Zacarias 4




Zacarías 4 – Por mi Espíritu, dice Jehová

A. La visión de Zacarías.

1. (1-3) La visión de Zacarías de los olivos y los candelabros.

Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él; Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda.

a. Como un hombre que es despertado de su sueño: Zacarías tenía ese sentimiento de mareo que tenemos si somos despertados repentinamente de un sueño profundo.

b. Un candelabro todo de oro: Dios le dio a Zacarías una visión del candelabro de oro que estaba destinado a estar en el templo. Dado que Zacarías y su pueblo estaban allí para reconstruir el templo, tenía sentido que Dios les hablara en imágenes relacionadas con el templo.

c. Siete tubos para las lámparas… dos olivos: Además del candelabro, Zacarías vio algo que nunca estuvo en el templo – dos olivos que suministraban a siete lámparas con aceite a través de siete tubos.

i. Uno de los deberes más tediosos del servicio del templo era el cuidado constante de las lámparas del candelabro de oro. Había que rellenarlas continuamente con aceite, limpiarlas de hollín y mantener sus mechas. En esta visión, Zacarías ve lámparas “que se llenan solas”, alimentadas directamente de dos olivos.

ii. En el templo, las lámparas se alimentaban con aceite de olivo puro especialmente preparado. El candelabro que Zacarías vio en su visión se alimentaba directamente de los árboles.

2. (4-5) Zacarías pide una explicación de la visión.

Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.

a. ¿Qué es esto, señor mío? Zacarías vio la visión pero no entendía lo que significaba. Lo que vio fue simple pero inusual: un candelabro con lámparas alimentadas con aceite directamente a través de tubos que salían de dos olivos.

b. ¿No sabes qué es esto? El ángel se aseguró de que Zacarías supiera que debía llegar a comprender el significado de esta visión.

B. El significado de la visión.

1. (6-7) Cómo realizará Zorobabel la obra: por el Espíritu de Dios.

Entonces respondió y me habló diciendo: Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.

a. Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel: Zorobabel era el líder cívico de Jerusalén y tenía la responsabilidad de terminar la obra de reconstrucción del templo. El trabajo se había estancado, y Zorobabel necesitaba ánimo para continuar el trabajo.

b. No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos: En la visión de Zacarías 3, Dios le habló a Zorobabel sobre el tema de la pureza. Pero la pureza por sí sola no era suficiente para llevar a cabo la obra de Dios la obra de Dios también necesita recursos, y no los recursos de la fuerza o ejército humano.

i. Ejército se enfoca en un esfuerzo colectivo, los recursos de un grupo o ejército. Fuerza se enfoca en el poder individual. Dios dice, “no por los recursos de muchos ni de uno, sino por mi Espíritu. No será por su astucia, su habilidad o su fuerza física que el templo será reconstruido, sino por el Espíritu de Dios”.

ii. El recurso necesario para la obra de Dios es el Espíritu Santo y Dios le promete a Zorobabel un rico recurso en el Espíritu de Dios para llevar a cabo su obra. Cuando confiamos en nuestros propios recursos ya sean pequeños o grandes a los ojos del hombre entonces no disfrutamos del suministro completo del Espíritu. “¡Vaya! Que Dios nos envíe pobreza; que Dios nos envíe falta de medios, y nos quite el poder del habla si es necesario, y nos ayude solo a tartamudear, si con ello tan solo podemos obtener la bendición. ¡Vaya! Deseo ser útil a las almas, y todo lo demás puede ir a donde tenga que ir”. (Spurgeon)

iii. Este fue el Espíritu – el soplo – el ruah del Señor que obró en la creación (Génesis 1:2), que obró en el Mar Rojo, para abrirlo y cerrarlo (Éxodo 15:8, 10) y que dio vida a los huesos muertos (Ezequiel 37:1-14).

iv. Mirando hacia atrás a la visión anterior en el capítulo, vemos que Dios quería que Zorobabel supiera que el Espíritu Santo continuamente supliría su necesidad, tal como los árboles de aceite en la visión continuamente suministraban aceite a las lámparas del candelabro. Dios quiere que su provisión y nuestra confianza en el Espíritu Santo sean continuas.

v. “¡Oh iglesias! miren que no confíen en ustedes mismos; cuídense de decir: ‘Somos un cuerpo respetable’, ‘Somos un número poderoso’, ‘Somos un pueblo poderoso’; cuídense de que no comiencen a gloriarse en su propia fuerza; porque cuando esto sea hecho, Icabod será escrito en tus paredes y tu gloria se apartará de ti. Recuerden, que el que estaba con nosotros cuando éramos pocos, debe estar con nosotros ahora que somos muchos, o de lo contrario fallaremos; y el que nos fortaleció cuando éramos “pequeños en Israel”, debe estar con nosotros, ahora que somos como “los miles de Manasés”, o de lo contrario todo habrá terminado para nosotros y nuestro día habrá pasado”. (Spurgeon)

c. Con mí Espíritu: El aceite es una buena representación del Espíritu Santo.

·El aceite lubrica cuando se usa para ese propósito – hay poca fricción y desgaste entre aquellos que son lubricados por el Espíritu de Dios.

·El aceite sana y se usaba como tratamiento medicinal en tiempos bíblicos (Lucas 10:34) – el Espíritu de Dios trae sanidad y restauración.

·El aceite ilumina cuando es encendido en una lámpara – donde está el Espíritu de Dios, hay luz.

·El aceite calienta cuando se usa como combustible para una llama – donde está el Espíritu de Dios, hay calor y consuelo.

·El aceite vigoriza cuando se usa para dar masajes – el Espíritu Santo nos vigoriza para su servicio.

·El aceite adorna cuando se aplica como un perfume – el Espíritu Santo nos adorna y nos hace nuestra presencia más agradable.

·El aceite pule cuando se usa para dar brillo al metal – el Espíritu Santo limpia nuestra suciedad y suaviza las asperezas.

d. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura: La obra de reconstrucción del templo era tan masiva que parecía un gran monte. Aquí Dios promete que con su Espíritu, el gran monte será nivelado en una llanura.

i. En este caso, el gran monte puede haber sido literalmente la montaña de escombros en el sitio del templo. Esos escombros serían removidos y el trabajo continuaría.

ii. “Todos hacen planes y dicen: ‘Ahora, si la iglesia se modificara un poco, iría mejor’. Creen que si hubiera diferentes ministros, o un orden de iglesia diferente, o algo diferente, entonces todo estaría bien. No, queridos amigos, no es ahí el error, es que queremos más del Espíritu”. (Spurgeon)

e. Él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella: Con esto Dios le asegura a Zorobabel que la obra no solo será terminada, sino que Zorobabel Él la terminará, colocando la primera piedra y declarando que todo fue una obra de gracia.

i. Cuando la obra se realiza mediante ejército o fuerza humanos, podemos atribuirnos el mérito, pero cuando la obra se realiza mediante la provisión continua del Espíritu, entonces todo es para la gloria de la gracia de Dios.

2. (8-10) Más aliento para Zorobabel.

Vino palabra de Jehová a mí, diciendo: Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.

a. Sus manos la acabarán: Cuando la obra es hecha por el Espíritu de Dios, no solo hay recursos para comenzar la obra, sino también los suficientes para acabarla. Dios es el que perfecciona su obra (Filipenses 1:6).

b. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces: La pregunta de Zacarías suena verdadera para nosotros hoy. Casi todos nosotros podríamos responder: “He menospreciado el día de las pequeñeces”. La pregunta tiene su propia respuesta: ninguno de nosotros debe menospreciar el día de las pequeñeces, porque Dios tiene un propósito maravilloso aunque quizás difícil para esos días.

i. Fue un día de las pequeñeces largo para Zorobabel, porque la obra del templo estuvo en ruinas por casi 20 años. Podría haberle dicho a Dios: “¿Qué quieres decir con ‘día de las pequeñeces’? He vivido con 20 años de pequeñeces”. Aun así, Dios le dijo a Zorobabel que no despreciara el tiempo de las pequeñeces y que lo considerara todo como un día.

ii. En muchos de los obreros escogidos de Dios, Él usa una temporada poderosa de pequeñeces. Esos días no son un error ni son un castigo; son días de formación y preparación invaluables. No son días que se deban despreciar.

iii. Cuando Satanás nos tienta a menospreciar el día de las pequeñeces, brilla como un mentiroso sobresaliente porque Satanás no menosprecia el día de las pequeñeces. Satanás teme el día de las pequeñeces en nuestra vida porque ve las grandes cosas que Dios hace en ellas y saca de ellas.

iv. Spurgeon habló de la necesidad de coraje en el día de las pequeñeces en nuestras iglesias: “Para mí, parece que debería ser tu gloria unirte a las iglesias más pobres y débiles de tu denominación, y que a dondequiera que vayas, digas: ‘Esta pequeña causa no es tan fuerte como me gustaría que fuera; pero, por la gracia de Dios, la haré más influyente. De todos modos, arrojaré mi peso para fortalecer las cosas débiles de Sion, y ciertamente no menospreciaré el día de las pequeñeces’. ¿Dónde habrían estado nuestras iglesias florecientes de hoy si nuestros antepasados hubieran desdeñado sostenerlas mientras estaban todavía en su infancia?”.

v. “Dios acepta tus pequeñas obras si se hacen con fe en su amado Hijo. Dios dará éxito a sus pequeñas obras: Dios los educará por sus pequeñas obras para hacer obras mayores; y sus pequeñas obras pueden llamar a otros que harán obras mucho más grandes que las que ustedes puedan lograr”. (Spurgeon)

c. Se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel: Los siete son los ojos de Jehová mencionados en este mismo contexto. Ellos se alegrarán cuando vean a Zorobabel ocupado en la obra de construcción, con la plomada en su mano. Los ojos de Jehová lo ven todo, y se alegran de ver al pueblo de Dios trabajando.

i. Aunque la obra era empoderada por el Espíritu de Dios, Zorobabel aún necesita su plomada. Todavía necesitaba ir a trabajar. Dios pudo haberle dado a Zorobabel un atajo e instantáneamente, milagrosamente, terminar el trabajo. Esa no es la forma en que Dios hace las cosas, porque su obra en la vida de Zorobabel era tan importante para Él como su obra a través de Zorobabel.

3. (11-14) Explicación de los olivos y los candelabros.

Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Éstos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.

a. Qué significan estos dos olivos: Zacarías entendió el mensaje de aliento a Zorobabel, pero no entendía exactamente cómo se conectaba con la visión de los olivos y el candelabro.

b. Éstos son los dos ungidos: En los días de Zacarías, los dos ungidos eran Zorobabel y Josué. Al parecer ellos no eran los árboles completos, sino dos ramas de olivo de los árboles, probablemente una rama de cada árbol. Los árboles mismos pueden representar los oficios reales y sacerdotales en Israel.

i. Dios tenía un trabajo especial para estos dos ungidos. Serían ungidos de manera única para trabajar juntos y llevar a cabo la obra de Dios. Dios a menudo llama a dos hombres a trabajar juntos:

·Moisés y Aarón.

·Josué y Caleb.

·Elías y Eliseo.

·Pedro y Juan.

·Pablo y Bernabé.

·Calvino y Lutero.

·Whitefield y Wesley.

·Moody y Sankey.

·Graham y Barrows.

ii. Dios promete levantar dos testigos más, ungidos para predicar el evangelio al mundo inmediatamente antes del regreso de Jesús (Apocalipsis 11:3-13). Apocalipsis 11:4 dice específicamente de estos testigos: Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.

c. Los dos ungidos tenían trabajo que hacer y el Espíritu de Dios les supliría de tal manera que serían como los olivos con un suministro continuo de aceite para las lámparas del candelero.

i. Ungidos es literalmente hijos del aceite. En los modismos hebreos, el hijo de algo se caracteriza radicalmente por esa cosa. Por ejemplo, los hijos de Belial representan totalmente a su dios pagano Belial. Estos dos están tan caracterizados por el ministerio y el poder del Espíritu Santo que son hijos del aceite.

ii. Notamos que el aceite salía de los árboles. Todo verdadero ministerio es dar de nosotros mismos. No importa cuánto tengamos; lo que importa es cuánto damos de nosotros mismos. Algunas personas son como un enorme tanque de petróleo que podrías ver en una refinería. Piensas, “esa es suficiente gasolina para toda la vida” pero nunca podrías llenar tu tanque allí. En la refinería hay mucha oferta, pero ninguna entrega. Una lata de gasolina de cinco galones en el hogar puede transportar solo un pequeño suministro pero la entregará.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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