Salmo 27




Salmo 27 – La vida que busca y espera, recompensada.

Este salmo se titula simplemente Salmo de David. Como ocurre con muchos de los salmos de David, es imposible afirmar con seguridad de qué período de su vida proviene. Habla de problemas de enemigos, adversarios, testigos falsos y hombres violentos, pero esto fue cierto en muchos períodos de la vida del rey David. Hay un cambio tan marcado entre la primera mitad y la segunda mitad de este salmo que muchos sugieren que eran dos salmos diferentes unidos. Alexander Maclaren dijo que esta idea “tiene mucho a su favor”; pero descuida cómo la experiencia del hombre o la mujer de Dios puede cambiar tanto incluso en un día o en una canción.

A. La confianza de David en Dios y su deseo por Él.

1. (1-3) Una confianza probada.

Jehová es mi luz y mi salvación;
¿De quién temeré?

Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿De quién he de atemorizarme?

Cuando se juntaron contra mí los malignos,
mis angustiadores y mis enemigos,

Para comer mis carnes,
ellos tropezaron y cayeron.

Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.

a. Jehová es mi luz y mi salvación: Como muchos salmos, el rey David escribió esto desde una época de angustia. Sin embargo, es un cántico de confianza y triunfo: porque David no estaba en tinieblas ni en peligro supremo, porque Jehová era su luz y salvación.

i. Dios mismo trajo luz a la vida de David. David no se desesperaba en la oscuridad y todo lo que representaba. Su vida estaba llena del Señor y su vida estaba llena de luz.

ii. Dios mismo trajo salvación a David. Probablemente quiso decir esto como un rescate tanto en el sentido inmediato como en el máximo. Dios lo había rescatado una y otra vez, y lo haría por la eternidad. “La palabra hebrea para salvación significa ‘liberación’ explícitamente, y nuevamente, esto probablemente tiene que ver con la liberación de los enemigos inmediatos del rey”. (Boice)

iii. “Aunque a menudo se asocia a Dios con la luz en la biblia, este versículo es la única aplicación directa del nombre luz a Dios en el Antiguo Testamento” (Boice). Juan 1:5 y 1:9 dicen esto específicamente de Jesús.

iv. Luz y salvación también fueron maravillosamente prometidos a los gentiles a través de la persona y obra del Mesías (Isaías 49:6; repetido en Hechos 13:47).

b. Jehová es la fortaleza de mi vida: David era un guerrero hábil y experimentado y debe haber sido un hombre de impresionante fuerza física. Sin embargo, veía al Señor como la fortaleza de su vida. David sabía algo de lo que el apóstol Pablo escribiría muchos años después: Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10).

i. “Los mismos nombres de Jehová como ‘Luz, Salvación,’ ‘la fortaleza de mi vida’, implican oscuridad, peligro y enemigos dominantes”. (Maclaren)

ii. Si rara vez sabemos lo que es tener a Dios como la fortaleza de nuestra vida, tal vez sea porque confiamos en muchas otras cosas para obtener fuerza. Nos resulta fácil confiar en nuestra sabiduría, nuestra experiencia, nuestros amigos y nuestros recursos. David conocía una fuerza mayor que todas esas.

c. ¿De quién temeré?… ¿de quién he de atemorizarme? David usó la herramienta poética de la repetición para exponer su punto y reunir ideas paralelas. Debido a que Dios era su luz, su salvación y su fortaleza, en verdad no había razón para temer o atemorizarse.

d. Cuando se juntaron contra mí los malignos… ellos tropezaron y cayeron: David recordaba cómo Dios había demostrado ser confiable en el pasado. Hubo momentos en que los malignos o incluso un ejército se lanzaron contra él, pero Dios aún así mostró ser la luz de David, su salvación y su fortaleza.

i. “Nos da la ilustración de un alma confiada que está rodeada por peligros, en los cuales las almas parecidas reconocerían su propio parecido”. (Maclaren)

ii. La confianza de David en Dios fue probada en batalla. No tenía una fe “en el buen tiempo” que vivía en circunstancias siempre fáciles. Ésta no es la alegría de un hombre en un cómodo monasterio; este es el canto de un hombre que conocía la bondad de Dios incluso en peligro y desesperación.

iii. 1 Samuel 17:44 relata que Goliat le dijo al joven David, Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo”. Quizás David recordaba eso cuando escribió, cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

iv. Ellos tropezaron y cayeron: “El aliento de Dios los arrojó al suelo…. Esto fue literalmente cierto en el caso de nuestro Señor en Getsemaní, cuando los que vinieron a tomarlo retrocedieron y cayeron al suelo; y aquí fue un representante profético de todos los creyentes que luchan, quienes, levantándose de sus rodillas, por el poder de la fe, arrojarán a sus enemigos sobre sus rostros”. (Spurgeon)

v. Yo estaré confiado: “Debido a su confianza en el Señor, el salmista no tiene miedo. En su ser interior no hay miedo. Esta confiada confesión en el amor salvador de Dios es similar a la confesión de Pablo en Romanos 8:31-39”. (VanGemeren)

2. (4) El deseo de David por la presencia de Dios.

Una cosa he demandado a Jehová,
Ésta buscaré;

Que esté yo en la casa de Jehová
Todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová,
Y para inquirir en su templo.

a. Una cosa he demandado a Jehová: El tono del canto cambia repentinamente de la celebración a la contemplación. La experiencia de la bondad y grandeza de Dios hacía que David pensara en lo maravilloso que es buscarlo y experimentar Su presencia.

i. “Un propósito dominaba su oración y su vida. Nunca estuvo mucho tiempo ausente del pensamiento del salmista. Los hombres de una idea son irresistibles”. (Meyer)

b. Que esté yo en la casa de Jehová: David deseaba poder vivir en el tabernáculo mismo, rodeado todos los días por la presencia y la belleza de Dios.

i. En estos pocos versículos notamos las muchas formas en que David se refería a la casa de Jehová. “David parece estar saqueando el idioma hebreo en busca de sustantivos para describirla: ‘la casa de Jehová’ (v. 4) ‘su templo (v. 4), ‘su morada’ (v. 5), ‘su tabernáculo’ (vv.5-6)”. (Boice)

c. Para contemplar la hermosura de Jehová: David sabía que había hermosura en la naturaleza y la presencia de Dios, una hermosura que podía ser percibida por el ojo de fe que estaba atento. No podía pensar en una ocupación más grande que llenar su mente y corazón con la bondad y grandeza de Dios.

i. Hay una riqueza en Dios, revelada al corazón atento, que muchas personas nunca conocen. Es una pena que David supiera esto bajo el Antiguo Pacto, y muchos de nosotros – con un pacto mayor y promesas mayores – nunca estamos conscientes de ello.

ii. “El carácter de Dios es atractivo y está preparado para inspirarnos amor por él y hacernos, por así decirlo, correr tras él”. (Gray, citado en Spurgeon)

iii. Alexander Pope, un famoso escritor, escribió una vez: “Conócete a ti mismo, no presumas examinar a Dios; el verdadero estudio de la humanidad es el hombre”. Él pensaba que era más importante para nosotros aprender sobre nosotros mismos que sobre Dios”.

iv. Un escritor aún más famoso, Charles Spurgeon, respondió a la declaración de Pope: “Alguien ha dicho que ‘el estudio adecuado de la humanidad es el hombre’. No me opondré a la idea, pero creo que es igualmente cierto que el estudio adecuado de los elegidos de Dios es Dios; el estudio apropiado de un cristiano es la Deidad. La ciencia más elevada, la especulación más sublime, la filosofía más poderosa, que alguna vez podrá captar la atención de un hijo de Dios, es el nombre, la naturaleza, la persona, la obra, los hechos y la existencia del gran Dios a quien él llama su padre”. (Esto vino del primer sermón publicado de Spurgeon, titulado La inmutabilidad de Dios, pronunciado el 7 de enero de 1855 cuando tenía 20 años.)

d. Y para inquirir en su templo: En la presencia de Dios, David deseaba pasar de la contemplación a la indagación. Quería saber más de Dios y más de Sus caminos.

i. No era que la estructura terrestre fascinara tanto a David; escribió esto cuando la tienda del tabernáculo servía como un templo bastante humilde para Israel, antes del maravilloso edificio que construyó Salomón. “No era el templo terrenal en sí lo que encantaba a David, sino la hermosura del Señor que se encontraba en el templo de una manera especial”. (Boice)

ii. “Los dos actos completan el gozoso empleo de un alma en comunión con Dios: primero percibiendo y luego reflexionando sobre su increada belleza de bondad”. (Maclaren)

3. (5-6) Las bendiciones de la presencia de Dios.

Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

a. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal: David sabía que había una bendición y protección especiales para el que buscaba a Dios con sinceridad. No era una promesa para evitar todos los problemas, sino para brindar seguridad y bendición incluso en medio de ellos.

i. “La morada de Dios es una ‘tienda’, donde Él resguardará a Sus invitados. El privilegio del asilo es de ellos”. (Maclaren)

b. Sobre una roca me pondrá en alto: David creía que una vida invertida buscando a Dios conocería una medida de seguridad y protección, incluso en la presencia de enemigos que me rodean.

i. Levantará mi cabeza: “Dos cosas hacen que la cabeza se incline hacia abajo el miedo y la vergüenza; la esperanza alivia de ambos el corazón del cristiano y por eso le prohíbe dar cualquier señal de desaliento con un semblante abatido”. (Gurnall, citado en Spurgeon)

c. Yo sacrificaré… sacrificios de júbilo: La vida de David estuvo llena de celebración y gratitud por todo lo que Dios había hecho. Cantaba alabanzas a Jehová, quien lo bendecía con Su presencia y lo rescataba con tanta frecuencia.

i. “Sacrificios de júbilo, o de cánticos y entonaciones, es decir, de acciones de gracias; las cuales se realizaban con sonido de trompetas y otros instrumentos, Números 10:10; 1 Crónicas 16:41, 42; Salmos 33:3”. (Poole)

B. Una oración.

1. (7-10) Buscando al Dios fiel.

Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.

a. Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo: La celebración de la primera mitad de este salmo podría hacernos pensar que todo era fácil para David. Uno podría pensar que cuando llegaban los problemas no había lucha, ni con él mismo ni con Dios. Sin embargo, David nos mostró que incluso él – el que buscaba a Dios con tanta pasión – a veces sentía que Dios no lo escuchaba de inmediato.

i. Noten su ansiedad por ser escuchado. A los fariseos no les importa un comino que el Señor los escuche, siempre y cuando sean escuchados por los hombres, o cautiven su propio orgullo con sus devociones sonoras; pero para un hombre genuino, el oído del Señor lo es todo”. (Spurgeon)

b. Tu rostro buscaré, oh Jehová: Dios invitaba a David a buscarlo; sin embargo, había un sentido en el que David sentía que Dios se estaba escondiendo de él (No escondas tu rostro de mí). David no se enojó con Dios ni se volvió contra Él; en su decepción buscó a Dios con mayor diligencia y desesperación (No me dejes ni me desampares).

c. Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares: David usó la ayuda pasada de Dios como una razón para pedir y esperar ayuda futura.

d. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá: David sabía que el amor y el cuidado de Dios podían ir más allá de los lazos humanos más estrechos. Probablemente David no esperaba que sus padres lo dejaran; sin embargo, incluso si lo hicieran, Dios no lo haría.

i. David envió a sus padres a Moab en busca de protección en 1 Samuel 22:3-4. Quizás, sin que ellos lo hubieran querido, esto hizo que David se sintiera abandonado por sus padres.

ii. Boice señala que de un padre, queremos aceptación, ser escuchados, guía y protección. Dios puede cumplir cada uno de estos para todos, incluso para alguien que nunca lo recibió de sus padres.

2. (11-13) Una oración de fe pidiendo guía.

Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos,
Y los que respiran crueldad.

Hubiera yo desmayado,
Si no creyese que veré la bondad de Jehová

En la tierra de los vivientes.

a. Enséñame, oh Jehová, tu camino: Esta era una simple oración por una vida de verdadero discipulado. David no quería vivir a su manera, sino en el camino del Señor.

b. Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos: David no pedía transitar por un camino fácil, sino por un camino nivelado o uniforme, un lugar donde pudiera estar firme. Es la misma palabra utilizada en Salmos 26:16 para describir un camino de rectitud.

i. “El significado más simple de la palabra traducida como recto [rectitud], es nivelado, o uniforme”. (Morgan)

ii. David tenía muchos enemigos, testigos falsos en su contra, y hombres violentos que se le oponían. Al pedir una senda de rectitud no pedía una vida fácil, sino un lugar estable y seguro para resistir las tormentas de esta vida.

iii. Mis enemigos: “La palabra enemigos es traducida por Thirtle como ‘enemigos vigilantes’, y eso transmite exactamente la idea. Es la de los enemigos al acecho, esperando cogerlo desprevenido, para atacarlo a traición. La senda de rectitud que él pide es una, por la que transitando no habrá trampas ni lugares al acecho para estos enemigos”. (Morgan)

c. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes: La búsqueda de David por Dios y su conocimiento del Señor lo llevaban a esta declaración triunfante. Se habría rendido (desmayado), pero sabía que el buen Dios encontraría la manera de mostrar Su bondad en esta vida (así como en la siguiente).

i. Algunos especulan que David se refería a la vida por venir cuando escribió sobre la tierra de los vivientes. Se puede decir correctamente que esta es la tierra de los muertos, “en la que hay más muertos que vivos, más bajo tierra que por encima de ella; donde la tierra está más llena de tumbas que de casas; donde la vida yace temblando bajo la mano de la muerte; y donde la muerte tiene poder para tiranizar la vida. No, alma mía, solo existe la tierra de los vivos donde no hay más que los vivos; donde hay una iglesia, no militante, sino triunfante; una iglesia en verdad, pero no un cementerio, porque ninguno está muerto, ni nadie que pueda morir; donde la vida no es pasiva, ni la muerte activa; donde la vida se sienta coronada y donde la muerte es devorada por la victoria”. (Baxter, citado en Spurgeon)

3. (14) Un aliento para los demás.

Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.

a. Aguarda a Jehová; esfuérzate: Aquí el rey David te habló a ti y a mí, a sus lectores. Desde la reserva de su experiencia, él puede animarnos a buscar a Dios (espera a Jehová) y a tomar ánimos en Él (esfuérzate).

i. “Espera a su puerta con oración; espera a sus pies con humildad; espera en su mesa con servicio; espera en su ventana con expectación”. (Spurgeon)

ii. “Esperar a Jehová es encontrar siempre el camino de rectitud, por difícil que sea ese camino”. (Morgan)

b. Y aliéntese tu corazón: Esta profunda promesa es para nosotros. A lo largo de los siglos, David nos ha hablado, diciéndonos que confiemos en que hay fortaleza en el Señor para quienes lo buscan y confían en Él.

c. Sí, espera a Jehová: Como en Isaías 40:31, la idea detrás de espera a Jehová no es sentarnos pasivamente hasta que el Señor haga algo. Sí, Dios nos da fuerzas; pero no esperamos que venga como si las estuviera derramando en nosotros mientras nos sentamos pasivamente. Él nos las da mientras lo buscamos y confiamos en Él, en lugar de depender de nuestras propias fuerzas. Si somos débiles es porque no esperamos a Jehová.

i. Debemos esperar a Jehová:

·Como un mendigo espera limosnas en la puerta del rico.

·Como un estudiante espera para ser enseñado.

·Como un siervo espera a sus amos.

·Como un viajero espera por direcciones del guía.

·Como un niño espera por sus padres.

ii. “Muchas de sus promesas tienen una fecha larga; pero son seguras e infalibles. Por lo tanto, espera”. (Trapp)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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