Juan 6





Juan 6 – El Pan del Cielo


A. Preparación para el milagro.

1. (1-4) Una multitud se reúne con Jesús, cerca del mar de Galilea.

Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.

a. Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea: Juan ahora registra algunos de los actos y palabras de Jesús en la región de Galilea, al norte de Judea. Juan registró principalmente cosas que Jesús hizo y dijo en Judea y Jerusalén, pero algunas veces incluyó material de lo que también escribieron los otros evangelios, principalmente en la región de Galilea.

b. Y le seguía gran multitud: Este milagro también está registrado en los otros tres Evangelios. Lucas mencionó que en esta ocasión Jesús se fue a un área desierta para estar solo (Lucas 9:10), sin embargo las multitudes le siguieron ahí. A pesar de esta imposición, Jesús aun servía a las multitudes con gran compasión.

c. Porque veían las señales que hacía en los enfermos: Lucas 9:11 nos dice que Jesús también enseñó a esta multitud, algo que Juan no menciona específicamente.

i. Morris da el sentido de los verbos griegos de Juan 6:2: “La multitud ‘continuó siguiendo’ a Jesús porque ‘continuamente veían’ las señales que ‘habitualmente hacía’ en los enfermos.” (Morris)

d. Estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos: Juan es el único de los cuatro escritores de los evangelios que nos dice que esto se llevó a cabo cerca del tiempo de la pascua. Tal vez esta gran multitud estaba compuesta de peregrinos galileos que iban camino a Jerusalén.

i. La pascua es asociada con el Éxodo y el sustento de Dios para Israel en el desierto. Jesús pronto sostendría a esta multitud en su pequeño “desierto” con pan del cielo – tanto literal como espiritualmente.

ii. Subió Jesús a un monte: “El terreno alto’ es el brusco terreno elevado al este del lago, bien conocido en la actualidad como las Alturas del Golán. De ahí uno puede ver desde arriba la llanura al Este del rio y el lago.” (Bruce)

2. (5-7) Jesús le hace una pregunta a Felipe.

Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.

a. ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Tal vez Jesús le hizo esta pregunta a Felipe porque él era de Betsaida (Juan 1:44) y ésta estaba cerca de donde se llevó a cabo este milagro (Lucas 9:10).

i. “Juan no dice, como lo hace Marcos (Marcos 6:34f.), que la multitud había estado escuchando las enseñanzas de Jesús todo el día, pero esto explica su preocupación por alimentarlos.” (Bruce)

bPero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer: Jesús sabía qué milagro estaba por realizar, pero quería utilizar la oportunidad para enseñar a sus discípulos. Para Jesús esto no se trataba solo de cumplir con un trabajo (alimentar a la multitud), sino también de enseñarle a los discípulos en el proceso.

i. Felipe ya había visto a Jesús realizar milagros; no debió haber habido ninguna duda para él acerca de los recursos divinos que Jesús tenía.

c. Doscientos denarios de pan no bastarían: Su problema estaba en al menos dos partes. Primero, no tenían los recursos para comprar pan y alimentar a la multitud. Segundo, incluso si tuvieran el dinero sería imposible comprar suficiente pan para alimentarlos a todos.

i. Si hubiera tenido una fe y conocimiento más grandes, Felipe hubiera podido decir: “Maestro, no sé dónde hay comida para alimentar a esta multitud pero tú eres más grande que Moisés, a quien Dios usó para alimentar a una multitud cada día en el desierto, y Dios ciertamente puede hacer una obra más sencilla a través de un siervo más grande. Tú eres más grande que Eliseo, a quien Dios usó para alimentar a muchos hijos de los profetas con poca comida. Lo que es más, las Escrituras dicen que no solo de pan vivirá el hombre, y tú eres lo suficientemente grande como para llenar a esta multitud con las palabras de tu boca.”

d. Doscientos denarios de pan no bastarían: El conocimiento de Felipe sobre la situación era certera e impresionante (Doscientos denarios es más de seis meses de sueldo), pero su conocimiento era inútil para resolver el problema.

i. Felipe pensaba en términos de dinero; y en cuánto dinero necesitarían para llevar a cabo la obra de Dios de la manera más básica (para que cada uno de ellos tomase un poco). A menudo limitamos a Dios de la misma manera, buscando cómo podemos hacer la obra de Dios de la manera más básica. Jesús quería usar un enfoque totalmente diferente y proveer de una manera grande.

ii. “Él era un hombre de números; creía en lo que podía ser puesto en tablas y estadísticas. Sí; y como un gran hombre y otros como él, dejó fuera un pequeño elemento en su cálculo, y ese fue Jesucristo, así que su respuesta se fue arrastrando entre los niveles bajos.” (Maclaren)

iii. “Felipe era aparentemente una persona muy realista (Juan 14:8), calculaba con rapidez y era un buen hombre de negocios, y por lo tanto estaba más dispuesto a confiar en sus propios cálculos que en recursos desconocidos.” (Dods)

3. (8-9) La ayuda de Andrés.

Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?

a. Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho: Andrés le presenta a Jesús a alguien una vez más. Primero fue su hermano Pedro (Juan 1:40-42). Ahora fue un muchacho con cinco panes de cebada y dos pececillos.

i. “La palabra para ‘muchacho’ es un doble diminutivo, que probablemente significa ‘niño pequeño’.” (Morris)

b. Cinco panes de cebada: La cebada siempre fue considerada como una comida muy básica, a menudo más apta para animales que para personas. Esto significa que es probable que el muchacho proviniera de una familia pobre.

i. En el Talmud, hay un pasaje donde un hombre dice, “Hay una buena cosecha de cebada” y otro hombre responde, “Díselo a los caballos y a los burros.”

ii. “La cebada apenas y tenía un tercio del valor del trigo en el Este: ver Apocalipsis 6:6. Aparece en Ezequiel 13:19 que era un precio muy mezquino, donde se dice que las falsas profetizas contaminaban el nombre de Dios con puñados de cebada, i.e. por la recompensa más mezquina.” (Clarke)

iii. Dos pececillos: “Mientras que los otros evangelistas utilizan la palabra regular para pez (ichthys), Juan los llama themosparia, indicando que eran dos peces muy pequeños (tal vez preparados con sal) para ser comido como condimento junto con los panes de cebada.” (Bruce)

c. ¿Qué es esto para tantos? No había mucho con qué trabajar, pero Dios no necesita mucho. De hecho, Dios no necesita ninguna ayuda – pero con frecuencia limita deliberadamente su obra hasta que tiene nuestra participación.

i. “Las cosas pequeñas no siempre son despreciables. Todo depende de las manos que las sostengan.” (Taylor)

B. Se alimentan los cinco mil.

1. (10) Jesús le ordena al grupo que se siente.

Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.

a. Haced recostar la gente: Jesús no tenía prisa ni sentía pánico. Tenía un gran trabajo de servicio de banquetes que cumplir, pero continuó con su trabajo de una manera ordenada, haciéndolos que se sentaran sobre la hierba.

i. Uno podría decir que Jesús aquí cumplió el rol del Buen Pastor deSalmos 23:1-2. En lugares de delicados pastos me hará descansar. Ese Salmo también daba la imagen del Señor como anfitrión, sirviendo comida a su siervo como invitado: Aderezas mesa delante de míUnges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosandoen la casa de Jehová moraré por largos días (Salmos 23:5-6).

b. Se recostaron como en número de cinco mil varones: Jesús administró todo de una manera ordenada. Sin embargo, tuvieron que someterse al orden de Jesús para recibir su provisión milagrosa. Los que se sometan bajo el orden de Jesús pronto se llenaran al máximo.

i. “Nuestro bendecido Maestro tiene una tranquilidad gloriosa, porque siempre es puntual. Las personas impuntuales tienen prisa; pero él, como nunca va tarde, nunca se apura.” (Spurgeon)

2. (11) Se alimenta a los cinco mil.

Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.

a. Habiendo dado gracias: Jesús solo tenía unos pocos panes y unos cuantos peces, pero estaba decidido a darle gracias a su Padre por lo que sí tenía.

i. “Por cinco pequeños panes y dos espadines Cristo le dio gracias al Padre, aparentemente un escaso motivo de elogio, pero Jesús sabía lo que podía hacer con ellos, y por lo tanto le agradeció por lo que en el momento realizarían. ‘Dios nos ama,’ dice Agustino, ‘por lo que nos estamos convirtiendo.’ Cristo dio gracias por estas menudencias porque vio en lo que se iban a convertir.” (Spurgeon)

b. Tomó Jesús aquellos panes. . . los repartió entre los discípulos: Este milagro residió en las manos de Jesús, no en la distribución. Lo poco es mucho en sus manos.

i. “Hace un momento, estos pertenecían al muchacho, pero ahora le pertenecen a Cristo. ‘Jesús tomó los panes.’ Él ha tomado posesión de ellos, ellos son su propiedad.” (Spurgeon)

ii. “La multiplicación de la comida evidentemente no fue hecha con gran fanfarria.” (Tenney) Esto es tan cierto que no se nos dice específicamente dónde sucedió la multiplicación. Parece haber sucedido mientras Jesús partía los panes y los peces y los repartió entre los discípulos. “No fueron los panes íntegros ni los peces íntegros los que fueron multiplicados, sino las porciones partidas de ellos.” (Trench)

· Casi todos comieron y se llenaron, pero no tuvieron ni idea de que se estaba llevando a cabo un milagro.

· Los discípulos no hicieron el milagro; ellos simplemente distribuyeron la milagrosa obra de Jesús.

iii. El pan viene del grano, el cual tiene el poder de la multiplicación y reproducción en sí mismo. Pero cuando se convierte en pan, el grano es aplastado, haciéndolo “muerto” – nadie nunca multiplicó el trigo plantando harina. Sin embargo Jesús puede traer a la vida de la muerte; Él multiplica los panes hechos de lo muerto, grano aplastado y pescado muerto.

iv. “Estos cinco panes (por un extraño tipo de aritmética) fueron multiplicados por división, y aumentados por sustracción.” (Trapp)

c. Los repartió entre los discípulos: Jesús confió en la labor de los discípulos en este gran milagro. Él pudo haber creado pan y pescado en el bolsillo o bolsa de cada persona, pero no lo hizo. Jesús deliberadamente escogió un método que pusiera a los discípulos a trabajar.

i. Jesús se negó a hacer pan milagrosamente para alimentarse a sí mismo durante las tentaciones en el desierto; pero sí hizo por otros y con otros lo que no hizo por sí mismo.

d. Cuanto querían: La provisión de Dios fue extravagante, tanto como cualquiera de ellos quisiera. Todos comieron hasta que estuvieron completamente satisfechos.

i. “Por el significado de esta historia debemos tener en cuenta que la imagen de comer y beber es ampliamente utilizada en el Antiguo Testamento. Es una imagen de prosperidad…y es utilizada con frecuencia para las bendiciones que el pueblo de Dios disfrutaría en la tierra prometida…” (Morris)

ii. Cuanto querían también incluyó al niño que dio los cinco panes y los dos peces. El mismo niño terminó con más de lo que empezó. Ciertamente era una buena comida para sí mismo, pero se la dio a Jesús y él la convirtió en un buffet libre para el niño también.

3. (12-13) Recogiendo los restos del banquete.

Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.

a. Y cuando se hubieron saciado: Jesús fue generoso, dándole a todos tanto como quisieron. Este fue un milagro increíble, y algunos piensan que los discípulos debieron (o pudieron) anticipar que Jesús haría algo así.

i. Pasajes del Antiguo Testamento advierten contra dudar de la provisión de Dios: Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? (Salmos 78:19). 2 de Reyes 4:38-34 es un ejemplo de Dios multiplicando pan de cebada, aunque este milagro de Jesús fue a una escala mucho mayor.

ii. Aunque los discípulos no entendieron ni anticiparon el milagro, Jesús los invitó a participar en él. Ellos distribuyeron el pan y el pescado milagrosamente multiplicados. Sin su trabajo, nadie hubiera sido alimentado.

iii. Jesús les demostró el carácter dadivoso de Dios – el mismo carácter que Dios desea edificar en nosotros. Proverbios 11:24 dice, Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. Este pan fue multiplicado mientras era “repartido.”

b. Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada: Jesús era generoso, pero nunca derrochador. Jesús quería hacer buen uso de todo.

i. “Los pedazos que sobraron no son las migajas y los bocados a medio comer que bien podían ser dejados para las aves y las bestias, sino las porciones partidas que él había entregado para distribuir.” (Trench)

ii. “El término utilizado para ‘cesta’ (kophinos) usualmente denota una canasta grande, una así podía ser utilizada para pescado u objetos voluminosos.” (Tenney)

C. La reacción al milagro.

1. (14) Jesús como el profeta predicho por Moisés.

Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

a. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho: La manera en que Jesús proveyó pan para una multitud al aire libre (algo parecido a un desierto) le recordó a aquellos hombres como Dios trabajó a través de Moisés para alimentar a Israel con Maná en el desierto.

b. Este verdaderamente es el profeta: Moisés predijo la venida del profeta que esperaban: Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis (Deuteronomio 18:15). Si el profeta que había de venir sería como Moisés, tenía sentido que también alimentara a las personas milagrosamente como lo hizo Moisés.

i. Esta multitud estaba dispuesta a apoyar a Jesús siempre y cuando les diera lo que querían – pan. Es fácil criticar como la multitud amaba a Jesús por el pan que les daba, pero con frecuencia nosotros le amamos por lo que nos da. También debemos amarlo y obedecerlo simplemente por quién es él– Señor y Dios.

ii. “Un rabí de una fecha posterior es acreditado con la observación de que ‘como el primer redentor provocó que descendiera el maná,…. Así el último redentor hará que descienda el maná’, y la idea general parece haber sido un tema actual en el primer siglo.” (Bruce)

2. (15) El pueblo intenta hacer a Jesús su rey terrenal.

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

a. Iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey: Reyera un título político. La multitud estaba dispuesta a apoyar a Jesús porque querían utilizarlo para derrocar la opresión romana, ya fuera directamente en Judea o indirectamente a través de Herodes Antipas en Galilea.

i. “Repentinamente se presentó este hombre inusual, Jesús. Él tenía poder milagroso. Así que debieron haberse dicho algo como esto a sí mismos, ‘¿No sería maravilloso si pudiéramos ponerlo de nuestro lado para que nos ayudara a expulsar a los romanos?’” (Boice)

ii. “Aunque los galileos no vivían bajo el control romano directamente, como sus hermanos en Judea, su gobernante Herodes Antipas era una creatura de Roma, y no experimentaban sentimientos de orgullo patriótico mientras contemplaban la dinastía herodiana.” (Bruce)

b. Volvió a retirarse al monte él solo: Jesús no se impresionó ni fue seducido por una multitud que quería hacerlo rey. Él le dio la espalda a la multitud y se fue a orar porque Jesús estaba más interesado en estar con su Padre en el cielo que escuchando el aplauso de la multitud.

i. “Pero para Jesús el prospecto de un reinado terrenal no era nada más que una tentación del diablo, y decididamente la rechazó.” (Morris)

ii. “Él vio que las multitudes estaban excitadas y tenían la intención de ir y llevarlo violentamente para declararlo su rey y Mesías en oposición al poder civil, tal vez vio que ya algunos de sus discípulos eran atrapados en ese salvaje entusiasmo.” (Trench)

iii. “Aquel que ya es Rey ha venido a abrir su reino a los hombres; pero en su ceguera los hombres intentan forzarlo a ser el tipo de rey que ellos quieren; por lo tanto fallan en obtener el rey que desean, y también pierden el reino que él ofrece.” (Morris)

D. Jesús camina sobre el agua.

1. (16-17) Los discípulos salen al mar de Galilea.

Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.

a. Descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca: Mateo y Marcos nos dicen que Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca (Marcos 6:45). Se dispusieron a cruzar por el Mar de Galilea porque Jesús les dijo que lo hicieran.

i. “Según Marcos 6:45, Jesús ‘obligó’ (anankazo) a sus discípulos a embarcarse y volver a través del lago; tal vez él vio que estaban siendo infectados por la emoción de la multitud.” (Bruce)

b. Estaba ya oscuro: Muchos de los discípulos eran pescadores, todos acostumbrados a pescar en este mismo lago. Cuando se subieron al bote, la idea de remar en el lago por la noche no les preocupó.

c. Jesús no había venido a ellos: En realidad esta fue la segunda vez que Jesús trató con sus discípulos en un tormentoso mar de Galilea. En la primera tormenta (Mateo 8:24), Jesús estuvo presente con ellos en el bote y reprendió y calmó a la tormenta. En esta tormenta Jesús les pidió a sus discípulos que confiaran en su cuidado invisibley preocupación por ellos.

2. (18) El viento interrumpe sus esfuerzos por cruzar el mar.

Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.

a. Y se levantaba el mar: El viento solo ya era lo suficientemente malo, pero el viento también agitó las aguas, resultando en un mar problemático.

b. Un gran viento que soplaba: El mar de Galilea era y es bien conocido por sus repentinas y violentas tormentas de viento que rápidamente vuelven peligroso al lago.

i. “El mar de Galilea está a seiscientos pies debajo del nivel del mar, en una depresión en forma de copa entre las colinas, Cuando se pone el sol, el aire se enfría, y como el aire frio del oeste se precipita hacia abajo sobre la colina, el viento resultante agita al lago. Como los discípulos remaban hacia Capernaum, se dirigían hacia el viento; consecuentemente, progresaban muy poco.” (Tenney)

3. (19) Jesús viene a sus discípulos, caminando sobre el agua.

Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.

a. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios: En la primera tormenta sobre el Mar de Galilea los discípulos estaban aterrorizados (Mateo 8:25-26). Al principio de la segunda tormenta estaban más frustrados que atemorizados. Jesús les dijo que remaran por el lago y a pesar de su arduo trabajo, parecían progresar muy poco.

i. Mateo 14:25 dice que esto sucedió a la cuarta vigilia de la noche, entre las tres y las seis de la mañana. Así que, remaron duro tal vez por seis u ocho horas, y solo habían avanzado poco más de la mitad del camino a través del lago (veinticinco o treinta estadios).

ii. Estaban en este lugar de frustración por la voluntad de Jesús, haciendo exactamente lo que él les había dicho que hicieran. Adicionalmente, Marcos 6:48 dice que Jesús veía a los discípulos mientras remaban en el lago. Su mirada estuvo sobre ellos todo el tiempo. Ellos estaban en la voluntad de Jesús y eran observados por Jesús, y aun así trabajando duro en frustración todo el tiempo.

iii. “Arriba en la colina Jesús había orado y tenido comunión con Dios; cuando se disponía a marcharse, la luna plateada iluminaba el lugar como si fuera la luz del día, y en el lago él podía ver el bote con los remeros afanándose con los remos… No se había olvidado de ellos. No estaba tan ocupado con Dios como para no pensar en ellos.” (Barclay)

iv. “Él está en la montaña mientras nosotros estamos en el mar. La estable eternidad de los cielos lo sostiene; somos lanzados dentro de la incansable mutabilidad del tiempo, durante la cual nos esforzamos bajo su mandato.” (Maclaren)

b. Vieron a Jesús que andaba sobre el mar. . . y tuvieron miedo: Marcos 6:49-50 dice que los discípulos estaban asustados porque pensaron que Jesús, caminando sobre el agua, era un fantasma o un espíritu.

i. Marcos “agrega el notable detalle de que Jesús ‘tenía la intención de pasarlos’i.e.adelantarse, como si hubiera deseado que la mera visión de sí mismo debiera resultar suficiente apoyo y seguridad para ellos.” (Trench)

ii. Los discípulos no estaban listos para ningún tipo de ayuda sobrenatural. Ellos sabían lo que Jesús les había ordenado y salieron a hacerlo – pero sin ninguna ayuda directa de Jesús. Así que se sorprendieron y asustaron al ver ayuda sobrenatural dirigiéndose a ellos.

iii. Jesús también les dio razones y recordatorios para confiar en su ayuda sobrenatural. Sin duda, tomaron por lo menos algunas de las doce canastas de las sobras de pan (Juan 6:13), sin embargo aun así se sorprendieron cuando les llegó la ayuda sobrenatural en el mar.

4. (20) Las palabras tranquilizadoras de Jesús.

Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.

a. Yo soy: Para Jesús, era suficiente con anunciar su presencia. Él estaba con sus discípulos y se encontraría con ellos en su frustración y temor.

i. “Hay partes en este evangelio donde las palabrasego eimitienen la naturaleza de designación divina (como lo veremos en 8:24, 28), pero aquí simplemente significan ‘Yo soy’.” (Bruce)

b. No temáis: Jesús vino a traer ayuda sobrenatural y consuelo a sus discípulos, Su presencia les dio lo que necesitaban, a pesar de que vino de una manera inesperada.

i. Sabemos por Mateo 14:28-32 que Pedro le preguntó a Jesús si podía salir y caminar sobre el agua y sí camino sobre el agua – por un breve momento.

5. (21) Jesús los lleva a su destino.

Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.

a. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca: La implicación fue que Jesús no se subiría a menos que fuera recibido con gusto. Incluso caminando sobre el Mar de Galilea, Jesús esperó que sus discípulos lo recibieran.

b. La cual llegó en seguida a la tierra adonde iban: Cuando ellos con gusto le recibieron en la barca, sucedió algo milagroso. Este fue un milagro increíble. El trabajo había sido tan frustrante solo unos momentos antes de que repentinamente fuera cumplido divinamente.

i. “De este detalle que Juan nos da se infiere que la barca pareció moverse automáticamente, sin velas ni remos, en obediencia a su voluntad; para que sin esfuerzo de los discípulos o de la tripulación rápidamente pasara la distancia restante (alrededor de dos millas) y llegara a la orilla.” (Trench)

ii. Uno podría decir que Jesús rescató a sus discípulos de la frustración y la futilidad. Jesús quiere que trabajemos duro; pero nunca quiere que trabajemos inútilmente. Su trabajo no había sido una pérdida de tiempo, sino que esperó el toque de poder y presencia divinos.

c. La cual llegó en seguida a la tierra adonde iban: Un milagro tan notable fue útil para los discípulos, especialmente porque Jesús había rechazado una oferta de ser reconocido como un Rey Mesías. Esto les aseguró que él estaba lleno de poder divino a pesar de que no reclamó un trono según la expectativa y opinión popular.

i. “Qué tan lejos estaban del lugar donde desembarcaron, no lo sabemos. Pero el evangelista parece hablar de una llegada como extraordinaria y milagrosa.” (Clarke)

ii. “Un santo agonizante no ha tomado la muerte en su seno más pronto, sino que es inmediatamente desembarcado en el muelle de Canaán, en el reino del cielo.” (Trapp)

E. Jesús, el pan de vida.

1. (22-24) La multitud sigue a Jesús y sus discípulos a Capernaum.

El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos. Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.

a. El día siguiente: El día después de la milagrosa alimentación de los 5,000 y la cruzada nocturna del mar de Galilea, muchos de la multitud que fue alimentada por Jesús y los discípulos se preguntaban a donde habían ido. Vieron a los discípulos (sin Jesús) irse en la barca, y ahora se daban cuenta de que Jesús no estaba allícon ellos.

i. Pero otras barcas habían arribado de Tiberias: “El hecho introducido entre paréntesis, versículo 23, de que barcas de Tiberias habían arribado en la costa este, es una confirmación incidental de la verdad de que un vendaval había soplado la noche anterior.” (Dods)

b. Entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús: Estas personas eran de la misma multitud que Jesús alimentó y la misma multitud que quiso forzar a Jesús a ser reconocido como un rey terrenal (Juan 6:14-15).

i. “Entonces la multitud se aseguró que de Jesús no estaba en las proximidades, y que no había señal de que los discípulos hubieran ido a buscarlo, y entonces cruzaron al lado oeste para buscarlo.” (Bruce)

ii. “Es decir, se llevaron tantos como pudieron ser acomodados en las barcas y llegaron así a Capernaum; pero muchos otros, sin duda, se fueron a pie, ya que no es probable que cinco o seis mil personas pudieran encontrar suficientes barcas para que los transportaran.” (Clarke)

2. (25-27) Jesús responde a su primera pregunta: Rabí ¿cuándo llegaste acá?

Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

a. ¿Cuándo llegaste acá? Jesús no respondió esta pregunta. La respuesta hubiera sido, “caminé por el Mar de Galilea durante la noche para ayudar a mis discípulos, luego milagrosamente transporté nuestra barca por la distancia que restaba del mar. Así es cómo y cuándo llegué aquí.”

i. Más adelante en este capítulo, Juan nos dice que esto sucedió en la sinagoga en Capernaum en el servicio del día de descanso (Juan 6:59). También, según Mateo 15, líderes judíos de Jerusalén fueron a Capernaum para cuestionar a Jesús. Ellos también eran parte de esta multitud,

b. Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis: En vez de decirle cuándo y por qué fue, Jesús les dijo por qué fueron ellos – porque querían más comida milagrosamente provista por Jesús.

i. A menudo podemos aprender más por comprender la razón por la que le hacemos a Dios una pregunta que por la respuesta de la pregunta en sí. Este fue el caso con los que siguieron a Jesús por Galilea y le hicieron la pregunta.

ii. Ellos querían el pan, pero más que el pan; también querían la demostración de lo milagroso y un rey milagroso que los dirigiera contra sus opresores romanos.

iii. “No habían sido muy afectados por la sabiduría de sus palabras o la belleza de sus obras, sino por un milagro que había suplido precisamente sus deseos, así que era un entusiasmo lleno de emoción pero al mismo tiempo impuro, muy poco grato para Jesús.” (Maclaren)

c. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece: Los que le hicieron esta pregunta a Jesús se habían tomado muchas molestias para seguirlo y encontrarlo. Sin embargo su trabajo era por la comida que perececosas que llenan un estómago y gobiernan los reinos terrenales. Jesús quería que trabajaran por la comida que a vida eterna permanece.

i. Jesús hizo un contraste entre las cosas materiales y las espirituales. Es casi universalmente verdad que las personas son más atraídas a las cosas materiales que a las espirituales. Una señal que diga dinero y comidagratis reunirá a una multitud más grande que la que digaplenitud espiritual y vida eterna.

ii. “Él golpeó la raíz de las aspiraciones materialistas de estos galileos de mente carnal.” (Tasker)

d. La cual el Hijo del Hombre os dará: Ellos estaban asombrados del milagro del pan realizado a través de Jesús; pero él quería que estuvieran más impresionados por la comida espiritual que trae por un milagro.

i. El Hijo del Hombre: “Él evita usar el término ´Mesías’ o cualquier otro que atrajera a las aspiraciones militares de sus oyentes. La designación ‘el Hijo del Hombre’ era lo suficientemente adecuada para su propósito; no era moneda actual en su vocabulario político o religioso y por lo tanto podía soportar cualquier significado que él decidiera ponerle.” (Bruce)

e. Porque a éste señaló Dios el Padre: Un sello era una marca de propiedad y una garantía de los contenidos. Ellos debían tener confianza en Jesús porque Dios el Padre lo había “garantizado”.

i. “Si el tiempo aoristo del verbo ‘señaló’ (Gk.esphragisen) sugiere que identifiquemos el sello con un evento particular, probablemente deberíamos pensar en el bautismo de nuestro Señor (cf. Juan 1:32-34).” (Bruce)

ii. “Señaló, por indudable testimonio, como en su bautismo; y desde entonces, por sus milagros.” (Alford)

iii. “Como cuando una persona que desea comunicar lo que siente a alguien más que está a distancia escribe una carta, la sella con su propio sello, y la envía dirigida a la persona para la que fue escrita. Así Cristo, que yacía en el seno del Padre, vino a interpretar la voluntad divina al hombre, llevando la imagen, la inscripción, y el sello de Dios, en la santidad inmaculada de su naturaleza, la verdad inmaculada de su doctrina, y la asombrosa evidencia de sus milagros.” (Clarke)

3. (28-29) Jesús responde su segunda pregunta: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?

Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

a. ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Jesús les dijo, trabajad, no por la comida que perece (John 6:27). En respuesta, utilizaron la misma palabra que Jesús utilizó y le preguntaron “¿qué debemos hacer para poner esto en práctica?”

i. El sentido detrás de su pregunta parecía ser, “sólo dinos qué hacer para que podamos obtener lo que queremos de ti. Queremos tu pan milagroso y que seas nuestro Rey Milagroso; dinos qué hacer para obtenerlo.”

ii. Los que cuestionaron a Jesús parecían seguros de que si tan sólo Jesús les dijera qué hacer, podrían agradar a Dios con sus obras de Dios. Para estas personas, como con muchas hoy en día, complacer a Dios se encuentra en la fórmula correcta de realizar obras que complazcan a Dios.

b. Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado: Jesús primero que nada les ordenó (y a nosotros también) que no hicieran algo, sino queconfiaran. Si queremos hacer la obra de Dios, esta comienza con confiar en Jesús.

i. Un padre no solo quiere obediencia del hijo; una relación de confianza y amor es mucho más importante para el padre. La esperanza es que la obediencia crezca de esa relación de amor y confianza. Dios quiere el mismo patrón en nuestra relación con él.

ii. La primera obra es creer en el que él ha enviado, sin embargo Dios también se preocupa por nuestra obediencia. En este sentido nuestra fe en Él no es un sustituto de las obras; nuestra fe es el fundamento de las obras que realmente agradan a Dios.

iii. Maclaren sobre el contraste entre obras y obra: “Ellos pensaban en una gran variedad de obras y observancias. Él las toma todas y las reúne en una sola.”

iv. “El sacerdote dice, ‘Ritos y ceremonias.’ El pensador dice, ‘Cultura, educación.’ El moralista dice, ‘Haz, esto y aquello,’ y enumera toda una serie de actos separados. Jesucristo dice, ‘Solo se necesita una cosa…Esta es la obra de Dios.’” (Maclaren)

v. “Este es el dicho más importante de nuestro Señor, ya que contiene el germen de esa enseñanza que vendrá en una versión expandida en los escritos de San Pablo.” (Alford)

4. (30-33) Jesús responde su tercera pregunta: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, más mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

a. Qué señal, pues, haces tú: La multitud que escuchaba a Jesús en la sinagoga en Capernaum lo siguió desde la alimentación de los 5,000. Sin embargo también había entre ellos líderes judíos de Jerusalén (Mateo 15:1, Juan 6:41). Estos escucharon la emocionante charla sobre la alimentación milagrosa, pero querían verla otra vez. Así también, los que comieron querían comer otra vez.

i. “Habían caído una vez más bajo la influencia de los escribas de Jerusalén que habían llegado (Mateo 15:1, Marcos 7:1) a Capernaum para oponérsele y ahuyentarlo.” (Trench)

b. Nuestros padres comieron el maná en el desierto: Los que cuestionaron a Jesús esperaban poder manipularlo para que proveyera pan diario para ellos, tal como Israel lo había recibido de Dios en el Éxodo. Incluso supieron cómo citar la escritura en el intento (Pan del cielo les dio a comer, Salmos 105:40).

c. Mi Padre os da el verdadero pan del cielo: Podríamos parafrasear la respuesta de Jesús así: “¿qué otras obras podemos hacer? Esta es la obra: darles la palabra de Dios y vida eterna a través de mí. Este es el pan espiritual del que deben alimentarse para tener vida.”

i. “Nuestro Señor no lo niega aquí, sino queafirma el carácter milagroso del maná.” (Alford)

d. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo: Jesús intentó elevar sus mentes sobre las cosas terrenales hacia las realidades celestiales; para llegar a un entendimiento de que Él es necesario para una vida espiritual así como el pan es necesario para la sobrevivencia física.

i. “El pan de Dios fue él que vino del cielo y le dio al hombre no solo satisfacción de su hambre física, sino también vida. Jesús estaba afirmando que la única verdadera satisfacción estaba en él.” (Barclay)

5. (34-40) Jesús responde la cuarta pregunta:Señor, danos siempre este pan.

Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

a. Danos siempre este pan: Nos preguntamos si los que viajaron cruzando el mar de Galilea para encontrar a Jesús ahí se encontraban hambrientos cuando tuvieron esta conversación con Jesús. Ellos querían el pan material que Jesús proveyó milagrosamente, y lo querían siempre.

i. Cuando tenemos hambre, sentimos como si la comida fuera a resolver todos nuestros problemas. Pasa lo mismo con todas las otras dificultades prácticas en las que nos encontremos. Así como Jesús intentó elevar su entendimiento de las necesidades materiales y físicas, así también nosotros necesitaos que se eleven nuestras mentes.

ii. “Lo que ellos querían, él no se los daría; lo que el ofrecía, ellos no recibirían.” (Bruce)

iii. Señor, danos siempre este pan: “Kurie probablemente debería ser traducido como señor en este versículo en vez de Señor, ya que es claro por el versículo 36 que estos galileos no creían en Jesús.” (Tasker)

b. Yo soy el pan de vida: En la respuesta de Jesús, él esperaba levantar sus ojos del pan material y los reinos terrenales, hacia las realidades espirituales. Ellos necesitaban poner su confianza en Jesús en vez del pan material.

i. “Este es el primero de los distintivos ‘Yo soy’ de este evangelio (donde Jesús utiliza el ego eimi con un predicado).” (Bruce)

c. El que a mí viene, nunca tendrá hambre: Jesús explicó que el que va a él – esto es, que lo recibe, cree en él – encontrará su hambre espiritual satisfecha en Jesús.

i. “La venida aquí es realizada por el deseo, oración, acuerdo, consentimiento, confianza, obediencia.” (Spurgeon)

ii. “Este verso no debería considerarse como una declaración abstracta. Constituye una apelación. Como Jesús es el pan de vida los hombres están invitados a venir a él y a creer en él.” (Morris)

iii. “La fe en Cristo es simple y verdaderamente descrita como venir a él. No es una hazaña acrobática; es simplemente venir a Cristo. No es un ejercicio de profundas capacidades mentales; es venir a Cristo. Un niño viene a su madre, un hombre ciego viene a su casa, incluso un animal viene a su amo. Venir es ciertamente una acción muy sencilla; parece tener solo dos cosas al respecto, alejarse de algo, y la otra es venir a algo.” (Spurgeon)

d. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera: Jesús dejó claro que venir a Jesús inicia con la obra del Padre, y el recibirá a todos los que vayan a él.

i. Todo lo que el Padre me da: “‘Todo’ es neutral, lo que hace a ‘todo’ muy general, aunque ciertamente se refiere a personas.” (Morris)

ii. No le echo fuera: “Nuestro Señor bendito alude al caso de una persona en una angustia y pobreza profundas, que se acerca a la casa de un noble, para obtener alivio: la persona aparece; y el dueño, lejos de tratar al pobre hombre con aspereza, lo recibe con amabilidad y suple sus necesidades. Así también Jesús.” (Clarke)

iii. “No, no le hecho fuera, fuera. Un discurso poderoso, y una consideración de lo más cómoda. ¿Quién no querría venir a Cristo bajo un estímulo tan dulce?” (Trapp)

e. No para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió: Cuando Jesús los invitó a ir a él, también les recordó que era seguro venir a él. Él no estaba interesado en sus propios planes, sino en la voluntad de su Padre.

f. Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada: Esta era otra razón de peso para venir al Hijo – Todos los que le son dados del Padre y vienen a él, él los mantiene a salvo.

g. Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: Este es el maravilloso destino de todos los que le son dados del Padre y vienen a Jesús.

i. En todo esto Jesús tenía en mente tanto a la comunidad de creyentes (Todo lo que el Padre me da, vendrá a míle resucitaré)comoal creyente individual (al que a mí vienele resucitaré).

ii. Todo aquel que ve al Hijo: “En estas ‘miradas sobre’ el hijo ciertamente hay una referencia a la serpiente de bronce que fue levantada por Moisés en el desierto sobre un poste (en forma de cruz, según dice la tradición rabínica), y que cualquiera que la mirara era sanado.” (Trench)

6. (41-46) Jesús explica por qué lo rechazan.

Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.

a. ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? Las personas murmuraban sobre Jesús, pensando que lo que decía de sí mismo era demasiado grande, demasiado exaltado (¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?)

i. “Seis veces en este contexto inmediato Jesús dice que ‘vino del cielo’ (Juan 6:33, 38, 41, 50, 51, 58). Su afirmación de origen celestial es inconfundible.” (Tenney)

ii. “Esta era una de las verdaderas dificultades de los contemporáneos de Jesús. El Mesías debía llegar ‘en las nubes’,’ aparecer repentinamente; pero Jesús había crecido tranquilamente entre ellos (Dods)

iii. Murmuraban entonces de él los judíos: “‘Los judíos’ no como podríamos esperar, ‘los galileos,’ probablemente porque Juan identificaba a esta multitud incrédula con los característicos judíos incrédulos.” (Dods)

b. No murmuréis entre vosotros: Mientras Jesús hablaba con la multitud en la sinagoga, ellos murmuraban y comentaban entre ellos.

i. “‘Murmuraban’ indica descontento. Es el confuso sonido que corre sobre una multitud cuando están enojados y en oposición.” (Morris)

c. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere: Los judíos pensaban que todos ellos eran escogidos por Dios por virtud de su nacimiento físico y natural. Jesús dejó claro que Dios debía traerlos a él antes de que ellos pudieran venir a Dios. Cualquiera que responde al Padre responderá al Hijo.

i. “Así que a menos de que Dios lo traiga, ningún hombre vendrá a Cristo, porque ninguno podrá, sin esta traída, sentir alguna vez la necesidad de un Salvador.” (Clarke)

ii. Con frecuencia sentimos como si nosotros “dirigiéramos” en nuestra relación con Dios. En realidad, él nos llama y nosotros venimos. Esta comprensión de la iniciativa de Dios en la salvación debería hacernos más confiados en el evangelismo, sabiendo que Dios está atrayendo a las personas, y podemos esperar ver a esos a quienes el Padre trae a él.

iii. “La palabra que Juan utiliza para atraer es helkuein. La palabra utilizada en la traducción griega del hebreo cuando Jeremías escucha a Dios decir como lo tiene la Versión Autorizada: ‘con amor eterno te he amado’ (Jeremías 31:3).” (Barclay)

iv. “Que esta ‘atracción’ no es una gracia irresistible, es dicho hasta por el mismo Agustín, el gran defensor de las doctrinas de la gracia. ‘Si un hombre es atraído, dice un objetor, viene en contra de su voluntad. (Nosotros respondemos) si él viene involuntariamente, no cree: si no cree, no viene. Pues no corremos hacia Cristo por nuestros pies, sino por fe; no con el movimiento del cuerpo, sino con el libre albedrío del corazón… No piensen que son atraídos en contra de su voluntad; la mente puede ser atraída por amor.’” (Alford)

v. “Trayendo, o atrayendo, no arrastrando se debe atender aquí. ‘Él,’ dicen los rabinos, ‘que desea aferrarse al santo y bendito Dios, Dios lo toma, y no lo desecha.’Sinopsis. Zohar. p. 87. Los mejores escritores griegos utilizan el verbo en el mismo sentido de atraer, incitar, &c.” (Clarke)

vi. “Crisóstomo dice, ‘Esta expresión no remueve nuestra parte en el venir, sino que más bien muestra que queremos que venga la ayuda.’” (Alford)

vii. Trajere “tiene la misma latitud de significado que ‘traer.’ Es utilizado como remolcando un barco, arrastrando un carrito, o tirando una cuerda para izar las velas. Pero también es utilizada, Juan 12:32, como una gentil pero poderosa atracción moral.” (Dods)

d. Y yo le resucitaré en el día postrero: Todos los que vienen a Jesús traídos por el Padre recibirán vida eterna y serán resucitados en el día postrero.

e. Y serán todos enseñados por Dios: Jesús citó a Isaías 54:13, lo que quizá haya sido parte de la lectura de la sinagoga para ese día de reposo. La idea es que todos los que pertenecen a Dios son enseñados por Dios, siento traídos a él (todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí).

i. “El mismo Dios le enseñará a su gente, i.e. Él les enseñará dentro de sus corazones. Solo los que son enseñados de esta manera vendrán a Jesús.” (Morris)

ii. “Esto era tanto como decir, ‘El Padre nunca les ha enseñado, ustedes no han aprendido nada de él, o vendrían; pero en su rechazo de mí prueban que son extraños para la gracia de Dios.’” (Spurgeon)

f. Todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí: Los que tienen una revelación de Dios el Padre vendrán a su Hijo y Representante Perfecto. Escuchar y aprender del Hijo es escuchar y aprender del Padre.

i. “Pero no se afirma aquí que todo aquel a quien Dios enseña viene; el kai maqwn introduce un elemento dudoso.” (Dods)

ii. “Si, como algunos creen, Isaías 54 es incluido en las lecciones de la sinagoga designadas para ese periodo del año, entonces las palabras citadas por Jesús podían haber estado frescas en las mentes de muchos de sus oyentes.” (Bruce)

g. Éste ha visto al Padre: Aquí Jesús insistió una vez más en su relación única con Dios el Padre. Él afirmó tener una relación y conexión con Dios el Padre que nadie más tenía.

i. “Su incredulidad no altera el hecho, ni debilita su aseguramiento del hecho.” (Dods)

ii. “Él le está enseñando a los teólogos sobre la Trinidad, cómo la unidad de Dios no es la palabra final de revelación concerniente al único Dios. Mientras se siga pensando que no hay más que una persona en la Trinidad, es imposible que la encarnación y todo el esquema de la redención sean entendidos.” (Trench)

7. (47-51) El verdadero pan del cielo.

De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

a. El que cree en mí, tiene vida eterna: Leemos esta asombrosa declaración con dos ideas principales en mente. En primer lugar, lo que significa “creer” en el sentido en el que Jesús se refería; esto es, confiar en, depender de, y aferrarse a. Es un amor confiado. En segundo lugar, pensamos en la asombrosa naturaleza de su afirmación. Ningún otro profeta u hombre santo en la biblia dijo alguna vez algo así; “Crean en mí y encontrarán vida eterna.”

b. Yo soy el pan de vida: Jesús repitió y continuó utilizando esta metáfora. Así como el pan es necesario para la vida física, Jesús es necesario para la vida espiritual y la vida eterna.

i. “Todo hombre se alimenta de una u otra cosa. Usted verá, un hombre recogiendo su periódico dominical ¡cómo se alimentara de eso! Otro ve a atracciones frívolas, y se alimenta de ellas. Otro hombre se alimenta de sus negocios y sobre el pensamiento de sus muchas preocupaciones. Pero todo eso es alimento pobre; son solo cenizas y cáscaras. Si usted lo hizo pero posee verdadera vida espiritual, usted conocerá la profunda necesidad que hay de alimentarse de Cristo.” (Spurgeon)

c. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron: El pan espiritual que Jesús ofrece es incluso más grande que el maná que Israel comió en el desierto. Lo que ellos comieron solo les dio vida temporal; lo que Jesús les ofrece trae vida eterna.

d. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre: Jesús habló en sentido figurado. La metáfora de comer y beber era común en el tiempo de Jesús, y señalaba a una toma dentro de lo más profundo de su ser.

i. “Cuando un hombre lo tome una vez (‘comer’ es en el tiempo aoristo, de la acción de una sola vez y para siempre de recibir a Cristo) no morirá.” (Morris)

ii. Algunos erróneamente toman este pasaje como si hablara de la práctica cristiana de la comunión, la Cena del Señor instituida por Jesús la noche antes de su crucifixión (Lucas 22:14-23), celebrada entre los cristianos (Hechos 2:42) y enseñada en las cartas de Pablo (1 a los Corintios 11:23-26). Equivocadamente piensan que recibir el pan y la copa en la Cena del Señor es esencial para salvación, y que todos los que lo hacen tienen la salvación garantizada.

iii. De lo que Jesús hablaba aquí no era de la comunión, la Cena del Señor – sin embargo el concepto se relaciona  con el de la comunión. “Nuestro Señor en este discurso en realidad no está hablando directamente de la Cena del Señor, pero sí expone la verdad que ésta transmite.” (Bruce)

iv. “Muchos comentaristas hablan como si la palabra ‘carne’ por sí sola hiciera referencia a la Santa Comunión. Esta, por supuesto, no hace nada por el estilo. No se encuentra en las narrativas de la institución, ni en 1 Corintios 10, ni en 1 Corintios 11 en conexión con el sacramento. Ni es común en los Padres en este sentido.” (Morris)

v. “Los Padres exponen comúnmente esta parte del sermón de nuestro Salvador como si hablara del sacramento de la Cena del Señor, y así cayeron en ese error, de que solo los comulgantes podían salvarse; de ahí que le dieran el sacramento a los infantes, y lo pusieran en las bocas de los muertos.” (Trapp)

vi. “Él está diciendo: ‘Ustedes deben de dejar de pensar en mí como un tema de debate teológico: ustedes deben tomarme dentro de ustedes, y ustedes deben venir a mí; y entonces tendrán verdadera vida.’” (Barclay)

vii. “Crede et manducasti, dijo Agustín, ‘crean’ – o, más bien,confíen– ‘y usted habrá comido.’” (Maclaren)

e. El pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo: Jesús claramente explicó a qué se refería como pan en este contexto. Ese pan era su carne, dada por la vida del mundo. Era su obra próxima a llegar en la cruz cuando dio su vida como sacrificio agradando a Dios el Padre y como sustituto por los pecadores culpables.

i. Morris sobre el uso de carne: “Es una palabra fuerte y destinada a atraer la atención. Su casi cruda contundencia cautiva la atención sobre el hecho histórico de que Cristo sí se entregó a sí mismo por el hombre.”

ii. “Entregar la carne apenas puede significar algo más que la muerte, y el fraseo aquí apunta a la muerte, que es voluntaria (‘yo daré’) e indirecta (‘por la vida del mundo’).” (Bruce)

iii. “Las palabras, entonces, son una alusión críptica a la expiatoria muerte que Cristo sufriría, junto con un desafío a entrar a la más íntima y cercana relación con él.” (Morris)

iv. “Ahora, hermanos y hermanas, el alimento de su fe se encuentra en la muerte del Señor Jesús por ustedes; y ¡oh, que comida tan bendita es!” (Spurgeon)

v. “Aquí nuestro Señor claramente declara que su muerte sería un sacrificio por otros y expiación por el pecado del mundo; y, como ninguna vida humana podría ser preservada a menos que se recibiera pan (alimento apropiado), así ningún alma podría ser salvada sino por el mérito de su muerte.” (Clarke)

vi. Jesús explicó que recibirlo como pan no era recibirlo como un gran maestro moral, ejemplo, o profeta. No era recibirlo como un hombre bueno o grande, o un noble mártir. Era recibirlo a la luz de lo que hizo en la cruz, su máximo acto de amor por una humanidad perdida.

8. (52-59) Recibiendo a Jesús en el máximo sentido.

Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

a. ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Es probable que los líderes judíos malinterpretaron intencionalmente a Jesús en este punto. Él acababa de explicar que el pan era su cuerpo que sería entregado como sacrificio por la vida del mundo (Juan 6:51). Intencionalmente tergiversaron sus palabras para insinuar un bizarro canibalismo.

i. Este fue el resultado de su discusión (Entonces los judíos contendían entre sí). “Tenían diferentes juicios sobre él. Algunos impacientemente lo denunciaban como demente; otros sugerían que había verdad en sus palabras.” (Dods)

ii. “Nuestro Salvador fue, sin embargo, llevado a hacer estas observaciones por el hecho de que los judíos ignorantes, cuando habló de comer su carne, y beber su sangre, realmente pensaron que debían convertirse en caníbales, y comérselo. Usted bien puede sonreír ante una idea tan ridícula; sin embargo usted sabe que la idea aún prevalece en la Iglesia de Roma. El sacerdote romano solemnemente nos asegura que las personas que comen el pan y beben el vino, o las cosas que ellos llaman pan y vino, realmente actúan como caníbales, y comen el cuerpo de Cristo, y beben su sangre.” (Spurgeon)

b. Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros: Jesús respondió a su intencionado malentendido hablando aún más osadamente, ampliando el punto hecho en Juan 6:51 – Su “carne” era su vida entregada.

i. Pan de vida es una metáfora. Pan del cielo es una metáfora. Pan viviente es una metáfora. Pan de Dios es una metáfora. No nos sorprende que Jesús extienda su metáfora del pan a su sacrificio que estaba próximo a llegar en la cruz.

ii. “Él les dio otra declaración la cual ellos, doctores de la ley bien versados en la teoría de los sacrificios, definitivamente entenderían. El ‘comer de la carne y beber de la sangre’ era una clara alusión a la idea Sacrificial.” (Trench)

iii. El Jesús crucificado y resucitado debe ser recibido e internalizado – metafóricamente comiendo – o no hay verdadera vida espiritual, no hay vida eterna.

iv. “Comer la carne de Cristo y beber su sangre señalan al acto de salvación central descrito de otra manera en, digamos, Juan 3:16. La muerte de Cristo abre el camino de la vida… Comer la carne y beber la sangre representa una manera notable de decir esto.” (Morris)

v. “Nuestro Señor fue más allá, y habló en un lenguaje místico de la necesidad de beber su sangre. La imagen era sugestiva de un camino a la vida a través de muerte y sacrificio.” (Morgan)

vi. “En el versículo 54 la persona que coma la carne del Hijo del Hombre y beba su sangre será resucitada por él en el día final; en el versículo 40 se hace la misma promesa para todo el que vea al hijo y crea en él.” (Bruce)

c. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida: La vida sacrificada de Jesús es comida y bebida para el alma hambrienta y sedienta. Cuando recibimos e internalizamos a Jesucristo y su crucifixión por nosotros, verdaderamente permanecemos en él y él en nosotros (en mí permanece, y yo en él).

i. Estas declaraciones tan radicales ofendieron a muchos; en parte esta era la intención de Jesús. En respuesta a los que distorsionaron sus palabras y su significado, hizo las metáforas más fuertes, no más débiles. Se negó a retractarse de la verdad: yo soy el pan de vida, y la sustancia de ese pan es su sacrificio en la cruz, la entrega de su carne y sangre. Lo que él dio en la cruz, nosotros debemos recibir.

ii. “Su sangre y su carne, la vida humana de Cristo, fueron entregadas por el hombre; y los hombres comen su carne y beben su sangre, cuando usan su sacrificio para su propio beneficio, cuando asimilan para su propio ser toda la virtud que estaba en él.” (Dods)

iii. En mí permanece, y yo en él: “Él vive en ellos, y ellos en él; porque son hechos partícipes de la naturaleza divina: 2 Pedro 1:4.” (Clarke)

d. El que me come, él también vivirá por mí: Los que vengan a Jesús, crean en él, se alimenten de él encontraran vida. Ellos vivirán, pero no porque hayan encontrado o ganado la respuesta, sino porque Jesús libremente les ha dado lo que ganó en la cruz –por mí.

i. El que me come: “Esto es, el que participa de mi persona, méritos, pasiones, privilegios, me ha recibido en todos mis oficios y eficacias.” (Trapp)

ii. “Al comer y beber, el hombre no es un productor, sino un consumidor, no es un hacedor ni un dador; él simplemente toma. Si una reina debe comer, si una emperatriz debe comer, ella se volverá tan completamente recibidora como el indigente en el asilo para los pobres. Comer es un acto de recepción en todos los casos. Así es también con la fe: no tienes que hacer, ser, o sentir, sino solo recibir.” (Spurgeon)

e. El que come de este pan, vivirá eternamente: Jesús nos ofrece el pan del cielo para vida eterna, pero debemos comerlo. La fe en Jesús no es comparada con probar o admirar, sino con comer. Jesús dice que debemos tenerlo dentro de nosotros, y debemos participar de él.

· Ver una hogaza de pan en un plato no satisfará nuestra hambre.

· Conocer los ingredientes del pan no satisfará nuestra hambre.

· Tomar fotos del pan no satisfará nuestra hambre.

· Contarle a otras personas sobre el pan no satisfará nuestra hambre.

· Vender el pan no satisfará nuestra hambre.

· Jugar a la pelota con el pan no satisfará nuestra hambre.

· Nada podrá satisfacer nuestra hambre y darnos vida excepto comer el pan…El que come de este pan, vivirá eternamente.

f. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum: Este increíble discurso de Jesús, que inició en Juan 6:26 e incluye la discusión de Jesús con sus oyentes sucedió durante un servicio de la sinagoga. Es probable que a Jesús se le haya dado la libertad de la sinagoga, la oportunidad de hablarle a la congregación.

i. “‘Habló estas cosas en una sinagoga, enseñando en Capernaum,’ y sin duda en un día de reposo, como muchos MSS. señalan.” (Trench)

F. Reaccionando a las radicales declaraciones de Jesús.

1. (60-64) Muchos discípulos se fueron.

Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

a. Dura es esta palabra: Esto se refiere a eso que es difícil de aceptar, no a lo que es difícil de entender. Sin duda, estos discípulos (discípulos en un sentido amplio, no en el sentido más reducido) encontraron las palabras de Jesús, de cierta manera, misteriosas, pero fueron las partes que entendieron las que les resultaron muy perturbadoras.

i. “No es de extrañarse que los discípulos consideraron duro el discurso de Jesús. La palabra griega es skleros, que no significa difícil de entender; sino difícil de aceptar.” (Barclay)

b. ¿Esto os ofende? Jesús entendió la ofensa que muchos de sus oyentes tomaron de su enseñanza, sin embargo no cambió su enseñanza ni sintió que fue su culpa. Jesús no predicaba solo para complacer a su audiencia. Si esa fuera su preocupación, inmediatamente se hubiera retractado de lo que acababa de decir, al ver que su audiencia se había ofendido. Jesús no se retractó. Los desafió y los confrontó aún más.

i. “Los eventos de este capítulo han dejado muy claro que seguirlo significaba algo muy diferente de lo que ellos habían pensado. No se dice nada para darnos una idea clara de sus puntos de vista, pero la probabilidad es que estaban interesados en el reino mesiánico al igual que la expectativa general.” (Morris)

c. ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? Jesús básicamente dijo, “Si todo esto los ha ofendido, ¿qué pensarán cuando me vean en gloria, y tengan que responder ante mí en el juicio?” Mejor que se ofendan ahora y lo superen, a que se ofendan en ese día.

d. El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha: Esta bien podría ser la idea principal de todo el discurso de Jesús. Continuamente los llama a ellos y a nosotros a poner nuestro corazón y nuestro enfoque en las realidades espirituales, no en las cosas materiales.

i. “El Espíritu imparte vida al creyente; no es transmitida por el proceso de comer físicamente.” (Tenney)

e. Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían: Como Jesús es Dios, tenía la prerrogativa divina de conocer el corazón del hombre. Sin embargo es totalmente posible que Jesús supiera esto simplemente como un hombre sometido al Padre y dotado por el Espíritu Santo. Nunca fue engañado por una fe falsa, ni por aquel quién le había de entregar.

2. (65-66) La razón espiritual por la que muchos se fueron.

Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.

a. Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre: Jesús reprendió sus motivaciones materiales y terrenales para seguirlo. Si no lo buscaban en el Espíritu en vez de buscarlo por comida y un reino, entonces realmente no habían venido a él.

i. Tal vez lo siguieron hasta el otro lado del mar de Galilea, pero no vinieron realmente a Jesús hasta que llegaron al sentido de creer en él, confiar en él, amarlo (Juan 6:35).

b. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él: Una vez que Jesús en efecto desalentó toda motivación material y terrenal para seguirlo, muchos dejaron de hacerlo. También fueron desalentados y quizás confundidos por la controversia deliberada (Juan 6:52) introducida por los líderes religiosos que visitaban desde Jerusalén (Mateo 15:1).

i. Desde entonces: “‘Desde entonces’ es una traducción posible de ek toutou. También podría significar ‘Debido a esto [esta declaración].’ Ésta última tiene sentido porque no fue solamente la cronología lo que cambió la actitud de los discípulos.” (Tenney)

ii. Cuando se fueron tantos, pareció como si los enemigos de Jesús hubieran ganado. “Es la crisis de la primera gran apostasía en su ministerio. Sus enemigos, ‘los judíos’ en apariencia se habían llevado el día.” (Trench) Jesús se quedó con solo 12, y tal vez ellos también se irían. Sin embargo la batalla no estaba perdida. Muchos de los que se fueron regresarían, pero la pérdida de los que seguían a Jesús por motivos materiales o impuros fue dolorosa – uno desearía que se hubieran quedado a escuchar y recibir la obra del Espíritu Santo. Ellos no probaron que Jesús y los que se quedaron con él estaban equivocados.

iii. “Las iglesias tienen veranos, como nuestros jardines, y luego todas las cosas están llenas; pero luego viene el invierno, y ¡ay, que vaciamientos son vistos!” (Spurgeon).

iv. Es importante hacer lo que Jesús hizo, y no alentar a otros a seguir a Jesús por motivos temporales o materiales, promoviendo a Jesús simplemente como algo que agregar para tener una vida mejor. De los que vienen de esta manera, puede ser revelado que en realidad nunca fueron dados del Padre para seguir a Jesús.

3. (67-69) Los discípulos son ejemplo de disposición de seguir incluso cuando no lo entienden todo.

Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

a. ¿Queréis acaso iros también vosotros? ¡Qué escena! Decenas de aspirantes a seguidores de Jesús lo dejaron, y él le pregunta a los doce si ellos también se irán. Jesús examinó los motivos de todos los que le seguía, incluyendo a los doce. Mientras se vaciaba la sinagoga, Jesús hace esta pregunta que asumía una respuesta negativa.

i. “Como Juan expresa la pregunta de nuestro Señor en griego, insinúa que no fue hecha con un estado de ánimo de desesperanza; el uso del negativo griegomeen una pregunta indica que se espera la respuesta ‘No’. ‘Ustedes no se quieren ir también, ¿verdad?’” (Bruce)

b. Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna: Hablando por los doce, Simón Pedro dio una maravillosa declaración de fe.

· El reconoció a Jesús como Señor.

· Él reconoció a Jesús como la alternativa preferida, a pesar de las dificultades.

· Él reconoció el valor de las cosas espirituales, más que los deseos materiales y terrenales de los que se fueron (palabras de vida eterna).

· Él reconoció a Jesús como Mesías (Cristo) y Dios (el Hijo del Dios viviente).

4. (70-71) El conocimiento de Jesús de sus propios discípulos.

Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.

a. No os he escogido yo a vosotros: Jesús en realidad sí escogió a los doce discípulos. Sin embargo uno de entre los que escogió era como un diablo– y le iba a entregar.

i. “Uno de ellos era un diabolos– la palabra griega significa un ‘calumniador’ o ‘difamador’ o ‘falso acusador’, pero probablemente aquí es utilizada como el equivalente del hebreo satanás, ‘adversario’.” (Bruce)

ii. “En el oscuro acto aquí profetizado, Judas estaba bajo la instigación inmediata de Satanás y se entregó a ella.” (Alford)

iii. “Hay Judas entre los aparentes seguidores del Señor en nuestro tiempo. Ellos están en nuestras bancas, incluso en nuestros púlpitos, y algunas veces pasan sin ser detectados. Ellos traicionan al Señor y al evangelio con sus palabras y sus acciones.” (Boice)

b. Hablaba de Judas: La sencilla y espiritual devoción de los discípulos de Jesús hacía que el contraste con la apostasía de Judas fuera mucho más horrible. Aunque muchos se alejan y algunos incluso traicionan a Jesús, no debe cambiar la fe o el andar de un verdadero seguidor de Jesucristo.

i. Judas Iscariote, hijo de Simón: “No solo el padre de Judas era de Karioth, sino que el mismo Judas era de ahí, como nos enteramos por los cuatro evangelios. Pues todos lo llaman Iscariote, que significa ‘hombre de Karioth.’” (Trench)

ii. “Karioth era una ciudad en la parte sur de Judá (Josué 15:25), al sur de Hebrón en el seco Neguev.” (Tenney)

© 2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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