Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera (2 Corintios 12:7).
Pablo fue un hombre que tuvo algunas experiencias espirituales impresionantes, tanto que podría ser fácil para él volverse orgulloso, exaltado desmedidamente. Debido a este peligro de orgullo, Dios permitió un aguijón en la carne de Pablo, algo que lo perturbaba.
Parece que todo el mundo podía ver el aguijón en la carne que sufría Pablo, no era ningún secreto. Su visión celestial (2 Corintios 12:1-4) era un secreto hasta ahora, pero todo el mundo veía el aguijón. Algunos de los cristianos de Corinto probablemente pensaban menos de Pablo a causa de su aguijón en la carne, pero no sabían nada de la asombrosa experiencia espiritual que había detrás de este.
¿Qué es un aguijón en la carne? Cuando pensamos en un aguijón, pensamos en una irritación menor. Pero la palabra raíz que Pablo usó para aguijón aquí describe una estaca de tienda, no una chincheta. Esta molestia era un mensajero de Satanás para Pablo. De una manera extraña, el aguijón fue dado –en última instancia dado por Dios– pero también era un mensajero de Satanás.
Que me abofetee significa que este aguijón en la carne –el mensajero de Satanás– “golpeaba” a Pablo. Se sentía golpeado fuertemente por este mensajero de Satanás. ¿Pablo, golpeado por el diablo? ¿Quién lo hubiera pensado?
El versículo siguiente nos dice que Pablo oró por este aguijón, rogando tres veces a Dios que se lo quitara. Sin embargo, Dios, en su sabiduría, permitió que permaneciera. La falta de respuesta a su apasionada y repetida súplica debió de preocupar a Pablo. Esto añadió otra dimensión a esta prueba.
Tenía una dimensión física porque era un aguijón en la carne.
Tenía una dimensión mental porque era un mensajero de Satanás.
Tenía una dimensión espiritual en que era una oración sin respuesta.
¿Cuál era exactamente el aguijón en la carne de Pablo? Simplemente no tenemos suficiente información para decirlo con precisión. Algunos lo ven principalmente como un acoso espiritual. Otros piensan que fue una persecución. Muchos sugieren que se trataba de una dolencia física o mental. Algunos dicen que era la lucha de Pablo con pensamientos lujuriosos y pecaminosos.
Cada una de estas sugerencias es posible, pero Dios tenía un propósito definido al no revelar la naturaleza exacta del aguijón de Pablo. Si supiéramos exactamente cuál era el aguijón de Pablo, entonces todos los que estuvieran afligidos –pero no exactamente de la misma manera– podrían dudar de que la experiencia de Pablo y la provisión de Dios fueran relevantes para ellos. Dios quería que todos los que tuvieran algún tipo de aguijón en la carne pudieran ponerse en el lugar de Pablo.
La respuesta de Dios al aguijón de Pablo se revela a partir de 2 Corintios 12:9, pero esa respuesta es relevante para tu aguijón. Dios se preocupa y provee para tus problemas.
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