“Les debe pasar por la cabeza a todos los que leen estos discursos preservados por Juan cuán simple se ve el texto, y sin embargo cuán trascendente es la idea incluso cuando es vagamente comprendida. Juan está navegando por las nubes: ¿y nosotros? Es el alimento más fuerte en la biblia.” (Trench)
A. Relacionándose con Jesús cuando él parta.
1. (1-3) Jesús como la vid verdadera.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
a. Yo soy la vid verdadera: Este era un símbolo familiar. Dios repetidamente utilizó una vid como un símbolo de su pueblo en las escrituras hebreas (un ejemplo es Salmos 80:8-9). Sin embargo fue frecuentemente utilizado también en un sentido negativo (como en Isaías 5:1-2,7 y Jeremías 2:21). Justo la semana anterior Jesús enseñó públicamente sobre Israel representándolo como una viña en la parábola de la viña (Mateo 21:33-44).
i. Jesús les decía esto a sus discípulos, probablemente mientras estaban en el aposento alto y se preparaban para irse. Usó la imagen de la vid porque había vides por todos lados en el antiguo Israel. Además, había una gran vid de oro forjada como decoración en el frente del templo que comunicaba la idea de que Israel era la vid de Dios. A su vez, “La vid también era reconocida como un símbolo del Mesías.” (Dods)
ii. En contraste, Jesús es la vid verdadera. Debemos tener nuestras raíces en El (no en Israel) si queremos dar fruto para Dios. En la comunidad del Nuevo Pacto, nuestra primera identificación es en Jesucristo mismo, no en Israel, ni siquiera en la iglesia como tal.
iii. De las muchas imágenes de la relación entre Dios y su pueblo, la imagen de la vid y el pámpano hace hincapié en la dependencia total y en la necesidad de conexión constante. El pámpano depende de la vid mucho más de lo que la oveja depende del pastor o de lo que el niño depende de su padre. Como estaba por dejar a sus discípulos, éste era un mensaje de aliento importante. Él permanecería unido a ellos y ellos a él tan cierto como los pámpanos están conectados con la vid principal.
b. Y mi Padre es el labrador: En el uso de la vid en el Antiguo Testamento como imagen de Israel, Dios el Padre también era presentado como el que cultivaba y manejaba la vid. Dios cumple este rol también para el creyente bajo el Nuevo Pacto.
i. El Participante del Nuevo Pacto tiene relación tanto con el Padre como con el hijo; tanto con la misma vid como con el labrador.
c. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará: Los pámpanos que son removidos nunca permanecieron adecuadamente en la vid, demostrado por el hecho de que no lleva ban fruto.
i. Hay una comprensión alternativa de este pasaje que conlleva cierta consideración. James Montgomery Boice (entre otros) cree que el verbo griego antiguo airo, traducido como, lo quitará es traducido con mayor exactitud como levanta. La idea es que el Padre levanta las viñas no productivas fuera del suelo (como era común en las antiguas prácticas del cuidado de las viñas). Los que cuidaban de las viñas antiguas se aseguraban de levantarlas del suelo para que recibieran más sol y dieran mejor fruto.
ii. “El verbo traducido en algunas versiones como ‘cortar’ (aireo) significa literalmente ‘levantar’ o ‘quitar’; el segundo, ‘podar’ (kathaireo), un compuesto del primero, significa ‘limpiar’ o ‘purificar.’” (Tenney)
d. Todo aquel que lleva fruto, lo limpiará: Esta palabra para limpiará es la misma palabra traducida como purificar en otros lugares. La misma palabra podría aplicar a “podar” o “purificar” en el griego antiguo. El labrador limpia la vid que lleva fruto para que lleve más fruto.
i. “Si se descuida, una vid puede producir una buena cantidad de crecimiento improductivo. Para una mayor productividad es esencial una podada extensa.” (Morris)
ii. “La madera muerta es peor que la falta de fruto, pues la madera muerta puede albergar enfermedad y decadencia… Dios remueve la madera muerta de su iglesia y disciplina la vida del creyente para que se dirija a una actividad fructífera.” (Tenney)
iii. “Y si fuera doloroso sangrar, es peor marchitarse. Mejor ser podado para crecer que cortado para quemarse.” (Trapp)
e. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado: El trabajo de podar y limpiar ya había comenzado con los once discípulos a los que Jesús les hablaba. Ellos habían escuchado y recibido la mayor parte de su enseñanza y estaban en un sentido limpios por la palabra.
i. Al decir ya vosotros estáis limpios, Jesús repitió una idea que mencionó anteriormente esa noche: que hay una purificación inicial, y luego una purificación continua (Juan 13:10).
ii. La palabra de Dios es un agente limpiador. Condena al pecado, inspira santidad, promueve crecimiento, y revela poder para victoria. Jesús continúa lavando a su gente a través de la palabra. (Efesios 5:26)
iii. “El medio por el cual se realiza la poda o la limpieza es la palabra de Dios. Esta condena el pecado, inspira santidad, promueve crecimiento. Cuando Jesús aplicó las palabras que Dios le dio a las vidas de los discípulos, se sometieron a un proceso de poda que removió el mal de ellos y los preparó para un mayor servicio.” (Tenney)
2. (4-5) La relación vital entre el pámpano y la vid.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
a. Permaneced en mí, y yo en vosotros: Jesús hizo hincapié en una relación mutua. No es solo que el discípulo permanezca en el Maestro; el Maestro también permanece en el discípulo. Algo de esta cercana relación se describe en el Cantar de los Cantares 6:3: Yo soy de mi amado, y mi amado es mío.
i. Jesús utilizó esta imagen para asegurar a sus discípulos la conexión continua y la relación a pesar de que estaba por dejarlos. Sin embargo dijo esto de una manera que también indicaba un aspecto de elección por parte de ellos. Permanecer era algo que ellos debían elegir.
ii. “Cuando nuestro Señor dice: Permaneced en mí está hablando de la voluntad, de las elecciones, las decisiones que tomamos. Debemos decidir hacer cosas que nos expongan a él y nos mantengan en contacto con él. Esto es lo que significa permanecer en él.” (Boice)
b. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid: Es imposible que el pámpano lleve fruto si no está conectado a la vid. El discípulo no puede hacer verdadero bien a Dios y a su reino si no se conecta conscientemente y permanece en Jesús.
i. “Toda nuestra savia y seguridad viene de Cristo. El capullo de un buen deseo, la flor de una buena resolución, y el fruto de una buena acción, todos vienen de él.” (Trapp)
c. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: Jesús tal vez dijo esto porque ellos estaban tan acostumbrados a pensar en Israel como la vid y pensaban principalmente en términos de su conexión con Israel. Ahora tenían que pensar en Jesús como la vid, y hacer énfasis en su conexión con él.
d. El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto: llevar fruto es inevitable al permanecer. La calidad y la cantidad del fruto pueden variar, pero la presencia del fruto es inevitable.
i. El propósito del pámpano es llevar fruto. Aunque hay usos para las hojas de parra, las personas no cultivan viñas para ver las hermosas hojas. Se toman la molestia de cultivar, plantar, regar y atender a las viñas para poder disfrutar del fruto. En este sentido, podemos decir que el fruto representa el carácter cristiano (como el fruto del Espíritu de Gálatas 5). La obra de Dios en nosotros y nuestra conexión con él deben ser evidentes por su fruto, y tal vez por mucho fruto.
ii. El fruto también implica reproducción inherente. Virtualmente cada pedazo de fruto tiene semillas en él, semillas que tienen como propósito reproducir más fruto.
iii. El concepto de permanecer no está restringido a nuestro permanecer en Jesús; también incluye su permanencia en nosotros (y yo en él). Es una dinámica mutua que espera que nuestra vida sea espiritual y práctica en conexión vital con Jesús, y que espera que él more en nosotros de una manera activa y real. De ninguna manera yace la responsabilidad de permanecer solo en el creyente.
e. Separados de mí nada podéis hacer: No era que los discípulos no pudieran realizar ninguna actividad sin Jesús. Podían estar activos sin él, así como lo estaban los enemigos de Jesús y muchos otros. Sin embargo ni ellos ni nosotros podemos hacer nada de valor real y eterno sin Jesús.
i. “El ‘Yo soy’ sale en la palabra personal ‘mí,’ y en la afirmación de que todo poder remueve el velo del Omnipotente. Estas palabras significan Dios o no significan nada.” (Spurgeon)
ii. “Es sólo por la unión con él que cualquier pámpano puede dar fruto; una vez que la unión se rompe, la savia ya no fluye; y el fruto en ese pámpano ya no es posible, aunque los residuos de la savia que permanecen en él pueden ser suficientes como para dar hojas y así por un tiempo dar la apariencia de vida.” (Trench)
iii. “Pablo no utiliza el lenguaje de Juan pero expresa la misma verdad cuando dice, ‘y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí’ (Gálatas 2:20), y ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’ (Filipenses 4:13).” (Bruce)
iv. “‘Sin mí nada pueden hacer;’ si esto era verdad de los apóstoles ¡Cuánto más de los oponentes! Si sus amigos no pueden hacer nada sin él, estoy seguro de que sus enemigos no pueden hacer nada contra él.” (Spurgeon)
3. (6-8) El precio de no permanecer y la promesa para los que permanecen.
El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
a. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará: Jesús advirtió a sus discípulos que fracasar en permanecer significa fracasar en la vida. Un pámpano solo tiene vida si está conectado a la vid; un discípulos sólo vive espiritualmente cuando está conectado con el Maestro.
i. Estos verbos describen una progresión para el que no permanece: los echan fuera, se secan, los recogen, echados y quemados. Como en otras parábolas, la imagen que Jesús utilizó aquí no tenía la intención de describir todo un sistema teológico. Sin embargo la progresión es una advertencia sería y significativa del peligro de no permanecer.
ii. El modo de expresarse que Jesús utilizó aquí fue importante. Él no dijo, si alguien no da fruto es echado fuera. Él dijo, el que en mí no permanece, será echado fuera. Él sabe quién permanece y quién no, y esto no puede ser discernido perfectamente por nuestra estimación externa de fruto.
b. Los recogen, y los echan en el fuego, y arden: El pámpano sin vida no da fruto e incluso su madera no sirve para nada. Esta referencia a arder y fuego plantea la asociación del castigo en la vida futura y de las grandes consecuencias de no permanecer.
i. Pensamos en cómo estas palabras habrán impactado a los once discípulos que las escucharon primero. Jesús les dijo que se iría; pero que aun así no se desconectarían de él. La obra del Espíritu Santo, enviado por el Padre, los mantendría conectados a Jesús. Si ellos se desconectaban de él, estarían arruinados – tal vez como Judas lo fue.
ii. Este pasaje es interpretado por lo menos de tres maneras acerca de la seguridad de su posición en Jesús profesada por los discípulos.
· En el primer punto de vista los pámpanos echados fuera son los que, aunque alguna vez fueron creyentes verdaderos, terminaron en el infierno por la falta de permanencia y fruto. Alguna vez fueron discípulos, pero ahora son echados fuera.
· El segundo punto de vista es que los pámpanos que son echados fuera son los que solo aparentaban ser discípulos, y que en realidad nunca permanecieron en Jesús, y por lo tanto van al infierno (como Judas)
· El tercer punto de vista ve a los pámpanos echados fuera como discípulos sin fruto que viven vidas desperdiciadas que en efecto se queman, y este pasaje no se refiere a su destino eterno (como Lot, el sobrino de Abraham)
iii. El énfasis parece claro: no hay verdaderos discípulos que no permanezcan. El pámpano debe permanecer conectado a la vid o no tiene vida y no es de ningún bien duradero.
iv. Los echan en el fuego: “No, ‘arden,’ en ningún sentido de ser consumido; ‘ni debe arder,’ como lo interpreta Lutero.” (Alford)
c. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho: Jesús conectó el principio principal de permanecer a dos ideas mencionadas anteriormente en esta charla en el aposento alto.
· Mis palabras permanecen en vosotros: Jesús conectó el principio de permanecer con la idea de fidelidad a sus palabras, como se mencionó anteriormente en Juan 14:23-24.
· Pedid todo lo que queréis: Jesús conectó permanecer con la idea de oración contestada, como se mencionó anteriormente en Juan 14:13-14. “La oración sale espontáneamente de los que permanecen en Jesús… La oración es el derramamiento del alma en comunicación con Jesús.” (Spurgeon)
i. Permanecer en Jesús significa permanecer en sus palabras, y tener sus palabras vive en el discípulo. “No debemos pasar por alto la importancia de la referencia a mis ‘palabras’. La enseñanza de Cristo es importante y no es poca cosa pasarla por alto en el interés de promover un sentimiento religioso.” (Morris)
ii. “La conexión se mantiene por la obediencia y la oración. Permanecer en Cristo y permitir que sus palabras permanezcan en uno significan una aceptación consciente de la autoridad de su palabra y de un contacto constante con él en oración.” (Tenney)
iii. Este discípulo fiel, y perseverante debe esperar respuesta a la oración como parte de su relación con Jesús. El que falla en ver la oración contestada significa que algo no está bien en la relación del discípulo. Quizás algo no está bien con la permanencia, y las oraciones están mal y sin respuesta. Quizás algo no está bien al pedir y no hay percepción de lo que Jesús quiere hacer en y a través de sus discípulos.
iv. Y os será hecho: “Se vuelve seguro que Dios diga al alma santificada, ‘Pide lo que quieras, y te será hecho’ Los instintos celestiales de ese hombre lo dirigen bien; la gracia que está dentro de su alma alejan todas las concupiscencias y deseos necios, y su voluntad es realmente la sombra de la voluntad de Dios. La vida espiritual está en control en él, así que sus aspiraciones son santas, celestiales, divinas.” (Spurgeon)
d. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto: El propósito de llevar fruto es dar gloria a Dios, no al discípulo. Un pámpano que lleva mucho fruto da honor al que cuida de la vid, y un discípulo que lleva mucho fruto en un sentido espiritual da honor a Dios.
i. “Los pámpanos y los racimos no tienen intereses propios ni objetivos fuera de la gloria de la Vid y del Labrador: cualquier otro objetivo es desechado como indigno.” (Trench)
ii. En esto es glorificado mi Padre: “O, honrado. Es la honra del labrador tener buenas vides, fuertes, vigorosas, cargadas de fruta: así es la honra de Dios tener hijos fuertes, vigorosos, santos, totalmente liberados de pecado y perfectamente llenos de su amor.” (Clarke)
iii. La verdadera fertilidad sólo es determinada por un periodo extendido de tiempo. “La conversión genuina no se mide por una decisión apresurada sino por la fertilidad largo plazo.” (Erdman) Este principio se muestra en la Parábola de las Semillas (Mateo 13).
4. (9-11) La conexión entre el amor y la obediencia.
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
a. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado: Jesús deliberadamente amó a sus discípulos según la manera en la que el Padre lo amó a él. Sabemos que Jesús amó a sus discípulos al enseñarles, protegerlos, guiarlos, sirviéndoles sacrificialmente, y usando su poder y autoridad para hacer estas cosas. De alguna manera, el Padre también hizo estas cosas por Jesús y Jesús las hizo por los discípulos siguiendo este ejemplo.
i. El amor de Jesús por su pueblo es tan sorprendente, que ésta es la analogía o ilustración que debe hacer. No dijo, “los amo como una madre ama a su bebé” o “los amo como un esposo ama a su esposa” o “los amo como un soldado ama a su compañero” ni siquiera “los amo como un adicto ama su droga.” La única manera en que pudo pintar la imagen fue usando el amor del Padre por el Hijo.
ii. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado: “Esta sin duda es la palabra superlativa de Cristo acerca de su amor por los suyos. No deja nada más que decir. Lo que es el amor del Padre por el Hijo ¿quién lo puede decir? La mera sugerencia llena el alma con el sentido de grandes profundidades que no pueden ser sondeadas.” (Morgan)
iii. “Amados, ustedes no lo hagan, no se atrevan, no pueden, dudar del amor del Padre por su Hijo. Es una de esas verdades incuestionables sobre las que nunca deseamos sostener una discusión. Nuestro Señor quiere que coloquemos su amor por nosotros en la misma categoría del amor del Padre por él. Debemos sentirnos tan confiados por uno como por el otro.” (Spurgeon)
iv. El Padre amó al Hijo con un amor:
· Que no tiene inicio.
· Que no tiene final.
· Que es íntimo y personal.
· Que no tiene medida.
· Que es inmutable.
b. Permaneced en mi amor: No hay una única manera de describir la naturaleza y el carácter de Jesús. Él está lleno de poder, sabiduría, verdad, santidad, devoción, sumisión, sacrificio, y docenas de otras cualidades. De todas ellas para hacer hincapié, Jesús dijo permaneced en mi amor. Cuando el discípulo permanece conectado al amor de Jesús la relación permanece fuerte.
i. Permaneceréis en mi amor: “Tomen en cuenta que esto se hace como una explicación de los medios para permanecer en su amor. Esta no es una experiencia mística. Es simple obediencia. Es cuando un hombre guarda los mandamientos de Cristo que permanece en su amor.” (Morris)
c. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor: una vez más, Jesús conectó el verdadero discipulado con la obediencia a sus mandamientos y a honrar su palabra. Jesús cumplió esto en lo que respecta a su Padre, el discípulo debe cumplirlo en lo que respecta a Jesús.
i. Como se señaló anteriormente (Juan 14:15) lo que Jesús hizo y enseñó esa tarde en el aposento alto hizo hincapié en los mandamientos de Jesús, principalmente en el amor por sus compañeros discípulos, el servicio sacrificial por sus compañeros discípulos, y confiando en el amor de Dios el Padre y de Jesús el Hijo.
d. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido: Cuando el discípulo no permanece en el amor de Jesús y por lo tanto no guarda sus mandamientos, ese discípulo no experimenta la plenitud del gozo que Jesús prometió a los que permanecen en su amor y obediencia.
i. “Nadie es más miserable que el Cristiano que por un tiempo evade su obediencia. No ama al pecado lo suficiente como para disfrutar de sus placeres, y no ama a Cristo lo suficiente como para disfrutar de su santidad. Percibe que esta rebelión es inicua, pero la obediencia le es desagradable. Ya no se siente en casa en el mundo, pero su memoria de sus asociaciones pasadas y la tentadora letra de su antigua música evitan que cante con los santos. Es un hombre digno de lástima; y no puede permanecer ambivalente por siempre.” (Carson)
e. Que mi gozo esté en vosotros: El gozo de Jesús no es el mismo que el comúnmente entendido como felicidad o emoción. El gozo de Jesús no es el placer de una vida fácil; es la euforia de estar bien con Dios, y conscientemente andar en su amor y en su cuidado. Podemos tener ese gozo– podemos tener su gozo– y tenerlo como una presencia permanente.
i. Mi gozo: “No es ‘gozo acerca de mí,’ ni ‘gozo derivado de mí,’ ni ‘Mi gozo sobre ustedes,’ sino mi gozo, propiamente hablando…Su propia santa exaltación, el gozo del Hijo en la consciencia del amor de Dios.” (Alford)
ii. Cuando Jesús habló de su gozo, “Nadie le preguntó a qué se refería. No se miraron unos a otros con perplejidad. Para ellos parecía totalmente natural que el Maestro hiciera referencia a su alegría. De esto entendemos que el gozo de Cristo era algo con lo que estaban perfectamente familiarizados.” (Morrison)
f. Vuestro gozo sea cumplido: Este es el resultado de permanecer en el amor de Jesús y de la obediencia que fluye de permanecer en esa relación.
i. Vuestro gozo sea cumplido: “O, completamente– plhrwyh, lleno: una metáfora tomada de un barco, en el cual se vierte agua o cualquier otra cosa, hasta que está lleno hasta el borde. La religión de Cristo expulsa toda miseria de los corazones de quienes lo reciben en su totalidad. Fue para expulsar la miseria del mundo que Jesús vino a él.” (Clarke)
ii. “Dios hizo a los seres humanos, como hizo a las otras creaturas, para ser felices. Son capaces de felicidad, están en su elemento cuando están felices; y ahora que Jesucristo ha venido a restaurar las ruinas de la Caída, lo ha hecho para traernos otra vez a nosotros el antiguo gozo, — solo que ahora será más dulce y profundo de lo que podría haber sido si nunca lo hubiéramos perdido.” (Spurgeon)
B. Relacionándonos unos con otros cuando Jesús se vaya.
1. (12-15) Jesús habla de la extensión de su amor que ellos deben imitar.
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
a. Que os améis unos a otros, como yo os he amado: Como Jesús dijo estas palabras a los discípulos mientras estaban en el aposento alto, habiéndose levantado de la mesa, sentimos el énfasis creado por la repetición. A Jesús realmente le importaba que sus discípulos se amaran unos a otros, y que lo hicieran de acuerdo a la medida y calidad de su amor por ellos.
i. “Tal vez ellos esperaban instrucciones detalladas y minuciosas como las que recibieron cuando fueron enviados fuera por primera vez (Mateo 10). En vez de esto, el amor debía ser su guía suficiente.” (Dods)
ii. “Somos enviados al mundo para amarnos unos a otros. Algunas veces vivimos como si fuéramos enviados al mundo a competir unos con otros, o a discutir unos con otros, o incluso a pelear unos con otros.” (Barclay)
iii. Como yo os he amado: “Su amor fue en ese momento la fuente y la medida del de ellos.” (Dods)
iv. “Unidad en vez de rivalidad, confianza en vez de sospecha, obediencia en vez de asertividad deben regir las labores comunes de los discípulos.” (Tenney)
v. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros: “Este mandamiento quedó tan profundamente grabado en el corazón de este evangelista que San Gerónimo dice, lib. iii. c. 6, Com. ad Galat., que en su extrema vejez, cuando solía ser llevado a las asambleas públicas de los creyentes, constantemente decía, pequeñitos, ámense unos a otros. Sus discípulos, finalmente cansados de la constante repetición de las mismas palabras, le preguntaron, ¿por qué repetía constantemente la misma cosa? ‘Porque (dijo él) es el mandamiento del Señor, y la sola observación de este es suficiente.’” (Clarke)
b. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos: Jesús describió la medida y la calidad de su amor por ellos, para usarla como ejemplo de la manera en que debían amarse unos a otros. Su amor es completo y de incomparable grandeza, entregando suv ida.
i. “Ningún hombre puede llevar su amor por su amigo más lejos que esto: pues, cuando renuncia a su vida, renuncia a todo lo que tiene. Esta prueba de mi amor por ustedes daré en unas pocas horas; y la doctrina que les recomiendo justo se las ejemplificaré yo mismo.” (Clarke)
c. Os he llamado amigos: Jesús describió la medida y la calidad de su amor por ellos como un amor que trata a los siervos como amigos. En la relación entre un discípulo y un rabí de ese tiempo, no se esperaba que hubiera una amistad. Sin embargo Jesús el rabí llamó a sus discípulos y sus siervos amigos.
i. En el pensamiento del mundo antiguo un siervo podía ser un instrumento útil y confiable pero nunca podía ser considerado como un socio. Era posible que un esclavo y un amigo pudieran ser de similar ayuda, pero un amigo podía ser un socio en el trabajo de una manera que un esclavo nunca podría.
ii. “John Wesley, viendo atrás a su conversión en sus últimos años, lo describió como un tiempo dónde intercambió la fe de un siervo por la fe de un hijo.” (Bruce)
d. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando: Ellos eran amigos porque eran obedientes (aunque no a la perfección). La amistad con Jesús no puede estar desconectada de la obediencia a sus mandamientos.
i. “Debe ser obediencia activa, tomen nota de ellos. ‘Ustedes son mis amigos, si hacen lo que les ordeno.’ Algunos piensan que es suficiente con evitar lo que prohíbe. La abstinencia del mal es una gran parte de la rectitud, pero no es suficiente para la amistad.” (Spurgeon)
e. Os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer: Ellos eran amigos porque Jesús no tenía secretos para ellos, sino que abiertamente les reveló lo que había recibido de Dios el Padre.
i. “El amigo es un confidente que comparte el conocimiento de un propósito superior y voluntariamente lo adopta como propio.” (Tenney)
2. (16-17) Elegidos para llevar fruto y amarse unos a otros.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros.
a. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros: Jesús acababa de hablar de grandes privilegios para los discípulos – amistad con el Maestro, oración contestada, llevar mucho fruto, conocer cosas del Padre. Los discípulos debían atesorar esto sin volverse orgullosos como si se lo hubieran ganado. Todos estaban arraigados en el hecho de que Jesús los eligió, no que ellos lo eligieron a él.
i. “Nosotros estamos en Cristo, no porque lo sostengamos, sino porque él nos sostiene.” (Meyer)
ii. “No fueron ellos los que lo eligieron, como era normalmente el caso cuando discípulos se unían a un rabí en particular. Los estudiantes buscaban un rabí de su elección para unirse a él. Pero los discípulos de Jesús no tuvieron esa iniciativa. Por el contrario, fue él el que los eligió a ellos.” (Morris)
iii. Para que vayáis y llevéis fruto: “La palabra vayáis probablemente solo expresa la actividad de vivir y desarrollar un principio; no las jornadas misioneras de los apóstoles, como algunos lo han explicado.” (Alford)
b. Os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: Jesús escoge a sus discípulos no solo para que sintieran la emoción de ser elegidos, sino para que llevaran fruto que permaneciera, para la gloria de Dios el Padre.
i. “Mucho de su fruto sería necesariamente ganar a otros para Cristo: pero esa no es la idea prominente aquí.” (Alford)
c. Que todo lo que pidiereis: Una vez más, Jesús conectó el llevar fruto con la oración contestada. Al dejarlos, su experiencia de pedir y recibir no terminaría sino que cambiaría, y Jesús preparó a sus discípulos para esto.
d. Que os améis unos a otros: Una vez más, Jesús ordenó que hubiera amor entre los discípulos. Cuando él los dejara no debían separarse o ponerse unos contra otros, y Jesús los preparó para permanecer juntos y amarse unos a otros.
C. Relacionarse con el mundo cuando Jesús parta.
1. (18-20) El mundo puede rechazar a los discípulos debido a quienes son.
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
a. Si el mundo os aborrece: Jesús le dijo a los discípulos que el mundo los odiaría con frecuencia. A pesar de lo maravilloso que era Jesús y su mensaje, ellos debían esperar ser rechazados cuando Jesús se fuera, así como con frecuencia recibieron oposición mientras Jesús estaba con ellos.
i. Los discípulos a los que Jesús habló esa noche conocerían el odio del mundo. Ellos fueron perseguidos y todos murieron como mártires en el nombre de Jesús, excepto por Juan — a quien intentaron matar, pero milagrosamente no murió por sus manos.
ii. Los primeros cristianos conocerían el odio del mundo. “Tácito habló de las personas ‘odiadas por sus crímenes, a quienes la multitud llamaban cristianos.’ Suetonio había hablado de ‘una raza de hombres que pertenecían a una nueva y diabólica superstición.’” (Barclay)
iii. “Es un hecho extraño que el mundo pronto justificara su hostilidad hacia ellos al imputarles la iniciativa en odio. La referencia más antigua referente a los cristianos en la literatura pagana los acusa de ‘odio hacia la raza humana’.” (Tácito, Anales, 15.44.5) (Bruce)
iv. Los cristianos a través de los siglos han conocido el odio del mundo, y millones han muerto por Jesús. Se dice que más han muerto como mártires por Jesús en el siglo 20 que en todos los siglos anteriores combinados.
v. “No carece de significado que los discípulos deban ser conocidos por su amor, el mundo por su odio.” (Morris)
b. Sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros: Jesús esperaba consolar a sus discípulos con el conocimiento de que el odio del mundo primero se dirigió a él. Jesús atrajo la atención de grandes multitudes y devoción de individuos de todo tipo; sin embargo como un todo, el mundo odió a Jesús.
i. Sabed: “Sabed también puede ser leído como ustedes saben. El sentido es por lo tanto ‘ustedes están conscientes’, o ‘Estén seguros’, para que (en cualquier interpretación) el odio del mundo hacia ellos no los tome por sorpresa.” (Tasker)
ii. A mí me ha aborrecido: “El tiempo perfecto del verbo ‘aborrecer’ (memiseken) implica que el odio del mundo es una actitud constante hacia él — una actitud que también se traslada así a sus discípulos.” (Tenney)
iii. Cuando Jesús le habló a Saulo de Tarso en el camino a Damasco, le preguntó a Saulo: ¿Por qué me persigues?(Hechos 9:4) “El Señor que fue personalmente perseguido en la tierra continuaba siendo perseguido, incluso en su exaltación, en la persona de sus seguidores perseguidos.” (Bruce)
iv. A mí me ha aborrecido: “Él y el mundo son antagonistas. El mundo se alegra de olvidar a Dios: Él vino a traer a los hombres de regreso a Dios.” (Trench)
c. Porque no sois del mundo: Jesús dijo esto como un hecho y como una explicación. Esto explica con más detalle por qué el mundo odiaría a los discípulos de Jesús. También sería la descripción objetiva de los discípulos – que en muchas maneras eran diferentes del mundo.
i. Yo os elegí del mundo: “El odio del mundo, en vez de ser deprimente, debe ser estimulante, por ser la evidencia y la garantía de que hemos sido elegidos por Cristo.” (Dods)
d. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán: Jesús fue perseguido en su mayoría por el establecimiento religioso, que principalmente reflejaba los valores y las metas del mundo en oposición a Dios. Uno puede ser religioso y muy buena parte del mundo.
i. Si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra: “La fuerza de la cláusula de este versículo es bien traída al tema por Knox ‘ellos prestarán la misma atención a sus palabras que como lo hicieron a las mías; esto es, ninguna.” (Tasker)
2. (21-25) El mundo puede rechazar a los discípulos debido a quién es Jesús.
Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre. Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
a. Porque no conocen al que me ha enviado: Si las personas no conocen a Dios como quien realmente es, con frecuencia atacan y persiguen a quienes representan a Dios de alguna manera. Esto debe causar empatía en los perseguidos hacia sus perseguidores.
i. “Los hombres pueden preferir evolucionar una idea de su Padre universal, pero esa idea de ellos tomará su propio color y el color de su época. La única idea verdad sobre él será obtenida del Hijo.” (Trench)
b. Ahora no tienen excusa por su pecado: Debido a que Jesús sí vino y habló al mundo, ellos sabían algo sobre Dios que antes no conocían. Esto los dejó sin excusa para odiar y rechazar a Jesús y su Padre en el cielo. Jesús hizo entre ellos obras que ningún otro ha hecho, y aun así lo odiaron y lo rechazaron.
i. Ni les hubiera hablado…hecho entre ellos obras: “Tanto con su vida como con sus palabras él reprende el pecado humano y lo condena. El revela la corrupción interna y la hipocresía de los hombres, y ellos reaccionan ante tal descubrimiento.” (Tenney)
ii. Ni les hubiera hablado…hecho entre ellos obras: “Así que entonces él pone delante de nosotros dos formas de su manifestación de la naturaleza divina, con sus palabras y con sus obras. De estas dos él pone sus palabras ante todo, como siendo más profundas, más preciadas y una revelación más brillante de lo que Dios es que todos sus milagros.” (Maclaren)
c. Sin causa me aborrecieron: Jesús citó esta línea del Salmo 69:4 (y posiblemente del Salmo 35:19) para mostrar el precedente bíblico y el cumplimiento profético de que no había causa justa para que el mundo odiara a Jesús y a su Padre como lo hacía.
i. “Su odio irracional hacia él y su Padre es inexplicable excepto como una corroboración de la verdad de las palabras del salmista: me aborrecen sin causa (Salmos 35:19; 69:4).” (Tasker)
ii. “La ironía de la cita es clara: los hombres que pretendían ser los protectores de la Ley estaban cumpliendo la profecía acerca de los enemigos del siervo de Dios.” (Tenney)
iii. Así como los discípulos de Jesús esperan cierta medida de odio y rechazo por parte del mundo, debían vivir de tal manera que también fuera sin causa. Pedro comunicó algo de este sentimiento en su carta: Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. (1 Pedro 4:14-16)
3. (26-27) El testimonio del Espíritu Santo y los discípulos.
Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.
a. Pero cuando venga el Consolador: Jesús anteriormente habló de enviar al Consolador (Juan 14:16, 14:26). El Jesús que estaba por partir sabía que los discípulos necesitarían la presencia y el poder del Espíritu Santo para enfrentar la oposición que el mundo traería.
i. El cual procede del Padre: Esta línea es una fuente de controversia histórica entre las ramas orientales y occidentales del cristianismo, debatiendo si el Espíritu procede sólo del Padreo del Padre y del Hijo.
ii. “Aunque la llegada del Abogado es claramente declarada como dependiente de la iniciativa del Hijo, sólo se dice que ‘procede’ del Padre. De ahí la larga controversia entre el Oriente y el Occidente sobre la oraciónfiloque en el credo de Nicea.” (Tasker)
iii. “La expansión occidental de la oración, ‘quien procede del Padre y el Hijo’ (filioque), pudiera ser justificada por el hecho de que el Hijo al igual que el Padre se menciona enviando al Espíritu, la objeción básica a esto es que era injustificado por una parte de la iglesia el hacer tal alteración en la redacción del credo ecuménico sin referencia al resto de la iglesia.” (Bruce)
b. Él dará testimonio acerca de mí: Jesús les había dicho que el Consolador, el Espíritu Santo, continuaría la labor de enseñanza de Jesús (Juan 14:26). Aquí explicó que el Consolador hablaría de y sobre Jesús.
i. Todo lo que hace el Espíritu Santo es consistente con el testimonio de la naturaleza de Jesús. Su trabajo es decirnos, mostrarnos, quién es Jesús. Si suceden cosas espirituales que no son consistentes con la naturaleza de Jesús, no es el Espíritu Santo haciéndolo. Él es el que dará testimonio de Jesús en todo lo que hace.
c. Y vosotros daréis testimonio también: Los discípulos no fueron dejados en el mundo solamente para soportar el odio del mismo. Fortalecidos por el Consolador y con su testimonio sobre Jesús, ellos darían testimonio de quién es Jesús y lo que hizo para rescatar al mundo.
i. “El testimonio del Abogado y el testimonio de los apóstoles son en efecto un solo testimonio.” (Tasker)
ii. “Su testimonio está conectado con el del Espíritu Santo. Es el mismo Cristo de quien dan testimonio, y es de la misma salvación de quien dan testimonio. Al mismo tiempo es su testimonio. No pueden simplemente relajarse y dejárselo todo al Espíritu.” (Morris)
iii. Este dar testimonio puede haber tenido una aplicación especial para los apóstoles. “Este versículo alude al testimonio histórico que el Espíritu Santo les permite dar a los ministros y testigos oculares de la palabra, Lucas 1:2, — lo cual forma ellado humano de este gran testimonio del Espíritu de verdad, y del cual nuestros Evangelios inspirados son el resumen: El serlado Divino, Su propio testimonio que habita en las vidas y corazones de cada creyente en todo tiempo.” (Alford)
d. Porque habéis estado conmigo: Los discípulos estaban calificados para dar testimonio de Jesús porque confiaban en El, tenían el Espíritu Santo, y simplemente habían estado con Jesús – fueron parte de su vida y El era parte de la suya.
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