Juan 17





Juan 17 – La Gran Oración de Jesús

Vídeos sobre Juan 17:


Juan 17:1-10 – Preparado Por La Oración

Juan 17:20-26 – Preparado Para Proclamar



“John Knox, en su lecho de muerte en 1572, le pidió a su esposa que le leyera Juan 17, ‘donde’, dijo él, ‘eché mi primer ancla.’” (Bruce)

A. Jesús ora respecto a sí mismo.

1. (1a) Introducción.

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo:

a. Estas cosas habló Jesús: La biblia está llena de grandes oraciones. Nos impresionamos con la oración de Salomón (1 Reyes 8), la oración de Abraham (Génesis 18), y la oración de Moisés (Éxodo 32), pero esta oración es por mucho la más grande registrada en la biblia.

i. La mayoría de nosotros sabemos lo que es escuchar a un verdadero hombre o a una verdadera mujer de Dios orar profundamente; hay algo santo e increíble en ello. Mucho más allá de todo esto estaba esta oración que hizo Jesús a su Dios y Padre, la cual es la única oración larga y continua de Jesús registrada en los evangelios. Las frases utilizadas son sencillas, pero las ideas son profundas, conmovedoras y significativas.

ii. “No hay voz que haya sido alguna vez escuchada, ni en el cielo ni en la tierra, más exaltada, más santa, con más fruto, más sublime, que la oración ofrecida por el Hijo a Dios mismo.” (Melanchthon, citado en Boice)

iii. La oración genuina a menudo revela el ser más íntimo de una persona. Juan 17 es una oportunidad única de ver la naturaleza y el corazón de Jesús. En esta oración Jesús tocará muchos temas desarrollados en el evangelio: gloria, glorificar, enviar, creer, mundo, amor.

iv. Muchas de los mismos intereses de la que es comúnmente conocida como la oración del Señor (Mateo 6:9-13) están aquí en esta oración.

· La oración está repetidamente dirigida al Padre.

· Hay reconocimiento e interés por el nombre de Dios.

· Hay interés por la obra del Reino de Dios.

· Hay interés por contener el mal.

v. Sin embargo hay algo diferente en esta oración, Jesús no oró solamente como les dijo a sus discípulos que oraran. “La solicitud de nuestro Señor dada por lo tanto en el capítulo diecisiete evidentemente no es una oración de un inferior a un superior: constantemente se ve en ella la co-igualdad del Orador con el Padre. Los dos tienen un mismo propósito… Cuando el Hijo habla no está intentando hacer que el Padre lo escuche: más bien está expresando en voz alta el propósito de la Deidad.” (Trench)

vi. El Nuevo Testamento nos dice que Jesús tiene una labor continua y presente de intercesión por su pueblo (Romanos 8:34, Hebreos 7:25). “El objetivo no es tanto el dejarnos saber lo que dijo en una ocasión especial, sino más bien mostrar una actitud constante de su mente, la reveladora idea de su incesante ‘intercesión’ por nosotros durante el tiempo de su ausencia.” (Trench)

b. Levantando los ojos al cielo: Esto indica la postura física de Jesús mientras oraba. Esta es una postura que usualmente no asociamos con oración profunda. En los hábitos de oración del mundo occidental, a menudo inclinamos la cabeza y cerramos nuestros ojos. Jesús oró con las costumbres de oración de su propio tiempo (Juan 11:41, Marcos 7:34, Salmos 123:1).

i. “Sin embargo, en el registro sagrado, mucho más espacio es ocupado por la intercesión de nuestro Señor al acercarse al final de su labor. Después la cena final, habiendo terminado su labor de predicación pública, y nada más por hacer más que morir, se entregó por completo a la oración. No iba a instruir a la multitud otra vez, ni a sanar a los enfermos, y en el intervalo que quedaba, antes de que entregara su vida, se ciñó para una intercesión especial. Derramó su alma en vida antes de derramarla hasta la muerte.” (Spurgeon)

ii. Las palabras levantando los ojos al cielo también indican que Jesús alzó la vista al cielo con un sentido de esperanza y no estaba melancólico ni abatido al hacer esta oración. De hecho esta es una oración de fe y confianza, incluso victoria – reconociendo al mismo tiempo la realidad del conflicto. “Con mucha frecuencia entendemos esta oración como si fuera bastante sombría. No lo es. Es pronunciada por uno que acababa de afirmar que ha vencido al mundo (Juan 16:33), y se inicia desde esta convicción.” (Morris)

iii. Esta increíble oración es hecha con un corazón y una mente elevando sus ojos hacia el cielo. Jesús no menciona sus problemas ni las decisiones que tenía que tomar. Su corazón y su mente estaban fijos en las cosas más grandes, comprometiéndose con el absoluto cumplimiento de la voluntad del Padre sin importar el costo, para que la vida eterna pudiera llegar a otros.

2. (1b) Jesús pide ser glorificado.

Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti

a. Padre, la hora ha llegado: Antes, la hora de la glorificación de Jesús (que comenzaba con su muerte) no había llegado aún (Juan 2:4; 7:8; 7:30; 8:20). Ahora, la hora ha llegado (como mencionó antes Jesús en Juan 12:23).

i. Tomen en cuenta las palabras: Padre. . .tu Hijo. . .tu hijo. . .Tu. Esta es una oración rica y profunda en relación. Jesús oró con un sentido total y profundo de relación familiar y la jerarquía natural y orden que existe entre el Dios Padre y Dios el Hijo.

ii. Padre: “Y en esto nos da un ejemplo: en todos los tiempos de tribulación echemos mano de nuestra adopción, y la paternidad de nuestro gran Dios. A nuestro Padre vayamos, ¿pues a quién más debe dirigirse un niño de manera tan natural?” (Spurgeon)

iii. La hora: “Su fe sólo la considera una hora: la medianoche de Getsemaní, la mañana de la flagelación, el día de la crucifixión, todas ellas no son más que una hora, un breve intervalo. Ahora él está en problemas, porque su momento de parto ha llegado; pero él lo considera como una hora, por la alegría que ha de nacer al mundo por sus graves dolores. Es por eso que su amor y su paciencia lo hacen menospreciar el momento de vergüenza y lo considera solamente un breve intervalo.” (Spurgeon)

b. Glorifica a tu Hijo: Jesús oró primero por él mismo, pero su petición no fue egoísta. Su preocupación por sí mismo en realidad era una preocupación por la gloria del Padre. El hijo solo puede glorificar al Padre si el Padre primero responde la oración del Hijo, “Glorifica a tu Hijo.”

i. “No traería gloria alguna al Padre si el sacrificio de Jesús no es aceptable, o si el Hijo no es restaurado al lugar que le corresponde en la presencia de la gloria del Padre. Esto significaría que la misión divina había fallado, los propósitos de la gracia por siempre derrotados.” (Carson)

ii. “Padre, la hora ha llegado: glorifica al Hijo: i.e. les dejó claro a los que estaban ahí que Jesús el hombre también es Dios – Hombre; hecho evidente por su resurrección y su ascensión.” (Trench)

iii. “Esta glorificación acogió su muerte, resurrección y ascensión a la diestra de Dios, como un Mediador acreditado.” (Dods)

iv. Jesús dio muchas razones o fundamentos para esta oración, “Glorifica a tu Hijo.” Si Dios el Hijo utilizó razones o fundamentos en oración a Dios el Padre, con mayor razón deberíamos utilizar razones o fundamentos para nuestras peticiones delante del trono de Dios.

· Porque la hora ha llegado (Juan 17:1).

· Porque el Padre será glorificado (Juan 17:1).

· Porque ya se ha dado la autoridad para otorgar vida eterna (Juan 17:2).

· Porque Jesús es el único camino a la vida (Juan 17:3).

· Porque termina con la labor que el Padre envió hacer al Hijo (Juan 17:3).

c. La hora ha llegado. . . Glorifica a tu Hijo: Es la cruz( VerJuan 12:27-33, 13:30-33, 21:18-19) la que glorificará al Hijo. La cruz fue una humillación absoluta para el mundo, pero fue un instrumento de glorificación a los ojos de Dios. Este es un aspecto de la necedad y la debilidad de la cruz (1 Corintios 1:18, 1:23-25).

i. “Para los hombres la cruz parecía un instrumento de vergüenza. Para Cristo era el medio de la verdadera gloria.” (Morris)

ii. Esta oración fue maravillosamente respondida. “Sí, el Padre glorificó a su Hijo, incluso cuando le complació golpearlo y someterlo a dolor. Con una mano golpeó, con otra glorificó. Había un poder para destruir, pero también había poder para sostener trabajando al mismo tiempo. El Padre glorificó a su Hijo.” (Spurgeon)

iii. ¡Qué diferentes son la mayoría de nuestras oraciones! “De una u otra forma constantemente le estamos pidiendo al Padre que nos glorifique. Glorifícame oh Padre, te rogamos, dándome la congregación más grande del pueblo; comenzando un gran avivamiento en mi misión, incrementando mi poder espiritual, para que me busquen mucho más. Claro, no afirmamos nuestras razones de manera tan concisa; pero esto es lo que realmente deseamos. Y luego nos preguntamos por qué se demora nuestra respuesta.” (Meyer)

d. Para que también tu Hijo te glorifique a ti: Es un trabajo contra-intuitivo, la cruz glorificó al Hijo y mostró la sabiduría y el poder de Dios (1 Corintios 1:23-25). Sin embargo, también glorificó al Padre, mostrando su sabio plan y gran sacrificio al entregar al Hijo para hacer semejante labor.

i. “El Hijo glorificó al Padre al revelar en este acto [la cruz] la soberanía de Dios sobre el mal, la compasión de Dios por los hombres, y la finalidad de la redención de los creyentes.” (Tenney)

ii. “El motivo de Cristo debe ser nuestro. Cuando usted pida una bendición de Dios, pida que pueda glorificarlo con ella ¿Anhela tener su salud otra vez? Asegúrese de querer invertirla en él. ¿Desea avance temporal? Deséelo para que pueda promover su gloria. ¿Por lo menos anhela crecer en gracia? Pídala solo para que pueda glorificarlo.” (Spurgeon)

3. (2-3) Jesús habla de la fuente y naturaleza de la vida eterna.

Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

a. Como le has dado potestad sobre toda carne: Jesús afirmó tener potestad sobre toda carne con la habilidad de otorgar vida eterna a la humanidad. Esta es una afirmación clara y sorprendente de Deidad; nadie más que Dios podía verdadera y conscientemente hacer esta afirmación.

i. Jesús aquí afirmó tener “autoridad para determinar el destino final del hombre.” (Takser)

ii. Esto nos da nueva esperanza para el trabajo evangelístico y misionero, sabiendo que Jesús tiene potestad sobre toda carne. Incluso para los que rechazan a Jesús o ignoran sobre él, incluso si ellos no lo saben o lo reconocen, Jesús tiene potestad sobre ellos. Podemos orar en fe y pedirle a Jesús que ejerza esa autoridad sobre los que todavía tienen que arrepentirse y creer.

iii. Como le has dado potestad sobre toda carne: Filipenses 2:5-11 es una demostración de esto, que todos reconoceremos la autoridad de Jesús; toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor.

iv. El creyente entiende y glorifica en la potestad de Jesús, especialmente considerando la alternativa. “Los hombres y las mujeres no pueden operar sin autoridad. Así que si ustedes quitan una autoridad, otra llegará. Si ustedes rechazan la autoridad de Dios, emergerá la autoridad del hombre.” (Boice)

b. Para que dé vida eterna a todos los que le diste: Jesús entendía que él era y es el único que puede dar vida eterna a los que le fueron entregados por el Padre.

i. “Los cristianos a menudo consideran a Jesús como el regalo de Dios para nosotros; rara vez nos consideramos a nosotros como el regalo de Dios para Jesús.” (Carson)

ii. Esto indica algo que podemos entender vagamente como se da una división de trabajo en la obra de salvación entre las personas de la Trinidad. Aquí vemos que el Padre le entrega unos al Hijo, y el Hijo les da vida eterna a través de su obra en la cruz. Claro, el Espíritu Santo también tiene su labor en la salvación, no mencionada en este pasaje en particular.

iii. “Aquí se mezclan las doctrinas de una redención general y una particular ‘Como le has dado potestad sobre toda carne,’ todos están bajo el gobierno mediador de Cristo en virtud de su sacrificio sin par; pero el objeto en mente es especialmente el regalo de la vida eterna para el pueblo escogido: ‘para que les de vida eterna a todos los que le diste.’” (Spurgeon)

c. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti: La vida eterna se encuentra en un conocimiento experimental (ginosko) de Dios el Padre y de Jesucristo, Dios el Hijo.

i. “En este mundo estamos familiarizados con la verdad de que es una bendición y una inspiración conocer a ciertas personas. Mucho mayor es el caso cuando conocemos a Dios.” (Morris)

ii. “La vida es participación activa con el medio ambiente; la muerte es el cese del involucramiento con el medio ambiente, ya sea físico o personal.” (Tenney) Vida eterna significa que estamos vivos y activos al ambiente de Dios. Si Dios y su ambiente espiritual no afectan (e incluso dominan) nuestra vida, entonces se puede decir que no tenemos o experimentamos vida eterna. Si esto es verdad, entonces vivimos la vida en la misma dimensión que la viven los animales, y existimos como si estuviéramos muertos para Dios y su ambiente.

iii. Que te conozcan: “En el griego el verbo está en presente subjuntivo indicando que el ‘conocimiento’ es una experiencia en crecimiento.” (Tasker)

4. (4-5) Una vez más se hace la petición, llena de fe:glorifícame.

Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

a. Yo te he glorificado en la tierra: Jesús no esperó hasta su obra en la cruz para glorificar a Dios el Padre. Su vida entera glorificó a Dios en la tierra.

i. Jesús glorificó al Padre a través de toda su vida, desde su circuncisión y dedicación en el templo (Lucas 2:21-23) hasta sus tranquilos años de obediencia en Nazaret (Mateo 2:23, 13:55).

ii. Jesús glorificó al Padre a través de su fe, obediencia y obra durante los años de su ministerio terrenal. Cada sermón predicado, cada persona ciega o enferma que sanó, cada instrucción y entrenamiento para los discípulos, cada confrontación con los corruptos líderes religiosos, cada pregunta respondida, cada toque amoroso – todos estos glorificaron a Dios el Padre.

b. He acabado la obra: Jesús, con confianza divina y seguridad, vio la obra en la cruz como algo terminado. Había (claro está) un sentido en el que la obra aún no había acabado; pero como Jesús es el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo (Apocalipsis 13:8), hay un sentido más grande en el que la obra ya había sido terminada, completada en el corazón y en la mente de Dios. Ahora solo tenía que ser hecha.

i. Hay un sentido similar en el que Dios ve nuestra propia obra de transformación y perfección como si ya estuviera completada, antes del hecho. Ahora tiene que ser hecha.

ii. “Hay un reconocimiento silencioso de que Jesús ha terminado su tarea adecuadamente, y trajo gloria al Padre en el proceso.” (Morris)

c. Glorifícame tú al lado tuyo: Jesús le pidió al Padre que lo glorificara, pero con la misma gloria que el mismo Padre tiene. La oración de Jesús no fue de ninguna forma una expresión de independencia, sino de dependencia total y continua sobre Dios el Padre.

i. Hay muchos hombres que claman “glorifícame,” y algunas veces incluso dirigen su clamor a Dios bajo una terminología más espiritual. Sin embargo su clamor “glorifícame” es casi siempre completamente diferente de la oración de Jesús, “glorifícame tú al lado tuyo” y la diferencia está normalmente entre la dependencia y la independencia.

d. Con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese: Jesús estaba consciente de su preexistencia, y de la naturaleza de esa preexistencia. Jesús entendía que había un tiempo en la eternidad pasada en la que Dios el Hijo y Dios el Padre disfrutaron una gloria compartida.

i. Jesús no podría haber orado esto con verdad o cordura si él no fuera Yahvé mismo, igual con Dios el Padre. En Isaías 42:8 y 48:11, Yahvé proclamó que él no comparte su gloria con nadie. Si Dios el Padre y Dios el Hijo comparten su gloria, ambos deben ser Yahvé.

ii. “Él tenía una petición principal: Que el Padre lo recibiera de regreso a la gloria a la que había renunciado para cumplir su tarea. Esta petición de regresar a su gloria prístina implica inequívocamente su preexistencia e igualdad con el Padre. Confirma su afirmación de que él y el Padre son uno (Juan 10:30).” (Tenney)

iii. El evangelio de Juan ha hecho hincapié en la gloria de Jesús a lo largo de su registro. Juan tuvo cuidado de registrar las muchas maneras en las que Jesús se refirió a su propia gloria en esta oración.

· La vida de Jesús fue una manifestación de la gloria de Dios, y los discípulos contemplaron esta gloria (Juan 1:14).

· Los milagros de Jesús manifestaron su gloria (Juan 2:11).

· Jesús siempre buscó solamente la gloria del Padre (Juan 7:18, 8:50).

· La revelación de gloria es la recompensa de la fe (Juan 11:40).

· Muchas veces Jesús habló de su futura pasión y crucifixión como su glorificación que estaba por venir (Juan 7:39, 12:16, 12:23, 13:31).

· Dios el Hijo busca glorificar a Dios el Padre (Juan 12:28).

· Dios el Padre glorifica a Dios el Hijo (Juan 13:31-32).

B. Jesús ora respecto de sus discípulos.

Habiendo enseñado y alentado a sus discípulos tanto como pudo en la víspera de su desesperanza, Jesús ahora hizo la gran cosa: Los encomendó al Padre en oración.

1. (6-8) Jesús habla de su misión entre sus discípulos y su recepción de ella.

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

a. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: Jesús pensaba en los alrededor de tres años de ministerio y enseñanza que había pasado con sus discípulos escogidos, y los resumió con esta frase. Esta indica que Jesús no solamente les enseñó sobre el nombre (carácter) de Dios, Él les manifestó (mostró) ese carácter.

i. Jesús vivió el amor, la bondad, la justicia, la gracia y la santidad de Dios el Padre; Él les manifestó el nombre de Dios.” ‘He manifestado tu nombre,’ i.e. He revelado tu naturaleza. Pues cualquier nombre adecuado de una persona o cosa es la connotación completa de esa persona o cosa.” (Trench)

ii. Los creyentes en la actualidad tienen un llamado y responsabilidad similares. Pablo escribió que los creyentes son como cartas vivientes, leídas por el mundo (2 Corintios 3:2-3), con la responsabilidad de manifestar el nombre y la naturaleza de Dios a un mundo que observa.

b. A los hombres que del mundo me diste: Jesús escogió a sus discípulos después de una noche de oración, expresando su dependencia total en Dios el Padre en la elección de sus hombres (Lucas 6:12-13). Verdaderamente se podría decir que Dios el Padre dio estos hombres a Jesús, y que del mundo me diste.

i. Judas había dejado este grupo de discípulos más temprano esa noche (Juan 13:26-30). Ya sin Judas, Jesús realmente podía decir “A los hombres que del mundo me diste.”

c. Tuyos eran, y me los diste: Aquí hay otra pista de las labores de las Personas de la Trinidad en lo que podría llamarse división de labores. Había un sentido en el que los discípulos primero le pertenecieron a Dios el Padre, luego fueron entregados a Dios el Hijo.

d. Han guardado tu palabra: Uno podría decir que Jesús juzgó generosamente a sus discípulos; pero vio una genuina obra de Dios en ellos. A pesar de todas sus fallas y defectos, ellos habían guardado la palabra de Dios.

i. “Los vio con la percepción de fe, esperanza y amor, y vio su presente devoción y su potencial para el futuro.” (Bruce)

e. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti: Jesús claramente les dijo esto a sus discípulos poco antes (Juan 14:10-11) y en un pasado más distante (Juan 8:28-29). Jesús nunca hizo o dijo nada de su propia iniciativa, sino que hizo y dijo todo en completa dependencia en su Dios y Padre.

f. Han conocido verdaderamente que salí de ti: Los discípulos evidentemente no entendían todo sobre Jesús y su obra, pero a este punto estaban convencidos del origen divino de Jesús y sus enseñanzas.

i. “Es un privilegio raro y santo observar al divino Hijo de Dios no solo formulando sus oraciones sino formulando los fundamentos de sus peticiones. Estos fundamentos reflejan la unidad esencial del Padre y el Hijo, y revelan que las oraciones de Jesús para sus seguidores remontan su argumento a los inescrutables propósitos de la Deidad.” (Carson)

g. Han creído que tú me enviaste: Uno podría decir que en estos pocos versículos, Jesús vio a la salvación desde dos puntos de vista. Cada perspectiva es verdadera desde su punto de vista.

· Juan 17:6 explica su salvación en la elección de Dios (los hombres que del mundo me diste), viéndola desde el punto de vista de Dios.

· Juan 17:8 explica su salvación en su fe (han creído que tú me enviaste), viéndola desde el punto de vista de la humanidad.

2. (9-10) Jesús dirige su oración.

Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.

a. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo: Jesús tenía en mente específicamente a sus discípulos en esta oración. No oró en un sentido general por el mundo; en vez de eso, Jesús oró por los discípulos que llevarían su mensaje de amor y redención al mundo.

i. Yo ruego por ellos: Trench dice que el “Yo” es enfático en esta frase.

ii. Cuando Jesús dijo, no ruego por el mundo no fue porque no se interesara por un mundo perdido y caído; era para enfocarse en sus propios discípulos. “Él estaba orando por el instrumento que estaba creando, a través del cual El alcanzaría el mundo.” (Morgan)

iii. “Si El no ora por el mundo, no es porque no tuviera interés por él; El es, ciertamente, el Salvador del mundo (Juan 4:42; cf. 3:17; 12:47). Pero la salvación del mundo depende del testimonio de los que él Padre le ha entregado ‘del mundo’ (Juan 17:22-23) y son ellos los que necesitan su intercesión en esta intersección.” (Bruce)

iv. “En este momento estoy totalmente dedicado a mis discípulos, para que puedan estar debidamente calificados para predicar mi salvación hasta los fines de la tierra. Aquí Jesús imita al Sumo Sacerdote, cuya segunda parte de su oración, en el día de la expiación, era por lossacerdotes, los hijos de Aarón.” (Clarke)

b. Sino por los que me diste: Uno podría decir que esto tiene en mente más que solamente a los once discípulos, sino también a los que creerían en su testimonio (como se menciona específicamente en Juan 17:20). Jesús se enfocó especialmente en ellos en esta oración porque sabía que esos discípulos le pertenecían al Padre (porque tuyos son).

i. “Hay un antiguo proverbio, y no puedo evitar citarlo justo ahora; es, ‘Ámame, ama a mi perro,’ Es como si el Señor Jesús amara tanto al Padre que a pesar de ser unos pobres perros somos amados por él por el amor que le tiene a su Padre. A los ojos de Jesús radiamos con belleza porque Dios nos ha amado.” (Spurgeon)

c. Todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío: Jesús ya habló de la gloria compartida entre Dios el Padre y Dios el Hijo (Juan 17:5). Aquí El habló de su rol compartido en la vida de los redimidos, que los creyentes pertenecen tanto a Dios el Padre como a Dios el Hijo.

i. Todo lo que tenemos le pertenece a Dios, pero no todo lo que El tiene nos pertenece a nosotros. Cualquiera puede decir a Dios el Padre “todo lo mío es tuyo; pero solo Jesús podía decir “y lo tuyo mío.”

ii. “Cada uno tiene título completo de las posesiones del otro, comparten los mismos intereses y responsabilidades.” (Tenney)

d. He sido glorificado en ellos: En un sentido, esto es lo que significa ser un creyente, nacer de nuevo, ser un verdadero seguidor de Jesucristo – tenerlo glorificado en nosotros. Jesús no solamente quiere morar en o vivir en el creyente, sino que quiere ser glorificado en ellos.

i. “Así como los valores del mundo estaban completamente equivocados respecto a la cruz, así también estaban equivocados los valores del mundo acerca de la banda apostólica. En ellos el Hijo de Dios, nada menos, fue realmente glorificado.” (Morris)

ii. El apóstol Pablo más adelante entendió esto, utilizando frases como Cristo en vosotros, la esperanza de gloria (Colosenses 1:27) y señalando que la obra de Dios en nosotros se mueve de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3:18).

iii. Nadie más que Jesús debe ser glorificado en el creyente. Los líderes tienen tendencia a glorificarse a sí mismos en sus seguidores, pero solo debería ser Jesús.

3. (11-12) La primera petición de Jesús por sus discípulos: Padre, guárdalos.

Y ya no estoy en el mundo; más éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.

a. Y ya no estoy en el mundo; más éstos están en el mundo: Jesús hizo toda esta oración con su pronta partida en mente. Él sabía que ya no permanecería en el mundo, pero sus discípulos sí. Por lo tanto necesitaban oración especial.

· Necesitaban oración porque esos tres años de discipulado únicos durante su ministerio terrenal estaban por terminar.

· Necesitaban oración debido a las circunstancias que rodeaban la partida de Jesús; su traición, arresto, pruebas, golpes, crucifixión, resurrección, y ascensión.

· Ellos necesitaban oración porque Jesús no estaría ahí en su presencia corporal para ayudarlos.

· Necesitaban oración debido al necesario rol del Espíritu Santo; tanto por la llegada del Espíritu Santo como por su constante dependencia de él.

i. “Jesús ya no está en el mundo, El ya se ha despedido de él, pero los discípulos permanecen en él, expuestos, sin su acostumbrado consejo y defensa.” (Dods)

b. Y yo voy a ti: Esta no era una frase utilizada para enfocar los pensamientos de Jesús mientras oraba, para que pudiera estar consciente de que estaba en la presencia de su Padre. Este era un reconocimiento de que su trabajo en la tierra estaba casi terminado, y estaba en su camino al cielo.

c. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre: Los discípulos necesitaban la oración de Jesús y el poder de Dios el Padre para que los guardara.

i. Debían ser guardados, continuando como discípulos de Jesús. Esto no era evidente; en el mundo judío de ese tiempo nadie continuaba como discípulo de un rabí muerto. Sin embargo estos discípulos debían continuar, siendo guardados como discípulos de Jesús.

ii. “Ustedes han sido redimidos; pero aun necesitan ser guardados. Han sido regenerados; pero aún necesitan ser guardados. Son puros en corazón y manos; pero deben ser guardados.” (Spurgeon)

iii. Nosotros necesitamos a Jesús nuestro intercesor (Romanos 8:34, Hebreos 7:25) para que ore por nosotros, pidiéndole al Padre que nos guarde. Nuestra continuidad en Jesús no depende solo de nuestros esfuerzos. El mundo, la carne, y el diablo son tan poderosos, tan persuasivos, y tan seductores que nunca podríamos mantenernos con nuestros propios esfuerzos. Si nos quedamos en Jesús, es porque Jesús ha orado por nosotros “Padre, guárdalos.”

· Necesitamos que nos guarden de la división: Guárdalos para que sean uno.

· Necesitamos que nos guarden del error.

· Necesitamos que nos guarden del pecado.

· Necesitamos que nos guarden de la hipocresía.

iv. Guárdalos en tu nombre: Jesús no oró, “guárdalos a través de un ángel” o “guárdalos a través de un líder de iglesia” o “guárdalos a través de su propio esfuerzo.” El trabajo de guardar a un creyente es tan importante que requiere del nombre de Dios – todo el carácter y la autoridad de Dios.

v. Hay algo de debate (principalmente de Westcott y Hort) sobre si la idea de Juan 17:11 esa los que me has dado, guárdalos en tu nombre o guárdalos en tu nombre, el cual me has dado. Westcott y Hort creían que en este versículo era el nombre el que había sido dado, no los discípulos – con la idea, “Guárdalos en mí que soy tu nombre, La connotación, revelación, manifestación: mantenlos en unidad en mí.” (Trench)

d. Para que sean uno, así como nosotros: La labor de guardar de Dios el Padre por los discípulos no sólo era mantenerlos en él, sino también mantenerlos juntos. Jesús oró para que ellos fueran uno, y uno según el ejemplo de unidad de Dios el Padre y Dios el Hijo (para que sean uno, así como nosotros).

i. “La unidad mencionada aquí no es lograda simplemente por legislación. Es una unidad de naturaleza porque es comparable a la del Hijo y del Padre.” (Tenney)

ii. Su continua unidad no podía ser asumida; tenía más sentido que los discípulos se separaran después de la muerte de Jesús que la idea de que mantuvieran juntos.

iii. La unidad por la que Jesús oró entre sus discípulos tiene un ejemplo. Así como el Padre y el Hijo son uno pero no el mismo, tampoco esperamos que la verdadera unidad cristiana signifique uniformidad o unidad de estructura. Significará unidad de espíritu, unida de corazón, unidad de propósito y unidad de destino.

e. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre: Jesús pensaba en sus tres años de servicio con y sobre la banda apostólica. Durante ese tiempo él los protegió y los guio; él los guardó. Jesús hizo su labor de guardar en el nombre de su Padre, con su autoridad y poder según su voluntad.

i. “Aquí el Señor, como lo remarca Cirilo, compara como guarda a los suyos, con cómo los guarda el Padre – de una manera sólo posible por dos Personas siendo iguales en Poder y Dignidad.” (Alford)

ii. “Por el poder del Padre, impartido a Jesús, el mismo Jesús los ha guardado como un tesoro confiado a él por el Padre, y ahora da cuentas de su mayordomía.” (Bruce)

iii. Jesús no guardó a sus discípulos en y a través de su propio nombre, sino en total dependencia de Dios el Padre. Es mucho más necio para nosotros pensar que podemos guardarnos a nosotros mismos o a otros en nuestro propio nombre, o en nuestro propio esfuerzo, autoridad o voluntad.

iv. La base para la petición de Jesús estaba arraigada en el nombre (carácter) de Dios y en su posesión de los discípulos (a los que me diste).

f. Ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición: Hubo una excepción a la labor de Jesús de guardar a sus discípulos, Judas. Esto fue en cumplimiento a las escrituras; Judas fue el hijo de perdición, el que estaba destinado al mal y a la destrucción.

i. “Observación, no es “No perdí ninguno, sino el Hijo de perdición.’ –Cristo no lo perdió(comparar capítulo 18:9, donde no hay excepción), sino que él se perdió a sí mismo.” (Alford)

ii. “Sería bueno notar, para el lector Inglés, que en el original, el sustantivo perdición es el derivado del verbo perecer. Nadie pereció más que el que debía perecer; cuyo mismo estado y atributo era perecer.” (Alford)

iii. “‘El hijo de perdición señala al carácter más que al destino. La expresión significa que él estaba caracterizado por la ‘perdición’, no que estaba predestinado a ‘perderse’.” (Morris)

g. Para que la Escritura se cumpliese: Las escrituras que se cumplieron por la traición de Judas fueron especialmente Salmos 41:9 y Salmos 109:8, especialmente señaladas en Hechos 1:20. La traición de Ahitofel contra el rey David fue una profecía de la traición de Judas contra el hijo de David.

4. (13-16) Jesús habla de su primera petición:mantenlos en mi gozo y guárdalos del mal.

Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

a. Pero ahora voy a ti: Jesús utilizó otra vez esta frase, primero nombrada en Juan 17:11. El hizo esta oración en total reconocimiento del pronto cumplimiento de su obra terrenal.

b. Para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos: Jesús oró no solo por la unidad y por la conservación de sus discípulos y su unidad, como si sólo anhelara dejar buenos empleados. Él se interesaba profundamente y oraba por su gozo cumplido en sus vidas. Específicamente, Jesús oró porque su propio gozo fuera cumplido en su vida.

i. “Su gozo sería más grande por recordar que Jesús, en la noche que fue traicionado, oró por sus seguidores.” (Carson)

ii. Jesús tuvo una vida llena de gozo; él podía hablar de mi gozo. Si no fuera así, esta parte de la oración no tendría sentido. Verdaderamente Jesús fue varón de dolores, experimentado en quebranto (Isaías 53:3). Sin embargo hubo un gozo y una satisfacción en la experiencia de vida de Jesús que sobrepasaba el gozo de cualquiera que haya vivido.

· Su gozo estaba arraigado en una comunión total con Dios su Padre.

· Su gozo era fruto de una fe verdadera y confianza en su Padre.

· Su gozo venía de ver las grandes cosas que Dios había hecho.

· Su gozo nunca fue disminuido por su propio pecado.

· Su gozo nunca fue disminuido por el engaño.

· Su gozo nunca fue disminuido por permitir ni las más pequeña oportunidad al diablo.

iii. Si Jesús estaba tan preocupado por el gozo de sus discípulos que oró por él, podemos saber que también está preocupado porque nosotros tengamos ese gozo. El propósito de Dios es multiplicar el gozo en nuestras vidas, no sustraerlo. El mundo, la carne y el diablo nos dirán algo diferente, pero Dios quiere ese gozo cumplido en nuestras vidas.

c. Yo les he dado tu palabra: Jesús fielmente entregó la palabra de Dios el Padre a sus propios discípulos. Incluso Jesús se veía a sí mismo como un mensajero.

i. Yo les he dado tu palabra: “No solamente la enseñanza oral, sino toda la revelación del Padre manifestada en las palabras, actos y personalidad de Cristo Jesús.” (Trench)

ii. “Vean como el mismo Señor Jesús toma todas sus enseñanzas del Padre. Nunca escuchamos de él ninguna presunción acerca de ser el creador de profundos pensamientos. No, él solo repitió a sus discípulos las palabras que recibió del Padre: ‘Les he dado las palabras que tú me diste.’ Si Jesús actuó de esta manera, ¡Cuánto más los mensajeros de Dios reciben la palabra de la boca del Señor, y la hablan tal y como la reciben!” (Spurgeon)

d. No ruego que los quites del mundo: Esta oración de Jesús nos advierte en contra de buscar refugio en el aislamiento cristiano; en los monasterios modernos. Nuestra meta es estar en el mundo pero no ser parte de él o del mal; así como un barco está en el océano, pero sin permitir al océano estar en el barco.

· Si fuéramos quitados del mundo, el mundo se sumiría en la oscuridad y perecería; Jesús dijo, “Ustedes son la luz del mundo.” Así que, brillen.

· Si fuéramos quitados del mundo, el mundo no nos tendría como testigos, para ser un medio de salvación para ellos. Así que, ganen a otros para Jesús.

· Si fuéramos quitados del mundo, se nos negaría la oportunidad de servir a Jesús en el mismo lugar en el que pecamos contra El. Así que, sirvan a Jesús.

· Si fuéramos quitados del mundo, no veríamos que hay aspectos de la sabiduría de Dios, verdad, poder y gracia que son mejor apreciados en la tierra que en el cielo. Así que, vean la gloria del Señor.

· Si fuéramos quitados del mundo, se nos negaría el lugar para prepararnos para el cielo. No hay purgatorio; nuestra preparación es ahora. Así que, prepárense para el cielo.

· Si fuéramos quitados del mundo, no podríamos mostrar el poder de la gracia de Dios para preservarnos en medio de la dificultad. Así que, continúen.

i. Job, Moisés, Elías y Jonás todos oraron para ser quitados del mundo, pero Dios no respondió. Él también quiere que nos quedemos en el mundo, para completar la obra que nos da por hacer.

e. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal: Jesús definitivamente quiere que estemos en el mundo, pero no quiere que seamos malos o marcados por el mal. Jesús no oró por que fuéramos removidos de la batalla, sino porque fuéramos protegidos y fortalecidos en ella.

i. “El genitivo ponerou podría ser interpretado como neutro (‘guárdalos del mal’) en vez del masculino (‘del malo’); pero la referencia tiene más probabilidad de ser para el ser que ya ha sido mencionado tres veces como ‘el príncipe de este mundo’ (Juan 12:31; 14:30; 16:11).” (Bruce)

ii. Jesús oró para que los suyos fueran guardados del mal, del mundo que gobierna, y de todos sus malvados planes y estrategias.

· Guárdalos del mal y de la apostasía.

· Guárdalos del mal y de la mundanidad.

· Guárdalos del mal y de la falta de santidad.

· No es que sean guardados del mal de los problemas o de las dificultades.

iii. “El malo, aparentemente, opera con frecuencia a través del odio del mundo (cf. Juan 15:18-16:4); y los discípulos necesitarán protección contra tal malicia.” (Carson)

iv. Todos necesitan ser guardados. Si pensamos en los jóvenes, apreciamos cómo deben ser guardados del pecado. Los jóvenes tienen su propia batalla que luchar. . .Las pasiones son fuertes, la lujuria parece ser una gran carga, y la presión de conformarse al mundo parece mucho mayor. Sin embargo hay un gran peligro para los hombres mayores. No hay descripción en las escrituras de un hombre joven cayendo en pecado; piensen en José y Daniel, y cómo resistieron el pecado. Los ejemplos de pecado son de las vidas de los hombres de mediana edad, como David y Salomón y Lot y muchos otros.

v. En un sermón en este texto, Spurgeon habló de los que están en pecado, que sin embargo no lo sienten como si fuera malo: “Hay algunos de ustedes que no sienten que el pecado sea malo; ¿y debo decirles por qué? ¿Alguna vez intentaron tirar de una cubeta en un pozo? Ustedes saben que, cuando está llena de agua, la pueden levantar con facilidad siempre y cuando esté en el agua; pero cuando sale de esta, saben lo pesada que es. Así es con ustedes. Mientras están en pecado, no sienten que sea una carga, no parece ser malo; pero si el Señor los saco ya una vez del pecado, se darán cuenta de que es intolerable, un mal atroz. Que el Señor, esta noche, levante a algunos de ustedes. ¡Aunque estén muy en lo profundo, que él los levante del pecado, y les de aceptación en el Amado!” (Spurgeon)

f. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo: Como Jesús podía ver a sus discípulos como en El, podía verlos como que no son del mundo, incluso como Jesús no era del mundo. Su llamado para sus discípulos era a que fueran lo que realmente eran en El.

i. Jesús no solamente dijo que su pueblo no pertenecía al mundo.; él dijo que ellos no eran del mundo así como Él no era del mundo – en otras palabras, según el mismo ejemplo de Jesús de no ser de este mundo.

ii. Es posible que alguien no sea del mundo, pero de una manera muy diferente a la de Jesús. Pueden estar locos, ser violentos, pueden ser extraños, o pueden ser muchas cosas. Pero había una manera particular en la que Jesús no era de este mundo.

· Jesús no era de este mundo en Sunaturaleza.

· Jesús no era de este mundo en Su oficio.

· Jesús no era de este mundo en Sucarácter.

5. (17-19) La segunda petición de Jesús para sus discípulos: Santifícalos.

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

a. Santifícalos en tu verdad: Santifícalos significa ser apartado especialmente para el uso y el placer de Dios. Implica santidad, ser apartado de la corrupción del mundo y para el uso de Dios.

i. “La palabrahagios(traducida como ‘santificar,’ ‘reverenciar,’ ‘consagrar’) significa apartar y consagrarse a Dios: ya sean cosas, o sacrificios animales, u hombres para su servicio.” (Trench)

ii. Jesús no sólo dejó a sus discípulos para que se santificaran a sí mismos. Oró por su santificación. Este proceso, como el proceso de guardar, no se nos deja unicamente a nosotros, es una obra de Dios en y a través de nosotros.

b. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad: La dinámica detrás de la santificación es la verdad. La palabra de Dios leída, escuchada, comprendida y aplicada.

i. “La santificación no se lleva a cabo aparte de la revelación divina.” (Morris)

ii. “Mientras más verdad creen, más santificados serán. La operación de la verdad sobre la mente es separar al hombre del mundo para el servicio de Dios.” (Spurgeon)

c. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo: La idea del servicio está emparedado por la santificación. La santificación que Jesús tenía en mente no era principalmente la santidad personal (Aunque está incluida), sino más bien ser apartado para el servicio y la misión de Dios.

i. “No solo los deja en el mundo, sino que los envía a él, para ser testigos de esta misma verdad de Dios.” (Alford) “La palabra ‘misión’ viene del verbo en Latín mitto, mittere, misi, missum, que significa ‘enviar’ o ‘despachar.’ Una misión es un envío.” (Boice) “No solo permanecen en ella no porque no puedan hacer nada más, se les envía positivamente porque son agentes y enviados de su Maestro.” (Bruce)

ii. “Cristo fue el gran Misionero, el Mesías, el Enviado; nosotros somos misioneros menores, enviados al mundo para cumplir el propósito y la voluntad del Padre.” (Spurgeon)

iii. “La comisión de Cristo está en una mayor escala que la de nosotros; pues él fue enviado para ser una propiciación y la cabeza del pacto, por lo que entró en posiciones con las que sería presunción para nosotros el siquiera soñar en ocuparlas. Sin embargo, hay una semejanza aunque sólo sea a una gota de mar.” (Spurgeon)

iv. Piensen en cómo vino Jesús, y conéctenlo a la manera en la que él nos envía al mundo:

· Jesús no vino como un filósofo como Platón o Aristóteles, aunque conocía una filosofía superior a todas esas.

· Jesús no vino como un inventor o un explorador, aunque pudo haber inventado cosas nuevas, y descubierto nuevas tierras.

· Jesús no vino como conquistador, a pesar de que era más poderoso que Alejandro Magno o César.

· Jesús vino a enseñar.

· Jesús vino a vivir entre nosotros.

· Jesús vino a sufrir por la verdad y la justicia.

· Jesús vino a rescatar al hombre.

v. “Si Jesús no ora explícitamente por el mundo en ese momento (versículo 9), aun así su oración por los discípulos involucra esperanza para el mundo.” (Bruce)

d. Y por ellos yo me santifico a mí mismo: Uno no debe pensar que Jesús no estaba santificado a ese punto. Sin embargo ahora estaba por entrar a un nuevo aspecto de ser apartado para Dios y su propósito: para completar la obra de la cruz. Fue a través de esa obra terminada que la Palabra de Dios y la obra de Dios se volverían completamente efectivas en las vidas de los discípulos (para que también ellos sean santificados en la verdad).

i. Y por ellos yo me santifico a mí mismo: “Tanto como sacerdote, como altar y como sacrificio; y esto hizo Cristo desde el vientre hasta el sepulcro; especialmente en su muerte.” (Trapp)

ii. “Crisóstomo parafrasea ‘yo me santifico a mí mismo’ como ‘me ofrezco en sacrificio’. Aquí hay una contraparte escrita por Juan de la oración de Getsemaní.” (Bruce)

C. Jesús ora por todos los creyentes.

1. (20) Jesús amplía el alcance de su oración.

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

a. Mas no ruego solamente por éstos: Jesús oró por sus once discípulos, pero también tuvo el corazón y la visión de orar más allá de ellos. Oró por los que vendrían a la fe por el testimonio de estos discípulos. Él oró por nosotros.

i. “Él oró por ellos. Él ora por nosotros. Él sabía que su intercesión por ellos prevalecería. Él sabe que su intercesión por nosotros prevalecerá. Entonces descansemos en El, con el resto de amorosa obediencia y con la más absoluta confianza.” (Morgan)

b. Sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos: Esto muestra que Jesús esperaba que el próximo fracaso de sus discípulos sería sólo temporal. Otros escucharían por ellos, y muchos llegarían a conocer a Jesús a través del testimonio de sus discípulos.

i. Jesús fue a la cruz sabiendo que su obra perduraría. No tenía una vaga esperanza en lo que Dios haría a través de los discípulos. Jesús dejo su obra terrenal lleno de confianza en la obra de Dios a través de los discípulos.

ii. “La última sección de la oración de Jesús muestra que El esperaba que el fracaso de los discípulos fuera solo temporal. Todo el tono del discurso de despedida se basa en el supuesto de que después de la resurrección, ellos renovarían su fe y llevarían a cabo un nuevo ministerio en el poder del Espíritu Santo.” (Tenney)

iii. “Bajo los estándares mundanos del éxito Jesús tenía poco que mostrar para su misión.” (Bruce) Sin embargo Jesús dejó su obra terrenal lleno de confianza en la obra de Dios a través de sus discípulos.

2. (21) Jesús ora por unidad entre todos los creyentes, incluso como entre los discípulos originales.

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

a. Para que todos sean uno: Jesús visualizó la gran multitud delante del trono de Dios de toda nación, raza, lengua, clase, y nivel social (Apocalipsis 7:9-10). Jesús oró para que pudieran ir más allá de sus diferentes trasfondos y comprender su unidad; para que todos sean uno.

i. Es como si Jesús orara con esto en mente: “Padre, he orado por la unidad de los discípulos que me diste. Sin embargo todos son galileos, de este tiempo y de este lugar. Habrá muchos otros que también se volverán discípulos, y todos vendrán de toda nación, toda lengua, toda cultura, toda clase, todo estatus, de todas las edades por el resto de la historia. Padre, hazlos uno.”

ii. “Debemos ser fieles a la verdad; pero no debemos ser contenciosos de espíritu, separándonos de los que son miembros vivientes del único e indivisible cuerpo de Cristo. Promover la unidad de la iglesia, creando nuevas divisiones, no es sabio. Cultiven el amor a la verdad y el amor a los hermanos.” (Spurgeon)

iii. “¿Por qué no somos uno? El pecado es el gran elemento divisor. Lo perfectamente santo estará perfectamente unido. Cuanto más santos los hombres, más aman a su Señor y a los otros; y por lo tanto se vuelven más unidos entre ellos.” (Spurgeon)

iv. “Cristo hará que todos sus miembros sean uno enespíritu, uno en derechos y privilegios, yunoen bendición del mundo futuro.” (Clarke)

b. Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti: Anteriormente en esta oración Jesús oró específicamente para que los once discípulos presentes en esa oración permanecieran unidos (para que sean uno, así como nosotros, Juan 17:11). Aquí Jesús amplió el sentido de esa oración para todos los creyentes, para que todos sean uno.

i. Como en la oración anterior por los once, Jesús oró por que la unidad siguiera el ejemplo de la unidad de la Trinidad, específicamente en la relación entre Dios el Padre y Dios el Hijo. “Si el Padre está en él y él está en ellos, entonces el Padre está en ellos: son atraídos hasta la vida misma de Dios, y la vida de Dios es amor perfecto.” (Bruce)

ii. La repetición y extensión de esta oración para todos los futuros creyentes es importante. Muestra que la unidad entre el cuerpo más amplio de Cristo era y es muy importante para Jesús.

iii. Como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti también habla a la verdad de que el fundamento de nuestra unidad es el mismo que el fundamento de la unidad entre el Padre y el Hijo: Igualdad de persona. Todos estamos en el mismo terreno en la cruz.

iv. “Amados, aquellos en quienes Cristo vive no sonuniformes, sino uno. La uniformidad puede ser encontrada en la muerte, pero esta unidad es vida. Los que son bastante uniformes aun así pueden no tener amor unos por otros, mientras que los que son diferentes aun así pueden ser verdadera e intensamente uno. Nuestros hijos no son uniformes, pero conforman una familia.” (Spurgeon)

c. Que también ellos sean uno en nosotros: La unidad que Jesús tenía en mente era la unidad que viene de la vida compartida en Dios el Padre y Dios el Hijo.

i. Como antes, Jesús no oró por uniformidad o unidad institucional entre los creyentes, sino por la unidad arraigada en el amor y en una naturaleza compartida, uniendo las muchas partes diferentes del cuerpo de Jesús. Esta no es una uniformidad legislada que busca unir al trigo y la cizaña, ni tampoco lo es la unidad de instituciones. Jesús tenía en mente la verdadera unidad del Espíritu (Efesios 4:3).

ii. Debemos creer que esta oración fue contestada, y que la iglesiaesuna. Nuestra falla está en no reconocer y caminar en ese hecho divino.

d. Para que el mundo crea que tú me enviaste: Esta fue una afirmación sorprendente. Jesús esencialmente le dio permiso al mundo de juzgar la validez de su ministerio basado en la unidad de su pueblo. La unidad entre el pueblo de Dios ayuda al mundo a creer que el Padre envió al Hijo.

i. “Incluso cuando ora por su unidad, él ve más allá de ella hasta el todavía mundo inconverso que necesita el testimonio generado por esa unidad.” (Carson)

3. (22) Jesús ora por que la iglesia sea marcada por su gloria.

La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

a. La gloria que me diste, yo les he dado: Así como Dios el Padre compartió su gloria con Dios el Hijo (Juan 17:5), así Jesús dio su gloria a su pueblo.

· La gloria de Su presencia.

· La gloria de Su palabra.

· La gloria de Su Espíritu.

· La gloria de Su poder.

· La gloria de Su liderazgo.

· La gloria de Su preservación.

i. En todos estos aspectos, hay un aspecto esencial de lapresencia de Jesús, Dios el Hijo. Bíblicamente hablando, cuando Dios da o muestra su gloria a su pueblo, es algún tipo de manifestación de su presencia. La gloria de Dios es, de cierta manera, el resplandor o el brillo de su presencia, su esencia natural.

ii. El apóstol Pablo también entendió que Jesús da su gloria a su pueblo: Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. (2 Corintios 4:6)

b. La gloria que me diste: Es importante recordar que la gloria que Dios el Padre le dio a Dios el Hijo era una gloria que a menudo parecía humilde, débil, y sufrida. Fue gloria que fue demostrada en un sacrificio radical. La gloria de Jesús casi es lo opuesto a la auto-glorificación y vanagloria del hombre.

i. La gloria de Jesús fue finalmente mostrada en su obra en la cruz. Jesús a menudo se refería a ella como su glorificación (Juan 7:39, 12:16, 12:23)

ii. “Así como su verdadera gloria era seguir el camino del servicio humilde culminando en la cruz, así para ellos era la verdadera gloria permanecer en el camino del servicio humilde a donde quiera que los guiara.” (Morris)

c. Para que sean uno: La presencia de la gloria – entre las personas de la Trinidad y el miembro de la iglesia de Jesús – esta gloria contribuye a la unificación y a la unidad del pueblo de Dios.

i. Dónde hay un sentido de la gloria de Dios, la unidad es mucho más fácil. Las cosas menores que a menudo nos dividen se sitúan lejos en el fondo cuando hay un sentido de la gloria de Dios en acción.

4. (23) Jesús ora por una unidad fundada en el amor.

Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

a. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad: Jesús otra vez se refirió a la unidad viva y orgánica por la que oraba que existiera entre su pueblo. Esta no es la unidad totalitaria de la coerción o el miedo, y no es la unidad del compromiso. Jesús oró por una comunidad de amor e identidad común en El.

i. “Como la santificación, esta unidad es simultáneamente algo que ya se logró y que necesita perfeccionarse.” (Carson)

b. Para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado: Jesús aquí tomó la idea introducida en Juan 17:21(para que el mundo crea que tú me enviaste) y la expandió. La repetición es notable, y también lo es la expansión.

i. La idea de que la unidad del pueblo de Dios le mostraría al mundo que Jesús realmente fue enviado por Dios el Padre era tan importante para Jesús que lo repitió en la misma oración breve.

ii. Entonces Jesús expandió la idea, ahora orando por que la unidad entre las generaciones de creyentes por venir también demostraría al mundo que Jesús ama a su pueblo, y los ama según el ejemplo del amor de Dios el Padre por Dios el Hijo (que los has amado a ellos como también a mí me has amado).

iii. Esto nos recuerda la importancia de la unidad y el amor entre cristianos. Es como si Jesús le diera permiso al mundo de dudar de su misión y de su amor si el mundo no ve unidad y amor entre creyentes.

· Esto es difícil, porque algunas veces los más críticos y menos amorosos de entre los creyentes de Jesús directamente justifican sus divisiones y su crítica aguda como si fueran por amor, como en “Yo sólo exijo que seas exactamente como yo soy porque te amo.”

· Esto es difícil, porque algunas veces es verdad que debe haber critica, corrección, y reprensión en el nombre del amor.

· Esto es difícil, porque incluso cuando comprendemos las palabras de Jesús aquí, también entendemos que hay muchas, muchas otras razones por las que la gente no cree (2 Corintios 3:13-16, Efesios 4:17-19, Romanos 1:20-21). Los cristianos tienen una gran responsabilidad de mostrar a Jesús al mundo a través de su amor y su unidad, pero con frecuencia son muy prontos a culparse unos a otros por un mundo que no cree.

iv. “Pero que cosa tan triste fue, que un pagano pronto tuviera razones para decir: Ninguna bestia es tan dañina para los hombres, como los cristianos son entre sí.” (Trapp)

5. (24) Jesús ora por estar con su pueblo, y que ellos vean su gloria.

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

a. Aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo: Jesús pidió que la unidad entre él y su pueblo sea completada, así como prometió a sus discípulos que sería (Juan 14:2-3).

i. La palabra “quiero” significa algo. Significa que Jesús anhela la consumación de todas las cosas, deseando grandemente que su pueblo sea reunido con él en el cielo. Jesús anhelaba la consumación celestial de todas las cosas.

ii. Donde yo estoy: Jesús aún no estaba en el cielo, sin embargo hablaba como si ya estuviera ahí. En un sentido, somos llamados a hacer lo mismo, entendiendo que estamos sentados con Jesús en los lugares celestiales incluso mientras permanecemos en la tierra (Efesios 1:3, 2:6).

iii. “¿Acaso no se dejó llevar por el fervor de su devoción? Si sigo el lenguaje puedo concluir que nuestro Señor ya estaba en el cielo. Él dice ‘más bien, yo quiero que también ellos, quienes me has dado, estén conmigo donde yo estoy: para que contemplen mi gloria.’ ¿No se refiere a que deben estar en el cielo con él? Claro que sí; sin embargo aún no estaba en el cielo; aún estaba en medio de sus apóstoles, en el cuerpo sobre la tierra; y aún tenía a Getsemaní y al Gólgota frente a él antes de poder entrar a su gloria. Había orado en tal exaltación de sentimiento que su oración estaba en el cielo, y él mismo estaba ahí en espíritu.” (Spurgeon)

iv. Jesús prometió algo a sus discípulos (Juan 14:2-3) y luego oró porque Dios el Padre lo hiciera. Jesús hacía todo en dependencia con Dios el Padre.

b. Para que vean mi gloria que me has dado: Esto es lo que Jesús dijo que ocuparía la atención de su pueblo en el cielo – ver la gloria de Jesús. Debe haber algo tan profundo, tan apasionante, tan vasto en la gloria de Jesús que puede ocupar la atención del pueblo de Dios en la eternidad.

c. Porque me has amado desde antes de la fundación del mundo: Jesús dijo esto en conexión con la gloria que Dios el Padre le dio a Dios el Hijo. Esta gloria fue dada en contexto de una relación de amor, y una relación de amor que se extiende a una eternidad pasada.

i. Esto nos dice que antes de que cualquier cosa fuera creada, había una relación de amor entre las Personas de la Trinidad. Incluso si Jesús no nos había dicho esto específicamente, podríamos entenderlo por otras verdades bíblicas, comprendiendo que Dios es eterno (Miqueas 5:2) y que Dios es amor (1 Juan 4:8, 4:16). Nunca hubo un tiempo en el que Dios no amara o no fuera amor.

ii. El amor genuino debe tener un objeto fuera de sí mismo pora amar; por lo tanto el amor existió entre las Personas de la Trinidad antes de que algo fuera creado. La naturaleza trina de Dios no solo es bíblicamente correcta, es una necesidad lógica dado que conocemos sobre Dios a través de su Palabra revelada.

6. (25-26) La triunfante conclusión de la oración de Jesús.

Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

a. Padre justo: Jesús estaba por ir a la cruz y someterse a toda la prueba de Su pasión – toda planeada y enviada por Dios el Padre. Sin embargo Jesús, lleno de amor y honra hacia Dios el Padre clamó al concluir esta oración, “Padre justo.

i. Jesús entendió que su dolor presente y el que estaba por llegar no disminuían la justicia de Dios el Padre en lo más mínimo.

b. El mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido: Jesús entendía que el mundo no conocía ni comprendía a Dios el Padre, y que él si lo conocía y comprendía.

c. Y éstos han conocido que tú me enviaste: Jesús repitió la idea mencionada por primera vez en esta oración en Juan 17:8. Cualesquiera que fueran sus debilidades y defectos, los discípulos entendían que Dios el Padre envió a Dios el Hijo.

d. Les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún: Jesús terminó esta gran oración con una nota de fe e incluso triunfo. Él sabía que había hecho su obra, y que terminaría su curso.

i. En un sentido, toda la obra de Jesús podía ser resumida en decir que él dio a conocer a los discípulos y al mundo el nombre de Dios el Padre. Es decir, él reveló y vivió el carácter y la naturaleza de Dios el Padre como el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustanca (Hebreos 1:3).

ii. El mundo llamó a Jesús blasfemo (Juan 10:33) borracho, glotón, y amigo de pecadores (Mateo 11:19), un pagano poseído por el demonio (Juan 7:20, 8:48), y un hijo ilegítimo (Juan 8:41). Jesús no creyó nada de eso, porque nada de eso era verdad. Al final confiadamente pudo decir, “les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún.”

e. Para que el amor con que me has amado, esté en ellos: Jesús recibía amor de Dios el Padre, y esta relación de amor era la fuerza y el sustento de su vida. Aquí, concluyendo su gran oración, Jesús oró para que el gran amor que era su fortaleza y sustento llenara a sus discípulos (tanto cercanos como lejanos).

i. Esto habla del lugar esencial del amor en la vida y en la comunidad cristiana. Jesús pensaba que era tan importante, que específicamente oró por el amor cuando pudo haber orado por muchas otras cosas.

· Quita el amor del gozo y lo único que tienes es hedonismo.

· Quita el amor de la santidad y lo único que tienes es santurronería.

· Quita el amor de la verdad y tienes una ortodoxia amarga.

· Quita el amor de la misión y tienes conquista.

· Quita el amor de la unidad y tienes tiranía.

f. Y yo en ellos: Jesús oró para que sus discípulos no solo fueran llenos del amor de Dios el Padre, sino para que también conocieran la presencia del mismo Jesús. Esto continua con el énfasis en pertenecer y el Jesús que mora, de las palabras de Jesús esa noche (Juan 15:1-8).

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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