Josué 15, 16, 17




Josué 15, 16, 17 – La heredad de Judá, Efraín y Manasés del oeste

A. La heredad de Judá.

1. (15:1-12) Los límites de la provincia de Judá.

La parte que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá, conforme a sus familias, llegaba hasta la frontera de Edom, teniendo el desierto de Zin al sur como extremo meridional. Y su límite por el lado del sur fue desde la costa del Mar Salado, desde la bahía que mira hacia el sur; y salía hacia el sur de la subida de Acrabim, pasando hasta Zin; y subiendo por el sur hasta Cades-barnea, pasaba a Hezrón, y subiendo por Adar daba vuelta a Carca. De allí pasaba a Asmón, y salía al arroyo de Egipto, y terminaba en el mar. Este, pues, os será el límite del sur. El límite oriental es el Mar Salado hasta la desembocadura del Jordán. Y el límite del lado del norte, desde la bahía del mar en la desembocadura del Jordán; y sube este límite por Bet-hogla, y pasa al norte de Bet-arabá, y de aquí sube a la piedra de Bohán hijo de Rubén. Luego sube a Debir desde el valle de Acor; y al norte mira sobre Gilgal, que está enfrente de la subida de Adumín, que está al sur del arroyo; y pasa hasta las aguas de En-semes, y sale a la fuente de Rogel. Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte. Y rodea este límite desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y sale a las ciudades del monte de Efrón, rodeando luego a Baala, que es Quiriat-jearim. Después gira este límite desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del monte de Jearim hacia el norte, el cual es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y pasa a Timna. Sale luego al lado de Ecrón hacia el norte; y rodea a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y sale a Jabneel y termina en el mar. El límite del occidente es el Mar Grande. Este fue el límite de los hijos de Judá, por todo el contorno, conforme a sus familias.

a. La parte que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá: Todo esto puede parecernos tedioso, pero ciertamente no fue tedioso para los que poseerían esta tierra.

2. (13-19) La tierra asignada a Caleb y su familia.

Mas a Caleb hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón. Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y Talmai, hijos de Anac. De aquí subió contra los que moraban en Debir; y el nombre de Debir era antes Quiriat-sefer. Y dijo Caleb: Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por mujer. Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb; y él le dio su hija Acsa por mujer. Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Ella entonces se bajó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas. El entonces le dio las fuentes de arriba, y las de abajo.

a. Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por mujer: Caleb no solo fue un hombre de grandes y valientes hechos (la expulsión de los tres hijos de Anac), sino también un hombre que alentó a otros a grandes y audaces hazañas. Hizo esto ofreciendo a su hija en matrimonio al hombre que fuera lo suficientemente valiente como para conquistar una ciudad para tenerla.

b. Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas: Así mismo, la hija de Caleb imitó la audacia de su padre al pedir una bendición. No dudó en pedirle a su padre algunas fuentes de aguas.

3. (20-62) Las ciudades, pueblos y regiones ocupadas por la tribu de Judá.

Esta, pues, es la heredad de la tribu de los hijos de Judá por sus familias. Y fueron las ciudades de la tribu de los hijos de Judá en el extremo sur, hacia la frontera de Edom: Cabseel, Edar, Jagur, Cina, Dimona, Adada, Cedes, Hazor, Itnán, Zif, Telem, Bealot, Hazor-hadata, Queriot, Hezrón (que es Hazor), Amam, Sema, Molada, Hazar-gada, Hesmón, Bet-pelet, Hazar-sual, Beerseba, Bizotia, Baala, Iim, Esem, Eltolad, Quesil, Horma, Siclag, Madmana, Sansana, Lebaot, Silhim, Aín y Rimón; por todas veintinueve ciudades con sus aldeas. En las llanuras, Estaol, Zora, Asena, Zanoa, En-ganim, Tapúa, Enam, Jarmut, Adulam, Soco, Azeca, Saaraim, Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas. Zenán, Hadasa, Migdal-gad, Dileán, Mizpa, Jocteel, Laquis, Boscat, Eglón, Cabón, Lahmam, Quitlis, Gederot, Bet-dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas. Libna, Eter, Asán, Jifta, Asena, Nezib, Keila, Aczib y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas. Ecrón con sus villas y sus aldeas. Desde Ecrón hasta el mar, todas las que están cerca de Asdod con sus aldeas. Asdod con sus villas y sus aldeas; Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y el Mar Grande con sus costas. Y en las montañas, Samir, Jatir, Soco, Dana, Quiriat-sana (que es Debir); Anab, Estemoa, Anim, Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas. Arab, Duma, Esán, Janum, Bet-tapúa, Afeca, Humta, Quiriat-arba (la cual es Hebrón) y Sior; nueve ciudades con sus aldeas. Maón, Carmel, Zif, Juta, Jezreel, Jocdeam, Zanoa, Caín, Gabaa y Timna; diez ciudades con sus aldeas. Halhul, Bet-sur, Gedor, Maarat, Bet-anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas. Quiriat-baal (que es Quiriat-jearim) y Rabá; dos ciudades con sus aldeas. En el desierto, Bet-arabá, Midín, Secaca, Nibsán, la Ciudad de la Sal y En-gadi; seis ciudades con sus aldeas.

4. (63) Una ocupación incompleta: Jerusalén permanece en manos cananeas.

Mas a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy.

a. Mas a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos: Podemos entender por qué Jerusalén era una ciudad difícil de conquistar. El hecho de que estuviera asentada sobre una colina facilitaba su defensa.

b. Ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy: Aun así, no importa cuán dura sea la lucha, con la promesa de Dios y la ayuda de Dios, podemos triunfar realmente no hay una buena excusa de por qué esta ciudad permaneció en manos cananeas hasta el tiempo de David (2 Samuel 5:6-10).

B. La heredad de los hijos de José.

1. (16:1-4) Los límites de la provincia perteneciente a los hijos de José, Efraín y la media tribu de Manasés asentada en el lado oeste del Jordán.

Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, hacia el desierto que sube de Jericó por las montañas de Bet-el. Y de Bet-el sale a Luz, y pasa a lo largo del territorio de los arquitas hasta Atarot, y baja hacia el occidente al territorio de los jafletitas, hasta el límite de Bet-horón la de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar. Recibieron, pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.

2. (5-10) Los límites de la provincia de Efraín.

Y en cuanto al territorio de los hijos de Efraín por sus familias, el límite de su heredad al lado del oriente fue desde Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba. Continúa el límite hasta el mar, y hasta Micmetat al norte, y da vuelta hacia el oriente hasta Taanat-silo, y de aquí pasa a Janoa. De Janoa desciende a Atarot y a Naarat, y toca Jericó y sale al Jordán. Y de Tapúa se vuelve hacia el mar, al arroyo de Caná, y sale al mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias. Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas ciudades con sus aldeas. Pero no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.

a. Pero no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer: Su fracaso en expulsar por completo a los cananeos es característico de todas las tribus. Incluso dentro de la Tierra Prometida quedaba trabajo importante por hacer y batallas por librar.

b. Antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario: Quizás el pueblo de Efraín fue culpable de esta transigencia porque querían tributarios entre ellos. Ni siquiera esta conveniencia justifica su desobediencia al mandato de Dios.

i. Si tuvieron el poder de hacer tributario al pueblo de Gezer, ciertamente tenían el poder de derrotarlos por completo, especialmente porque Gezer era una ciudad que Josué ya había conquistado (Josué 10:33 y Josué 12:12).

ii. Este tipo de transigencia parece inocente, pero se convirtió en la forma en que el pueblo de Israel adoptó mucha idolatría y adoración inmoral. Esta es una de las razones por las que vemos tantas luchas en los días de los Jueces.

c. Pero no arrojaron al cananeo: Los israelitas no conquistaron por completo por dos razones. Primero, quisieron la paz a cualquier costo. Segundo, quisieron riqueza. En aras de la comodidad y el dinero, desobedecieron a Dios y se quedaron cortos de lo que Él tenía para ellos, como también lo hacemos nosotros hoy.

3. (17:1-2) La distribución de la tierra entre las familias restantes de la tribu de Manasés.

Se echaron también suertes para la tribu de Manasés, porque fue primogénito de José. Maquir, primogénito de Manasés y padre de Galaad, el cual fue hombre de guerra, tuvo Galaad y Basán. Se echaron también suertes para los otros hijos de Manasés conforme a sus familias: los hijos de Abiezer, los hijos de Helec, los hijos de Asriel, los hijos de Siquem, los hijos de Hefer y los hijos de Semida; éstos fueron los hijos varones de Manasés hijo de José, por sus familias.

4. (3-6) La herencia de las hijas de Zelofehad.

Pero Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos sino hijas, los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. Estas vinieron delante del sacerdote Eleazar y de Josué hijo de Nun, y de los príncipes, y dijeron: Jehová mandó a Moisés que nos diese heredad entre nuestros hermanos. Y él les dio heredad entre los hermanos del padre de ellas, conforme al dicho de Jehová. Y le tocaron a Manasés diez partes además de la tierra de Galaad y de Basán que está al otro lado del Jordán, porque las hijas de Manasés tuvieron heredad entre sus hijos; y la tierra de Galaad fue de los otros hijos de Manasés.

a. Pero Zelofehad… no tuvo hijos sino hijas: Esto se indica en el texto porque era inusual que las mujeres recibieran heredad. Era más importante que la tierra permaneciera en las familias ancestrales que seguir la costumbre de que solo los hijos debían heredar la tierra. Por lo tanto, las hijas de Zelofehad pudieron heredar la tierra de su padre.

b. Jehová mandó a Moisés que nos diese heredad entre nuestros hermanos: Esto fue simplemente la implementación de una decisión a la que llegó Moisés en Números 27:1-11.

5. (7-13) Los límites de la media tribu del oeste de Manasés y su ocupación incompleta de esa tierra.

Y fue el territorio de Manasés desde Aser hasta Micmetat, que está enfrente de Siquem; y va al sur, hasta los que habitan en Tapúa. La tierra de Tapúa fue de Manasés; pero Tapúa misma, que está junto al límite de Manasés, es de los hijos de Efraín. Desciende este límite al arroyo de Caná, hacia el sur del arroyo. Estas ciudades de Efraín están entre las ciudades de Manasés; y el límite de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son al mar. Efraín al sur, y Manasés al norte, y el mar es su límite; y se encuentra con Aser al norte, y con Isacar al oriente. Tuvo también Manasés en Isacar y en Aser a Bet-seán y sus aldeas, a Ibleam y sus aldeas, a los moradores de Dor y sus aldeas, a los moradores de Endor y sus aldeas, a los moradores de Taanac y sus aldeas, y a los moradores de Meguido y sus aldeas; tres provincias. Mas los hijos de Manasés no pudieron arrojar a los de aquellas ciudades; y el cananeo persistió en habitar en aquella tierra. Pero cuando los hijos de Israel fueron lo suficientemente fuertes, hicieron tributario al cananeo, mas no lo arrojaron.

a. Mas los hijos de Manasés no pudieron arrojar a los de aquellas ciudades: Su fracaso aquí sigue el mismo patrón que el fracaso de la tribu de Efraín en Josué 16:10.

b. Y el cananeo persistió en habitar en aquella tierra: Por supuesto que los cananeos persistirían en habitar en aquella tierra. Lo que faltó fue la determinación completa del pueblo de Israel. Ellos estuvieron satisfechos con hacer tributario al cananeo.

6. (14-18) Josué responde a la queja de los hijos de José.

Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué nos has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo tan grande, y que Jehová nos ha bendecido hasta ahora? Y Josué les respondió: Si sois pueblo tan grande, subid al bosque, y haceos desmontes allí en la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que el monte de Efraín es estrecho para vosotros. Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel. Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte, sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.

a. Por qué nos has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo tan grande: Manasés y Efraín eran grandes tribus. Su número combinado era mayor que el de cualquier otra tribu. Aquí, se quejan de que no se les ha asignado una tierra adecuada.

b. Si sois pueblo tan grande: La respuesta de Josué es tanto sabia como maravillosa. Él les dice, “Si sois pueblo tan grande, entonces vayan y consigan la tierra para ustedes; ocupen por completo lo que el Señor les ha dado”. Estas tribus no habían tomado por completo la región montañosa en su territorio asignado, porque sería un trabajo duro y peligroso.

i. ¡Cuán diferente es su actitud de la actitud de Caleb (Josué 14:11-12)! Quieren que se les dé una “tierra fácil”, en lugar de aceptar las promesas de Dios y salir y tomar lo que Dios les ha dado. El principio se aplica con la misma fuerza a nosotros hoy; si deseamos más de algo, lo primero que debemos hacer es ser lo más fieles que podamos donde estemos.

ii. Quizás apelaron a Josué como un compañero efraimita, porque era descendiente del mismo José.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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