La traducción al español del Devocional semanal de David

This Might of Yours

Esta tu fuerza

Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? (Jueces 6:14)

En los días de los jueces, Dios llamó a un hombre inesperado llamado Gedeón para liberar a Israel. Gedeón era un hombre que no quería la responsabilidad ni tampoco se pensaba digno del trabajo. Gedeón luchó con Dios, buscando cada vez más confirmación de que él era el que tenía que hacer este gran trabajo de liderar la resistencia contra los madianitas. En algún momento entre todo esto, el ángel de Jehová se le apareció a Gedeón, y le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas.

This Might of Yours

Dado las circunstancias, era extraño decir: Ve con esta tu fuerza. Aunque no lo parecía para muchos, Gedeón ya era poderoso en muchos aspectos.

Gedeón tenía la fuerza de los humildes. Cuando Jehová vino a Gedeón, estaba sacudiendo el trigo en el lagar. Esto era difícil y humillante. El trigo se sacudia en lugares abiertos, generalmente en la cima de una colina para que la brisa pudiera volar la paja. El trigo no se trillaba normalmente en un lugar hundido como un lagar. En este humildelugar, Gedeón era poderoso.

Gedeón tenía la fuerza de los bondadosos, porque le importaba el lugar bajo de Israel. Cuando el Señor vino a Gedeón, él quiso saber por qué Israel estaba en un lugar bajo. Gedeón se preocupaba por Israel y quería hacer algo al respecto de su situación actual. En este lugar bondadoso, Gedeón era fuerte.

Gedeón tenía la fuerza de los espiritualmente hambrientos porque quería ver a Dios hacer maravillas nuevamente. Gedeón le dijo a Jehová: Hemos oído de estas maravillas del pasado, pero queremos ver la grandeza de Dios ahora. Esta hambre de más de lo que Dios podía hacer resultó en acción futura. En este lugar hambriento, Gedeón era fuerte.

Gedeón tenía la fuerza de los enseñables, porque escuchó lo que el Señor dijo. Después de esta conversación, Gedeón comenzó a hacer la voluntad de Dios. Esto demostró que realmente era enseñable. En este lugar de enseñanza, Gedeón era fuerte.

Más que nada, Gedeón tenía la fuerza de los débiles, y la fuerza de Dios se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12:9). Él sabía que era débil, y esto lo hizo lo suficientemente sabio como para confiar en la fuerza de Dios. En este lugar de debilidad, Gedeón era fuerte.

Mirándolo con los ojos del hombre, Gedeón era débil y el mensaje de Dios era sarcástico. Pero mirándolo a través de la sabiduría de Dios, vemos que Gedeón realmente podía ir en poder, porque era el poder de los débiles que confiaban en la fuerza de Dios.

Esta semana, ve con esta tu fuerza, solo asegúrate de que sea realmente la fuerza de tu poderoso Dios.

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true and certain promises

Promesas ciertas y verdaderas

Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad… y el rey se fue por el camino del Arabá. Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército. (2 Reyes 25:4-5)

Podemos imaginarnos estas escenas tristes de la caída de Jerusalén. Leemos “Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad” y podemos ver los soldados babilonios entrando a la ciudad.

En ese punto, Sedequías hizo un último esfuerzo para escapar de la captura. Él planeó un avance secreto a través de las murallas de la ciudad, enviando a los restos de su ejercito en una dirección mientras él seguía el camino del Arabá.

true and certain promises

Sedequías llegó hasta las llanuras de Jericó, que estaba a una distancia considerable de Jerusalén. Tal vez pensó que una vez que llegara lejos estaría a salvo, y aunque el reino se había perdido, todavía tenía su vida y su libertad. Los profetas como Jeremías prometieron juicio sobre Sedequías, que sería capturado y castigado por los babilonios. Cuando Sedequías llegó a las llanuras de Jericó, tal vez pensó que había escapado del juicio prometido.

Pero no pasó así, el ejército lo apresó en las llanuras de Jericó. En la misma región donde Israel llegó a la Tierra prometida después de cruzar el río Jordán en los días de Josué, la línea real de David parecía llegar a su fin. En los días de Josué, Israel vio caer los muros de Jericó; ahora los muros de Jerusalén habían caído y la derrota fue amarga.

Con gran crueldad, los babilonios obligaron a Sedequías a mirar mientras asesinaban a sus hijos, y luego le sacaron los ojos al rey. La última cosa que el rey Sedequías vio fue el asesinato de sus propios hijos.

A través del profeta Ezequiel, Dios hizo una extraña promesa a Sedequías. Dios prometió que Sedequías sería capturado y llevado como prisionero a Babilonia para morir allí, pero nunca vería a Babilonia (Ezequiel 12:13). La promesa extraña se cumplió. Sedequías fue capturado y llevado a Babilonia, pero como estaba cegado en las llanuras de Jericó, nunca vio la tierra de su exilio. El historiador judío Josefo confirma que Sedequías fue mantenido en una prisión babilónica hasta la muerte.

La promesa del juicio de Dios contra Sedequías fue cierta y verdadera. Esa es la naturaleza de las promesas de Dios. Sin embargo, también es la naturaleza de las promesas más agradables de Dios. Prometió nunca abandonar a Su pueblo (Hebreos 13:5); La promesa es cierta y verdadera. Dios prometió perdonar nuestros pecados cuando los confesamos humildemente (1 Juan 1:9); La promesa es cierta y verdadera.

Podría continuar, pero espero que entiendas el punto. La verdad y la certeza de las promesas de Dios no tienen que ser malas noticias para ti. En Jesucristo, puede ser la mejor noticia. Cree en sus promesas buenas y agradables para ti hoy.

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true and certain promises

Promesas ciertas y verdaderas

Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad… y el rey se fue por el camino del Arabá. Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército. (2 Reyes 25:4-5)

Podemos imaginarnos estas escenas tristes de la caída de Jerusalén. Leemos “Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad” y podemos ver los soldados babilonios entrando a la ciudad.

En ese punto, Sedequías hizo un último esfuerzo para escapar de la captura. Él planeó un avance secreto a través de las murallas de la ciudad, enviando a los restos de su ejercito en una dirección mientras él seguía el camino del Arabá.

true and certain promises

Sedequías llegó hasta las llanuras de Jericó, que estaba a una distancia considerable de Jerusalén. Tal vez pensó que una vez que llegara lejos estaría a salvo, y aunque el reino se había perdido, todavía tenía su vida y su libertad. Los profetas como Jeremías prometieron juicio sobre Sedequías, que sería capturado y castigado por los babilonios. Cuando Sedequías llegó a las llanuras de Jericó, tal vez pensó que había escapado del juicio prometido.

Pero no pasó así, el ejército lo apresó en las llanuras de Jericó. En la misma región donde Israel llegó a la Tierra prometida después de cruzar el río Jordán en los días de Josué, la línea real de David parecía llegar a su fin. En los días de Josué, Israel vio caer los muros de Jericó; ahora los muros de Jerusalén habían caído y la derrota fue amarga.

Con gran crueldad, los babilonios obligaron a Sedequías a mirar mientras asesinaban a sus hijos, y luego le sacaron los ojos al rey. La última cosa que el rey Sedequías vio fue el asesinato de sus propios hijos.

A través del profeta Ezequiel, Dios hizo una extraña promesa a Sedequías. Dios prometió que Sedequías sería capturado y llevado como prisionero a Babilonia para morir allí, pero nunca vería a Babilonia (Ezequiel 12:13). La promesa extraña se cumplió. Sedequías fue capturado y llevado a Babilonia, pero como estaba cegado en las llanuras de Jericó, nunca vio la tierra de su exilio. El historiador judío Josefo confirma que Sedequías fue mantenido en una prisión babilónica hasta la muerte.

La promesa del juicio de Dios contra Sedequías fue cierta y verdadera. Esa es la naturaleza de las promesas de Dios. Sin embargo, también es la naturaleza de las promesas más agradables de Dios. Prometió nunca abandonar a Su pueblo (Hebreos 13:5); La promesa es cierta y verdadera. Dios prometió perdonar nuestros pecados cuando los confesamos humildemente (1 Juan 1:9); La promesa es cierta y verdadera.

Podría continuar, pero espero que entiendas el punto. La verdad y la certeza de las promesas de Dios no tienen que ser malas noticias para ti. En Jesucristo, puede ser la mejor noticia. Cree en sus promesas buenas y agradables para ti hoy.

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The Word and Will of God

La palabra y la voluntad de Dios

De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años… E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Joacim. Vino, pues, la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia. (2 Reyes 24:18-20)

Cuando un reino cae en el caos y el desastre, nunca es una historia simple. Los últimos reyes de Judá lo demuestran. El último rey bueno de Judá se llamaba Josías, y hubo un gran avivamiento en su día, pero no fue suficiente para vencer los patrones profundamente arraigados del pecado presente entre la gente desde los días de los reyes anteriores.

The Word and Will of God

Después de la muerte de Josías, su tercer hijo Joacaz tomó el trono, pero su reinado malvado no duró mucho tiempo. Fue seguido del malvado Joacim, otro hijo de Josías. Cuando murió Joacim, su hijo Joaquín reinó en su lugar, pero duró solo tres meses antes que el rey Nabucodonosor de Babilonia lo quitó del trono de Judá e hizo a su tio Sedequías rey.

¿Suena poco confuso? Lo es. De nuevo, cuando el pueblo de Dios se aleja de Él, la confusión y el caos marcan los tiempos. Una razón por la cual Dios quiere que le obedezcamos y lo honremos es porque generalmente solo hace nuestra vida más simple.

Sedequías fue un rey malvado; leemos que él hizo lo malo ante los ojos de Jehová. 2 Crónicas 36:11-20 nos cuenta más acerca de la maldad de Sedequías, que él no escuchó a Jeremías ni a otros mensajeros de Dios. Sedequías y todos a su alrededor se burlaron e ignoraron el mensaje de Dios.

Sedequías rechazó tanto la palabra del Jehová que se rebeló contra el rey de Babilonia. Los profetas fieles como Jeremías advirtieron sobre el gran juicio de Dios que pronto vendría a través de los ejércitos de Babilonia, pero Sedequías no escuchó. En cambio, le hizo caso a muchos falsos profetas de aquellos días que predicaban un mensaje de victoria y triunfo. Ellos dijeron: “¡No te preocupes! Dios nos ha librado antes de nuestros enemigos, y nos librará de los babilonios”.

No fue cierto. El juicio venía contra Judá y Jerusalén, pero Sedequías estaba tan convencido por los falsos profetas que incluso se rebeló contra el rey de Babilonia, pensando que Dios estaba con él.

Sedequías estaba trágicamente equivocado. Leemos que, con respecto a Judá y Jerusalén, Dios los echó de su presencia. La paciencia de Dios se había agotado y Él permitió, incluso dirigió, la conquista del reino de Judá.

Muchas personas hoy cometen el mismo error que cometió el rey Sedequías. En lugar de escuchar las advertencias de Dios, confían en falsas promesas presentadas por falsos profetas. La verdad es que se hará la voluntad de Dios y no hay nada que podamos hacer para detenerla. Lo que podemos hacer es arrepentirnos y creer en Jesucristo, poniéndonos del lado correcto de su palabra y voluntad.

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Loving or Hating God's Word

Amar u odiar la Palabra de Dios

E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho. (2 Reyes 23:37)

Josías era un gobernante de Judá, el reino de las dos tribus del sur de los hijos de Israel. Los asirios conquistaron el reino del norte, pero el reino del sur de Judá duró más de 100 años después de la caída del reino del norte de Israel.

El reinado de Josías fue como una luz brillante durante una temporada oscura. Existieron reyes malos antes y después que él, pero Josías era diferente. Amaba al Señor, amaba y honraba la palabra de Dios. El avivamiento espiritual que vino en los días de Josías comenzó cuando volvieron a la Palabra de Dios. En el mejor sentido, fue un movimiento “de vuelta a la Biblia”.

Loving or Hating God's Word

Eventualmente, Josías murió en la batalla contra Egipto. Antes del tiempo de Josías, muchos líderes en Judá pensaron que Egipto los protegería del creciente poder del Imperio de Babilonia. Los profetas como Jeremías advirtieron a Judá que no confiara en Egipto, y Josías se resistió a ellos, pero murió en la batalla contra Egipto.

Después de la muerte de Josías, los siguientes reyes de Judá fueron terribles. La gente exigió hasta que el tercer hijo mayor de Josías, llamado Joacaz, fue coronado rey de Judá. Joacaz fue un desastre; Él fue la elección del pueblo, no el hombre de Dios. Reinó solo por tres meses. 2 Reyes 23:32 dice que “hizo lo malo ante los ojos de Jehová”. Su reinado fue interrumpido cuando el faraón de Egipto lo retiró de Jerusalén y lo encarceló.

Faraón entonces tomó a otro hijo de Josías, Joacim, uno de los hermanos mayores encarcelados de Joacaz, y lo convirtió en el rey títere de Judá. Faraón también forzó impuestos enormes sobre el reino de Judá. Incluso cuando se vieron obligados a pagar estos impuestos a Egipto, Joacim construyó egoístamente un nuevo palacio, y lo hizo por medio del trabajo de esclavos.

Lo que dice 2 Reyes 23:37 acerca de Joacim es cierto: Hizo lo malo ante los ojos de Jehová. Joacim, como su hermano Joacaz, no siguió el ejemplo piadoso de su padre Josías.

Jeremías 36:22-24 describe la gran impiedad de Joacim, incluso cómo quemó un rollo de la palabra de Dios. El profeta Jeremías le dijo al rey Joacim que Dios enviaría a los babilonios a conquistar Judá y Jerusalén, y lo haría para disciplinar y humillar a sus gobernantes y personas orgullosas y desobedientes.

A Joacim no le gustó lo que Dios dijo, así que quemó el rollo donde estaba escrita la palabra. No fue el primero en odiar la palabra de Dios e intentar destruirla, pero no tuvo éxito. La Biblia nos dice que la Palabra de Dios dura para siempre. Ningún rey puede destruirla. En cambio, aquellos que resisten a Dios y a su palabra son finalmente destruidos en su rebelión.

Josías honró la palabra de Dios; su hijo Joacim literalmente la quemó. Siempre queremos estar del lado de quienes aman la palabra de Dios, no de quienes la odian.

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Comfort Greater than Death

Consuelo mayor que la muerte

Tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová… Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar.  (2 Reyes 22:19, 20)

El joven rey Josías lideró un avivamiento significativo en los últimos días del reino de Judá. Tuvo el celo de reparar y restaurar el templo, y cuando hicieron ese trabajo descubrieron el libro olvidado de la ley: la palabra de Dios a través de Moisés y otros libros tempranos del Antiguo Testamento.

Cuando Josías escuchó el mensaje de esos libros, sintió inmediatamente la convicción de su pecado. Estaba claro cuán lejos se habían alejado del camino de Dios, y él rasgó su ropa y lloró como si alguien querido hubiera muerto. Josías no se detuvo ante un sentimiento de tristeza, sino que buscó ver lo que la palabra de Dios le diría. Buscaron a la profetisa Huldah, y ella le dijo que el juicio vendría sobre Judá por todos sus grandes pecados contra Dios y el pacto que Israel hizo con Él.

Comfort Greater than Death

Esa fue una mala noticia; sin embargo, había buenas noticias también. Dios hizo algunas promesas reconfortantes a Josías, porque su corazón era tierno. El corazón de Josías se enterneció de dos maneras. Primero, fue tierno a la palabra de Dios y pudo recibir la voz convincente del Espíritu Santo. Segundo, era sensible al mensaje de juicio de Huldah descrito en los versículos anteriores.

Este fue el consuelo de Dios para Josías: serás llevado a tu sepulcro en paz. Es cierto que Josías murió más tarde en la batalla (2 Reyes 23: 28-30), hay al menos tres formas en que esto fue cierto.

– Josías murió antes que el gran desastre espiritual y el exilio llegó a Judá.
– Josías se reunió con los espíritus de sus padres, que estaban en paz.
– Josías murió a favor de Dios, aunque fue por la mano de un enemigo.

El consuelo de Dios se agregó a Josías cuando dijo: no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Esta fue la misericordia de Dios con Josías. Su propia piedad y su corazón tierno no podían detener el juicio de Dios, pero podrían retrasarlo. El juicio inevitable a veces se retrasa debido a los tiernos corazones del pueblo de Dios.

Supongo que alguien podría decir: “¿Qué consuelo fue todo esto? Josías murió de todos modos, y el juicio todavía vino sobre el reino de Judá”. Esa objeción olvida que nuestro destino común es morir, nadie puede escapar de eso. Sin embargo, Dios puede mostrar misericordia y amabilidad tanto en el tiempo como en las circunstancias de nuestro fallecimiento.

Josías nos muestra que nuestro humilde arrepentimiento nunca es para nada. Dios siempre encuentra una manera de acercarse a quienes se acercan a Él y de bendecir a quienes lo buscan.

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Huldah the Prophetess

La profetisa Hulda

“Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda… y hablaron con ella. Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió a mí: Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él […]

God's Word

El poder de la palabra de Dios

Entonces dijo el sumo sacerdote Hilcías al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán, y lo leyó … Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey. (2 Reyes 22:8, 10)

2 Reyes 22 comienza la historia de Josías, uno de los mejores reyes de Judá. Durante su tiempo, hubo un arrepentimiento y un avivamiento maravilloso en Jerusalén y toda Judá. Estos versículos nos muestran que comenzó cuando hallaron el libro de la ley en la casa de Jehová.

God's Word

Es triste pensar que alguna vez perdieron la palabra de Dios, que el libro tenía que ser hallado. Según Deuteronomio 31:24-27, debía haber una copia de este libro de la ley al lado del arca del pacto, comenzando en los días de Moisés. La palabra de Dios estaba con Israel, pero fue muy descuidada en aquellos días.

Era tan descuidada que 2 Reyes 22:8 nos tiene que decir que lo leyó. Parece notable que esto fuera digno de mención: que el sumo sacerdote encontró la palabra de Dios y un escriba la leyó. ¡Era una noticia sobre la que valía la pena escribir!

Mejor aún, lo leyó Safán delante del rey. Vemos que la palabra de Dios se dispersó. Había sido olvidada y considerada como nada más que un libro viejo. Ahora fue encontrada, leída y compartida. Debemos esperar el avivamiento espiritual y la renovación a seguir.

A través de la historia del pueblo de Dios, cada vez que la palabra de Dios es recuperada y difundida, sigue avivamiento espiritual. Puede comenzar tan simple como lo hizo en los días de Josías, con un hombre encontrando y leyendo, creyendo y compartiendo el Libro.

Otro ejemplo de esto en la historia se ve en la historia de Peter Waldo y sus seguidores, a veces conocidos como Waldenses. Waldo fue un comerciante rico que vivió en el siglo XII y renunció a su negocio para seguir radicalmente a Jesús. Contrató a dos sacerdotes para traducir el Nuevo Testamento al lenguaje común y, utilizando, comenzó a enseñar a otros. Enseñaba en las calles o donde pudiera encontrar a alguien que lo escuchara.

Mucha gente común vino a escucharlo y comenzó a seguir radicalmente a Jesucristo. Waldo les enseño el texto del Nuevo Testamento en el lenguaje común y fue reprendido por los funcionarios de la iglesia por ello. Él ignoró la reprimenda y continuó enseñando, eventualmente enviando a sus seguidores de dos en dos a pueblos y mercados, para enseñar y explicar las Escrituras.

Las Escrituras fueron memorizadas por los Waldenses, y no era inusual que sus ministros memorizaran todo el Nuevo Testamento y grandes secciones del Antiguo Testamento. La palabra de Dios –cuando se encuentra, se lee, se cree y se difunde– tiene este tipo de poder transformador. ¡Léela y créela hoy!

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surprising repentance

Un arrepentimiento sorprendente

Los demás hechos de Manasés, y todo lo que hizo, y el pecado que cometió, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el huerto de su casa, en el huerto de Uza, y reinó en su lugar Amón su hijo. (2 Reyes 21:17-18)

Claramente, Manasés fue uno de los peores gobernantes sobre el reino de Judá. Los versículos que leemos aquí mencionan todo lo que hizo, y el pecado que cometió. Estos grandes pecados fueron el terrible legado de Manasés, quien era el hijo de uno de los mejores reyes de Judá (Ezequías).

surprising repentance

Sin embargo, hay una pista interesante acerca del resto de la historia de Manasés en las palabras, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2 Crónicas 33: 11-19 describe un arrepentimiento extraordinario por parte de este rey pecador.

Como Manasés y el pueblo de Judá no escuchaban las advertencias de Dios, el Señor permitió que los babilonios ataran al rey y lo llevaran cautivo a Babilonia. Ahí es donde la historia toma un giro inesperado.

En Babilonia, luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres (2 Crónicas 33:12) y Dios respondió a su oración y lo devolvió al trono. De una manera que nunca había conocido, Manasés llegó a conocer al Señor.

Manasés luego demostró que su arrepentimiento era genuino al quitar los ídolos y los dioses extranjeros de Jerusalén, y mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel (2 Crónicas 33:16).

Este es un maravilloso ejemplo del principio: Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (Proverbios 22: 6). Manasés fue criado por un padre piadoso, pero vivió desafiando la fe de su padre por la mayor parte de su vida. Sin embargo, al final de sus días, se arrepintió y sirvió a Dios. De esta manera, podemos decir que era muy cierto que durmió Manasés con sus padres.

Sin embargo, su arrepentimiento fue demasiado tarde para cambiar la nación. Parece que la gente se endureció en sus formas, y en su conjunto no siguieron el ejemplo de arrepentimiento de Manasés. En lo que respecta al efecto sobre la gente, el malvado Manasés tuvo más impacto que su arrepentimiento en la vejez.

Peor aún, el arrepentimiento de Manasés pasó demasiado tarde para cambiar el destino del reino. Años después, cuando Jerusalén finalmente cayó ante los babilonios, 2 Reyes 24:34 culpa a Manasés y sus pecados.

Es maravilloso cuando la gente se mueve al arrepentimiento tarde en la vida. Sin embargo, cuanto más tiempo vivamos en desobediencia, más probabilidades tendremos de enfrentar consecuencias por el pecado. Es otra razón para arrepentirse mejor pronto que tarde.

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