A. La confianza de Pablo en la sabiduría de Dios.
1. (1-4) Como le predicó Pablo a los corintios.
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
a. Cuando fui a vosotros: La llegada de Pablo a Corinto es descrita en Hechos 18. Él vino y conoció una pareja cristiana llamada Aquila y Priscila, quienes hacían tiendas de campaña para comerciar, como Pablo. Él ministró en Corinto por más de un año y medio, sosteniéndose a sí mismo haciendo tiendas de campaña.
b. No fui con excelencia de palabras: Pablo no vino como un filósofo o un vendedor; él vino como un testigo (anunciaros el testimonio de Dios).
i. Pablo ciertamente era un hombre que podía razonar y debatir persuasivamente, pero no usó ese enfoque para predicar el Evangelio. Él hizo una decisión consciente (me propuse) poner énfasis en Jesucristo, y a éste crucificado. Pablo era un embajador, no un vendedor.
ii. Al tomar este enfoque, Pablo entendió que no estaba atendiendo a lo que su público quería. “Corinto puso un premio en la fachada de retórica falsa y pensamiento fino” (Barclay). Él ya sabía que los judíos pedían una señal, y los griegos buscan sabiduría (1 Corintios 1:22), pero no parecer importarle. Él predicará a Jesucristo, y a éste crucificado.
iii. Si un predicador no es cuidadoso, él se pondrá en el camino del Evangelio en lugar de ser un siervo del Evangelio. Ellos pueden obscurecer a Jesús por su predicar, ya sea en su presentación o el mensaje. Como la pequeña niña, que cuando un hombre más pequeño fue invitado a hablar pudo ver por fin en cristal de colores de Jesús detrás del púlpito dijo, “¿Dónde está el hombre que usualmente se para ahí y no deja ver a Jesús?”
c. No saber entre vosotros cosa alguna “no significa que el dejó todo su otro conocimiento de lado, sino en cambio él tenía el Evangelio, con su Mesías crucificado, y su singular enfoque y pasión mientras él estaba entre ellos.” (Fee)
d. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor: Pablo no estaba lleno de autoconfianza. Saber su necesidad y sus limitaciones lo hacía débil y temeroso. Sin embargo eso lo mantuvo alejado del veneno de apoyarse en sí mismo, todo deja que la fuerza de Dios fluya.
i. Vincent dice la implicación del versículo tres es que su condición creció fuera de las circunstancias en las cuales se encontraba en Corinto. La debilidad, temor, y temblor de Pablo pudieron haber sido el resultado de una enfermedad por la que sufrió mientras estaba en Corinto, o algunos (como Calvin) creen que fue por alguna amenaza o persecución.
ii. Cualquiera que sea la causa exacta, “Así de grande era su sentido de debilidad y temor, y tan profunda su falta de confianza en sí mismo que se estremecía, él temblaba. Aquellos son los secretos de la fuerza en toda predicación.” (Morgan)
e. Ni mi predicación fue con palabras persuasivas: Pablo no está rechazando predicar, aun la predicación persuasiva (su sermón ante Agripa en Hechos 26 es un ejemplo remarcable de predicación persuasiva). Pablo está rechazando cualquier apoyo en la habilidad del predicador de persuadir con humana sabiduría.
i. “Nos corresponde hablar la verdad con valentía, y en cada caso debemos ser olor grato a Dios; pero ceder a la opinión dominante con la esperanza de hacer conversos es hacer mal para que el bien venga, esto nunca se debe pensar ni por un instante.” (Spurgeon)
f. Sino con demostración del Espíritu y de poder: Pablo sabía que el trabajo del predicador es predicar; es la obra del Espíritu Santo demostrar. La predicación de Pablo puede no haber sido impresionante o persuasivo a un nivel humano, pero a un nivel espiritual tenía poder.
2. (5) La razón para apoyarse en el Espíritu en lugar de la sabiduría humana.
Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
a. Las estrategias de predicación centradas alrededor la sabiduría de los hombres – alrededor de emoción, entretenimiento y personalidad humana – podrían responder a gritos, pero no con resultados para el reino de Dios.
i. Mucha gente usa medios hábiles, entretenidos, o incluso engañosos para “atraer” gente en la iglesia, y justificarlos diciendo, “estamos atrayéndolos y después ganándolos para Jesús.” Pero el principio establece: Con lo que los atraes, es a lo que los atraes.
b. Si la fe de alguien está en la sabiduría de los hombres, y no en el poder de Dios; si alguien puede ser persuadido dentro del reino por sabiduría humana, ellos también pueden ser persuadidos fuera del reino por sabiduría humana.
B. Pablo predica sabiduría real, no la sabiduría de los hombres.
1. (6-8) La sabiduría de Dios no es reconocida en esta era.
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
a. Sin embargo, hablamos sabiduría: Solo porque Pablo no satisface el amor corintio por la sabiduría humana no significa que su mensaje no tenía sabiduría; en efecto, hay una gran riqueza de sabiduría sellada para todos excepto para el cristiano.
b. Entre los que han alcanzado madurez: ¿Quiénes son los maduros a los que pablo les podía hablar esta sabiduría? Algunos piensan que la línea se dibuja entre los salvos y los no salvos; otros entre creyentes maduros e inmaduros.
i. Pablo usa la palabra maduro para creyentes maduros en pasajes como Efesios 4:13, 1 Corintios 14:20, y Filipenses 3:15. Una persona inmadura (tal como un bebé) no tiene el discernimiento de saber que es bueno para comer y que no lo es. Un bebé se meterá lo que sea en su boca.
c. Los maduros reconocen la sabiduría de Dios, pero los príncipes de este siglo no. ¿Son los príncipes de este siglo hombres o poderes demoniacos?
i. Este debate se remonta al tiempo de Orígenes y Crisóstomo. A simple vista, parece claro que los príncipes de este siglo debe referirse a gobernadores humanos, porque solo ellos no sabían lo que hacían cuando incitaron a la crucifixión de Jesús. “Pablo habitualmente le atribuye poder a las fuerzas demoniacas, pero no ignorancia.” (Morris)
ii. Sin embargo, se podría decir que los poderes demoníacos eran ignorantes de lo que resultaría de la crucifixión de Jesús – el desarme y la derrota de los poderes demoníacos (Colosenses 2:15) – y si hubieran sabido que estaban sellando su propia condena por incitar a la crucifixión, ellos no lo habrían hecho.
iii. No importa quienes son exactamente los príncipes de este siglo, su derrota es segura: Que perecen. ¡Su día se acabó y el día de Jesucristo está aquí!
d. ¿Por qué los príncipes de este siglo fallan en reconocer la sabiduría de Dios? Porque vino en un misterio; un “secreto sagrado” que solo puede ser conocido por revelación. Esa es la sabiduría oculta que ahora se revela por el Evangelio de Jesucristo, el cual predica Pablo.
e. Señor de gloria: Algunos estudiados consideran el Señor de gloria como el titulo más alto que Pablo le da a Jesús. Esta es ciertamente una prueba de que Pablo consideraba a Jesús como Dios, la Segunda Persona de la Trinidad. Es inconcebible que Pablo nos diría un título de un ser menor que eso.
2. (9-11) La sabiduría de Dios es conocida solo por el Espíritu Santo.
Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
a. Como está escrito: Dicho propiamente, esta no es una cita estricta de las Escrituras. Pablo está parafraseando Isaías 64:4 para recordarnos que la Sabiduría y plan de Dios están más allá de lo que podemos descubrir por nuestra cuenta.
i. “Como está escrito no es, en este caso, la forma de la cita, sino el equivalente al decirlo, ‘Usar el lenguaje de la Escritura.’” (Hodge)
b. Cosas que ojo no vio: La mayoría de la gente erradamente toma Son las que Dios ha preparado para los que le aman para referirse a las cosas que nos esperan en el cielo. Si bien es cierto que no podemos comprender la grandeza del cielo, eso no es a lo que Pablo se refiere aquí, porque el versículo 10 nos dice Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu. Esta cosa gloriosa ha sido revelada por el Evangelio.
i. “Estas palabras han sido aplicadas al estado de gloria en un mundo futuro; pero ciertamente pertenecen al estado presente, y expresa simplemente la asombrosa luz, vida, y libertad que comunica el Evangelio a aquellos que creen en el Señor Jesucristo en la forma que el Evangelio mismo lo requiere.” (Clarke)
ii. Pablo está comunicando el mismo mensaje que Efesios 3:1-7, donde escribe acerca del misterio de la iglesia, y como la iglesia en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu. (Efesios 3:5)
iii. Antes de la vida y ministerio de Jesús, el pueblo de Dios tenía un vago conocimiento de la gloria de Su obra y lo que podía hacer por Su pueblo. Pero ellos en realidad no lograban – no podían – entender completamente por adelantado.
c. Por el Espíritu Pablo nos recuerda que solo el Espíritu Santo nos puede decir acerca de Dios y Su sabiduría. Este conocimiento es inalcanzable por medio de sabiduría humana o investigación.
i. Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios: Pablo alega desde la premisa filosófica griega que algo solo es conocido por algo. Tú puedes suponer lo que tu perro está pensando, pero no puedes saber realmente a menos que él te dijera. Aun así, podríamos suponer lo que Dios está pensando, y acerca de Su sabiduría, pero no podríamos saber nunca a menos que Él nos dijera.
e. Aun lo profundo de Dios: En su amor por la sabiduría humana, los corintios orgullosamente pensaron que Pablo estaba tratando “solo lo básico” como el Evangelio. Pablo insiste que su mensaje llega al corazón de aun lo profundo de Dios.
3. (12-13) Como podemos recibir esta sabiduría.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
a. Para que sepamos: Esta sabiduría viene por el Espíritu que proviene de Dios, no por el espíritu del mundo. Porque cada creyente ha recibido. . . el Espíritu que proviene de Dios, cada creyente tiene acceso a esta sabiduría espiritual.
i. Esto no significa que cada creyente tiene la misma sabiduría espiritual. Y esto no significa que entenderemos todos los misterios espirituales. Eso significa que cada creyente puede entender lo básico del mensaje cristiano, el cual es inalcanzable (e indeseable) por la sabiduría humana.
b. Acomodando lo espiritual a lo espiritual: Los cristianos combinan las cosas espirituales con palabras espirituales; ellos usas palabras y conceptos enseñados solo por el Espíritu Santo.
i. O, Pablo podría estar hablando de la forma que solo un hombre espiritual puede recibir cosas espirituales. “El pasaje por lo tanto debería ser traducido: Explicando cosas espirituales a personas espirituales.” (Clarke)
4. (14-16) El hombre natural y el hombre espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
a. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios: La palabra griega para hombre natural es psuchikos. Esta describe el materialista, quien vive como si no hubiera nada más allá de la vida física. Este es el tipo de vida común de todos los animales.
i. El hombre natural es donde todos comenzamos la vida; la vida heredada de Adán. El hombre natural es un hombre no regenerado, un hombre no salvo.
ii. Tenemos que lidiar con el mundo material, así que no hay nada inherentemente pecaminoso en la “vida natural”. Dios no está disgustado cuando tú tienes que comer o dormir, o trabajar. Pero la vida en este nivel está sin una perspectiva espiritual; el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios.
iii. Las cosas espirituales parecen locura al hombre natural. ¿Por qué desperdiciar e tiempo en “cosas espirituales” cuando podrías estar haciendo dinero o divirtiéndote?
b. El hombre natural no quiere las cosas de Dios porque las toma en cuenta como locura. Lo que es más, él no puede entender las cosas de Dios (aunque quisiera) porque se han de discernir espiritualmente. Sería incorrecto esperar que el hombre natural viera y valorara las cosas espirituales, así como sería incorrecto esperar que un cadáver viera el mundo material.
i. El hombre natural no es salvo. Muchos cristianos aun piensan como el hombre natural, rechazando discernir las cosas espiritualmente. Cuando nuestra única preocupación es por “lo que funciona” o el “punto principal,” no estamos discerniendo espiritualmente, y estamos pensando como hombre natural, aunque quizás seamos salvos.
c. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie: Pablo no está diciendo que cada cristiano está por encima de toda crítica (después de todo, gran parte de esta carta es crítica). El punto es claro: ningún hombre natural está equipado para juzgar a un hombre espiritual.
d. ¿quién conoció la mente del Señor? : Isaías 40:13 se refiere a la mente de Yahweh (traducido aquí es SEÑOR); pero Pablo no tiene problema insertando mente de Cristo en lugar de mente del Señor, porque Jesús es Yahweh!
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com