Josué 3 – El cruce del Jordán
A. Instrucciones para cruzar el río Jordán.
1. (1) Israel en el río Jordán.
Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo.
a. Partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán: Este fue el último paso en el viaje de Israel desde Egipto hasta Canaán. Ahora estaban acampando a orillas del Jordán, el último obstáculo entre Israel y la Tierra Prometida.
i. Israel había estado esperando el momento de entrar en la Tierra Prometida y tomar posesión de ella durante unos 500 años, desde que Dios prometió la tierra a Abraham y a sus descendientes del pacto (Génesis 15:18-21). Josué y Caleb, con más de 80 años, anhelaban ese momento. Todo Israel había estado esperando que la generación incrédula muriera en el desierto y que una nueva generación de fe tomara la tierra confiando en Dios.
b. Reposaron allí antes de pasarlo: Dios le ordenó a Israel que se preparara durante tres días a orillas del río Jordán (Josué 1:11). Durante ese tiempo, el pueblo de Israel reposó frente a un río caudaloso, aumentado por las lluvias primaverales, y se enfrentaron a la aparente imposibilidad de cruzarlo.
i. Los dos espías habían cruzado el río Jordán y regresado cuando fueron a Jericó (Josué 2:1, 2:23). Si bien era posible cruzar a nado el Jordán durante la época de crecida, era un acto heroico (1 Crónicas 12:14-15). Sin embargo, no se podía esperar que toda la nación, con sus mujeres, niños y ancianos, junto con todo su ganado y posesiones, cruzara el río de esa manera. Por eso, Dios le dio a Israel tres días para considerar el problema.
ii. «Estos eventos en la historia de Israel describen un período de preparación para la nueva generación que sería llamada a ocupar la tierra. Aunque los cristianos no son llamados a llevar a cabo los mismos actos físicos, la preparación es esencial para cualquier vida de ministerio y servicio. Al igual que la preparación de Israel, esto implica escuchar y creer en la Palabra de Dios, así como la disciplina de la obediencia a esa Palabra». (Hess)
2. (2-5) El arca de Dios guiará el camino.
Y después de tres días, los oficiales recorrieron el campamento, y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a ella. Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros.
a. Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios […] saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella: Josué no envió primero a los ingenieros y constructores del ejército de Israel. En su lugar, envió a los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza, que era la representación visible de la presencia de Dios con Israel. Josué entendía que este desafío era principalmente espiritual, más que una prueba de la capacidad humana para planificar y construir.
i. El arca del pacto aún no había sido construida cuando Israel cruzó el Mar Rojo; en ese momento, Dios utilizó otras formas para manifestarle su presencia. Sin embargo, en esta ocasión, la presencia de Dios se hizo evidente, principalmente, a través de la presencia del arca del pacto.
ii. En esta ocasión, Dios quiso que los sacerdotes llevaran el arca, aunque normalmente esta responsabilidad recaía en otra familia de la tribu de Leví, los hijos de Coat (Números 4:15, 7:9). Los sacerdotes pertenecían a la familia de Aarón, que descendía de Coat (1 Crónicas 6:1-3); pero, generalmente, existía una distinción entre los deberes de los sacerdotes y los de los hijos de Coat. Los sacerdotes llevarán el arca en otras ocasiones especiales (Josué 6:3, 2 Samuel 15:25).
b. Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos: Dios exigió que su pueblo se mantuviera a unas 1000 yardas (1 km) detrás del arca por al menos dos razones. En primer lugar, para respetar la naturaleza sagrada del arca de la alianza. En segundo lugar, para que todo Israel pudiera ver el arca. El arca de la alianza les mostraría el camino por el que debían ir, los guiaría. Israel lograría esta tarea, aparentemente imposible, al poner sus ojos en la presencia de Dios y seguirlo.
c. Santificaos: Debido a que esta sería una batalla espiritual, Josué requirió que Israel hiciera preparativos espirituales. «Santificaos» significaba que debían separarse de las cosas comunes para enfocarse en el Señor y ver que Jehová haría maravillas entre ellos.
i. «No sabemos, específicamente, qué implicaba este mandato; sin embargo, es probable que fuera similar al que dio Moisés en Éxodo 19:10-14. Posiblemente, incluía lavarse y lavar sus vestidos, y abstenerse de todo lo que pudiera apartar sus mentes de una atención provechosa al milagro que estaba a punto de realizarse en su favor». (Clarke)
ii. «Aunque el acto era completamente obra de Dios, se llevó a cabo bajo el cumplimiento de ciertas condiciones por parte del pueblo. Josué les encomendó la tarea, y al santificarse, hicieron posible la intervención divina. Además, al obedecer su mandato, se organizaron, con los sacerdotes a la cabeza, antes de que las aguas se separaran». (Morgan)
3. (6) El paso de fe de Josué al enviar a los sacerdotes a cruzar a pie el río Jordán crecido.
Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo.
a. Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo: Dios le dijo a Josué que ordenara este paso radical de fe (Josué 3:7-8). Josué no actuó por presunción insensata, sino como un hombre guiado por el Señor, y que recordaba una obra similar cuando el cruce del Mar Rojo (Éxodo 14).
i. El éxito de Josué dependía y se afianzaba de la promesa de Dios para él: «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien» (Josué 1:8).Josué llevaba la palabra de Dios en sus labios, en su mente y guiaba sus acciones conforme a ella.
ii. «Se puede establecer una conexión muy apropiada entre la división del Mar Rojo y el cruce del Jordán, ya que así lo ha hecho el Espíritu Santo en el Salmo 114: “El mar lo vio y huyó; el Jordán retrocedió”». (Spurgeon)
b. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo: Aun considerando la guía de Dios, este fue un impresionante paso de fe por parte de Josué y los sacerdotes. Esta fue la fe audaz que marcaría al pueblo de Israel en la Tierra Prometida.
4. (7-8) El mensaje de aliento de Dios a Josué.
Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hayáis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán.
a. Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel: El paso de fe ordenado por Dios y observado por Josué fue alentado por el propio Señor. Esta es la bondad de Dios hacia su pueblo, brindándole un ánimo constante en las cosas que Él les ordena hacer.
b. Para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo: Dios prometió hacer de Josué un líder como Moisés a los ojos del pueblo. El Señor cumpliría esta promesa utilizando a Josué para guiar milagrosamente al pueblo a través de un cuerpo de agua infranqueable, de manera similar a como lo hizo con Moisés en el Mar Rojo (Éxodo 14).
c. Cuando hayáis entrado hasta el borde del agua […] pararéis en el Jordán: Una vez en el agua, a la orilla del Jordán, se les ordenó a los sacerdotes de Israel que se detuvieran y permanecieran de pie, sosteniendo el arca de la alianza.
5. (9-13) Josué anima e instruye a Israel.
Y Josué dijo a los hijos de Israel: Acercaos, y escuchad las palabras de Jehová vuestro Dios. Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo. He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán. Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de Israel, uno de cada tribu. Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón.
a. Acercaos, y escuchad las palabras de Jehová vuestro Dios: Josué puso correctamente el énfasis en la palabra de Dios. Él entendía que solo era el mensajero de las palabras de Jehová.
i. Era crucial que escucharan las palabras de Jehová, no solo que presenciaran los milagros que Dios haría. «Porque los milagros solo sirven para entusiasmar a los hombres; son como las campanas que nos llaman al sermón, pero no pueden producir fe en nosotros; la fe viene por el oír». (Trapp)
b. En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros: Josué comprendió que la obra de Dios aquí en el Jordán le daría a Israel la confirmación de que Dios estaba con y en medio de ellos en la futura conquista de Canaán.
i. «En el versículo 10, se enumeran “siete pueblos”. En el Antiguo Testamento, encontramos veintitrés veces tales listas, incluyendo cinco ocasiones en el libro de Josué (Josué 3:10; 9:1; 11:3; 12:8; 24:11). Aunque el número y el orden de los nombres pueden variar en cada lista, el siete se utiliza a menudo como un número simbólico de integridad. En total, se mencionan doce pueblos, pero un núcleo de siete, el número mencionado aquí, constituye la lista “estándar”». (Howard)
c. He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán: Dios ordenó que el emblema visible de su presencia, el arca del pacto, abriera el camino. El hecho de que los sacerdotes llevando el arca, en lugar de soldados, dirigieran el cruce, es una declaración de Dios de que la clave de la victoria de Israel en la Tierra Prometida sería fundamentalmente espiritual, no militar.
i. «¿Qué era el arca? Era una representación del carácter de Dios. El pueblo no tenía ninguna imagen que adorar; de hecho, se les ordenó no hacer ninguna imagen. No se puede hacer una imagen de Dios, porque Dios es espíritu. Pero Dios tiene un carácter, y el arca era una declaración de ese carácter». (Schaeffer)
d. Las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón: Al parecer, Dios le había revelado a Josué cómo el Jordán se convertiría en un lecho seco y transitable para Israel. Las aguas no se dividirían como ocurrió en el Mar Rojo (Éxodo 14:21-22). En cambio, las aguas del Jordán se detendrían río arriba, dejando un lecho seco ante Israel.
i. La obra de Dios en el Jordán, al detener las aguas para que Israel pudiera pasar, fue similar a la del Mar Rojo (Éxodo 14:21-22), pero noidéntica. De generación en generación, la obra de Dios es en algunos aspectos la misma y, en otros, completamente nueva.
ii. «Desde el punto de vista geológico, el valle del río Jordán se encuentra en la confluencia de placas tectónicas, lo que crea una región inestable. En esta área, pudieron producirse terremotos en el pasado que bloquearon el cauce del río. Es posible que estos eventos geológicos hayan sido parte del contexto, aunque el relato de Josué no menciona ningún terremoto. El propósito principal del relato es exaltar al Dios de Israel y su pueblo». (Hess)
B. El cruce del río Jordán.
1. (14-15) La fe de los sacerdotes y de Josué.
Y aconteció cuando partió el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, con los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto, cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua (porque el Jordán suele desbordarse por todas sus orillas todo el tiempo de la siega)…
a. Los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua: Los sacerdotes iniciaron la procesión llevando el arca de la alianza unos 1000 metros o yardas (Josué 3:4) delante del pueblo. Cuando los sacerdotes entraron en el río y se detuvieron allí, las aguas seguían fluyendo como en época de crecida.
i. El texto no especifica cuánto tiempo permanecieron los sacerdotes en el río. Podría haber sido un momento, pero también podría haber sido mucho más tiempo. En una situación como esa, incluso un momento puede parecer una eternidad.
b. Fueron mojados a la orilla del agua: Es natural que la naturaleza humana desee que el lecho del río esté seco antes de dar un paso. Sin embargo, Dios llamó a los sacerdotes de Israel a dar un paso en fe.
i. «Cuando el pie del sacerdote las toca, se apartan. Jesús ha descendido a estas aguas crecidas como nuestro Sumo Sacerdote. En Getsemaní, su marea desbordante lo bañó. En el Calvario, los torrentes de agua pasaron por encima de su cabeza. En la tumba, pareció sucumbir momentáneamente. Pero desde entonces han sido interrumpidas. A través de los siglos, Él ha permanecido, llevando el arca de propiciación y deteniendo las tumultuosas crecidas». (Schaeffer)
c. Porque el Jordán suele desbordarse por todas sus orillas todo el tiempo de la siega: Esta no era la época del año en que el Jordán se reducía a un hilillo. Debido a las lluvias de primavera, en plena época de cosecha temprana, el río estaba crecido y desbordándose por todas sus orillas.
i. «El Jordán, como hemos visto, tiene su origen al pie del monte Líbano, el cual está siempre cubierto de nieve durante los meses de invierno. Por lo tanto, en esos meses, el río está bajo. Sin embargo, cuando el sol del verano derrite estas nieves, resulta en un prodigioso aumento de las aguas, lo que hace que el antiguo canal no sea capaz de contenerlas»0. (Clarke)
2. (16-17) El Jordán se detiene y el pueblo cruza en seco.
Las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán, y las que descendían al mar del Arabá, al Mar Salado, se acabaron, y fueron divididas; y el pueblo pasó en dirección de Jericó. Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.
a. Las aguas que venían de arriba se detuvieron: De alguna manera milagrosa, Dios detuvo el flujo del río Jordán. Pudo haber utilizado un suceso natural, como un terremoto o un deslizamiento de tierra; pero no lo hizo, el momento en que ocurrió fue un milagro de Dios.
i. «Adam es un sitio en el valle del Jordán identificado con Tell ed-Damiye, que se encuentra a unas 18 millas al norte de Jericó». (Hess)
ii. «Es posible que un deslizamiento de tierra provocado por un terremoto haya detenido el caudal del río Jordán. Los deslizamientos de tierra son comunes en las riberas arcillosas del Jordán. La historia registra, al menos, dos eventos de este tipo que causaron el represamiento del río: uno en el 1267 d.C. y otro en 1927. En este último caso, el deslizamiento ocurrió cerca de la ciudad de Adam (ver 3:16), y el flujo del río se detuvo durante unas veintiuna horas». (Madvig)
iii. «En algunos aspectos, el cruce del río Jordán fue aún más sorprendentemente milagroso que el del Mar Rojo. En este último, Dios se complació en utilizar un agente: «el mar retrocedió debido a un fuerte viento del este que sopló toda la noche, convirtiendo el mar en tierra seca» (Éxodo 14:21). Sin embargo, en el caso del Jordán, no se observó nada de este tipo; un río que fluye con gran rapidez (según lo reconocen todos los viajeros) retrocedió a su fuente sin la intervención de ningún agente visible, excepto la mano invisible del Dios invisible». (Clarke)
iv. «Los maestros judíos posteriores no pudieron resistirse a embellecer este notable milagro, afirmando que “las aguas del río se amontonaron hasta una altura de trescientas millas” y que “todos los pueblos de la tierra fueron testigos del prodigio”. Algunos rabinos hicieron la fantasiosa afirmación de que “cuando el pueblo llegó a la orilla más lejana, el Arca sagrada, que había estado todo el tiempo en el lecho del río, se adelantó por sí misma y, arrastrando a los sacerdotes tras ella, alcanzó al pueblo”». (Ginzberg)
b. Estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán: Además, incluso con el caudal del río detenido, fue un milagro que la gente pudiera cruzar en seco. Dios secó milagrosamente el lecho del río para que no tuvieran que arrastrarse por el barro pantanoso.
i. «El término hebreo para hacer referencia a “tierra seca” (harabah) no implica necesariamente que el lecho del río estuviera seco como el polvo, sino que ya no estaba cubierto de agua. Esto indica tierra firme, en contraste al río crecido». (Madvig)
ii. Este milagro claramente se relaciona con el que la nación experimentó unos 40 años antes: el paso a través del Mar Rojo (Éxodo 14). Dios sacó a Israel de la esclavitud de Egipto con un milagro y los llevó a la Tierra Prometida con otro milagro.
iii. En cierto sentido, Israel necesitó más fe para cruzar el río Jordán que para atravesar el Mar Rojo. En el Mar Rojo, Israel estaba huyendo del ejército egipcio (Éxodo 14:8-28). Cruzar el Mar Rojo significaba alejarse del peligro y colocar una barrera entre ellos y sus perseguidores. Sin embargo, al cruzar el río Jordán, Israel se dirigía hacia un peligro potencial: los numerosos cananeos que les harían la guerra en Canaán. Al cruzar el río Jordán, cortaron su camino de retirada y se comprometieron completamente con la tarea de conquistar la tierra de Canaán; ya no tenían otra opción. Este acto representó una demostración de gran fe.
iv. Clarke sugiere por qué los cananeos no pelearon contra Israel mientras cruzaban el Jordán: «No fue simplemente por el pánico que no disputaron en este paso de Israel por el Jordán, sino porque debieron haber considerado que era imposible; y cuando se dieron cuenta de que habían hecho el intento, el paso se efectuó antes de que pudieran prepararse para impedirlo».
c. Los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán: En el relato de este notable milagro, el arca del pacto ocupa un lugar central. Se hace referencia al arca 14 veces en estos 17 versículos. Esta repetición subraya la confianza que Josué, los sacerdotes e Israel tenían en el Dios que sabían que estaba con ellos. El arca, como representación de la presencia de Dios, permaneció en medio del cauce del río hasta que todo Israel cruzó.
i. Los creyentes actuales comprenden que Jesucristo es el cumplimiento del arca de la alianza. Él es «Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros» (Mateo 1:23). Jesucristo mismo representa una evidencia aún mayor de la presencia de Dios que el arca del pacto.
ii. Así como el arca guio a Israel a través del Jordán, Jesús ha allanado el camino para la victoria de su pueblo: «y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz» (Colosenses 2:15).
iii. «Era más fácil creer que el torrente no se precipitaría sobre ellos cuando podían ver a los sacerdotes de pie allí inmóviles, llevando el símbolo visible de la presencia de Dios sobre sus hombros. El arca no fue la causa del milagro, al igual que no lo fueron sus portadores; sin embargo, de la misma manera que Jesús ayudó a un ciego poniéndole tierra húmeda sobre los ojos y a otro enviándolo a Siloé para que se lavara, Dios actuó aquí. Los niños aprenden mejor cuando tienen algo que observar. La vista a veces es la sierva de la fe». (Maclaren)
iv. Mientras los creyentes se aferran a la Palabra de Dios, obedecen sus mandamientos, siguen a Jesús y lo mantienen como centro, Dios abrirá caminos milagrosos para el avance de su reino.
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