Mateo 26




Mateo 26 – La traición y el arresto de Jesús

A. Se establece el escenario para el arresto y la crucifixión de Jesús.

1. (1-2) Jesús les recuerda a sus discípulos del sufrimiento y la crucifixión por venir.

Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

a. Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras: En el evangelio de Mateo, la enseñanza de Jesús termina aquí. En estos últimos días previos a su traición y crucifixión, Él advirtió a las multitudes sobre el liderazgo religioso corrupto y habló a sus discípulos sobre las cosas por venir. Ahora, era hora de que Jesús cumpliera su obra en la cruz.

i. “¡Habiendo instruido a sus discípulos y a los judíos con sus discursos, edificándolos con su ejemplo, convenciéndolos con sus milagros, ahora se prepara para redimirlos con su sangre!” (Clarke)

b. Sabéis que dentro de dos días… el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado: Tal vez después de las descripciones triunfales de su reino venidero, los discípulos estaban fortalecidos con su idea de que era imposible que el Mesías sufriera. Jesús les recordó que este no era el caso.

2. (3-5) El complot contra Jesús.

Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.

a. Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo… tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle: La larga controversia entre Jesús y los líderes religiosos finalmente había llegado a esto.

i. Según Carson, el uso de reunieron y consejo sugiere deliberadamente el Salmo 31:13: Porque oigo la calumnia de muchos; El miedo me asalta por todas partes, mientras consultan juntos contra mí e idean quitarme la vida.

ii. Del sumo sacerdote llamado Caifás: “Anás fue depuesto por las autoridades seculares en el año 15 d.C. y reemplazado por Caifás, quien vivió y gobernó hasta su muerte en el año 36 d.C. Pero, como según el Antiguo Testamento el sumo sacerdote no debía ser reemplazado sino hasta después de su muerte, la transferencia de poder fue ilegal. Sin duda algunos continuaron llamando a cualquiera de los dos hombres ‘sumo sacerdote’”. (Carson)

iii. “Entre los años 37 a.C. y 67 d.C. … no hubo menos de veintiocho sumos sacerdotes. Lo que sugiere es que Caifás fue sumo sacerdote del año 18 al 36 d.C. Este fue un periodo extraordinariamente largo para un sumo sacerdote, y Caifás debe haber llevado la técnica de cooperar con los romanos a un arte fino”. (Barclay)

iv. “Como dos años después de la crucifixión de nuestro Señor, Caifás y Pilato fueron depuestos por Vitelio, en ese entonces gobernador de Siria, y más adelante emperador. Caifás, incapaz de soportar esta deshonra, y los remordimientos de su conciencia por el asesinato de Cristo, se suicidó alrededor del año 35 d.C. Véase Josefo. Antigüedades b. xviii. c. 2-4”. (Clarke)

b. No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo: Ellos no querían matar a Jesús durante la Pascua, pero así es exactamente como sucedió. Esta es otra indicación sutil de que Jesús tuvo el control de los acontecimientos, ya que de hecho lo mataron el mismo día que no querían hacerlo.

i. “Los líderes tenían razón al temer al pueblo. La población de Jerusalén aumentó tal vez por cinco durante la celebración; y con fervor religioso y mesianismo nacional en un punto alto, una chispa podría desatar una explosión”. (Carson)

3. (6-13) Una mujer unge a Jesús antes de su muerte.

Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.

a. Vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio: Sabemos por Juan 12 que esta mujer era María, la hermana de Lázaro y Marta. María, que se sentó a los pies de Jesús (Lucas 10:39), hizo esta extravagante muestra de amor y devoción a Jesús.

i. Hay cierta medida de debate, y a veces confusión, sobre este ungimiento de Jesús y aquellos mencionados en Marcos, Lucas y Juan. La mejor solución parece ser que Mateo, Marcos y Juan registraron una ocasión de ungimiento en Betania y Lucas registra un evento separado en Galilea.

ii. “Simón el leproso es de otra manera desconocido para nosotros. Él era probablemente una figura local bien conocida, tal vez uno a quien Jesús había sanado (pues uno que todavía era leproso no podía recibir invitados a cenar) pero cuyo apodo permanecía como recordatorio de su enfermedad anterior”. (France)

iii. Morris acerca del vaso de alabastro: “No tenía agarraderas y estaba diseñado con un cuello largo que era quebrado cuando se necesitaba el contenido… podemos deducir que este perfume era costoso. Las mujeres judías vestían comúnmente un vaso de perfume suspendido de una cuerda alrededor del cuello, y era tan parte de ellas que se les permitía usarlo en el día de reposo”. (Comentario de Lucas)

b. ¿Para qué este desperdicio? Los discípulos criticaron esta muestra de amor y honor por Jesús. Específicamente, el crítico fue Judas (Juan 12:4-6). Pero Jesús defendió a María como un ejemplo de alguien que simplemente hizo una buena obra para Él. Su regalo extravagante –en realidad temerario– para Jesús sería recordado mientras se predicara el evangelio (para memoria de ella).

i. “Lo que ellos llaman un desperdicio, Jesús llama ‘algo hermoso’”. (Carson)

ii. “¿Hay algo desperdiciado que sea ofrecido a Jesús? Más bien parece ser desperdiciado todo lo que no fue ofrecido a él”. (Spurgeon)

iii. “Judas no podía respirar libremente en medio de los olores del ungimiento y todo lo que representaba”. (Bruce)

c. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis: Jesús no dijo esto para desalentar la generosidad y el trato amable hacia los pobres. De hecho, sus palabras recientes sobre el juicio de las naciones habían alentado radicalmente la bondad hacia los necesitados (Mateo 25: 31-46). Jesús señaló la naturaleza apropiada de esemomento para honrarlo de una manera extravagante.

i. “La belleza del acto de esta mujer consistía en esto, que todo era para Cristo. Todos los que estaban en la casa podían percibir y disfrutar del perfume del precioso ungüento; pero el ungir fue solo para Jesús”. (Spurgeon)

d. Lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura: Incluso si ella no entendía el significado completo de lo que hizo, el acto de María dijo algo que los discípulos no dijeron ni hicieron. Ella le dio a Jesús el amor y la atención que merecía antes de su gran sufrimiento. Ella entendió mejor porque estaba en un lugar de mayor entendimiento, al estar a los pies de Jesús.

i. Los reyes eran ungidos. Los sacerdotes eran ungidos. Cada uno de estos habría sido cierto del caso de Jesús, sin embargo, Él afirmó que ella lo ungió para su sepultura.

ii. “Ella probablemente no sabía todo lo que su acto significaba cuando ungió al Señor para su sepultura. Las consecuencias del acto más simple hecho para Cristo pueden ser mucho más grandes de lo que creemos… Ella demostró que había, al menos, un corazón en el mundo que sabía que nada era demasiado bueno para su Señor, y que lo mejor de lo mejor debía ser dado a él”. (Spurgeon)

iii. “El nombre de María ahora huele igual de dulce en toda la casa de Dios como una vez lo hizo su perfume; mientras que el nombre de Judas se pudre, y lo hará por toda la posteridad”. (Trapp)

e. Se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella: Lo que María hizo fue notable debido a su motivo: un corazón amoroso y puro. Fue notable en que fue hecho solo por Jesús. Y fue notable en que fue inusual y extraordinario.

i. “Todos aquellos que han hecho maravillas por Cristo siempre han sido llamados excéntricos y fanáticos. Cuando Whitfield fue por primera vez a Bennington Common a predicar porque no pudo encontrar un edificio lo suficientemente grande, era algo inaudito predicar al aire libre. ¿Cómo podías esperar que Dios escuchara la oración, si no había un techo sobre las cabezas de la gente? ¡Cómo podían ser bendecidas las almas, si las personas no tenían asientos, ni bancas regulares con respaldos altos para sentarse! Se pensaba que Whitfield estaba haciendo algo escandaloso, pero él fue y lo hizo; fue y quebró su vaso de alabastro en la cabeza de su Maestro, y en medio de burlas y abucheos, predicó al aire libre. ¿Y cuál fue el resultado? Un avivamiento de piedad y una poderosa difusión de la religión. Desearía que todos nosotros estuviéramos listos para hacer algo extraordinario por Cristo: dispuestos a recibir burlas, a ser llamados fanáticos, a ser abucheados y ofendidos porque hicimos algo fuera de lo común, y no nos contentamos con hacer lo que todos los demás podían hacer o aprobarían de hacer”. (Spurgeon)

4. (14-16) Judas llega a un siniestro acuerdo con los líderes religiosos.

Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.

a. Entonces uno de los doce: El sentido de Mateo es que el asunto con María fue el insulto final para Judas, a pesar de que tal vez haya sucedido algunos días antes. Después de eso, estaba decidido a entregar a Jesús a los líderes religiosos que querían matarlo.

b. ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? A través de los siglos, se han ofrecido muchas sugerencias sobre el motivo de Judas para traicionar a Jesús.

i. Mateo 10:4 lo llama Judas Iscariote; puede ser que él era de Queriot, una ciudad en el sur de Judea. Esto haría a Judas el único de Judea entre los otros discípulos, que eran todos galileos. Algunos se preguntan si acaso Judas resintió el liderazgo de los pescadores galileos entre los discípulos, y finalmente tuvo suficiente.

ii. Quizás Judas estaba desilusionado con el tipo de Mesías que Jesús reveló ser; deseando un Mesías más político y conquistador.

iii. Quizás Judas observó el conflicto continuo entre Jesús y los líderes religiosos y concluyó que ellos estaban ganando y que Jesús estaba perdiendo; por lo tanto, decidió terminar con las pérdidas y unirse al lado ganador.

iv. Quizás llegó a la conclusión de que Jesús simplemente no era el Mesías o un verdadero profeta, tal como lo había creído Saulo de Tarso.

v. Algunos incluso sugieren que Judas hizo esto por un motivo noble; que estaba impaciente por que Jesús se revelara como un poderoso Mesías, y pensó que esto lo forzaría a hacerlo.

vi. Cualquiera que haya sido la razón específica, las Escrituras no presentan ningún sentido de reticencia en Judas, y solo una motivación: codicia. Las palabras resaltan: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?

c. Y ellos le asignaron treinta piezas de plata: Según la Biblia, no había ninguna intención noble en el corazón de Judas. Su motivo fue simplemente el dinero, y su precio no fue muy alto: treinta piezas de plata valían tal vez $25.

i. El valor exacto de treinta piezas de plata es algo difícil de determinar, pero era innegablemente una cantidad pequeña, no una cantidad grande. “Era un precio fijo conocido para el más vil de los esclavos, Éxodo 21:31; Joel 3:3, 6. Por una cantidad tan pequeña vendió este traidor a tan dulce Maestro”. (Trapp)

ii. “Aunque, por lo tanto, Judas era lo suficientemente avaro como para haber pedido más, y es como la malicia de estos consejeros los hubiera podido orillar a dar más, sin embargo, así fue ordenado por el consejo Divino. Cristo debe ser vendido barato, para que sea más valioso para las almas de los redimidos”. (Poole)

iii. “Sin embargo, muchos han vendido a Jesús por un precio menor que el que recibió Judas; una sonrisa o una burla han sido suficientes para inducirlos a traicionar a su Señor”. (Spurgeon)

B. Una última cena con los discípulos.

1. (17-20) Preparativos para la cena: recordando la redención.

El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.

a. El primer día de la fiesta de los panes sin levadura: Esta debió haber sido una conmemoración muy conmovedora para Jesús. La Pascua recuerda la liberación de Israel de Egipto, el cual fue el acto principal de redención en el Antiguo Testamento. Jesús ahora proveyó un nuevo centro de redención para ser recordado con una nueva cena ceremonial.

i. Esta mención del primer día de la fiesta de los panes sin levadura plantea cuestiones complicadas de la cronología precisa del calendario de estos eventos. El problema principal es que Mateo, Marcos y Lucas presentan esta cena que Jesús tendrá con sus discípulos como la cena de Pascua, la cual normalmente se comía con cordero que era sacrificado en el día de la Pascua con una gran ceremonia en el templo. Sin embargo, Juan parece indicar que la cena se llevó a cabo antes de la Pascua (Juan 13:1), y que Jesús en realidad fue crucificado en la Pascua (Juan 18:28).

ii. Otra solución es sugerida por Adam Clarke: “Es una opinión común que nuestro Señor comió la Pascua unas horas antes de que los judíos la comieran; pues los judíos, según la costumbre, comían la suya al final del catorceavo día, pero Cristo comió la suya la noche anterior, la cual fue al inicio del sexto día, o viernes; los judíos comienzan su día al anochecer, nosotros a la media noche. Por lo tanto, Cristo comió la Pascua el mismo día con los judíos, pero no a la misma hora”.

iii. “La solución más simple… es que Jesús, sabiendo que moriría antes de la hora habitual de la cena, la realizó en secreto deliberadamente un día antes. Lucas 22:15-16 menciona el fuerte deseo de Jesús de tener esta cena con sus discípulos antes de su muerte, y su conciencia de que el tiempo era corto”. (France)

iv. Uno es inclinado a estar de acuerdo con Bruce sobre el análisis cronológico preciso: “Las discusiones son irritantes y sus resultados inciertos; y son capaces de desviar la atención de asuntos mucho más importantes”.

b. Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce: Ya que el día judío iniciaba a la puesta del sol, Jesús comió la Pascua y fue asesinado el mismo día según el calendario judío.

i. Si es verdad que Jesús comió esto al inicio del día judío (tarde), cuando la mayoría de los judíos normalmente comían la Pascua al final del día (después de la noche y la mañana), esto explica por qué no hay mención de Jesús comiendo cordero con sus discípulos en esta cena. La comieron antes de que los corderos de la Pascua fueran sacrificados en el templo. Esto correspondería con la cronología de Juan que indica que Jesús fue crucificado en el mismo tiempo aproximado que los corderos de la Pascua estaban siendo sacrificados.

ii. Sin embargo, sería incorrecto decir que no hubo cordero de Pascua en le última cena de Jesús y sus discípulos; Él fue el cordero de Pascua. Pabló se referiría después Él como nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros (1 Corintios 5:7).

iii. Se sentó a la mesa con los doce: “Con Judas entre el resto; aunque Hilary sostuvo lo contrario, por qué razón no lo sé”. (Trapp)

2. (21-25) Jesús le da a Judas una última oportunidad para arrepentirse.

Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.

a. De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar: En medio de su cena de Pascua, Jesús hizo un anuncio sorprendente. Les dijo a sus discípulos que uno de ellos, estos doce que habían vivido, escuchado y aprendido de Jesús durante tres años, lo traicionaría.

i. Si estamos familiarizados con esta historia, es fácil no apreciar su impacto. Es fácil perder el aprecio por lo terrible que fue que uno de sus propios discípulos lo traicionó. Con buena razón, el gran poema de Dante sobre el cielo y el infierno coloca a Judas en el nivel más bajo del infierno.

ii. “Este era un pensamiento de lo más desagradable para traer a una celebración, pero era apropiado para la Pascua, ya que la orden de Dios a Moisés sobre el primer cordero pascual fue: ‘Con hierbas amargas lo comerán’”. (Spurgeon)

b. El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar: Jesús dijo esto no para señalar a un discípulo en específico, porque todos metieron la mano en el plato con Él. Más bien, Jesús identificó al traidor como un amigo, alguien que comía en la misma mesa con Él.

i. Esta idea viene del Salmo 41:9: Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar. “Mi compañero, mi amigo familiar, Salmos 41:9. Esto agravó grandemente la indignidad del asunto”. (Trapp)

c. ¿Soy yo, Maestro? Fue noble que los otros 11 discípulos hicieran esta pregunta (¿Soy yo, Señor?);fue una terrible hipocresía que Judas la hiciera. Para que Judas pregunte: “¿Soy yo, Maestro?” sabiendo que ya había arreglado el arresto de Jesús fue el colmo de la traición.

i. “Es un bello rasgo del carácter de los discípulos que no sospecharan unos de otros, sino que cada uno deellos preguntó, casi con incredulidad, como lo indica la forma de la pregunta: ‘¿Soy yo, Señor?’ Ninguno dijo: ‘Señor, ¿es Judas?’” (Spurgeon)

d. Tú lo has dicho: Jesús no dijo esto para condenar a Judas, sino para llamarlo al arrepentimiento. Es justo suponer que lo dijo con amor en sus ojos, y Jesús le mostró a Judas que lo amaba, aún sabiendo de su traición.

3. (26-29) Jesús instituye la Cena del Señor

Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

a. Mientras comían: En algún momento durante o después de esta cena, Jesús lavó los pies de los discípulos (Juan 13:1-11). Después de esto, Judas se fue (Juan 13:30). Entonces Jesús dio el discurso extendido con sus discípulos y la oración a Dios el Padre que se describe en Juan 13:31-17:26.

i. ¿Estuvo presente Judas en la primera celebración de la Cena del Señor? El debate se centra en el manuscrito de Juan 13:2. Algunas tradiciones textuales dicen, Y habiendo terminado la cena, lo cual implicaría que Jesús lavó sus pies y que Judas se fue después de la institución de la Cena del Señor. Otras tradiciones textuales dicen, Y cuando cenaban en Juan 13:2. Esto indicaría que Jesús lavó pies y Judas se fue en algún momento durante la cena, y por lo tanto pudo haberse ido antes de la institución de la Cena del Señor.

ii. Como Juan no describió la institución de la Cena del Señor en su evangelio, hay debate sobre si Judas estuvo presente cuando fue ofrecida por primera vez la Cena del Señor, como se describe en el siguiente pasaje. La mayoría cree con confianza que Judas no fue parte de esta parte de la Cena del Señor (tal como Morgan: “Antes de que se instituyera la nueva celebración, Judas había salido. (Juan 13:30)”). El asunto es demasiado complicado de determinar con certeza.

b. Tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió: Cuando el pan fue tomado en la Pascua, el principal de la cena dijo: “Este es el pan de aflicción que nuestros padres comieron en la tierra de Egipto. Que cualquiera que tenga hambre venga y coma; que cualquiera que tenga necesidad venga y coma de la cena de Pascua”. Todo lo que se comía en la cena de Pascua tenía significado simbólico. Las hierbas amargas evocaban la amargura de la esclavitud; el agua salada recordaba las lágrimas derramadas bajo la opresión de Egipto. El plato principal de la cena –un cordero recién sacrificado por ese hogar en particular– no simbolizaba nada conectado con las agonías de Egipto. Era el sacrificio que soporta el pecado que permitía que el juicio de Dios pasara por encima de la familia que creía.

i. La Pascua creó una nación; una multitud de esclavos fueron liberados de Egipto y se convirtieron en una nación. Esta nueva Pascua también crea un pueblo; aquellos unidos en Cristo Jesús, recordando y confiando en su sacrificio.

c. Tomad, comed; esto es mi cuerpo…esto es mi sangre del nuevo pacto: Jesús no dio la explicación acostumbrada del significado de cada alimento. Él los reinterpretó en sí mismo, y el enfoque ya no estaba en el sufrimiento de Israel en Egipto, sino en el sufrimiento de Jesús que lleva el pecado en nombre de ellos.

i. “Las palabras ‘esto es mi cuerpo’ no tenían lugar en el ritual de la Pascua; y como innovación, deben haber tenido un efecto asombroso, un efecto que crecería con la mayor comprensión obtenida después de Pascua”. (Carson)

ii. Así es como recordamos lo que Jesús hizo por nosotros. Mientras comemos el pan, debemos recordar cómo Jesús fue quebrado, atravesado y golpeado para nuestra redención. Mientras bebemos la copa, debemos recordar que su sangre, su vida fue derramada en el Calvario por nosotros.

iii. Así es como tenemos comunión con Jesús. Porque su redención nos ha reconciliado con Dios, ahora podemos sentarnos a tener una cena con Jesús y disfrutar de la compañía del otro.

d. Esto es mi sangre del nuevo pacto: Notablemente, Jesús anunció la institución del nuevo pacto. Ningún hombre cualquiera podría haber instituido un nuevo pacto entre Dios y el hombre, pero Jesús es el Dios-hombre. Él tiene la autoridad para establecer un nuevo pacto, sellado con sangre, así como el antiguo pacto fue sellado con sangre (Éxodo 24:8).

i. El nuevo pacto se refiere a una transformación interna que nos limpia de todo pecado: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jeremías 31:34). Esta transformación pone la Palabra y la voluntad de Dios en nosotros: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón (Jeremías 31:33). Este pacto se trata de una nueva relación cercana con Dios: Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo (Jeremías 31:33).

ii. Podemos decir que la sangre de Jesús hizo posible el nuevo pacto, y también lo hizo seguro y confiable. Está confirmado con la vida de Dios mismo.

iii. Debido a lo que Jesús hizo en la cruz, podemos tener una relación de nuevo pacto con Dios. Tristemente, muchos seguidores de Jesús viven como si nunca hubiera sucedido.

· Como si no hubiera transformación interna.

· Como si no hubiera verdadera limpieza del pecado.

· Como si no hubiera Palabra o voluntad de Dios en nuestros corazones.

· Como si no hubiera una relación nueva y cercana con Dios.

iv. Que por muchos es derramada: “En esa palabra amplia ‘muchos’ gocémonos sumamente. La sangre de Cristo no fue derramada solo por un puñado de apóstoles. Solo once de ellos participaron realmente de la sangre simbolizada por la copa. El Salvador no dice: ‘Esta es mi sangre que por vosotros es derramada, los once favorecidos’; sino ‘por muchos es derramada’”. (Spurgeon)

e. Esto es mi cuerpo…esto es mi sangre: El entendimiento preciso de estas palabras de Jesús ha sido la fuente de gran controversia teológica entre cristianos.

i. La iglesia católica romana mantiene la idea de la transubstanciación, la cual enseña que el pan y el vino realmente se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús.

ii. Martín Lutero sostuvo la idea de la consustanciación, la cual enseña que el pan permanece pan y el vino permanece vino, pero por fe son lo mismo que el cuerpo real de Jesús. Lutero no creyó en la doctrina católica romana de la transubstanciación, pero no se alejo mucho de ella.

iii. Juan Calvino enseñó que la presencia de Jesús en el pan y el vino es real, pero solo espiritual, no física. Zuinglio enseñó que el pan y el vino eran símbolos importantes que representaban el cuerpo y la sangre de Jesús. Cuando los reformistas suizos debatieron el asunto con Martín Lutero en Marburgo, hubo gran contención. Lutero insistía en algún tipo de presencia física porque Jesús dijo, “esto es mi cuerpo”. Él insistía una y otra vez, escribiendo en el terciopelo de la mesa, Hoc est corpus meum, “esto es mi cuerpo” en Latín. Zuinglio respondió: “Jesús también dijo yo soy la viña, yo soy la puerta”, pero entendemos lo que estaba diciendo. Lutero respondió: “No lo sé, pero si Cristo me dijera que comiera estiércol lo haría sabiendo que era bueno para mí”. Lutero era tan férreo en esto porque lo veía como un asunto de creer las palabras de Cristo; y porque pensó que Zuinglio estaba comprometiendo, dijo que él era de otro espíritu (andere geist). Irónicamente, Lutero después leyó los escritos de Calvino sobre la Cena del Señor (los cuales eran esencialmente igual a los de Zuinglio) y pareció estar de acuerdo con, o al menos aceptar, las opiniones de Calvino.

iv. Bíblicamente, podemos entender que el pan y la copa no son solo símbolos, sino que son imágenes poderosas para tomar parte de, para entrar a, mientras vemos la Mesa del Señor como la nueva Pascua.

v. “Dejen que los papistas y los luteranos digan lo que puedan, aquí en estas palabras debe haber dos figuras reconocidas. La copa aquí es puesta para el vino en la copa; y el significado de estas palabras, esto es mi sangre del nuevo pacto, debe ser, este vino es la señal del nuevo pacto. Por qué no reconocieron tan fácilmente una figura en estas palabras, Esto es mi cuerpo, no puedo entender”. (Poole)

vi. “Lo que es cierto es que Jesús nos invita a conmemorar, no su nacimiento, no su vida, ni sus milagros, sino su muerte”. (Carson)

f. Tomad, comed: Más allá del debate sobre lo que el pan y la copa significan, debemos recordar lo que Jesús dijo que hiciéramos con ellos. Debemos tomad y comed.

i. Tomad significa que no será forzado sobre nadie. Uno debe recibirlo. “Anticipo que alguien dirá: ‘¿Entonces tendré a Cristo solo tomándolo?’ Así es. ¿Necesita usted un salvador? Ahí está; tómelo… tómelo; tómelo; eso es todo lo que usted necesita hacer”. (Spurgeon)

ii. Comed significa que esto es absolutamente vital para todos. Sin comida o bebida, nadie puede vivir. Sin Jesús, morimos. También significa que debemos tomar a Jesús dentro de lo más profundo de nuestro ser. También cada uno debe comed por sí mismo; nadie más puede hacerlo por ellos.

iii. “Si tienes alguna pregunta respecto a si has tomado, te diré cómo resolverla: ¡toma de nuevo! Si has estado comiendo y realmente has olvidado si has comido o no, tales cosas les ocurren a los hombres ocupados, que comen poco; si, digo yo, quieres estar seguro de que has comido, ¡come de nuevo! Si quieres estar seguro de que has creído en Jesús ¡cree de nuevo!” (Spurgeon)

g. Y habiendo dado gracias: En el idioma griego antiguo, gracias es la palabra eucharist. Es por eso que la conmemoración de la Cena del Señor a veces es llamada la Eucaristía.

i. Esto nos dice algo sobre la actitud y el corazón de Jesús en este momento: “Observe, Jesús estaba de ánimo y capaz, en esa hora, de agradecer y alabar, confiado en que saldría bien del mal. En Getsemaní fue capaz de solamente someterse”. (Bruce)

ii. Esto nos dice algo de nuestro propio recibimiento de la Cena del Señor: “¿A qué, entonces, nos referimos cuando en la cena levantamos esa sagrada copa hacia nuestros labios? ¿Acaso no estamos diciendo con este significativo acto, Recuerden mi pacto? ¿No le estamos recordando a Jesús que estamos confiando en Él para que haga su parte? ¿Acaso no estamos comprometiéndonos con Él como suyos, atados a Él por lazos indisolubles, y satisfechos con su más bendecido servicio?” (Meyer)

iii. Esto nos dice algo de la condición a veces decaída del pueblo de Dios y sus líderes: “Una vez hubo copas de madera, sacerdotes de oro; ahora hay copas de oro, pero sacerdotes de madera”. (Trapp)

h. Hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre: Jesús anhelaba una celebración futura de la Pascua en el cielo, una que aún no ha celebrado con su pueblo. Está esperando que todo su pueblo se reúna con Él, y entonces se llevará a cabo una gran cena, la cena de las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:9). Este es el cumplimiento en el reino de mi Padre que Jesús anhelaba.

4. (30) Jesús canta con sus discípulos y sale al Monte de los Olivos.

Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

a. Y cuando hubieron cantado el himno: Tal vez no pensamos en Jesús cantando, pero lo hizo. Levantó su voz en adoración y alabanza a Dios el Padre. Podemos preguntarnos cómo sonaba su voz, pero sabemos con certeza que cantó con más que su voz, y que elevó todo su corazón en alabanza. Esto nos recuerda que Dios quiere ser alabado con cantos.

i. “Estas palabras, interpretadas por una imaginación reverente, presentan una de las imágenes más maravillosas… Ellos cantan, y es imposible dudar de que Él dirigió el canto”. (Morgan)

ii. Es increíble que Jesús pudiera cantar en esta noche antes de su crucifixión. ¿Nosotros podríamos cantar en semejantes circunstancias? Jesús realmente puede ser nuestro líder de adoración. Deberíamos cantarle a Dios nuestro Padre –talcomo lo hizo Jesús– porque esto es algo que le agrada; y cuando amamos a alguien, queremos hacer cosas que le agraden. Realmente no importa si nos agrada o no a nosotros.

iii. “Nunca sonó un canto más dulce, una música más poderosa en medio de la oscuridad de la noche del mundo triste que el canto de Jesús y sus primeros discípulos, mientras se dirigían a la Cruz de su pasión, y la redención de ellos”. (Morgan)

b. Cantado el himno: Es maravilloso que Jesús cantó, pero ¿qué cantó? Una cena de Pascua siempre terminaba cantando tres salmos conocidos como el Halel, Salmos 116-118. Piensa en cómo las palabras de estos Salmos le ministraron a Jesús mientras las cantaba la noche antes de su crucifixión:

· Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo hallado. Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma. (Salmos 116:3-4)

· Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. Andaré delante de Jehová en la tierra de los vivientes. (Salmos 116:8-9)

· Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de Jehová.
Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo. Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.
(Salmos 116:13-15)

· Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. (Salmos 117:1)

· Me empujaste con violencia para que cayese, pero me ayudó Jehová. Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación. (Salmos 118:13-14)

· No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH. Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte. Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH. (Salmos 118:17-19)

· La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte de Jehová es esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos. (Salmos 118:22-23)

· Jehová es Dios, y nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré. (Salmos 118:27-28)

i. “Cuando Jesús se levantó para ir a Getsemaní, el Salmo 118 estaba sobre sus labios. Este proveyó una descripción apropiada de cómo Dios guiaría a su Mesías a través de la angustia y el sufrimiento hasta la gloria”. (Lane)

ii. “Si, amados, ustedes supieran que a las diez de la noche, digamos, serían llevados para ser burlados, despreciados y azotados, y que el sol de mañana los vería falsamente acusados, colgados, criminales condenados, a morir en la cruz, ¿creen que podrían cantar esta noche, después de su última cena?” (Spurgeon)

5. (31-35) Jesús predice la deserción de sus discípulos.

Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

a. Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche: Jesús dijo esto no para condenar a sus discípulos, sino para mostrarles que realmente estaba en control de la situación, y para demostrar que las escrituras sobre el sufrimiento del Mesías debían ser cumplidas.

b. Después que haya resucitado: Jesús ya estaba viendo más allá de la cruz. Sus ojos estaban puestos sobre el gozo puesto delante de él (Hebreos 12:2).

c. Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré: Pedro trágicamente no estaba consciente de la realidad espiritualy la batalla espiritual que Jesús vio claramente. Pedro se sentía valiente en el momento y no tenía percepción más allá del momento. Pronto, Pedro se sentiría intimidado ante una humilde sierva, y ante ella Pedro negaría que él conocía a Jesús.

d. De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces: Jesús sabía que Pedro fracasaría en lo que él consideraba ser su área fuerte: valor y audacia. A través de esta solemne advertencia, Jesús le dio a Pedro la oportunidad de prestar atención y considerar su propia debilidad.

i. Jesús se lo dijo tan claramente a Pedro. “Pedro, se te hará tropezar. Me abandonarás a mí, tu Maestro. Lo harás esta misma noche, antes de que el gallo cante. Negarás cualquier asociación conmigo, o incluso que me conoces. Y no solo lo harás una vez; lo harás tres veces”. “¿A caso esta advertencia no era lo suficiente como para que no confiara en su propia fuerza, sino que dependiera de Dios?” (Clarke)

ii. Fue una oportunidad que Pedro no aprovechó. En cambio, dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré, Jesús conocía a Pedro mucho mejor de lo que Pedro se conocía a sí mismo, y al sobreestimarse a sí mismo, Pedro estaba listo para una caída.

iii. El resto de los discípulos también sobreestimaron su fuerza y no confiaron en el Señor en la hora crítica: Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

iv. “Aparentemente, era usual que los gallos en Palestina cantaran alrededor de las 12:30, 1:30 y 2:30 a.m. así que los romanos le dieron el nombre de ‘canto del gallo’ a la vigilia de entre las 12:00 a 3:00 a.m.” (Carson)

C. Jesús ora y es arrestado en Getsemaní.

1. (36-39) La oración de Jesús en profunda angustia.

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

a. Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní: Esto está justo al este del área del monte del templo en Jerusalén, por el arroyo de Cedrón, y en las faldas del monte de los Olivos. Rodeado de viejos olivos, Getsemaní significa “prensa de oliva”. Ahí, las aceitunas del barrio eran aplastadas por su aceite. Así también, el hijo de Dios sería aplastado ahí.

i. “Y nuevamente, escogió ese huerto, de entre otros contiguos a Jerusalén, porque Judas conocía el lugar. Quería retirarse, pero no quería un lugar donde pudiera ocultarse y esconderse. No fue para que Cristo se entregara, eso sería suicida; pero tampoco fue para que se retirara y ocultara, eso sería cobardía”. (Spurgeon)

b. Comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera: Jesús estaba perturbado; en parte por conocer el horror físico que le esperaba en la cruz. Mientras llegaba a Getsemaní desde el centro de Jerusalén, cruzó el arroyo de Cedrón y vio en la luna llena de la Pascua la corriente que fluía roja con sangre de sacrificio desde el templo.

i. “Las palabras en griego expresan el mayor dolor imaginable”. (Poole)

c. Mi alma está muy triste, hasta la muerte: Pero más aún, Jesús estaba angustiado por el horror espiritual que lo esperaba en la cruz. Jesús se pondría en el lugar de los pecadores culpables y recibiría todo el castigo espiritual que los pecadores merecen; Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado (2 Corintios 5:21).

i. Muy triste “es una traducción bastante débil para una frase que contiene la palabra favorita de Mateo para emoción violenta, incluso conmoción (usada en 17:6, 23; 18:31; 19:25; 27:54)”. (France)

ii. Jesús no murió como mártir. “Jesús se dirigió a su muerte sabiendo que era la voluntad de su Padre que enfrentara la muerte completamente solo (Mateo 27:46) como el Cordero de Pascua sacrificial que evita la ira. Como su muerte fue única, también lo fue su angustia; y nuestra mejor respuesta a ella es adoración silenciosa”. (Carson)

iii. “De ahí la letanía griega: ‘Por tus sufrimientos desconocidos, buen Señor, líbranos’”. (Trapp)

iv. Sin embargo, en esta hora de agonía especial, Dios el Padre envió ayuda especial a su Hijo. Lucas 22:43 dice que vinieron ángeles y le ministraron a Jesús en el huerto.

d. Si es posible: Por supuesto, hay un sentido en el que todas las cosas son posibles con Dios (Mateo 19:26). Sin embargo, esto es verdadero solo en un cierto sentido, porque hay cosas que son moralmente imposibles para Dios. Es imposible que Dios mienta (Hebreos 6:18) e imposible agradarle sin fe (Hebreos 11:6). No era moralmente posible que Dios expiara el pecado y redimiera a la humanidad perdida, aparte del sacrificio perfecto que satisface la ira para el que Jesús se preparó en Getsemaní.

e. Si es posible, pase de mí esta copa: Dios el Padre nunca negaría al Hijo ninguna petición, porque Jesús oraba de acuerdo con el corazón y la voluntad del Padre. Como Jesús tomó de la copa del juicio en la cruz, sabemos que no es posible que la salvación llegue de ninguna otra manera; Si hubiera alguna otra manera de ser justificados ante Dios, entonces Jesús murió innecesariamente.

i. Repetidamente en el Antiguo Testamento, la copa es una imagen poderosa de la ira y el juicio de Dios.

· Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y él derrama del mismo; Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra. (Salmos 75:8)

· Despierta, despierta, levántate, oh Jerusalén, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su ira; porque el cáliz de aturdimiento bebiste hasta los sedimentos. (Isaías 51:17)

· Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. (Jeremías 25:15)

ii. Jesús se convirtió, por así decirlo, en un enemigo de Dios, que fue juzgado y forzado a beber de la copa de la ira del Padre, para que nosotros no tuviéramos que beber de esa copa, ésta era la fuente de la agonía de Jesús.

iii. La copa no representaba la muerte, sino el juicio. Jesús no temía a la muerte, y cuando terminó su obra en la cruz –la obra de recibir, cargar, y satisfacer el justo juicio de Dios el Padre por nuestros pecados– cuando Él terminó esa obra, simplemente se entregó a sí mismo a la muerte por su propia elección.

f. Pero no sea como yo quiero, sino como tú: Jesús llegó a un punto de decisión en Getsemaní. No era que no había decidido antes o que no había consentido antes, sino que ahora había llegado a un punto de decisión único. Tomó de la copa en el calvario, pero decidió hacerlo de una vez por todas en Getsemaní.

i. “‘No sea como yo quiero, sino como tú’ cambió el Paraíso por desierto y trajo al hombre de Edén a Getsemaní. Ahora ‘No sea como yo quiero, sino como tú’ trae angustia al hombre que lo ora, pero transforma el desierto en el reino y trae al hombre de Getsemaní a las puertas de la gloria”. (Carson)

ii. Esta lucha en Getsemaní –el lugar aplastante– tiene un lugar importante en el cumplimiento del plan de redención de Dios. Si Jesús fallara aquí, habría fallado en la cruz. Su éxito aquí hizo posible la victoria en la cruz.

iii. La lucha en la cruz fue ganada primero en oración en Getsemaní. Jesús se postró sobre su rostro, orando.

2. (40-46) Jesús gana la batalla de oración.

Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.

a. ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Jesús valoraba y deseaba la ayuda de sus amigos en esta batalla de oración y decisión. Pero incluso sin la ayuda de ellos, resistió en oración hasta que la batalla fue ganada.

i. “Pero ellos no solo no lo ayudan, sino que lo hieren con su aburrimiento al deber, y en lugar de limpiar su sudor sangriento, le sacan más de él”. (Trapp)

b. Velad y orad, para que no entréis en tentación: Jesús sabía que Pedro fallaría; pero lo alentó a la victoria, sabiendo que los recursos se encontraban en velar y orar. Si Pedro despertaba (tanto física como espiritualmente), y se acercaba en dependencia a Dios, hubiera podido evitar negar a Jesús en la hora crítica.

i. “Por velar, los dirigió a la utilización de tales medios que estaban al alcance de su uso; al agregar orad, les deja saber, que no estaba en su poder permanecer sin la ayuda de Dios y su asistencia, la cual debe ser obtenida por oración”. (Poole)

ii. Jesús encontró la victoria en la cruz al triunfar en la lucha en Getsemaní. Pedro –al igual que nosotros– falló en la tentación posterior porque falló en velar y orar. La batalla espiritual a menudo se gana o se pierde antes de que llegue la crisis.

iii. Hablando amablemente de los discípulos Jesús dijo: El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. “Su Maestro podría encontrar una excusa para su negligencia; pero ¡oh! ¡Cómo se culparían ellos mismos después por haber perdido la última oportunidad de velar con su Señor!” (Spurgeon)

iv. Otra vez fue, y oró: “La oración ferviente ama la privacidad, y Cristo con esto nos enseña que la oración secreta es nuestro deber”. (Poole)

v. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño: “Es decir, no pudieron mantenerlos abiertos. ¿No había nada sobrenatural en esto? ¿No hubo influencia aquí de los poderes de las tinieblas?” (Clarke)

c. Oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras: Esto nos muestra que no es no espiritual hacer la misma petición a Dios varias veces. Algunas personas híper-espirituales creen que si le pedimos algo más de una vez, prueba que no tenemos fe. Eso puede ser cierto para algunos en algunas situaciones, pero Jesús nos muestra que la oración repetida puede ser completamente consistente con una fe firme.

d. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega: Jesús sabía que Judas y los que lo iban a arrestar estaban en camino. Él pudo haber huido y escapado de la agonía que le esperaba en la cruz, pero Jesús se levantó para encontrarse con Judas. Él estaba en control completo de todos los eventos.

i. “Vamos podría sugerir un deseo de escapar, pero el verbo implica más bien entrar en acción, avanzar en vez de retirarse”. (France)

3. (47-50) Judas traiciona a Jesús en el huerto de Getsemaní.

Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.

a. Y con él mucha gente con espadas y palos: Es claro que consideraban a Jesús como un hombre peligroso y vinieron a tomarle con gran fuerza.

i. Vino Judas: “Probablemente recibió el pago por información sobre dónde podían arrestar a Jesús en un entorno tranquilo con poco peligro de una multitud enfurecida”. (Carson) Tal vez llevó a los soldados primero al aposento alto; cuando se enteró de que Jesús y sus discípulos no estaban ahí, pudo adivinar dónde estarían.

ii. “Judas sabía dónde encontrarlos. Jesús fácilmente pudo haber frustrado su plan al escoger un lugar diferente para esa noche, pero… esa no era su intención”. (France)

iii. “Aquellos especializados en el aprendizaje judío nos dicen que la guardia ordinaria del templo pertenecía a los sacerdotes y a los oficiales que empleaban; pero en sus grandes celebraciones, los gobernantes romanos agregaban una banda de soldados, que aún estaban bajo el mando de los sacerdotes”. (Poole)

b. ¡Salve, Maestro! Judas saludó afectuosamente a Jesús, incluso dándole el beso acostumbrado. Pero el beso solo identificó con precisión a Jesús ante las autoridades que venían a arrestarlo. No hay palabras más vacías o hipócritas en la Biblia que el “¡Salve, Maestro!” en la boca de Judas. Las palabras amorosas y sinceras de Jesús –que llamó a Judas “amigo”– contrastan fuertemente.

i. Y le besó: “Le beso de todo corazón… ¡Qué contraste tan tremendo entre la mujer en la casa de Simón (Lucas 7) y Judas! Ambos besaron a Jesús con fervor: con fuerte emoción; sin embargo, uno pudo haber muerto por él, el otro lo traicionó hasta la muerte”. (Bruce)

ii. “Esta señal de Judas era típica de la forma en que Jesús es generalmente traicionado. Cuando los hombres intentan socavar la inspiración de las Escrituras, ¿cómo empiezan sus libros? ¡Pues, siempre con la declaración de que desean promover la verdad de Cristo! El nombre de Cristo a menudo es calumniado por aquellos que hacen una fuerte profesión de apego a él y luego pecan vilmente como el jefe de los transgresores”. (Spurgeon)

c. Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron: Esto sucedió solamente después de que todos habían caído a tierra cuando Jesús se anunció como el “Yo soy” (Juan 18:6).

i. “Es extraño que, después de esto, se atrevan a acercarse a él; pero las Escrituras deben ser cumplidas”. (Clarke)

4. (51-56) El arresto de Jesús en Getsemaní.

Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis. Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.

a. Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja: Mateo no nos dice, pero sabemos por Juan 18:10 que este espadachín sin nombre fue Pedro.

i. “Una obra maravillosa de Dios fue, sin duda, que en ese momento los soldados bárbaros no lo cortaron en cien pedazos”. (Trapp)

ii. “Hubiera sido mucho mejor si las manos de Pedro se hubieran sujetado en oración”. (Spurgeon)

iii. “Pero ¿cómo llegó Pedro a tener una espada? En este tiempo Judea estaba tan infestada de ladrones que no se consideraba seguro que una persona anduviera desarmada. Probablemente llevaba una por su mera seguridad personal”. (Clarke)

b. Me daría más de doce legiones de ángeles: Si Jesús hubiera querido la ayuda divina en este momento, la hubiera tenido. Había más de doce legiones de ángeles listos para acudir en su ayuda.

i. “Una legión se juzga que son seis mil a pie y setecientos caballos. Y este gran ejército de ángeles es por oración despachado del cielo en un instante”. (Trapp) El número es impresionante, especialmente considerando que un ángel mató hasta 185,000 soldados en una noche (2 Reyes 19:35).

ii. Con una espada, Pedro estaba dispuesto a hacerse cargo de un pequeño ejército de hombres, pero no pudo orar con Jesús por una hora. La oración es el mejor trabajo que podemos realizar, y con frecuencia el más difícil.

iii. Con su espada, Pedro no logró mucho. Solo cortó una oreja, y en realidad solo hizo un desastre que Jesús tuvo que limpiar al sanar la oreja cortada (Lucas 22:51). Cuando Pedro se movió en el poder del mundo, solo cortó orejas. Pero cuando fue lleno del Espíritu, usando la Palabra de Dios, Pedro atravesó corazones para la gloria de Dios (Hechos 2:37).

iv. “Nuestro Señor tenía así los medios para defenderse; algo mucho más poderoso que una espada colgaba de su faja; pero se negó a emplear el poder que estaba a su alcance. Sus siervos no pudieron soportar esta prueba; no tenían autocontrol, la mano de Pedro está en su espada al instante. Me parece que el fracaso de los siervos en este asunto ilustra el gran autodominio de su Maestro”. (Spurgeon)

v. En ese momento cuando parecía que Jesús no tenía nada, ni ventaja alguna, Él sabía que todavía tenía al Padre en el cielo y acceso a su Padre y todos sus recursos a través de la oración.

c. Todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas: Con todo el poder a su disposición, Jesús estaba en control absoluto. No era víctima de las circunstancias, sino manejaba las circunstancias para el cumplimiento de la profecía.

d. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron: En este punto, todos los discípulos se dispersaron, corriendo por su propia seguridad. Unos pocos (Pedro y Juan, por lo menos) le siguieron de lejos para ver qué sucedería a distancia. Ninguno de ellos se paró junto a Jesús y dijo: “Le he entregado mi vida a este hombre. De lo que lo acusen a Él, también pueden acusarme a mí”. En vez de eso, se cumplió lo que Jesús dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche (Mateo 26:31).

i. “Nunca conocemos nuestros corazones bajo la perspectiva de grandes pruebas, hasta que lleguemos a lidiar con ellas, y hasta que nos vemos envueltos en ellas. Todos estos discípulos habían dicho que no lo abandonarían; pero cuando llega el momento de la ofensiva ninguno permanece a su lado”. (Poole)

D. El juicio ante el sanedrín.

1. (57-58) Jesús es llevado a la casa de Caifás.

Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos. Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin.

a. Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás: Esta no fue la primera aparición de Jesús frente a un juez o oficial en la noche de su traición. En esa noche y el día de su crucifixión, Jesús en realidad estuvo en juicio varias veces ante diferentes jueces.

i. Antes de que Jesús llegara a la casa de Caifás (el sumo sacerdote oficial), fue guiado a la casa de Anás, que era el ex sumo sacerdote y el “poder detrás del trono” del sumo sacerdote (según Juan 18:12-14 y Juan 18:19-23).

b. Adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos: Caifás había reunido a un grupo del sanedrín para juzgar a Jesús.

i. Después del amanecer, el sanedrín re reunió otra vez, esta vez en una sesión oficial, y llevaron a cabo el juicio descrito en Lucas 22:66-71.

c. Pedro le seguía de lejos…para ver el fin: Pedro estaba determinado a demostrar que estaba equivocada la predicción de Jesús de que lo negaría y lo abandonaría a su muerte.

2. (59-61) El primer juicio ante el sanedrín.

Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.

a. Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio: Este juicio a la noche era ilegal según las propias leyes y regulaciones del sanedrín. Según la ley judía, todos los juicios criminales debían empezar y terminar durante el día. Por lo tanto, a pesar de que la decisión de condenar a Jesús ya se había tomado, llevaron a cabo un segundo juicio durante el día (Lucas 22:66-71), porque sabían que el primero, el verdadero juicio, no tenía validez legal.

i. Esta fue solo una de las muchas ilegalidades realizadas en el juicio de Jesús. Según la ley judía, solo las decisiones hechas en el lugar oficial de reuniones eran válidas. El primer juicio se llevó a cabo en la casa de Caifás, el sumo sacerdote.

· Según la ley judía, los casos criminales no podían ser juzgados durante la temporada de Pascua.

· Según la ley judía, solo se podía emitir una exoneración el día del juicio. Los veredictos culpables tenían que esperar una noche para permitir que aumentaran los sentimientos de misericordia.

· Según la ley judía, toda evidencia tenía que ser garantizada por dos testigos, que eran examinados por separado y no podían tener contacto uno con el otro.

· Según la ley judía, un falso testigo se castigaba con la muerte. Nada se les hizo a los numerosos testigos falsos en el juicio de Jesús.

· Según la ley judía, un juicio siempre comenzaba trayendo la evidencia de la inocencia del acusado, antes de que la evidencia de culpa fuera presentada. Este no fue el procedimiento aquí.

ii. “Estas eran las propias reglas del sanedrín, y está muy claro que, en sus ansías por deshacerse de Jesús, rompieron sus propias reglas”. (Barclay)

iii. “Ni en los anales del historiador ni en el reino de la ficción hay algo que pueda igualar la degradación del juicio impío, las estrategias para encontrar un cargo que presentar contra el prisionero, los engaños ilegales para asegurar un veredicto culpable el cual aseguraría una pena de muerte”. (Morgan)

b. Todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron: Este es un testimonio increíble de la vida y la integridad de Jesús. A pesar de haber llevado una vida tan pública y realizado un ministerio tan público, fue difícil encontrar siquiera un falso testimonio en su contra.

c. Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo: Después de que todos los falsos testigos dijeron lo que tenían que decir, Jesús finalmente fue acusado por amenazar con destruir el templo (como fuera una amenaza de bomba hoy en día). Claramente, Jesús dijo “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19). Pero esta profecía gloriosa de su resurrección fue torcida para que sonara como una amenaza terrorista. Juan 2:21 deja claro que él hablaba del templo de su cuerpo.

3. (62-64) Jesús testifica en su juicio.

Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

a. ¿No respondes nada? Jesús permaneció en silencio hasta que se le ordenó por el oficio del sumo sacerdote que respondiera las acusaciones en su contra.

i. “El sumo sacerdote esperaba una larga defensa, para de esta manera obtener un asunto sobre el cual acusarlo que hubiera salido de su propia boca”. (Poole)

ii. Increíblemente, Jesús callaba y no respondió nada hasta que fue absolutamente necesario en obediencia que hablara. Jesús pudo haber montado una magnífica defensa aquí, llamando a todos los diversos testigos de su deidad, poder y carácter. Las personas a las que enseñó y sanó, los muertos resucitados, los ciegos que ven, incluso los mismos demonios testificaron de su deidad. Pero Jesús no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca (Isaías 53:7).

iii. “El suyo era el silencio de la paciencia, no de la indiferencia; de valor, no de cobardía”. (Spurgeon)

b. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios: Al ver que el juicio no iba bien, Caifás confrontó a Jesús, actuando más como un acusador que como un juez imparcial.

i. “Te conjuro es una expresión rara y formal (véase 1 Reyes 22:16 para una fórmula similar del Antiguo Testamento), invocando el nombre de Dios para obtener una respuesta verdadera. Por lo tanto, este es el clímax de la audiencia”. (France)

ii. “El sumo sacerdote, frustrado por el silencio de Jesús, intentó un golpe audaz que llegaba al asunto principal: ¿Era Jesús el Mesías o no?” (Carson)

iii. “Fue una confesión tácita que hasta el momento Cristo había demostrado ser inocente. El sumo sacerdote no hubiera necesitado sacar algo del acusado si hubiera habido suficiente evidencia contra él en otra parte. El juicio había sido un fracaso total hasta ese punto, y él lo sabía, y estaba rojo de ira. Ahora intenta intimidar al prisionero para poder sacar alguna declaración de él, la cual pudiera evitarle cualquier otro problema de testigos, y terminar el asunto”. (Spurgeon)

c. Tú lo has dicho: En vez de defenderse a sí mismo, Jesús simplemente testificó la verdad. Él realmente era el Cristo, el Hijo de Dios. Respondió lo más breve y directamente posible.

i. El sumo sacerdote probablemente hizo la pregunta con sarcasmo o ironía. “La redacción de la pregunta de Caifás (especialmente en Marcos) probablemente sugiere que ni siquiera sonó como una pregunta desapasionada: ‘¿Eres el Mesías?’ (¡Tú, el prisionero abandonado e indefenso!)”. (France)

d. Veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder: Jesús agregó esta palabra de advertencia. Les advirtió que aunque ahora se sentaban a juzgarlo, Él algún día se sentaría a juzgarlos a ellos, y con un juicio mucho más vinculante.

i. Desde ahora: “‘¡Desde ahora!’ ‘¡Desde ahora!’ Oh, cuando llegue ese desde ahora ¡qué aplastante será para los enemigos de Jesús! ¿Dónde está Caifás ahora? ¿Conjurará ahora al Señor para que hable? Ahora ustedes sacerdotes, ¡levanten sus cabezas arrogantes! ¡Pronuncien una sentencia contra él ahora! Allí se sienta, su víctima entre las nubes del cielo. Digan ahora que blasfema, sostengas sus harapos, y condénenlo otra vez. Pero ¿dónde está Caifás? Él esconde su cabeza culpable, está completamente confundida y les ruega a las montañas que caigan sobre él”. (Spurgeon)

ii. Del poder: “Poder es una expresión reverencial típica judía para evitar pronunciar el nombre sagrado de Dios (lo cual pudo haber redimido a Jesús del cargo de blasfemia, aunque irónicamente fue precisamente con ese cargo que fue condenado, Mateo 26:65)”. (France)

4. (65-68) El sanedrín reacciona con horror y brutalidad.

Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.

a. ¡Ha blasfemado! La acusación de blasfemiahubiera sido correcta, excepto que Jesús era quien dijo que era. No es delito para Cristo, el Hijo de Dios, declarar quién es realmente.

b. ¡Es reo de muerte!: Su veredicto revela la profunda depravación del hombre. Dios, en total perfección, vino a la tierra, vivió entre los hombres, y esta fue la respuesta del hombre a Dios.

c. Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos: Le escupen; lo golpean con sus puños; lo abofetearon con sus manos abiertas. Es fácil pensar que hicieron esto porque no sabían quién era Él. Eso es verdad en un sentido, porque no se admitirían a sí mismos que Él era en verdad el Mesías y el Hijo de Dios. Sin embargo, en otro sentido, no es cierto para nada, porque por naturaleza el hombre es enemigo de Dios (Romanos 5:10, Colosenses 1:21). Por mucho tiempo el hombre esperó para literalmente golpear, abofetear y escupir el rostro de Dios.

i. “Asómbrense oh cielos, y teman terriblemente. Su rostro es la luz del universo, su persona es la gloria del cielo, y ellos ‘le escupieron’. ¡Ay, mi Dios, que el hombre debe ser tan bajo!” (Spurgeon)

ii. Spurgeon sugirió algunas formas en las que el hombre todavía escupe en el rostro de Jesús.

· El hombre escupe en su rostro al negar Su deidad.

· El hombre escupe en su rostro al rechazar Su evangelio.

· El hombre escupe en su rostro al preferir su propia justicia.

· El hombre escupe en su rostro al darle la espalda a Jesús.

iii. Cuando estos líderes religiosos expresaron su odio, miedo e ira sobre Jesús, escupiendo en su rostro y golpeándolo, fue increíble que el juicio de Dios no lloviera del cielo. Fue increíble que una legión de ángeles no saltara en defensa de Jesús. Esto muestra la maravillosa paciencia que Dios tiene hacia el pecado, y las asombrosas riquezas de su misericordia.

iv. “Mientras uno lee esta historia, uno se maravilla más y más del milagro más grande de todos, el paciente sufrimiento del inmaculado”. (Morgan)

5. (69-75) Temiendo ser asociado con Jesús, Pedro niega su relación con Jesús tres veces.

Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno. Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

a. Se le acercó una criada: Pedro no fue interrogado ante un tribunal hostil, ni siquiera ante una multitud enfurecida. El propio temor de Pedro hizo que una criada y otra fueran monstruos hostiles ante sus ojos, y se inclinó en temor ante ellas.

b. No conozco al hombre: El pecado de Pedro de negar su asociación con Jesús empeoró con cada negación. Primero, mintió; después mintió con un juramento; después comenzó a maldecir, y a jurar.

i. Los que por allí estaban: “Vagos; viendo la confusión de Pedro y divirtiéndose atormentándolo”. (Bruce)

ii. “Los galileos hablaban de una manera que enfatizaba la “r”; su acento era tan feo que a ningún galileo se le permitía pronunciar la bendición en un servicio en la sinagoga”. (Barclay)

iii. Y, como si le ayudara a distanciarse de cualquier asociación con Jesús, Pedro comenzó a maldecir. “Invocar maldiciones sobre sí mismo, signo de irritación y desesperación; ha perdido el control por completo”. (Bruce) Cuando escuchamos ese tipo de lenguaje, normalmente asumimos que la persona no es un seguidor de Jesús.

c. Pedro se acordó de las palabras de Jesús…Y saliendo fuera, lloró amargamente: Pedro finalmente recordó y tomó en serio lo que Jesús dijo, pero en este caso lo hizo demasiado tarde. Por ahora, lo único que podía hacer era llorar amargamente. Sin embargo, Pedro sería restaurado, mostrando un contraste significativo entre Judas (mostrando apostasía) y Pedro (mostrando una recaída).

i. Apostasía es renunciar a la verdad, como lo hizo Judas. Judas sentía pena, pero no fue una pena que guiara al arrepentimiento.

ii. La recaída es un descenso de una experiencia espiritual que una vez se disfrutó. Pedro resbaló, pero no caerá; su llanto amargo lo guiará al arrepentimiento y la restauración.

d. Lloró amargamente: Este era el inicio del arrepentimiento de Pedro. Varias cosas lo llevaron a este lugar.

i. La amorosa mirada de Jesús llevó a Pedro al arrepentimiento. Lucas nos dice que justo antes de que el gayo cantara, vuelto el Señor, miró a Pedro (Lucas 22:61).

ii. El don de recordar llevó a Pedro al arrepentimiento; Pedro se acordó de las palabras de Jesús. “Nuestras memorias nos sirven mucho en el negocio del arrepentimiento”. (Poole)

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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