Salmo 47 – Alabar al Rey de toda la tierra
El título nos dice tanto los autores como la audiencia del salmo: Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré. Algunos creen que el Músico Principal es Jehová Dios mismo, y otros suponen que fue un líder de coros o músicos en la época de David, como Hemán el cantor o Asaf (1 Crónicas 6:33, 16:5-7 y 25:6). Coré era descendiente de Leví (Éxodo 6:16-24) y, por lo tanto, los hijos de Coré eran levitas. La mayoría asume que los hijos específicos de Coré a los que se hace referencia aquí y en los títulos de otros diez salmos eran cantantes levitas en las ceremonias del tabernáculo / templo, y tal vez eran intérpretes del salmo en lugar de sus autores.
A. El Rey de toda la tierra bendice a su pueblo escogido.
1. (1) El mandato de alabar.
Pueblos todos, batid las manos;
Aclamad a Dios con voz de júbilo.
a. Batid las manos: Batir las manos atrae la atención hacia algo, generalmente como una expresión externa de alegría interior. La biblia lo usa tanto en sentido negativo como positivo.
i. Hay tanto aplausos de alabanza (Salmo 47:1, Salmo 98:8, Isaías 55:12) como aplausos por escarnio (Job 27:23, Lamentaciones 2:15, Nahúm 3:19).
ii. Esta es un mensaje para todas las naciones, y “Si no pueden hablar todos la misma lengua, el lenguaje simbólico de las manos todos pueden usar”. (Spurgeon)
b. Pueblos todos: Este es un mandato para más que solo Israel o los seguidores de Dios; es un mandato para todos los pueblos. En última instancia, es el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham de bendecir a todos los pueblos de la tierra a través de su Descendiente, el Mesías (Génesis 12:2-3).
i. “El Salmo 47 sigue de forma bastante natural al Salmo 46. El Salmo 46 se centra en la seguridad del pueblo de Dios, y señala cómo Dios los había liberado de uno de sus grandes enemigos. El salmo desafía a las naciones a observar esa liberación y quedar asombradas ante Dios. Ahora, en el Salmo 47, Dios le dice a esa misma gente: “Regocíjense y sean felices; el Rey de Israel es también el Rey de toda la Tierra”. (Boice)
c. Aclamad a Dios: La nota es fuerte y alegre. El salmista no tenía en mente cantos somnolientos ni oraciones susurradas.
i. La mayoría de la gente no está en contra de los gritos o los arrebatos de entusiasmo; simplemente creen que hay un lugar correcto e incorrecto para tales gritos. Lamentablemente, muchos de los que piensan que una exclamación fuerte está bien en un partido de fútbol, piensan que es un escándalo en la iglesia.
2. (2) El motivo de la alabanza.
Porque Jehová el Altísimo es temible;
Rey grande sobre toda la tierra.
a. Porque Jehová el Altísimo es temible: El salmista presenta esto sin prueba, como un hecho evidente por sí mismo. Lo consideraba obvio para todos, así como que el agua está mojada y el fuego es caliente.
b. Rey grande sobre toda la tierra: Tanto el cargo como el reino son importantes. Él es un Rey grande, en el sentido de que es el Rey de reyes y el monarca más grande. Su reino se extiende por toda la tierra, y Él es soberano en todo lugar.
i. Se imaginaba que los dioses paganos del mundo antiguo (Baal, Moloc, Astarté, etc.) eran dioses territoriales. Su autoridad se limitaba a una nación o una región. El salmista proclama que el Señor Dios no es como uno de estos dioses imaginarios.
3. (3-4) El cuidado especial de Dios hacia Sus escogidos.
El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
Y a las naciones debajo de nuestros pies.
El nos elegirá nuestras heredades;
La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah
a. El someterá a los pueblos debajo de nosotros: Aquí el salmista habla como alguien de la nación escogida de Dios, Israel. Esperaba con ansias el momento en que el reinado justo del gran Rey se ejerciera sobre toda la tierra e Israel asumiera el lugar de liderazgo que le había sido asignado entre las naciones.
i. Sin duda, el salmista sabía que este gran Rey sería el Mesías; sin embargo, veía hacia el futuro, a la esperanza del Mesías. Nosotros vemos hacia atrás al cumplimiento de la promesa de enviar al Mesías, cumplida en Jesucristo. Él es el gran Rey que gobernará la tierra y subyugará a las naciones, otorgando a los creyentes el estatus de superpotencia en la era venidera.
b. El nos elegirá nuestras heredades: El salmista confiaba en la sabiduría y la bondad del gran Rey. Estaba feliz de permitir que el gran Rey eligiera nuestras heredades.
i. Es un hecho glorioso que nuestro gran Rey Jesús haya elegido la heredad de su pueblo. Efesios 1:3-6 es solo un pasaje que describe algunas de sus elecciones para nosotros:
·Él nos eligió en Él antes de la fundación del mundo.
·Él nos eligió para ser santos e irreprensibles delante de Él en amor.
·Él nos eligió para ser adoptados como hijos en Su familia.
ii. Es una oración sabia pedirle a nuestro gran Rey Jesús que elija nuestras heredades por nosotros. A menudo nos metemos en problemas al querer elegir nuestra propia heredad.
·A veces queremos elegir nuestras propias bendiciones. Uno tiene salud, otro tiene riqueza, un tercero tiene grandes talentos; cada uno desea tener lo que tiene el otro. Sin embargo, es mucho mejor dejar que Dios elija nuestras bendiciones.
·A veces queremos elegir nuestro propio llamado. Uno ve el llamado de otro y piensa que el llamado del otro es mejor, o quiere imitar el llamado de otro en lugar de correr su propia carrera.
·A veces queremos elegir nuestras propias cruces. Pensamos que nuestros propios problemas son mucho peores que los de los demás, y pensamos que podríamos soportar cualquier número de cruces –excepto la que Él eligió para nosotros.
iii. Charles Spurgeon pensaba que este era un salmo de David y no de los hijos de Coré – que David lo escribió, pero ellos lo cantaron. Spurgeon escribió: “Nuestro oído se ha acostumbrado al sonido de las composiciones de David, y estamos moralmente seguros de que lo escuchamos en este Salmo”. Esto puede ser cierto o no, pero ciertamente David sabía que su Rey elegía su heredad en cada etapa de su vida, y mostró contenamiento con la heredad que Dios eligió para él.
·Como un joven pastor anónimo.
·Como un guerrero en contra de Goliat.
·Como un fugitivo huyendo de Saúl.
·Como un rey sobre Israel.
·Como un pecador que ha sido disciplinado.
c. La hermosura de Jacob, al cual amó: Esto explica por qué podemos estar en paz con la heredad que Él escoge para nosotros. Sabemos que por amor a Jesús y porque estamos en Él, Dios es con nosotros y no contra nosotros. Él nos ama como Sus elegidos; porque Él nos eligió, estamos felices de permitirle que elija nuestras heredades.
i. “La Tierra Santa es llamada ‘la excelencia de Jacob’ o ‘el orgullo de Jacob’ por su belleza y la excelencia y variedad de sus producciones (ver Deuteronomio 8:7-9; 2 Reyes 18:32)”. (Rawlinson)
ii. La hermosura de Jacob: “La soberbia de Jacob es una forma breve de decir ‘la gloriosa tierra de Jacob’”. (Kidner)
iii. Al cual amó provoca preguntas: ¿Por qué Dios ama tanto a Jacob? ¿Por qué Dios ama tanto a la iglesia? ¿Por qué Dios ama tanto al mundo? La respuesta es que las razones de su amor están en él y no en los que ama.
B. Un llamado a alabar al Rey de toda la tierra.
1. (5) El hecho de la alabanza.
Subió Dios con júbilo,
Jehová con sonido de trompeta.
a. Subió Dios con júbilo: El subir aquí se refiere a ascender a un trono real. La idea es que el gran Rey ha tomado Su trono y por eso recibe un grito de júbilo.
i. La idea es que Dios desciende del cielo para ayudar y salvar a su pueblo, y cuando regresa al cielo, merece la alabanza y la aclamación de su pueblo.
ii. Jesús ascendió al trono real en el cielo después de que terminó Su obra por nosotros en la cruz y lo probó junto a la tumba vacía. Solo puede subir con subir con júbilo porque bajó con humildad para luchar por su pueblo y salvarlo.
b. Jehová con sonido de trompeta: En el mundo del antiguo Israel, la trompeta hacía el sonido más fuerte y claro; era el sonido de la victoria. Para honrar a Dios clara y fuertemente por Su victoria a nuestro favor, se escucha el sonido de trompeta.
2. (6-7) El llamado a la alabanza y la razón de la misma.
Cantad a Dios, cantad;
Cantad a nuestro Rey, cantad;
Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
Cantad con inteligencia.
a. Cantad: En este contexto, esto es casi una orden. Es un mandato apropiado a la luz de la gloria del Rey de toda la tierra. Dios podría haberle dado el habla a la humanidad sin el don del canto; Hay algunas personas sordas a los tonos en el mundo. Lo que es el caso de algunos podría haber sido el caso de todos; pero Dios dio el don del canto y la música a los hombres, y el mayor uso de este don es alabar al Dios que lo dio.
i. “Que hablen mil personas a la vez; todo pensamiento y sentimiento se ahogan en el alboroto. Pero que canten juntos en el tiempo y la sintonía perfectos; tanto el pensamiento como el sentimiento se elevan a un nivel de energía inconcebible”. (Rawlinson)
ii. Cantad: “Una sola palabra en hebreo, con un impacto más rápido y alegre”. (Kidner)
iii. “Esta palabra se repite cuatro veces en este breve versículo, y muestra a la vez la seriedad y la felicidad del pueblo. Son palabras de júbilo y triunfo. Siente tu obligación para con Dios; exprésalo en acción de gracias”. (Clarke)
b. El Rey de toda la tierra: La idea del segundo versículo se repite para enfatizar. La gloriosa autoridad de Dios se extiende mucho más allá de la tierra o el pueblo de Israel. Él es el Dios global, el Rey de toda la tierra.
c. Cantad con inteligencia: La alabanza se ofrece apropiadamente con el canto y también debe hacerse con inteligencia. Dios quiere que nuestra adoración sea inteligente y no insensata. No es necesario ser inteligente para adorar a Dios, pero debemos adorarlo con todo nuestro ser, incluida nuestra mente (Marcos 12:30).
i. “No debemos dejarnos guiar por el tiempo, sino por las palabras del Salmo; debemos ocuparnos del asunto más que de la música, y considerar lo que cantamos, así como también cómo cantamos; la melodía puede afectar la imaginación, pero lo que importa es que afecte al corazón, y eso es lo que Dios principalmente observa”. (Spurgeon)
ii. Cantad con inteligencia: Según Kidner, Pablo tenía en mente la traducción de la Septuaginta de esta frase cuando escribió en 1 Corintios 14:15, pero cantaré también con el entendimiento.
iii. En resumidas cuentas, este Salmo nos muestra cómo debemos de alabar a Dios:
·Alábenlo con alegría cuando batan las manos como una expresión de gozo interno.
·Alábenlo universalmente junto con todos los pueblos que deben alabar al Señor.
·Alábenlo con la boca, mientras claman a Dios con voz de triunfo.
·Alábenlo de manera frecuente, así como la idea de cantad se repite con frecuencia. Nunca podrán bendecirle demasiado.
·Alábenlo con inteligencia, pues deben cantad con inteligencia y conocer y proclamar las razones de nuestra alabanza.
C. El Rey de toda la tierra y las naciones.
1. (8) El reinado del Rey.
Reinó Dios sobre las naciones;
Se sentó Dios sobre su santo trono.
a. Reinó Dios sobre las naciones: El Señor no es Rey de toda la tierra solo en un sentido pasivo o ceremonial. Él reina sobre las naciones y lleva la historia hacia su destino deseado.
b. Se sentó Dios sobre su santo trono: Cuando Juan tuvo su experiencia celestial como se registra en Apocalipsis 4 y 5, describió todo en el cielo en relación con este trono ocupado. El centro del cielo – de hecho, el centro de toda la creación – es este trono ocupado en el cielo.
i. Dios se sentó en el trono; no está vacío. No es un gobernante vacío o ceremonial.
ii. Es Su trono; le pertenece a Él y a nadie más.
iii. Es un trono santo, donde la santidad de Dios ha sido perfectamente satisfecha por la obra de Jesús en la cruz. Por lo tanto, es un santo trono y un trono de gracia (Hebreos 4:16).
2. (9-10) El Rey es exaltado sobre las naciones.
Los príncipes de los pueblos se reunieron
Como pueblo del Dios de Abraham;
Porque de Dios son los escudos de la tierra;
El es muy exaltado.
a. Los príncipes de los pueblos se reunieron: En la mente del salmista, los líderes del pueblo de Dios se reúnen para recibir y exaltar al Rey de toda la tierra.
i. “La promesa concerniente a la bendición de las tribus de las naciones en la simiente del patriarca se está cumpliendo; porque los nobles atraen tras ellos mismos a los pueblos a los que protegen”. (Keil y Delitzsch)
ii. “Los príncipes de la tierra pertenecen especialmente a Dios, ya que ‘por él reinan los reyes, y los príncipes decretan justicia’ (Proverbios 8:15)”. (Rawlinson)
b. Porque de Dios son los escudos de la tierra: “La Septuaginta traduce esto como hoi krataioi, los poderosos de la tierra… Las palabras se refieren a algo por lo cual los habitantes de la tierra son defendidos; La providencia de Dios, los ángeles de la guarda, etc”. (Clarke)
i. “Es el abundante cumplimiento de la promesa de Génesis 12:3; anticipa lo que Pablo expone sobre la inclusión de los gentiles como hijos de Abraham (Romanos 4:11; Gálatas 3:7-9)”. (Kidner)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com