A. Rechazo en la ciudad natal de Jesús
1. (1-3) Los compatriotas de Jesús se escandalizan de Él.
Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
a. ¿De dónde tiene éste estas cosas? En Su ciudad natal, Jesús se enfrentó a una multitud que se preguntaba como fue que Él se volvió tan poderoso, tanto en palabra como en obras. Jesús dejó Nazaret siendo un carpintero. Él volvió como un rabino, junto con un grupo de discípulos. No es difícil el ver como los Nazarenos se preguntaran, ¿Qué le pasó a Jesús?”
b. ¿No es éste el carpintero? Este no era un cumplido. Era una manera de señalar que Jesús no tenía ningún entrenamiento teológico formal. Él nunca fue un discípulo formal de algún rabino, mucho menos un rabino prominente.
i. A través de los siglos, algunas personas han pensado que el empleo de Jesús como un carpintero de alguna manera desacreditaba Su mensaje. En la antigua Roma hubo una terrible persecución bajo el Emperador Juliano. En ese tiempo, un filósofo se burlaba de un Cristiano preguntándole, “¿Qué piensas que esta haciendo ahora el hijo del carpintero?” Y el Cristiano sabiamente respondía, “Esta construyendo un ataúd para Juliano.”
c. El carpintero: La palabra carpintero era en realidad más amplia que únicamente aquel que trabaja con la madera. Tenía la idea de un “constructor.” Jesús pudo bien haber trabajado con la piedra tanto que con la madera, debido a que la piedra era un material de construcción más común en aquel lugar y tiempo.
i. Es maravilloso el pensar que nuestro Señor – de todas las profesiones de las que Él pudo tomar – escogió la de un carpintero. Dios es un constructor, y Él sabe como construir nuestras vidas – y Él sabe como terminar el trabajo.
ii. Algunas cosas que Jesús aprendió siendo un carpintero:
· Él aprendió que hay mucho potencial en un tronco.
· Él aprendió que toma algo de tiempo y trabajo para hacer que algo se pueda utilizar.
· Él aprendió que las cosas más finas se hacen de la madura más dura.
d. Hijo de María: Este también no era un cumplido. “La frase adicional de “hijo de María es probablemente despectivo. Era contrario con el uso de los términos Judíos el describir a un hombre como el hijo de su madre, aún cuando ella fuera una viuda, excepto en términos insultantes. Rumores del hecho de que Jesús fuera ilegítimo parece haber circulado en su propia vida, y pudo estar en el trasfondo de su referencia también.” (Lane)
i. “¿Qué tanta sospecha y desprecio pudo acechar detrás de esta descripción en particular hacia Él?” (Morgan)
ii. La falta de mención de José quizás implica que él murió cuando Jesús era joven; Jesús probablemente se quedó en casa para apoyar a Su familia hasta que los hijos menores fueran lo suficientemente grandes para apoyar a la familia.
e. Sus hermanas: Sabemos que Jesús tenía hermanos (Marcos 3:31), pero ahora aprendemos que Él tenía hermanas. María no permaneció virgen después de que dio a luz a Jesús.
f. Y se escandalizaban de él: Estos vecinos de Jesús estaban muy “familiarizados” con Jesús. Sabían muy poco acerca de Él para pensar que sabían todo acerca de Él.
2. (4-6) La reacción de Jesús al rechazo de sus propios compatriotas.
Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.
a. No hay profeta sin honra sino en su propia tierra: Jesús aceptó su rechazo como el precio que debía de pagar un profeta fiel, aunque pudo haberle dolido demasiado el haber sido rechazado por sus amigos y vecinos.
b. Y no pudo hacer allí ningún milagro: Su obra estaba limitada en ese clima de incredulidad. En este sentido, el poder de Jesús estaba limitado por la incredulidad de Sus compatriotas.
i. Esto era con respecto al principio de Dios de asociación con el hombre. Dios puede obrar sin que haya creencia, pero no con incredulidad.
c. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos: Jesús estaba asombrado la incredulidad de ellos. Nuestra incapacidad de creer a Dios y confiar en Él es en sí asombroso.
i. Jesús únicamente estaba asombrado en la incredulidad Judía y en la fe de los Gentiles (Lucas 7:9). ¿Jesús podría asombrarse en tu fe o incredulidad? “La incredulidad debe ser un pecado monstruoso, la cual hace que Jesús se asombre.” (Trapp)
ii. Nunca leemos que Jesús se asombraba en el arte o arquitectura, o aún en las maravillas de la creación. Él nunca se asombró en la ingenuidad o invención humana. Él no se asombró en la piedad del pueblo Judío o en el dominio militar del Imperio Romano. Pero Jesús se asombrara en la fe – cuando se presentaba en un lugar inesperado, y cuando estaba ausente donde debiera de estar.
d. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando: Jesús no dejó que este rechazo, dado por Sus compatriotas, le debilitaran. Jesús prosiguió con el negocio de la enseñanza y el ministerio.
3. (7-13) Los doce son enviados a predicar.
Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.
a. Y comenzó a enviarlos de dos en dos: En el Evangelio de Juan, Jesús dijo, Como me envió el Padre, así también yo os envío. (Juan 20:21). Aquí, Jesús envió a Sus discípulos para que hicieran lo mismo que Él hacía: predicar, sanar a los enfermos, y liberar a las personas de la posesión demoniaca.
b. Y les mandó que no llevasen nada para el camino: Los discípulos no necesitaban equipo sofisticado para predicar el mensaje sencillo. Demasiadas cosas se interpondrían en el camino de este mensaje urgente.
i. Había una regla por parte de los rabinos Judíos el cual no podías entrar al área del templo con un báculo, zapatos, o una bolsa de dinero, debido a que querías evitar la apariencia de estar ocupado en otro negocio que en el servicio hacia el Señor. Los discípulos estaban ocupados en esta obra tan santa (el predicar el evangelio de traer la sanidad de Dios), y no debían de dar la impresión que ellos tuvieran algún otro motivo.
c. Ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto: El viajar de una manera ligera les mantendría dependientes de Dios. Ellos debían de confiar en el Señor por todo si ellos no llevaban mucho con ellos. Si el predicador no confía en Dios, ¿cómo le puede decir a los demás que confíen en Él?
d. Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos: El trabajo como predicadores no era para cambiar las mentes de las personas. Ellos debían de presentar el mensaje de una manera persuasiva; pero si sus oyentes no la recibían, ellos no lo recibían – y ellos se podían ir, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies mientras se iban.
i. En aquel día, si el pueblo Judío debía de entrar o pasar por una ciudad Gentil, mientras se iban ellos sacudirían el polvo de sus pies. Era un gesto que decía, “No queremos llevarnos nada de esta ciudad Gentil con nosotros.” Esencialmente Jesús les dijo que trataran a esa ciudad Judía, la cual rechazaba el mensaje, como si fuera una ciudad Gentil.
e. En el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra: Lo que se implica es que algunos serán juzgados con más severidad que otros en el día del juicio. Por supuesto, ninguno la pasará bien en el infierno; pero quizás algunos la pasarán peor que otros.
f. Y saliendo: Ellos en realidad lo hicieron. Podemos escuchar la palabra de Jesús durante todo el día, pero mientras no la hacemos, algo falta.
g. Predicaban: El predicar simplemente significa el proclamar, el decírselo a los demás en el sentido de anunciar las noticias hacia ellos. Alguna de las mejores y más efectivas predicaciones no ocurren dentro de la iglesia. Sucede cuando los seguidores de Jesús están uno a uno con otros, hablándoles sobre lo que Jesús hizo por ellos.
i. Morgan en predicaban que los hombres se arrepintiesen: “Primero ellos predicaban que los hombres se debían de arrepentir. Esta es una declaración la cual necesita una consideración cuidadosa. Esto no significa que ellos le decían a los hombre que se arrepintiera, sino que ellos predicaban de tal manera para producir arrepentimiento.”
ii. “Cuando los apóstoles salían a predicar a los hombre, ellos no creaban un mensaje; ellos traían un mensaje.” (Barclay)
h. Y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban: La otra referencia en cuanto al ungir con aceite para la sanidad esta en Santiago 5:14-15. Sabemos que el ungir con aceite es una ilustración de una llenura del Espíritu Santo, pero también pudo haber tenido un propósito medicinal en aquellos días.
i. “Es posible que el uso de aceite (aceite de olivo) como un medicamento sea la base de la práctica . . . Era la mejor medicina de la antigüedad y era utilizada interna y externamente . . . La misma palabra aleipho puede ser traducida a frotar o ungir sin ninguna ceremonia.” (Robertson)
B. La muerte de Juan el Bautista.
1. (14-16) Herodes oye del ministerio de Jesús y queda perplejo.
Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Al oír esto Herodes, dijo: Éste es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos.
a. Rey Herodes: En realidad el Emperador Augusto le negó el título de “rey” a Herodes. Provocado por la ambiciosa Herodías, Herodes presiono por el título de nuevo y de nuevo, hasta el punto que él ofendió a la corte del emperador y tuvo que ser despedido como un traidor. Marcos utilizó el título de rey Herodes porque era la costumbre local el llamarle rey, o más bien lo utilizó irónicamente. Todos sus antiguos lectores habrían recordado el carácter de este hombre.
b. Es Elías: Algunas personas pensaban que Jesús era Elías, porque estaba profetizado de que Elías vendría antes que el Mesías (Malaquías 4:5). Otros pensaban que Él era el profeta cuyo Moisés dijo que vendría después de él (Deuteronomio 18:15).
c. Éste es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos: Herodes temía que Jesús fuera Juan el Bautista. La confusión de Herodes vino de su propia consciencia. Es difícil el ver claramente quien es Jesús cuando estamos en pecado y rebelión.
2. (17-29) La vil muerte de Juan el Bautista.
Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.
a. Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel: Herodes encarceló a Juan debido a la audaz reprensión por su pecado. Al mismo tiempo, Herodes no quería matar a Juan debido al temor a las multitudes – y debido a que él sabía que Juan era varón justo y santo.
i. “Más débil que cruel, Herodes escuchaba a Juan con una fascinación indescriptible. La palabra de Juan le dejaba perplejo y en angustia. Pero aún así, él hallaba un placer extraño en la predicación con autoridad de este varón santo, cuya vida rigurosa le añadía poder a su penetrante palabra. Muy débil para seguir el consejo de Juan, sin embargo tenía que escucharlo.” (Lane)
b. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano: Cuando él predicaba el arrepentimiento, Juan no perdonaba a los ricos y poderosos. Él hacía el llamado para que Herodes, y su esposa Herodías se arrepintieran, porque Herodías había sido la esposa del hermano de Herodes, Felipe.
i. John Trapp de otra confrontación audaz del pecado en un rey: “Así que Latimer le presentó un regalo de año nuevo al Rey Henry VIII, un Nuevo Testamento, con un pañuelo, teniendo este ramillete de ello, fornicarios y adúlteros serán juzgados por Dios.”
c. Entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa: La hija de Herodías desvergonzadamente danzó delante de Herodes y sus amigos, ganándose el favor y una petición especial.
i. “Con gestos indecentes y movimientos de los dedos del pie, con lo cual el viejo fornicario quedó enconado, que él juró que ella podía tener cualquier cosa de él.” (Trapp)
ii. “Tal danza era casi una cosa sin precedentes para mujeres de rango, o aún de respeto. Era mimético y licencioso, y ejecutado por los profesionales.” (Robertson)
d. Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista: La respuesta inmediata de Herodías mostró que la madre tenía planeado todo durante todo el tiempo. Ella conocía a su esposo, y ella conocía la situación, y sabía que podía obtener lo que quisiera de esta manera.
i. “La pregunta de la niña implica que ella quiere algo para si misma. Sin lugar a dudas no estaba preparada para la horrible respuesta de su madre.” (Robertson)
e. Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla: Por el temor que tenía Herodes de hacer enojar a su esposa o de perder prestigio delante de sus amigos, él hizo algo que sabía que estaba mal.
i. “La profundidad de la angustia experimentada por Herodes debido a la petición de Salomé por la cabeza de Juan el Bautista esta expresada gráficamente por la palabra Griega de perilypos, ‘se entristeció mucho’. Esta es la misma palabra para describir la agonía de Jesús en el Getsemaní (Marcos 14:34).” (Wessell)
ii. “Tampoco fue mucho en cuanto al pago que recibió este tirano de Herodes de parte del cielo.” (Trapp) Para poder obtener la esposa de su hermano, Herodías, Herodes se deshizo de su primera esposa, una princesa de un reino vecino del este. Su padre estaba ofendido, y vino en contra de Herodes con un ejército, derrotándolo en la batalla. Luego su hermano, Agrippa, lo acusó de traición en contra de Roma, y él fue desterrado hacia la distante provincia Romana de Gaul, en donde Herodes y Herodías se suicidaron.
C. Jesús muestra Su poder sobre las leyes de la naturaleza.
1. (30-34) La compasión de Jesús en la multitud.
Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
a. Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco: Los discípulos volvieron de un tiempo exitoso de ministerio, al ser enviados por Jesús hacia los pueblo de Galilea (Marcos 6:7-12). Cuando ellos regresaron, Jesús sabía que necesitaban un tiempo de descanso. Jesús sabía cuando era tiempo para trabajara, y Él sabía cuando era tiempo para descansar.
i. Jesús sabía de la importancia del trabajo duro más que nadie. Él dijo, Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. (Juan 9:4) Al mismo tiempo Él sabía que nosotros únicamente podemos ser más efectivos cuando también tomamos un tiempo para descansar. Jesús y los discípulos estaban constantemente ocupados (Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer), así que Jesús los tomó a un lugar desierto para algo de descanso.
ii. “El descanso es necesario para aquellos que laboran, y un predicador celoso del Evangelio muy a menudo necesitará de ello, de la misma manera que un esclavo de galeras.” (Clarke)
b. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades: Quizás la multitud era grosera y demandante. Los discípulos querían despedirlos (Marcos 6:36), pero Jesús tuvo compasión de ellos.
i. Los discípulos a menudo miraban a la multitud como si fuera el trabajo, y como demandas constantes, especialmente en un tiempo como este cuando su descanso bien merecido fue interrumpido por la multitud. Pero Jesús les vio y tuvo compasión de ellos. Cada rostro reflejaba una necesidad, un hambre, un dolor. Al ser una persona centrada en los demás, a Jesús le importaba más la necesidad de alguien más que sus propias necesidades.
c. Porque eran como ovejas que no tenían pastor: Jesús sabía que sin un pastor, las ovejas tendrían muchos problemas. Éstas no se pueden defender a si mismas de los depredadores, y pasan un tiempo difícil para encontrar la comida y agua que necesitan. Jesús tuvo compasión por las personas de entre la multitud, porque Él sabía que sus demandas insistentes eran movidas por grandes necesidades.
d. Y comenzó a enseñarles muchas cosas: Como un Pastor fiel, Jesús tuvo cuidado de su necesidad más apremiante. Él les alimentó con la Palabra de Dios.
2. (35-44) Jesús alimenta a la multitud.
Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. Y los que comieron eran cinco mil hombres.
a. Despídelos . . . pues no tienen que comer: Ambos, Jesús y los discípulos vieron exactamente la misma necesidad entre la multitud. La solución de los discípulos era el deshacerse de la necesidad al deshacerse de los necesitados. Jesús vio una solución diferente y quería que los discípulos también la vieran (Dadles vosotros de comer).
b. ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? Es difícil el saber si los discípulos estaban enojados o que solamente no podían creer lo que Jesús dijo. Claramente ellos pensaron que el gastar los ingresos de casi un año para alimentar a esta multitud y darles una comida era imposible, e incluso un desperdicio.
i. Comprensiblemente, nunca se les ocurrió a sus mentes de que Jesús quizás proveería a la multitud con un milagro. Dios tiene recursos de las cuales nosotros no sabemos nada, así que podemos confiar en Él y podemos estar en paz aún cuando no podemos descifrar el como Él proveerá.
ii. La sugerencia de Jesús debió de parecer muy extravagante para los discípulos. “Jesús, si tuviéramos esa clase de dinero, nunca la gastaríamos en una comida para esta multitud. La multitud nos molesta, y tendrán hambre de nuevo en unas pocas horas. ¿No debiera de gastarse en algo más el dinero?” Pero Jesús realizará un milagro extravagante porque Él quería sentarse y cenar con la multitud – debido a que Él los amaba.
c. ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo: La manera de Dios para proveer empieza con lo que ya tenemos. Él quiere que utilicemos de una manera sabia lo que ya tenemos. No ore neciamente a Dios por más si no utilizas lo que Él ya te ha dado de una manera piadosa.
i. Lo que ellos si tenían era casi para reírse. Cinco y dos peses eran suficiente para una o dos personas, porque eran panes pequeños y pescados pequeños. Aunque la cantidad fuera pequeña, Jesús aun empezó con lo que tenían.
d. Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde: Jesús hizo esto porque estas personas eran como ovejas sin pastor, y Jesús actuaba como su pastor. El Buen Pastor sobre pastos verdes me pastoreará . (Salmos 23:2)
e. Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta: Jesús organizó a la multitud. Él no quería un tumulto; Él quería tener una buena cena con estas personas. A Dios le gusta la organización, especialmente al manejar lo que Él provee para nosotros.
i. La antigua palabra Griega para grupos “es una palabra pintoresca. Es la palabra Griega normal para las filas de vegetales en un jardín de vegetales. Cuando mirabas a los grupos pequeños, mientras estaban sentados en sus filas de manera ordenada, se miraban por todo el mundo como las hileras de vegetales en una serie de parcelas.” (Barclay)
f. Y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes: Cuando Jesús bendijo antes de la comida, Él no bendijo la comida; Él bendijo a Dios por proveerla. La idea de orar antes de los alimentos no es para bendecir la comida; es para bendecir a Dios en el sentido de darle las gracias y la honra por bendecirnos con la comida.
i. “Jesús fielmente siguió la forma aceptada: él tomo el pan en sus manos, pronunció la bendición, partió el pan en pedazos y lo distribuyó. Lo único distinto de la práctica normal era que, mientras oraba, Jesús miró hacia al cielo en lugar de hacia abajo, como estaba prescrito.” (Lane)
g. Y comieron todos, y se saciaron: Jesús milagrosamente multiplicó los panes y los peces, hasta que muchos más de 5,000 fueron alimentados. Al parecer, el milagro ocurrió en las manos de Jesús.
i. En realidad se ve muy extravagante. ¿Porqué alimentar a la multitud hasta que se saciaron hasta el punto de no poder comer más? ¿Porqué no darles únicamente una pequeña comida? ¿No sería eso suficiente? No. Jesús tenía a las personas que Él amaba para cenar, y siempre habrá comida más que suficiente. Así es como Jesús les amaba y nos ama.
ii. Jesús proveyó de una manera extravagante, y a la vez de una manera simple. Siempre y cuando Él estuviera haciendo comida de una manera milagrosa, Él pudo haber provisto carne y langosta y cualquier número de otras grandes cosas. Pero Él simplemente le dio a las personas pan y pescado. Cuando Jesús provee, no te sorprendas si Él provee de una manera sencilla.
iii. Si alguien se quedara con hambre, sería porque se rehusó a comer el pan de Jesús o porque los apóstoles no distribuyeron el pan a todos. Jesús proveyó más que suficiente para que todos pudieran comer una buena comida. Pero cada quien debía de comer por si mismo. Algunas veces, cuando atendemos a una comida espiritual, juntamos comida para todos, excepto para nosotros mismos.
iv. La seguridad de que Jesús puede proveer – aún de una manera milagrosa – para todas nuestras necesidades, debería de ser preciosa para nosotros; así lo fue para los Cristianos primitivos. En las paredes de las catacumbas, y otros lugares donde se muestra el arte primitivo Cristiano, panes y pescados son imágenes comunes.
h. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces: Jesús pudo dejar que estas cosas se dejaran allí, pero Él no lo hizo así. Jesús provee de una manera generosa, pero Él no quiere que las cosas se desperdicien. No es porque Jesús sea mezquino, o que no confíe en una provisión futura; Él simplemente sabía que el despilfarro no glorifica al Dios de toda la provisión.
3. (45-46) Jesús se aparta para orar.
En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar;
a. Él despedía a la multitud: Jesús amaba a la multitud, pero él no estaba obsesionado con las multitudes. Él sabía cuando podía decirles de una manera amable que regresaran a sus casas (despedía a la multitud).
b. Se fue al monte a orar: Un día largo, y difícil, trabajado en el ministerio de las necesidades espirituales y físicas de la multitud dejó a Jesús agotado. Pero ese día duro condujo a Jesús a orar, y no de la oración.
4. (47-52) Jesús camina en el mar.
y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban. Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.
a. La barca estaba en medio del mar: Jesús envió a sus discípulos a cruzar el Mar de Galilea (Marcos 6:45). Mientras Jesús oraba en las alturas, por encima del Mar de Galilea, Él les vioremar con gran fatiga mientras intentaban cruzar el lago en contra del viento. Sin que los discípulos lo supieran, Jesús vio sus dificultades y tenía cuidado de ellos.
i. Era difícil cruzar porque se levantaba el mar con un gran viento que soplaba (Juan 6:18). Ellos habían remado por mucho de la noche y solamente habían llegado como a la mitad del lago (Juan 6:19).
ii. “La tripulación apostólica remó y remó, y no era culpa de ellos que no hacían ningún progreso, ‘pues el viento estaba en su contra.’ El hombre Cristiano pudiera adelantarse un poco, o nada, en el camino, ya que el viento es contrario. Nuestro buen Señor tomará la voluntad como una obra, y contará nuestro progreso, no por nuestro avance aparente, sino por la intención abundante con que tiramos a los remos.” (Spurgeon)
iii. Cerca de la cuarta vigilia de la noche es aproximadamente a las 3 a.m.
b. Vino a ellos andando sobre el mar: Jesús casi caminaba casualmente debido a que Él quería adelantárseles. Jesús vino a ellos solamente después de que ellos respondieron con miedo y gritaron.
c. Subió a ellos en la barca: Mientras Jesús se subió en la barca con ellos, milagrosamente la barca fue llevada a la otra orilla (Juan 6:21). Jesús rescató a Sus discípulos de trabajar de una manera infructuosa. Este era un milagro que tenía la intensión de asegurarles que Él estaba en control, y que Él siempre, de una manera amorosa, estaría allí para ayudarles a cumplir lo que Él ordenó.
i. “Él vino caminando entre las olas; y así él pone todas las tormentas de la vida bajo sus pies. Cristianos, ¿porqué tienen miedo?” (Agustín)
ii. También sabemos que fue en esta ocasión que Pedro se salió de la barca, caminando en el agua con Jesús (Mateo 14:28-31). Hay una razón – de la historia y de claves sutiles, no explícitamente en las Escrituras – para creer que Pedro era la fuente principal para el evangelio de Marcos. Si este fuera el caso, Pedro quizás omitió la historia porque no quería ser exaltado por haber caminado en el agua – o de haber sido humillado al hundirse.
iii. “Marcos no da el indicio de que Pedro anduvo en el agua y que se empezó a hundir. Quizás Pedro no era un aficionado de contar esa historia.” (Robertson)
5. (53-56) Jesús sana a muchos de maneras inusuales.
Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
a. Y todos los que le tocaban quedaban sanos: Con esta descripción, del ministerio de sanidad de Jesús, Marcos concluye una breve sección en donde vemos el poder de Jesús sobre las leyes de la naturaleza. Normalmente, cinco mil no son alimentados con un pequeño lonche. Normalmente, los hombres no andan en el agua. Normalmente, los enfermos no son sanados instantáneamente. Nada de esto es normal, excepto por el poder de Dios.
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com