Jueces 1




Jueces 1 – Victoria y Derrota en la Tierra Prometida

A. La victoria continúa en Israel.

1. (1a) Después de la muerte de Josué.

Aconteció después de la muerte de Josué,

a. Aconteció después de la muerte de Josué: En este periodo de los Jueces, Israel perdió el eslabón crítico en su liderazgo piadoso. Moisés fue el gran líder utilizado por Dios para sacarles de Egipto; Josué fue el asistente de Moisés y el gran líder utilizado por Dios para meterlos en la tierra de la promesa. Pero Josué no señaló ningún líder después de él para que guiara a toda la nación. Ellos estaban en un lugar crítico, donde debían de confiar más intensamente en Dios más que antes.

i. Dios nos da maravillosos líderes humanos para Su obra en esta tierra, y siempre es difícil para el pueblo de Dios cuando esos líderes humanos salen de la escena. En tal situación, podemos vivir en el pasado, deseando que el líder aún estuviera con nosotros.

b. Después de la muerte de Josué: Durante el periodo de los Jueces (el cual duro cerca de 340 años), no hubo un cargo permanente en el liderazgo de la nación. Israel no tenía rey, ni presidente, ni un primer ministro en la tierra – solamente Dios en el cielo. Pero en los tiempos necesarios y apropiados Dios sacó adelante a un líder para la nación. Por la mayor parte estos líderes se levantarían, harían su trabajo, y luego regresarían a la oscuridad. Esto requería que el pueblo de Israel mantuviera una confianza real y permanente en Dios.

i. Estos libertadores nacionales no eran elegidos y no llegaban al liderazgo a través de una sucesión real. Éstos tenían un don especial de parte de Dios para el liderazgo de sus tiempos, y el pueblo de Dios reconocía y respetaba ese don.

ii. Cuando este libro utiliza el termino de juez, no quiere decir que alguien se sienta en una corte y decide los asuntos legales; la palabra hebrea shaphat tiene más la idea de un líder heroico. “La palabra hebrea Shophetim se deriva de una palabra que significa hacerlo derecho, y así, para gobernar, y esto es exactamente lo que estos hombres hicieron.” (Morgan)

iii. El pueblo de Israel se enfrentó a grandes obstáculos. Ellos estaban rodeados por personas que vivían en la peor terrible inmoralidad e idolatría, haciendo que esto fuera una tentación constante hacia los mismos pecados. Las vidas idólatras de los cananeos que vivían alrededor de Israel estaban enfocados principalmente en tres cosas: dinero, sexo, y el tener una relación con Dios basado en mis términos, en lugar de los términos de Dios.

c. Después de la muerte de Josué: El Libro de Jueces nos muestra un tiempo que a veces es confuso, difícil y oscuro. Por esta razón, muchos descuidan a los Jueces y tienen a este tiempo como el “oscurantismo” de la historia de Israel. Pero si desatendemos este libro entonces desatendemos el hecho maravilloso del amor y la gracia de Dios, y el como Él de una manera amorosa corrige a Su pueblo.

i. Lo que encontramos en cuanto al hombre en Jueces es deprimente; pero lo que hallamos sobre Dios en Jueces es maravilloso. “Por parte del humano, es una historia de desobediencia y desastre; y del lado Divino es de liberación y dirección continua.” (Morgan)

ii. “Sin embargo hay una un punto de vista en la cual el libro puede ser visto, la cual la hace invaluable; es una historia notable sobre la paciencia de Dios hacia los Israelitas, en donde hallamos muchas señales de las instancias de su justicia y misericordia mostradas de una forma alternada; el pueblo pecaba, y eran castigados; se arrepentían, y hallaban misericordia. Nos encontramos con esto en cada página. Y estas cosas están escritas para nuestra advertencia. Ninguno debe presumir, pues Dios es justo; ninguno necesita desesperarse, pues Dios es misericordioso.” (Clarke)

2. (1b-2) Después de la muerte de Josué, Israel busca al Señor.

Que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.

a. Los hijos de Israel consultaron a Jehová: Aquí ellos hicieron lo correcto – la cosa que Josué hubiera querido que ellos hicieran. Al ya no estar Josué, ellos no quedaron sin un líder; simplemente fueron llamados a renovar su confianza en Dios.

b. Y Jehová respondió: Cuando Israel buscó a Jehová, Él los guio. Este es un patrón consistente a través del Libro de los Jueces. Dios nunca falló en librar y ayudar al pueblo cuando ellos le buscaban.

i. Jesús expresa la misma idea en Lucas 11:9: “Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Cuando le pedimos a Dios y le buscamos con sinceridad, debemos de esperar que Él nos contestará. Su respuesta puede llegar de una forma que no esperamos, pero debemos de esperar que llegará.

c. Judá subirá: Dios señaló que la tribu de Judá – la tribu de la cual saldría el Mesías – debía de liderar el camino en esta batalla. Judá también era la tribu más grande y fuerte. En este caso, el plan de Dios tenía un sentido militar también.

i. Bajo el liderazgo de Josué, Israel había quebrantado la espalda de la fuerza militar Cananea; pero faltaba que cada tribu de manera individual fuera y poseyera lo que Dios les había dado.

3. (3-7) Judá (con la tribu de Simeón) derrota a Bezec y a su rey.

Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él. Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres. Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; y derrotaron al cananeo y al ferezeo. Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron y le prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.

a. Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo: Los líderes de la tribu de Judá actuaron aquí con sabiduría. Al asociarse con otra tribu, el trabajo era más fácil. Aquí las tribus funcionaban en la misma manera que Dios quiere que la iglesia funcione – como un cuerpo, donde cada parte del cuerpo ayuda a otras partes del cuerpo.

i. “Las tribus de Judá y Simeón eran hermanos de sangre (Génesis 29:33-35) y se representan de manera uniforme al actuar en una relación cercana.” (Cundall)

b. Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo: Al buscar a Jehová, obedeciendo Su dirección, y trabajando juntos como un cuerpo, siempre produce un gran resultado. Su éxito fue sencillo de verse: Jehová entregó a todos sus enemigos en sus manos.

c. Hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres: El lugar que ellos conquistaron era llamado Bezec y el líder de esta ciudad era Adoni-bezec, el cual significa “Señor del Relámpago.” Este era un enemigo con un nombre temible, pero Judá y Simeón, no obstante, le derrotaron.

i. Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec: La palabra hallaron en este versículo expresa un encuentro hostil. Los ejércitos de Judá y Simeón no solamente se encontraron con Adoni-bezec.

ii. Su castigo hacia Adoni-bezec puede parecer cruel, pero vea que simplemente es justicia en el sentido más real. Él había hecho lo mismo a setenta reyes; y ahora le habían cortado los pulgares de sus manos y pies.

iii. El castigo hizo que Adoni-bezec fuera inútil como guerrero; él ya no podía ser un problema para Israel como un militar. “Era la costumbre entre aquellos Romanos que no les gustaba la vida militar el cortarse sus propios pulgares, para que no fueran convocados al ejército. Algunas veces los padres cortaban los pulgares de sus hijos, para que no fueran convocados al ejército.” (Clarke).

iv. También vemos que Judá y Simeón actuaron de una manera que no fue egoísta. Ellos pelearon la batalla en un territorio que no les pertenecía directamente a ellos. La ciudad de Bezec estaba muy al norte de las tierras tribales de Judá.

4. (8-20) Las victorias de Judá en la parte sur de la tierra dadas a Israel.

Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, en el Neguev, y en los llanos. Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai. De allí fue a los que habitaban en Debir, que antes se llamaba Quiriat-sefer. Y dijo Caleb: El que atacare a Quiriat-sefer y la tomare, yo le daré Acsa mi hija por mujer. Y la tomó Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb; y él le dio Acsa su hija por mujer. Y cuando ella se iba con él, la persuadió que pidiese a su padre un campo. Y ella se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? Ella entonces le respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo. Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo. Y fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron por nombre a la ciudad, Horma. Tomó también Judá a Gaza con su territorio, Ascalón con su territorio y Ecrón con su territorio. Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados. Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho; y él arrojó de allí a los tres hijos de Anac.

a. Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron: Aquí se registra que la ciudad de Jerusalén cayó delante de Judá. Fue ocupada por un tiempo (Adonai-bezec fue llevado allí, y allí murió), pero después volvió a caer hacia los jebuseos (vea Jueces 1:21). Bajo el liderazgo del rey David, Israel conquistó de nuevo la ciudad unos 400 años después (2 Samuel 5:6-10).

i. “La ciudad de Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, al ser ocupada casi de una manera continua por un periodo de 5,000 años.” (Cundall)

b. Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón: Judá también conquistó Hebrón, y la ciudad le fue dada a Caleb, quien era fiel, y a su familia (vea Joshua 15:13-19).

i. Hebrón era la antigua ciudad de Abraham y la ciudad que desanimó a los diez espías infieles de tomar la tierra prometida en los días de Moisés, debido a que los hijos de Anac vivían allí (Números 13:22-23).

ii. Cundall se fija que en Jueces 1:9 describe tres grandes divisiones geográficas de Israel:

·Las montañas, o más literalmente, la región montañosa, “la cual describe la zona montañosa entre Jerusalén y Hebrón.”

·El Neguev, el cual es la zona Sur, esta es “el área semiárida entre Hebrón y Cades-barnea.”

·El llano, algunas veces llamada el Shelphelah, de la palabra hebrea utilizada allí. Esta “es la región de las faldas de las colinas que van de norte a sur entre la planicie costera y la cordillera central.”

c. Concédeme un don: Charles Spurgeon predicó un sermón maravilloso de Jueces 1:12-15, con el título, La Petición de Acsa, Un Patrón de una Oración. Spurgeon mostró como la petición de una hija (Acsa) hacia su padre (Caleb) nos da la “parábola de una oración.”

i. Acsa fue un buen ejemplo porque ella pensaba en lo que quería antes de que fuera delante de su padre. Antes de que ores, debes de saber lo que necesitas delante de Dios. Ella llegó delante de Dios con una petición bien delimitada, la cual había considerado de antemano. “Piensa en lo que vas a pedir antes de que comiences a orar, y luego ora como un hombre de negocios. Esta mujer no le dice a su padre, ‘Padre, escúchame,’ y luego dice una pequeña oración acerca de nada; pero ella sabe lo que va a pedir, y por qué lo va a pedir.” (Spurgeon)

ii. Asca fue un buen ejemplo porque ella pidió ayuda junto con su petición, pidiéndole a su esposo – la persuadió que pidiese a su padre un campo. “Un amigo, ya hace mucho tiempo de esto, me dijo, ‘Querido pastor, cuando fuera que no pueda orar por mí mismo, y haya tiempos en que me sienta encerrado, siempre oro por usted: ‘¡Dios, bendícele, en cualquier cosa!’ y no pasa mucho tiempo que comienzo a orar por usted para que pueda empezar a orar por mí mismo.’ Y aquí estoy para obtener varios de esos pedacitos extraños de oración. Sea cuando fuera que cualquiera de ustedes se atore en el lodo, ore por mí. Les hará bien, y yo obtendré una bendición.” (Spurgeon)

iii. Acsa fue un buen ejemplo porque ella sabía que era su padre por lo cual preguntó.

iv. Acsa fue un buen ejemplo porque ella fue con humildad, pero anhelante.

v. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque su padre le pidió lo que ella quería. Dios nos pedirá lo mismo, y nosotros debemos de saber lo que queremos.

vi. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque ella muestra que nosotros en realidad deberíamos de pedir lo que queremos delante de Dios. Es un placer para Dios escucharte pedir.

vii. La oración de Acsa fue un buen ejemplo simplemente por lo que ella oró. Su oración fue, “concédeme un don.”

viii. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque ella mezcló gratitud con su petición (puesto que me has dado tierra del Neguev).

ix. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque ella utilizó una bendición pasada como una razón para pedir más.

x. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque ella se dio cuenta que lo que se le dio anteriormente no tenía utilidad sin fuentes de agua. “¿Qué utilidad hay para los oyentes si no hay poder del Espíritu Santo que va con la Palabra para bendecirles? Dame fuentes de agua.” (Spurgeon)

xi. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque su padre le dio lo que necesitaba.

xii. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque su padre le dio en gran proporción.

xiii. La oración de Acsa fue un buen ejemplo porque su padre no fue crítico ni en la menor medida en cuanto a la petición.

d. La ciudad de las palmeras: Este era otro nombre de la ciudad de Jericó. Los ceneos se fueron de allí a Arad, una ciudad fuera del desierto judío, al oeste de Masada y del Mar Muerto. Sefat tampoco está muy lejos de allí; Gaza y Ascalón estaban de ida hacia la costa, y después se convirtieron en fuertes Palestinos.

i. Cundall cree que la ciudad de las palmeras era otra ciudad que estaba más al sur: “La ciudad de las palmeras en cualquier otra parte indica Jericó (Jueces 3:13), pero esa identificación se descarta aquí debido al contexto. Quizás estaba localizada en el extremo sur del Mar Muerto.”

e. Tenían carros herrados: Tan impresionante como fuera la victoria de Judá, sin embargo, fue incompleta. Ellos no pudieron derrotar a las naciones que tenían la tecnología militar más reciente: carros herrados.

i. “¡Extraño! ¿Eran los carros herrados muy fuertes para la Omnipotencia?” (Clarke)

ii. Esto hablaba más de la falta de confianza por parte de Judá en Dios que en la superioridad militar Cananea. Los carros no eran ningún problema para el pueblo de Dios cuando confiaban en Dios (vea Éxodo 14:7-29, Josué 11:1-8, y 1 Reyes 20:21). Su actitud debió ser como aquella reflejada en Salmos 20:7: Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.

iii. “Si ellos hubieran confiado en Dios, y hubieran salido adelante en su nombre, los caballos pronto habrían huido, y así lo hicieron cuando Dios les dio fe a su pueblo. Cuando Barac lideró el camino junto con Débora, así ellos derrotaron a Jabín, quien tenía novecientos carros herrados . . . la imperfección de su fe se mantuvo en esto, así como puede estar en ustedes, hermanos míos – que ellos creían en una promesa de Dios y no creían en la otra. Hay un tipo de fe la cual es fuerte en una dirección, pero es muy débil si se trata de otras maneras.” (Spurgeon)

iv. “Una persona sin convertirse esta aquí la cual está pensando en venir a Cristo, pero él dice: ‘No puedo rendir todos mis pecados. Debo retener uno de ellos; todos los demás los puedo dejar, pero éste es invencible, pues tiene carros herrados. Yo no lo puedo sacar,’ Ese pecado debe morir, o morirás por él. Confía en esto, ese pecado que has salvado de la matanza te matará.” (Spurgeon)

f. Él arrojó de allí a los tres hijos de Anac: La victoria de Caleb sobre los hijos de Anac muestra lo que un Israel seguro podía lograr. Los hijos de Anac eran hombres grandes y guerreros feroces (Números 13:33, Deuteronomio 9:2), pero con la ayuda de Dios Caleb los derrotó (como también lo está registrado en Josué 15:13-14).

i. “Pero, como si fuera para reprenderles, ellos tuvieron un incidente único puesto delante de ellos para la vindicación del poder de Dios, y eso lo leemos en el versículo veinte. Caleb, el gran anciano, quien aún vivía, el único sobreviviente de los que habían salido de Egipto había obtenido Hebrón como su porción, y él se hizo anciano, y cuando sus huesos estaban secos y fijos, y mató a los tres hijos de Anac, aún tres poderosos gigantes, y tomó posesión de su ciudad. En esta manera el poder de Dios fue asegurada y vindicada de la calumnia que Judá trajo sobre ella.” (Spurgeon)

ii. “No hablaré de Caleb, pues tú me dirá, ‘Ah, él era un anciano, de avanzada edad, y pertenecía a otra generación. Él estaba por salir de la escena; no nos preguntamos si hizo cosas maravillosas.’ Ay, pero él tenía un sobrino, Otoniel, un joven . . . El joven héroe pasaba al frente, y subió a la fortaleza, y tomó la ciudad, y la pasó en manos de su tío, y recibió la recompensa prometida. Ah sí, y hemos visto alzados – y hemos de ver más y más de estos jóvenes que han sido abnegados, que desconfían de sí mismos, inconsiderados en cuanto a sí mismos, que han esperado, por el bien de Cristo, ser todo o nada, y Dios ha estado con ellos, y el poder del Altísimo ha descansado sobre ellos.” (Spurgeon)

B. Victoria incompleta y derrota.

1. (21) La tribu de Benjamín no toma posesión de Jerusalén.

Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

a. Mas al jebuseo . . . no lo arrojaron los hijos de Benjamín: Este fue un caso donde la batalla ya se había ganado (Jueces 1:8); la tribu de Benjamín simplemente debía de entrar en lo que ya era de ellos. Ciertamente tomaría su esfuerzo, pero la batalla había terminado. Jerusalén les pertenecía.

b. El jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy: Hasta el tiempo del escritor del Libro de los Jueces, la tribu de Benjamín fracasó en echar a los jebuseos, y por lo tanto vivieron en un peligro militar y espiritual constante.

2. (22-26) La casa de José conquista la ciudad de Bet-el.

También la casa de José subió contra Bet-el; y Jehová estaba con ellos. Y la casa de José puso espías en Bet-el, ciudad que antes se llamaba Luz. Y los que espiaban vieron a un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia. Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia. Y se fue el hombre a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad a la cual llamó Luz; y éste es su nombre hasta hoy.

a. La casa de José: Esta es una interesante (y extraña) combinación de las dos tribus que salieron de José (Efraín y Manasés) en un grupo, la casa de José.

b. Y Jehová estaba con ellos: Podemos darle el crédito de su victoria a su efectivo uso de espionaje militar; pero la verdadera razón era que Jehová estaba con ellos.

c. Pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia: Parecía que ellos usaban los eventos que rodeaban a Rahab y la conquista de Jericó como un patrón (Josué 3 y 6), y para todo esto, un patrón exitoso.

3. (27-29) Manasés y Efraín fracasan en sacar a los Cananeos.

Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra. Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo al cananeo tributario, mas no lo arrojó. Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer.

a. El cananeo persistía en habitar en aquella tierra: Al principio hubo focos de cananeos las cuales estás tribus no fueron capaces de sacarlos de la tierra. Pero cuando las tribus crecieron para ser lo suficientemente fuertes, ellos se comprometieron con los cananeos y pensaban que los podían utilizar para su ventaja (hizo al cananeo tributario).

i. “La historia que aquí se da revela que mientras que la obra comenzó con fervor, gradualmente se fue debilitando. Jehová estaba con Judá y resultó en victoria. Jehová estaba con José y Bet-el fue tomada. Manasés y Efraín y todos los demás se debilitaban en la obra, y los cananeos fueron dejados en la posesión.” (Morgan)

b. Mas no lo arrojó: De la misma manera, cuando alguien comienza su vida cristiana, quizás no sean lo suficientemente fuertes en Jehová para lidiar con todas las cosas que ven y que necesitan cambiarse; pero mientras crecen en el Señor, no deben de ser flojos en lidiar con esas áreas. Nunca debemos de hacer un tratado de paz con nuestros pecados; pero debemos estar determinados en arrojarlos.

i. “Un punto que Israel debió de llevar en mente es que ellos no tenían ningún derecho allí. Y, por otra parte, Dios estaba listo para sacarlos; para que su pueblo no tuviera que pelear, sino simplemente el perseguir un enemigo que huye.” (Meyer)

ii. Gezer no le pertenecía a Israel sino hasta que le fue dado a Salomón por el Faraón (1 Reyes 9:16).

4. (30) La tribu de Zabulón se compromete y adapta a los cananeos, poniéndolos bajo tributo.

Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.

a. Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban: Cada tribu tenía su propia responsabilidad y sus propias batallas por pelear. En su batalla particular, la tribu de Zabulón fracasó en tomar todo aquello que Dios le había preparado por porción.

b. El cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario: El pueblo de Zabulón pensó que podía tomar su incompleta obediencia de la obra para su ventaja, especialmente de manera económica. Ellos fracasaron en apreciar que el cananeo que habitaba en medio de él eventualmente le traería hacia una crisis social y espiritual.

i. Debido a que la crisis no era inmediata, era fácil el pensar que no era real. Pero era certera, y solamente una obediencia que confía en Dios les podría librar del ciclo venidero de dicha crisis la cual registra el Libro de los Jueces.

5. (31-32) La tribu de Aser fracasa en tomar una entera posesión de su tierra.

Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob. Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó.

a. Tampoco Aser arrojó: La tribu de Aser también fracasó en tomar lo que Dios les había señalado. Cada tribu que fracasó hacía que fuera más fácil para que las otras tribus fracasaran.

b. Y moró Aser entre los cananeos: Del pueblo de Zabulón, leemos que los cananeos habitaban en medio de él (Jueces 1:30). Pero con Aser fue aún peor; fue Aser quien moró entre los cananeos. Ellos sufrieron un grado peor de un declive social y espiritual.

i. “Mientras que la mayoría de las tribus fueron capaces de ocupar al menos alguna parte de su territorio asignado, la tribu de Aser parece haber fracasado completamente en desalojar a los Cananeos.” (Cundall)

6. (33) La tribu de Neftalí se compromete y acondiciona a los Cananeos, poniéndolos bajo tributo.

Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.

a. Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban: La tribu de Neftalí halló dificultad para contrarrestar la tendencia de las otras tribus. La derrota de uno afecta la condición de los demás.

i. Dios nunca tenía la intención de que Israel conquistara la tierra de Canaan fácilmente; Él no tenía la intención de que pasara rápido. Éxodo 23:29-30 y Deuteronomio 7:22-24 dicen que Dios tenía la intención de darles la tierra poco a poco. Aunque Dios planeó que Israel tomara la tierra por medio de una confianza constante en Él, y en batallas frecuentes, ellos fracasaron en hacer esto y no arrojaron a sus habitantes. Casi era como si Israel dijera, “Si no lo podemos tener fácil, entonces no lo queremos.”

b. Moró entre los cananeos … más le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat: El pueblo de Neftalí combinó dos facetas de capitulación hacia el enemigo. En algunas regiones de su territorio vivieron bajo la sombra del dominio Cananeo; en otras regiones pusieron a los cananeos bajo tributo hacia ellos. Ambas facetas quedan cortas del mandamiento e intención de Dios para el pueblo Israel.

7. (34-36) La tribu de Dan fracasa en tomar una entera posesión de su tierra.

Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos. Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario. Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.

a. Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte: Aquí, vemos al pueblo de Dios ser acosado por sus enemigos. Esto nunca debe de ser el caso cuando el pueblo de Dios está caminando en la fuerza de su Dios.

b. Cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario: Otra vez, en lugar de hacer lo que Dios les dijo que hicieran con estos enemigos (el arrojarlos completamente), ellos decidieron utilizarlos como mejor les parecía; el poner a estos enemigos bajo tributo.

i. “Esto lo hicieron por pura codicia, la raíz de todo el mal, descuidando el mandato de Dios de ser lo contrario.” (Trapp)

c. El límite del amorreo: El resultado final fue que los amorreos tenían un límite señalado dentro de la herencia del pueblo de Dios. Esta era un alojamiento innecesario y peligroso para los enemigos sociales y espirituales del pueblo de Dios.

i. Hay una peligrosa y seductora forma de pacifismo en la vida cristiana, la cual ignora la realidad de la batalla espiritual claramente descrita en Efesios 6:10-20 y referida por analogía en el Libro de Jueces. Esta actitud pacifista felizmente hará paz con el diablo la cual dice básicamente, “No heriré tus intereses si me dejas en la mayor parte en paz.” Esta actitud de rendición espiritual no es aceptable para el cristiano.

ii. Leon Trotsky, el infame líder comunista dijo al menos una cosa correcta: “Quizás no estés interesado en la guerra, pero la guerra está interesada en ti.” El tomar una actitud de derrota espiritual es el perder voluntariamente esa guerra.

iii. En este periodo, las tribus de Israel a lo más experimentaron una victoria incompleta; y en lo pero simplemente se rindieron y se alojaron con el enemigo. Esto nos hace valorar la victoria completa y gloriosa de Cristo Jesús por nuestra parte aún mucho más. No hubo nada que se dejara sin completar en la victoria que Él ganó por nosotros en la cruz, y por medio de la resurrección.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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