Números 17

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Números 17 – El reverdecimiento de la vara de Aarón

A. La prueba ordenada.

1. (1-3) Recopilación de varas identificadas con cada tribu.

Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.

a. Toma de ellos una vara por cada casa de los padres: Una vara era un símbolo de autoridad, porque los pastores usaban una vara para guiar y corregir a las ovejas (Salmo 23:4).

i. Moisés, como pastor, tenía una vara en la mano cuando pastoreaba ovejas en el desierto (Éxodo 4:2); esta vara más tarde se conoció como la vara de Dios (Éxodo 4:20), un símbolo de la autoridad que Dios le dio a Moisés.

ii. Esta misma vara sostenida por Moisés demostraba su autoridad en acción. La vara de Dios en la mano de Moisés:

·Se convirtió milagrosamente en serpiente, y luego volvió a ser vara (Éxodo 7:9-10).

·Convirtió las aguas del Nilo en sangre (Éxodo 7:17).

·Provocó plagas de ranas (Éxodo 8:5), piojos (Éxodo 8:16-17), granizo (Éxodo 9:23) y langostas (Éxodo 10:13).

·Fue alzada sobre el mar Rojo cuando iba a ser dividido (Éxodo 14:16).

·Se elevó en oración sobre Israel en la batalla victoriosa (Éxodo 17:9).

·Golpeó la roca y trajo agua (Números 20:11).

iii. La vara es también una imagen de la autoridad de Dios sobre el hombre (Salmos 2:9, 23:4, 89:32; Isaías 10:24; 11:4, Ezequiel 20:37). Jesús, en su autoridad divina, recibió el título de la Vara (Isaías 11:1 y Miqueas 6:9). La vara fue también un emblema de la autoridad de un apóstol en la iglesia (1 Corintios 4:21).

b. Escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví: Al juntar las varas e inscribir cada una con el nombre de una tribu, y en la vara de Leví inscribir el nombre de Aarón, Dios declararía qué tribu poseería autoridad sacerdotal al elegir una de las varas. Este era el problema que se había manifestado con la rebelión de Coré.

i. Todo esto sucedió por lo que habló Jehová a Moisés: «Si las palabras de esta cláusula introductoria significan lo que parecen significar, entonces tenemos una referencia constante a lo largo del libro de los Números (¡en más de 150 ocasiones!) de que Yahveh ha hablado y de que ha hablado principalmente a Moisés». (Allen)

2. (4-5) Las varas se colocarán en el tabernáculo para la elección de Dios.

Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros. Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.

a. Florecerá la vara del varón que yo escoja: Esto no solo sería, obviamente, una señal milagrosa; el florecimiento de la madera muerta hablaba de dar fruto. Dar fruto —dar fruto milagrosamente— está presente cuando se practica la autoridad y el liderazgo piadosos.

b. Haré cesar de delante de mí las quejas: Esto no significaba que los hijos de Israel nunca más se quejarían. Pero Dios, habiendo demostrado evidencia más que suficiente a los murmuradores, ya no prestaría atención a sus murmuraciones. De hecho, a partir de entonces juzgaría sus murmuraciones.

i. Los murmuradores (quejosos) rara vez se satisfacen con la evidencia o la resolución de un problema. La verdadera causa del descontento no es un problema, aunque pareciera serlo. Murmuran porque tienen corazones quejumbrosos y descontentos. El corazón resentido se demuestra cuando la gente murmura sobre un tema tras otro, sin quedar nunca satisfecha.

ii. Entonces, Dios le dará una respuesta inequívoca a este asunto de disputa: «haré cesar de delante de mí las quejas».

B. La prueba reivindica a Aarón como líder sacerdotal de Dios.

1. (6-7) Las varas se colocan delante del Señor en el tabernáculo de testimonio.

Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos. Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio.

a. Doce varas; y la vara de Aarón: Algunos (como Cole) creen que había un total de doce varas, con las dos tribus de José (Efraín y Manasés) representadas por una vara. Otros (como Poole) creen que la vara de Aarón fue añadida a las doce varas.

b. Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo: Moisés y las tribus de Israel hicieron lo que Dios ordenó en el pasaje anterior. Varios comentaristas (como Allen y Cole) creen que las varas fueron colocadas en el Lugar Santísimo. Sin embargo, pueden haber sido colocadas justo fuera del velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo.

2. (8-9) El reverdecimiento de la vara de Aarón

Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.

a. Y he aquí que la vara de Aarón: Cuando Moisés comprobó las varas al día siguiente, la vara de Aarón había reverdecido. No solo reverdeció, había arrojado flores. No solo había arrojado flores, había arrojado renuevos. No solo había arrojado renuevos, había producido almendras. No solo había producido almendras, sino también almendras maduras.

i. Este era un lugar donde un milagro relativamente pequeño hubiera sido convincente. Después de todo, Dios podría haber hecho brotar simplemente un pequeño retoño verde de la vara de Aarón, y eso habría sido, o debería haber sido, suficiente.

ii. Pero Dios dio, como en las palabras de Hechos 1:3: «muchas pruebas indubitables», para demostrar su aprobación del liderazgo de Aarón. Dios nos da evidencia más que suficiente; nuestro problema es la falta de voluntad para ver lo que Él ha dejado claro.

iii. «Probablemente, entendamos que algunas partes estaban en brote, otras en flor y otras habían fructificado» (Wenham). El fruto de un líder piadoso puede venir en las diferentes etapas del liderazgo.

iv. No hay nada extraordinario en un trozo de madera con capullos, flores o frutos. Pero un trozo de madera muerta con todas estas cosas apareciendo en una noche, después de estar en una tienda, es notable. «Los milagros en la Biblia son a menudo de este tipo: eventos naturales en condiciones, tiempos y lugares antinaturales». (Allen)

b. He aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido: La elección de Dios de la vara de Aarón no significaba que Aarón fuera el hombre más espiritual de la nación. Los líderes escogidos por Dios tendrán un carácter piadoso de acuerdo con los principios de 1 Timoteo 3:1-13 y Tito 1:5-9, pero esto no era un concurso para determinar al hombre más espiritual entre ellos.

i. Tampoco significaba que Aarón no hubiera pecado ni que no pecaría o fallaría significativamente. Los líderes elegidos por Dios pueden fallar, pero deben arreglar las cosas cuando lo hacen.

ii. La clara elección de Aarón significaba que él era el sacerdote elegido por Dios y la nación debía reconocerlo.

iii. La vara de Aarón fue escogida, y fue escogida para dar fruto. Aquellos a quienes Dios escoge deben tener fruto evidente como una marca de su elección. La vara de Aarón tenía fruto (la almendra) y la promesa de fruto futuro.

c. Tomaron cada uno su vara: Esta fue una escena dramática. Cada murmurador de las diferentes tribus tomó su vara y vio claramente que la suya no había brotado ni había dado fruto, y que la de Aarón sí.

i. Podemos imaginar a Moisés inspeccionando cuidadosamente las otras varas, notando que no había nada en ellas que se pareciera a un brote, capullo o flor.

ii. Esto confirmaba que Dios había elegido a Aarón, que le había asignado autoridad y que la autoridad del sumo sacerdote designado por Dios es fructífera.

iii. La diferencia entre la vara de Aarón y las otras podía ser atribuida solamente a Dios. Era un milagro que sólo Dios podía hacer. Esto debería haber hecho a Aarón más humilde; pues lo que Dios hizo para afirmar la elección de Aarón fue algo que no tenía nada que ver con Aarón mismo. Dar fruto debería darnos tanto un sentido de autoridad como de humildad.

3. (10-11) El mandato de preservar la vara de Aarón en el arca del pacto.

Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran. E hizo Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo.

a. Para que se guarde por señal a los hijos rebeldes: La vara de Aarón debía guardarse como una pieza de museo, para recordarles a los hijos de Israel que Dios había elegido un sacerdocio, y nada cambiaría eso: el sacerdocio de Aarón siempre sería el sacerdocio de Aarón.

i. Las varas infructuosas fueron devueltas a sus dueños. La vara fructífera fue guardada delante del Señor.

ii. «Solo él [Aarón] puede acercarse a Dios. Solo él puede hacer expiación por el pecado de Israel. Israel debe reconocer su lugar único en el esquema de la salvación no usurpando sus prerrogativas y apoyando financieramente su ministerio». (Wenham)

iii. Si Dios demostró su elección de Aarón y sus descendientes como sacerdotes para Israel, ¿cómo puede Jesús ser nuestro sumo sacerdote, como dice Hebreos 2:17? Porque Jesús es un sumo sacerdote según el orden de Melquisedec, no el orden de Aarón (como se explica en Hebreos 7).

b. Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio: La vara de Aarón debía guardarse en el arca del pacto, como otro ejemplo del fracaso y la rebelión de Israel. Cuando Dios miraba desde el cielo hacia el arca, veía emblemas del pecado de Israel: las tablas de la ley que rompieron, el maná del que se quejaron y la vara de Aarón destinada a responder a su rebelión. La sangre que cubría el sacrificio se aplicó a la tapa que cubría estos recordatorios del pecado de Israel, por lo que Dios «vio» la sangre «cubriendo» el pecado y se hizo la expiación.

c. Harás cesar sus quejas de delante de mí: Dios notó que sus murmuraciones y quejas contra Aarón eran en realidad murmuraciones y quejas contra Él mismo.

i. Sin embargo, Trapp observó que esto no puso fin a todas las quejas de Israel, «lo cual difícilmente se terminaría […]. Los labios de muchos hombres, como bisagras oxidadas por falta del aceite de gracia y alegría, no se mueven sin murmurar y quejarse».

ii. Al mismo tiempo, no hubo otra rebelión directa contra la autoridad de Aarón como sumo sacerdote en Israel después de esto. «La señal fue eficaz, porque aunque el espíritu de rebelión se manifestó posteriormente de otras maneras, se puede decir con seguridad que cualquier queja contra los derechos del sacerdocio designado por Dios cesó a partir de este momento». (Morgan)

4. (12-13) La reacción de los hijos de Israel.

Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos. Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?

a. He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos: Esto muestra que el pueblo de Israel estaba notoriamente convencido de su pecado. Ahora sabían claramente que estuvo mal rebelarse contra el liderazgo de Aarón.

i. Nosotros somos muertos: Según el comentario de Adam Clarke, tal vez ellos describieron algo como la falta de aliento que viene con un ataque de pánico o ansiedad: «…gavaenu no significa simplemente morir, sino más bien sentir una extrema dificultad para respirar, la cual, produciendo sofocación, termina finalmente en la muerte».

ii. «Todo en este milagro está tan por encima del poder de la naturaleza, que ninguna duda podía quedar en las mentes del pueblo, o de los envidiosos cabecillas, de la divina designación de Aarón, y de la especial intervención de Dios en este caso». (Clarke)

b. El que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá: Mucho de lo que sucedió en el capítulo 16 durante la rebelión de Coré les dio a estos israelitas que se resistieron al liderazgo de Aarón una razón para temer:

·Los líderes (Coré, Datán y Abiram) fueron juzgados y destruidos.

·Sus 250 seguidores entre los hombres principales de Israel fueron juzgados y destruidos.

·Los incensarios de los 250 fueron recuperados, abatidos y utilizados para cubrir el altar.

·Se usó una plaga para juzgar y destruir a 14 700 de los que simpatizaban con Coré y sus seguidores.

c. ¿Acabaremos por perecer todos?: Considerando la confirmación milagrosa del sacerdocio de Aarón, el pueblo temía que ellos fueran los siguientes en ser juzgados y destruidos, y este no era un temor irracional.

i. Este tipo de miedo histérico no significaba necesariamente que sus corazones habían cambiado. Este no será el último relato de un Israel quejoso y murmurador. Esto muestra que los acontecimientos dramáticos no eliminan nuestras quejas y rebeldía. El corazón tiene que ser cambiado por Dios.

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