Joel 1




Joel 1 – El día del Señor humilla a Judá

A. Las langostas devastan la tierra de Judá.

1. (1-4) La impresionante plaga de langostas sobre Judá.

Palabra de Jehová que vino a Joel, hijo de Petuel. Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado.

a. Palabra de Jehová que vino a Joel: El profeta Joel habló al reino del sur de Judá sin hacer referencia al reino del norte de Israel. Es difícil saber su tiempo exacto, porque Joel no menciona ningún otro rey o profeta. Muchos eruditos fechan el libro de Joel en el año 835 a.C.

i. Esto convierte a Joel en un profeta anterior al exilio, que sirvió antes de la caída del reino del norte de Israel (721 a.C.) y del reino del sur de Judá (586 a.C.). Otros profetas anteriores al exilio incluyen a Abdías, Jonás, Oseas, Amós, Isaías y Miqueas. Joel es uno de los primeros profetas solo Abdías profetizó antes de su tiempo (845 a.C.).

ii. El 835 a.C. fue una época de agitación y transición en Judá, al final del reinado de la reina madre Atalía y el comienzo del reinado del rey Joás. Atalía tomó el poder tras la repentina muerte en batalla de su hijo Ocozías, quien solo reinó un año (2 Reyes 8:26, 2 Reyes 11:1). Atalía mató a todos los herederos de su hijo, excepto a uno que estaba escondido en el templo y escapó: Joás, de un año (2 Reyes 11:3). Su reinado de terror de seis años terminó en el 835 a.C. cuando el Sumo Sacerdote Joiada derrocó a Atalía y puso en el trono a Joás, de siete años (2 Reyes 11:4-21).

iii. Durante sus seis años como reina de Judá, Atalía reinó con maldad. Ella era la nieta del impío rey Omri de Israel, lo que la convertía en hija o sobrina de Acab, uno de los peores reyes de Israel (2 Reyes 8:26). Atalía crio a su hijo Ocozías para que reinara en el malvado patrón de Acab, e incluso trajo a los consejeros de Acab para que lo aconsejaran (2 Crónicas 22:2-4). Cuando Ocozías murió en la batalla, Atalía tomó el poder y puso a sus otros hijos a hacer el mal, incluso profanando el templo y sus cosas sagradas (2 Crónicas 24:7).

iv. Si estamos en lo cierto al pensar que Joel profetizó en el año 835 a.C. entonces, el juicio que describió llegó hacia el final del reinado de impiedad de seis años bajo la reina Atalía. ¡Con razón Dios puso mano dura sobre Judá!

v. “El nombre Joel significa ‘Jehová es Dios’ y por lo tanto constituye una breve confesión de fe, algo así como la confesión principal del Nuevo Testamento, ‘Jesús es el Señor’”. (Boice)

b. Lo que quedó de la oruga, comió el saltón: Joel no estaba anunciando un juicio venidero de Jehová. Él describe su estado actual devastado por enjambres sucesivos de langostas, primero masticando, luego enjambrando, luego arrastrándose y finalmente consumiendo. Judá experimentará un tiempo de hambre y ruina financiera a causa de estas langostas.

i. Esta plaga era tan inusual que Joel dice: “contaréis a vuestros hijos”. Los tiempos eran tan notablemente difíciles que los padres les decían a sus hijos: “Sobreviví plagas de langostas”.

ii. En 1915, una devastadora plaga de langostas cubrió lo que hoy es Israel y Siria. Los primeros enjambres llegaron en marzo, en nubes tan espesas que bloquearon el sol. Las langostas hembra inmediatamente comenzaron a poner huevos, 100 a la vez. Los testigos dicen que en un metro cuadrado había entre 65,000 y 75,000 huevos. En unas pocas semanas eclosionaron y las jóvenes langostas parecían grandes hormigas. Todavía no podían volar y se las arreglaban saltando. Marcharon a lo largo de 400 a 600 pies por día, devorando cada mota de vegetación en el camino. Después de dos etapas más de muda, se convirtieron en adultos que podían volar – y la devastación continuó.

2. (5-7) Un ejército de langostas contra Judá.

Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca. Porque pueblo fuerte e innumerable subió a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas.

a. Despertad, borrachos: Joel dice a los borrachos que se despierten y vean la devastación que causaron las langostas. Vinieron como pueblo poderoso, un ejército feroz contra Judá.

b. Mi vid…mi higuera: Dios ve las vides y las higueras de Judá y dice que le pertenecen a Él, incluso en el juicio.

3. (8-12) Judá se lamenta por la destrucción causada por la langosta.

Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud. Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo. El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite. Confundíos, labradores; gemid, viñeros, por el trigo y la cebada, porque se perdió la mies del campo. La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.

a. Llora tú como joven vestida de cilicio: Joel le dijo a Judá que miraran su condición y lloraran, con toda la emoción y pasión de una joven viuda. No deben recibir esta plaga de langostas estoicamente, con falsa bravuconería.

i. En esto, Joel no minimizó el sufrimiento en absoluto. No fue como el dentista que dice: “Esto puede causar un poco de incomodidad” cuando en realidad quiere decir: “Esto va a doler y te voy a hacer sufrir”. Él trata con el sufrimiento de una manera real y dice: “Volvamos al Señor”.

b. Los sacerdotes… están en duelo… se enlutó la tierra… confundíos labradores; gemid viñedos… se extinguió el gozo: En imágenes vívidas y poéticas, Joel muestra cómo toda la nación lamenta esta gran destrucción traída por las langostas.

i. Desapareció… la ofrenda y la libación: Es notable ver que estos sacrificios al Señor en el templo solo se detuvieron cuando no hubo más grano o vino para dar a Dios. El reinado de la reina Atalía fue malvado, pero permitió que continuaran las ceremonias del templo. Esto nos muestra que al diablo no le importan las ceremonias en sí mismas, y que está más interesado en corromper la religión verdadera que en eliminarla.

B. La sequía devasta la tierra de Judá.

1. (13-14) Un llamado al arrepentimiento.

Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación. Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.

a. Ceñíos y lamentad, sacerdotes: Joel llamó a los líderes religiosos para guiar a la nación en el arrepentimiento. Les dijo a los sacerdotes que se ciñeran para el arrepentimiento, con la idea de “prepararse para hacer la obra del arrepentimiento”.

i. Joel también les dijo cómo hacer la obra del arrepentimiento.

·Proclamad ayuno: Hagan que estar bien con Dios sea tan importante que incluso comer no sea importante.

·Convocad asamblea: Llamen al pueblo de Dios a unirse y arrepentirse.

·Congregad a los ancianos: Los líderes del pueblo deben dar especial importancia a ser parte de la obra de arrepentimiento.

·En la casa de Jehová vuestro Dios: Vengan al lugar donde deben reunirse con Dios.

·Y clamad a Jehová: Finalmente, simplemente clamen a Dios y confíen en que Él responderá con misericordia.

b. Porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación: Cuando hubo grano y vino para llevar, el pueblo de Judá siguió llevando ofrendas al templo, ya sea por tradición o por obediencia piadosa. Ahora que no hay producto, no hay ofrenda para la casa de vuestro Dios.

2. (15-20) El día de Jehová contra Judá en sequía.

¡Ay del día! Porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la casa de nuestro Dios? El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡Cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas. A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. Las bestias del campo bramarán también a ti, porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderas del desierto.

a. Porque cercano está el día de Jehová: La idea tras la frase el día de Jehová es que este es el tiempo de Dios. El hombre tiene su “día”, y el Señor tiene su día. En el sentido mayor, el día de Jehová se cumple cuando Jesús juzgue la tierra y regrese en gloria. En un sentido menos importante, un tiempo de juicio como Judá lo experimentó con las langostas y la sequía es otro ejemplo del día de Jehová.

b. El grano se pudrió… no tuvieron pastos!… fueron asolados los rebaños de las ovejas… fuego consumió los pastos del desierto… se secaron los arroyos de las aguas: Joel describió vívidamente una sequía devastadora. Afectó todo en Judá, y los incendios forestales devastaron la tierra seca.

c. A ti, oh Jehová, clamaré: En este tiempo de sequía, lo único que Judá podía hacer era clamar a Dios. Eran impotentes para solucionar el problema de la sequía. Dios los envió a un lugar donde solo el cielo podía ayudarlos, para que no buscaran otro lugar.

i. En Lucas 13:1-5, Jesús se enfrentó al problema de un desastre que mató a 18 personas. En lugar de actuar como si fuera solo un accidente del destino ciego, Jesús lo usó como una llamada de atención para el arrepentimiento. Jesús mostró que “¿Por qué les sucedió este desastre?” es la pregunta equivocada. La pregunta correcta es “¿Estoy listo para enfrentar tal desastre en este mundo caído?”.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

© Copyright 2018 - Enduring Word       |      Site Hosted & Maintained by Local View Marketing    |    Privacy Policy