Juan 8 – La luz del mundo
Vídeos sobre Juan 8:
Juan 8:12-30 – Opuesto Por Las Tiniebles
Juan 8:31-59 – Opuesto Por El Diablo
A. Se lleva a una mujer sorprendida en adulterio ante Jesús para ser juzgada.
1. (7:53-8:2) Jesús enseña en el templo.
Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
a. Cada uno se fue a su casa: El sentido en el texto como lo entendemos es que Jesús confundió a sus oponentes cuando predicó en el templo y entonces cada uno tomó su propio camino. Jesús fue al monte de los Olivos a dormir.
i. Hablando del texto original, esta es una sección (Juan 7:53-8:11) que ha provocado algo de debate y controversia. A partir de la evidencia actual del manuscrito, parece poco probable que esta porción fuera parte del texto original del evangelio de Juan, o por lo menos en este lugar.
· La mayoría de los manuscritos griegos más antiguos omiten esta sección.
· Muchos manuscritos posteriores marcan esta sección con asteriscos.
· Un grupo de manuscritos inserta esta sección después de Lucas 21:38.
· Unos cuantos manuscritos tienen esta sección después de Juan 21:24, y una lo tiene en Juan 7:36.
· “Toda esta evidencia sugiere que los escribas a menudo ignoraban su ubicación exacta, pero estaban ansiosos por retenerlo como parte de los cuatro evangelios.” (Tasker) Sabían que pertenecía, pero no sabían exactamente dónde.
ii. Algunos antiguos cristianos (como Agustino o Ambrosio) omiten esta historia, no tanto por la evidencia textual sino porque pensaban que hacía que Jesús pareciera aprobar la inmoralidad sexual, o por lo menos que no la consideraba tan seria.
iii. Al mismo tiempo, el carácter de la historia parece hacer evidente que es genuina, y muchos eruditos notan que sí es histórica y objetiva. Antiguos escritores cristianos mencionan este relato tan pronto como el siglo II (100 d.C.). Tenemos buenas razones para creer que esto realmente sucedió, y que Juan realmente lo escribió. Hay algo de debate en cuanto a dónde pertenece en los relatos del evangelio, pero hay buenas razones para creer que pertenece.
iv. “Si no era de Juan, era una interpretación muy temprana de Juan: posiblemente pudo haber tenido la aprobación de Simeón o Judas (a principios del segundo siglo), el segundo y el tercer obispo de Jerusalén, ‘hermanos’ de nuestro Señor, los últimos sobrevivientes de la era apostólica. Estos dos parecen haber estado conectados con la edición de este evangelio, pues probablemente son el ‘nosotros’ de Juan 21:24, y los dos discípulos anónimos de Juan 21:2.” (Trench)
v. “Si acaso no podemos sentir que esto es parte del evangelio de Juan, podemos sentir que la historia es fiel al carácter de Jesús.” (Morris)
b. Volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba: Si tomamos la cronología del Evangelio de Juan en su posición actual, Jesús permaneció en Jerusalén por algunos días después de la Fiesta de los Tabernáculos (Juan 7:37). Aunque las autoridades religiosas querían silenciarlo y arrestarlo, él seguía enseñando osadamente a las grandes multitudes en el espacio más público de Jerusalén –al templo.
2. (3-5) La mujer es traída a Jesús, sorprendida en el acto de adulterio.
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
a. Trajeron una mujer sorprendida en adulterio: Ellos hicieron esto mientras Jesús enseñaba públicamente en los patios del templo. Querían hacer esto lo más público posible, para avergonzar a la mujer y a Jesús.
i. “Todo parece indicar que los acusadores tenían alguna venganza especial en contra de ella. Esto también se muestra en el hecho de que llevaron a la mujer para mostrarla públicamente… No había necesidad de esto. Podía haber permanecido en custodia mientras el caso era referido a Jesús.” (Morris)
ii. El verbo sorprendida está en tiempo perfecto. “El perfecto indica un significado como ‘tomada con su vergüenza sobre ella’. Señala a su continuo carácter como adúltera.” (Morris)
b. Esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio: Los líderes religiosos llevaron a esta mujer a Jesús en circunstancias humillantes. Era retenida en contra de su voluntad, una prisionera bajo la custodia de la policía religiosa que la atrapó involucrada con un hombre que no era su esposo, en el acto mismo de adulterio.
i. Por mencionar lo evidente, también había un hombre involucrado en este acto mismo de adulterio– sin embargo el hombre culpable no fue llevado ante Jesús para juicio. También significaba que había espías que habían sido enviados para presenciar este romance, y cuidadosamente observaron los sórdidos detalles.
ii. Morris señala que en términos legales, el estándar de las pruebas era muy alto en este tipo de crímenes. Tenía que haber dos testigos y tenían que concordar perfectamente. Tenían que ver que el acto sexual se llevara a cabo; no era suficiente con ver a la pareja dejando la misma habitación juntos, ni siquiera con verlos acostados en la misma cama. “Los mismos movimientos físicos de la pareja no deben dejar lugar a otra explicación…. Estas condiciones eran tan estrictas que solo podían ser cumplidas en raras ocasiones.” (Morris)
iii. “Bajo estas condiciones la obtención de la evidencia de un adulterio sería casi imposible si el asunto no estuviera arreglado.” (Boice)
c. En la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres: Es verdad que el adulterio era una ofensa capital bajo la ley judía, pero las reglas para la evidencia en tales casos eran extremadamente estrictas. El acto en sí tuvo que haber sido observado por múltiples testigos que estuvieran de acuerdo con exactitud en su testimonio. Como un asunto práctico, casi nadie era ejecutado por adulterio, ya que este era un pecado relativamente privado.
i. “Parece que para el primer siglo a.C. ya no se aplicaba todo el rigor de la ley como regla general en las comunidades urbanas por ningún caso.” (Bruce)
ii. “Por la referencia a la ley en el versículo 5 podría parecer que ella era responsable de este delito en particular porque había pecado durante el periodo de compromiso, la fornicación dentro de este periodo era considerado adulterio.” (Tasker)
d. ¿Qué dices? Ellos le pusieron una trampa a Jesús. Si Jesús decía, “déjenla ir,” entonces parecería que quebrantó la ley de Moisés. Si decía, “Ejecútenla por su crimen de adulterio,” entonces Jesús parecería severo y tal vez cruel. Además, violaría la ley romana, porque los romanos les habían quitado el derecho a la ejecución oficial por las ofensas religiosas a los judíos.
i. Este era un dilema similar a la pregunta que se le plateó a Jesús sobre pagar los impuestos al César (Mateo 22:15-22).
3. (6) Jesús ignora a los acusadores, como si nunca los hubiera escuchado.
Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
a. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle: Los líderes religiosos – hombres miserables – utilizaron a esta mujer como arma contra Jesús. La presentaron como una pecadora delante de Jesús, pero ignoraron su propio pecado en el asunto.
i. La justicia no les interesaba en lo absoluto, pues era evidente que habían arreglado cuidadosamente el acto del adulterio y el arresto. Ellos afirmaban que esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio– sin embargo no llevaron al hombre culpable delante de Jesús. Es posible que el hombre fuera uno de ellos, y simplemente utilizaron a la mujer como arma o peón en su conflicto contra Jesús.
ii. “El adulterio no es el tipo de ofensa que puede ser cometido por una persona en solitario; si ella fue atrapada sorprendida en infraganti, ¿cómo es que a su culpable compañero se le permitió escapar?” (Bruce)
iii. “Ellos no estaban viendo a esta mujer como una persona; solo la veían como un objeto, un instrumento a través del cual podrían formular un cargo contra Jesús.” (Barclay)
b. Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo: Esta fue una respuesta cuidadosa y deliberada por parte de Jesús. En vez de dar una respuesta verbal inmediata, él se inclinó hacia el suelo. Luego escribió en tierra con el dedo, probablemente en la tierra del suelo.
i. Inclinado hacia el suelo indica humildad. Jesús no reaccionó con ira o indignación inmediata. No le gritó a la mujer ni a los que la llevaron. Jesús hizo una pausa y se inclinó hacia el suelo.
ii. Inclinado hacia el suelo es una postura baja, identificándose con la humillación de la mujer. Jesús hizo lo que pudo por identificarse con, interesarse por, y aliviar la vergüenza de esta mujer. Uno podría decir que esta historia ilustra el gran problema: ¿Cómo puede Dios mostrar amor y gracia al pecador sin ser injusto, sin violar su propia ley? Lo hace primero identificándose con el pecador en su baja condición.
iii. Escribía en tierra con el dedo significa que Jesús podía escribir, y que escribió en la presencia de la mujer y esos hombres.Lo que Jesús escribió ha sido una fuente infinita de especulación para maestros, predicadores, y comentaristas.
· Algunos piensan que Jesús solamente hizo garabatos en la tierra. El verbo traducido como escribía también podría significar, “dibujar.” (Morris)
· Algunos piensan que Jesús solo trató de ganar tiempo.
· Algunos piensan que Jesús escribió el pasaje de la ley que condenaba a la mujer adúltera.
· Algunos piensan que Jesús escribió un pasaje como Éxodo 23:1: No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
· Algunos piensan que Jesús escribió los nombres de los acusadores.
· Algunos piensan que Jesús escribió los pecados de los acusadores.
· Algunos piensan que Jesús siguió la práctica judicial romana y escribió su sentencia antes de decirla.
iv. “La palabra griega común para escribir es graphein; pero aquí la palabra utilizada es katagrapheini, que puede significar escribir un registro en contra de alguien.” (Barclay)
c. La versión King James en inglés tiene además As though He did not hear, que traducido es “como si no los hubiera escuchado”. Cuando Jesús se inclinó y escribió, actuó como si ni siquiera hubiera escuchado la acusación contra la mujer. Tal vez Jesús los ignoró porque despreciaba su perverso trabajo. Tal vez Jesús los ignoró porque se cohibió por respeto a la mujer.
i. Pablo hizo referencia ala mansedumbre y ternura de Cristo (2 Corintios 10:1) – esto es lo que vemos manifestado aquí.
4. (7-8) Jesús pasa sentencia sobre los acusadores.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
a. Y como insistieran en preguntarle: Jesús se inclinó, escribió en el suelo, y actuó como si no escuchara a los acusadores de la mujer sorprendida en adulterio: Los fariseos insistieron en preguntarle.
b. Se enderezó y les dijo: Jesús le dijo esto directamente a los acusadores de la mujer, levantándose para tener contacto visual con ellos.
c. El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella: En la Ley judía, los testigos del crimen capital comenzaban con la lapidación. Jesús en realidad dijo, “Podemos ejecutarla, pero debemos hacerlo correctamente. Uno de los testigos debe iniciar su ejecución. Así que ¿quién de ustedes fue testigo de este crimen, y solo me trajo a la mujer y no al hombre? ¿Quién diseñó la humillación de esta pobre mujer?”
i. En vez de pasar una sentencia sobre la mujer, Jesús pasó una sentencia sobre sus acusadores. Él no dijo, “No la ejecuten.” Simplemente demandó que la justicia fuera equitativa y fuera aplicada justamente.
ii. El que de vosotros esté sin pecado: No era que estos hombres hubieran pecado una que otra vez anteriormente, y que por lo tanto no tuvieran ningún derecho a preocuparse por el pecado de la mujer. Es que ellos arreglaron y tramaron su pecado, su vergüenza, utilizándola como arma contra Jesús.En este incidente directo tenían un pecado más grande y una culpa más grande.
iii. En esto Jesús expuso un pecado común: el deseo de castigar los pecados de otros, ignorando nuestro propio pecado. El rey David fue un ejemplo de esto cuando el profeta Natán le contó la historia de un hombre que robó y mató a la corderita de otro hombre (2 Samuel 12:1-10).
iv. Si tenemos que ver los pecados de otros, debemos estar conscientes de que nosotros también hemos pecado. Sí hay un lugar para exponer y reprender, y lidiar directamente con el pecado de otros en la familia de Dios, pero siempre debe ser hecho con un corazón que se reconozca a sí mismo como un pecador perdonado. Cuando se hace bien, la confrontación del pecado más a menudo se hace con lágrimas y un corazón roto que con ira y condenación.
d. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra: Jesús pareció hacer todo lo posible por calmar la emoción y la tensión de la escena, probablemente preocupado por la dignidad y la seguridad de la mujer. Una vez más, siguió escribiendo en tierra.
i. No se les quedó viendo a los hombres en un acto de intimidación. Jesús hizo todo en su situación para hacer las cosas menos tensas, no más tensas. No intentó cambiarlos a través de la intimidación.
ii. Jesús continuó preocupándose por la vergüenza de la mujer e hizo lo que pudo para aminorarla. La vergüenza puede servir a un buen propósito, pero Dios nunca quiso que fuera una condición permanente.
5. (9) Los acusadores respondieron yéndose.
Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
a. Acusados por su conciencia: Ellos fueron acusados por lo que escucharon de Jesús. Aparentemente no fue algo que Jesús escribió (aunque podría tener algo que ver con ello). Más bien, fue lo que Jesús dijo lo que los hizo sentirse acusados por su conciencia.
i. Hablaba bien de estos hombres que su conciencia no estuviera muerta o quemada. Aún podían ser acusados por su conciencia. Ahora estaban más conscientes de su propio pecado que del de la mujer.
b. Salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: Entendemos porque se fueron; fueron acusados por su conciencia. No es inmediatamente claro por qué se fueron en orden; delos más viejos hasta los postreros. Tal vez el más viejo se fue primero porque entendió con más facilidad que Jesús estaba hablando de ellos.
i. “Este tiempo continuo en este último verbo da la idea de algo así como una procesión. Siguieron saliendo.” (Morris)
ii. Algunos especulan que Jesús escribió en el suelo un registro de sus propios pecados, iniciando desde el más viejo hasta el más joven – explicando el orden de su partida.
c. La mujer que estaba en medio: Esta es la única referencia en el relato a la postura física de la mujer. Es posible que los líderes religiosos que la llevaron a Jesús la forzaran a estar parada durante toda la dura experiencia. Sin embargo la naturaleza humana y la repetida postura inclinada de Jesús sugiere que la mujer, durante toda o una parte de toda su prueba, estuvo en una postura baja en el suelo.
i. La palabra griega antigua traducida como estaba (histemi) a menudo significa “estar de pie,” pero a veces es entendida en un sentido – como poner o colocar, como en Mateo 4:5 y18:2. La frase estaba en medio no era necesariamente que la mujer realmente estuviera de pie.
ii. Trench dice de un uso posterior de hestimi en Juan 18:18, 18:25: “Lucas es bastante claro que ellos y Pedro estaban sentados: tanto Mateo como Pedro. Juan parece hablar de ellos y Pedro como si estuvieran de pie: pero estas palabras usadas por Juan son tan frecuentemente idiomáticas para significar simplemente “estar estacionado”, ‘continuar’, ‘estar ahí’, ‘ser’, exactamente como el mirar fijamente italiano, que la posición no se puede presionar aquí, no más aquí que en los diecinueve lugares donde aparecen en el evangelio de Juan.” (Trench)
6. (10-11) Jesús desafía a la mujer a no pecar más.
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
a. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer: Los acusadores se fueron mientras Jesús estaba agachado en el suelo, escribiendo en la tierra.
b. ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Al irse sus acusadores, no había quedado nadie que condenara a la mujer, y el mismo Jesús no la condenó.
c. Ninguno, Señor: La mujer – culpable de pecado, y un gran pecado – conoció la bondad de no tener condenación. Pasó de pecado y una sentencia de muerte a perdón y vida.
d. Ni yo te condeno: En un sentido,Jesús tomó su culpa sobre sí mismo, especialmente al inclinarse tan manifiestamente. Solo él estaba libre de culpa entre ellos. Conociendo todas las cosas, tenía el derecho de arrojar la primera piedra – pero no lo hizo. La mujer encontró refugio en conexión con Jesús.
i. “Ellos conocían la emoción de ejercer poder para condenar; Jesús conocía la emoción de ejercer el poder para perdonar.” (Barclay)
ii. En un sentido, aquí Jesús modeló la gran verdad de Romanos 8: Que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.
e. Vete, y no peques más: Jesús la envió a casa con un llamado a dejar de pecar, continuará detenida con respecto a ese pecado. La envió a casa sin nunca haber aprobado o aceptado su pecado.
i. “La forma de la orden implica un cese de cometer una acción que ya había iniciado: ‘detén tu hábito pecaminoso’. Y el ‘no más’ apunta a la idea de no regresar.” (Morris)
ii. Jesús hizo varias cosas con estas poderosas palabras.
· Reconoció que lo que la mujer había hecho era pecado, porque le dijo que dejara de pecar.
· Le dijo que se arrepintiera, y no continuara con su pecado.
· Le dio esperanza de que su vida podía continuar en libertad de pecado sexual.
· Le dio palabras de esperanza para hablar contra la vergüenza que después amenazaría con abrumar su vida.
iii. La mujer necesitaba esperanza porque las consecuencias de su pecado serían lo suficientemente difíciles. Después de esto lo más probable es que su comunidad la evitaría y sería rechazada por su esposo, tal vez hasta le pediría el divorcio (asumiendo que estaba casada o comprometida).
B. La Luz del Mundo responde ante la oposición en el templo.
1. (12) Jesús, la luz del mundo.
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
a. Otra vez Jesús les habló: Si tomamos el orden del Evangelio de Juan como el de un texto común, el incidente de la mujer atrapada en adulterio interrumpió a Jesús mientras enseñaba en los patios del templo en los días que siguieron después de la Fiesta de los Tabernáculos. Ahora, reanudaba su enseñanza.
b. Yo soy la luz del mundo: La luz era un símbolo importante en la Fiesta de los Tabernáculos. Durante la fiesta, muchos emblemas y ceremonias recordaban la columna de fuego que dio luz a Israel durante el éxodo. Ahora, Jesús tomó este importante símbolo y simplemente lo aplicó a sí mismo:Yo soy la luz del mundo.
i. Barclay y muchos otros conectan los dichos de la luz del mundo con una ceremonia asociada con la Fiesta de los Tabernáculos conocida como La iluminación del templo. “Era costumbre durante la primera noche, si no es que durante todas las noches, de la fiesta de los tabernáculos, encender dos candelabros grandes en el patio de las mujeres, la luz que iluminaba todo Jerusalén. Toda esa noche se llevaba a cabo una danza festiva alrededor de la luz.” (Alford)
ii. Este era un fuerte y elocuente contraste con la oscuridad de los que se oponían a Jesús, esos que le acababan de traer a la mujer sorprendida en adulterio.
iii. “‘Yo soy’ es enfático. Es el mismo estilo de la deidad que hemos visto ser empleado con anterioridad en este Evangelio.” (Morris)
c. El que me sigue, no andará en tinieblas: Jesús, siendo la luz del mundo, trae luz a los que lo siguen, Cuando lo seguimos, permanecemos en la luz y no andamos en tinieblas.
i. El que me sigue: “Si el hombre pudiera viajar tan rápido como para seguir al sol, claro que siempre estaría en la luz. Si alguna vez llega el día en que la velocidad del ferrocarril sea igual a la velocidad del movimiento del mundo, entonces muchos podrán vivir de tal manera que no perderán la luz. Ahora, el que sigue a Cristo nunca andará en tinieblas.” (Spurgeon)
ii. Las escrituras hebreas a menudo hablan de la palabra de Dios como luz.
· Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (Salmos 119:105).
· Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán (Salmos 43:3).
iii. Como Jesús es el Verbo (Juan 1:1), tiene perfecto sentido que también sea la luz.
2. (13-16) El primer testigo de Jesús: el mismo Jesús.
Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
a. Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero: Jesús acababa de proclamar que él era la Luz del Mundo, pero los fariseos no podían verlo. No podían ver su luz, debido a que estaban ciegos, no porque la luz de Jesús no brillara.
i. Un hombre capaz de ver no necesita que alguien pruebe a la luz, simplemente la ve. “La luz reafirma su declaración. Lo hace, y eso a pesar de las objeciones de los ciegos.” (Morris)
ii. Los fariseos no pudieron probar que Jesús no era el Mesías que afirmaba ser. Esperaban poder cambiar el argumento, diciendo que Jesús no podía probar que era el Mesías y Dios, que no tenía testigos que probaran su afirmación.
iii. Si no podían matar a Jesús el testigo, esperaban poder intimidarlo. Si no podían intimidarlo, esperaban mostrar que era un testigo poco fiable.
b. Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero: Jesús estaría de acuerdo con que bajo circunstancias normales, el testimonio de un hombre sobre sí mismo no podía ser considerado como verdadero. Sin embargo, Jesús señaló que él estaba calificado para dar testimonio de sí mismo.
i. Jesús puede testificar sobre sí mismo porque él (y ellos no) tenía la perspectiva de la eternidad: porque sé de dónde he venido y a dónde voy.
ii. Jesús puede testificar sobre sí mismo porque él (y no ellos) juzgaba justamente: Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. “Ellos se habían constituido a sí mismos como jueces, y decidieron en su contra, porque ‘según la carne’ él había nacido en Galilea.” (Dods)
iii. Jesús puede testificar sobre sí mismo porque su testimonio era totalmente respaldado por Dios el Padre: mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
iv. “Él debe dar testimonio de sí mismo; nadie más está calificado para dar testimonio sobre su naturaleza y sobre su obra esencial.” (Trench)
c. Sino yo y el que me envió, el Padre: Aunque los líderes religiosos protestaron, Jesús estaba totalmente seguro de su identidad, a pesar de que todas las voces le dijeran lo contrario. El lugar de estar establecido y seguro de la identidad de uno es un maravilloso ejemplo para los creyentes hoy.
3. (17-18) El segundo testigo de Jesús: Dios el Padre.
Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
a. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero: Jesús creía que su testimonio era suficiente. Sin embargo para darles gusto, también trajo otro testigo.
i. “Si los judíos demandaban dos testigos para poder satisfacer la ley judía de la evidencia, esos testigos existían; son Jesús y su Padre.” (Tasker)
b. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí: Dios el Padre también testificaba de que Jesús era el Mesías, el hijo de Dios y Dios el Hijo.
i. “Nuestro Señor habla aquí exactamente en calidad de embajador. Tal persona no lleva a un segundo con él para dar fe de su verdad; las credenciales de su rey confirman su identidad: él representa a la persona del rey. Así que nuestro Señor representa al Padre como dando testimonio de él.” (Clarke)
4. (19-20) Jesús conoce a su Padre, los fariseos no.
Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
a. ¿Dónde está tu Padre? Los fariseos probablemente dijeron esto con la intención de insultar profundamente a Jesús. Se referían a la controversia alrededor de su nacimiento virginal, y a los rumores de que no era una concepción milagrosa, sino una impura.
i. “En el Este, cuestionar la paternidad de un hombre es un insulto evidente acerca de su legitimidad.” (Tenney)
b. Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre: Al referirse al linaje de Jesús, los fariseos creyeron tener información dañina o escandalosa sobre él. Debieron haber pensado, “Observen cómo reacciona cuando revelamos la verdad que sabemos sobre él.” En respuesta, Jesús dejó claro que ellos no sabían nada sobre él o su padre.
i. “Ellos se orgullecían de su conocimiento de su Dios. Jesús les dice que no lo conocen en absoluto”. (Morris)
c. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas: Juan nos recuerda que Jesús tuvo este debate con sus oponentes en el lugar más público de Jerusalén – justo en el templo. Aun así, nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
5. (21-22) Jesús les habla de su futura partida; los líderes religiosos lo insultan.
Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir. Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
a. Yo me voy. . . a donde yo voy, vosotros no podéis venir: Jesús sabía que se iría al cielo. Debido a al odio que sentían por él, Jesús podía decir que sus acusadores no irían al cielo. A donde él iba, ellos no podían ir.
i. Si seguimos a Jesús en la tierra, lo seguiremos al cielo. Si no deseamos seguirlo en la tierra ¿qué nos hace pensar que lo seguiremos en el cielo?
b. Acaso se matará a sí mismo: Este fue otro insulto contra Jesús. Los judíos del tiempo de Jesús enseñaban que los niveles más bajos del Hades eran para los que se suicidaban. Aquí los fariseos intentaron distorsionar las palabras de Jesús para insinuar que cometería suicidio y por lo tanto sería condenado.
i. “Según el pensamiento judío, las profundidades del infierno estaban reservadas para los que se quitaban la vida.” (Barclay)
6. (23-24) Dos destinos: Jesús irá a la gloria; en su curso actual ellos morirán en sus pecados.
Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
a. Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo: Los fariseos que se oponían a Jesús insinuaban que se iría al infierno como suicida (según sus enseñanzas). Jesús respondió que sí tenían destinos diferentes, solo que no como pensaban.
b. Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis: Estos hombres eran líderes religiosos, sin embargo vivían en una oscuridad que llenaba sus mentes y sus obras. La oscuridad permaneció porque rechazaron (si no creéis) a la luz. Jesús les dio una seria advertencia; el día de gracia no duraría por siempre. La muerte haría su oscura pecaminosidad permanente.
i. Las personas nacen en pecado (Salmos 51:5), y si nos aferramos al pecado, y no lidiamos con él, moriremos en nuestros pecados. Ya que todo pecado debe ser tratado, los que mueran en pecado tendrán que pagar por sus pecados en el infierno. Pero si lidiamos con nuestros pecados ahora, en este lado de la muerte, confiando en quién es Jesús y en lo que hizo para salvarnos, podemos evitar morir en nuestros pecados.
ii. “El plural ‘pecados’ es utilizado en el versículo 24; en contraste con el singular ‘pecado’ en el versículo 21; si el singular expresa el pecado raíz de la incredulidad, el plural expresa las actitudes particulares, palabras y acciones que componen su fruto.” (Bruce)
c. Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis: Jesús los llamó a creer que yo soy. El título “Yo soy” es una afirmación de deidad, y para que los fariseos sean salvados de morir en sus pecados, deben creer en Jesús y en quién es él realmente– Dios el hijo.
i. “Probablemente deberíamos entenderlo entre las líneas de la expresión similar en la Septuaginta, la cual es el estilo de la deidad… La mima expresión griega se da en el 6:20, 18:6, ninguna de las cuales es difícil de entender.” (Morris)
7. (25-27) Jesús habla de su dependencia de Dios el Padre con todo lo que dijo.
Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. Pero no entendieron que les hablaba del Padre.
a. ¿Tú quién eres? Esta es una pregunta maravillosa cuando se hace con un corazón sincero. Sin embargo esta pregunta de los fariseos vino de una combinación de confusión intencionada y desprecio. Aunque Jesús les dijo una y otra vez quién era él, continuaron preguntando, siempre esperando una respuesta que pudieran utilizar para atraparlo y condenarlo.
i. Algunas preguntas no son utilizadas para descubrir la verdad; son utilizadas para resistir a la verdad y justificar una negativa a creer. Los líderes religiosos hicieron muchas preguntas hostiles:
· ¿Dónde está tu padre? (Juan 8:19)
· ¿Se matará a sí mismo? (Juan 8:22)
· ¿Tú quién eres? (Juan 8:25)
ii. “La pregunta ‘¿Y tú quién eres?’ muestra la exasperación de los fariseos con las pistas de Jesús y sus aparentemente extravagantes afirmaciones.” (Tenney)
b. Lo que desde el principio os he dicho: Jesús no tuvo una respuesta nueva para ellos. Repetía las verdades y los temas que ya les había mencionado muchas veces antes.
i. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros: “Rápidamente podría exponer todas sus iniquidades, su orgullo y ambición, su hipocresía y religión, su odio hacia la luz, y su malicia contra la verdad, todo esto junto con la presente y obstinada incredulidad de sus corazones, y mostrar que esas son las razones por las que digo que ustedes morirán en sus pecados.” (Clarke)
c. Lo que he oído de él, esto hablo al mundo: Jesús hizo énfasis en el punto otra vez, de que sus palabras venían de Dios el Padre. Por lo tanto si los fariseos se oponían a Jesús, en realidad se oponían a Dios el Padre.
8. (28-30) Jesús habla de su dependencia en Dios el Padre por todo lo que hace.
Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.
a. Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre: El ‘levantamiento’ que describió Jesús no tenía nada que ver con “exaltar” a Jesús de las maneras en las que normalmente pensaríamos. No se trataba de conseguirle aplausos y celebridad. Más bien, tenía que ver con “elevar” a Jesús del piso en una cruz. Cuando Jesús fuera crucificado, verían la obediencia perfecta del Hijo al Padre. Verían que realmente, nada hago por mí mismo.
i. “Su ‘levantamiento’ sería su vindicación: entonces será manifiesto que había actuado y hablado a través de la autoridad del Padre.” (Bruce)
b. No me ha dejado solo el Padre: La unidad entre el Padre y el Hijo continuó y continuará. A pesar de las acusaciones de los fariseos, Jesús estaba tan cerca de su Padre como siempre.
c. Yo hago siempre lo que le agrada: Jesús fue lo suficientemente osado como para decirle estas palabras a sus adversarios – básicamente desafiando a sus enemigos a encontrar algo que hubiera hecho o estuviera haciendo que no agradara al Padre. En respuesta, sus enemigos se quedaron callados. Este era un testimonio notable de que en él no había pecado.
i. Yo hago siempre lo que le agrada: Es fácil decir, “Siempre hago la voluntad del Padre” cuando sólo debaten puntos teológicos. Es algo totalmente diferente “siempre hacer la voluntad del Padre” cuando significa ir a la cruz. La cruz probaría la obediencia perfecta de Jesús.
d. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él: Cuando los fariseos escucharon hablar a Jesús se opusieron más a él. Sin embargo hubo muchos que escucharon las mismas palabras y creyeron en él. Estos creyeron a pesar de la evidente oposición de los líderes religiosos.
i. El mensaje de Jesús de unidad con su Padre fue tan bien recibido por algunos porque su vida era consistente con su mensaje. A diferencia de los fariseos, uno podía ver que Jesús estaba cerca de Dios. Los fariseos cultivaban una imagen de intimidad con Dios, pero era evidente que en realidad no estaban cerca de él.
9. (31-32) Jesús ofrece discipulado y libertad a los que creen en él.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
a. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: El versículo anterior nos dice que muchos creyeron en él (Juan 8:30). Jesús le hablaba a los que comenzaban a creer, diciéndoles lo que necesitaban para continuar creyendo.
i. “Esta sección del discurso es dirigida para los que creen, y que sin embargo no creen. Evidentemente se sentían inclinados a pensar que lo que Jesús decía era cierto. Pero no estaban preparados para entregarle esa lealtad de largo alcance que la verdadera confianza en él implica. Este es un estado espiritual de lo más peligroso.” (Morris).
b. Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos: Si queremos ser discípulos de Jesús, debemos permanecer en su palabra. No hay otra manera. Ser un discípulo de Jesús – el Verbo hecho carne – es permanecer (vivir, morar, formar tu hogar en) su palabra.
i. Si vosotros permaneciereis en mi palabra: “A los que acababan de ser descritos como que creían en él, Jesús continuó diciendo, ‘si ustedes’– haciendo énfasis en la distinción de los que no habían creído – ‘permanecen en mi palabra’ – no contento con que hayan tomado el primer paso hacia la fe y la obediencia – ‘entonces’ – pero solo entonces – ‘serán realmente mis discípulos.’” (Dods)
ii. Tasker describe lo que significa permanecer en su palabra: “Darle la bienvenida, estando en casa con ella, viviendo con ella de manera tan continua que se vuelve parte de la vida del creyente, una influencia permanente y un estímulo en cada nuevo avance hacia la bondad y la santidad.” (Tasker)
iii. Esta también es otra declaración que refleja la unidad entre el Padre y el Hijo. Jesús llamó a los hombres a permanecer en su palabra. En la boca de cualquier otra persona que no fuera Jesús, estas palabras serían absurdas.
iv. “Nuestro trato de las palabras del Señor nos discriminan: Ese que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama.” (Meyer)
c. Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres: Este es el resultado de permanecer en la palabra de Jesús. Probamos que somos sus discípulos y conocemos la verdad. La verdad de la que Jesús hablaba no viene solo de una búsqueda académica de la verdad en general; sino de permanecer en su palabra y de ser su discípulo.
i. No hay nada como la libertad que podemos tener en Jesús. El dinero no puede comprarla, ningún estatus puede obtenerla. Ninguna obra puede ganarla, y nada puede comparársele. Es trágico que no todos los cristianos experimentan esta libertad, la cual no puede ser encontrada más que permaneciendo en la palabra de Dios y siendo discípulo de Jesús.
10. (33-36) Jesús responde a sus protestas de que ya son libres.
Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
a. Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie: La reacción de los líderes religiosos no fue, “¡eso es maravilloso!” dinos más acerca de los que significa ser libre confiando en tu palabra.” En vez de eso reaccionaron,no necesitamos esto. Nosotros somos buenos.
i. Esta fue una respuesta notable y precipitada. El pueblo judío había estado en cautiverio bajo los egipcios y filisteos; bajo Babilonia, Persia, Siria, y Roma. “¿A caso no había una guarnición romana viendo desde el castillo hasta los mismos patios del templo en donde se pronunció esta jactanciosa falsedad?” (Maclaren)
ii. Sin embargo, muchas personas judías de ese tiempo tenían un fuerte sentido de su propia independencia. “Josefo escribe sobre los discípulos de Judas en Galilea, quien lideró una revuelta contra los romanos: ‘ellos tienen un inviolable apego a la libertad, y dicen que Dios es su único gobernante y Señor.’ (Josefo, Antigüedades de los judíos, 18:1,6).” (Barclay)
iii. “El poder del autoengaño en el inconverso es infinito.” (Ryle)
b. Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado: Pecado en este pasaje está en un tiempo verbal indicando una acción habitual y continua. La persona en pecado habitual es esclava del pecado.
i. “La construcción del participio ‘todo aquel que hace pecado’ está en el tiempo presente, lo que implica un hábito continuo de pecar más que un lapso ocasional.” (Tenney)
ii. “Hay otro tipo de esclavitud aparte de la esclavitud social o económica. El pecado es un esclavizador, y es posible aún para las personas que se consideran a sí mismas libres ser esclavizadas en el pecado.” (Bruce)
iii. “Es mucho más común para el hombre nunca haber hecho algún mal, nunca haberse emborrachado, nunca haber robado, y cosas por el estilo, que haberlo hecho una sola vez.” (Maclaren)
iv. “No debemos minimizar la fuerza de ‘esclavo’. No se refiere a la persona que recibe un salario y que tiene un área considerable de libertad, significa un esclavo.” (Morris)
c. El esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre: La esclavitud del pecado es el peor tipo de esclavitud, porque no hay escape del yo. Un Hijo debe liberarnos, y el Hijo de Dios nos libera y nos lleva a la familia de Dios.
i. “El esclavo no tiene carácter permanente en la casa; puede ser despedido o vendido.” (Dods)
d. Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres: Si somos liberados de nuestra esclavitud al pecado – liberados por el Hijo, y liberados por permanecer en la palabra de Jesús y ser sus discípulos – entonces somos verdaderamente libres, teniendo verdadera libertad que contrasta con la “libertad” que los fariseos ciegamente afirmaban tener en Juan8:33.
i. El Hijo os libertare: “Así el esclavo del pecado no puede por sí mismo cambiar su estatus. No se puede convertir a sí mismo, ni tampoco puede ser convertido por ningún otro pecador… El liberador de nuestra esclavitud debe venir de afuera de las filas de humanidad esclavizada.” (Tasker)
ii. “Si somos esclavos del pecado, entonces podemos ser transferidos de su casa y llevados a nuestro verdadero hogar en la casa de nuestro Padre. Aquí, entonces, está la bendita esperanza para todos nosotros.” (Maclaren)
iii. Una mujer cristiana de 82 años en Hong Kong platicaba de su vida en China, pero aún usaba mucho vocabulario que los comunistas utilizaban al describir su revolución – ellos la llamaban “la liberación.” Se le preguntó, “Cuando estabas en China, ¿eran libres de reunirse con otros cristianos para adorar?” “Oh no, respondió ella. “Desde la liberación a nadie se le permitía reunirse para servicios cristianos.” “pero seguramente podían reunirse en grupos pequeños y discutir la fe cristiana ¿cierto?” “No, no lo éramos,” respondió la mujer.” “Desde la liberación todo ese tipo de reuniones fueron prohibidas.” “¿Tenían libertad de leer la Biblia?” “Desde la liberación, nadie tiene libertad de leer la biblia.”
iv. El punto es claro: la libertad no consiste en la palabra “libertad,” o en palabras, sino en una relación con Jesucristo, a través de permanecer en su palabra y siendo su discípulo.
11. (37-41a) Ellos prueban que no son como su padre Abraham.
Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
a. Sé que sois descendientes de Abraham: Jesús admite que son descendientes de Abraham en un sentido genético, pero Abraham no era su padre en un sentido espiritual. Cuando mensajeros del cielo vinieron a Abraham, él los recibió (Génesis 18); pero estos descendientes genéticos de Abraham rechazaron y buscaban matar al enviado del cielo.
i. “Mantener intenciones asesinas contra alguien que les ha impartido la verdad de Dios no es una marca de los hijos de Abraham.” (Bruce)
b. Porque mi palabra no halla cabida en vosotros: Su rechazo de la palabra de Jesús y de Jesús el Verbo prueba que no eran como Abraham, y que no tenían la libertad que viene cuando permanecemos en su palabra.
i. Spurgeon consideró varias formas en que la palabra de Dios debía tener cabida en el creyente.
· La palabra de Dios debe tener una posición interna
· La palabra de Dios debe tener una posición de honor
· La palabra de Dios debe tener una posición de confianza
· La palabra de Dios debe tener una posición de autoridad
· La palabra de Dios debe tener una posición de amor
· La palabra de Dios debe tener una posición permanente
c. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre: Jesús les recordó que lo que él hacía era consistente con su Padre, y que lo que ellos hacían eran consistente con su padre. (Vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre). Jesús pronto les diría claramente quién era su padre.
d. Nuestro padre es Abraham: Los líderes religiosos protestaron que Abraham era su verdadero padre. Esto era verdad en un sentido genético, pero no en un sentido espiritual. Jesús estaba de acuerdo en que eran descendientes (Juan 8:37) de Abraham, pero no hijos de Abraham porque buscaban matar a Jesús, mientras que Abraham lo aceptó. Ellos estaban haciendo las obras de su padre.
i. Jesús expuso la inconsistencia en su vida. Ellos decían que eran hijos de Abraham, pero no actuaban como si lo fueran. “Si su origen pudiera ser completamente rastreado hasta Abraham, entonces su conducta se asemejaría a la de él.” (Dods)
ii. El punto de Jesús era importante. Nuestro linaje espiritual determina nuestra naturaleza y nuestro destino. Si somos nacidos de nuevo, y tenemos a Dios como nuestro Padre, se mostrará en nuestra naturaleza y en nuestro destino. Pero si nuestro padre es Satanás o Adán, también se demostrará en nuestra naturaleza y en nuestro destino, como se muestra en los adversarios de Jesús.
12. (41b-43) Los líderes religiosos vuelven a cuestionar el linaje de Jesús.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
a. Nosotros no somos nacidos de fornicación: Así como anteriormente en Juan 8:19, una vez más insultaron al linaje de Jesús, llamándolo hijo ilegítimo. La implicación era, “Nosotros no somos nacidos de fornicación, pero no estamos seguros sobreti, Jesús.”
i. “Aunque Juan no habla directamente del nacimiento virginal, puede haber pistas de que sabía sobre eso y de que algunas personas sabían que era un misterio que rodeaba el nacimiento de Jesús.” (Tenney)
b. Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais: Jesús hizo una vez más la notable declaración de que él y su Padre eran y son tan cercanos en naturaleza que si uno realmente vive como si Dios es su Padre, también amará a Jesús. No hay lugar para una persona que dice, “Yo amo a Dios pero rechazo a Jesús.”
c. Porque yo de Dios he salido, y he venido: Aquí Jesús describió su unidad de naturaleza, propósito y voluntad con Dios el Padre.
i. “He venido transmite el resultado de he salido, el cual debe ser tomado en su más profundo significado teológico, de la procedencia del Eterno Hijo de la esencia del Padre.” (Alford)
ii. De Dios he salido, y he venido: “Eso señala a su vida terrenal como siendo el resultado permanente de un acto inicial, el cual fue voluntario y propio, y detrás del cual se extiende una existencia indefinida.” (Maclaren)
iii. “Mientras los judíos siguieran pensando que solo había una persona de la Trinidad, era imposible para ellos creer correctamente en nuestro Señor: de aquí su insistencia a sus teólogos de que él tenía un Padre; que él no es el Padre, sino que es el Hijo; que el Hijo, aunque no es el Padre, es para todos ese Dios.” (Trench)
d. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?: Jesús explicó que el problema con su falta de entendimiento estaba arraigado en su fracaso – incluso incapacidad – de escuchar a su palabra. Esto nos recuerda que la habilidad para escuchar su palabra es un don por el que uno debería estar agradecido.
i. “La imposibilidad era espiritual. Prejuicios, celos, y antagonismos hacían al verdadero Cristo inaudible para ellos aunque cada sílaba que pronunciaba caía en sus oídos.” (Morrison)
13. (44-47) Jesús revela la identidad de su verdadero Padre.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
a. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer: Los líderes religiosos mencionaron el asunto del linaje para insultar a Jesús en 8:41. Jesús respondió explicandosu linaje espiritual – ellos eran los hijos espirituales del diablo. Esto era evidente en que sus deseos coincidían con los deseos del diablo: el deseo de matar y engañar.
i. “Este versículo es uno de los testimonios más decisivos de la personalidad objetiva del diablo. Es casi imposible asumir un acuerdo con los puntos de vista judíos, o una forma metafórica de hablar, en una afirmación tan directa y solemne como esta.” (Alford)
ii. Él ha sido homicida desde el principio: “Cirilo y otros piensan que es el primer homicidio, el de Abel, el que se tiene en mente aquí (1 de Juan 3:15), pero es mucho más probable que sea la introducción a la muerte a través del primer pecado.” (Dods)
b. Cuando habla mentira, de suyo habla: Jesús nos da un poco de información acerca del carácter de Satanás. La mentira es fundamental en el carácter del diablo, y él es el engañador más peligroso de todos – el engañador que se ha engañado a sí mismo.
c. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis: Ellos rechazaron a Jesús porque les dijo la verdad que no querían escuchar. No porque dijera mentiras.
d. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Una vez más, Jesús les dio a sus enemigos – que lo odiaban tanto que querían matarlo – una oportunidad para declarar si tenía él algún pecado – y no pudieron. Este fue otro testimonio notable de que no había pecado en Jesucristo.
i. “A menudo estamos tan interesados en el hecho de que no había nada de que acusarlo que pasamos por alto el hecho de que lo que fue realmente sorprendente fue que hiciera tal desafío. Esto indica una conciencia clara y serena. Solo uno que tiene la relación más cercana e íntima con el Padre podría haber dicho tales palabras.” (Morris)
e. Por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios: Jesús insistió en la cuestión del linaje espiritual, el cual era evidente por sus acciones – especialmente de su rechazo por Jesús y su palabra.
14. (48-50) Jesús responde a la acusación de que está poseído por un demonio.
Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.
a. ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Los enemigos de Jesús estaban frustrados y desesperados. Eran incapaces de hacer quedar mal a Jesús, e incluso más habían creído en él (Juan 8:30). Así que lanzaron su último ataque: ponerle nombres.
· Tú eres samaritano (una de las razas más despreciables para los judíos)
· Y que tienes demonio (decir que Jesús estaba poseído por un demonio)
b. Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre: El deseo de Jesús de honrar a su Padre y su humildad personal refutaron cualquier cargo de posesión demoniaca. Ya que los que tienen a Satanás como su pariente espiritual tendrían características de Satanás, tendrían un orgullo evidente y buscarían sus propios intereses – cosas que estaban y están ausentes en Jesús.
i. “No se puede decir de un hombre que honra a Dios que tiene demonio; pues el espíritu maligno desde el comienzo ha sido enemigo de todo lo que glorifica al Padre.” (Spurgeon)
15. (51-53) La gran promesa para los que acepten a Jesús y guarden su palabra.
De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?
a. El que guarda mi palabra, nunca verá muerte: Esta es otra sorprendente declaración que solo tiene sentido si Jesús es Dios, y es uno con Dios el Padre. Jesús promete vida eterna a los que guardan su palabra.
i. “El que guarda mi palabra, como, ‘continuar en mi palabra,’ versículo 31, no es solo obediencia externa, sino la resistencia en y obediencia de fe.” (Alford)
ii. Nunca verá muerte: “Nuestro rostro le da la espalda a la muerte…El griego no es totalmente interpretado por la palabra ‘ver’: es una palabra más intensa. Según Westcott, la vista que se menciona aquí es una ‘visión larga, constante y exhaustiva, mediante la cual poco a poco llegamos a conocer la naturaleza del objeto al que se dirige’… Cuando aún no había sido perdonado, no podía evitar fijar mi mirada sobre ella, y preverla como mi destino. Cuando el evangelio del Señor viene a mi alma, y guardo lo que dice por fe, me doy la vuelta completamente. Le doy la espalda a la muerte, y mi rostro ve hacia la vida eterna.” (Spurgeon)
b. Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió: La gran declaración de Jesús deleitó a los líderes religiosos; ellos creyeron que finalmente lograron atraparlo en una declaración evidentemente blasfema. Ellos negaron la declaración de Jesús de conceder vida eterna.
i. Notamos que los líderes religiosos distorsionaron ligeramente las palabras de Jesús. Él dijo que el que guardara su palabra nunca tendría que enfrentar la muerte cara a cara; ellos afirmaron que él dijo que éste nunca sufrirá muerte. El creyente ciertamente probará la muerte, pero no será aterrorizado por este enemigo derrotado.
c. Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham: Le hicieron esta pregunta explícitamente a Jesús. Con la esperanza de que Jesús fuera atrapado aún más en una trampa, le preguntaron “¿Quién te haces a ti mismo?”
16. (54-55) La declaración de Jesús de conocer a Dios contrasta con la de los líderes religiosos.
Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; más yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.
a. Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es: Antes de que Jesús respondiera su pregunta en Juan 8:53 regresó al asunto del linaje espiritual. Jesús estaba seguro de saber que Dios era su Padre y si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es.
i. “No es difícil glorificarse a uno mismo, es bastante fácil – de hecho, es fatalmente fácil – disfrutar de la luz en la aprobación de uno de uno mismo.” (Barclay)
b. Pero vosotros no le conocéis; más yo le conozco: Los líderes religiosos afirmaban que el Padre en el cielo era su Dios, pero no era una afirmación verdadera. En realidad, ellos no conocían a Dios, pero Jesús sí.
c. Le conozco, y guardo su palabra: Jesús no podía mentir y negar su verdadero conocimiento de Dios el Padre, demostrado por una vida de obediencia a la palabra de Dios.
17. (56-59) Jesús hace la gran declaración, Yo soy.
Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.
a. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día: Jesús hizo otra notable declaración, respondiendo sus preguntas en Juan 8:53. Jesús afirmó que no solo era más grande que Abraham, sino que el mismo Abraham reconocía esto.
i. “¿Pero cuándo se “regocijo” por ver el día de Cristo? Tal vez cuando le dijo a Isaac en su camino al lugar de sacrificio, ‘Dios se proveerá de cordero para el holocausto’ (Génesis 22:8).” (Bruce)
ii. “También es interesante que la expresión Hebrea en Génesis 24:1, la cual dice que Abraham ‘se fue a los días’ (una expresión traducida en nuestra biblia como ‘bien avanzado en años’) fue tomada por algunos rabís como que significaba que vio dentro de un futuro distante.” (Tasker)
b. Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? La sorprendente afirmación de que Abraham vio y reconoció la grandeza de Jesús fue más de lo que ellos pudieron entender. Ellos preguntaron, “¿cómo pudo Abraham regocijarse en ti? ¿Estuviste ahí?”
i. “Tal vez las tensiones de su vida lo habían envejecido prematuramente, sin embargo era evidentemente menor de cincuenta años.” (Tenney)
ii. “‘Cincuenta años’ puede ser usado como un número redondo, suficientemente exacto para su propósito y sin intención alguna de determinar la edad de Jesús.” (Dods)
iii. “¿Por qué cincuenta? Esa era la edad a la que los Levitas se retiraban de su servicio (Números 4:3). Los judíos le estaban diciendo a Jesús: ‘Eres un hombre joven, aún en la flor de la vida, ni siquiera lo suficientemente viejo como para retirarte del servicio. ¿Cómo podrías haber visto a Abraham?’” (Barclay)
c. Antes que Abraham fuese, yo soy: Con esta dramática frase Jesús les dijo que Él era el eterno Dios, que existía no solo durante el tiempo de Abraham sino antes de él, en la eternidad pasada. Jesús afirmó ser el gran Yo soy, la voz del Dios del pacto de Israel revelada en la zarza ardiente (Éxodo 3:13-14).
i. Yo soy: Esta es la tercera vez en este capítulo que Jesús utiliza la frase Yo soy (Juan 8:24, 8:28), y aquí en Juan 8:58, La frase griega antigua es ego emi, la cual era el mismo término utilizado en la traducción griega del Antiguo Testamento en el tiempo de Jesús para describir la Voz en la zarza ardiente. “Todos los destellos anteriores palidecen en importancia ante el resplandor de este pasaje.” (Barclay)
ii. Al utilizar la frase Yo soy (Juan 8:24, 8:58, 13:19) Jesús utilizó un evidente título divino que le pertenecía solo a Yahvé (Éxodo 3:13-14, Deuteronomio 32:39, Isaías 43:10) y fue interpretado así por los oyentes de Jesús (Juan 8:58-59). “YO SOY era reconocido por los judíos como un título de deidad.” (Tenney)
iii. “Antes que Abraham fuese Yo soy, eternamente existente. No se produce una afirmación de preexistencia más fuerte que esta.” (Dods)
iv. “Si la afirmación de Jesús no estaba bien fundada, entonces sus palabras fueron abiertamente blasfemas: estaba usando un lenguaje que solo Dios podía utilizar.” (Bruce)
d. Tomaron entonces piedras para arrojárselas: Esto demuestra que los líderes religiosos entendieron perfectamente lo que Jesús quiso decir. Él afirmó ser el Dios eterno, y ellos lo consideraron una blasfemia. Ellos sintieron que merecía la muerte e intentaron llevarlo a cabo en el momento.
i. “Se encendieron sus pasiones. Se indignaron, Así que tomaron la ley en sus propias manos.” (Morris)
ii. “Las piedras que recogieron las habrían encontrado en el Patio de los Gentiles: Pues el templo (viz. its courts) aún estaba en construcción.” (Trench)
iii. “Es mencionada una lapidación en el templo, por Josefo,Antigüedades, 17.9,3.” (Dods)
e. Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue: Ellosquisieron matar a Jesús pero no pudieron porque Aún no había llegado su hora (Juan 7:30).
i. “No parece mencionar que haya algún escapemilagroso aquí, aunque ciertamente la asunción de uno es natural bajo esas circunstancias.” (Alford)
ii. Adam Clarke tuvo una perspectiva imaginativa sobre el escape de Jesús: “En todo esto es muy probable que se haya vuelto invisible – aunque algunos piensan que se transportó lejos de los judíos que eran sus enemigos, mezclándose con los muchos que creían en él.” (Clarke)
© 2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com