Isaías 48 – Castigo y misericordia para Judá
A. El Señor ve con claridad la dureza del corazón de su pueblo.
1. (1-2) El Señor ve la hipocresía de Judá.
Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad ni en justicia; porque de la santa ciudad se nombran, y en el Dios de Israel confían; su nombre es Jehová de los ejércitos.
a. Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel: Judá debe tomar nota de esta declaración de apertura. Dios identificó a su pueblo como la casa de Jacob – el nombre Jacob esencialmente significa “engañador, tramposo” – y dijo que solo llevan el nombre Israel, no el carácter de Israel, que significa “gobernado por Dios”.
b. Los que salieron de las aguas de Judá: La segunda declaración de Isaías 48 no es más elogiosa para el reino del sur de Judá. Dios les recordó a su antepasado tribal, Judá, quien se destacó por su crueldad (Génesis 37:26-27) e inmoralidad (Génesis 38). El Señor habló a su pueblo y dijo: “Ustedes vienen de su padre Judá”.No fue un cumplido.
c. Los que juran en el nombre de Jehová mas no en verdad ni en justicia: Dios expuso el pecado de Su pueblo. Tomaron Su nombre, se identificaron con la ciudad santa y dan la apariencia de que hacen memoria del Dios de Israel. Sin embargo, era solo imagen, no realidad. Y Dios veía más allá de la imagen, Él veía la realidad.
i. Vean todo lo que Judá tiene: “Un nombre honrado, un pedigrí impecable, una verdadera lealtad religiosa, una ciudadanía privilegiada y un Dios poderoso en quien confiar, pero todo es irreal. No hay autenticidad (verdad) en ella, ni satisface las normas de Dios (justicia)”. (Motyer)
2. (3-5) El Señor ve que Judá no tiene excusa.
Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad. Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce, te lo dije ya hace tiempo; antes que sucediera te lo advertí, para que no dijeras: Mi ídolo lo hizo, mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas cosas.
a. Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad: El Señor le ha mostrado a Israel Su poder para declarar el futuro en profecía predictiva. Hizo esto por cuanto conozco que eres duro, como conocía el amor de Israel por la idolatría, les dio evidencia irrefutable.
b. Para que no dijeras: Esto significa que Judá no tenía excusa. Conocían la grandeza y el poder de Dios, pero aún vivían solo con una imagen religiosa, sin una realidad espiritual.
3. (6-8) El Señor ve cuán profunda es la pecaminosidad de Judá.
Lo oíste, y lo viste todo; ¿y no lo anunciaréis vosotros? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías. Ahora han sido creadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído, para que no digas: He aquí que yo lo sabía. Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre.
a. Lo oíste, y lo viste todo; ¿y no lo anunciaréis vosotros? Era como si el Señor estuviera asombrado de que Su pueblo hubiera visto todo Su gran poder y gloria y que aún así permanecían en obstinada rebelión contra Él.
b. Porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre: El Señor declaró la razón por la cual Su pueblo era tan profundamente pecador. Eran pecadores desde el vientre, por lo que su pecaminosidad estaba profundamente arraigada.
i. Es un concepto difícil para nuestros oídos individualistas, pero la Biblia enseña que somos pecadores desde el vientre y que heredamos una naturaleza pecaminosa porque descendemos de Adán y pecamos en Adán (Romanos 5:12). No son nuestros actos individuales de pecado los que nos hacen pecadores; es nuestro descenso de Adán. Nuestros actos individuales de pecado simplemente prueban que cada uno de nosotros es un rebelde desde el vientre.
B. La misericordia inmerecida del Señor para Su pueblo.
1. (9-13) La razón de la misericordia del Señor para con su pueblo.
Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción. Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro. Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente.
a. Por amor de mi nombre diferiré mi ira: Sabiendo cuán profundamente pecador es Su pueblo, ¿por qué le mostraría el Señor alguna vez misericordia? Lo hace por amor a su nombre. No es porque Israel merezca misericordia; de hecho, la misericordia nunca puede ser merecida. Dios la da para glorificarse a sí mismo y promover su propósito eterno.
b. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción Por mí, por amor de mí mismo lo haré: ¿Por qué había sentido un Israel desobediente el fuego refinador del Señor? Una vez más, fue por el bien, por el honor y por la gloria del Señor.
i. ¿Nos molesta saber que Dios permite pruebas y sus fuegos refinadores en nuestras vidas por amor a sí mismo? Debemos recordar que no estamos en el centro del universo, pero Dios sí. Todo lo que Él hace y permite promueve Su propósito eterno.
c. Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero… y mi mano derecha midió los cielos: Para responder a cualquier resentimiento entre Su pueblo, Dios les recordó por qué permitió cosas para Su gloria y para promover Su adoración. Él puede hacerlo por quién Él es – el único Dios verdadero, el Dios de toda la gloria, el Dios de toda la eternidad, el Dios de toda la creación.
2. (14-19) El potencial sin cumplir del desobediente pueblo de Dios.
Juntaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Aquel a quien Jehová amó ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo estará sobre los caldeos. Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino. Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu. Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia.
a. Aquel a quien Jehová amó: Aunque el Señor es el Dios de toda gloria y poder, no es una especie de narcisista. Dios está motivado por el amor a su pueblo.
i. Es el amor del Señor por nosotros lo que hace que quiera que lo obedezcamos y lo alabemos. El amor desea, apropiadamente, que las cosas funcionen de acuerdo con su diseño y propósito. Fuimos diseñados y se nos dio el propósito de obedecer y alabar a nuestro Creador. Dios puede llamarnos a someternos a Él y honrarlo, para nuestro propio bien, no para satisfacer alguna necesidad de Dios.
ii. De esta manera, de la misma forma en que el amor del Señor para su pueblo ejecutará su voluntad en Babilonia – castigando a esta nación que se opuso a Su pueblo – así es el amor del Señor el que permite que los fuegos refinadores toquen a Su pueblo.
b. Acercaos a mí, oíd esto ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu: Este es el Siervo del Señor, el Mesías mismo hablando. Solo Él fue desde el principio. El Mesías le suplica a su pueblo.
i. “Finalmente (v. 16) otro orador entra misteriosamente en la profecía. Este versículo tiene una serie de características que han desconcertado a los comentaristas, quienes se han sentido desconcertados particularmente por su dístico final. Young, Kidner y otros comentaristas conservadores han argumentado que el nuevo orador que se presenta aquí (o en todo el versículo) es de hecho el Siervo de Dios, el Siervo de los cánticos… quizás lo presentan aquí porque la obra de Ciro es, de hecho, simplemente un presagio de la liberación mucho mayor que Él traería al pueblo de Dios”. (Grogan)
c. ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! A la luz de Su poder y amor por Israel, Dios lamenta su potencial incumplido, incumplido debido a su desobediencia.
i. Si tan solo hubieran obedecido, fuera entonces tu paz como un río. Tendrían paz fluida, abundante y vivificante como un rio.
ii. Si tan solo hubieran obedecido, entonces tu justicia seria como las ondas del mar. Justicia tan segura, como las interminables y siempre presentes ondas del mar.
iii. Si tan solo hubieran obedecido, entonces fuera como la arena tu descendencia. Descendencia tan numerosa y tan densa como la arena.
iv. Es aleccionador pensar en el potencial incumplido que tenemos y en qué desobediencia o incredulidad nos está alejando de todo lo que Dios tiene para nosotros. “Sí, estoy profundamente impresionado con la sencillez del camino hacia el avivamiento. ¡Solo veinticuatro horas de obediencia en nuestras vidas y estaríamos viviendo en tal marea de bendiciones del Espíritu Santo que no habría espacio suficiente para contenerla!”. (Redpath)
3. (20-22) Alabanza por la redención del Señor – y una advertencia.
Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo. No tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; les hizo brotar agua de la piedra; abrió la peña, y corrieron las aguas. No hay paz para los malos, dijo Jehová.
a. Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría: A pesar de la desobediencia de Israel y de su potencial sin alcanzar, El Señor aun los ama y los liberará de su cautividad en Babilonia. Cuando ellos dejen Babilonia, ellos se irán de ahí con voz de alegría.
b. ¡Publicadlo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo! Dios le dice a su pueblo que le declare sus alabanzas hasta lo postrero de la tierra. El mundo entero debería saber cuán grande y misericordioso es Dios.
c. No hay paz para los malos, dijo Jehová. De la mano de la alabanza por la grandeza del Señor hay un contraste – la miseria destinada para los malos.
i. menudo, parece que el camino de los malos es pacífico. Así le parecía al salmista en el Salmo 73; sin embargo, cuando vio el fin de los malvados y ganó perspectiva en la casa del Señor, supo que, en última instancia, no hay paz para los malos.
ii. “El versículo 22 es un estribillo que aparece de nuevo en el 57:21, y en ambas ocasiones aparece al final de una sección de nueve capítulos”. (Wolf)
iii. La sección amplia de Isaías 40 al 48 se centró en la promesa de la liberación de Dios para su pueblo de su cautiverio en Babilonia, y la predicción específica del rey gentil que los libraría, Ciro. A través de la sección, Dios muestra que su deseo de liberar a su pueblo prueba su amor, su capacidad para liberar a su pueblo prueba su poder y su conocimiento profético del libertador prueba su singularidad entre todos los dioses. Comenzando con el capítulo 49 de Isaías, ya no se menciona a Ciro, ahora el enfoque está en el máximo libertador, el Mesías. Aunque todavía hay una referencia a la liberación del cautiverio de Babilonia, el enfoque real está en la liberación final que traerá el Mesías.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com