Salmo 44 – Contados como ovejas para el matadero
Al igual que con el Salmo 42, este salmo se titula Al Músico Principal. Masquil de los hijos de Coré. Estos hijos de Coré eran levitas, de la familia de Coat. Para la época de David, parece que servían en el aspecto musical de la adoración en el templo (2 Crónicas 20:19).
El Salmo 44 habla de la nación de Israel en una temporada de gran derrota, clamando a Dios por rescate. Algunos han pensado que fue un salmo del período del exilio o incluso posterior, en los días de los Macabeos. Sin embargo, hay motivos suficientes para mantener este salmo en los días de la monarquía de Israel.
Derek Kidner señala que la Letanía anglicana de Thomas Cranmer (1544) reunió la primera y la última línea de este salmo “como declaración y petición”. En la Letanía de Cranmer, el sacerdote dijo: ¡Oh, Dios! Hemos escuchado con nuestros oídos, y nuestros padres nos han declarado las obras nobles que hiciste en sus días y en los tiempos antiguos. El coro debía responder: Oh, señor, levántate, ayúdanos y líbranos por tu honor. Kidner observó: “Trataba la oración como una herencia cristiana, no simplemente como una reliquia israelita”.
A. Las grandes victorias de Dios para Israel, en el pasado y en el presente.
1. (1-3) La victoria de Dios para Israel en los días de la conquista de Josué.
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;
Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.
Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,
Ni su brazo los libró;
Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,
Porque te complaciste en ellos.
a. Nuestros padres nos han contado, la obra que hiciste en sus días: El salmista recibió un legado especial de sus padres, de su generación anterior. Esos padres tuvieron cuidado de contarles lo que Dios hizo en las generaciones pasadas.
i. “Hicieron sus bocas como si fueran libros, en los que los nobles actos del Señor pudieran ser leídos para su alabanza y para atraer el corazón de sus hijos hacia él”. (Trapp)
b. Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos: Los de la generación anterior le habían contado al salmista sobre la gran obra que Dios hizo cuando expulsó a los cananeos y plantó a Israel en la tierra que había prometido a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob.
c. Porque no se apoderaron de la tierra por su espada… Sino tu diestra: Al leer la historia de la conquista en los días de Josué, hubo momentos en que Israel no hizo nada – solo Dios hizo la obra (Josué 24:12-13). Hubo otras ocasiones en las que Israel tuvo que luchar, pero su lucha no habría logrado nada sin la diestra de Dios a su favor.
d. La luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos: Esto era preferente y más importante que tener la diestra o el brazo del Señor a favor de ellos. Era más importante tener el rostro y el favor de Dios con ellos.
i. Notamos que estas fueron batallas y conquistas que ocurrieron mucho antes de la generación inmediatamente anterior a la época del salmista. Los padres del Salmo 44:1 hablaron no solo de lo que personalmente habían experimentado de Dios, sino que también enseñaron lo que Dios hizo muchas generaciones antes.
ii. “Nuestro equivalente de este recuerdo serían las reflexiones sobre nuestra herencia espiritual, sobre eventos como la Reforma Protestante, los avivamientos wesleyanos o los Grandes Despertares”. (Boice)
2. (4-8) Oración confiada por la victoria de Dios para Israel en los días del salmista.
Tú, oh Dios, eres mi rey;
Manda salvación a Jacob.
Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;
En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.
Porque no confiaré en mi arco,
Ni mi espada me salvará;
Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,
Y has avergonzado a los que nos aborrecían.
En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah
a. Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob: El salmista recibió un regalo de sus padres – relatos de la gran obra de Dios en el pasado. Ese regalo tuvo un precio; hizo que el salmista se sintiera insatisfecho con la sensación de que Dios no estaba haciendo las mismas obras en su propia época. Por lo tanto, oraba para que Dios mandara salvación a Jacob en el presente, así como en las historias del pasado.
b. Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos: La oración fue hecha con fe. Con confianza, el salmista anticipaba las respuestas a sus oraciones como si ya fueran un hecho.
i. Sacudiremos a nuestros enemigos: “Literalmente ‘los lanzaremos al aire con nuestro cuerno’; una metáfora tomada de un buey o un toro que lanza al aire a los perros que lo atacan”. (Clarke)
ii. Sacudiremos… hollaremos: “La vívida imagen del Salmo 44:5 está tomada de la forma de pelear común a los animales salvajes con cuernos, búfalos y similares, que primero postran a su enemigo con su feroz ataque y luego lo pisotean”. (Maclaren)
c. Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará: Hablando en nombre de Israel, el salmista le aseguraba a Dios que su fe estaba en Dios y Su poder, no en su propia fuerza o habilidad.
i. “Tanto en la guerra espiritual como en la temporal, se deben usar los medios designados, pero no se debe ‘confiar en ellos’; el hombre debe luchar, pero Dios da la victoria; y a él se le debe atribuir la alabanza, el poder y la gloria”. (Horne)
d. Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos: Esto implica agradecimiento por las victorias pasadas. El salmista no hablaba como si Dios no hubiera hecho nada como esto antes en su propia generación.
e. En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, Y para siempre alabaremos tu nombre: Podemos suponer que esta alabanza era tanto por lo que Dios había hecho (en el pasado lejano y reciente) como en anticipación por lo que Dios haría en respuesta a la oración presente.
i. “En este punto, esperaríamos que el salmo sea un salmo de acción de gracias, un salmo de alabanza o un salmo de confianza” (Boice). La primera palabra del Salmo 44:9 cambiará el tono por completo.
ii. Selah: “Aquí entra una pausa, cuando estamos a punto de descender de la clave más alta a la más baja. Ya no vamos a escuchar el pandero de María, sino el llanto de Raquel”. (Spurgeon)
B. La crisis, la decepción y la confianza final de Israel.
1. (9-16) La derrota y la crisis de Israel, y la mano del Señor en ellas.
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;
Y no sales con nuestros ejércitos.
Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.
Nos entregas como ovejas al matadero,
Y nos has esparcido entre las naciones.
Has vendido a tu pueblo de balde;
No exigiste ningún precio.
Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,
Por escarnio y por burla de los que nos rodean.
Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
Todos al vernos menean la cabeza.
Cada día mi verguenza está delante de mí,
Y la confusión de mi rostro me cubre,
Por la voz del que me vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del vengativo.
a. Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar: El salmista ahora declaraba su gran necesidad presente. Sentían que Dios no luchaba por Israel y, por lo tanto, no tenían esperanza en la batalla. La clave para vencer a sus enemigos era primero prevalecer con Dios.
i. “Nos has hecho avergonzar; nos haces avergonzarnos de nuestra jactancia, y nos haces confiar en ti, lo cual hemos profesado muchas veces ante nuestros enemigos”. (Poole)
b. Nos entregas como ovejas al matadero: El salmista entendía que para Israel, como nación del pacto, la victoria o la derrota estaba en la mano del Señor. Por lo tanto, si eran derrotados, esparcidos, vendidos en esclavitud, convertidos en afrenta o escarnio, era porque la mano de Dios estaba detrás de eso de alguna manera. Noten la repetición de las palabra nos.
i. “La angustia del pueblo de Dios se profundiza con cada línea de los versículos 10-12, con la derrota, el despojo, la matanza, la dispersión y la esclavitud”. (Kidner)
ii. Nos pusiste por proverbio entre las naciones: “Evidentemente hemos sido abandonados por ti y nos hemos vuelto tan miserables en consecuencia, que somos un proverbio entre la gente: ‘¡Mira a los hebreos! ¡Mira su miseria y desgracia! ¡Mira cuán bajo la ira de Dios ha abatido a un pueblo ofensor!’”. (Clarke)
iii. “El esparcimiento entre las naciones (Salmo 44:11) y la conciencia limpia del pueblo acerca de la idolatría (Salmo 44:17ss.) parecen indicar a primera vista tiempos post-exilio para la composición de este salmo; pero hubo deportaciones antes del exilio (cf. Amós 1:6, 9), y un salmo como el Salmo davídico 60 (con fuertes similitudes con el presente) es un recordatorio de que la derrota no era desconocida en los reinados de reyes leales”. (Kidner)
c. Cada día mi verguenza está delante de mí, Y la confusión de mi rostro me cubre: El salmista se sentía humillado, y no solo por la derrota y la deshonra que sufrían a manos sus enemigos. Peor era la sensación de que se debía a que Dios había abandonado a Israel, o de que tal vez estaba en contra de ellos.
i. Me vitupera y deshonra: “Parece que después de burlarse del pueblo de Dios, los adversarios avanzaron a injuriar al mismo Dios, pasaron de la persecución, al pecado familiar más cercano, esto es, la blasfemia”. (Spurgeon)
2. (17-19) El salmista protesta porque Israel se había mantenido fiel a Dios.
Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,
Y no hemos faltado a tu pacto.
No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,
Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,
Y nos cubrieses con sombra de muerte.
a. Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti: El salmista se sentía obligado a decirle a Dios que a pesar del sentimiento de que habían sido abandonados, no se habían apartado de Dios. Se acordaban de Él y permanecían fieles a Su pacto.
i. La mención del pacto tenía un propósito especial. Bajo el Antiguo Pacto (a veces conocido como el Pacto Mosaico o del Sinaí) Dios prometió bendecir a un Israel obediente y maldecir a un Israel desobediente (como en Deuteronomio 28). El salmista dio a entender que Dios ahora debe ser fiel a Su parte del pacto porque Israel había sido fiel a la parte de ellos.
ii. “La ley de Moisés había advertido de antemano que la desobediencia al pacto conduce al disgusto de Dios y, en última instancia, a ser derrotado, despojado, exiliado y dispersado entre las naciones (Deuteronomio 28:15-68)”. (VanGemeren)
b. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos: Sin pretender la perfección sin pecado, el salmista insistía en que, como un todo, Israel todavía estaba comprometido con Dios en corazón y en conducta (nuestros pasos).
i. Podríamos llamar a este un salmo honesto y anti-penitencial. Varios salmos son profundos con un sentido de pecado y contrición personal. En el Salmo 44 sentimos que el salmista honestamente (y no con justicia propia) argumenta que su angustia actual no se debía a un pecado o rebelión que no se hubiera abordado.
ii. “El hecho llamativo es que aquí hay una canto que revela una experiencia de derrota y humillación, y en consecuencia de sufrimiento; para lo que no se encuentra ninguna causa en la conducta de los que sufren”. (Morgan)
iii. “El salmo explora las fluctuaciones desconcertantes que tienen su contraparte en la historia cristiana: períodos de bendición y esterilidad, avance y retroceso, que pueden corresponder a cambios aparentes en la lealtad o los métodos de los hombres”. (Kidner)
c. Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte: En protesta firme pero educada, el salmista insistía en que la fidelidad de Israel a Dios había sido respondida por desastre enviado por Dios.
i. Quebrantases: “Mejor ser quebrantados por Dios que de parte de Dios. Mejor estar en lugar de dragones [chacales] que de engañadores”. (Spurgeon)
3. (20-22) La obediencia de Israel respondida con derrota.
Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
O alzado nuestras manos a dios ajeno,
¿No demandaría Dios esto?
Porque él conoce los secretos del corazón.
Pero por causa de ti nos matan cada día;
Somos contados como ovejas para el matadero.
a. Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios: El salmista continuó insistiendo en que Israel se había mantenido fiel. Se habían acordado del Señor y no habían orado a los ídolos (O alzado nuestras manos a dios ajeno). Si lo hubieran hecho, Dios lo sabría y no tenía sentido negarlo (Porque él conoce los secretos del corazón).
i. O alzado nuestras manos a dios ajeno: “Era costumbre entre los antiguos, mientras oraban, extender sus manos hacia el cielo, o la imagen que estaban adorando, como si esperaran recibir el favor que estaban pidiendo”. (Clarke)
b. ¿No demandaría Dios esto? Esto significa que en lo que respecta al salmista, en su tiempo no hubo un momento de Acán como en Josué 7, donde la calamidad le sobrevino al pueblo de Dios debido al pecado oculto. Ellos habían buscado sinceramente a Dios por tal entendimiento.
i. “Las palabras ‘¿no lo habría descubierto Dios’ significan ‘no nos lo habría descubierto Dios a nosotros?’ Es decir, ‘¿no nos habría dicho Dios lo que hemos hecho mal, si hubiéramos hecho mal?’”. (Boice)
c. Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero: A pesar de su supuesta fidelidad a Dios, Israel era afligido con la muerte y estaba tan indefenso ante sus enemigos como ovejas para el matadero.
i. “Como si solo estuviéramos destinados a ser asesinados, y hechos a propósito para ser víctimas; como si fuera tan fácil e inocente matarnos como matar ovejas”. (Spurgeon)
ii. “Los fugitivos derrotados están indefensos y sin resistencia como ovejas, y su destino es ser devorados… la carnicería habitual de un ejército derrotado”. (Maclaren)
iii. Por causa de ti son palabras importantes. Significa que sufrieron en fidelidad a Dios y debido a su fidelidad a Dios. Sin desarrollar el pensamiento, este salmo sugiere un concepto revolucionario para el hombre o la mujer de Dios del Antiguo Testamento: el sufrimiento puede no ser un castigo, sino una cicatriz de batalla, “el precio de la lealtad en un mundo que está en guerra con Dios”. (Kidner)
iv. “Sufren por el amor de Dios… En su fidelidad al Señor, reciben un abuso mayor que si se hubieran conformado al mundo pagano”. (VanGemeren)
v. El apóstol Pablo citó el Salmo 44:22 en Romanos 8:35-36. El sentido es que incluso en tan terrible derrota y desgracia, nada de esto puede separarnos del amor de Cristo o cambiar nuestro destino como más que vencedores en Él.
vi. “Así se nos recuerda el hecho de que los que son el pueblo de Dios están llamados a soportar un sufrimiento para el que no hay explicación en ese momento, y ciertamente, ninguno en su propia deslealtad. Tales sufrimientos son parte del alto y santo privilegio de la comunión con Dios”. (Morgan)
4. (23-26) Una súplica y una oración de esperanza por ayuda.
Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
Despierta, no te alejes para siempre.
¿Por qué escondes tu rostro,
Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?
Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.
Levántate para ayudarnos,
Y redímenos por causa de tu misericordia.
a. Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre: El salmista tenía la profundidad en su relación con Dios como para hablar esto libremente, y Dios tuvo el amor y la gracia no solo para escucharlo, sino también para registrar tal oración en Su palabra. El salmista expresó abiertamente su sentimiento de que Dios había abandonado y olvidado a un Israel fiel.
i. El salmista en realidad no creía que Dios estuviera dormido, pero lo sentía así. “Esta es una libertad de expresión que solo se les puede permitir a los hombres inspirados; y en sus bocas siempre debe entenderse en sentido figurado”. (Clarke)
ii. Este sentimiento o sentido fue capturado poderosamente cuando Jesús durmió en la barca en el tormentoso Mar de Galilea. Los discípulos temieron perecer mientras Él dormía y clamaron para que Jesús despertara. “Aunque la imagen del Señor dormido puede parecernos ingenua, fue representada en el Nuevo Testamento”. (Kidner)
b. Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra: En cuerpo y alma Israel estaba en el punto de crisis y en el polvo de la vergüenza y la derrota.
i. “Aquellos que no son llevados a este estado de humillación por los sufrimientos externos, deberían hacerlo mediante la mortificación interna y la abnegación, mediante la contrición y la humillación, si desean hacer oraciones que la Majestad del cielo se digne a aceptar y a dar respuesta”. (Horne)
c. Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia: El salmista ha expresado el problema de Israel de la manera más clara y contundente posible. Podríamos esperar que se enojara con Dios o que perdiera la esperanza. En cambio, el salmo lo deja confiando en Dios incluso en su dolor y desilusión. Hizo su llamamiento final, no sobre la base de lo que Israel merecía, sino por causa de la misericordia de Dios.
i. Levántate para ayudarnos: “Una oración breve, pero dulce y comprensiva, muy al grano, clara, simple, urgente, como todas las oraciones deben ser”. (Spurgeon)
ii. “Mencionamos nuestra sinceridad y constancia en tu adoración sólo como un argumento para llevarte a la compasión, y no como base de nuestra confianza y seguridad, o como si mereciéramos liberación por ello; sino que esperamos e imploramos sólo por causa de tu propia misericordia rica y gratuita”. (Poole)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com