Liberados para un propósito

Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida (Hechos 5:19-20).

Dios estaba obrando de una manera poderosa a través de los apóstoles, y a los líderes religiosos de Jerusalén no les gustó. Hechos 5:17-18 dice que el sumo sacerdote arrestó a los apóstoles y los puso a todos en la cárcel.

No estuvieron mucho tiempo en prisión. Leemos: mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos. Esto fue fácil de arreglar para Dios. Todos los ángeles son espíritus ministradores enviados para ministrar a aquellos que heredarán la salvación (Hebreos 1:14). Dios envió a este ángel para ministrar a los apóstoles. Las puertas cerradas no son nada para Dios ni para aquellos a quienes Él usa.

 

Para hacer el trabajo, Dios envió a un ángel. Posiblemente, solo entendieron que se trataba de un ángel cuando lo vieron en retrospectiva. Los ángeles a menudo tienen apariencia humana, y puede que no siempre sea fácil reconocer a un ángel (como en Lucas 24:3-7 y Hebreos 13:2).

El ángel no solo abrió puertas, también tenía un mensaje: Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida. El ángel los liberó de la prisión, pero no iba a hacer la obra de predicar. Eso dependía de los apóstoles y también de nosotros.

Su rescate de la prisión fue maravilloso, pero con un propósito  para que pudieran continuar con su trabajo. Dios no los liberó principalmente por su seguridad o comodidad. Fueron puestos en libertad por una razón. En el futuro, no siempre fueron liberados.

La historia posterior de estos apóstoles y otros asociados con ellos en la iglesia primitiva, muestra que a veces Dios libera a través de milagros, otras veces no. De acuerdo con la historia y la bastante confiable tradición de la iglesia, los ángeles milagrosos no siempre los libraron.

– Mateo fue decapitado con una espada.
– Marcos murió en Alejandría después de ser arrastrado por las calles de la ciudad.
– Lucas fue colgado de un olivo en Grecia.
– Juan murió de muerte natural, pero intentaron hervirlo en aceite, aunque no tuvieron éxito.
– Pedro fue crucificado boca abajo en Roma.
– Santiago fue decapitado en Jerusalén.
A Jacobo el Menor lo lanzaron desde lo alto y luego lo golpearon con palos.
Felipe fue ahorcado.
– Bartolomé fue azotado y golpeado hasta la muerte.
– Andrés fue crucificado y predicó a todo pulmón a sus perseguidores hasta que murió.
– Tomás fue atravesado con una lanza.
– Judas fue asesinado con las flechas de un verdugo.
– Matías fue apedreado y luego decapitado – al igual que Bernabé.
– Pablo fue decapitado en Roma.

Esto nos recuerda que debemos confiar en Dios para cosas milagrosas y desear verlas cada vez más; pero hacemos esto sabiendo que Dios también tiene un propósito cuando no libra con mano milagrosa. También vemos que nosotros, como los apóstoles, somos liberados con un propósito no simplemente para vivir para nosotros mismos.

Haz clic aquí para el comentario de David de Hechos 5

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