Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor (1 Corintios 16:13–14).
Hacia el final de esta carta a los discípulos de Jesús en Corinto, Pablo quería despertar en ellos el sentido de la responsabilidad y el valor para la vida cristiana. En estos dos versículos, Pablo les dijo que hicieran cuatro cosas y luego les dio un principio general sobre cómo debían hacer las cuatro cosas.
Cada una de las cuatro cosas era de naturaleza militar y describían lo que haría un soldado.
Los cristianos deben velar. Deben estar continuamente en guardia y vivir de tal manera que no sean sorprendidos por las dificultades o por grandes bendiciones, como el regreso del Señor Jesucristo. Jesús ordenó a sus discípulos que velaran (Mateo 24:42, 26:41, Marcos 13:37).
Los cristianos deben estar firmes en la fe. La idea es que hay muchas cosas que sacudirían o moverían a un creyente de su base segura en la fe cristiana. Esto también tiene el sentido de soldados de pie juntos, listos para enfrentar y luchar contra el enemigo. Unos pocos soldados dispersos pueden significar la derrota. Así como un soldado necesita una posición firme en la batalla, los discípulos de Jesús necesitan estar firmes. Pablo advirtió a los creyentes que se mantuvieran firmes en su libertad en Jesús (Gálatas 5:1), en la unidad cristiana (Filipenses 1:27), en el Señor mismo (Filipenses 4:1) y en la enseñanza de los apóstoles (2 Tesalonicenses 2:15).
Los cristianos deben portarse varonilmente. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde se usa esta palabra (andrizomai). Literalmente significa “actuar como un hombre”. Hay lugar para que todos los discípulos de Jesucristo, hombres y mujeres, elijan el coraje que debe tener un soldado valiente en su tiempo de batalla: inquebrantable, presionando hacia adelante. Esta cualidad es especialmente necesaria entre los hombres cristianos, pero no se limita a ellos.
Los cristianos deben esforzarse. La fuerza del creyente no proviene de sus propios recursos, sino del Señor y de su poder. Podemos ser fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10, 2 Timoteo 2:1). La fortaleza de los creyentes individuales ayuda a la iglesia de Jesucristo como un todo.
Esas cuatro cosas son importantes para el soldado y, por analogía, para los discípulos de Jesucristo: prontitud, firmeza, valentía y fortaleza. Sin embargo, para el soldado, hay un sentido en el que son suficientes, pero no para el cristiano. Para el seguidor de Jesucristo, toda la vigilancia, toda la firmeza, toda la valentía y toda la fuerza apropiadas para el soldado pueden no significar nada sin amor. Por eso Dios nos dijo: todas vuestras cosas sean hechas con amor. Si el cristiano pierde el amor, lo pierde todo (1 Corintios 13:1-3).
Querido hermano o hermana en Jesucristo, toma en serio tu responsabilidad como soldado de Dios. Sin embargo, date cuenta de que eres una clase especial de soldado, uno que necesita hacerlo todo con amor. Con la ayuda de Dios, lo haremos.