Juan 5





Juan 5 – Una curación y un discurso


A. Jesús sana a un hombre en el estanque de Betesda.

1. (1-4) El estanque de Betesda.

Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.

a. Una fiesta de los judíos: No sabemos que fiesta era esta, pero probablemente era una de las tres fiestas principales en las que la asistencia era requerida.

i. El debate se centra en si esta era la Pascua, el Purim, o el Pentecostés. Si era la Pascua, entonces podemos contar cuatro pascuas en el ministerio de Jesús y sabremos éste que duró alrededor de 3 años y medio.

b. Un estanque, llamado en hebreo Betesda: Este estanque ha sido excavado en el área que está justo al norte del área del templo, y se encontró que tenía cinco pórticos, tal como dijo Juan.

i. “Se cree que la expresión hay transmite que San Juan escribió el evangelio antes de la destrucción de Jerusalén. Pero esto no es algo en lo que se deba insistir. Podría haber hablado en el presente sin haber querido ser literalmente preciso en cuanto al momento en el que estaba escribiendo.” (Alford)

ii. Hay una iglesia de la época de las cruzadas cerca de los restos de este estanque. “Que ellos [los cruzados] consideraban este estanque como el que se menciona aquí, se demuestra por la representación en la pared de la cripta del ángel agitando el agua.” (Dods)

c. Porque un ángel descendía. . . el que primero descendía. . . quedaba sano: Muchos enfermos y heridos se reunían en este estanque con la esperanza de sanar. Tal vez esta esperanza de sanar era real, y Dios honraba una liberación de fe. O, puede ser que esto fuera solamente una leyenda, aun así, una multitud de enfermos la creía.

i. Las palabras desde esperaban el movimiento del agua hasta quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese no se encuentran en muchos manuscritos antiguos. Sin embargo, se demuestra que esa percepción de que el primero en tocar el agua recibía sanidad era verdadera en las palabras de Juan 5:7.

ii. “Por la evidencia MSS. Este versículo y la última cláusula del versículo 3 parecen no ser de Juan, sino más bien una inserción muy temprana (por lo menos tan temprana como Tertulio, en el 2do siglo).” (Trench)

iii. De tiempo en tiempo: Clarke y otros creen que este tiempo era el tiempo de la fiesta, tal vez específicamente la Pascua. La idea es que las personas se reunían alrededor del estanque esperando sanidad en la temporada de Pascua u otras temporadas de fiestas. “Una vez al año, solamente, decía Tertulio. Otros, (es más probable) en todas sus fiestas grandes, cuando personas de todas partes se reunían en Jerusalén.” (Trapp)

iv. Si hubo personas que hubieran sido sanadas por las aguas del estanque de Betesda, fueron una de las muchas ocasiones inusuales de sanidad en la biblia.

· Algunos fueron sanados por una olla de potaje purificada (2 Reyes 4:38-41).

· Naamán fue sanado por lavarse en el rio Jordán (2 Reyes 5:10-14).

· Uno fue sanado por tocar los huesos de Eliseo (2 Reyes 13:20-21).

· Algunos fueron sanados cuando la sombra de Pedro cayó sobre ellos (Hechos 5:14-16).

· Algunos fueron sanados cuando ponían sobre ellos los paños de Pablo (Hechos 19:11-12).

v. Dios puede y hace cosas de formas inesperadas. Pero algo no es necesariamente de Dios simplemente porque es inesperado o inusual.

2. (5-6) Jesús cuestiona a un hombre enfermo.

Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?

a. Un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo: Este hombre había sufrido de una condición paralítica por mucho tiempo, y aparentemente frecuentaba el estanque de Betesda con la esperanza de sanar. Era una esperanza que lo había desilusionado por mucho tiempo (treinta y ocho años).

b. Jesús lo vio acostado: Por alguna razón, Jesús eligió a este hombre entre la gran multitud de enfermos (Juan 5:3). Jesús no estaba por conducir una cruzada de sanación en el estanque de Betesda, pero sí estaba por sanar milagrosamente la necesidad de este hombre.

i. Había ahí una multitud de personas necesitadas, sin embargo ninguno de ellos vio a Jesús. “Una ceguera había caído sobre estas personas en el estanque; ahí estaban ellos, y ahí estaba Cristo, quien podía sanarlos, pero ninguno de ellos lo buscó. Sus ojos estaban puestos en el agua, esperando que fuera agitada; estaban tan agobiados con su propio camino, que el camino verdadero fue desatendido.” (Spurgeon)

ii. Spurgeon se imaginaba a una multitud esperando alrededor de las aguas del estanque de Betesda, todos ellos esperando – en vez de mirar a Jesús. Spurgeon pensaba en lo tonta que esta espera es para muchas personas.

· Algunos esperan una temporada más conveniente.

· Algunos esperan sueños y visiones.

· Algunos esperan señales y maravillas.

· Algunos esperan ser obligados.

· Algunos esperan un avivamiento.

· Algunos esperan sentimientos particulares.

· Algunos esperan una celebridad.

c. ¿Quieres ser sano? Esta fue una pregunta sincera. Jesús sabía que no todas las personas enfermas quieren ser sanadas, y que algunas están tan desanimadas que alejan toda esperanza de ser sanadas. Jesús lidiaba con un hombre que podía tener su corazón tan marchito como sus piernas. Por lo tanto intentó edificar la fe de este hombre.

i. “Sin duda es posible que la larga enfermedad de este hombre que aparentemente no tenía cura, le haya dado una apariencia de letargo y abatimiento, y la pregunta se pudo haber derivado de esto.” (Alford)

ii. Es posible que Jesús preguntara esto incluso cuando las aguas se estaban agitando y las personas comenzaban a brincar y aventarse sobre ellas, cada una esperando la evidencia de que ellos eran los favorecidos. El hombre con el que Jesús habló sabía que él no era uno de los favorecidos, y no tenía esperanza real de ser sanado.

iii. En el caso particular de este hombre, es razonable preguntarnos si realmente quería ser sanado “Un mendigo en el Este, a menudo pierde una buena vida al ser sanado de su enfermedad.” (Barclay) Aunque su situación era muy mala, por lo menos estaba familiarizado con ella.

3. (7-9) El hombre responde y Jesús lo sana.

Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

a. Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque: El hombre lisiado asumió que Jesús sabía cómo funcionaban las cosas en el estanque de Betesda, y le explicó a Jesús por qué para él no era posible ser sanado. Naturalmente, el hombre no podía pensar en ninguna otra manera de satisfacer su necesidad.

i. El hombre era un caso interesante de esperanza combinada con desesperanza. Tenía esperanza, o nunca hubiera ido al estanque de Betesda. Sin embargo, una vez ahí, tenía poca esperanza de ser el favorecido que ganara sanidad ese día.

ii. Otro desciende antes que yo: “La respuesta del hombre implicaba la creencia popular de que quienquiera que se metiera inmediatamente después de que el agua se agitara sanaría.” (Alford)

iii. “El hombre enfermo hace lo que casi todos hacemos. Limita la ayuda de Dios a sus propias ideas y no se atreve a prometerse más de lo que concibe en su mente.” (Calvin)

b. Levántate, toma tu lecho, y anda: Jesús le dijo al hombre que hiciera lo que no podía hacer. Estando paralizado, era imposible que se levantara o tomara su lecho o que caminara. En ese momento, Jesús lo desafió a creerle por lo imposible.

i. Su lecho no era una cama completa, sino un camastro. Morris sobre la palabra griega antigua traducida como lecho: “Es aparentemente macedonia en origen y denota cama plegable, un camastro.”

ii. Es fácil imaginar que la primera reacción del hombre fue,Yo no puedo hacer eso – ¿por qué intentarlo siquiera? Sin embargo algo maravilloso motivó al hombre a decir, Si este hombre me dice que lo haga, lo intentaré. Jesús guio al hombre hacia una respuesta de fe.

iii. “El hombre bien podía haber dicho, con una especie de resentimiento de hombre lesionado, que por treinta y ocho años su cama lo había estado llevando a él y no tenía mucho sentido en decirle que él la llevara.” (Barclay)

iv. “Se le ordenó que tomara su lecho para que reconociera que su cura era permanente. Sin duda muchas de las curas en el estanque eran solamente temporales.” (Dods)

c. Al instante aquel hombre fue sanado: Esto sucedió cuando el hombre respondió en fe e hizo exactamente lo que Jesús le dijo, aunque un momento antes esto era imposible de hacer. El hecho de que sanó fue confirmado en que tenía la fuerza para cargar su propio lecho y caminar con él.

i. “Debido a que Jesús se lo dijo, no hizo preguntas, sino que dobló su lecho, y caminó. Hizo lo que se le dijo que hiciera, porque creyó en el que le hablaba. ¿Tienes tu tal fe en Jesús, pobre pecador?” (Spurgeon)

ii. “Él sanó al hombre junto al estanque, pero sin el toque del estanque, para mostrar que podía sanar sin el agua.” (Trench)

iii. Esto nos muestra que el Nuevo Testamento describe muchas maneras diferentes en las que las personas pueden ser sanadas.

· Los ancianos de la iglesia pueden ungir a una persona con aceite y orar por ella, y ella puede ser sanada (Santiago 5:14-16).

· El pueblo de Dios puede poner las manos unos sobre otros en oración, pidiéndole a Dios por sanidad, y las personas pueden sanar (Marcos 16:17-18).

· Dios puede conceder el don de sanidad – ya sea porque fueron sanados directamente, o porque tienen el poder de llevar sanidad a otros (1 Corintios 12:9).

· Dios puede conceder sanidad en respuesta a la fe de la persona que desea ser sanada (Mateo 9:22).

· Dios puede conceder sanidad en respuesta a la fe de otra persona de que la primera sea sanada (Marcos 2:4-5,Mateo 8:13).

· Dios puede sanar a través de tratamientos médicos (1 Timoteo 5:23, Santiago 5:14 con Lucas 10:34).

d. Y era día de reposo aquel día: El hecho de que todo esto fue hecho en el día de reposo sería la fuente de la controversia que se desataría a continuación.

B. La controversia del día de reposo.

1. (10-13) Los judíos ignoran el milagro y se ofenden.

Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.

a. Entonces los judíos dijeron: A lo largo del evangelio, Juan utiliza el término los judíos en el sentido de los líderes judíos, no de todos los judíos en Jerusalén.

i. “Aquí, como regularidad en el Evangelio de Juan, es importante resaltar quiénes son exactamente los ‘judíos’ en cuestión: en este contexto ellos son miembros del establecimiento religioso en Jerusalén.” (Bruce)

b. Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho: Llevar su lecho (en realidad un saco de dormir o un camastro) era en efecto una violación de la interpretación de los rabís del mandamiento de no trabajar o hacer negocios en el día de reposo. No era una violación a la ley del día de reposo de Dios, sino a la interpretación humana de la ley de Dios.

i. “Los rabís en el tiempo de Jesús solemnemente alegaban que un hombre pecaba si cargaba una aguja en su túnica en el día de descanso. Incluso alegaban si podía o no llevar su dentadura postiza o pierna de madera.” (Barclay)

ii. “Jesús persistentemente mantenía que es lícito hacer el bien en el día de descanso. Él ignoraba el montón de regulaciones de los escribas, y por lo tanto inevitablemente entró en conflicto con las autoridades.” (Morris)

iii. Esta devoción a la interpretación de los rabís sobre la ley del día de reposo continúa en los tiempos modernos. Encontramos un ejemplo en un artículo de prensa de Abril de 1992: Inquilinos permitieron que se quemaran por completo tres departamentos en un vecindario ortodoxo en Israel mientras le preguntaban a un rabí si una llamada telefónica al departamento de bomberos en el día de reposo violaba alguna ley judía. Los judíos observantes tienen prohibido usar el teléfono en el día de reposo, porque hacerlo haría uso de la corriente eléctrica, lo cual era considerado una forma de trabajo. En la media hora que le tomó al rabí decidir el “sí,” el fuego se expandió a dos de los departamentos vecinos.

c. ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Los líderes judíos no querían saber quién sanó al hombre lisiado. Ellos querían saber quién le dijo que cargara su lecho en el día de reposo.

i. Esto probablemente parecía extraño, y tal vez confuso para el hombre sanado. “Yo fui llevado al estanque hoy y si no hubiera sido sanado hubiera necesitado que me llevaran a casa. Eso es mucho más trabajo que yo llevando mi lecho. Al sanarme a mí y enviándome a casa. Jesús estaba ahorrando trabajo en el día de descanso, no causando más trabajo.”

ii. Para los líderes religiosos Jesús era el hombre que violó el día de reposo. Para el hombre que fue sanado Jesús era el hombre que me restauró.

d. Porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar: Jesús no quiso permanecer con la conmoción que rodeaba la sanación del hombre. Porque no tenía la intención de sanar a toda la gente, fue mejor que se retirara.

i. “Jesús pronunció las palabras sanadoras, y luego se perdió entre la multitud, para no atraer ninguna atención particular hacia él, ya sea del hombre enfermo o de los otros.” (Alford)

2. (14-15) Jesús advierte al hombre sanado de peligro mayor.

Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.

a. Después le halló Jesús: Jesús le halló porque estaba preocupado por su salud espiritual (no peques más, para que no te venga alguna cosa peor), no solo por su salud física. Vivir una vida de pecado es peor, y traerá peores resultados, que estar lisiado por treinta y ocho años.

i. Mira, has sido sanado: “Emplea el perfecto del verbo, indicando que la cura era permanente. Sin duda algunas de las ‘curas’ que habían sido reportadas del estanque no habían durado mucho.” (Morris)

ii. “Los treinta y ocho años de enfermedad del hombre aparentemente le habían sido provocados por disipación. Era un pecado de la carne, vengado en la carne, que le había traído una vida miserable.” (Maclaren)

b. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado: El hecho de que reportara a Jesús a las autoridades mostraba cuán intimidado estaba el hombre por esos mismos líderes religiosos.

i. “El hombre que había sido sanado parece haber sido una creatura desagradable…tan pronto como descubrió la identidad de su benefactor lo traicionó ante las hostiles autoridades.” (Morris)

ii. En teoría, las sanciones por desobediencia en el día de reposo eran serias. Dods cita a Lightfoot: “Todo aquel que llevara algo en el día de reposo, o tomara algo de un lugar público a uno privado, si había hecho esto inconscientemente, debía hacer un sacrificio por su pecado; pero si lo había hecho intencionalmente, debía ser expulsado y apedreado.”

3. (16-18) Jesús defiende sus acciones en el día de reposo.

Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

a. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle: Sorprendentemente, la curación parecía no haber hecho diferencia para los que perseguían a Jesús. Lo único que podían ver era que su ley religiosa había sido violada, una regla que iba más allá del mandamiento de la misma Escritura.

i. “Incitando a otros a romper la ley (como ellos lo entendían) era peor que romper la ley uno mismo. Por lo tanto lanzaron una campaña contra Jesús, la cual no se relajó hasta su muerte unos dieciocho meses después.” (Bruce)

ii. La devoción absoluta a las tradiciones del hombre que rodeaban al día de descanso no pueden ser subestimadas. Por ejemplo, Deuteronomio 23:12-14 dice que Israel debía practicar una buena higiene cuando sus ejércitos acampaban. Los antiguos rabís aplicaron el mismo principio a la ciudad de Jerusalén, la cual ellos consideraban como el “campamento del Señor.” Cuando ésto se combinó con las restricciones de viaje del día de descanso, resultó en una prohibición en contra de ir al baño en el día de descanso.

b. Y procuraban matarle: La ira y el odio de los líderes religiosos es difícil de explicar, aparte de ver que tenía una raíz espiritual. A ellos les desagradaba Jesús, y por lo tanto también les desagradaba Dios el Padre (sino que también decía que Dios era su propio Padre).

c. Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo: Jesús no intentó explicar que en realidad no había trabajado en el día de reposo. En vez de eso, osadamente les explicó a los líderes religiosos que su Padre trabajaba en el día de reposo, y que por lo tanto Jesús el Hijo también trabajaba en el día de reposo.

i. “Dios nunca deja de trabajar, porque así como es la propiedad del fuego quemar y de la nieve ser fría así es de Dios trabajar.” (Philo, citado en Dods)

ii. En cierto modo, es extraño que el Dios de la biblia sea un Dios trabajador. “En el mundo antiguo, era difícilmente algo honorable el trabajar. Se pensaba que era para los esclavos, siervos y extraños, no para los hombres libres. De ahí que el trabajo y la grandeza rara vez fueran juntas, y nada podía ser más ajeno al genio del paganismo que un Dios trabajador. Fue una revolución cuando Jesús enseñó ‘Dios ama.’ Pero difícilmente fue menos revolucionario cuando enseñó “Dios trabaja.’” (Morrison)

iii. “Aunque descansó de la creación, nunca dejó de preservar y gobernar lo que había formado: En este aspecto no puede tener días de reposo; pues nada puede continuar existiendo, o responder al propósito propuesto por la bondad y sabiduría divina, sin la energía continua de Dios.” (Clarke)

iv. Esto responde a la objeción planteada por una crítica hostil (e ignorante) del cristianismo. Vi esta declaración escrita en un folleto anti-cristiano: Sólo di “¡no!” a un dios que afirma ser todo poderoso, pero que requiere tomarse una siesta después de solo seis días de crear (Génesis 2:2). Esta objeción traiciona la falta de entendimiento por parte del escritor. La biblia claramente dice que Dios no necesita dormir ni descansar (Salmo 121:3-4, He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.). El descanso de Dios en el séptimo día fue dado para el beneficio del hombre. No de Dios, demostrando un patrón de descanso necesario para el bienestar del hombre.

v. Mi Padre…y yo: “Su explicación muestra que no afirmó identidad con el Padre como una persona, sino que afirmó su unidad con el Padre en una relación que podía ser descrita como padre – hijo.” (Tenney)

d. También decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios: Los líderes religiosos no pasaron por alto el hecho de que Jesús afirmara ser igual a Dios. Ellos entendieron claramente cuando Jesús dijo de esta manera única que Dios era su Padre, él se declaró a sí mismo igual a Dios.

i. “Él estaba afirmando que Dios era su Padre en un sentido especial. Él estaba afirmando que participaba de la misma naturaleza de su Padre. Esto involucraba igualdad.” (Morris) Morris también nota que los verbos quebrantaba y decía están en tiempos continuos, Jesús rompió habitualmente las reglas del día de descanso impuestas por el hombre y habitualmente dijo ser igual a Dios.

ii. “El uso individual de ‘Mi Padre’ de Jesús, desde el punto de vista de ellos tenía un significado totalmente distinto y hasta blasfemo; esto último especialmente porque esto hacía a Dios partícipe de su crimen de quebrantar el día de descanso.” (Alford)

iii. “Se debería observar cuidadosamente que él no negó la veracidad de su deducción, sino que continuó hablando como alguien que afirmaba tener tal igualdad y autoridad.” (Morgan)

iv. Agustino dijo sabiamente en este pasaje: “He aquí, los judíos entendieron lo que los arios no.” En la actualidad, los testigos de Jehová están entre los que sostienen las doctrinas de los arios, negando la deidad de Jesús.

C. Jesús explica su relación con el Padre.

1. (19-20) El Hijo hace lo que el Padre hace.

Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.

a. Respondió entonces Jesús, y les dijo: En esta discusión extendida Jesús explicó a los líderes religiosos algo de la naturaleza de su relación y trabajo con Dios el Padre. Gracias a esto, tenemos mucha información sobre la relación entre Dios el Padre y Dios el Hijo.

i. Leon Morris dijo de esta sección, “El lenguaje que Jesús utiliza en toda esta sección es completamente rabínico.”

b. No puede el Hijo hacer nada por sí mismo: Jesús explicó que él, como Dios el Hijo, no hace nada independientemente. Él estaba y está totalmente sometido a la voluntad del Padre. Esta sumisión viene por elección, no por coerción ni por una naturaleza inferior.

i. Correspondiente a la controversia del día de descanso discutida en los versículos anteriores, esta era la manera de Jesús de decir que él no le dijo al hombre sanado que llevara su lecho con su propia autoridad; Lo hizo en completa sumisión a Dios el Padre en el cielo.

ii. “No es simplemente que no actúa independientemente del Padre, no puede actuar independientemente del Padre.” (Morris)

c. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente: Jesús explicó que su obra era un reflejo perfecto de la obra y voluntad de Dios el Padre. Jesús nos mostró exactamente lo que son la obra y la voluntad de Dios.

i. “El Padre no es pasivo en el asunto, simplemente permitiéndole a Jesús descubrir lo que pueda de la voluntad de Dios; sino que el Padre le muestra.” (Dods)

ii. “C.H. Dodd discernió una ‘parábola incrustada’ en los versículos 19 y 20: Jesús hace una analogía de su propia experiencia como hijo en el taller de carpintería, cuando aprendió a imitar las cosas que vio a José hacer, sirviéndole por lo tanto a su aprendizaje.” (Bruce)

iii. Algunas personas piensan de una gran diferencia – o incluso una diferencia pequeña – entre Dios el Padre y Dios el Hijo, como si Dios el Padre hiciera énfasis en el juicio y Dios el Hijo en el amor. Algunas veces piensan de la misma manera sobre lo que ellos llaman el Dios del Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento. Esta manera de pensar es equivocada; usualmente se deriva de negarse a ver la manifestación de amor en Dios el Padre, o la demostración de justicia en Dios el Hijo.

iv. “Él también está explicando, por inferencia, el misterio de la encarnación – que Dios el Hijo al volverse hombre no dejó de ser Dios, y que la personalidad de Jesús es la personalidad de Dios el Hijo.” (Trench)

d. El Padre ama al Hijo: La relación entre el Primer y el Segundo miembro de la Trinidad no es la de un amo con un esclavo, ni la de un empleador y un empleado, sino la de un Padre y un hijo, unidos por amor.

i. “El Padre ama al Hijo (el tiempo denota un amor continuamente habitual; el Padre nunca deja de amar al Hijo).” (Morris)

ii. Que ‘el Padre ama al Hijo’ ya ha sido afirmado en este Evangelio (Juan 3:35); es indiferente que el verbo aquí es phileo mientras que en la ocurrencia anterior es agapao.” (Bruce)

e. Mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis: Los líderes religiosos estaban asombrados por lo que Jesús le dijo que hiciera al hombre que antes estaba paralizado. Aquí Jesús les dice que verán mayores obras que estas, unas que harán que se maravillen.

2. (21-23) Las obras del Padre, las obras del Hijo.

Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

a. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida: Jesús usó la labor de resurrección como un ejemplo del trabajo que comparten el Padre y el Hijo. Aquí el Hijo tiene el poder y la autoridad de levantar a los muertos y darles vida tal como el Padre lo hace.

i. En esto Jesús apeló al máximo poder. Es difícil pensar en un poder y autoridad más grandes que el de resucitar a los muertos. Los líderes religiosos no querían pensar mucho en la habilidad de Jesús para sanar al paralítico; se enfocaron en él como interruptor del día de reposo. Sin embargo el poder de Jesús iba más allá del poder para sanar.

ii. El Hijo a los que quiere da vida: “Aquí nuestro Señor señala su poder soberano e independencia; él da vida según propia voluntad no siendo obligado a suplicar por el poder por el cual era hecho, como lo hacían los profetas; siendo su propia voluntad absolutamente suficiente en cada caso.” (Clarke)

b. Sino que todo el juicio dio al Hijo: Jesús utilizó la labor del juicio como un ejemplo de la división de la labor entre el Padre y el Hijo. Es delante del Dios Hijo que las personas se presentarán en el día del juicio. Incluso durante su ministerio terrenal, Jesús fue una especie de juez entre la humanidad.

i. Solo estar ante la presencia de Jesús lleva a uno a saber, “No soy como Él.” Jesús vio al joven rico, y éste fue juzgado. Vio a Simón Pedro, y éste fue juzgado. Esas no fueron miradas de ira, fueron de amor. Sin embargo cuando vieron el rostro de Jesús supieron que les fue extendido un amor del cual no eran dignos.

ii. “Donde quiera que Jesús estaba, estaba el elemento del juicio….siempre había auto reproche donde estaba Jesús. Los hombres se avergonzaban de sí mismos, y no sabían por qué. Su vida era un incesante acto de amor, y aun así era un incesante acto de juicio.” (Morrison)

c. Para que todos honren al Hijo como honran al Padre: Dios el Padre dio esta labor de juicio a Dios el Hijo para que las personas honraran a Jesús como debían, y debían honrar al Hijo tal como honran al Padre. No honrar a Dios Hijo significa que es imposible honrar también al Padre que envió al Hijo.

i. Esta era una clara declaración de deidad. Si Jesús – que se designó a sí mismo como el Hijo– no era Dios, entonces sería idolatría honrar al Hijo como honran al Padre.

ii. “Todos deben honrarlo con el mismo honor con el que honran al Padre – y quien no lo haga, como sea que se imagine que honra o se acerca a Dios, no lo honra en absoluto; porque Él solo puede ser conocido u honrado por nosotros como ‘el Padre que envió al hijo.’” (Alford)

iii. Al Padre que le envió: “La encarnación es tan acto del Padre como lo es del Hijo: el Padre ‘envió,’ el hijo.’” (Trench)

3. (24-27) De muerte a vida en el Hijo de Dios.

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

a. El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna: Jesús le explicó a los sorprendidos líderes religiosos que los que escuchaban su palabra tendrían vida eterna. Tendrían su vida conectada a la eternidad, y tienen esa vida ahora.

i. Juan 3:16 dice que creer en Jesús – en el sentido de confiar en él, depender de él, aferrarse a él – era el camino a la vida eterna. Aquí Jesús dice que escuchar su palabra y creer en el Padre (al que me envió) es el camino a la vida eterna. Como el Padre y el Hijo están tan unidos en su trabajo, cada uno es verdad del otro. Creer realmente en el Padre es creer en el Hijo, y creer realmente en el Hijo es creer en el Padre.

ii. Con estas palabras Jesús se elevó mucho más alto que el nivel de cualquier simple hombre. Piense en eso: “Escucha mi palabra y ten vida eterna.” Esto era el murmullo de un loco o las palabras del mismo Dios. Aquí no encontraremos un lugar neutral.

iii. “No aparece en nuestro texto que la vida eterna es comunicada por gotas de agua, o de ninguna otra forma ceremonial; sino que la orden es, ‘Escucha, y tu alma vivirá.’” (Spurgeon)

b. Y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida: Este es un aspecto esencial para la vida eterna; escapar al juicio por el pecado y pasar de la posición de la muerte a la posición de la vida.

i. Ha pasado de muerte a vida: “Ha cambiado su país, o lugar de residencia. La muerte es el país donde vive toda alma sin Cristo. El hombre que no conoce a Dios vive una vida que se apaga, o una muerte en vida; pero el que cree en el Hijo de Dios pasa del imperio de la muerte, al imperio de la vida.” (Clarke)

c. Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán: Jesús ya había explicado que el que vive puede escuchar su palabra, creer, y tener vida eterna. Ahora agrega que un día incluso los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y serán levantados otra vez. Estas son afirmaciones increíbles de ser mucho más que un hombre.

d. Así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo: Jesús describió con más detalle su singularidad a los líderes religiosos afirmando que él tenía vida en sí mismo, un regalo otorgado por Dios el Padre, Jesús tenía vida en sí mismo, no dependía de otras personas o cosas.

i. Ninguno de nosotros tiene vida por sí mismo. Nuestra vida deriva de nuestros padres, y del frágil ambiente que nos rodea. Jesús afirmó que su vida no derivaba de nadie; es inherente y no creado. Los teólogos llaman a esta característica de auto-existencia aseidad y reconocen que solo Dios la posee.

ii. “¡Qué paradoja es decir que le es ‘dado’ a él tener ‘vida’ en Si mismo‘! ¿Y cuándo fue dado ese don? En las profundidades de la eternidad.” (Maclaren)

iii. Como Jesús explicó su naturaleza y deidad a los líderes religiosos en este capítulo, es evidente que no reclamó la identidad del Padre como si fueran una persona, sino que afirmó su igualdad con Dios el Padre y su relación de amor con el Padre, Jesús y el Padre no son el mismo, pero son iguales, tal como lo dice Juan 1:1.

iv. Estas palabras de Jesús contradicen dos errores que llegarían más tarde acerca de la naturaleza de la deidad del Hijo de Dios. Una es llamada a veces la doctrina “sólo Jesús”, confundiendo al Padre y al Hijo (antiguamente conocido como Sabelianismo, y sostenida en la actualidad por grupos como los Pentecostales). El otro es el error de que Jesús no es Dios, (antiguamente conocido como Arianismo, y es sostenido hoy por los testigos de Jehová).

4. (28-30) La realidad del juicio venidero del Hijo.

No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

a. Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz: Anteriormente Jesús dijo que todos los que tienen vida eterna escucharán su voz y vivirán (Juan 5:25). Ahora extiende el concepto de resurrección para toda la humanidad, tanto los que hicieron lo bueno como los que hicieron lo malo.

i. “Esto no significa que la salvación tiene como base las buenas obras, pues este mismo Evangelio deja claro una y otra vez que los hombres entran a la vida eterna cuando creen en Jesucristo. Pero las vidas que viven forman la prueba de la fe que profesan.” (Morris)

b. Resurrección de vida…. resurrección de condenación: Jesús explicó ésto a los asombrados líderes religiosos para explicarles quién era él, la naturaleza de su autoridad y deidad. Al mismo tiempo, nos dice algo sorprendente sobre la humanidad; que todos, tanto los que hicieron lo bueno como los que hicieron lo malo vivirán por siempre, más allá de la vida física y material que conocen en esta tierra en esta época. Jesús les ordenará que se levanten en ese día, en cuerpos aptos para la eternidad.

i. “La doble resurrección asume que tanto los justos como los malvados recibirán cuerpos en la vida futura y probablemente cada cuerpo expresará el carácter de la persona que fue resucitada.” (Tenney)

c. Mi juicio es justo: Jesús explicó que él está calificado como un juez completamente justo, porque su poder es en sumisión a Dios el Padre. Él repitió los temas: No puedo yo hacer nada por mí mismono busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

D. El quíntuple testimonio de quién es Jesús.

1. (31-32) Jesús menciona un testimonio que va más allá de su testimonio de sí mismo.

Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.

a. Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero: Como para todos los demás, para Jesús no era suficiente afirmar cosas sobre sí mismo. Tenía que haber un testigo externo e independiente de su verdadera identidad y naturaleza.

i. Este principio es establecido por Deuteronomio 19:15, el cual dice que solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación. Jesús les explicó a los líderes religiosos que él era Dios, pero su testimonio por sí solo no era suficiente.

b. Otro es el que da testimonio acerca de mí: En el siguiente pasaje, Jesús trajo a tres testigos dignos de confianza que atestiguarán que él es igual al Padre. Jesús consideró importante darles una razón para creer más allá de lo que decía de sí mismo.

2. (33-35) El testimonio de Juan el Bautista.

Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.

a. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad: Jesús notó que los líderes religiosos conocían y habían escuchado de Juan el Bautista ellos mismos. Ellos necesitaban pensar y creer lo que Juan había dicho sobre Jesús.

b. Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz: Los líderes religiosos aceptaron la obra de Juan el Bautista por un tiempo. Necesitaban continuar creyéndole a Juan sobre Jesús el Mesías.

i. “Nuestro Señor tomó la expresión de lámpara de la ordinaria tradición de los judíos, quienes llamaban a sus doctores eminentes las lámparas de Israel.” (Clarke)

ii. “Dijo que Juan era la lámpara que ardía y alumbraba. Este era el tributo perfecto para él (a) Una lámpara lleva una luz prestada. No alumbra en sí misma; es encendida. (b) Juan tenía calidez, pues el suyo no era el frio mensaje del intelecto sino el ardiente mensaje de un corazón encendido. (c) Juan tenía luz. La función de la luz es guiar, y Juan guiaba hacia el camino del arrepentimiento y hacia Dios. (d) En la naturaleza de las cosas una lámpara se quema sola; al dar luz se consume a sí misma. Juan debía menguar mientras que Jesús crecía. El verdadero testigo se quema a sí mismo por Dios.” (Barclay)

iii. Regocijaros: “Brincar de alegría, como lo expresaríamos. Se alegraron en sobremanera al escuchar que el Mesías había llegado, pues esperaban que él los liberara del yugo romano; pero cuando la liberación espiritual, de momento infinitamente mayor les fue predicada, ellos la rechazaron así como a la luz que la hizo manifiesta.” (Clarke)

3. (36) El testimonio y las obras de Jesús.

Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.

a. Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan. . . las mismas obras que yo hago: Jesús declaró otro testigo con respecto a su identidad y deidad –las mismas obras que hizo. Ésta presente controversia inició con la increíble sanación de un hombre que había estado paralizado por 38 años. Esta fue una de las muchas obras que testificaban de la deidad de Jesús.

b. Las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí: La mayoría de los milagros de Jesús fueron simples actos de compasión y misericordia, hechos para gente sencilla y necesitada. En esto, sus obras. . . dan testimonio del corazón de Dios. Los judíos buscaban un Mesías milagroso, pero no esperaban a uno que expresara su milagroso poder en simples actos de compasión y misericordia. Ellos esperaban que el Mesías utilizara su milagroso poder para traer liberación militar y política a Israel.

i. Como las milagrosas obras de Jesús no encajaban en lo que ellos consideraban que el Mesías haría, no recibieron este testimonio de las obras de Jesús.

4. (37-38) El testimonio del Padre.

También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.

a. El Padre que me envió ha dado testimonio de mí: En prácticamente toda obra y mensaje de Jesús, Dios el Padre testificó de su estatus como Hijo de Dios. Pero específicamente, el Padre testificó sobre el Hijo en la profecía del Antiguo Testamento y en el bautismo de Jesús (Lucas 3:22).

b. Ni tenéis su palabra morando en vosotros: Ellos no recibieron el testimonio del Padre porque no tenían su palabra morando en ellos. No pueden escuchar al Dios Padre audiblemente, pero tienen su palabra. Son culpables porque no permanecen en la palabra que Dios les dio.

5. (39) El testimonio de las escrituras.

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

a. Escudriñad las Escrituras: En teoría, los líderes religiosos en el tiempo de Jesús amaban y valoraban las Escrituras (utilizadas aquí en el sentido del Antiguo Testamento). Ellos estudiaban y memorizaban y meditaban en ellas continuamente, pensando correctamente que la vida eterna se encontraba en la revelación de Dios.

i. “Las leían con una reverencia rígida y supersticiosa por la letra, y nunca penetraron en las grandes verdades a las cuales apuntaban.” (Morris)

ii. “No las leían para buscar a Dios sino para encontrar argumentos que apoyaran sus propias posiciones. No amaban realmente a Dios; amaban sus propias ideas sobre él.” (Barclay)

iii. Escudriñad las Escrituras: “El verbo en sí (eraunao) implica un escrutinio agudo, rastreando el mensaje de las Escrituras. La tragedia era que estas personas, a pesar de su minuciosa exploración de los escritos sagrados, nunca encontraron la pista que los llevaría a su meta.” (Bruce)

b. Ellas son las que dan testimonio de mí: Si su estudio de las Escrituras fuera preciso y sincero, verían que estas hablaban del Mesías, el Hijo de Dios. Su reconocimiento de y creencia en Jesús era una medida de su verdadero entendimiento de las Escrituras.

6. (40-44) La razón de su incredulidad.

Y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo. Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

a. Y no queréis venir a mí: Los líderes religiosos no estaban dispuestos, a pesar de que tenían todo el testimonio que uno podía desear. Estaban más preocupados por la gloria de los hombres, no por la gloria que viene de Dios (no buscáis la gloria que viene del Dios único).

i. Jesús dejó claro que la vida se encuentra en cumplir con la orden “venir a mí.” “Cristo es una persona, una persona viva, llena de poder para salvar. Él no ha puesto su salvación en sacramentos, o libros, ni sacerdotes, sino que la mantiene en sí mismo, y si usted quiere tenerla debe venir a Él.” (Spurgeon)

ii. Su negativa de venir a Jesús fue a pesar de su escudriñamiento de las Escrituras (Juan 5:39). “Ellos escudriñan las Escrituras, pero no quieren ir a Jesús. ¿Entonces no es, por lo tanto, algo bueno el escudriñar las Escrituras? Sí que lo es, y mientras más las escudriñas mejor, pero aún no es la cosa: no es la obra salvadora. Ustedes pueden ser lectores de la biblia, y aun así morir, pero esto no puede suceder nunca su ustedes vienen a Jesús por fe.” (Spurgeon)

iii. “Las palabras no queréis venir a mí exponen notablemente la libertad de la voluntad, donde yace la condenación del incrédulo.” (Alford)

iv. “Déjeme decirle que llegará el día donde se retorcerá las manos con angustia al pensar que despreció esa vida. Puede ser que será así en la agonía de la muerte, pero lo cierto es que será así en medio de los terrores del juicio, cuando se abrirán ampliamente ante usted las puertas del infierno, y delante de usted verá el lago que quema con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Spurgeon)

v. Gloria de los hombres no recibo: “Yo no necesito de ustedes o su testimonio. No actúo por interés propio ni por vanidad. Su salvación no puede añadir nada para mí, ni tampoco su destrucción puede dañarme: Hablo solo por amor a sus almas, para que ustedes sean salvos.” (Clarke)

b. Que no tenéis amor de Dios en vosotros: Las razones de su rechazo eran principalmente razones del corazón, no de la mente. Estos líderes religiosos podían esconderse detrás de sus supuestas excusas intelectuales, pero la falta real era el amor y del deseo por el honor que viene de Dios.

c. Si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis: Jesús profetizó el día venidero donde los descendientes de estos líderes religiosos aceptarían a un falso Cristo, un anticristo, que vendría en su propio nombre. El rechazo a Jesús los dejaría abiertos a terrible engaño.

i. “Estas palabras quizás hablan principalmente del falso Cristo o Mesías ídolo, el Anticristo, que aparecerá en los últimos días (2 Tesalonicenses 2:8-12); cuya apariencia será según los deseos del diablo (su padre, Juan 8:44), haciéndose pasar por Dios, 2 Tesalonicenses 2:4.” (Alford)

ii. Aunque esto será cumplido finalmente en el final de los tiempos, hubo cumplimientos menores a través de la historia. “Un cumplimiento sobresaliente de esta predicción vino alrededor del 132 d.C. cuando Simón bar Kojba afirmó ser el Mesías del linaje de David, y dirigió una revuelta contra Roma … Las pretensiones mesiánicas de Simón llevaron a sí mismo, a sus seguidores, y al pueblo de Judea a la más terrible ruina.” (Bruce)

d¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? El error fatal de los líderes religiosos en el tiempo de Jesús – y desde entonces – es el orgullo. Ellos anhelaban el prestigio y darse gloria los unos de los otros, y estaban dispuestos a sacrificar la gloria que viene solo de Dios con tal de tener la gloria del hombre.

i. Charles Spurgeon predicó un mensaje sobreJuan 5:44(Por qué los hombres no pueden creer en Cristo) y en una sección notable de ese sermón él examina como la fama, la gloria y la celebridad obstruyen la fe verdadera (Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros). A continuación están unas líneas de ese sermón:

· “El mero hecho de recibir honor, incluso si ese honor es correctamente otorgado, puede hacer de la fe en Cristo una dificultad.

· Cuando un hombre llega a sentir que debe ser honrado, se encuentra en un gran peligro.”

· Siempre recibiendo este honor inmerecido, se engañan a sí mismos haciéndose creer que lo merecen.”

· Queridos amigos, es muy difícil recibir honor y esperarlo, y aun así mantener la vista donde se debe; pues los ojos de los hombres poco a poco se embotan con el humo del incienso que se quema delante de ellos.”

· “Una vez más, la alabanza de los hombres convierte a los que la reciben en grandes cobardes.”

· “Pero, oh, cuántos viven del aliento de los hombres; para ser aprobados — para ser aplaudidos — eso es su cielo; pero ser despreciado, recibir burlas, ser llamado tonto, que se les ponga algún sobrenombre; oh no, prefieren ir al infierno que soportar eso.”

ii. “El gran obstáculo de la salvación de los escribas y fariseos fue su orgullo, vanidad, y amor propio. Vivían de sus propias alabanzas. Si hubieran reconocido que Cristo era el único maestro, hubieran renunciado a la buena opinión de la multitud; y ellos eligieron perder sus almas en vez de perder su reputación entre los hombres.” (Clarke)

iii. “Buscando crédito unos de otros como hombres religiosos, necesariamente se habituaron a las ideas actuales, y bloquearon la gloria divina de sus mentes.” (Dods)

iv. “Ellos habían acusado a Jesús de actuar independientemente de Dios; él ahora los acusa de demostrar esa independencia. El motivo de sus acciones no es el amor a Dios sino la aprobación de sus compañeros.” (Tasker)

7. (45-47) El testimonio de Moisés.

No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?

a. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí: Estos líderes religiosos rechazaron a Jesús porque rechazaron la palabra de Dios a través de Moisés.Moisés los acusa, porque Moisés escribió acerca de Jesús y ellos no recibieron el testimonio de Moisés.

b. Porque de mí escribió él: Jesús dijo de las Escrituras quedan testimonio de mí (Juan 5:39). Las palabras y los escritos de Moisés cumplen esto, hablando proféticamente del Mesías en muchos lugares.

i. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis. (Deuteronomio 18:15)

ii. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. (Números 21:8-9)

iii. Jesús fue representado en la roca que dio agua a Israel en el desierto (Números 20:8-12 y 1 Corintios 10:4).

iv. El ministerio de Jesús fue mostrado en casi todos los aspectos de los siete diferentes tipos de ofrendas que Dios le ordenó a Israel que presentara (Levítico 1-7).

v. Jesús y su ministerio aquí fueron mostrados en el tabernáculo y su servicio. Un lugar donde el Nuevo Testamento hace esta conexión es con la palabra propiciación en Romanos 3:25, que habla del propiciatorio en el Arca de la Alianza.

vi. La ley del siervo habla de Jesús (Éxodo 21:5-6 y Salmos 40:6-8).

vii. No es de extrañarse que Jesús pudiera decirEntonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí (Salmos 40:7). Él podía dar un estudio bíblico donde comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían (Lucas 24:27).

viii. “Por lo tanto los escritos de Moisés fueron proféticos. En ellos no fue cumplido nada. Ellos señalaron a las otras cosas, las que se cumplieron cuando Él vino. Por lo que en esta palabra encontramos a la vez la autoridad y limitación de Moisés.” (Morgan)

ix. “Este es un testimonio importante del Señor sobre el tema de todo el Pentateuco; es acerca de él. También es un testimonio al hecho, de que Moisés escribió esos libros, los cuales fueron entonces, y siguen siendo, conocidos por su nombre.” (Alford)

c. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? Jesús no llamó a estos líderes religiosos a una nueva fe o a una fe diferente. Él los llamó a creer lo que Moisés, las Escrituras, lo que Sus obras, lo que Juan el Bautista, cada uno testificó sobre Jesús: que él es el Mesías, el Hijo de Dios y Dios el Hijo. Si ellos se negaban a creer este testimonio abrumador, era poco probable que creyeran las propias palabras de Jesús.

© 2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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