Mateo 24




Mateo 24 – El discurso de Jesús en el monte de los Olivos

A. La destrucción del templo y sus implicaciones.

1. (1-2) Jesús predice la destrucción del templo.

Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

a. Cuando Jesús salió del templo y se iba: Jesús no contendería más con los líderes religiosos, y nunca más iría al templo en su ministerio terrenal. Con énfasis, Él salió del templo y se iba.

i. Salió del templo y se iba: “Hay un énfasis en la idea del verbo. Él se iba, como alguien que no tenía la intención de regresar”. (Bruce)

ii. “Ellos se acercaron a su Maestro, yendo enfrente con un estado de ánimo de profunda preocupación, e intentaron cambiar la sombría corriente de sus pensamientos invitándolo a voltear a ver la sagrada estructura”. (Bruce)

b. Se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo: Después de la destrucción del templo de Salomón, este templo fue construido originalmente por Zorobabel y Esdras (Esdras 6:15). Herodes el Grande (quien gobernó cuando Jesús nació) lo expandió grandemente y lo mejoró. Este templo fue el centro de la vida judía por casi mil años, tanto que era costumbre jurar por el templo (Mateo 23:16), y hablar en contra del templo podría considerarse una blasfemia (Hechos 6:13).

i. “Josefo el judío (Antigüedades 15.14) nos dice que por ocho años enteros mantuvo 10.000 hombres trabajando en él; y que por su magnificencia y majestuosidad, excedió el templo de Salomón”. (Trapp)

ii. Después del trabajo de Herodes, el templo era enorme: casi 500 yardas o metros de largo y 400 yardas o metros de ancho. El plan de Herodes de reconstruir el templo empezó en el año 19 a.C. y solo se completó hasta el año 63 d.C., tomando más de 80 años. El templo fue terminado solo siete años antes de ser destruido.

iii. Pero el Segundo Templo no solo era grande; también era hermoso. El historiador judío Josefo dijo que el templo estaba cubierto con láminas de oro, y cuando el sol brillaba sobre ellas era cegador verlo. Donde no había oro, había bloques de mármol de un blanco tan puro que, a distancia, los extranjeros pensaban que había nieve en el templo.

c. ¿Veis todo esto? Los discípulos querían que Jesús mirara los hermosos edificios; Jesús les dijo que voltearan y vieran bien esto.

i. “Esto, no un edificio, implicando indiferencia a los esplendores admirados por los discípulos”. (Bruce)

d. No quedará aquí piedra sobre piedra: Unos 40 años después de que Jesús dijo esto, hubo una revolución judía contra los romanos en Palestina, y disfrutaron de muchas victorias al principio. Pero al final los soldados romanos destruyeron a los rebeldes. En el año 70 d.C. Jerusalén fue destruida, junto con el templo, tal como Jesús dijo que sucedería.

i. “Tito (se dice) habría preservado el templo, como una de las maravillas del mundo, de ser quemado, pero no pudo; tal fue la furia de sus soldados…” (Trapp)

ii. Se dice que en la caída de Jerusalén, los últimos judíos sobrevivientes de la ciudad huyeron al templo, porque era el edificio más fuerte y seguro de la ciudad. Los soldados romanos lo rodearon, y un soldado borracho comenzó un incendio que pronto devoró todo el edificio. El trabajo detallado de ornato de oro en el techo se derritió en las grietas entre las paredes de piedra del templo, y para recuperar el oro, el comandante romano ordenó que el templo fuera desmantelado piedra por piedra. La destrucción fue tan completa que en la actualidad tienen verdaderas dificultades para saber exactamente dónde estaban los cimientos del templo.

iii. “Josefo dice que las piedras eran blancas y fuertes; cincuenta pies de largo, veinticuatro de ancho, y dieciséis de grueso. Antig. b. 15. c. xi”. (Clarke)

e. Que no sea derribada: Esta profecía fue cumplida literalmente. Había un templo real, y realmente fue destruido. El cumplimiento literal de esta profecía establece el tono para el resto de las profecías en el capítulo. Debemos esperar un cumplimiento literal para estas también.

i. “También podemos observar lo poco que Dios valora las espléndidas casas de oración cuando son hechas cuevas de ladrones”. (Poole)

2. (3) La predicción de Jesús trae dos preguntas.

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

a. Y estando él sentado en el monte de los Olivos: Distanciados del templo, pero viéndolo desde lejos, los discípulos le hicieron preguntas a Jesús acerca de su audaz predicción sobre la destrucción del templo.

i. Era un tiempo apropiado para tal discusión. Los líderes religiosos rechazaron a Jesús y pronto lo entregarían a los romanos para ser crucificado. Él sabía el amargo destino que le esperaba a Jerusalén, y quería darle esperanza y confianza a los discípulos, que pronto serían probados grandemente.

b. Cuándo serán estas cosas: Jesús dijo que el templo sería destruido completamente. Era lógico que los discípulos quisieran saber cuándo sucedería. Jesús hablará a esta pregunta, pero solo en el contexto de responder a sus próximas dos preguntas.

c. Y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo: Los discípulos probablemente pensaron que solo habían hecho una pregunta. En sus mentes, la destrucción del templo y el fin del siglo estaban probablemente conectados. Pero en realidad, hicieron dos preguntas (algunos dicen que tres), y esta segunda pregunta es respondida en el resto del capítulo.

i. “Los discípulos no tabularon sus preguntas. En toda probabilidad ellos las presentaron como una solicitud, suponiendo que todas estas cosas sucederían simultáneamente. La respuesta de Jesús fue dirigida principalmente a corregir este malentendido”. (Morgan)

ii. También puede ser que esta segunda pregunta fue hecha al recordar los eventos que rodearon la destrucción del primer templo: el templo de Salomón fue destruido en el contexto del juicio nacional y el exilio.

d. Y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo: A medida que Jesús responde esta importante segunda pregunta, hará comentarios específicos y predicciones sobre el final de los tiempos. Estas predicciones han sido la fuente de desacuerdos significativos entre los cristianos que han intentado comprenderlas. ¿Por qué Jesús simplemente no lo dijo tan claramente para que no hubiera posibilidad de que alguien pudiera malinterpretarlo?

i. Una razón por la que la profecía puede parecer vaga o imprecisa es porque Dios quiere que cada época tenga razones para estar lista para el regreso de Jesús. No debemos considerar el regreso de Jesús como un evento lejano en una línea del tiempo, sino algo con lo que hemos estado corriendo en paralelo desde el día de Pentecostés.

ii. Otros sugieren que la intención de Dios era mantener el futuro de alguna forma vago y confuso para confundir al Diablo, así como la resurrección del Mesías fue vaga en el Antiguo Testamento.

iii. A pesar de que algunas interpretaciones proféticas son diferentes, estamos seguros de esto: Él viene de nuevo, y debemos estar listos.

B. El flujo de la historia hasta el regreso de Jesús.

1. (4-8) Jesús describe las condiciones generales del mundo durante el período entre su ascensión y el tiempo inmediato que precede su segunda venida.

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.

a.  Mirad que nadie os engañe: Desde el principio, Jesús advirtió a los discípulos que muchos serían engañados al anticipar su regreso. Ha habido tiempos en la historia de la iglesia cuando se hicieron predicciones impulsivas y luego se confiaron en ellas, resultando en gran decepción, desilusión y alejamiento.

i. Un ejemplo notable de esto fue la expectación profética en 1846 de William Miller en los Estados Unidos. Debido a sus interpretaciones proféticas, cálculos y publicaciones, hubo cientos de miles en los Estados Unidos que fueron convencidos de que Jesús regresaría en 1846. Cuando no pasó, hubo gran decepción, con muchos alejándose de la fe, y algunos grupos sectarios resultaron del fervor profético.

b. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin: El tipo de cosas que Jesús menciona en esta sección no son las cosas que marcan las señales específicas del final. Cosas como los falsos mesías, pestes, hambres y terremotos ciertamente han marcado la historia del hombre desde el tiempo de la ascensión de Jesús, pero no eran señales específicas del final. En efecto Jesús dijo: “Sucederán catástrofes, pero estás no señalarán el final”.

i. En el medio de cualquier gran guerra o cualquier gran hambruna o cualquier gran terremoto, es natural creer que el mundo está llegando a su final. Pero Jesús dijo que hay una señal mucho más específica que indicará su regreso, y la describe después.

ii. “Un claro objetivo de este capítulo es prevenir el entusiasmo prematuro sobre la parusía”. (France)

c. Todo esto será principio de dolores: Aunque ninguno de estos eventos son señales específicas del final, colectivamente son una señal. Cuando Jesús describe estas calamidades como el principio de dolores, literalmente las llamó el principio de los dolores de parto. Así como es verdad de los dolores de parto, debemos esperar que las cosas mencionadas –guerras, pestes, hambres, terremotos, etc.– se volverán más frecuentes y más intensas antes del regreso de Jesús, sin que ninguna de ellas sea la señal específica del final.

i. “El principio: tal acumulación de horrores podría parecer a los inexpertos el final, por lo tanto se hace el comentario de evitar el pánico”. (Bruce)

2. (9-14) Jesús habla sobre lo que sus discípulos deben esperar durante el tiempo entre su ascensión y la segunda venida.

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

a. Os entregarán a tribulación, y os matarán: En el período después de que Jesús asciende al cielo y antes de que venga otra vez, sus discípulos deben esperar ser perseguidos. Esto puede hacer que sus seguidores crean que el final está cerca, pero esto tampoco es una señal específica de su regreso.

i. “Más bien, entonces ellos te entregarán a la aflicción…con una figura retórica audaz, la aflicción aquí es personificada. Deben ser entregados a la propia mano de la aflicción, para ser atormentados por todos los métodos y tortura inventiva”. (Clarke)

ii. Se entregarán unos a otros: “La persecución revelará a los traidores dentro de la Iglesia así como a los enemigos fuera”. (Spurgeon)

b. Falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos: En el período después de que Jesús asciende al cielo y antes de que regrese otra vez, los discípulos de Jesús verán muchos falsos profetas, y su éxito. Pero estas tampoco son señales específicas de su regreso.

i. Engañarán a muchos: “¡Es triste que tales maestros tendrán discípulos! Es doblemente triste que serán capaces de desviar a ‘muchos’. Sin embargo, cuando suceda, recordemos que el Rey dijo que así sería”. (Spurgeon)

c. Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará: En el período después de que Jesús asciende al cielo y antes de que regrese otra vez, sus discípulos deben esperar ver a la sociedad empeorar más y más. Pero esta tampoco es la señal específica de su regreso.

i. “Y la maldad llevará al enfriamiento del amor, una conexión que debe ser notada”. (France)

ii. “Aquí hay algo por cual temblar: ‘Porque abundará la iniquidad’: eso es peor que la peste; ‘el amor de muchos se enfriará’: eso es peor que la persecución. Así como toda el agua fuera de un barco no puede hacer daño hasta que entre en el mismo, así las persecuciones externas no pueden dañar a la Iglesia de Dios, pero cuando la maldad rezuma dentro de la iglesia y el amor del pueblo de Dios se enfríe, ah, entonces la barca estará en gran aflicción”. (Spurgeon)

iii. “Si el corazón se enfría, todo se hará fríamente. Cuando el amor disminuye, ¡qué predicación tan fría tenemos! Todo como brillo de la luna sin calor, pulida como mármol, e igual de fría. ¡Qué cantar tan frío tenemos, música bonita, hecha por gaitas y viento, pero oh, que poco canto del alma! ¡Qué poco canto en el Espíritu Santo, haciendo melodía en el corazón para Dios! ¡Y qué oración tan pobre! ¿La llamas oración? ¡Qué poco dar! Cuando el corazón está frío, las manos no pueden encontrar nada en el bolsillo; y la Iglesia de Cristo, y los pobres de Cristo, y los infieles pueden morir, pues necesitamos acumular para nosotros mismos, y vivir para enriquecernos. ¿Hay algo que sea como debería ser cuando el amor se enfría?” (Spurgeon)

d. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin: Jesús también prometió que, antes del fin, el evangelio será predicado en todo el mundo. La persecución, los falsos profetas y la degradación general de la sociedad no evitarían la difusión del evangelio.

i. “Algunos afirman que esto ya ha sucedido y que, por lo tanto, el final de la era está necesariamente cerca. Esta conclusión está abierta a gran duda. Todo depende del significado de las palabras, ‘para testimonio’”. (Morgan)

ii. La iglesia debe tomar esto en serio como su deber. Sin embargo, Dios aseguró que sucedería: Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. (Apocalipsis 14:6-7)

C. Jesús describe la señal de su venida y el final de la era.

1. (15) La señal: la abominación desoladora, hablado por Daniel.

Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)

a. Cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora: Esencialmente, la abominación desoladora habla de la máxima profanación del templo judío, el establecimiento de una imagen idólatra en el mismísimo lugar santo, lo que resultará inevitablemente en el juicio de Dios. Es la abominación que trae desolación.

i. En el vocabulario del judaísmo de aquel tiempo, una abominación era una forma especialmente ofensiva de idolatría. Jesús describió una forma de idolatría, en el lugar santo, que trae con ella una gran destrucción (desolación).

ii. “El sacrilegio desolador es una interpretación literal griega de la frase… Una ‘abominación’ en el idioma del Antiguo Testamento es un agravio idólatra a la verdadera adoración a Dios”. (France)

b. En el lugar santo: Esto significa que la abominación desoladora toma lugar en el templo judío. Este es el único significado simple de la frase lugar santo. Algunos creen que sucedió en un templo judío anterior, antes de que fuera destruido en el año 70 d.C. Otros creen, más apropiadamente, que sucederá en el lugar santo de un templo reconstruido.

i. Por siglos, hubo solo una pequeña presencia judía en Judea y Jerusalén. Su presencia en la región era definitiva y continua, pero pequeña. Era impensable que esta presencia judía débil pudiera reconstruir un templo. Por lo tanto, el cumplimiento de esta profecía era altamente improbable hasta que Israel se reunió otra vez como nación en 1948. La restauración de una nación que el mundo no había visto en unos 2.000 años es un evento notable en el cumplimiento futuro de la profecía.

ii. Aquellos que creen que los eventos de Mateo 24 fueron todos o en su mayoría cumplidos en el año 70 d.C. tienen dificultad aquí. No hay buena evidencia en absoluto de que lo que creen que fue la abominación desoladora (los ejércitos romanos o su alférez) fueron alguna vez puestos como imágenes idólatras en el lugar santo del templo. En cambio, el templo fue destruido antes de que los romanos entraran.

iii. Por lo tanto, aquellos con este enfoque interpretativo a menudo redefinen lo que es el lugar santo, como lo hace Bruce: “Uno naturalmente piensa en el templo o la ciudad santa y sus alrededores, pero un ‘lugar santo’ en el estilo profético podría significar la tierra santa”.

iv. “El significado normal de hagios topos (‘lugar santo’) es el complejo del templo… Pero para cuando los romanos habían realmente profanado el templo en el año 70 d.C. era demasiado tarde para que cualquier persona en la ciudad huyera”. (Carson)

c. De que habló el profeta Daniel: La mención de la abominación desoladora es tomada del libro de Daniel. Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora (Daniel 11:31). Esto describe una profanación total del templo, prefigurada por Antíoco Epífanes en el período entre el Antiguo y Nuevo Testamento.

i. Pablo explica más sobre el futuro cumplimiento de esto en 2 de Tesalonicenses 2:3-4: Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

ii. “El discurso en sí es, sin duda, una fuente para las Epístolas de Tesalónica… podemos decir que Jesús mismo establece el patrón para la escatología de la iglesia”. (Carson)

iii. Daniel 12:11 nos da una idea adicional: Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días (hasta el final). Cuando esta señal sea establecida, el final podrá ser determinado: habrá casi tres años y medio para llegar a la consumación de todas las cosas.

iv. A través de los siglos, el enfoque interpretativo más común de las predicciones que hizo Jesús en este capítulo es verlas todas o casi todas cumplidas en la gran destrucción que vino sobre Judea y Jerusalén en el año 70 d.C. Este enfoque es atractivo en algunos aspectos, especialmente porque hace que las palabras de Jesús en Mateo 24:34 sean fáciles de entender. Sin embargo, el enfoque que ve este capítulo como cumplido en su totalidad o en su mayor parte en el año 70 d.C. es completamente inadecuado en su supuesto cumplimiento de la abominación desoladora. En este enfoque, la abominación desoladora se entiende casi siempre como los ejércitos romanos o las insignias que llevaban.

v. Pero cuando entendemos la importancia y lo que se dice de este evento –la abominación desoladora– debemos darle prioridad a este evento, incluso más que la interpretación más fácil de Mateo 24:34.

· Es la señal crítica mencionada en Mateo 24.

· Es la advertencia para huir mencionada en Mateo 24.

· Es la señal de la consumación de todas las cosas en Daniel 9:27.

· Es la señal presagiada por Antíoco Epífanes en Daniel 11:31.

· Es el marcador preciso de los días hasta el final en Daniel 12:11.

· Es la revelación del hombre de pecado en 2 Tesalonicenses 2:3-4.

· Es la imagen de la bestia en Apocalipsis 13:14-15.

vi. Tomando estos pasajes en su significado más simple, la abominación desoladora no puede ser los ejércitos romanos ni las insignias bajo las cuales marcharon, no puede ser gobiernos totalitarios ni ninguna otra conjetura. La abominación desoladora debe ser algún tipo de imagen del Anticristo puesta sobre el templo mismo, y es la señal decisiva del final. Esto significa que, en su mayoría, las predicciones de Jesús en Mateo 24 no se han cumplido; o al menos que la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. fue un cumplimiento presagiador, incluso como la profanación del templo bajo Antíoco Epífanes fue un presagio de la abominación desoladora final.

d. El que lee, entienda: Aquí Jesús (suponiendo que Él dijo estas palabras, y que no fueron agregadas por Mateo) nos dirigió nuevamente al lugar principal de entendimiento: la abominación desoladora. Fue casi como si Jesús dijera: “No se pierdan esto. Si no lo entienden, no entenderán muchas otras cosas”. Y este es exactamente el error de muchos que, con buenas intenciones, malinterpretan el significado puro de la abominación desoladora. ¡Que lo entienda!

2. (16-20) Jesús advierte lo que se debe hacer cuando aparezca la abominación desoladora: huir de inmediato.

Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo…

a. Entonces los que estén en Judea, huyan: Estas advertencias están dirigidas especialmente a los israelitas. Judea, azotea, y día de reposo todas hablan del ambiente judío.

i. “La suerte de un refugiado es lo suficiente difícil sin impedimentos adicionales”. (France)

ii. Teniendo en cuenta el contexto más amplio en este capítulo, estas palabras de Jesús deben entenderse como que tienen principal aplicación para aquellos que ven la abominación desoladora en los últimos días, durante la gran tribulación, eventos que aún están por suceder.

iii. Sin embargo, no hay duda de que en ciertas formas la catástrofe que vino sobre Judea y especialmente en Jerusalén en el año 70 d.C. fue un presagio de ese evento futuro; un presagio imperfecto del cumplimiento final. Por esta razón, prácticamente todos los cristianos huyeron de Jerusalén y Judea en los años previos al 70 d.C., cuando los ejércitos romanos llegaron al área con la intención de sofocar la rebelión judía en la provincia romana de Palestina.

iv. “Existe una tradición razonablemente buena de que los cristianos abandonaron la ciudad, tal vez en el año 68 d.C., aproximadamente a la mitad del asedio”. (Carson)

v. “Eusebio y Epifanio dicen que, en este momento, después de que Cestio Galo habíalevantado el asedio, y Vespasiano se acercaba con su ejército, todos los que creían en Cristo se fueron de Jerusalén y huyeron a Pella, y otros lugares más allá del río Jordán; y así todos escaparon maravillosamente del naufragio general de su país: ninguno de ellos pereció”. (Clarke)

vi. Tristemente, eso no fue lo que hizo el pueblo judío. “El consejo de Jesús fue que cuando llegara ese día los hombres debían huir a las montañas. No lo hicieron; de todo el país vinieron y se abarrotaron en la ciudad y dentro de los muros de Jerusalén, y esa misma locura multiplicó el sombrío horror de la hambruna del asedio cien veces más”. (Barclay)

b. Entonces los que estén en Judea, huyan: Esto es debido a que, a la aparición de la abominación desoladora, la desolación será derramada primero sobre Judea, y porque la iglesia no será un factor en este momento, habiendo ya sido arrebatada para encontrarse con Jesús en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17).

i. Debido a que Jesús les dijo a sus discípulos sobre la abominación desoladora (la cual es establecida por el Anticristo en medio de la gran tribulación) y les advirtió sobre esta destrucción venidera en la gran tribulación, algunos cristianos creen que todos los cristianos pasarán por la gran tribulación. Para ellos, parece evidente. ¿Por qué les diría Jesús estas cosas a sus discípulos si ellos no lo experimentarían?

ii. La respuesta es simple. Sabemos por este pasaje y otros pasajes que Dios arrebatará a su iglesia antes de la furia de la gran tribulación, tomándolos para encontrarse con ellos en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17). Sin embargo, esta información es valiosa para los seguidores de Jesús para que puedan entender Su plan para el futuro. Esta información es especialmente valiosa para aquellos que se convertirán en sus discípulos en la gran tribulación después de que la iglesia se haya ido.

iii. Hacemos bien en recordar que los discípulos que escucharon a Jesús decir estas palabras no vieron ninguna de estas cosas. Sin embargo, todavía era bueno para ellos escucharlo. Incluso si los cristianos no pasarán por la gran tribulación, es bueno para ellos –y para aquellos que se convertirán en cristianos en la tribulación– saber lo que sucederá durante ese tiempo. Jesús habló a todas las épocas aquí.

3. (21-28) Viniendo después de la abominación desoladora: la gran tribulación.

Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

a. Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora: Jesús dijo que este será el tiempo más terrible en toda la historia. Cuando pensamos en las terribles guerras, plagas, hambrunas y genocidios que ha visto la historia, esta es una afirmación que deja mucho que pensar. Cuando Dios derrame su ira en un mundo que lo rechaza, será realmente una gran tribulación.

i. Aquellos que creen que los eventos de Mateo 24 se cumplieron por total o casi totalmente en el año 70 d.C. se encuentran en una posición poco envidiable de argumentar que la calamidad que sucedió a Jerusalén en ese tiempo ha sido la peor catástrofe de toda la historia. No es posible defender adecuadamente esto históricamente. A pesar de lo terrible que fue la catástrofe del año 70 d.C., ha habido guerras y calamidades posteriores aún peores. Esto nos recuerda que esta gran tribulación, este tiempo de catástrofe cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, aún no se ha cumplido.

b. Mirad, aquí está el Cristo: Nadie debería ser engañado sobre la naturaleza del regreso de Jesús. No será secreto ni privado, sino que estará a la vista de todos como el relámpago que se muestra a lo largo del cielo. Pero en medio de tal tribulación, estará la tentación de buscar falsos mesías (Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas).

i. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre: “La venida de Cristo será repentina, sorprendente, universalmente visible y aterrorizadora para los impíos”. (Spurgeon)

ii. La venida del Hijo del Hombre: “Parousia (‘venida’) es utilizada solamente en este capítulo en los Evangelios (vv. 3, 27, 37, 39), aunque en las Epístolas es usada varias veces sobre el regreso de Jesús en gloria. Su significado literal es ‘presencia’ (como en 2 Corintios 10:10), pero fue utilizada para visitas oficiales de personas de alto rango, visitas del estado y también para visitas divinas, de ahí su uso técnico para la ‘visita’ final de Jesús”. (France)

c. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas: Esta es una declaración difícil. Probablemente era una figura retórica con la idea, “cuando el juicio esté listo, seguramente llegará”.

4. (29-31) Viniendo después de la gran tribulación: el regreso de Jesucristo.

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

a. El sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor: Varios pasajes proféticos describen las alteraciones cósmicas que precederán y rodearán el glorioso regreso de Jesús (Joel 2:10, Apocalipsis 6:12-14, Isaías 34:4).

b. Aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo: Es difícil decir con exactitud cuál es esta señal. Parece preceder su regreso como se describe en Apocalipsis 19:11. Tal vez esta señal está de alguna forma relacionada con las increíbles alteraciones cósmicas que precederán al gran evento.

i. Algunos, a la luz de la visión del emperador romano Constantino, pensaron que la señal del Hijo del Hombre sería una cruz en el cielo. Lo más probable es que sea simplemente una forma de describir el regreso físico y visible de Jesús a la tierra desde el cielo.

ii. “Otros señalan que semeion es la traducción LXX para la ‘estándar’ o ‘estandarte’ al que se refiere en el Antiguo Testamento como una señal para la reunión del pueblo de Dios”. (France)

iii. Barclay dice acerca de semeion: “Es la palabra regular para la llegada de un gobernador a su provincia o para la venida de un rey a sus súbditos. Regularmente describe una venida en autoridad y poder”.

c. Verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria: Este es el cumplimiento del final, indicado por la señal de la abominación desoladora. Como esto aún no ha sucedido, tampoco la abominación desoladora.

i. Nuevamente, aquellos que afirman que todos o la mayoría de los eventos de Mateo 24 fueron cumplidos en la conquista romana de Jerusalén y Judea en el año 70 d.C. están en una posición poco envidiada. Ellos afirman a menudo que Jesús cumplió esto viniendo sobre las nubes del cielo del Hijo del Hombre con poder y gran gloria al “venir” en juicio contra el pueblo judío en el 70 d.C.

ii. Incluso algunos de los que creen que la mayoría de los eventos de Mateo 24 se cumplieron en la caída de Jerusalén entienden que esto es demasiado. “De la exposición anterior parece que la venida del Hijo del Hombre no debe identificarse con el juicio de Jerusalén”. (Bruce)

5. (32-35) Jesús habla más sobre el tiempo escogido para estos eventos.

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

a. De la higuera aprended la parábola: La higuera tiene un patrón regular. Las hojas aparecen, y luego sigue el verano. Cuando ves las hojas, sabes que el verano está cerca.

i. La higuera era un árbol frutal común en Israel. Es mencionada muchas veces en el Antiguo Testamento, especialmente como una descripción de la abundancia de la tierra. A veces los higos o las higueras también son usados como símbolos o imágenes. En pasajes como Jeremías 24:1-10 y Oseas 9:10, higos o higueras se utilizan como representación de Israel.

ii. Sin embargo, la mayoría de las referencias del Antiguo Testamento a la higuera la usan simplemente como un ejemplo de bendición agrícola. Parece que la referencia de Jesús aquí no trata tanto sobre el “higuerismo” de la higuera, sino de la forma en que la higuera sigue ciclos de crecimiento exactos relacionados con las estaciones. Esto es especialmente evidente cuando este pasaje es comparado con Lucas 21:29-31: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.

b. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas: Jesús aseguró que cuando estas señales aparecieran como Él las predijo (la abominación desoladora, seguida por la gran tribulación, seguida por señales en los cielos), seguirá su regreso a la tierra. Cuando la higuera echa brotes, hay un resultado inevitable: el verano está cerca y el fruto viene. De la misma manera, cuando estas señales se vean, la venida de Jesús en gloria con su iglesia a este mundo inevitablemente seguirá.

i. Realmente, es tal y como Daniel lo profetizó en Daniel 12:11. El final llegará 1,290 días después de la abominación desoladora. Jesús asegura que las agonías de la gran tribulación no continuarán indefinidamente; éstas tendrán un final.

ii. Hasta este punto, Jesús ha dado un resumen importante sobre los eventos de los últimos tiempos.

· Surgirán catástrofes y persecuciones, pero estos en sí mismos no son la señal del final.

· Surgirá una señal fundamental: la abominación desoladora.

· Cuando la abominación desoladora aparezca, hay advertencias para Israel de que huya después de la abominación.

· En los talones de la abominación desoladora viene una gran tribulación, y disturbios cósmicos.

· En culminación, Jesucristo regresará en gloria a la tierra.

c. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca: Esta declaración de Jesús es una de las razones principales por las que muchos han buscado que se cumplan todos o la mayoría de los eventos de este capítulo en el año 70 d.C., aproximadamente 40 años después de que Jesús pronunció estas palabras. Sin embargo, como se argumentó anteriormente, afirmar esto es alejarse demasiado de la interpretación más natural de la abominación desoladora, de la severidad de la gran tribulación, de las señales cósmicas y de la venida del Hijo del Hombre. Es mejor dejar que esos pasajes tengan su significado más natural y adaptar esta promesa a ese marco.

i. La generación a la que Jesús se refiere no puede ser la generación de los discípulos, porque ellos nunca vieron a Jesús regresar en gloria como se describe en Mateo 24:30. Es, sin duda, la generación que vea estas señales. Estos eventos y el regreso de Jesús no serán en un lapso de 1,000 años, sino que sucederán en serie.

ii. Se ha sugerido que la palabra generación también puede ser traducida como “raza”, y es una promesa de que la raza judía no será extinguida y sobrevivirá hasta el final. Esta sería una promesa valiosa, pero algunos comentaristas (como France) afirman que esta es una traducción vergonzosamente incorrecta. Sin embargo, otros, como Adam Clarke, quien creía firmemente que los eventos de este capítulo se habían cumplido en su mayoría en el año 70 d.C., escribe: “Esta raza; es decir, los judíos no cesará de ser un pueblo distinto, hasta que se cumplan todos los consejos de Dios referente a ellos y a los gentiles”.

D. Más acerca de su venida, pero con un enfoque diferente.

1. (36) Jesús dice que el día y la hora de su venida no puede ser conocido por el hombre, e incluso tampoco por los ángeles.

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

a. Pero del día y la hora nadie sabe: Aquí Jesús se refiere a la pregunta original de Mateo 24:3 (¿Qué señal habrá de tu venida?). Su respuesta es de alguna forma inesperada, diciendo que del día y la hora nadie sabe.

i. Para darle a esta idea el énfasis más fuerte, Jesús afirmó que este conocimiento estaba reservado para su Padre. Si Jesús mismo –al menos durante su ministerio terrenal– no sabía el día y la hora, enfatiza la tontería de cualquier otra persona que haga ciertas predicciones acerca del calendario profético.

b. Nadie sabe: Basados en lo que nos ha dicho sobre la abominación desoladora, hubiéramos podido esperar que el día y hora exacta pudieran ser conocidos. Después de todo, Daniel estableció el día del regreso de Jesús como exactamente 1,290 días después de la abominación desoladora (Daniel 12:11).

i. En esto, hay un dilema. ¿Cómo puede ser completamente desconocido el día de la venida de Jesús, y al mismo tiempo ser conocido hasta el día según Daniel 12:11?

2. (37-39)Jesús dice que su venida será cuando el mundo esté como lo estaba en losdías de Noé.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

a. Mas como en los días de Noé: Jesús explicó lo que quiso decir con los días de Noé. Se refiere a una vida centrada alrededor de las cosas normales: comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento. En otras palabras, la vida será como siempre; réproba tal vez, pero usual.

i. Comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento: Bruce nota que “Algunos cargan esto con significado siniestro: [comiendo], haciendo alusión a la gula debido al uso frecuente de bestias, aunque también, en el sentido de comer, de hombres… [Casándose y dando en casamiento], eufemísticamente señalando a las licencias sexuales de ambos lados”. Sin embargo, llega a la conclusión, “La idea más bien parece ser que todas las cosas seguirán de manera casual, como si nada fuera a suceder”.

ii. También debemos recordar que los días de Noé estuvieron marcados por violencia y opresión demoníaca (Génesis 6:1-5).

b. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos: Aquellos en los días de Noé fueron advertidos, y finalmente llegó el juicio. Para aquellos que habían ignorado las advertencias, llegó repentina e inesperadamente.

i. “Que la venida del Hijo del Hombre toma lugar en un tiempo desconocido solo puede ser verdad si en verdad la vida parece seguir como de costumbre, tal como en los días antes del diluvio”. (Carson)

ii. En esto, hay un dilema. ¿Cómo puede Jesús venir a un mundo “como de costumbre”, y un mundo experimentando las peores calamidades vistas en la tierra?

3. (40-44) Jesús advierte a sus discípulos que estén listos para una venida inesperada.

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

a. Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado: Jesús aquí señaló curiosas desapariciones; al arrebatamiento de algunos a la venida del Hijo del Hombre (como también se describe en
1 Tesalonicenses 4:16-17).

i. “Tomado es el mismo verbo usado en 1:20; 17:1; 18:16; 20:17; implica tomar a alguien para estar contigo, y por lo tanto aquí apunta a la salvación más que a la destrucción del que es ‘tomado’”. (France)

b. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor: Como el día y la hora de su venida no se pueden saber, los seguidores de Jesús deben estar en guardia constante por su venida.

i. Aquí está una vez más el dilema de la segunda venida.

· ¿Es a una hora inesperada o es positivamente predicha?

· ¿Es a un mundo normal como siempre o a un mundo en cataclismo?

· ¿Es encontrarse con Él en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17) o es Él viniendo con los santos (Zacarías 14:5)?

ii. William Barclay describe un aspecto de la dificultad aquí: “Está en dos secciones que parecen contradecirse la una a la otra. La primera (versículos 32-35) parece indicar que, como un hombre puede saber por las señales de la naturaleza cuando el verano se acerca, así puede saber por las señales del mundo cuando la segunda venida se acerca… La segunda sección (versículos 36-41) dice de manera bastante definitiva que nadie sabe el tiempo de la segunda venida, ni los ángeles, ni siquiera Jesús mismo, solo Dios; y que vendrá a los hombres con la repentina tormenta de un cielo azul”.

iii. El dilema es resuelto al ver que en realidad hay dos segundas venidas. Una es en el aire, para la iglesia, comúnmente conocida como el rapto. La otra es al mundo, viniendo con la iglesia, comúnmente conocida como la segunda venida de Jesús. Las “contradicciones” en Mateo 24 (y en la mayor parte del resto de la profecía) son a menudo resueltas al ver que realmente hay referencias a “dos” regresos de Jesús.

c. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis: No debemos escapar el énfasis. Debemos estar listos porque su venida por nosotros es sin advertencia. Jesús sigue con unas cuantas parábolas para remarcar el punto.

i. “Suetonio nos dice que era una parte de la política de Julio César nunca informar por adelantado a sus soldados de un momento determinado de remoción o ataque, para poder tenerlos siempre listos para salir a donde quisiera”. (Trapp)

E. La parábola de los dos siervos.

1. (45-47) El siervo fiel.

¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

a. Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así: Jesús nos dijo que debemos seguir adelante con diligencia mientras el Señor no está. Debemos ser ese siervo fiel y prudente que cuida de los negocios de su amo mientras el señor está fuera.

b. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá: Jesús también prometió que seremos recompensados por nuestra diligencia. Los siervos sirven al amo, pero el amo sabe cómo cuidar y recompensar a los siervos.

2. (48-51) El siervo malo.

Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

a. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir: Jesús nos advierte contra la actitud que dice: “Mi señor tarda en venir”. Debemos vivir en constante anticipación del regreso de Jesús, y eso significa estar involucrado en sus negocios ahora.

i. La mentira más peligrosa no es “No hay Dios”, no “no hay infierno”; pero la mentira más peligrosa de Satanás es “no hay prisa”. No es algo pequeño decir: “Jesús no vendrá hoy o por muchos años”, porque tu sistema de profecía lo demanda. Necesitamos estar listos para el inminente regreso de Jesucristo.

b. Y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos: El siervo malo, que no estaba listo para el regreso de su amo, pecó al menos de tres maneras.

· No trabajó en el negocio que su amo le había dejado.

· Peleó y maltrató a sus consiervos.

· Se entregó a los placeres del mundo en vez de servir a su amo.

i. Este énfasis en estar listos constantemente es un reto para el cristiano hoy en día. Se puede decir que muchos cristianos no están listos de las mismas tres maneras. Cada lector debe estar grandemente impresionado por la urgencia de la apelación de Jesús.

c. Lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas: El siervo bien y prudente fue recompensado, pero también lo fue el siervo malo. Fue recompensado por su maldad, y tendría su parte con los hipócritas que merecía.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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