Isaías 60 – La gloriosa luz del reino de Dios
A. La gloria de Israel en el reino de Dios.
1. (1-3) La gloriosa luz del reino de Dios.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
a. Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz: Después de la densa y desesperada oscuridad descrita en Isaías 59:9-10, este es el glorioso rescate del Redentor. Ha venido tu luz – así que Dios le dice a su pueblo que responda y se levante y resplandezca.
i. La oscuridad es para acostarse; la luz es para levantarse. La oscuridad es para penumbra y sueño; la luz es para brillar. Cuando ha venido la luz, debemos de responder y levantarnos y resplandecer.
ii. Primero, recibimos la luz de Dios (porque ha venido tu luz), y luego tenemos un servicio que realizar (levántate, resplandece). No puedes resplandecer hasta que ha venido tu luz, pero una vez que ha llegado, algo anda mal si no te levantas y resplandeces.
b. Y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti: Esta no es luz terrenal; esta es la luz que emana de la gloria de Jehová. Esto es como la luz de Jesús en la Transfiguración, cuando resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz (Mateo 17:2). A veces, la luz intensa y brillante puede ser inquietante o incómoda – pero no esta luz cálida y maravillosa que emana desde la gloria de Jehová.
c. Y andarán las naciones a tu luz: Cuando el Señor alce su luz gloriosa sobre Israel, las naciones gentiles lo verán y serán atraídas por la luz. Incluso los reyes serán atraídos al resplandor del nacimiento de Israel. Esto finalmente se cumplirá en el Reino Milenial de Jesús cuando Israel sea levantado de entre todas las naciones.
i. Si bien en principio este capítulo se aplica a todo el pueblo de Dios, está específicamente dirigido a Israel y se cumplirá en el Reino Milenial. No todos han visto esto. Adam Clarke escribe: “El tema de este capítulo es el gran aumento y el estado floreciente de la Iglesia de Dios por la conversión y adhesión de las naciones paganas a ella”. Pero el hecho de que el Señor habla de las naciones aquí en oposición a los temas de la profecía, muestra que Él le habla a Israel como Israel. La teología del reemplazo simplemente no funciona aquí ni en ningún otro lugar.
2. (4-13) Grandes tesoros llegan a Israel en el reino.
Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. ¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
a. Tus hijos vendrán de lejos: A través de este pasaje, uno de los grandes temas es la reunificación. Podemos suponer que en el Reino Milenial de Jesús, toda persona judía que quede en la tierra será reunida en la tierra de Israel de todas las naciones de la tierra. La reunificación actual de Israel es un precioso adelanto de esta reunificación definitiva y completa.
b. Y las riquezas de las naciones hayan venido a ti: No solo recibirán el tesoro de su pueblo, sino que también el tesoro literal delas naciones que hayan venido aIsrael en el Reino Milenial. Las naciones les darán voluntariamente sus riquezas, tanto como los egipcios les dieron voluntariamente riquezas a los israelitas cuando salieron de Egipto (Éxodo 12:35-36). Se les dará tanto que sus puertas estarán de continuo abiertas.
c. Traerán oro… su plata y su oro con ellos: ¿Por qué las naciones otorgan tales riquezas al pequeño Israel? Primero, reconocen que así se lo dan a Dios. Traen consigo su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel. Segundo, lo hacen porque ven la obra de Dios en Israel: Que te ha glorificado. Así que voluntariamente dan y sirven a Israel (y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán).
d. Para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies: Otra razón por la que las riquezas de las naciones se derramarán en Jerusalén en el Reino Milenial de Jesús será para construir y sostener el Templo del Milenio. El Templo del Milenio – descrito con gran profundidad en Ezequiel 40-47 – se erige como un lugar que conmemora la presencia y la obra de Dios en la historia. Al parecer, también habrá sacerdotes y sacrificios en el templo, pero no para la expiación – porque la expiación se completó en la cruz. Los sacrificios son para adoración, consagración y quizás recreación histórica.
B. La gloria de Israel en el reino contrasta con su estado anterior.
1. (14-18) Cómo trataron a Israel las naciones, y como lo tratarán en el reino.
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel. En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.
a. Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron: Aquellos que previamente persiguieron a Israel, y específicamente a Jerusalén, tendrán un corazón y una mente diferentes en el Reino Milenial. Entonces vendrán…humillados a Jerusalén; la reconocerán como la ciudad de Jehová.
b. En vez de bronce traeré oro: Dios tomará lo que era viejo – y tal vez funcional, pero no lleno de gloria – y lo remplazara con cosas mucho mejores. Más que un milagro de convertir el bronce en oro es convertir a los opresores en justicia.
c. Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas alabanza: ¡Qué gloriosa transformación! Desde la violencia y el derramamiento de sangre desenfrenado de Isaías 59:6-8, hasta muros llamados salvación y puertas llamadas alabanza.
i. El cumplimiento definitivo de estas cosas aguarda porque el Reino Milenial aún no está aquí. Pero el Rey de ese reino está aquí y quiere hacer algo de ese trabajo en un nivel diferente. Por ejemplo, una casa puede ver una hermosa transformación en este momento. Se puede decir de un hogar cristiano, violencia nunca más será escuchada en tu hogar, ni quebrantamiento ni destrucción dentro de tus paredes; Sino que llamaras a tus paredes salvación y a tus puertas alabanza.
d. Y conocerás: Esto explica por qué Dios hace esto. No es porque Israel sea tan grande y se lo haya ganado como un logro a través del trabajo duro. Lo hace para que conozcan que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. Él hace una obra tan grandiosa que todos saben que es obra suya.
2. (19-22) Cómo tratará el Señor a Israel en el reino.
El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.
a. El sol nunca más te servirá de luz para el día… sino que Jehová te será por luz perpetua: Esto es como la luz de la Nueva Jerusalén descrita en Apocalipsis 21:23, donde el Señor mismo es la luz. Pero tan importante como tener al Señor como tu luz perpetua es tenerlo como el Dios tuyo por tu gloria, y para gloria de nadie ni de nada más
i. “En el antiguo orden de la creación, la vida estaba gobernada rígidamente por la noche y el día e impredeciblemente por la irregularidad del sol y la luna. Pero en el nuevo orden de salvación, el principio rector es la presencia inmutable del Señor”. (Motyer)
b. Para siempre heredarán la tierra: Cuando recordamos el contexto de la profecía de Isaías, la hace aún más preciada. Isaías fue escrito principalmente bajo la sombra de la derrota y el exilio venideros. A ese pueblo desposeído de Dios, Isaías les señaló el día en que para siempre heredarán la tierra.
i. Esta promesa no se cumpliría porque el pueblo de Dios fuera muy bueno. Más bien, el Señor dijo que sería vista como la obra de mis manos, para glorificarme.
c. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido: Dios no dijo que sucedería pronto, aunque en una escala eterna podríamos considerarlo pronto. Pero Dios lo haría a su tiempo – lo apresuraría, lo aceleraría – a su tiempo. Cuando el tiempo haya llegado, El Señor hará que esto sea cumplido pero no antes de su tiempo.
i. La promesa parece demasiado buena para ser verdad y estamos condicionados a pensar que si parece demasiado buena para ser verdad, lo es. Pero Dios es demasiado bueno para no ser verdad.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com