Mateo 7




Mateo 7 – El Sermón del monte (Continuación)

A. El juzgar y el discernimiento.

1. (1-2) Un resumen sobre el juzgar a los demás.

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

a. No juzguéis, para que no seáis juzgados: Aquí Jesús se movió a otra idea en el Sermón del monte. Al principio había tratado con temas conectados con la vida espiritual interior (actitudes en caridad, oración, ayuno, materialismo y afán por las cosas materiales). Ahora toca un tema importante conforme a la manera en que pensamos y tratamos a otros.

i. Recordamos que Jesús nos llamó a tener una justicia mayor que la de los escribas y fariseos (Mateo 5:20). En la forma en que algunos piensan, la manera en hacerse más justos es juzgar a los demás. Jesús aquí reprendió ese tipo de pensamiento.

b. No juzguéis, para que no seáis juzgados: Con este mandato Jesús advierte contra juzgar a los demás, porque cuando lo hagamos, seremos juzgados de manera similar.

i. Entre aquellos que parecen no saber de la Biblia, este versículo parece ser el más popular. Sin embargo, muchos de los que citan este versículo no entienden lo que Jesús dijo. Parecen pensar (o esperar) que Jesús mandó una aceptación universal de cualquier estilo de vida o enseñanza.

ii. Un poco después en este sermón (Mateo 7:15-16), Jesús nos ordenó a conocernos a nosotros mismos y a los demás por sus frutos, y algún tipo de evaluación es necesario para eso. El cristiano es llamado a demostrar amor incondicional, pero el cristiano no es llamado a tener aprobación incondicional. Realmente podemos amar a las personas que hacen cosas que no se deben aprobar.

iii. Así que, mientras esto no prohíbe examinar las vidas de otros, ciertamente prohíbe hacerlo en el espíritu que normalmente se hace. Un ejemplo de juicio injusto es la condena de los discípulos de la mujer que ungió los pies de Jesús con perfume (Mateo 26:6-13). Ellos pensaron que estaba desperdiciando algo; Jesús dijo que ella había hecho una buena obra que sería recordada para siempre. Tuvieron un juicio duro e injusto.

· Rompemos este mandamiento cuando pensamos lo peor de otros.

· Rompemos este mandamiento cuando solo hablamos con los demás de sus faltas.

· Rompemos este mandamiento cuando juzgamos una vida solamente por sus peores momentos.

· Rompemos este mandamiento cuando juzgamos los motivos ocultos de otros.

· Rompemos este mandamiento cuando juzgamos a otros sin considerarnos en sus mismas circunstancias.

· Rompemos este mandamiento cuando juzgamos a otros sin ser conscientes de que nosotros también seremos juzgados.

c. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados: Jesús no prohibió el juicio de otros. Solo requiere que nuestro juicio sea completamente justo y que solo juzguemos a otros según las medidas por las que a nosotros nos gustaría ser juzgados.

i. Cuando nuestro juicio hacia otros es incorrecto, a menudo no se debe a que juzgamos de acuerdo a un estándar, sino porque somos hipócritas en la aplicación de ese estándar: ignoramos el estándar en nuestra propia vida. Es común juzgar a otros por un estándar y a nosotros mismos por otro estándar, siendo mucho más generosos con nosotros mismos que los demás.

d. Con la medida con que medís, os será medido: Este es el principio sobre el cual Jesús hizo el mandamiento: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Dios nos medirá de acuerdo con la medida que usamos para los demás. Esta es una motivación poderosa para que seamos generosos con amor, perdón y bondad hacia otros. Si queremos más de esas cosas de Dios, debemos dar más de ellas a los demás.

i. Según la enseñanza de algunos rabinos en los tiempos de Jesús, Dios tenía dos medidas que usaba para juzgar a las personas. Una era una medida de justicia y la otra era una medida de misericordia. Cualquier medida que quieras que Dios use contigo, debes usar esa misma medida con los demás.

ii. Solamente debemos juzgar el comportamiento de otros cuando somos conscientes del hecho de que nosotros mismos seremos juzgados, y debemos considerar cómo nos gustaría ser juzgados.

2. (3-5) Una ilustración del principio de Jesús con respecto a juzgar.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

a. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?Las figuras de una paja y una viga son figuras reales, pero son usadas con humor. Jesús muestra cómo generalmente somos mucho más tolerantes con nuestro propio pecado que con el pecado de los demás.

i. Aunque podría haber una paja literal en el ojo, obviamente no puede haber una viga literal en un ojo. Jesús usó estas imágenes exageradas y humorísticas para hacer que su mensaje sea más fácil de entender y más memorable.

ii. Es una imagen humorística: un hombre con un barrote en su ojo tratando de ayudar a su amigo a quitarle una paja del ojo. No puedes pensar en esta imagen sin reírte.

iii. Un ejemplo de buscar una paja en el ojo de otro mientras ignorando la viga en tu propio es cuando los líderes religiosos llevaron a la mujer sorprendida en adulterio a Jesús. Ella ciertamente había pecado; pero el pecado de ellos era mucho peor y Jesús lo expuso como tal con la declaración: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (Juan 8:7).

b. He aquí la viga en el ojo tuyo: Jesús indica que el que tiene la viga en supropioojo no se daría cuenta de inmediato. Él está ciego de su propia falta. Es el intento de corregir la falla de alguien más cuando nosotros mismos tenemos la misma (o mayor culpa) que merece la acusación: ¡Hipócrita!

i. “Jesús es tierno, pero llama a ese hombre un ‘hipócrita’ quien se queja de las cosas pequeñas en otros y no presta atención a grandes asuntos en casa en su propia persona”. (Spurgeon)

ii. Nuestra hipocresía en estos asuntos es casi siempre más evidente para otros que para nosotros mismos. Podemos encontrar la manera de ignorar la viga en nuestro propio ojo, pero otros la notan inmediatamente. Un buen ejemplo de este tipo de hipocresía fue la reacción de David hacia la historia de Natán acerca de un hombre que injustamente robó y mató la oveja de otro hombre. David rápidamente condenó al hombre, pero estaba ciego a su propio pecado, el cual era mucho más grande (2 Samuel 12).

c. Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano: Jesús no dijo que era malo ayudar a nuestro hermano con la paja en su ojo. Es bueno ayudar a tu hermano con la paja en su ojo, pero no antes de tratar con la viga en tu propio ojo.

3. (6) Equilibrando el amor con el discernimiento.

No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

a. No deis lo santo a los perros: Después de advertirnos contra las actitudes críticas y ciegas, Jesús nos recuerda que no se refería a que todos los de su reino suspenden todo discernimiento. Deben discernir que hay cosas buenas y preciosas que no se deben dar a quienes las recibirán con desprecio.

i. Podríamos decir que Jesús quiere decir: “No sean críticos, pero tampoco se desechen de todo discernimiento”.

ii. Los perros y cerdos aquí regularmente se entiende como aquellos que son hostiles al reino de Dios y al mensaje que lo anuncia. Nuestro amor hacia los demás no debe cegarnos a su endurecido rechazo de las buenas nuevas del reino.

iii. Sin embargo, también podemos ver esto en el contexto de las palabras previas contra los hipócritas. Puede ser que en la mente de Jesús, los perros y cerdos representan a creyentes críticos e hipócritas. A estos hipócritas pecadores no se les deben ofrecer las perlas que pertenecen a la comunidad de los santos.

iv. “La Didajé, o, para darle su nombre completo, La enseñanza de los doce apóstoles, que data del año 100 d.C. y que es el primer libro de órdenes de servicio de la iglesia cristiana, lo dice así: “Que nadie coma ni beba de tu eucaristía excepto aquellos bautizados en el nombre del Señor; porque con respecto a esto, el Señor ha dicho: ‘No des lo santo a los perros’”. (Barclay)

v. Jesús también habló en el contexto de corregir a otro hermano o hermana. La corrección piadosa es una perla (aunque pueda doler por un momento) que no debe ser echada delante de los cerdos (aquellos que se han determinado a no recibirla).

b. Ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos: Nuestras perlas del precioso evangelio puede que solo confunda a aquellos que no creen, quienes están cegados a la verdad por el dios de este siglo (2 Corintios 4:4) y solo pueden exponer el evangelio a su ridículo.

i. “El evangelio debe ser predicado a toda criatura, Marcos 16:15. Pero cuando los judíos endureciéndose, estaban maldiciendo el Camino delante de la multitud, Hechos 19:9, los apóstoles dejaron de predicarles”. (Poole)

ii. Por supuesto, Jesús no dijo esto para desanimarnos de compartir el evangelio. Anteriormente en este mismo sermón, Jesús nos dijo que debemos dejar que nuestra luz brille delante del mundo (Mateo 5:13-16). Jesús dijo esto para llamarnos al discernimiento y animarnos a buscar corazones preparados que estén listos para recibir. Cuando encontremos tales corazones abiertos, podemos confiar en que Dios ya ha estado trabajando en ellos.

B. Más instrucciones para la oración.

1. (7-8) Jesús nos invita a seguir pidiendo, buscando y llamando.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

a. Pedid… buscad… llamad: Vemos una intensidad progresiva que pasa de pedid a buscad a llamad. Jesús nos llama a tener intensidad, pasión y persistencia en la oración. El hecho de que Jesús volvió al tema de la oración
–ya tratada con cierta profundidad en Mateo 6:5-15– demuestra la importancia de la oración.

i. En esta descripción triple de la oración como pedid, buscad y llamad vemos diferentes aspectos de la oración y diferentes aspectos de su recompensa.

· La oración es como el pedir en que hacemos nuestras peticiones conocidas a Dios, y todo aquel que pide, recibe. El recibir es la recompensa de pedir.

· La oración es como el buscar en que buscamos a Dios, su palabra, y su voluntad; y el que busca, halla. El hallar es la recompensa de buscar.

· La oración es como el llamar hasta que se abra la puerta, y buscamos la entrada al gran palacio celestial de nuestro Gran Rey. El entrar por la puerta abiertaa Su palacio es la recompensa por llamar, y es la mejor recompensa de todas.

ii. “Pedid con confianza y humildad. Buscad con cuidado y aplicación. Llamad con seriedad y perseverancia”. (Clarke)

iii. La idea de llamar también implica sentimos resistencia. Después de todo, si la puerta ya estuviera abierta, no habría necesidad de tocar o llamar. Sin embargo, Jesús nos anima: “Aun cuando sientas que la puerta está cerrada y debes tocar, hazlo y continúa haciéndolo, y se te abrirá”.

iv. Sin embargo, la imagen de llamar a la puerta también implica que hay una puerta que si puede ser abierta. “Sus puertas están diseñadas a abrirse: fueron hechas con el propósito de entrada; y así el bendito evangelio de Dios está hecho a propósito para que entres a la vida y la paz. Sería inútil tocar a una pared, pero sabiamente puedes tocar a una puerta, ya que está destinada a abrirse”. (Spurgeon)

v. Venimos a la puerta de Dios y todo lo que debemos hacer es llamad. Si la puerta estuviera con llave contra nosotros, necesitaríamos las herramientas de un ladrón para entrar, pero eso no es necesario; todo lo que tenemos que hacer es llamar, y aun si no tengo las habilidades de un ladrón, puedo llamar, ¡Sé lo suficiente para hacer eso!

vi. “Cualquier hombre sin educación puede llamar a la puerta si eso es todo lo que se requiere de él…Un hombre puede llamar a la puerta sin ser un filósofo. Un hombre tonto puede llamar a la puerta. Un ciego puede llamar a la puerta. Con una mano paralizada un hombre puede llamar a la puerta…La manera de abrir las puertas del cielo es asombrosamente simplificada para aquellos que son lo suficientemente humildes de seguir la dirección del Espíritu Santo, y pedir, buscar y llamar con fe. Dios no ha provisto una salvación que solo puede ser entendida por hombres cultos…está destinada para los ignorantes, de corto entendimiento, y los moribundos, al igual que para otros, por lo tanto, debe ser tan simple como llamar a la puerta”. (Spurgeon)

b. Pedid, y se os dará: Dios promete una respuesta para aquellos que lo buscan con diligencia. Muchas de nuestras oraciones sin pasión no son respondidas por una buena razón, porque es como si le pidiéramos a Dios que le tome importancia a algo que nos importa poco o nada.

i. Dios valora la persistencia y pasión en la oración porque demuestran que compartimos Su corazón. Demuestra que nos importan las cosas que le importan a Él. La oración persistente no supera la reticencia obstinada de Dios; le da gloria a Él, expresa dependencia de Él y alinea nuestro corazón más con el suyo.

ii. “Ningún alma puede orar en vano que ore como se indica arriba. La verdad y fidelidad del Señor Jesús están comprometidas para su éxito. Se os dará, hallaréis, se os abrirá. Estas palabras son tan fuertemente vinculantes del lado de Dios, como no matarás es del lado del hombre. Trae contigo la palabra de Cristo y el sacrificio de Cristo, y ninguna de las bendiciones del cielo se te podrá negar”. (Clarke)

2. (9-11) Jesús ilustra la naturaleza generosa de Dios.

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

 a. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?: Jesús dejó en claro que Dios no tiene que ser persuadido o apaciguado en la oración. No solo quiere darnos pan, sino incluso más de lo que pedimos.

i. Gracias a Dios, las veces que pedimos algo tan malo como una serpiente sin saberlo, como un padre amoroso, Dios a menudo nos ahorra misericordiosamente la justa pena de nuestra ignorancia.

b. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos…?: Es blasfemo negar la respuesta de Dios al corazón que le busca. Entonces implicamos que Dios es aún peor que un hombre malvado.

i. En comparación con el mejor padre humano, cuánto más es Dios un padre bueno y amoroso. “‘¡Cuánto más!’ dice nuestro Señor, y no dice cuánto más, sino que lo deja a nuestras meditaciones”. (Spurgeon)

ii. “¡Qué imagen es dada aquí de la bondad de Dios! Lector, pregúntale a tu alma, ¿podría este Padre celestial reprobar a la condenación eterna e incondicional cualquier criatura que Él ha creado? Aquel que cree que si lo ha hecho, puede creer cualquier cosa: pero DIOS ES AMOR”. (Clarke)

C. Conclusión del Sermón del monte: un resumen parcial y un llamado repetido a la decisión.

1. (12) Un resumen de la enseñanza ética de Jesús con respecto a nuestro trato a los demás: la regla de oro.

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

a. Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos: La manera negativa de declarar este mandamiento era conocido mucho antes que Jesús. Desde hace mucho se había dicho “No debes hacer a tu prójimo lo que no quieres que te haga a ti”. Pero es un avance significativo que Jesús lo ponga en positivo, decir que debemos hacer con otros lo que queremos que ellos hagan con nosotros.

i. “La regla de oro no fue inventada por Jesús; se encuentra en muchas formas y en muy diversos lugares. Alrededor del año 20 d.C., el rabino Hillel, retado por un gentil a resumir la ley en el corto tiempo que el gentil podía parase en un pie, según los informes, respondió: ‘Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a alguien más. Esta es toda la ley; el resto es comentarios. Ve y apréndetelo’ (b. Shabat 31a). Aparentemente, solo Jesús formuló la frase de manera positiva”. (Carson)

ii. Al hacer esto, Jesús hace que el mandamiento sea mucho más amplio. Es la diferencia entre no violar las leyes de tránsito y hacer algo positivo como ayudar a un automovilista varado. Bajo la forma negativa de la regla, las ovejas de Mateo 25:31-46 son encontradas “no culpables”. Sin embargo, bajo la forma positiva de la regla de oro –la forma de Jesús– ciertamente se les encuentra culpables.

iii. Esto especialmente aplica al compañerismo cristiano. Si experimentamos amor y tenemos a personas alcanzándonos, debemos amar y alcanzar a los demás.

iv. “Nadie más que aquel cuyo corazón está lleno de amor para Dios y para toda la humanidad puede mantener este precepto, ya sea en espíritu o letra…Parece como si Dios lo ha escrito en los corazones de todos los hombres, ya que dichos de este tipo se pueden encontrar en todas las naciones, judías, cristianas y paganas”. (Clarke)

b. Porque esto es la ley y los profetas: Jesús muestra que este principio simple –la regla de oro– resume todo lo que la ley y los profetas dice acerca de cómo debemos tratar a los demás. Si simplemente tratáramos a los demás como nos gustaría que nos trataran, obedeceríamos naturalmente todo lo que la ley dice acerca de nuestras relaciones con los demás.

i. “Oh, que todos los hombres actuaran en ello, y no habría esclavitud, ni guerra, ni maldecir, ni ataques, ni mentiras, ni robos; ¡sino todo sería justicia y amor! ¡Qué reino es este que tiene tal ley!” (Spurgeon)

ii. Esto hace que la ley sea más fácil de entender, pero no la hace más fácil de obedecer. Nadie ha hecho consistentemente a otros como les gustaría que les hicieran a ellos mismos.

2. (13-14) La decisión entre dos caminos y uno de dos destinos.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

a. Entrad por la puerta estrecha: Jesús no habló de esta puerta como nuestro destino, sino como la entrada a un camino. Hay un camino correcto y un camino equivocado, y Jesús apeló a sus oidores a tomar el camino más difícil, el camino que lleva a la vida.

i. Él entendió y enseñó que no todos los caminos y no todos los destinos son igual de buenos. Uno lleva a la perdición, y el otro a la vida.

ii. “La puerta estrecha significa literalmente lo que nosotros llamamos un portillo, es decir, una puerta pequeña en una entrada grande”. (Clarke)

iii. “Jesús no está alentando a los discípulos comprometidos, ‘cristianos’, a seguir adelante por el camino angosto y ser recompensados al final. Más bien está mandando a sus discípulos a entrar en el camino marcado por la persecución y recompensado al final”. (Carson)

b. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida: La puerta verdadera es estrecha y angosta. Si tu camino tiene una puerta que es fácil y manejable, haces bien en vigilarla.

i. “Por lo tanto, no debes preguntarte si mis preceptos son difíciles para tus aprehensiones carnales, ni escandalizarte aunque veas que pocos van por el camino correcto hacia el reino de los cielos”. (Poole)

3. (15-20) El peligro de los falsos profetas y la decisión entre dos árboles con sus frutos.

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.

a. Guardaos de los falsos profetas: Jesús acaba de advertirnos de un camino que lleva a la perdición. Ahora nos recuerda que hay muchos que intentarán guiarnos por el camino amplio que lleva a la perdición. El primer paso para combatir a estos falsos profetas es simplemente guardarnosde ellos.

i. “Las advertencias de los falsos profetas están basadas necesariamente en la convicción que no todos los profetas son verdaderos, que la verdad puede ser violada, y que los enemigos del evangelio usualmente ocultan su hostilidad y se hacen pasar por hermanos en la fe”. (Carson)

b. Que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces: Está en la naturaleza de estos falsos profetas el engañar y negar su propio carácter. Muchas veces se engañan hasta a ellos mismos, creyendo de sí mismos que son ovejas cuando en realidad son lobos rapaces.

i. “La falla básica del falso profeta es el interés propio”. (Barclay) Puede expresarse por un deseo de ganancia o una vida fácil, un deseo de prestigio o el deseo de promover las ideas de uno mismo y no las ideas de Dios.

c. Por sus frutos los conoceréis: Nos guardamos de los falsos profetas al mirar sus frutos. Esto significa poner atención a varios aspectos de sus vidas y ministerios.

i. Debemos de poner atención a la manera de vivir que demuestra un maestro. ¿Demuestran justicia, humildad y fidelidad en la manera en que viven?

ii. Debemos de poner atención al contenido de sus enseñanzas. ¿Es fruto verdadero de la palabra de Dios, o es centrado en el hombre y se escucha bien a los oídos de aquellos que quieren ser gratificados?

iii. Debemos de poner atención al efecto de sus enseñanzas. ¿Está la gente creciendo en Jesús o simplemente siendo entretenidos y eventualmente alejándose?

d. Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos: Estos frutos es el resultado inevitable de quienes somos. Eventualmente –aunque pueda tomar un tiempo para que llegue la cosecha– los frutos buenos y malos son evidentes, revelando qué tipo de “árbol” somos.

i. Todo árbol que no da buen fruto: “El no tener buenos frutos significa tener maldad: no puede haber esterilidad inocente en el árbol invisible del corazón. El que no da frutos, y el que da frutos malos, ambos solo son aptos para el fuego”. (Clarke)

ii. “No será simplemente el malvado, o el portador de bayas venenosas, el que será cortado; pero el neutral, el hombre que no da frutos de virtudes positivas también ha de ser echado al fuego”. (Spurgeon)

iii. Anteriormente en el capítulo, Jesús nos advirtió que primero nos juzgáramos a nosotros mismos, que busquemos la viga en nuestro propio ojo antes de poner atención a la paja en el ojo de nuestro prójimo, por lo tanto, antes de preguntarlo de cualquier otra persona, debemos de preguntarnos primero: “¿Yo doy fruto para la gloria de Dios?”

4. (21-23) La decisión entre dos reclamos del Señorío de Jesús, uno falso y otro verdadero.

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

a. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: Jesús habló aquí de una confesión verbal apropiada, donde estos llamaron a Jesús Señor. Esto es vital, pero nunca suficiente por sí mismo.

i. Debemos usar el lenguaje de “Señor, Señor”, no podemos ser salvos si no lo hacemos. Aunque los hipócritas puedan decirlo, no debemos avergonzarnos de decirlo. Sin embargo, por sí solo no es suficiente.

ii. Esta advertencia de Jesús se aplica a las personas que hablan a Jesús o dicen cosas acerca de Jesús, pero realmente no lo dicen en serio. No es que crean que Jesús es un demonio; simplemente dicen las palabras de una manera muy superficial. Su mente está en otro lugar, pero creen que hay valor en sus palabras vacías y cumplir con algún tipo de obligación religiosa sin corazón, sin alma, sin espíritu, solo palabras vacías y pensamientos que desvanecen.

iii. Esta advertencia de Jesús aplica a las personas que dicen “Señor, Señor” y, sin embargo, su vida espiritual no tiene nada que ver con su vida diaria. Van a la iglesia, tal vez cumplen con ciertas obligaciones religiosas, sin embargo pecan contra Dios y el hombre como cualquier otra persona. “Hay quienes hablan como ángeles y viven como demonios; que tienen la lengua suave como Jacob, pero las manos ásperas de Esaú”. (Trapp)

b. No todo el que me dice… Muchos me dirán en aquel día: Es asombroso que Jesús afirmó que Él es a quien las personan deberán enfrentar en el día del juicio, y que Él es correctamente llamado Señor. Este maestro oscuro en una parte estancada del mundo afirmaba ser el juez de todos los hombres en aquel día.

i. Al decir “en aquel día” Jesús llamó nuestra atención al día venidero de juicio para todos los hombres. “¿Cuál es el objeto principal de tu vida? ¿Pensarás tanto en él ‘en aquel día’ como lo haces ahora? ¿Te considerarás entonces sabio por haberlo perseguido tan fervientemente? Te agrada poder defenderlo ahora, pero ¿podrás defenderlo en ese día, cuando todas las cosas del mundo y el tiempo se hayan derretido a nada?” (Spurgeon)

c. Señor, Señor, ¿no: Las personas de las que habla Jesús han tenido grandes logros espirituales (profetizamos, echamos fuera demonios, e hicimos muchos milagros). Estas son cosas maravillosas, pero no significan nada sin comunión verdadera, sin conexión verdadera con Jesús.

i. Jesús no parecía dudar de sus afirmaciones de haber hecho milagros. Él no dijo: “Realmente no profetizaron, ni echaron fuera demonios ni hicieron milagros”. Esto nos lleva a entender que a veces los milagros son concedidos por medio de creyentes falsos, recordándonos que, en el análisis final, los milagros no prueban nada.

ii. Significativamente, hasta hicieron estas cosas en el nombre de Jesús. Sin embargo, nunca tuvieron una relación de amor y comunión con Jesús. “Por mi amor a las almas de los hombres, yo bendije tu predicación; pero a ustedes nunca podría estimarlos, porque fueron desposeídos del espíritu de mi Evangelio, impíos en sus corazones e injustos en su conducta”. (Clarke)

iii. “Si el predicar salvara al hombre, Judas no hubiera sido condenado. Si el profetizar pudiera salvar al hombre, Balaam no hubiera sido un náufrago”. (Spurgeon)

d. Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad: Al final, hay una base de salvación; no es una mera confesión verbal, ni “obras espirituales”, sino conocer a Jesús y ser conocido por Él. Es nuestra conexión con Él –por medio del regalo de la fe que nos da– lo que asegura nuestra salvación. Conectados con Jesús estamos seguros; si no estamos conectados con Él, todos los milagros y obras buenas no prueban nada.

i. “¡Qué palabra tan terrible! ¡Qué separación tan horrorosa! ¡Aléjense de MÍ! Desde el mismo Jesús a quien has proclamado estar en unión con quien solo se puede encontrar la vida eterna. Porque, unidos a Cristo, todo es el cielo; y separados de Él, todo es un infierno”. (Clarke)

ii. Además, estas no son personas que perdieron su salvación. Sino que, nunca la tuvieron realmente (nunca os conocí).

5. (24-27) La decisión entre dos cimientos y su destino.

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

a. Le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca: En la ilustración de Jesús de los dos cimientos, ambas casas se veían igual por fuera. El fundamento real de nuestras vidas generalmente está oculto y solo se demuestra en la tormenta, y podríamos decir que las tormentas vienen del cielo (lluvia) y de la tierra (ríos).

i. “El articulo usado para denotar no una roca individual, sino una categoría, un cimiento rocoso”. (Bruce)

ii. “Tanto el hombre sabio como el insensato se dedicaron precisamente a las mismas ocupaciones, y en una medida considerable lograron el mismo diseño;ambos se comprometieron a construir casas, ambos perseveraron en construir y ambos terminaron sus casas. La semejanza entre ellos es muy considerable”. (Spurgeon)

b. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa: Una tormenta (lluvia, ríos y vientos) era el poder más grande para las generaciones que no tenían armas nucleares. Jesús nos avisa que el cimiento de nuestras vidas será golpeado en un tiempo u otro, pero ahora (por las pruebas) y en el juicio final ante Dios.

i. El tiempo y las tormentas de la vida demostrarán el poder del cimiento de cada persona, aun cuando está oculto. Tal vez nos sorprendamos cuando veamos quienes han edificado sobre un buen cimiento. “Al final, cuando Judas traicionó a Cristo en la noche, Nicodemo lo profesó fielmente en el día”. (Trapp)

ii. Es mejor que probemos el cimiento de nuestra vida ahora que después, en nuestro juicio delante de Dios cuando sea demasiado tarde para cambiar nuestro destino.

iii. Jesús tal vez tuvo en mente un pasaje del Antiguo testamento: Como pasa el torbellino, así el malo no permanece;Mas el justo permanece para siempre. (Proverbios 10:25)

c. Cualquiera que me oye estas palabras y no las hace: Simplemente escuchar la palabra de Dios no es suficiente para proveer un cimiento seguro. Es necesario que también seamos hacedores de su palabra. Si no lo somos, cometemos el pecado de no hacer nada (Números 32:23), y será grande nuestraruina.

i. “¿En qué consistía la locura del segundo constructor? No en buscar deliberadamente un mal cimiento, sino al no pensar en el cimiento…Su falla no fue un error de juicio, sino desconsideración. No se trata, como se supone comúnmente, de dos cimientos, sino de mirar y descuidar de mirar al cimiento”. (Bruce)

ii. “Su miseria y calamidad será aún más grande, por cuanto sus esperanzas han sido más fuertes, las decepciones de sus expectativas añadiendo a su miseria”. (Poole)

iii. Sin embargo, nadie puede leer esto sin ver que no las ha hecho, no las hace y que nunca hará estas palabras por completo. Aunque las hagamos en un sentido general (en el cual deberíamos), la revelación del reino de Dios en el Sermón del monte nos regresa una y otra vez como pecadores necesitados a nuestro Salvador. “El Monte de la enunciación ética revela la necesidad del Monte de la cruz”. (Morgan)

6. (28-29) El efecto del sermón de Jesús en aquellos que lo escucharon.

Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

a. Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas: Su audiencia no pudo dejar de notar que Jesús enseñaba con autoridad, algo que faltaba en los maestros de sus tiempos, que a menudo solo citaban a sus rabís. Jesús habló con autoridad inherente, y la autoridad de la palabra revelada de Dios.

i. “Los escribas hablaban por autoridad, basando todo lo que decían en tradiciones de lo que había sido dicho antes. Jesús habló con autoridad, por Su propia alma”. (Bruce)

ii. “Dos cosas los sorprendieron: la sustancia de su enseñanza y la manera en que lo hacía. Ellos nunca habían escuchado esa doctrina antes; los preceptos que había dado Jesús eran bastante nuevos para sus pensamientos. Pero lo que más les asombró fue la manera en que enseñaba: había una certeza, un poder, un gran peso, como nunca habían visto antes”. (Spurgeon)

b. La gente se admiraba de su doctrina: Cuando la Palabra de Dios es presentada como realmente es, con su poder inherente, va a asombrar a la gente y se distinguirá de las meras opiniones del hombre.

i. Cuando realmente entendemos a Jesús en este Sermón del monte, deberíamos estar admiradostambién. Si no nos admiramos, entonces probablemente no hemos entendido lo que Jesús ha dicho.

ii. El tener a los oyentes admirados fue algo bueno; pero no era bueno si ese era el alcance del efecto. Un buen predicador siempre quiere hacer mucho más que solo admirar a sus oyentes.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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