Nehemías 5




Nehemías 5 – La obra es amenazada internamente

A. Problemas económicos amenazan la obra.

1. (1) Un gran clamor del pueblo detiene la obra de reconstruir el muro. Entonces hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos.

a. Entonces hubo: El capítulo cuatro terminó con una nota de gran victoria. El pueblo de Dios estaba haciendo la obra de Dios, y lo hacían a pesar de todos los obstáculos. Trabajaban con una espada en una mano y una pala en la otra, y no dejarían que sus enemigos los detuvieran. Pero en esta sección del capítulo cinco, no hay mención de trabajo en el muro, indicando que el trabajo se había detenido.

b. Contra sus hermanos judíos: La obra se detuvo debido a un conflicto entre el pueblo de Dios. El enemigo no pudo detener la obra de Dios con un ataque directo, sino que la obra se detuvo cuando el pueblo de Dios no estaba unido y trabajando juntos.

i. Hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos significaba que un grupo peleaba contra otro. Cuando en el pueblo de Dios pelean unos contra otros, ciertamente no están peleando contra el verdadero enemigo ni llevando a cabo la obra de Dios.

2. (2-5) La razón del conflicto entre el pueblo de Dios: problemas de dinero.

Había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto, hemos pedido prestado grano para comer y vivir. Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, nuestras viñas y nuestras casas, para comprar grano, a causa del hambre. Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas. Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros dimos nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre, y algunas de nuestras hijas lo están ya, y no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros.

a. Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto, hemos pedido prestado grano para comer y vivir: Nehemías no es un libro que trate principalmente sobre el dinero; es un libro sobre la reconstrucción de los muros de Jerusalén y de traer al pueblo a un sitio de paz, seguridad y bendición. Sin embargo los problemas de dinero afectaron directamente la obra de reconstrucción.

i. La mayoría del tiempo los problemas de dinero afectan a un proyecto de construcción porque no hay suficiente dinero para hacer la obra. Pero el trabajo de reconstrucción de los muros de Jerusalén parece haber sido pagado por el rey de Persia, quien proveyó de los materiales de construcción necesarios para Nehemías (Nehemías 2:8) y lo envió con guardias reales (Nehemías 2:9).

ii. Los problemas de dinero de Nehemías eran diferentes; eran problemas de dinero entre el pueblo que lastimaban la unidad entre el pueblo de Dios.

b. Hemos pedido prestado grano para comer: El pueblo tenía problemas de dinero porque trabajaron duro en los muros y no pasaban el mismo tiempo proveyendo para las necesidades de su familia.

i. Si usted quiere pasar mucho tiempo ministrando directamente a las necesidades del pueblo de Dios y en esparcir el evangelio, en la mayoría de los casos afectará su capacidad para proveer. El ministerio toma tiempo, y el tiempo empleado en el ministerio es tiempo que usted no está generando dinero. Si uno llega a la posición en la que el ministerio es su forma de ganarse la vida, debe estar acostumbrado a no hacer mucho dinero – o la transición será bastante difícil.

c. A causa del hambre: El pueblo tenía problemas de dinero porque había una hambruna, lo cual hacía que la comida fuera más cara. Era tan cara que algunos hipotecaron sus propiedades para obtener alimentos.

i. Una hambruna no es culpa de uno; muchos de los problemas financieros que las personas enfrentan realmente no son culpa de nadie. Sin embargo puede haber culpa en cómo son manejados los problemas.

d. Para el tributo del rey: El pueblo tenía problemas de dinero porque el gobierno seguía cobrando impuestos a pesar de que no ellos no estaban trabajando tanto y aun cuando subió el costo de vida.

i. Estos impuestos no eran culpa de los que resultaban afectados por ellos. Ni Nehemías ni el pueblo actuaron como si estos impuestos fueran injustos, sin embargo seguían causando apuros.

e. Hemos tomado prestado dinero. . . he aquí que nosotros dimos nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre: El pueblo tenía problemas financieros porque los préstamos que habían tomado para vivir tenían intereses, y algunos estaban en estado de incumplimiento. Por lo tanto algunos tuvieron que entregar a sus hijos como siervos a sus prestamistas para pagar y liquidar la deuda.

i. Como será indicado más adelante (Nehemías 5:11, la centésima parte), los ricos estaban tomando ventaja de la crisis para sacar dinero de los pobres, cargando el 12 % de interés anual.

ii. No es inusual que los problemas de dinero provoquen conflictos e interrumpan lo que Dios quiere hacer. Si Nehemías y su pueblo no encontraban una manera de hacer lo que Dios quería que hicieran con su dinero y sus problemas de dinero, la obra de Dios sería detenida – sin que ninguna flecha fuera disparada por los enemigos de Dios.

ii. Algunas veces queremos separar lo que hacemos con nuestro dinero de nuestro caminar con Dios. Este es un gran engaño de Satanás. Comprar una casa es una decisión espiritual, no solo una financiera. Tomar un trabajo, escoger una carrera, decidir cuánto dinero quiere ganar – todos estos son asuntos que afectarán directamente en su caminar con Dios, tanto ahora como en el futuro.

iii. Si no manejamos nuestro dinero con el corazón correcto, y tomamos decisiones financieras con un ojo en la eternidad, podemos cometer errores que afectaran la obra de Dios en nuestras vidas por años y años.

iv. Algo esencial para manejar nuestro dinero con el corazón correcto delante de Dios es ser generoso. Ser generoso para la obra del Señor nos ayuda a recordar siempre que Dios y su reino son primero. El Nuevo Testamento nos dice que nuestras ofrendas deben ser constantes, consideradas, proporcionales y privadas (1 Corintios 16:1-4); que deben ser generosas, dadas libremente, y con alegría (2 Corintios 9).

v. Los problemas de dinero rara vez son solo problemas de dinero. A menudo pensamos que si tan solo tuviéramos más dinero, nuestros problemas de dinero desaparecerían. No es verdad –y eso es un hecho comprobado, con solo ver las vidas de muchos de los que ganan la lotería o adquieren riquezas inesperadas. Si tenían problemas de dinero antes – si no sabían cómo manejar su dinero y glorificar a Dios con él – no lo sabrán después. Los mismos problemas pronto se presentarán otra vez, con frecuencia, mayores que antes.

3. (6) La respuesta inmediata de Nehemías: Enojo.

Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras.

a. Y me enojé en gran manera: Nehemías se enojó porque estos problemas de dinero fueron provocados, en parte, por la avaricia de los que querían sacar partido de los problemas monetarios de otros, algo que la ley de Moisés claramente dijo que estaba mal (Éxodo 22:25).

b. Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor: Nehemías se enojó porque estos problemas de dinero llevaron a una falta de unidad entre el pueblo de Dios. Esta unidad que era más preciosa que cualquier cantidad de dinero.

c. Oí su clamor y estas palabras: No se hizo ninguna mención del trabajo en los muros. Nehemías se enojó porque estos problemas de dinero detuvieron la obra de Jehová de reconstruir los muros. Debió haberlo frustrado que pudieran mantenerse tan fuertes contra un ejército, pero que cayeran tan rápido ante este tipo de problemas.

4. (7-11) La sabia respuesta de Nehemías: confrontar a aquellos que habían hecho mal.

Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales, y les dije: ¿Exigís interés cada uno a vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una gran asamblea, y les dije: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder. Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras? También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano; quitémosles ahora este gravamen. Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés.

a. Entonces lo medité: Este era un gran liderazgo de Nehemías. Era un hombre lo suficientemente apasionado como para enojarse; pero lo suficientemente sabio como para no actuar hasta haber meditado en el asunto cuidadosamente.

b. Reprendí a los nobles y a los oficiales: Nehemías no era ningún cobarde. Cuando las personas estaban haciendo mal, él las confrontó. Les dijo la verdad, y por el resultado (Nehemías 5:12-13), podemos juzgar que debió haberles dicho la verdad en amor.

i. Nehemías nos enseña que la manera en la que un líder debe abordar los problemas es de frente.

c. Exigís interés cada uno a vuestros hermanos: La usura es el interés que es, o demasiado excesivo o que no debía ser cobrado en absoluto. La Biblia dice que está mal hacer dinero de la necesidad financiera de alguien; si alguien necesita dinero para las necesidades más básicas de vida, se les debe dar el dinero, no prestarlo con intereses.

i. Claro, prestar dinero con interés es permitido para cosas que no son necesidades absolutas. Sin embargo, el pueblo de Dios siempre debe hacer uso de gran sabiduría y autocontrol al prestar dinero.

d. Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos: Nehemías destacó que cuando Judá fue conquistada, muchos Judíos fueron comprados como esclavos a extranjeros y muchos de ellos habían sido liberados por precio por otros Judíos. Debido a esto, estaba muy mal hacer que otros Judíos fueran vendidos como esclavos a otros Judíos porque no podían pagar préstamos con altos intereses.

e. No andaréis en el temor de nuestro Dios: Aquí es donde muchos negocios toman una mala dirección delante de Dios, porque no toman en cuenta la voluntad de Dios ni su sabiduría. La única preocupación es si el trato se puede hacer, y si saldrá dinero de este; no si es bueno o malo.

f. Os ruego que les devolváis hoy sus tierras: Nehemías no le estaba pidiendo a los nobles y a los gobernantes que solo se sintieran mal, o que solo dejaran de hacer lo que estaban haciendo; tenían que corregir lo que habían hecho. Si se había cobrado dinero injustamente o se habían llevado colaterales injustamente, tenía que ser corregido.

8. (12-13) La respuesta de los líderes y gobernantes que habían hecho mal.

Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto. Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto.

a. Lo devolveremos: Esto era bueno. Nehemías sabiamente les dijo la verdad en amor, confrontando a estos hermanos; y ellos recibieron la reprensión, haciendo lo correcto y admitiendo que habían estado mal.

i. Su espíritu enseñable y corregible era impresionante; muy pocos están dispuestos a admitir que están mal y a hacer lo correcto – especialmente si el dinero está involucrado.

b. Así sacuda Dios… a todo hombre que no cumpliere esto: Nehemías sabiamente sabía que las palabras no eran suficientes. Sus acciones tenían que ser completadas con acciones reales – y esto fue:Y el pueblo hizo conforme a esto.

i. Con los juramentos, y el registro público de todo esto, Nehemías asegura la rendición de cuentas- algo que a menudo necesitamos que nos ayude a hacer lo que nuestro espíritu está dispuesto a hacer pero nuestra carne es demasiado débil para hacer. Tal vez el rendir cuentas es un paso que a usted le falta para lidiar con un área donde usted está teniendo dificultades para hacer lo correcto.

B. El buen ejemplo de Nehemías.

1. (14-16) Nehemías no le cobró impuestos a la gente.

También desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador.Pero los primeros gobernadores que fueron antes de mí abrumaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino más de cuarenta siclos de plata, y aun sus criados se enseñoreaban del pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. También en la obra de este muro restauré mi parte, y no compramos heredad; y todos mis criados juntos estaban allí en la obra.

a. Ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador: Nehemías fue un gran ejemplo de poner la obra de Dios por encima de sus propios intereses personales. El ciertamente tenía el derecho de cobrar impuesto al pueblo para su mantenimiento (otros lo habían hecho antes que él), pero él no tomó ese derecho porque no ayudaría a la obra de Dios.

i. El apóstol Pablo es otro gran ejemplo de alguien que tenía derecho a recibir apoyo, pero que no tomó ese derecho porque era mejor para la causa del evangelio (1 Corintios 9:1-15).

ii. ¿Deberían ser apoyados los ministros en la actualidad? Todo es cuestión de verlo que es mejor para el evangelio. Si es mejor para un ministro ser capaz de dedicarse de tiempo completo al cuidado y a la enseñanza del pueblo de Dios, debería ser apoyado. Si es mejor que no sea apoyado de esta manera, no se debería hacer. Hay algo mal con un ministro que solo ministrará al pueblo de Dios si la paga es buena.

b. A causa del temor de Dios: Nehemías hizo lo correcto delante de Dios, no lo que era “bueno” para sus propias necesidades y preocupaciones – porque sabía que tendría que responder ante Dios.

c. Yo no hice así, a causa del temor de Dios: Nehemías podía decir esto porque no le importaba lo que hicieran los demás, cómo actuaba la multitud, o lo que pensara el resto del mundo. Él vivía con otros estándares. Nosotros deberíamos tener estándares aún más altos que los de Nehemías, y deberíamos decir, cuando se nos confronte con el pecado que este mundo toma por sentado,yo no hice así, a causa del amor a Jesús.

2. (17-18) El ejemplo de generosidad de Nehemías.

Además, ciento cincuenta judíos y oficiales, y los que venían de las naciones que había alrededor de nosotros, estaban a mi mesa. Y lo que se preparaba para cada día era un buey y seis ovejas escogidas; también eran preparadas para mí aves, y cada diez días vino en toda abundancia; y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave.

a. Además, ciento cincuenta judíos y oficiales, y los que venían de las naciones que había alrededor de nosotros, estaban a mi mesa: Nehemías no solo no tomó lo que podía; también dio cuando no tenía que hacerlo. Él recibía mucha comida de las provisiones del rey, las cuales pudo haber vendido para su propio beneficio. En vez de eso, la regaló como ejemplo de generosidad – alimentando a alrededor de 150 personas regularmente.

b. Y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador: Nehemías pudo haber tomado más (el pan del gobernador), pero no lo hizo. Por lo tanto, Nehemías fue un ejemplo por lo que no tomó y por aquello con lo que no se quedó.

c. Porque la servidumbre de este pueblo era grave: Nehemías, en su propia vida, vivió de la forma en que le dijo a los nobles y a los gobernantes que vivieran – no tomando ventaja personal de la necesidad de otros. Él hizo lo que cualquier líder de Dios debe hacer: nunca esperó más de sus seguidores de lo que esperaba de sí mismo.

3. (19) La oración de Nehemías, pidiéndole a Dios que recuerde sus buenas obras.

Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por este pueblo.

a. Acuérdate de mí para bien, Dios mío: Algunos piensan que Nehemías estuvo mal por decir todas las cosas buenas que hizo. Jesús claramente enseñó que nuestras buenas obras no deben ser hechas para mostrar a otros cuán espirituales somos.

i. Mateo 6:1-4: Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

b. Acuérdate de mí para bien, Dios mío: Pero en su oración, Nehemías no buscaba la alabanza del hombre – sino de Dios. De hecho Nehemías probablemente tenía la intención originalmente de que nadie más viera parte o nada de este libro, porque fue escrito como diario.

i. En nuestro propio tiempo a solas con Jehová, es totalmente apropiado – y correcto – decir, “Recuérdame Dios, por el bien que he hecho” – tener confianza en nuestra recompensa celestial, en vez de la alabanza del hombre.

c. Y de todo lo que hice por este pueblo: Deberíamos estar contentos de que Dios tomó este diario personal de Nehemías y nos lo dio. Nos muestra que un líder debe dirigir primero con el ejemplo, y que Nehemías podía decirle a otros que hicieran lo correcto porque su propio andar era correcto. Sus palabras públicas y sus acciones privadas decían la misma cosa.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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