A. La mujer Samaritana.
1. (1-4) Jesús viaja de Judea a Galilea, pasando por Samaria.
Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria.
a. Cuando, pues, el Señor entendió… salió de Judea: Jesús sabía que debido a su creciente prominencia y popularidad, pronto habría una confrontación con las autoridades religiosas (entre las cuales estaban los fariseos). Sin embargo, Jesús sabía que el tiempo aún no era el indicado para una confrontación en Jerusalén, así que regresó a Galilea.
b. Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos): La labor de bautismo de Jesús se mencionó primero en Juan 3:22. Jesús consideraba importante también realizar la labor de bautismo de Juan como demostración del arrepentimiento y purificación en preparación para el Mesías. Aquí nos enteramos que la verdadera labor de bautismo, Jesús la delegaba a sus discípulos.
i. Esto también significa que cuando los discípulos comenzaron la práctica del bautismo cristiano en el pentecostés (Hechos 2:41), su experiencia previa de bautizar estaba en conexión con el arrepentimiento, purificación, e identificación con la obra del Mesías.
ii. “Al bautizar, él autentificaba la unidad de su labor con la de su precursor. Al no bautizar él mismo, hacía que se sintiera la superioridad de su posición sobre la de Juan el Bautista” (Godet, citado por Morris).
c. Le era necesario pasar por Samaria: Aunque el camino a través de Samaria era la ruta más corta de Jerusalén a Galilea, los judíos piadosos la evitaban con frecuencia. Lo hacían porque había una profunda desconfianza y desagrado entre muchos de los judíos y los samaritanos.
i. Cuando los babilonios conquistaron al reino del sur de Judá, tomaron a casi toda la población cautiva, exiliándolos al Imperio de Babilonia. Lo único que dejaron atrás fueron a las clases más bajas de la sociedad, porque no querían a esta gente poco apreciada en Babilonia. Estos que fueron dejados atrás se casaron con otras personas no-judías que fueron llegando poco a poco a la región, y de ahí surgieron los Samaritanos como un grupo étnico y religioso.
ii. Como los samaritanos tenían una conexión histórica con el pueblo de Israel, su fe era una combinación de las leyes y rituales de la Ley de Moisés, combinada con varias supersticiones. La mayoría de los judíos del tiempo de Jesús despreciaban a los samaritanos, les desagradaban aún más que los gentiles – porque eran religiosamente hablando, “mestizos” que tenían una fe eclética y mezclada. Los samaritanos construyeron su propio templo para Yahvé en el Monte Gerizim, pero los judíos lo quemaron alrededor del 128 a.C. Evidentemente esto hizo que las relaciones entre judíos y gentiles empeoraran aún más.
iii. “Su ruta de Jerusalén a Galilea pasaba por la región más allá del Jordán. Esto era considerablemente más largo, pero evitaba contacto con los samaritanos. Los que no eran tan estrictos atravesaban Samaria.” (Morris)
iv. Dice que Jesús necesitaba pasar por Samaria. La necesidad no era debido a arreglos de viaje ni a necesidades prácticas, sino porque había personas ahí que necesitaban escucharlo.
2. (5-7) Jesús llega a un pozo en Sicar de Samaria.
Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
a. Estaba allí el pozo de Jacob: La ciudad de Sicar era la antigua Siquem, y era la ciudad capital de los samaritanos.
· Aquí es donde Abraham llegó por primera vez cuando llegó a Canaán de Babilonia. (Génesis 12:6)
· Aquí es donde Dios se le apareció por primera vez a Abraham en Canaán, y renovó la promesa de darle la tierra a él y sus descendientes. (Génesis 12:7)
· Aquí es donde Abraham edificó un altar e invocó el nombre del Señor (Génesis 12:8)
· Aquí es donde Jacob llegó a salvo cuando regresó con sus esposas e hijos de su estancia con Labán. (Génesis 33:18)
· Aquí es donde Jacob compró un pedazo de tierra al caananita llamado Hamor, por 100 piezas de plata (Génesis 33:19)
· Aquí es donde Jacob edificó un altar al Señor, y lo llamó El-Elohe-Israel (Génesis 33:20) Esto estableció la conexión entre Jacob y lo que se conoce como el pozo de Jacob ahí en Sicar.
· Sicar (Siquem) también fue el lugar donde Dina, la hija de Jacob, fue violada – y los hijos de Jacob masacraron a los hombres de la ciudad como venganza. (Génesis 34)
· Esta era la heredad que Jacob dio a su hijo José, tierra que Jacob había conquistado de los Amonitas con su espada y arco en una batalla no registrada. (Génesis 48:22)
· Aquí es donde los huesos de José fueron eventualmente enterrados cuando fueron trasladados desde Egipto. (Josué 24:32)
· Aquí es donde Josué hizo un pacto con Israel, renovando su compromiso con el Dios de Israel, y proclamando, pero yo y mi casa serviremos a Jehová. (Josué 24)
i. “Algunos piensan que Sicar, que significa ‘borracho,’ fue originalmente un nombre despectivo aplicado por los judíos a Siquem.” (Alford)
b. Cansado del camino: Después de un largo día de caminata, Jesús estaba cansado. Juan ha sido cuidadoso de mostrarnos que Jesús es Dios, pero también quería que supiéramos que Jesús no era un super-humano. Jesús genuinamente se sometió a nuestras limitaciones humanas.
i. Se sentó así junto al pozo: “Esa pequeña palabra así parece tener una fuerza difícil de reproducir en español. Aparentemente tiene la intención de realzar la idea de cansancio total.” (Maclaren)
ii. “Mientras que el evangelista insiste en que fue el Verbo divino el que se volvió carne en Jesús, al mismo tiempo insiste en que en lo que el verbo divino se convirtió fue en carne.” (Bruce)
iii. Este ‘manantial’ de Jacob es sin duda lo que se conoce hoy en día por los samaritanos, judíos, cristianos, y musulmanes como el ‘manantial’ o ‘pozo’ de Jacob.’” (Trench)
c. Era como la hora sexta: Por el cálculo que Juan utilizó, esto fue alrededor de mediodía, durante el calor del día. Jesús, cansado y con calor, habría querido una bebida refrescante.
3. (7-9) Jesús habla con una mujer samaritana.
Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
a. Vino una mujer de Samaria a sacar agua: Esta mujer vino por agua a una hora inusual y lo hizo sola. Por lo general, las mujeres iban por agua más temprano en el día e iban en grupos. Tal vez hubo una necesidad repentina, o tal vez era una marginada social, rechazada por las otras mujeres de la comunidad.
i. “Las mujeres usualmente iban a obtener agua acompañadas, y a una hora más fresca del día.” (Bruce)
ii. Adam Clarke extendió esta idea: “Los judíos dicen que los que deseaban encontrar esposas iban a los pozos donde las jóvenes acostumbraban a ir y sacar agua; y se dice que también las mujeres de mala fama frecuentaban esos lugares.”
iii. Con todo, esta mujer es un personaje fascinante. “Ella es de edad madura, y había tenido un pasado de no muy buena reputación. Es frívola, dispuesta a habar con extraños, con una lengua veloz para convertir las cosas graves en burlas; y sin embargo posee, oculta bajo masas de vanidades impuras, una conciencia y un anhelo de algo mejor de lo que tiene.” (Maclaren)
iv. Los discípulos se habían ido a la ciudad, tal vez pasando a la mujer en su camino al pueblo. “Podemos estar seguros de que en esta etapa de sus vidas Pedro y los otros nunca se hubieran desviado del camino por ninguna mujer, mucho menos una samaritana y tal vez con una moral muy baja. Quizás la habían hecho a un lado o la habían hecho esperar mientras el cuerpo de galileos marchaba por ahí.” (Boice)
b. Jesús le dijo: Por tradición, un rabí no hablaba con una mujer en público, ni siquiera con su propia esposa. También era muy inusual que una persona judía de ese tiempo pidiera un favor o aceptara bebida de una copa samaritana. La petición de Jesús sorprendió genuinamente a la mujer. Los discípulos también se sorprendieron de que Jesús le hablara (Juan 4:27).
i. “Los rabís estrictos prohibieron que un rabí saludara a una mujer en público. Un rabí ni siquiera podía hablar con su propia esposa o hija o hermana en público. ¡Incluso había fariseos que eran llamados ‘fariseos moreteados y sangrantes’ porque cerraban sus ojos cuando veían a una mujer en la calle y por lo tanto chocaban con paredes y casas!” (Barclay)
c. Dame de beber: Algunas personas piensan que Dios es más glorificado cuando la participación humana es más excluida. Sin embargo Jesús no disminuyó su gloria ni un poco al pedirle ayuda y cooperación a la mujer samaritana. Ya que obró para el cumplimiento del propósito divino, el Padre y el Hijo fueron de lo más glorificados en esta muestra de amor y bondad a la mujer.
i. Dame de beber: “Él está consciente de que la manera de ganar un alma es a menudo solicitándole un servicio.” (Godet, citado en Morris)
ii. En todo esto, vemos muchas de las aparentes paradojas de la obra de Jesús.
· Él que da descanso está cansado.
· Él que es el Mesías de Israel le habla a una mujer samaritana.
· Él que es el agua viva pide agua de un pozo.
iii. “Él sentía que su poder milagroso debía ser usado para otros, y en su gran obra; pero para sí mismo, su humanidad debía asumir su propia debilidad, debía soportar su propias luchas: así que se contiene de aliviar sus propias necesidades.” (Spurgeon)
iv. Hay muchas razones para creer que ella le dio a Jesús lo que éste le pidió, y de que ella le hizo la pregunta de Juan 4:9 mientras o después de que Jesús se tomara el agua del pozo.
d. ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Inmediatamente, la mujer quedó impresionada con la amabilidad de Jesús. Era inusual para ella escuchar un saludo amable de parte de un hombre judío, pues hablando en general, judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
i. Juan sintió que esto era bien comprendido en su tiempo y que no necesitaba dar más explicaciones. “El odio mortal que subsistía entre estas dos naciones es conocido para todos. Los judíos los maldecían y creían que eran malditos. Su deseo más piadoso para los samaritanos era, que ellos no tuvieran parte en la resurrección; o en otras palabras, que ellos fueran aniquilados.” (Clarke)
ii. Por muchas razones, esta mujer sería despreciada por la mayoría de los líderes religiosos del tiempo de Jesús. Ella era una mujer, una samaritana, y una mujer de dudosa reputación. Sin embargo, en la entrevista con Nicodemo Juan nos mostró, que Jesús tenía algo que decirle al establecimiento religioso. En la reunión con la mujer samaritana en el pozo Juan nos muestra que, Jesús tiene algo que decirle a los rechazados por establecimiento religioso.
4. (10-12) Jesús interesa a la mujer en el agua viva.
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
a. Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: Jesús entabló conversación con la mujer, despertando su curiosidad sobre varias cosas.
· Despertó su curiosidad sobre las cosas de Dios (Si conocieras el don de Dios)
· Despertó su curiosidad sobre quién es Jesús (quién es el que te dice)
· Despertó su curiosidad sobre lo que él podía darle (él te daría agua viva).
i. Hay un principio conectado con las palabras si conocieras… tú le pedirías: Si conocieras más, orarías más.
ii. Hay otro principio en juego: Jesús con frecuencia nos habla como si fuéramos más espirituales o más entendidos de lo que realmente somos. Lo hace a propósito.
b. Él te daría agua viva: En tiempos antiguos llamaban al agua de manantial agua viva porque parecía estar viva cuando brotaba del suelo. A primera vista, podría parecer que Jesús le hablaba a esta mujer sobre un manantial activo cercano. Pero Jesús hizo un juego de palabras con la frase “agua viva,” porque él se refería al agua espiritual que apaga la sed espiritual y da vida.
i. “En el Antiguo Testamento el agua viva a veces es asociada con Jehová. Él es llamado ‘la fuente de agua vivas’ (Jeremías 2:13, 17:13).” (Morris)
ii. “La (reconocidamente más tardía) liturgia samaritana para el Día de la Expiación dice del Taheb (la contraparte samaritana del Mesías judío), ‘El agua fluirá de sus cubetas’ (lenguaje tomado del oráculo de Balaam en Números 24:7).” (Bruce)
c. No tienes con qué sacarla: Al ir al pueblo, los discípulos probablemente tomaron con ellos la bolsa de cuero utilizada como cubeta para sacar agua.
d. Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob: Es difícil decir si la mujer hizo una pregunta sincera, o si era una crítica cínica. Todo depende del tono de su voz. El hecho de que llegara a creer al final de su encuentro con Jesús podría sugerir que fue una pregunta honesta.
5. (13-15) Jesús describe el efecto del agua vida que él ofrece.
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
a. Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed: Jesús sabía que esta mujer – y todos los demás en el pueblo – tenían que ir a ese pozo diariamente para satisfacer su sed natral. Jesús utilizó la sed como una imagen de la necesidad y anhelo espiritual que todos tienen.
b. Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás: Jesús hizo una oferta maravillosa. Lo que ofreció – a esta mujer y a cualquiera que bebiera – era algo que daría satisfacción duradera. La clave es beber del agua que Jesús nos da.
i. Es común que las personas intenten satisfacer esa sed interior creada por Dios con muchas cosas, o con cualquier cosa excepto por lo que Jesús da. La gente está sedienta – ellos quieren, anhelan, buscan, alcanzan; pero solo lo que Jesús da satisface los niveles más profundos del alma y espíritu del hombre.
ii. Beber y sed son imágenes comunes de la provisión de Dios y la necesidad espiritual del hombre. Beber es una acción, pero una acción de recibir– como la fe, es hacer algo, pero no es en sí misma una obra de ganar méritos.
iii. “¿Qué debe hacer un hombre sediento para deshacerse de su sed? Beber. Tal vez no hay mejor representación de fe en toda la Palabra de Dios que eso. El rostro de un hombre puede estar sucio, pero aun así puede beber; puede tener un carácter indigno, pero aun así un trago de agua eliminará su sed. Beber es algo tan sencillo, es incluso aún más sencillo que comer.” (Spurgeon, Buenas noticias para almas sedientas)
iv. Alguien podría objetar: “Yo bebí de lo que Jesús ofrece, y me siento vacío y sediento otra vez.” La respuesta es sencilla: ¡bebe otra vez! Un solo sorbo de Jesús no es lo que satisface por siempre, sino una continua conexión con él.
c. Sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna: El efecto de esta agua hace mucho más que solo satisfacer la sed del que la bebe. También crea algo bueno, algo que da vida al corazón del que la bebe. Se vuelve una fuente de agua que salte para vida eterna.
d. Señor, dame esa agua: La respuesta de la mujer samaritana era lógica, aunque no espiritual. Ella quería evitar el trabajo de ir al pozo todos los días. Fue como si respondiera “Jesús, si quieres hacer mi vida más fácil y más conveniente, entonces estoy dispuesta ¡Dámela!”
6. (16-19) Jesús le habla de su vida pecaminosa.
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
a. Ve, llama a tu marido, y ven acá: Esta no era una petición extraña. En esta conversación extendida y pública con la mujer, Jesús estaba forzando los límites de la decencia cultural. La conversación sería más culturalmente apropiada si el esposo de la mujer estuviera presente.
b. No tengo marido. . . cinco maridos has tenido: La mujer declaró no tener marido – lo cual era técnicamente verdad, pero Jesús sabía – sobrenaturalmente – que había mucho más de la historia que el historial de matrimonio de la mujer.
i. “Cristo tiene diferentes puertas para entrar a las almas de las diferentes personas. En algunos, entra por el entendimiento, en muchos, por las afecciones. Para algunos, llega por el lado del miedo, para otros, por el de la esperanza; y para esta mujer vino por el camino de la conciencia.” (Spurgeon)
c. Y el que ahora tienes no es tu marido: Jesús sacó a relucir este embarazoso tema porque su vida pecaminosa debía ser confrontada. Esta mujer tenía que decidir que amaba más: su pecado o al Mesías.
i. Cuando Jesús dijo que el hombre con quien ella vivía no era su “marido,” Jesús mostró que vivir juntos y matrimonio no son la misma cosa. Jesús también mostró que solo porque alguien llame a una relación matrimonio, no significa que Jesús lo considere como tal.
ii. “Estoy persuadido de que se ha encontrado el relato correcto, al ver esta orden, como el primer paso para concederle su petición, ‘dame de esta agua.’ El primer trabajo del Espíritu de Dios, y de aquel que hablaba aquí en la llenura de ese Espíritu, es convencer de pecado.” (Alford)
d. Señor, me parece que tú eres profeta: Esta era una observación evidente de la mujer. Ella estaba sin duda sorprendida; tal vez aturdida ante el hecho de que Jesús tuviera conocimiento sobrenatural de su vida.
i. “Hubiera sido mejor si ella hubiera percibido que era una pecadora.” (Spurgeon)
7. (20-26) La mujer samaritana y Jesús discuten sobre la adoración.
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
a. Nuestros padres adoraron en este monte: Es posible que esta fuera una fuente genuina de confusión y un obstáculo para ella, pero es más probable que esta fuera simplemente una evasiva, intentando evitar el tema de sus muchos esposos anteriores y del que actualmente no era su esposo.
i. Si ella ofreció aquí un argumento sobre los lugares de adoración, Jesús no mordió el anzuelo. Él estaba más interesado en ganar un alma que en ganar un argumento.
b. Vosotros adoráis lo que no sabéis: Los samaritanos creían que Moisés comisionó un altar en el Monte Gerizim, la montaña de la bendición – esta era su justificación del sistema de adoración en esa montaña. Pero como en toda fe que intenta combinar elementos de diferentes religiones, ellos adoran lo que no saben.
i. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: “Tanto su ‘vosotros’ como su ‘nosotros’ son enfáticos. Él pone a los judíos y a los samaritanos en un contraste agudo. Y él se asocia a sí mismo, definitivamente, con los judíos.” (Morris)
ii. También, los samaritanos solo aceptaban los primeros cinco libros de la Escritura Hebrea, y rechazaban el resto. “Los samaritanos tomaban lo que querían de la escritura y no prestaban atención al resto.” (Barclay)
c. La hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre: Jesús le habló de un tiempo en el que la adoración ya no se centraría en lugares (ni en Jerusalén ni en el Monte Gerizim). La grandiosa obra de Jesús traería una adoración más grande y más espiritual.
i. Dods dijo de esta promesa, “Uno de los más grandes anuncios hechos por nuestro Señor; y fue hecho a una mujer pecadora.”
ii. “El profético adorarán, aunque abarca en su sentido más amplio a toda la humanidad, puede tomarse principalmente como prediciendo el éxito del evangelio en Samaria, Hechos 8:1-26.” (Alford)
d. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren: Con estas palabras Jesús describió la base de la adoración verdadera: no se encuentra en lugares ni adornos, sino en espíritu y en verdad.
i. Adorar en espíritu significa que usted está preocupado con las realidades espirituales, no tanto con los lugares o con los sacrificios externos, purificaciones, y adornos.
ii. Adorar en verdad significa que usted adora de acuerdo a todo el consejo de la palabra de Dios, especialmente a la luz de la revelación del Nuevo Testamento. También significa que usted se acerca a Dios en verdad, no pretendiendo o como una simple muestra de espiritualidad.
e. Yo soy, el que habla contigo: Aunque esta mujer era una pecadora, Jesús se reveló a ella. Jesús se revela a los pecadores.
8. (27-30) La mujer le cuenta a sus vecinos.
En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella? Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
a. En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer: Los discípulos se sorprendieron de que Jesús forzara los límites de la decencia cultural con su extensa conversación con la mujer samaritana. Sin embargo – probablemente sintiendo que era correcto y apropiado – no cuestionaron a Jesús sobre esto.
i. Sin embargo, ninguno dijo: “Su silencio se debió a su reverencia. Ya habían aprendido que tenía razones para sus acciones que podían no estar en la superficie.” (Dods) “Habían aprendido lo suficiente como para saber que, aunque Jesús no siempre respetaba las costumbres de los rabís, tenía buenas razones para hacer lo que hacía.” (Morris)
b. Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad: Tal vez sintiendo el silencio y la incomodidad de los discípulos, la mujer dejó su conversación con Jesús y regresó a la ciudad de Sicar. Se fue tan impresionada de su tiempo con Jesús (y tan segura de que regresaría a él) que dejó su cántaro en el pozo.
i. El cántaro que dejó atrás es el tipo de detalles que recuerda un testigo ocular. Siendo uno de los discípulos que vio esto, Juan recuerda este evento claramente.
c. Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Jesús impresionó tanto a esta mujer que se sintió compelida a decirles a las personas de su ciudad que debían ir al pozo y conocer a Jesús. Jesús la impresionó y la atrajo, a pesar de que él la confrontó con su pecado (me ha dicho todo cuanto he hecho).
i. La mujer samaritana estaba tan impresionada con el amor de Jesús que ahora ella buscaba a sus vecinos, incluso cuando antes ellos la habían tratado como una marginada. “Si ella había evitado la compañía de sus vecinos antes, ahora era una mujer cambiada; ella debe buscarlos y compartir la noticia con ellos.” (Bruce)
ii. La mujer samaritana estaba tan impresionada con el amor de Jesús – incluso cuando él la confrontó con su pecado – que se olvidó de que hubiera preferido que todos los demás se olvidaran de todo cuanto he hecho. “Esta perdonable exageración indica la profunda impresión que el conocimiento que Jesús tenía de su vida personal había hecho en ella.” (Morris)
iii. Jesús mostró tanto amor y tal sensación de seguridad que ella se sintió segura con él incluso cuando su pecado fue expuesto. Es importante para los seguidores de Jesús darle a las personas en la actualidad un lugar seguro donde confesar su pecado, arrepentirse, y poner su confianza en Jesús.
iv. Toda la interacción con Jesús no la dejó con la impresión, “me odia” o “me juzga” o “no me quiere cerca.” La dejó con la impresión de que muy posiblemente, Jesús era quien decía ser: El Mesías, El Cristo (Yo soy, el que habla contigo, Juan 4:26).
v. Me ha dicho todo cuanto he hecho: “Los judíos creían que una característica esencial del Mesías sería que sería capaz de saber los secretos de todos los corazones. Ellos creían que esto había sido predicho en Isaías 11:2-3.” (Clarke) No es irracional pensar que algunos de los samaritanos creían cosas similares sobre el Mesías.
d. Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él: La invitación de la mujer fue efectiva. Las personas fueron cuando ella les dijo quién era Jesús y cómo había impactado su vida con su breve conversación.
9. (31-34) Jesús le enseña a sus discípulos la fuente de su fuerza y satisfacción.
Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
a. Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis: Los discípulos fueron por comida a una aldea samaritana, y querían que Jesús comiera lo que le llevaron.
i. “Es bueno para el hombre espiritual olvidar su hambre, pero es igualmente bueno para sus verdaderos amigos recordarle que necesita comer por el bien de su salud, es encomiable para el trabajador que olvide su debilidad y continúe el servicio santo; pero es apropiado para el compasivo y reflexivo interponer una advertencia, y recordar al espíritu ardiente que su cuerpo no es más que polvo. Creo que los discípulos hicieron bien en decir, ‘Maestro, come.’” (Spurgeon)
ii. Jesús no estaba diciendo que la comida, bebida y el descanso no eran importantes. Más bien, quería que sus discípulos supieran que la vida era más que esas cosas; que el hombre no solo se alimenta de pan.
iii. Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis: “Los pronombres son enfáticos: Yo me recargo con un alimento que está oculto para ustedes.” (Dods)
iv. “En estas palabras nuestro Señor reveló el secreto de su fuerza, y el de la debilidad de sus discípulos.” (Morgan)
b. Mi comida es que haga la voluntad del que me envió: Jesús tenía una fuente más grande de fuerza y satisfacción que la comida que comía. Jesús explicó a sus discípulos que su verdadera satisfacción era hacer la voluntad de su Dios y Padre.
i. Jesús no se enfocaba principalmente en el trabajo, la necesidad, la estrategia, las técnicas, ni siquiera en el alma necesitada. Primero y principalmente su enfoque era hacer la voluntad del que me envió. En contraste, Satanás es el máximo ejemplo de alguien que no quiso hacer la voluntad de Dios, sino que afirmó su voluntad en contra de la de Dios (Isaías 14:12-15).
ii. “Ni siquiera dice, ‘Mi carne es hacer la voluntad de mi Padre.’ Él toma una posición inferior que la de hijo, y permanece principalmente sobre su misión, su servicio, y la absorción en la voluntad de Dios que involucraba.” (Spurgeon)
iii. La experiencia innumerables de otros a través de los siglos ha probado que Jesús decía la verdad en esta afirmación. No hay nada más satisfactorio que hacer la voluntad de Dios, lo que sea que eso sea para el creyente particular. Aunque ésto es contrario a nuestra intuición y en contra de nuestro egoísmo natural, es verdadero.
iv. “El hombre del mundo piensa que, si pudiera salirse con la suya, sería perfectamente feliz, y su sueño de felicidad en este estado o en el que sigue se compromete en eso, que sus propios deseos serán gratificados, sus propios anhelos cumplidos. Todo ésto es un error. Un hombre nunca será feliz de esta manera.” (Spurgeon)
v. Jesús encontraba gran satisfacción en hacer la voluntad de Dios incluso cuando estaba agotado. De hecho, el hacer la voluntad de Dios conscientemente refrescaría al agotado Jesús. “La sed del cuerpo (y el hambre probablemente, por la hora del día) que nuestro Señor había sentido antes, había sido y fue olvidada al llevar a cabo su obra divina en el alma de esta mujer samaritana.” (Alford)
c. Que acabe su obra: Jesús encontraba satisfacción no solamente iniciando la obra de Dios, sino acabándola. Esto completa la idea iniciada en el versículo anterior.
· Jesús estaba rendido a la voluntad del Maestro.
· Jesús estaba en una misión reconocida.
· Jesús vino a hacer.
· Jesús vino a terminar su obra.
i. Que acabe su obra: “El verbo es semejante al que se usó en la cruz, cuando Jesús clamó ‘consumado es’ (Juan 19:30).” (Morris)
10. (35-38) Jesús enseña a sus discípulos sobre la urgencia del trabajo espiritual y la oportunidad.
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
a. Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega: Esto era un proverbio con la idea de que no hay prisa en particular por una tarea porque las cosas simplemente toman tiempo y uno no puede evitar la espera. Jesús no quería que sus discípulos tuvieran esta mentalidad; quería que pensaran y actuaran como si la cosecha ya estuviera lista.
i. “En griego las palabras ‘aún faltan cuatro meses para que llegue la siega’ tienen una forma rítmica que sugiere que tienen que ver con un dicho popular o proverbio.” (Bruce)
ii. “La cosecha está lista. Los salarios están ahí. No dejen que ningún hombre se quede atrás. Una cosecha no esperará.” (Morris)
b. Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega: Jesús utilizó la idea de la comida y la cosecha para comunicar ideas espirituales. La idea de la siega significaba que hay muchas personas listas para ser recibidas en el reino de Dios, y que los discípulos debían verse a sí mismos como trabajadores – segadores – en esa siega.
i. “Mientras él hablaba, los samaritanos dejaban el pueblo e iban cruzando los campos hacia él. El afán de las personas a quienes los judíos consideraban extraños y rechazados mostraba que eran como grano listo para la siega.” (Tenney)
ii. Jesús le advirtió a sus discípulos que no pensaran, aún faltan cuatro meses para que llegue la siega. Si tenían ojos para verlo, la cosecha ya estaba lista – incluso los campos ya estaban blancos para la siega, lo que implicaba que el grano ya estaba totalmente maduro o más que maduro.
iii. Debemos creer que los campos están blancos para la siega. “Esperen una bendición presente, crean que la tendrán; vayan y trabajen para obtenerla, y no se sientan satisfechos hasta que la tengan.” (Spurgeon)
c. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega: Jesús alentó a sus discípulos en su labor con él por lo menos en tres maneras.
· Su trabajo en la siega será recompensado (el que siega recibe salario)
· El fruto de su trabajo durará por siempre (recoge fruto para vida eterna)
· Todo trabajador de la siega se gozará juntamente en el trabajo.
d. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores: Los discípulos ahora podía recoger una cosecha de inmediato, y cosecharon de unas semillas que ellos no sembraron.
i. Juan el Bautista y Jesús sembraron esas semillas, y en el momento los discípulos tuvieron oportunidad de cosechar. Muchas veces, así es como sucede en la obra de Dios – Uno es el que siembra, y otro es el que siega (1 a los Corintios 3:6-8).
11. (39-42) Muchos samaritanos creen en el Salvador del mundo.
Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
a. Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él: En ese momento ellos no sabían lo suficiente como para confiar en Jesús y su obra en la cruz; pero ciertamente podían creer en él como el Mesías de Dios. Ellos creyeron, y por la palabra de la mujer.
b. Me dijo todo lo que he hecho: La mujer estaba sorprendida no solo de que Jesús conocía hechos de su vida, sino también de que él la amaba a pesar de conocer los hechos de su vida. Nosotros algunas veces tememos que si alguien supiera todo lo que he hecho, no podría amarnos, pero Jesús amó a esta mujer.
c. Se quedó allí dos días: Esto fue notable a la luz de las opiniones de la mayoría de los judíos en el tiempo de Jesús sobre los samaritanos. Ellos consideraban a Samaria y a los samaritanos como un lugar y como unas personas que de ser posible había que evitar, y si era necesario cruzar Samaria, debía ser hecho lo más rápido posible. Sin embargo Jesús se quedó allí dos días.
i. “Que los samaritanos invitaran a un maestro judío a quedarse con ellos, sin miedo al rechazo, muestra cuan completamente se había ganado él su confianza.” (Bruce)
ii. “Durante su estadía su razonamiento y su discurso añadieron en gran medida al número de creyentes y complementó el trabajo de la mujer” (Trench)
d. Y creyeron muchos más por la palabra de él: En los días que Jesús pasó con los samaritanos les enseño, y creyeron muchos más.
i. “Podríamos preguntarnos si esta era la misma ‘ciudad de Samaria’ que fue evangelizada por Felipe unos años después [Hechos 8:5].” (Bruce)
e. Sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo: El notable testimonio de la mujer en el pozo conecto a estos samaritanos de Sicar con Jesús; pero al escucharlo llegaron a una fe personal más profunda en Jesús como Mesías (Cristo) y Salvador del mundo.
i. Salvador del mundo: “No solamente de los judíos, sino también de los Samaritanos, y de todo el mundo gentil.” (Clarke)
ii. “El título ‘Salvador del mundo’ fue por supuesto impulsado por las enseñanzas del mismo Jesús durante su estancia de dos días.” (Dods)
B. La sanidad del hijo del oficial: la segunda señal.
1. (43-46a) Jesús regresa a Galilea.
Dos días después, salió de allí y fue a Galilea. Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra. Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta. Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino
a. El profeta no tiene honra en su propia tierra: Galilea era la tierra de Jesús – donde él creció. Como estás personas se sentían tan familiarizadas con Jesús, no lo honraron de la manera en que debían haberlo hecho. En esto reconocemos que en realidad no estaban familiarizados con Jesús; si lo hubieran estado, lo hubieran honrado aún más.
i. Existe tal cosa como la falsa familiaridad con Jesús; un sentimiento peligroso de que lo sabemos todo sobre él. Pensamientos tan peligrosos como estos nos llevan a una falta de honra hacia Jesús.
ii. Es un poco difícil saber si Juan deseaba asociar el lugar donde Jesús no fue honrado con Judá o Galilea. Se podría hacer un caso para cualquiera de las dos. Claramente los otros Evangelios citan este principio y lo relacionan con Galilea (Mateo 13:57 y Marcos 6:4).
iii. “Por lo tanto se va a Galilea, para evitar fama, testificando de que su propia tierra (Galilea) era, como profeta, menos probable que fuera reconocido.” (Alford)
b. Habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén: Era costumbre para los judíos en Galilea ir a Jerusalén para las fiestas (cumpliendo Éxodo 23:14-17). En este tiempo particular ellos recordaban todo lo que Jesús había hecho en Jerusalén.
i. Tal vez recordaban cuando Jesús volteó las mesas de los comerciantes en los patios exteriores del templo (Juan 2:13-27). Jesús también predijo su propia resurrección (Juan 2:18-22) y realizó muchas otras señales que no se especifican cuando estuvo en Jerusalén (Juan 2:23-25).
ii. “El entusiasmo de los galileos no tenía una base profunda. Esta dependía de las maravillas que surgían de su visión de las señales, no de una realización de que Jesús era en realidad el Cristo, el Salvador del mundo. Por lo tanto su misma aceptación de él es a su manera un rechazo. Le dieron honra de cierta manera, pero no era la honra que se le debía.” (Morris)
2. (46b-48) El oficial y su hijo enfermo.
Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
a. Cuyo hijo estaba enfermo: Para este tiempo Jesús se había establecido en Capernaum (Mateo 4:13 y Juan 2:12). Aunque Jesús estaba en Caná (Juan 4:46a), el oficial viajó alrededor de 20 millas o más (32 kilómetros) desde Capernaum hasta Caná.
i. Un oficial del rey: “Literalmente, ‘una persona de la realeza‘…este hombre probablemente era un oficial de Herodes Antipas.” (Alford)
b. Le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir: Este oficial del rey fue uno de los muchos padres que buscaron a Jesús para ayudar a un hijo afligido. Evidentemente fue la con pasión y urgencia de una padre con un hijo enfermo – y a punto de morir.
i. “¡Qué insulsa y vana fue toda la ostentosa vida en la corte cuando oyó a través de ella, en una voz que amaba tanto, el salvaje y delirante clamor de la fiebre embravecida!” (Morrison)
c. Si no viereis señales y prodigios, no creeréis: Jesús reprendió a los que dependían de las señales y maravillas antes de que pudieran creer. Podría parecer que Jesús fue duro con el hombre que deseaba que su hijo fuera sanado, pero se había encontrado a muchos en Galilea que solo estaban interesados en sus milagros – Por consiguiente cuestionó también a este hombre.
i. Señales y maravillas pueden llevar a una persona a creer en Dios, y pueden validar a un mensajero del cielo – pero también pueden no tener efecto en una persona, y Satanás también puede usar señales y maravillas para mentir (2 Tesalonicenses 2:9).
ii. Las señales y maravillas de Dios evidentemente son cosas buenas, pero no deberían ser el fundamento de nuestra fe. No deberíamos depender de ellas para que nos prueben que Dios es real. En sí mismas, las señales y maravillas no pueden cambiar un corazón; Israel vio señales increíbles en el Monte Sinaí e incluso escuchó la misma voz de Dios (Éxodo 19:16-20:1), sin embargo poco tiempo después adoraron a un becerro de oro (Éxodo 32:1-6).
iii. “Estas palabras insinúan un contraste entre los samaritanos, que creyeron por su palabra, y los judíos que no creerían si no solo a través de señales y prodigios.” (Alford)
3. (49-50) Jesús declara que el hijo del oficial es sano, y el oficial cree la declaración.
El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
a. El oficial del rey le dijo: Este hombre era un oficial del rey, un hombre de gran importancia y prestigio. Toda su importancia y prestigio no significaban nada a la luz de su gran necesidad. Él experimentó el nivelador efecto de la aflicción.
b. Señor, desciende antes que mi hijo muera: En sus palabras anteriores, parecía que Jesús desalentó al hombre de pedir su milagro. Sin embargo esta petición muestra que el oficial entendió que Jesús no tenía la intención de desalentarlo de pedirle ayuda milagrosa, solo desalentar a una fe que solo busca lo milagroso.
i. El oficial no acudió a Jesús utilizando su condición de nobleza, sino en la base de la gran necesidad de su hijo. Acercarse a Jesús como un hombre grande e importante no le ganaría nada delante de él.
ii. “No hizo hincapié en ningún mérito, sino que suplicó por la miseria de su caso. No mencionó que el niño era de noble cuna — eso hubiera sido una muy mala súplica con Jesús; tampoco mencionó que era un niño adorable — eso hubiera sido un argumento patético; sino que le dijo que estaba al borde de la muerte. Su situación crítica era su motivo de emergencia: el niño estaba al borde de la muerte; por lo tanto su padre ruega porque la puerta de la misericordia se abra.” (Spurgeon)
c. Ve, tu hijo vive: Jesús probó duramente la fe de este hombre, forzándolo a creer solo en la palabra de Jesús y no en ninguna demostración externa de lo milagroso. A pesar de la prueba, el hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue (NVI). El oficial demostró que la fe verdadera es simplemente creer la palabra de Jesús.
i. “Era digno de su cuidado el sanar a este niño; era aún más necesario que entrenara y dirigiera al padre a la fe.” (Maclaren)
ii. “Si nuestro Señor hubiera ido con él, como él deseaba, su incredulidad no hubiera sido removida por completo; porque hubiera seguido pensando que su poder no podía llegar de Caná a Capernaum: para poder destruir la incredulidad al instante, y llevarlo a la plenitud de la fe en su poder supremo, lo cura estando aparentemente ausente, con esa energía a través de la cual llena los cielos y la tierra.” (Clarke)
d. Tu hijo vive: Jesús no utilizó ningún efecto dramático en esta curación. Muchas personas ven efectos dramáticos en la obra de Dios; y algunas veces Dios los provee. La verdadera fe puede percibir y aceptar la demostración externa de lo milagroso, pero no la necesita.
4. (51-54) El oficial descubre que su hijo fue sanado y cuándo sucedió.
Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
a. Tu hijo vive: El oficial lo creyó antes de la evidencia, pero la evidencia era evidentemente bienvenida. Uno solo puede imaginar qué noticias tan maravillosas fueron estas para el oficial y saber que, aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive.
i. La prueba de ese milagro era clara. Cuando Jesús declaró que el niño sanó en efecto fue sanado – y de una manera demostrada.
ii. Según sus criados, esto sucedió “Ayer a las siete.” Esto significa que el oficial se tomó su tiempo para regresar de su encuentro con Jesús en Caná a su casa en Capernaum. Su ritmo pausado fue una demostración de fe. Lleno de temor. El oficial corrió de Capernaum a Caná: lleno de fe, caminó de Caná a Capernaum.
iii. “El oficial estaba tan seguro de que su hijo estaba vivo y bien, que no tenía ninguna prisa urgente por volver a casa, como si tuviera que llegar a tiempo para buscar a otro doctor, si Cristo no hubiera tenido éxito; pero tomó su camino sin prisa y con calma, confiado en la verdad de lo que Jesús le había dicho.” (Spurgeon)
b. Y creyó él con toda su casa: El milagroso poder de Jesús desarrolló una fe aún más grande tanto en el oficial como en su familia. Él creyó antes, pero ahora creía más. Su fe se profundizó por su experiencia personal con el poder de Dios.
i. “Sus discípulos creyeron en él después de que el agua fue convertida en vino; el padre y el resto de su familia creyó como resultado de la curación del niño: y en ambos casos el verbo original es un aoristo incipiente ‘pusieron su fe en él’.” (Tasker)
ii. “No sería sencillo profesar fe en Jesús en la corte de Herodes. Tendrá que soportar risas y burlas; y sin duda habrá aquellos que pensarán que había perdido ligeramente la cordura.” (Barclay)
c. Esta segunda señal hizo Jesús: En el Evangelio de Juan las señales son dadas para llevar al lector a la fe (Juan 20:29-31). La relación entre creer y las señales es clara en Juan capítulo 2 y capítulo 4.
· La primera señal persuadió a sus discípulos
· La segunda señal persuadió al oficial judío y a su casa.
· Los samaritanos creyeron sin señal.
i. Las primeras dos señales en el Evangelio de Juan tomaron lugar en Caná de Galilea. La primera fue en la mejor de las fiestas – una boda. La segunda estuvo conectada con la peor de las tragedias – enfermedad y pronta muerte de un niño. Jesús es real en ambos aspectos.
© 2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com