Lucas 24 – Jesús resucitado
A. Se descubre la resurrección de Jesús.
1. (1-3) Seguidoras de Jesús descubren la tumba vacía.
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
a. El primer día de la semana, muy de mañana: Jesús fue crucificado el viernes (o el jueves según algunos relatos). Después de ser sepultado, la tumba fue sellada y protegida por soldados romanos (Mateo 27:62-66). El sepulcro se mantuvo sellado y protegido hasta que fue descubierto por estas mujeres el primer día de la semana, muy de mañana.
i. Un hombre rico como José de Arimatea probablemente tendría una tumba escarbada en roca sólida; esta tumba estaba en un jardín cerca al lugar de la crucifixión (Juan 19:41). La tumba tenía una entrada pequeña y tal vez uno o más compartimientos donde los cuerpos eran colocados después de haber sido envueltos en linos mezclados con especias, aloes y ungüentos. Según la costumbre, los judíos dejaban estos cuerpos solos por unos cuantos años hasta que decaían hasta los huesos, después los huesos eran colocados en una pequeña caja de piedra conocida como osario. El osario permanecía en la tumba con los restos de otros miembros de la familia.
ii. La entrada a la tumba estaba bloqueada por una piedra pesada circular, deslizada entre un canal, de manera que solo varios hombres fuertes podían moverla. Esto era echo para asegurar que nadie molestara los restos.
iii. Juan 19:42 nos dice específicamente que la tumba de José de Arimatea en la que Jesús fue colocado estaba cerca del lugar de la crucifixión (y cada uno de los dos lugares sugeridos para la muerte y resurrección de Jesús lo confirman). A José probablemente no le gustó que el valor de la tumba de su familia disminuyera debido a que los romanos decidieron utilizar el lugar cercano para crucificar personas; sin embargo, nos recuerda que en el plan de Dios, la cruz y el poder de la resurrección están siempre permanentemente conectados.
iv. “Este se convirtió en el día de la adoración cristiana (cf. Hechos 20:7). El cambio del Sábado tradicional y bíblico es en sí mismo una fuerte evidencia de la Resurrección porque muestra la fuerza de la convicción de los discípulos acerca de lo que sucedió ese día”. (Liefeld)
b. Vinieron… y algunas otras mujeres con ellas: Estas mujeres merecen atención especial. Vinieron se refiere a las mujeres de Galilea que vieron el sepulcro de Jesús (Lucas 23:55-56). Lucas coincide con Marcos 15:47 y Mateo 27:61 que estas incluye a María Magdalena y a María la madre de Jacobo (Lucas 24:10). Las algunas otras mujeres con ellas incluyen a Juana, (Lucas 24:10) y a otras, no mencionadas (y las demás con ellas, Lucas 24:10).
i. “Estas mujeres vinieron primero, por una maravillosa providencia, antes que los apóstoles, para acabar con la mentira hecha por los sacerdotes, que los discípulos habían robado el cuerpo”. (Trapp)
c. Vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado: El cuerpo de Jesús fue preparado apresuradamente para la sepultura por José de Arimatea y Nicodemo (Juan 19:38-41). Las mujeres vinieron para completar adecuadamente el trabajo apresurado que se llevó a cabo justo después de la muerte de Jesús.
i. Marcos 16:3 nos dice que las mujeres discutieron el problema de qué hacer con la piedra de la entrada del sepulcro.
d. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús: El evento real de la resurrección de Jesús no está descrito en ninguna parte, pero su descubrimiento está registrado con cierto detalle. Aquí, las mujeres que intentaban darle al cuerpo de Jesús una sepultura más adecuada descubren que la piedra había sido movida del sepulcro, y que el cuerpo de Jesús ya no estaba ahí.
i. “Esta ausencia de detalles espectaculares en sí mismo habla de la historicidad de los documentos del Nuevo Testamento. No hay ningún intento por parte de los autores de embellecer los eventos de la resurrección”. (Pate)
ii. Mateo 27:65-66 nos recuerda que había una guardia protegiendo la tumba. La piedra no podría haber sido movida por las mujeres (no eran lo suficientemente fuertes) o por los discípulos (incluso si fueran lo suficientemente atrevidos, no hubieran podido vencer a los guardias armados). Nadie más hubiera querido mover la piedra, y Mateo 28:2 nos dice que fue un ángel quien la movió.
iii. La piedra no fue removida para dejar salir a Jesús. Juan 20:19 nos dice que Jesús, en su cuerpo resucitado, podía atravesar barreras materiales. La piedra fue removida para que otros pudieran ver lo que había dentro y ser persuadidos de que Jesucristo había y es resucitado de entre los muertos.
2. (4-8) El anuncio angelical de la resurrección.
Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras.
a. Estando ellas perplejas por esto: Una vez que las mujeres vieron la piedra removida y la tumba vacía, su reacción inmediata fue de estar perplejas. Ellas no esperaban encontrar una tumba vacía. Esto demuestra que los relatos de la resurrección no pueden ser el resultado de ilusiones; ellas ni siquiera esperaban que esto pasara.
b. He aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes: De la misma manera que los ángeles anunciaron el nacimiento de Jesús (Lucas 2:8-15), también anunciaron la resurrección de Jesús. El anuncio de su nacimiento fue hecho a un grupo pequeño de personas humildes, consideradas poco importantes por la cultura; Su resurrección anunciada por ángeles a unas pocas mujeres.
c. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Esta era una pregunta maravillosamente lógica. Los ángeles parecían casi sorprendidos de que las mujeres estuvieran sorprendidas; después de todo, los ángeles habían escuchado lo que Jesús había dicho acerca de su resurrección, y sabían que las mujeres también lo habían escuchado. Naturalmente se preguntaban por qué las mujeres estaban sorprendidas.
i. “Jesús no debe ser considerado como muerto: por lo tanto, no debe ser buscado entre los muertos”. (Morris)
ii. “Debido a que los lugares de entierro eran impuros, no era razonable suponer que los vivos los frecuentaran; o que si alguien faltaba, posiblemente lo encontrarían en esos lugares”. (Clarke)
iii. La pregunta de los ángeles hizo un punto: los que viven no se encuentran entre los muertos. No debemos esperar la vida espiritual entre aquellos que no la tienen. Muchos buscan a Jesús entre cosas muertas: tradicionalismo religioso, formalismo, reglas del hombre, esfuerzo humano e ingenuidad. Encontramos a Jesús solo donde hay vida de resurrección, donde Él es adorado en espíritu y en verdad.
d. No está aquí: Estas fueron algunas de las palabras más bellas e importantes jamás dichas por un ángel a los hombres. Uno puede mirar por todo Jerusalén y ver incontables cantidades de tumbas, pero nunca encontrará la tumba de Jesús, porque Él no está aquí.
i. Cada cierto tiempo alguien afirma haber encontrado evidencia de la tumba de Jesús o los huesos de Jesús. Cada ocasión ha resultado falsa, mientras que el testimonio de los ángeles se demuestra cierto una y otra vez: No está aquí.
ii. Incluso el inicio del relato de la resurrección refuta muchas de las teorías alternas sugeridas por algunos.
· La teoría de la tumba equivocada se responde en Lucas 23:55; las mujeres sabían exactamente en qué tumba Jesús había sido enterrado.
· La teoría de ilusiones se responde en Lucas 24:4 y 24:11, que nota la sorpresa de las mujeres y de los discípulos tras las noticias de la resurrección de Jesús.
· La teoría de que los animales se comieron el cuerpo se responde con la presencia de la piedra (Lucas 24:2).
· La teoría del desvanecimiento se responde con la presencia de la piedra (Lucas 24:2).
· La teoría del ladrón de tumbas se responde con la presencia de la guardia romana y el sello de la piedra (Mateo 27:62-66).
e. Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día: Para las mujeres, debe haber parecido que había pasado mucho tiempo desde que Jesús dijo estas palabras (Lucas 18:31-33). De cualquier manera, ellas necesitaban recordarlas y los ángeles les recordaron lo que Jesús había dicho.
i. Necesario es la palabra crítica aquí; tanto como la crucifixión de Jesús era necesaria y ordenada, también su resurrección. Jesús nunca hubiera llegado al lugar del calvario a menos que también hubiera una tumba vacía de resurrección allí.
f. Entonces ellas se acordaron de sus palabras: Las primeras señales de esperanza sonaron en los corazones de las mujeres cuando se acordaron de las palabras de Jesús. La tumba vacía, la presencia de ángeles, las palabras de los ángeles por si mismas no podían cambiar sus corazones, pero sus palabras podían cambiar y alegrar sus corazones.
3. (9-11) Las mujeres les dicen a los apóstoles pero no se les cree.
Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.
a. Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás: Las mujeres que vieron la evidencia de la resurrección de Jesús y recordaron sus palabras estaban emocionadas con lo que parecía ser la noticia más maravillosa posible: que Jesús estaba vivo y había triunfado sobre la muerte.
i. Ellas no estarían emocionadas si Jesús hubiera, de alguna manera milagrosa, sobrevivido a los eventos de la cruz. La noticia de que estaba vivo significaba mucho más para ellas que el saber que Jesús era un sobreviviente; significaba que Él era un vencedor de la muerte y que era todo lo que esperaban y más.
b. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas: Estas eran las mujeres mencionadas en Lucas 24:1 como aquellas que descubrieron la tumba vacía. Tres son identificadas, y luego un grupo de no identificadas como las demás con ellas. Estas recibieron el privilegio de ser las primeras en contarles a otros acerca de Jesús resucitado.
i. Las únicas referencias a María Magdalena en los Evangelios se refieren a ella como testigo de la crucifixión (Marcos 15:40 y Juan 19:25) y de la resurrección (en los cuatro evangelios) y como una de quien Jesús había expulsado a siete demonios (Lucas 8:2, Marcos 16:9).
ii. Juana es mencionada en Lucas 8:2 como una de las mujeres que acompañaba a Jesús y proveía para sus necesidades. Ella también está registrada en Lucas 8:3 como la esposa de Chuza, quien ayudaba a Herodes en sus asuntos (un intendente). Ella probablemente era una mujer de privilegios y recursos.
iii. María madre de Jacobo solo es mencionada en conexión con las apariciones de Jesús en la resurrección. Ella era aparentemente la madre de uno de los apóstoles, Jacobo el menor (no Jacobo el hermano de Juan).
c. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían: A pesar de su emoción, el testimonio de las mujeres no fue creído. De hecho, para los apóstoles, las palabras de ellas les parecía locura, una palabra médica usada para describir el balbuceo de un hombre con fiebre y demencia (según Barclay).
i. “En el primer siglo, el testimonio de las mujeres no se consideraba autoritativo. La inclusión del incidente por parte de Lucas sirve para enfatizar su gran respeto por las mujeres”. (Pate)
ii. “Los discípulos no eran hombres al borde de creer que necesitaban solo la sombra de una excusa para salir a proclamar la resurrección. Ellos eran escépticos”. (Morris)
4. (12) Los apóstoles llegan a creer.
Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
a. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro: Sabemos por Juan 20:3-8 que tanto Pedro como Juan corrieron juntos a la tumba. Ellos vieron los lienzos del sepulcro, pero no como si hubieran sido arrancados por causa de una lucha. Vieron los lienzos de Jesús puestos en orden perfecto, como si un cuerpo simplemente hubiera pasado a través de ellas (Juan 20:6-7). Cuando Juan vio esto, él creyó, y Pedro se maravilló. Ellos no habían visto a Jesús resucitado, pero sabían que algo poderoso había pasado para causar que el cuerpo dejara atrás los lienzos de esa manera.
b. Maravillándose de lo que había sucedido: Pedro y Juan observaron lo que había en la tumba y Juan creyó (Juan 20:8). Esto nos dice que Pedro analizó la situación; él sabía que algo espectacular había pasado debido a la condición en la que se encontraban las ropas de la sepultura, pero porque se había olvidado de las palabras de Jesús (Juan 20:9), él aún no entendía ni creía de la manera en que Juan lo había hecho.
i. Tú puedes saber que Jesús resucitó de entre los muertos, pero a menos que conozcas sus palabras, no tendrá ningún sentido. Sin conocer la vida y las enseñanzas de Jesús:
· No sabrás que la resurrección significa que el pago que Jesús ofreció en la cruz fue perfecto y completo.
· No sabrás que la cruz fue el pago y la tumba vacía el recibo.
· No sabrás que la muerte no tiene potestad sobre el hombre redimido.
· No sabrás que cuando el amor de Dios y el odio del hombre lucharon en la cruz, el amor de Dios ganó.
· No sabrás que debido a que Jesús fue levantado de entre los muertos, nosotros podemos resucitar en Él.
B. En el camino a Emaús.
1. (13-16) Jesús se une a dos discípulos en un camino.
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
a. Dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús: En este domingo, estos dos discípulos viajaron a Emaús desde Jerusalén. Mientras caminaban juntos (probablemente regresando de celebrar la pascua en Jerusalén) les dio oportunidad de hablar.
i. Estos no eran apóstoles famosos, eran seguidores de Jesús simples y medio desconocidos. “Lo considero como característica del Señor que en la gloria de su vida de resurrección, se entregó a sí mismo con tanta plenitud de revelación a estos hombres desconocidos y sin distinción… Él todavía se revela a los corazones humildes. Aquí está el Salvador para el hombre común. Aquí está el Señor que no rechaza a los humildes”. (Morrison)
ii. “Existe una considerable incertidumbre acerca de la ubicación original del pueblo de Emaús. Lucas menciona que estaba a unas siete millas (literalmente, ‘sesenta stadia’) de Jerusalén. Si él se refería a un viaje de ida y vuelta, la referencia encajaría bastante bien con un pueblo al que Josefo identificó como Emaús, el cual localizó a treinta stadia de Jerusalén”. (Pate)
iii. “Lucas casi por seguro obtuvo su información de uno de los dos discípulos, y probablemente por escrito. La cuenta tiene todos las señales de una experiencia personal”. (Plummer, citado en Geldenhuys)
b. Hablaban y discutían entre sí: Hablaban de las cosas que eran más importantes en sus corazones: de todas aquellas cosas que habían acontecido, las cosas concernientes al arresto y crucifixión de Jesús.
c. Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos: Jesús se acercó a los discípulos, y caminaba con ellos por un tiempo. Pero por un tiempo ellos estaban imposibilitados de manera milagrosa de reconocer a Jesús.
i. “Cuando dos santos están hablando juntos, es muy probable que Jesús venga y se haga el tercero en la compañía. Habla de Él y pronto estarás hablando con Él”. (Spurgeon)
2. (17-24) Los discípulos explican de que estaban hablando.
Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
a. ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Jesús abrió la conversación al preguntarles de que habían hablado. De esto, podemos saber que Jesús había caminado en silencio con ellos por un tiempo, escuchándolos mientras continuaban su conversación.
i. Era evidente en su semblante (y tal vez en la manera que caminaban) que estaban tristes. Jesús sabía lo que ya sabían (que estaban tristes) y lo que aún no sabían (que no tenían razón para estar tristes).
b. ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Jesús probablemente sonrió cuando dijeron esto. Él sabía bastante bien lo que había acontecido en estos días.
c. ¿Qué cosas? Al decir esto, Jesús hábilmente siguió la conversación, animando a los hombres a revelar sus corazones. A pesar de que Él conocía sus corazones, había valor en que ellos se lo dijeran a Jesús.
d. Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno: Los hombres le explicaron lo que ellos sabían de Jesús.
· Ellos sabían su nombre y de donde era.
· Ellos sabían que era un profeta.
· Ellos sabían que era poderoso en obra y en palabra.
· Ellos sabían que había sido crucificado (le crucificaron).
· Ellos sabían que había prometido redimir a Israel.
· Ellos sabían que otros decían que había resucitado de entre los muertos.
e. Nosotros esperábamos: Estos discípulos tenían una esperanza que había sido decepcionada; pero de alguna manera su esperanza estaba equivocada (que él era el que había de redimir a Israel). Jesús les mostraría que su verdadera esperanza se cumplió en Él y en su resurrección.
f. Como las mujeres habían dicho: Lo único que estos discípulos tenían para basarse era el testimonio de otros, pero tardaron en creer. El reporte de las mujeres significaba poco para ellos, y el reporte de Pedro y Juan quienes habían visto las ropas de la tumba significaba poco, porque a él no le vieron.
i. Jesús quería saber de ellos lo que quiere saber hoy de nosotros: ¿Podemos creer sin ver con nuestros propios ojos? Podemos y debemos de creer basados en los testimonios confiables de aquellos que lo vieron con sus propios ojos.
3. (25-27) Jesús les enseña porque el Mesías tuvo que sufrir.
Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
a. Tardos de corazón: Jesús les dijo que el problema de su creencia estaba más en su corazón que en su cabeza. Muchas veces pensamos que los principales problemas para creer están en la cabeza, pero en realidad se encuentran en el corazón.
b. ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Ellos deberían haber creído todo lo que los profetas han dicho, que el Mesías sufriría primero y después sería recibido en gloria.
· Ellos eran hombres comunes y simples.
· Ellos habían perdido la esperanza.
· Ellos habían perdido el gozo, tenían un sentido de abandono espiritual.
· Ellos no habían perdido el deseo, aún amaban hablar de Jesús.
· Ellos aún no habían visto la necesidad de la cruz.
i. Los profetas hablarón en Isaías 53:3-5: Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
ii. Isaías 50:5-7 es otro ejemplo de lo que los profetas enseñaron al respecto. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
iii. Daniel 9:26 muestra a otro profeta hablando sobre esto: Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí.
iv. Zacarías 12:10 es otro ejemplo: Mirarán a mí, a quien traspasaron,y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
c. Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían: Jesús empezó a enseñarles lo que sin duda fue uno de los estudios bíblicos más espectaculares que han sido enseñados comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, Él les dijo todo acerca del Mesías.
i. “Es una señal para nosotros que Él aún es el mismo, aunque ahora está en la gloria de la resurrección, que todavía regresa a las viejas escrituras las cuales había aprendido junto a la rodilla de su madre”. (Morrison)
ii. Él les dijo que el Mesías era:
· La semilla de la mujer, cuyo calcañar había sido herido.
· La bendición de Abraham para todas las naciones.
· El sumo sacerdote del orden de Melquisedec.
· El hombre que lucho con Jacob.
· El león de la tribu de Judá.
· La voz de la zarza ardiente.
· El cordero de la pascua.
· El profeta superior a Moisés.
· El capitán de los ejércitos del Señor de Josué.
· El máximo redentor mencionado en Ruth.
· El hijo de David que era un rey superior a David.
· El salvador sufriente del Salmo 22.
· El buen pastor del Salmo 23.
· La sabiduría de proverbios y el amante de cantar de los cantares de Salomón.
· El Salvador descrito en los profetas y el siervo sufriente de Isaías 53.
· El Mesías príncipe de Daniel quien establecería un reino que nunca terminaría.
iii. “El Salvador, quien conoce la palabra de Dios perfectamente, debido a su unión íntima con el Espíritu, quien es su Autor Primario, les expuso en general todas la Escrituras que se referían a Él, desde los primeros libros del Antiguo Testamento y hasta el final”. (Geldenhuys)
iv. “No debemos de entender esto como la selección de un numero de textos que comprueban, sino más bien como mostrar que a lo largo del Antiguo Testamento existe un propósito divino consistente, un propósito que al final significa y debe significar la cruz”. (Morris)
d. Les declaraba en todas las Escrituras: Esto describe cómo Jesús les enseñó. La idea de declarar es de simplemente dejar que el texto hable por sí mismo; exactamente lo que un maestro de la Biblia debe hacer.
i. La palabra antigua griega declaraba (diermeneuo) tiene la idea de apegarse al texto. En otro pasaje cuando Lucas usó esta palabra es utilizada con la palabra traducía (Hechos 9:36). Cuando Jesús explicó las cosas que de él decían en el Antiguo Testamento Él no utilizó alegorías extravagantes o ideas especulativas. Él declaraba, lo que significa que Él se apegó al texto.
ii. “Las Escrituras eran textos familiares para ellos. Y ¿qué es lo que nuestro Señor hizo cuando se encontró con ellos? Él tomó el libro que ellos habían estudiado todas sus vidas. Él se enfocó en las páginas que ellos habían estudiado tan bien. Él los guio a través de los viejos textos familiares”. (Morrison)
4. (28-32) Jesús se revela a los discípulos en el camino a Emaús.
Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
a. Él hizo como que iba más lejos: Jesús actuó como si debía continuar más lejos, pero no quería forzar su compañía sobre estos discípulos. Mas ellos le obligaron a quedarse demuestra que aunque no sabían que era Jesús en medio de ellos, sabían que querían pasar todo el tiempo que pudieran con este hombre.
i. “Es una palabra muy fuerte que “le obligaron a quedarse”; es similar a la que Jesús utilizó cuando dijo: El reino de los cielos sufre violencia. Ellos no solo lo invitaron, sino que lo obligaron, tomaron su mano, se aferraron a su ropa, y le dijeron que no debía de irse”. (Spurgeon)
b. Tomó el pan y lo bendijo, lo partió: Estos hombres no habían estado presentes en la última cena que Jesús tuvo con sus doce discípulos; Ellos no sabían nada de la naturaleza sacramental de partir el pan en términos teológicos.
i. “No fue de ninguna manera una cena sacramental, de la forma en que nosotros usamos la palabra sacramento en nuestra teología. Fue una cena frugal en la aldea de dos viajeros cansados, y otro. Sin embargo, fue entonces, al partir el pan y no en ninguna visión del esplendor de la resurrección, que supieron que su acompañante era el Señor”. (Morrison)
c. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron: Aunque no fue lo que se podría llamar una cena sacramental, había algo en ella que les mostró quien era el misterioso y sabio invitado. Antes, sus ojos estaban velados (Lucas 24:16); Ahora, les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron al partir el pan(Lucas 24:35).
i. Morrison siguiere varias maneras en que pudieron haber reconocido a Jesús al partir el pan:
· La forma en que tomó el lugar de anfitrión con “el aire tranquilo de majestad”.
· La manera en la que Él bendijo la comida que comerían.
· Las manos perforadas que les dieron el pan.
ii. “Como sea que haya sido, ya sea por palabra o por sus manos, ellos sintieron de forma irresistible que este era Él. Un poco de acción, algún rastro familiar, les dijo de un momento a otro que este era el Cristo”. (Morrison)
iii. Jesús puede estar en frente de ti, caminando contigo y sentándose en la mesa en cada comida, y tus ojos pueden estar velados. Por lo tanto, tenemos que orar para que Dios abra nuestros ojos para ver a Jesús tal como es, estando con nosotros todo el tiempo.
d. Mas él se desapareció de su vista: Tan pronto como sus ojos fueron abiertos a ver a Jesús por quien realmente era, Él se fue milagrosamente y ambos dijeron lo que había en sus corazones. Sus corazones ardieron mientras lo escucharon hablar y enseñar.
e. ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba…? Incluso aunque no sabían que era Jesús, incluso cuando no creían que Él había resucitado de entre los muertos, sus corazones aun ardían debido al ministerio de la Palabra de Dios y de Jesús, la Palabra viva de Dios.
i. La palabra de Dios puede tener este mismo efecto en nuestros corazones, incluso cuando no sabemos que es Jesús haciendo su trabajo.
ii. Ninguno de los dos sabía que el corazón del otro ardía hasta que Jesús se fue. Después de eso, ellos podían tener una comunidad de corazones ardientes juntos. Una de las razones por la que Jesús se fue era para que se amaran y ministraran el uno al otro.
5. (33-35) Ellos cuentan las buenas noticias.
Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.
a. Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén: Después de una caminata de siete millas de ida, ellos estaban tan emocionados que caminaron siete millas de regreso, y probablemente mucho más rápido de regreso. Ellos tenían la pasión de contar las maravillas de la resurrección de Jesús.
b. Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón: Ellos tenían una mutua confirmación de la resurrección de Jesús. Aunque el Jesús resucitado no estaba físicamente con ellos, Su resurrección había sido confirmada por más de dos testigos.
C. Jesús enseña a sus discípulos y asciende al cielo.
1. (36-43) Jesús se aparece a los once.
Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
a. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos: Esta parece ser la misma reunión del domingo en la tarde que Jesús tuvo con los once en Juan 20:19-25. En su evangelio, Juan específicamente escribió que Jesús se les apareció estando las puertas cerradas(Juan 20:19). Parece ser que Jesús de repente y quizás milagrosamente se apareció a los discípulos en medio de un cuarto cerrado sin hacer una entrada obvia.
b. Paz a vosotros: Estas eran palabras con un nuevo significado, ahora que Jesús se había levantado de entre los muertos. Ahora, la verdadera paz podía venir entre Dios y los hombres y en medio de los hombres.
i. “En el Señor mismo se encontraba el aire y estilo de alguien que tenía la paz en sí mismo, y que amaba comunicársela a otros. El tono con el que habló paz tendía a crearla. Él era un pacificador, y un dador de paz, y por esta señal ellos fueron movidos a reconocer a su Líder”. (Spurgeon)
c. Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: Jesús primero mostró sus manos y pies heridos a los discípulos. Con esto, Jesús quería establecer tanto su identidad como su existencia corporal, y que en un estado transformado estaba el mismo cuerpo que tenía antes de la cruz, en la cruz, y puesto en la tumba.
i. Es maravilloso considerar que el cuerpo resucitado de Jesús retiene las heridas que recibió en sus sufrimientos y crucifixión. Hay muchas razones posibles para esto.
· Para exhibir las heridas a los discípulos, para que ellos pudieran saber que era el mismo Jesús.
· Para ser el objeto de admiración eterna de los ángeles.
· Para ser sus adornos, trofeos del gran trabajo que hizo por nosotros.
· Para memorizar las armas con las que había derrotado a la muerte.
· Para servir como defensa en su perpetua intercesión por nosotros.
· Para preservar la evidencia del crimen de la humanidad en su contra.
ii. “En el caso de los apóstoles los hechos eran probados hasta el máximo, y la verdad no fue admitida hasta que fue forzada sobre ellos. No estoy disculpando la incredulidad de los discípulos, pero afirmo que su testimonio tiene más peso en ella, porque era el resultado de esta gran investigación”. (Spurgeon)
d. Palpad, y ved: Jesús quería asegurarles que él era un cuerpo físico real, aunque de un orden diferente al de nuestros propios cuerpos. El Jesús resucitado no era un fantasma.
i. “Él claramente negó que su resurrección fuera solo de su Espíritu, porque los invitó a tocar sus manos y sus pies. Las evidencias de un cuerpo material son abundantes”. (Morgan)
ii. “El recuento se refiere precisamente a refutar la noción de que Jesús se levantó solo como un espíritu, o como un fantasma. Más bien, Él se levantó en espíritu y en cuerpo; es decir, en un cuerpo espiritual”. (Pate)
e. Porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo: Algunos hacen mucho del hecho de que Jesús dijo que su cuerpo tenía carne y huesos y no la frase más normal de carne y sangre. La idea es que tal vez el cuerpo resucitado de Jesús no tenía sangre, y que quizás tampoco la tendrán los nuestros. También es posible que Jesús dijo carne y huesos porque la sangre no puede sentirse, pero los huesos pueden sentirse al tocar.
f. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados: Curiosamente, el gozo del momentolos mantuvo alejados de la fe. Esto puede haber sido cierto en el sentido de que nosotros podemos creer que algo es demasiado cierto para ser verdad. Sin embargo, también es cierto que Dios quiere de nosotros una fe razonada y bien pensada, no una simple creencia fácil. Jesús quería que ellos pensaran y creyeran.
i. “Luego una gran alegría, como una marea, se apoderó de ellos. Y no podían creer, estaban tan contentos. No hace mucho tiempo, Cristo los encontró dormidos de tristeza (Lucas 22:45), y ahora los encontró no creyendo de alegría. No olviden, entonces, que el gozo puede obstaculizar la fe. Puede ser un enemigo tan grande para la fe como la tristeza a veces lo es”. (Morrison)
ii. Hubo varias veces antes de esto cuando el gozo obstaculizó la fe, en el sentido de que algo era demasiado bueno para ser verdad.
· En Génesis 45:25-26, Jacob no podía creer que José estaba vivo porque las noticias parecían ser demasiado buenas.
· En Job 9:16, Job dice que si Dios le hubiera contestado él no lo hubiera creído.
· En el Salmo 126:1 parecía demasiado bueno para ser verdad que Dios se volvió contra de la cautividad de Israel.
· Cuando Pedro fue liberado de la prisión en Hechos 12, la iglesia no lo creyó (Hechos 12:13-14).
iii. “Su gozo era tan grande que por un momento fue incluso un impedimento para su fe”. (Geldenhuys)
g. ¿Tenéis aquí algo de comer? Para demostrar tanto su identidad como la realidad de su cuerpo espiritual, Jesús comió en su presencia. En la mayoría de las apariciones de Jesús después de la resurrección, Él come con los discípulos.
i. Esta sería otra evidencia poderosa de que este era el mismo Jesús, haciendo algo con ellos que hizo muchas veces antes.
2. (44-48) Jesús enseña a sus discípulos.
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese,y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.
a. Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: Jesús casi dijo: “Se los dije” al recordarles que todo lo que había pasado fue tal y como Él dijo que sería. Para ayudar a los discípulos a asimilarlo todo, les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras.
i. Debe haber sido antes de esto que los discípulos nacieron de nuevo por el espíritu de Dios, cuando Jesús sopló sobre ellos y recibieron el Espíritu Santo (Juan 20:22).
ii. “En esa hora, en esa habitación con Cristo, las escrituras se convirtieron en un nuevo libro para los discípulos. Nunca olvides cuán ferviente y constantemente nuestro Señor apeló al testimonio de la Palabra”. (Morrison)
b. Fue necesario que el Cristo padeciese,y resucitase de los muertos al tercer día: Jesús quería que entendieran que la cruz no había sido un obstáculo desafortunado que tuvo que superar. Era necesario para el plan redentor de Dios para la humanidad, y que sería en el nombre de un Salvador crucificado y resucitado que el arrepentimiento y el perdón de pecados llegaría a este mundo.
i. “Se les dijo a través de su gran maestro qué debían de predicar, y donde predicarlo, y cómo predicarlo, e incluso dónde empezar a predicarlo”. (Spurgeon)
ii. Que se predicase en su nombre: Predicar el evangelio en el nombre de Jesús significa:
· Predicar bajo sus órdenes.
· Predicar bajo su autoridad.
· Predicar sabiendo que el perdón y la remisión de pecados vienen por la virtud de su nombre.
· Rehusarnos a predicar en nuestro propio nombre.
c. Y vosotros sois testigos de estas cosas: Jesús les dijo solemnemente que eran testigos de estas cosas. No solo testigos de todos los eventos que rodearon el trabajo de Jesús, sino también de la comisión misma de difundir el evangelio. Este era un trabajo del que todos eran mutuamente responsables.
d. Comenzando desde Jerusalén: Su trabajo debía de empezar en Jerusalén; hay muchas razones por las cuales era apropiado que la predicación del evangelio comenzara allí.
· Porque las escrituras decían que tenía que ser así (Isaías 2:3, Joel 2:32)
· Porque fue ahí donde los hechos del evangelio tomaron lugar, y la verdad de esos hechos debía ser probada inmediatamente.
· Para honrar al pueblo judío y para traerles el evangelio primero.
· Porque es bueno empezar donde sentimos tentación de no querer empezar.
· Porque el tiempo es corto y es bueno empezar cerca de donde estamos.
· Porque es bueno empezar donde podemos esperar oposición.
3. (49-53) La ascensión de Jesús.
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padresobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.
a. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padresobre vosotros: Ellos no podían hacer el trabajo que Jesús los había llamado a hacer a menos que fueran investidos de poder desde lo alto, y ese poder vendría cuando el Espíritu Santo fuera derramado sobre ellos.
b. Y alzando sus manos, los bendijo… Y aconteció que bendiciéndolos: Jesús continuó apareciéndose a su gente por 40 días después de su resurrección. Eventualmente llegó el día en que Él ascendió a los cielos. Cuando lo hizo, Jesús dejó la tierra bendiciendo a su Iglesia, y continúa bendiciéndoles, tanto como su pueblo recibirá.
i. Nada más que bendiciones habían venido de esas manos; pero ahora, Jesús se para como el Sumo Sacerdote sobre su pueblo para bendecirlos. “Así permanece hasta que venga de nuevo, sus manos levantadas y sus labios pronunciando la bendición de los suyos”. (Morgan)
ii. Cuando Jesús bendice a su pueblo, no es solo un deseo piadoso como “espero que les vaya bien” o “espero que se sientan mejor”. En cambio, la bendición de Jesús tiene un poder inherente.
iii. “Si Él te ha bendecido, serás bendecido, porque no hay poder en el cielo, ni en la tierra, ni en el infierno, que pueda revertir la bendición que Él da”. (Spurgeon)
iv. “Mientras vemos esas manos levantadas, no puede haber lugar para la duda o el miedo, cuando otras manos amenazantes se levantan para lastimarnos o molestarnos. Ya sea en la vida o en la muerte, en adversidad o en la prosperidad, en la tristeza o en la alegría, sabemos por esa señal que estamos a salvo”. (Morgan)
d. Se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo: Jesús tenía que ascender para que la confianza fuera puesta en el poder y el ministerio del Espíritu Santo, no en la presencia geográfica de Jesús.
i. Hechos 1:3 nos dice que esta ascensión al cielo ocurrió 40 día después de la resurrección de Jesús. Él pasó esos 40 días probando la veracidad de su resurrección y preparando a sus discípulos para su partida.
ii. “Él se levanta por su propio poder y majestad; no necesita ayuda… probó el poder innato de su Deidad, por el cual podía separarse del mundo justo cuando lo deseaba, rompiendo las leyes de la gravedad y suspendiendo las leyes que normalmente gobernian la materia”. (Spurgeon)
iii. “Era impensable que las apariencias de Jesús fueran haciéndose cada vez menos y menos frecuente hasta que cesaran. Eso hubiera seguramente destruido la fe de los hombres”. (Barclay)
iv. “La ascensión difiere radicalmente del desvanecimiento de Jesús de la vista de los discípulos en Emaús y de acontecimientos similares. Hay un aire de conclusión en esto. Es el cierre decisivo de un capítulo y el inicio de otro”. (Morris)
e. Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios: Esto muestra el maravilloso resultado del ministerio de Jesús en la vida de los discípulos.
· Después de haberle adorado: Esto significa que ellos sabían que Jesús era Dios, y le dieron el honor que se merece.
· Volvieron a Jerusalén: Esto significa que hicieron exactamente lo que Jesús les dijo que hicieran. Ellos fueron obedientes.
· Con gran gozo: Esto significa que ellos realmente creyeron que Jesús se levantó de entre los muertos, y dejaron que el gozo de ese hecho tocara todo en su vida.
· Y estaban siempre en el templo, alabando: Esto significa que vivieron como seguidores públicos de Jesús, y no podían ocultar su amor y adoración hacia Él.
i. “Un poco antes, ellos no podían creer debido al gozo. Ahora ellos estaban gozosos solo porque creían”. (Morrison)
ii. Cuando Dios hace este tipo de obras en su pueblo, nosotros decimos “Amén”.
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com