Josué 13




Josué 13 – La tierra restante; las asignaciones al este del Jordán

A. El mandato de Dios a Josué con respecto a la tierra que queda por conquistar.

1. (1) Dios le habla a un viejo Josué acerca de la tierra que queda por poseer.

Siendo Josué ya viejo, entrado en años, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer.

a. Tú eres ya viejo: Aun reconociendo los años avanzados de Josué, Dios todavía le habla de un trabajo que debe hacerse. No importa cuánto hayamos hecho en nuestra vida cristiana, todavía queda mucho por hacer.

b. Y queda aún mucha tierra por poseer: Si bien todavía hay mucho por hacer, no puede haber satisfacción con una heredad parcial – Dios quiere que sigamos adelante.

c. Por poseer: Lo que la tierra era para Israel, Jesús lo es para nosotros. Debemos poseerlo todo y seguir adelante para tener todo de Jesús.

i. ¿Cuánto de Jesús tienes? ¿Qué parte de la biblia posees como tuya? ¿Caminas en la bendición de llevar a otros a Jesucristo? ¿De la oración contestada? ¿De satisfacer las necesidades de otros miembros de la familia de Dios?

2. (2-6a) Se describe la tierra que queda por ocupar.

Esta es la tierra que queda: todos los territorios de los filisteos, y todos los de los gesureos; desde Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta el límite de Ecrón al norte, que se considera de los cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos, el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los aveos; al sur toda la tierra de los cananeos, y Mehara, que es de los sidonios, hasta Afec, hasta los límites del amorreo; la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia donde sale el sol, desde Baal-gad al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat; todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta Misrefotmaim, todos los sidonios;

3. (6b-7) Se describe el método de Dios para poseer la tierra.

Yo los exterminaré delante de los hijos de Israel; solamente repartirás tú por suerte el país a los israelitas por heredad, como te he mandado. Reparte, pues, ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés.

a. Yo los exterminaré delante de los hijos de Israel: Dios promete Yo los exterminaré delante de los hijos de Israel, pero tenía la intención de que cada tribu confiara en Dios para esto en la porción de tierra dividida por sorteo.

b. Reparte, pues, ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés: Cada tribu era responsable de poseer por completo su propia tierra. Dios enfatiza la idea de responsabilidad e iniciativa personal. Esto no es solo porque así es como se hacen las cosas, sino también porque así es como la gente es bendecida en el servicio. Somos bendecidos al asumir personalmente la responsabilidad y la iniciativa al confiar en que Dios hará lo que nos ha llamado a hacer.

B. Las asignaciones de tierras al este del Jordán.

1. (8-13) La tierra que se dividirá en el lado este del río Jordán.

Porque los rubenitas y gaditas y la otra mitad de Manasés recibieron ya su heredad, la cual les dio Moisés al otro lado del Jordán al oriente, según se la dio Moisés siervo de Jehová; desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura de Medeba, hasta Dibón; todas las ciudades de Sehón rey de los amorreos, el cual reinó en Hesbón, hasta los límites de los hijos de Amón; y Galaad, y los territorios de los gesureos y de los maacateos, y todo el monte Hermón, y toda la tierra de Basán hasta Salca; todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y en Edrei, el cual había quedado del resto de los refaítas; pues Moisés los derrotó, y los echó. Mas a los gesureos y a los maacateos no los echaron los hijos de Israel, sino que Gesur y Maaca habitaron entre los israelitas hasta hoy.

a. Porque los rubenitas y gaditas y la otra mitad de Manasés recibieron ya su heredad: Este pasaje describe la porción de tierra dividida entre Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés. Era la tierra del rey Sehón de los amorreos y del rey Og de Basán.

b. Mas a los gesureos y a los maacateos no los echaron los hijos de Israel: Solo dos pequeñas tribus de pueblos no fueron reemplazadas por las tribus judías que se asentaron en el lado este del Jordán: los gesureos y los maacateos.

i. Más tarde, David se casó con una princesa de Gesur, y ella fue la madre de su hijo Absalón (2 Samuel 3:3). Absalón regresó a Gesur y lo usó como un lugar para conspirar contra su padre David (2 Samuel 13:37-38, 14:23 y 14:32).

ii. Los maacateos pueden haber venido del Maaca mencionado en Génesis 22:24, quien era sobrino de Abraham. Más tarde, cuando Seba se rebeló contra David, él huyó y pudo haberse refugiado en una de las ciudades de los maacateos (2 Samuel 20:14-15).

2. (14) La situación única de la tribu de Leví.

Pero a la tribu de Leví no dio heredad; los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su heredad, como él les había dicho.

a. Pero a la tribu de Leví no dio heredad: Leví, la tribu sacerdotal, no recibe ninguna “provincia” como las que recibieron las otras tribus; a ellos se les dan ciertas ciudades (Josué 20-21).

b. Los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su heredad: En cambio, los levitas tendrían como heredad las ofrendas que Israel llevaría al Señor. Éstas serían su “seguridad financiera” en Israel.

3. (15-23) La porción de tierra de Rubén.

Dio, pues, Moisés a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias. Y fue el territorio de ellos desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba; Hesbón, con todas sus ciudades que están en la llanura; Dibón, Bamot-baal, Bet-baal-meón, Jahaza, Cademot, Mefaat, Quiriataim, Sibma, Zaret-sahar en el monte del valle, Bet-peor, las laderas de Pisga, Bet-jesimot, todas las ciudades de la llanura, y todo el reino de Sehón rey de los amorreos, que reinó en Hesbón, al cual derrotó Moisés, y a los príncipes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, príncipes de Sehón que habitaban en aquella tierra. También mataron a espada los hijos de Israel a Balaam el adivino, hijo de Beor, entre los demás que mataron. Y el Jordán fue el límite del territorio de los hijos de Rubén. Esta fue la heredad de los hijos de Rubén conforme a sus familias, estas ciudades con sus aldeas.

4. (24-28) La porción de tierra de Gad.

Dio asimismo Moisés a la tribu de Gad, a los hijos de Gad, conforme a sus familias. El territorio de ellos fue Jazer, y todas las ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Amón hasta Aroer, que está enfrente de Rabá. Y desde Hesbón hasta Ramat-mizpa, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el límite de Debir; y en el valle, Bet-aram, Bet-nimra, Sucot y Zafón, resto del reino de Sehón rey de Hesbón; el Jordán y su límite hasta el extremo del mar de Cineret al otro lado del Jordán, al oriente. Esta es la heredad de los hijos de Gad por sus familias, estas ciudades con sus aldeas.

5. (29-32) La porción de tierra de la media tribu de Manasés.

También dio Moisés heredad a la media tribu de Manasés; y fue para la media tribu de los hijos de Manasés, conforme a sus familias. El territorio de ellos fue desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og rey de Basán, y todas las aldeas de Jair que están en Basán, sesenta poblaciones, y la mitad de Galaad, y Astarot y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, para los hijos de Maquir hijo de Manasés, para la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias. Esto es lo que Moisés repartió en heredad en los llanos de Moab, al otro lado del Jordán de Jericó, al oriente.

6. (33) Más sobre la heredad de los levitas.

Mas a la tribu de Leví no dio Moisés heredad; Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos, como él les había dicho.

a. Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos, como él les había dicho: En Josué 13:14, se nos dice que los levitas no tendrían tierra por heredad, sino que tendrían los sacrificios que Israel llevaría a Dios. También recibirían una heredad mayor que esa: Dios mismo.

b. Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos: En este sentido, si hay alguna tribu con la que los cristianos están conectados espiritualmente, es la tribu de Leví. También somos llamados sacerdotes (1 Pedro 2:5) y tenemos una herencia especial en Dios (Efesios 1:11, Colosenses 1:12 y 1 Pedro 1:4).

c. Como él les había dicho: Muchos de nosotros no estamos satisfechos con nuestro lugar delante de Dios. Ojalá nos hubiera dado algo diferente, e incluso podemos amargarnos con Dios por esto. La respuesta principal a esto es vernos a nosotros mismos como sacerdotes y comprender que nuestra verdadera heredad es Dios mismo.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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