Salmo 120




Salmo 120 – La oración y el viaje del forastero

El Salmo 120 es el primero de una serie de 15 salmos, cada uno con el título: Cántico gradual. El motivo de esta recopilación y su orden no se indica con precisión. Se han dado muchas explicaciones diferentes para estos “grados” o “pasos” o “ascensos”.

  • Las escaleras de los cánticos del templo.
  • Los cánticos de los escalones.
  • Los cánticos graduales.
  • Los cánticos de progresión.
  • La procesión de cánticos de Babilonia.
  • Los cánticos del festival de los peregrinos.

James Montgomery Boice explicó la primera sugerencia: “El Talmud dice que los quince cánticos corresponden a los quince escalones entre estos atrios (Middoth ii. 5; Succa 51b). Algunos incluso han supuesto que los cánticos eran cantados por los levitas desde estos escalones, aunque esto es pura especulación”.

Probablemente la mejor explicación es la última en la lista, que estos eran cánticos para el pueblo de Dios mientras realizaban el viaje de peregrinaje a Jerusalén y al templo en las tres fiestas señaladas (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos).

1 Crónicas 13:6 usa esta frase para describir la llevada del arca del pacto, a Jerusalén: para traer de allí el arca de Jehová Dios. Según Charles Spurgeon (y muchos otros), la palabra que traducimos como gradual comparte la misma raíz con la que se menciona en 1 Crónicas 13:6. La misma palabra raíz se usa en el mismo contexto en 1 Crónicas 15:15.

“Los consideraremos como cánticos cantados por aquellos peregrinos que subían a Jerusalén para adorar… Estos cánticos de deseo, esperanza y enfoque son apropiados para el uso de los peregrinos cuando suben a adorar” (G. Campbell Morgan). Siendo esto probablemente así, entonces Jesús habría cantado estos cánticos en Sus muchos viajes a Jerusalén desde Galilea.

No se conoce al autor de estos quince Salmos; y lo más probable es que no hayan sido obra de una sola persona. Se han atribuido a David, a Salomón, a Esdras, a Hageo, a Zacarías y a Malaquías, sin ninguna evidencia positiva. Sin embargo, son excelentes en su tipo y están escritos con mucha elegancia; conteniendo sentimientos fuertes y nerviosos de la piedad más exaltada, expresados con gran felicidad de lenguaje en pocas palabras”. (Adam Clarke)

A. La angustia y el destino de los mentirosos que se oponen.

1. (1-2) Angustia y liberación de lenguas engañosas.

A Jehová clamé estando en angustia,
Y él me respondió.

Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso,
Y de la lengua fraudulenta.

a. A Jehová clamé estando en angustia: El pueblo de Dios a menudo se encuentra en angustia. Ellos tienen refugio en su angustia; pueden hacer lo que hizo el salmista cuando clamó a Jehová. Ellos pueden compartir el testimonio del cantor: y él me respondió.

i. Estando en angustia: “La angustia agrega alas a nuestras devociones. Nuestro Salvador, estando en agonía, oró más fervientemente, Lucas 22:44. Lo mismo ocurre con todos sus miembros, y especialmente cuando yacen bajo el látigo de una lengua mentirosa, como aquí”. (Trapp)

ii. A Jehová clamé: “De poco sirve apelar a nuestros compañeros sobre el asunto de la calumnia, porque cuanto más nos movemos en ella, más se esparce; De nada sirve apelar al honor de los calumniadores, porque no tienen ninguno, y las demandas más lastimeras de justicia solo aumentarán su malignidad y los alentarán a nuevos insultos”. (Spurgeon)

iii. Y Él me respondió: El salmista recuerda la fidelidad pasada de Dios en su necesidad presente. “Los corazones devotos argumentan que lo que Jehová ha hecho una vez, lo volverá a hacer. Dado que su misericordia es para siempre, no se cansará de otorgar, ni los dones anteriores agotarán sus provisiones. Los hombres dicen: ‘He dado tantas veces que no puedo dar más’; Dios dice, ‘he dado, por tanto, daré’”. (Maclaren)

iv. “Cuando somos calumniados, es un gozo que el Señor nos conozca, y no se le puede hacer dudar de nuestra rectitud. Él no escuchará la mentira contra nosotros, pero escuchará nuestra oración contra la mentira”. (Spurgeon)

b. Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso: El salmista describe la naturaleza de su angustia — palabras malvadas habladas en su contra desde labio mentiroso y lengua fraudulenta.

i. Había algo de consuelo en este clamor, sabiendo que el mal que se hablaba contra el cantor no era cierto. Era dicho con labio mentiroso y con lengua fraudulenta.

ii. Las mentiras de las que nuestra alma necesita ser liberada no son solo las que se dicen sobre nosotros, sino también las que se nos dicen a nosotrosmentiras sobre Dios, mentiras sobre el hombre, mentiras sobre nosotros mismos, mentiras sobre la vida, la identidad, el propósito y la felicidad. De estas mentiras, libra mi alma oh Jehová.

2. (3-4) El destino de la lengua fraudulenta.

¿Qué te dará, o qué te aprovechará,
Oh lengua engañosa?
Agudas saetas de valiente,
Con brasas de enebro.

a. ¿Qué te dará?: El salmista pasa de su oración a Dios, a hablar a la lengua engañosa de los que le causaban angustia. Advierte a esos labios engañosos de su destino, de lo que les aprovechará.

i. A la luz del juicio descrito en estos versículos, vale la pena recordar que “… la lengua falsa se asemeja a una navaja afilada, Salmo 52:2-4; a una espada afilada, Salmo 57:4; a saetas afiladas, Proverbios 20:18”. (Trapp)

b. Agudas saetas de valiente: La lengua engañosa de los enemigos del cantor pronto conocerían las agudas saetas. Ellos habían arrojado mentiras como peligrosos proyectiles, y ahora las agudas saetas del juicio vendrían contra ellos.

i. Estos son “… castigos justamente infligidos a una lengua, cuyas palabras han sido agudas y asesinas como flechas, y que, con sus mentiras y calumnias, ha contribuido a incendiar el mundo”. (Horne)

ii. Clarke sugirió que la imagen aquí es de saetas encendidas o dardos de fuego (Efesios 6:16): “Las saetas de fuego, o saetas envueltas con combustibles inflamados, se usaban anteriormente en los asedios para prender fuego a los lugares”.

iii. “El mentiroso, por muy hirientes que sean sus armas, será destruido con flechas mucho más potentes que la mentira: las flechas de Dios de la verdad y los carbones del juicio”. (Kidner)

B. Vivir en un lugar atribulado, anhelar la paz de Dios.

1. (5-6) El cansancio de vivir con aquellos que odian el shalom de Dios.

¡Ay de mí, que moro en Mesec,
Y habito entre las tiendas de Cedar!
Mucho tiempo ha morado mi alma
Con los que aborrecen la paz.

a. ¡Ay de mí, que moro en Mesec!: Mesec era un lugar lejano, lejos de la tierra de Israel (Ezequiel 27:13, 32:26, 39:1). Cedar era un lugar asociado con las tribus nómadas en las tierras que rodeaban a Israel (1 Crónicas 1:29, Isaías 21:16-17, Jeremías 49:28).

i. “Mesec era el nombre de [un grupo de] tribus bárbaras que, en los tiempos de Sargón y Senaquerib habitaban las tierras altas al este de Cilicia, y en días posteriores se retiraron hacia el norte a las cercanías del Mar Negro… Cedar fue una de las tribus beduinas del desierto de Arabia”. (Maclaren)

ii. “Estos dos pueblos estaban ubicados geográficamente tan separados que solo pueden tomarse aquí como ‘un término general para los paganos’. Ninguna persona podría haber vivido entre ambos. Son ejemplos de tribus belicosas, entre las cuales los cantores del Salmo 120 no tenían un verdadero hogar”. (Boice)

iii. “Los verbos ‘morar’ (garti, ‘permanecer’) y ‘vivir’ (sakanti, ‘tabernáculo’, ‘habitar’) se eligen de manera significativa. Aunque el salmista pudo haber disfrutado de una residencia permanente, se sentía como si no fuera más que un peregrino entre sus contemporáneos. No se sentía como en casa entre un pueblo impío”. (VanGemeren)

b. Mucho tiempo ha morado mi alma, con los que aborrecen la paz: El salmista sufría porque vivía entre los impíos y estaba lejos de Israel y su pueblo. Anhelaba el shalom (Paz)de Dios; sus enemigos, que tenían labios mentirosos, odiaban el shalom de Dios.

i. Este era un buen descontento. “El contentamiento en el lugar donde se practica el engaño y se ama la contienda, es un contentamiento vil. Los hombres de fe deben encontrar allí la angustia que inspira el clamor a Dios”. (Morgan)

ii. “La misma sociedad de tales (aunque sean tan mansos y civilizados) es tediosa y desagradable para un alma buena; como el limo y la suciedad que se solidifican cuando muchos sapos y otras alimañas se juntan”. (Trapp)

iii. Dios puede obrar bien incluso en los problemas de una compañía difícil. “Y recuerda, hay una compensación, ya que el escrutinio estricto de tus enemigos te hace mucho más vigilante y orante, y te lleva más a menudo al seno de Dios”. (Meyer)

iv. Esto hace que el Salmo 120 sea un comienzo apropiado para los Cánticos graduales. Cuando dio inicio el viaje de peregrinaje a Jerusalén, el autor fue consciente del cansancio que implicaba vivir separado de la comunidad solidaria del pueblo de Dios. El salmista necesitaba este viaje a Jerusalén en tiempo de fiesta y necesitaba la comunidad del pueblo de Dios.

2. (7) El contraste entre el cantor y la comunidad donde vive.

Yo soy pacífico;
Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

a. Yo soy pacífico: Él amaba y anhelaba la paz de Dios, su shalom.

i. Yo soy pacífico: “Propiamente, ‘yo soy la paz’; deseoso de paz, pacífico, tolerante, de hecho, la paz misma”. (Spurgeon)

ii. “La cláusula ‘Soy un hombre de paz’ se traduce como una frase nominal: ‘Yo soy la paz’. En todo su ser, el salmista anhela el establecimiento de la paz”. (VanGemeren)

iii. “Jesús fue un hombre de paz… vivió para hacer la paz ‘con la sangre de su cruz’; murió para completarla”. (Pierce, citado en Spurgeon)

b. Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra: El salmista buscaba hablar palabras de paz y bondad, para representar y promover esos valores en nuestra propia comunidad. Sin embargo, cada vez que lo hacía, la respuesta era hostil, característica de quienes hacen la guerra.

i. Al menos por un tiempo, necesitaba una mejor compañía y la encontraría entre los peregrinos que llegaban a Jerusalén y compartían estos Cánticos graduales.

ii. “Así que el salmo termina como con un suspiro prolongado. Invierte el orden habitual de salmos similares, en los que la descripción de la necesidad suele preceder a la oración de liberación. Así, expone de la manera más patética el sentido de discordancia entre un hombre y su entorno, que impulsa al alma que lo siente, a buscar un hogar mejor. Así que este es un verdadero salmo de peregrino”. (Maclaren)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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