad con una amplia brecha en su muro. Las piedras se derrumban, y entre los escombros ruedan los instrumentos de la guerra de asedio. La tranquilidad y la dignidad que tanto había disfrutado se han desvanecido como una nube”. (Smick)

B. La miseria actual de Job.

1. (16-23) La miseria de su presente dolor, tanto espiritual como físico.

Y ahora mi alma está derramada en mí;
Días de aflicción se apoderan de mí.
La noche taladra mis huesos,
Y los dolores que me roen no reposan.
La violencia deforma mi vestidura; me ciñe como el cuello de mi túnica.
El me derribó en el lodo,
Y soy semejante al polvo y a la ceniza.
Clamo a ti, y no me oyes;
Me presento, y no me atiendes.
Te has vuelto cruel para mí;
Con el poder de tu mano me persigues.
Me alzaste sobre el viento, me hiciste cabalgar en él,
Y disolviste mi sustancia.
Porque yo sé que me conduces a la muerte,
Y a la casa determinada a todo viviente.

a. Y ahora mi alma está derramada en mí: Job nuevamente describió su presente crisis. Describió los dolores persistentes y punzantes que siempre lo acompañaban; pero para él era primero una crisis del alma.

b. La noche taladra mis huesoslos dolores que me roen no reposanla violencia deforma mi vestidura: Con poder poético y elocuencia, Job describió la agonía física de su sufrimiento.

i. La Nueva Traducción Viviente tiene una interpretación útil de Job 30:18-19: Con mano fuerte, Dios me agarra de la camisa; me toma del cuello de mi abrigo. Me ha lanzado al barro; no soy más que polvo y ceniza.

ii. “En un estallido final de dolor, Job lucha con el dolor puro de su enfermedad como si fuera objetivamente un monstruo aterrador, masticando su carne día y noche”. (Andersen)

iii. Mason comentó sobre la larga e intensa lucha que tuvo Job con Dios, y sobre el resultado final para Job: “Clásicamente, hay dos formas de solicitar el favor de Dios. Una forma es esforzarse mucho por ser muy, muy bueno y esperar que Dios se dé cuenta. La otra forma es rogar a Dios por su bendición y negarse a dejarlo libre hasta que responda… Son aquellos que se niegan a renunciar a Dios los que terminan con su bendición”.

c. Clamo a ti, y no me oyes: Este era el peor aspecto del sufrimiento de Job, la sensación de que Dios lo había abandonado. Es innegable que sentía que Dios estaba en su contra (Con el poder de tu mano me persiguesdisolviste mi sustancia). Ciertamente, Job sentía que Dios quería destruirlo y que terminaría haciéndolo (Porque yo sé que me conduces a la muerte).

i. “El ataque constante de Dios, su poder despiadado (Job 30:21), era tan completamente opuesto a la ‘amistad íntima’ de Job con Dios en aquellos días pasados ​​cuando aún percibía que Dios estaba de su lado (Job 29:4-5)”. (Smick)

ii. Porque yo sé que me conduces a la muerte: “Bajo la depresión de su espíritu, él estaba seguro de que muy pronto moriría; temía que Dios no relajara los golpes de su mano hasta que su cuerpo se convirtiera en una ruina, y entonces tendría descanso. Pero no murió en ese tiempo. Él se recuperó por completo y Dios le dio el doble de lo que tenía antes. Le esperaba una vida de utilidad, felicidad y honor; y, sin embargo, había colocado su propia lápida y se consideraba hombre muerto”. (Spurgeon)

2. (24-31) La miseria de la injusticia hecha a Job.

Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro;
¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?
¿No lloré yo al afligido?
Y mi alma, ¿no se entristeció sobre el menesteroso?
Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal;
Y cuando esperaba luz, vino la oscuridad.
Mis entrañas se agitan, y no reposan;
Días de aflicción me han sobrecogido.
Ando ennegrecido, y no por el sol;
Me he levantado en la congregación, y clamado.
He venido a ser hermano de chacales,
Y compañero de avestruces.
Mi piel se ha ennegrecido y se me cae,
Y mis huesos arden de calor.
Se ha cambiado mi arpa en luto,
Y mi flauta en voz de lamentadores.

a. Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro: Job sentía: “Dios, eres más misericordioso que esto. No afligirías a un lamentable sepulcro si tan solo clamara a ti”. Job se preguntaba porque Dios no respondía a sus clamores.

i. “El dolor supremo era que cuando clamaba a Dios, no había respuesta. Él afirma que en el sufrimiento que soportaba, había amplia justificación para todas sus quejas”. (Morgan)

ii. “Como es nuestra tendencia natural, Job malinterpreta el silencio de Dios como falta de preocupación e indiferencia. Job asume que el silencio de Dios significa el desagrado de Dios”. (Lawson)

b. ¿No lloré yo al afligido? Y mi alma, ¿no se entristeció sobre el menesteroso?: Job se preguntaba por qué Dios no lo trataba con la misma bondad que a menudo él había mostrado a los demás.

i. “Es imposible leer esta sección sin sentir que la protesta se acercaba a una rebelión en el alma de este hombre. Definitivamente acusó a Dios de crueldad (ver versículo 21), y sus preguntas, ‘¿No lloré por el que estaba en problemas? ¿No se afligió mi alma por los necesitados?’ (versículo 25), contrastaban la actitud de Dios hacia él con su propia actitud hacia los hombres que sufrían en los días de su prosperidad y fortaleza”. (Morgan)

ii. El alma sensible de Job era otra demostración de su piedad, y es apropiada para cualquier siervo de Dios. “Sé que un hombre que no puede sentir, y está en el ministerio, haría mucho mejor en renunciar a su cargo. Hemos oído a algunos proclamar las doctrinas de la gracia, como si fueran una medicina para las náuseas, y los hombres fueran a ser obligados a beber de ella con palabras duras y abusos violentos. Siempre hemos pensado que tales hombres hicieron más mal que bien, porque mientras buscaban vindicar el evangelio, evidentemente perdieron el espíritu de la fe una vez dada a los santos. Fríos e impasibles son algunos de nuestros teólogos; pronuncian la verdad como si no les importara si los hombres la reciben o no. Para tales hombres, el cielo y el infierno, la muerte y la eternidad, son meros temas para la oratoria, pero no temas para la emoción”. (Spurgeon)

c. Mis entrañas se agitan, y no reposan: Quizás Job trató de tomarlo con calma y no preocuparse tanto por sus problemas, pero para él era imposible. Su agonía física y espiritual era más de lo que parecía poder soportar, o más de lo que sus amigos podían comprender.

i. “Por mi llanto lúgubre y continuo me parezco a los chacales o hienas… A las hijas del aullido: generalmente entendidas como el avestruz; porque tanto el chacal como la hembra de avestruz son notables por su llanto lastimero y por su apego a los lugares desolados – Dodd”. (Clarke)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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