Mateo 18





Mateo 18 – Cualidades y actitudes de los ciudadanos del reino



Entre la comunidad separatista en Qumran aquellos que se quedaron con los pergaminos del Mar Muerto, descubiertos después en el siglo XXhabía un “Manual de Disciplina” (conocido como “1QS” por los eruditos). Algunas personas piensan que Mateo 18 es una versión de la iglesia primitiva del “Manual del Discípulo”. Sin embargo, hay una gran diferencia entre Mateo 18 y lo que tenían los esenios de Qumran. Su Manual de Discípulo trataba con muchas reglas específicas; aquí Jesús trata con principios y actitudes que deberían marcar a Su pueblo a medida que se llevan bien entre sí.

A. El corazón de un niño y el cuidado para los niños de Dios.

1. (1) Los discípulos hacen una pregunta.

En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

a. ¿Quién es el mayor?: Los discípulos a menudo se preocupaban por la cuestión de la grandeza. Parecen hacer esta pregunta pensando que Jesús ya ha escogido a uno de ellos como el mayor, o como si quisieran que Jesús decidiera entre ellos.

i. Podemos imaginar a los discípulos discutiendo entre ellos acerca de cuál de ellos era el mayor (como lo hicieron en Lucas 9:46 y otros lugares), y después diciendo: “Dejemos que Jesús resuelva esto”.

ii. “Él habló de Su humillación, ellos pensaron en su propio avance; y eso ‘al mismo tiempo’”. (Spurgeon)

b. Es el mayor en el reino de los cielos: Los discípulos querían saber quién tenía la posición más alta en la administración que Jesús establecería prontamente.

i. “Sin duda imaginaban un reino temporal del Mesías, en el cual lugares serian otorgados”. (Poole) “Ellos soñaban con una distribución de honorarios y oficios, una monarquía terrenal, como los reinos terrenales”. (Trapp)

2. (2-4) Jesús usa a un niño como ejemplo de humildad.

Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

a. Y llamando Jesús a un niño: Jesús tal vez pudo responder la pregunta: “¿quién es el mayor?” apuntándose a Sí mismo. En lugar de eso, Jesús llamó su atención a Su naturaleza al hacer que miraran a un niño como ejemplo.

i. El hecho de que el niño vino cuando Jesús lollamódice algo acerca de Jesús. Él era el tipo de hombre al cual los niños irían voluntariamente.

ii. También nos dice algo acerca de Pedro. Si Pedro realmente fuera considerado como el primer papa en la manera en que los Papas son considerados por la teología e historia católica romana, Jesús debió haber declarado que Pedro era el mayor en el reino de los cielos.

iii. “Hay una tradición de que el niño creció a ser Ignacio de Antioquia, quien después resultó ser un gran siervo de la iglesia, un gran escritor y finalmente un mártir para Cristo”. (Barclay) Clarke indica que esta tradición viene del escritor cristiano Nicéforo, quien dice que Ignacio fue matado por Trajano en el año 107 d.C. Sin embargo, Clarke también escribe de Nicéforo, que “no se puede depender mucho de él, siendo tanto débil como crédulo”.

b. Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos: Esto probablemente fue una gran decepción para los discípulos. Ellos sabían que en ese día, los niños eran considerados más como propiedad que como individuos. Era entendido que ellos podían ser vistos, pero no escuchados. Jesús dijo que tenemos que tomar este tipo de lugar humilde para entrar en el reino, y mucho menos ser el mayor en el reino.

i. “Un niño era una persona sin importancia en la sociedad judía, sujeto a la autoridad de sus mayores, no siendo tomados en serio excepto como una responsabilidad, uno para cuidar, no alguien a quien admirar”. (France)

ii. Los niños no son amenazantes; no tenemos miedo de toparnos con un niño de cinco años en un callejón oscuro. Cuando tenemos una presencia dura e intimidante, no somos como Jesús.

iii. Los niños no son buenos para engañar; fallan en engañar a sus padres. Cuando somos buenos para esconder nuestra identidad y engañar a los demás, no somos como Jesús.

iv. “El niño es un ejemplo ideal, no de inocencia, pureza o fe, sino de humildad y de desinterés en el estatus social”. (Carson)

v. Jesús sabe que debemos volvernospara hacernos como niños pequeños. No está en nuestra naturaleza tomar un lugar bajo y humillarnos a nosotros mismos.

c. Cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos: Jesús entonces abordó el tema de la grandeza. Cuando llenamos el lugar humilde que un niño tenía en esa cultura, entonces estamos en camino a la grandeza en Su reino.

i. “Se humille no se refiere a la ascesis arbitraria ni a una modestia falsa… sino a la aceptación de una posición inferior (como Jesús lo hizo, Filipenses 2:8, donde la misma frase es usada)”. (France)

ii. “Los niños no intentan ser humildes, pero lo son; y es igual con personas llenas de gracia. La imitación de la humildad es repugnante; la realidad es atractiva”. (Spurgeon)

iii. Sabemos que realmente un Hombre fue el mayor en el reino: Jesucristo. Esto significa que Jesús mismo fue humilde como un niño. No se preocupaba por su propio estatus. Él no tenía que ser el centro de atención. Él no podía engañar, y no tenía una presencia intimidante.

3. (5-6) ¡Ay de aquel que cause que uno de estos tropiece!

Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

a. Cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe: Ya que la naturaleza de Jesús es como la de uno de estos niños, la manera como tratemos a aquellos que son humildes como niños muestra lo que pensamos de la naturaleza de Jesús.

i. “No son bienvenidos porque son grandes, sabios o poderosos, sino porque vienen en el nombre de Jesús, es decir, ellos le pertenecen a Él”. (Carson) “El hecho esencial en la transformación que Cristo obra es que Él transforma a los grandes en niños pequeños”. (Morgan)

ii. Es fácil despreciar a los humildes. Ellos son perdedores; el tipo que nunca lograra algo en nuestro mundo competitivo y agresivo. Sin embargo, cuando despreciamos a los humildes también despreciamos a Jesús.

b. Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí: Jesús lo toma muy en serio cuando uno de sus pequeños es guiado al pecado. “Pequeños” no solamente significa niños, sino a aquellos que se humillan a sí mismos como niños en la manera en que Jesús describió.

i. Pecar es una cosa malvada, y es mucho más malvado guiar a otros al pecado. Pero guiar a uno de los pequeños de Jesús al pecado es mucho peor, porque entonces das comienzo a alguien a entrar a un patrón o modelo de pecado que corrompe la inocencia que tenía.

c. Mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar: Aquí se describe un castigo severo. Sería mejor para el ofensor recibir este castigo de la piedra de molino.

i. La piedra, y cualquiera que fuse atado a ella, se hundiría por seguro y nunca saldría. Y esta era una piedra de molino grande. “La mayoría de las piedras de molino eran herramientas de mano para uso doméstico…pero aquí habla de la piedra pesada que era jalada por un asno”. (Carson)

ii. “En lo profundo del mar”. (Bruce) “Además, la imagen misma de ahogamiento era un terror para el judío. A veces el ahogamiento era un castigo romano, pero nunca judío”. (Barclay)

4. (7) Los tropiezos son inevitables, pero no debemos de tener ninguna parte en tropezar.

¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

a. ¡Ay del mundo por los tropiezos! El primer ¡Ay! es un grito de compasión por un mundo en peligro de tropiezos. El segundo ¡Ay! es una advertencia a aquel que trae o introduce maldad a otros.

i. “Dios lo ha ordenado así en la sabiduría de su providencia, que no restringirá los deseos de los corazones de todos los hombres, sino que hará sufrir a unos al caminar en sus propios caminos”. (Poole)

b. ¡Ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!: Vivimos en un mundo caído y es inevitable que venga el pecado, el dolor y el tropiezo. Sin embargo, la persona quien traiga el tropiezoes culpable ante Dios, y no tiene excusa.

i. Esto nos enseña que podemos dejar ir el enojo y la amargura por lo que las personas han hecho en nuestra contra. Dios ha prometido tratar con aquellos por quien viene el tropiezo.

ii. Si Dios promete tratar con aquellos que han hecho tropezar a los suyos, demuestra que Él defiende y protege a los suyos. Esto nos enseña que en Jesucristo, ninguna otra persona puede arruinar nuestra vida. Si ellos traen tropiezo a nuestra vida, Dios tratará con ellos, pero no nos abandonará en tiempo o en la eternidad.

5. (8-9) A la luz de la sentencia que les espera a aquellos que causan a otros a pecar, vale la pena sacrificarlo en la batalla en contra del pecado.

Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.

a. Si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti: Algunas personas solamente se mantienen alejados del pecado cuando les es fácil o les conviene. Jesús nos advierte que debemos estar dispuestos a sacrificar en pelear contra el pecado, que nada es peor que enfrentar la ira de un Dios de justicia. Realmente es mejor sacrificar en la batalla contra el pecado ahora que enfrentar el castigo de la eternidad después.

b. Si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti: Hay serios problemas cuando estas palabras se toman como una instrucción literal en lugar de transmitir una actitud. El problema no es solo por el daño físico obvio que uno podría hacerse, sino más bien por el problema de que la mutilación corporal no llega lo suficientemente lejos como para controlar el pecado. Necesitamos ser transformados de adentro hacia afuera.

i. Si me corto la mano derecha, todavía puedo pecar con la izquierda. Si me arranco el ojo izquierdo, todavía puedo pecar con el ojo derecho, y si todos esos miembros me son quitados, todavía puedo pecar con mi corazón y mi mente. Dios nos llama a tener una transformación mucho más radical de lo que cualquier tipo de mutilación corporal pueda abordar.

6. (10) Otra referencia a nuestra responsabilidad de proteger a los pequeños de Dios.

Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.

a. No menospreciéis a uno de estos pequeños: Porque la mente y el ojo de Dios siempre está sobre sus pequeños, hacemos bien en tratarlos con amor y respeto. Dios protege a los humildes.

b. Sus ángeles: Esto a menudo es tomado como referencia a los “ángeles guardianes”. Ciertamente tenemos ángeles velando por nosotros y ministrándonos (Hebreos 1:14), pero no hay necesidad de limitarlo a solo un “ángel de la guarda” en específico.

7. (11-14) Los discípulos deben compartir el corazón de Jesús y cuidar a individuos.

Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

a. ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Esta historia demuestra el valor que Dios pone en los individuos. Jesús nos exhorta a reflejar el mismo cuidado.

i. Esta parábola es similar, pero diferente a la parábola de la oveja perdida en Lucas 15:3-7. “La evidencia sugiere que estas son dos parábolas similares, ambas enseñadas por Jesús, pero con enfoques muy diferentes”. (Carson)

ii. Aquí, Jesús enfatizó el amor y cuidado que debemos tener para todos en la comunidad cristiana. “La primera tentación es despreciar a uno, porque solo es uno; la siguiente es despreciar a uno, porque es muy pequeño; la siguiente, y quizá la forma de tentación más peligrosa, es despreciar a uno, porque se ha extraviado”. (Spurgeon)

iii. La que se había descarriado: “¡Oh, cómo debemos amar a los pecadores, ya que Jesús nos amó y murió por nosotros cuando aún éramos pecadores! Debemos cuidar de los borrachos mientras todavía pasan la copa; los maldicientes incluso mientras los escuchamos maldecir… no debemos esperar hasta que veamos algo mejor en ellos, sino sentir un interés intenso por lo que son: descarriados y perdidos”. (Spurgeon)

b. Si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla: El pastor estaba feliz cuando encontró a la oveja. No estaba enojado ni amargado por haber trabajado tan duro o por su tiempo perdido. Su gozo rebosaba.

i. Barclay señala que esta parábola nos demuestra el carácter del amor de Dios, siendo como el cuidado que el pastor le da a sus ovejas.

· Es amor individual.

· Es amor paciente.

· Es amor que busca.

· Es amor que se regocija.

· Es amor que protege.

c. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños: Algunos toman esto como una garantía de que antes de una edad de responsabilidad, los niños son salvos. Pero esto solamente es absolutamente cierto de los hijos de creyentes (1 Corintios 7:14). Para el resto, debemos confiar en la misericordia de Dios y en saber que el Juez de la tierra hará lo correcto (Génesis 18:25).

B. Tratando con pecado en la comunidad del Reino.

1. (15) Si han pecado contra ti, ve y confronta al culpable directamente.

Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

a. Ve y repréndele estando tú y él solos: Es esencial que vayamosprimero con el hermano que nos ha ofendido, no a quejarnos y chismear con otros, especialmente bajo el disfraz de estar compartiendo petición de oración o buscando consejo. En vez, hay que hablar con la persona directamente.

i. Seria equivocado que cualquier persona tomara la palabra de Jesús aquí como comando para confrontar a tu hermano con cada pecado que ha cometido en tu contra. La Biblia dice que debemos de ayudarnos unos a otros y tener paciencia hacia los demás. Sin embargo, claramente hay algunas cosas con las que no debemos de tener paciencia y que debemos abordar.

ii. Podemos decir que Jesús nos da dos opciones cuando tu hermano peca contra ti. Puedes ir directamente con él y confrontarlo; o puedes dejar el asunto bajo la paciencia cristiana soportándose el uno al otro. Otras opciones –aferrarse a la amargura, represalias, chismear a otros sobre el problema– no se permiten.

iii. “No debemos permitir que el pecado nos amargue la vida, manteniendo un silencio malhumorado, ni podemos ir a publicar el asunto. Debemos buscar al ofensor y decirle su falta como si él no estuviera al tanto de ello; porque quizá no lo esté”. (Spurgeon)

b. Si te oyere, has ganado a tu hermano: Lo has ganado de dos maneras. Primero, el problema se ha aclarado. Quizá te diste cuenta de que él estaba correcto en ciertos puntos y él se dio cuenta de que tú estabas correcto en otros puntos, pero el problema ha sido resuelto. Segundo, lo has ganado porque no le has hecho mal a tu hermano al ir a otros con chismes y la mitad del lado de una disputa.

i. Es importante destacar que Jesús no dijo que tu hermano debe estar de acuerdo contigo y arrepentirse inmediatamente ante ti. Al principio es suficiente si te oyere.

2. (16-18) Si uno entre la iglesia no se arrepiente, debe ser removido del compañerismo.

Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

a. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos: El círculo de personas en la situación solo se amplía a medida que la persona quien ofendió se reúsa a escuchar. Si la actitud necia y impenitente permanece, se les debe negar el compañerismo (tenle por gentil y publicano).

i. También es verdad que el uno o dos más, después de escuchar ambos lados de lo que pasó, pueden resolver el problema asignando una responsabilidad diferente a la que la persona ofendida había pensado. Justo parece el primero que aboga por su causa; pero viene su adversario, y le descubre. (Proverbios 18:17) El objetivo debe ser la restauración de la relación más que comprobar que uno estaba en lo correcto.

ii. “Aunque es una cosa muy imprudente interferir en las disputas, sin embargo, de este texto está claro que debemos estar dispuestos a ser uno de los dos o tres quienes ayudarán a resolver una diferencia”. (Spurgeon)

b. Tenle por gentil y publicano: La persona que no se arrepiente debe ser tratada al igual que a un gentil o publicano, con gran amor, con la meta de traer reconciliación y un arrepentimiento completo.

i. Entonces, si el problema no se puede resolver, se debe de tratar a esta persona por gentil y publicano. Este sentido de ser rechazado la posición completa y participación en el cuerpo de Cristo es a lo que se refería Pablo cuando dijo que el tal sea entregado a Satanás (1 Corintios 5:1-8). Hay un sentido en que la persona que no se arrepiente es castigada al ser colocada fuera de la bendición y protección del compañerismo.

ii. “No hay, por supuesto, una indicación en este versículo de cómo, o por cuál agencia esta autoridad de la congregación debe ser ejercida; no se mencionan a los ancianos o líderes de la iglesia”. (France)

c. Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo: Si este proceso se realiza con humildad y conforme a la Palabra, esto es bastante vinculante a los ojos de Dios, aun si los que no se arrepienten solo se van a otra iglesia.

i. “El atar y desatar genéricamente = ejercer juicio sobre la conducta; aquí específicamente = tratar el pecado como perdonable o el revés”. (Bruce)

ii. “Cada iglesia tiene las llaves de su propia puerta. Cuando esas llaves son usadas correctamente por la asamblea de abajo, el acto es ratificado arriba”. (Spurgeon)

3. (19-20) El poder y la bendición en el compañerismo que se niega al que no se ha arrepentido.

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

a. Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra: Hay poder verdadero al estar de acuerdo en oración en la presencia de Jesús. Esto es exactamente de lo que se pierden los que no se han arrepentido.

i. En el griego antiguo, estar de acuerdo es literalmente “sinfonizar”. Jesús quiere que nos complementemos como una gran orquesta. “Es una metáfora tomada de una serie de instrumentos musicales colocados en el mismo tono, y tocando la misma melodía: aquí, significa un acuerdo perfecto de los corazones, deseos, anhelos y voces, de dos o más personas orando a Dios”. (Clarke)

b. Les será hecho por mi Padre que está en los cielos: Debemos aprovechar el poder del acuerdo, que funciona según el principio de Levítico 26:8, donde cinco perseguirán a cien enemigos, pero cien perseguirán a diez mil enemigos. Esa es la diferencia entre uno que derrota a 20 y uno que derrota a 100. Hay poder verdadero, poder exponencial en la oración con acuerdo.

i. “Quizá la petición exacta que ofrecen no sea respondida de manera aparente. Recuerda que Dios a menudo escucha las oraciones de nuestras oraciones, y responde a eso en vez de nuestras oraciones mismas”. (Spurgeon)

c. Donde están dos o tres congregados: Jesús aquí indicó que las reuniones de su pueblo –de hecho, reuniones llenas de poder y autoridad conectadas al cielo– no necesitan ser grandes reuniones. Pueden ser de dos o tres de Sus seguidores a la vez.

i. “Jesús está tan presente en la congregación pequeña como en la gran reunión…Él no es esclavo a los números”. (Barclay)

ii. Una reunión de dos o tres es fácil de empezar. Siempre hay alguien cerca, y no es difícil encontrar un lugar dónde reunirse.

iii. “Se mencionan dos o tres, no para fomentar la ausencia, sino para animar a los pocos fieles que no olvidan de reunirse, como lo hacen algunos”. (Spurgeon)

· Esto nos demuestra que grandes números no son esenciales.

· Esto nos demuestra que el rango de las personas no es esencial.

· Esto nos demuestra que el lugar en particular no es esencial.

· Esto nos demuestra que la hora en particular no es esencial.

· Esto nos demuestra que una forma particular que la reunión debe tomar no es esencial.

d. Congregados en mi nombre: Esto nos demuestra que reunirse en el nombre de Jesús es lo más esencial.

· Congregándonos en su nombre significa que somos conocidos por Él y por su nombre.

· Congregándonos en su nombre significa que Él es nuestro punto de reunión; nos congregamos alrededor de Jesús.

· Congregándonos en su nombre significa que nos congregamos de acuerdo con el carácter y la naturaleza de Jesús.

· Congregándonos en su nombre significa congregarse de una manera que Jesús aprueba.

e. Allí estoy yo en medio de ellos: Esto significa que Jesús no está al frente, más cerca de los ministros y de los líderes. Él está en medio, ahí para estar cerca de todos. Significa que debe ser proclamado y revelado a todos. Algunas personas salen de una iglesia diciendo: “Ellos se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto”.

i. “Nuestra reunión es en el nombre de Jesús, y por lo tanto Él ahí está; cerca, no solamente al líder, o al ministro, sino en medio, y por lo tanto cerca de cada adorador”. (Spurgeon)

ii. Allí estoy yo en medio de ellos: “Nadie sino Dios podría decir estas palabras, decirlas con verdad, porque solamente Dios está presente en todas partes, y estas palabras se refieren a Su omnipresencia… Obsérvese que Jesús no está en medio de ellos para espiar sus pecados; o para hacer notar de las imperfecciones de su adoración; sino para iluminarlos, fortalecerlos, consolarlos y salvarlos”. (Clarke)

C. Perdón en la comunidad del reino: la parábola del siervo que no perdona

1. (21-22) La pregunta de Pedro acerca del perdón y la respuesta de Jesús.

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

a. ¿Hasta siete?Pedro, a la luz de lo que había dicho Jesús acerca del acuerdo y la unidad, esperaba sonar extremadamente amoroso al sugerir que debemos perdonar a un hermano que se ha arrepentido hasta siete veces cuando tres veces era el límite aceptado enseñado por muchos rabinos judíos en esos tiempos.

i. “Los rabinos discutieron esta pregunta y recomendaron no más de tres veces… Las siete veces de Pedro son por lo tanto generosas, pero la respuesta de Jesús elimina todos los límites y las calculaciones”. (France)

b. Hasta setenta veces siete: Jesús respondió inesperadamente, diciendo que debemos perdonar al arrepentido un numero ilimitado de veces. Ilimitado es seguramente la idea detrás de hasta setenta veces siete; seria extraño si Jesús esperara que contáramos las ofensas hechas contra nosotros hasta 490, y en la ofensa numero 491 negar el perdón.

i. “Su alusión a Génesis 4:24 contrasta claramente la venganza ilimitada de Lamec con el perdón ilimitado del discípulo”. (France)

2. (23-24) La deuda del primer siervo.

Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.

a. Que quiso hacer cuentas con sus siervos: El rey en esta parábola esperaba que sus siervos fueran fieles y honorables en la manera en que conducía su negocio. Por lo tanto, un día examinó su trabajo y comenzó a hacer cuentas con ellos.

b. Uno que le debía diez mil talentos: Los comentaristas listan la cantidad moderna de 10,000 talentos como entre 12 millón de dólares y 1 billón de dólares americanos. Esta figura representa claramente una cantidad que no se puede pagar.

3. (25-27) El señor perdona la deuda.

A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

a. Ordenó su señor venderle: Por supuesto, el hombre no pudo pagar. Por lo tanto, su señor mandó que se vendiera al deudor, su familia y todo lo que tenía. Esto no satisfaría la deuda; los esclavos cuando mucho se vendían por un talento cada uno (y por lo general se vendían por mucho menos). Sin embargo, esto traería algo de justicia.

i. “El precio máximo por un esclavo era alrededor de un talento, y un décimo de esa cantidad o menos era más común”. (Carson)

b. Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo: La promesa que hizo el esclavo no tenía sentido. Habló como si todo lo que necesitara fuera paciencia; que si se le diera el tiempo suficiente realmente podría pagar esta deuda masiva. Los discípulos de Jesús pensarían que esto era gracioso.

i. “Muchos pecadores pobres son muy ricos en resoluciones. Este siervo-deudor pensó que solo necesitaba paciencia; ¡pero de hecho necesitaba perdón!” (Spurgeon)

c. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda: El señor mostró misericordia provocada por compasión, perdonando una deuda que obviamente nunca podría ser pagada, a pesar de las promesas que había hecho el siervo.

4. (28-30) El siervo que es perdonado se reúsa a perdonar.

Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.

a. Uno de sus consiervos, que le debía cien denarios: El siervo a quien se le acababa de perdonar una deuda que no se podía pagar saliendo, halló a aquel que le debía dinero. Al toparse con él, lo asaltó (le ahogaba) y exigió su pago.

i. La deuda era real. 100 denarios era más o menos el salario de 100 días. Esta no era una cantidad insignificante, pero era casi nada en comparación con la deuda que se le había perdonado por su señor. En realidad, era 1/600,000 de la deuda que se debía al señor por el primer siervo.

ii. Le ahogaba. “No hay ninguna palabra que yo conozca que exprese tan completamente el significado de la original… como el termino anglosajónestrangular: significa (como el griego) ahogar a una persona, agarrándolela garganta”. (Clarke)

iii. “La deuda era muy, muy pequeña, pero el reclamo se tomó con intensa ferocidad. Nuestros pequeños reclamos contra nuestros prójimos son demasiado aptos para presionarlos con severidad inquebrantable”. (Spurgeon)

b. Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo: El hombre que debía la deuda más pequeña usó exactamente la misma suplica y promesa que trajo misericordia al hombre que tenía la deuda más grande. Pero no ganó nada, y el siervo que había sido perdonado puso al otro hombre en una cárcel de deudores.

5. (31-34) El juicio del siervo que no perdonó.

Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.

a. Viendo sus consiervos lo que pasaba: No hay mención en la parábola de la conciencia del primer siervo molestándolo acerca de su conducta. Fueron sus consiervos que reconocieron el mal que había hecho.

i. “Otros podían ver la maldad de su conducta si él no podía verla”. (Spurgeon) A veces somos dolorosamente –y para nuestra vergüenza– ciegos a nuestra propia conducta pecaminosa y carnal.

b. Siervo malvado… le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía: Cuando el señor se enteró de esto, se enojó, y con razón. Simplemente estaba mal que un hombre a quien se le había perdonado tanto no perdonara. Entonces le dio al primer siervo lo que merecía: justicia en lugar de misericordia.

6. (35) El perdón genuino, del corazón, se requiere de todos los que han sido perdonados.

Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

a. Así también mi Padre celestial hará con vosotros: El principio es claro. Dios ha perdonado una deuda tan grande, que cualquier deuda que se nos deba es absolutamente insignificante en comparación. Ningún hombre puede ofenderme en la medida en que mis pecados han ofendido a Dios. Este principio debe aplicarse en las pequeñas cosas que se nos hacen, pero también en las grandes cosas que se nos hacen.

i. “Nosotros incurrimos mayor ira al reusarnos a perdonar que por todo el resto de nuestro endeudamiento”. (Spurgeon)

b. Si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas: Con esto, Jesús enseñó un principio importante y que a menudo se olvida con respecto al perdón. Hay muchos cristianos sinceros que retienen el perdón de otros por razones equivocadas, y se sienten completamente justificados al hacerlo.

i. El razonamiento de ellos es así: No debemos perdonar a otra persona que peca contra nosotros hasta que se arrepientan adecuadamente. Esto es porque el arrepentimiento es mencionado en el contexto de nuestros mandatos de perdonar (como en Lucas 17:4), y porque nuestro perdón hacia otros debe ser modelo según el perdón de Dios hacia nosotros. Ya que Dios no nos perdona si no hay arrepentimiento, tampoco debemos perdonar a otros a menos que se arrepientan apropiadamente. Incluso nosotros tenemos el deber de retener tal perdón y juzgar su arrepentimiento, porque es en su mejor interés hacerlo.

ii. Esta manera de pensar –incluso si tiene buenas intenciones– es incorrecta y, en última instancia, peligrosa. Esta parábola nos demuestra por qué es incorrecto para nosotros pensar: “Dios no me perdona sin mi arrepentimiento; por lo tanto, debo retener el perdón de otros que pecan contra mí hasta que se arrepientan adecuadamente”. Esa manera de pensar está mal, porque yo no estoy en el mismo lugar que Dios en la ecuación, y nunca podre estarlo. Dios está como Aquel que nunca ha sido perdonado y nunca ha necesitado perdón; Yo estoy como uno que ha sido perdonado y necesita perdón continuo.

iii. Por lo tanto –si fuera posible– deberíamos ser mucho más rápidos para perdonar de lo que Dios es, sin precondición de arrepentimiento, porque somos pecadores perdonados que también deben perdonar. Nosotros tenemos una obligación aún más grande de perdonar que Dios.

iv. Como se nos ha perdonado mucho, no tenemos derecho a retener el perdón de los demás. Somos el deudor a quien se le ha perdonado una deuda casi infinita; ¿acaso nos aferraremos a las deudas pequeñas que otros nos deben? Si alguien tuviera el derecho de retener el perdón es Dios, y Él perdona de una manera más libre y más completa que cualquiera que conozcamos. ¿Qué derecho posible tenemos para aferrarnos a nuestra falta de perdón?

v. También es importante entender que se puede hacer, y debe hacerse, una distinción entre el perdón y la reconciliación. La verdadera reconciliación de una relación solo puede ocurrir cuando ambos lados están de acuerdo de ella, y esto puede requerir el arrepentimiento de uno de los dos lados en el conflicto. Sin embargo, el perdón puede ser unilateral.

vi. Además, el perdón no necesariamente protege a alguien de las consecuencias civiles o prácticas de su pecado. Por ejemplo, el propietario de una casa puede que perdone al hombre quien entró a robar a su casa, sin embargo, todavía es apropiado que el ladrón sea arrestado y echado en la cárcel. A nivel personal, el perdón es requerido. A nivel civil y social, el hombre debe ser castigado por los magistrados (Romanos 13).

vii. No obstante, el principio se destaca claramente. En contexto, esta parábola se nos fue dada para hacernos más indulgentes, no menos indulgentes. Nadie podría leer razonablemente esta parábola y pensar que Jesús estaba intentando restringir el perdón de sus discípulos.

viii. Las personas que leen esto: “Por lo tanto, sean un poco tacaños con el perdón, así como su Padre en el cielo es un poco tacaño con el perdón” pierden todo el punto de la parábola. En lugar, Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. (Lucas 6:36)

ix. De todo corazón: Esto hace que el mandato sea más fuerte. “Si perdonamos solo de palabra, pero no de todo corazón, permanecemos bajo la misma condenación”. (Spurgeon)

c. Así también mi Padre celestial hará con vosotros: Sería incorrecto convertir esto en la idea de que la falta de perdón en sí misma es el pecado imperdonable. Es mejor decir que el perdón es evidencia de ser verdaderamente perdonado, y que la falta de perdón habitual pueda demostrar que el corazón de una persona nunca ha sido realmente tocado por el amor de Jesús.

i. “Aquellos que no perdonan no pueden esperar ser perdonados”. (France) Como Santiago escribió después: juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia. (Santiago 2:13)

ii. Además, recordamos el castigo del hombre que no perdona en la parábola de Jesús: el señor le entregó a los verdugos. Hay muchas almas pobres que son torturadas por su propia falta de perdón hacia otras personas.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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