A. Sumisión en el hogar.
1. (1-2) El corazón de la esposa piadosa.
Asimismo, vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
a. Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos: Las esposas piadosas serán sujetas a vuestros maridos. Esta sumisión no es una recompensa por el buen comportamiento del esposo; es mandado por Dios como el orden del hogar.
i. La enseñanza de la sumisión fue especialmente relevante para la mujer casada del primer siglo quien había empezado a seguir a Jesús. Ella preguntaba cosas como “¿Debería de dejar a mi esposo?” o “¿Debería de cambiar mi comportamiento hacia el?” o “¿Debería de asumir una posición superior en Jesús?”
ii. En la cultura del mundo antiguo, era casi imposible pensar que una esposa adoptara una religión diferente a la de su esposo. Las mujeres cristianas llegaron a Jesús antes de que sus esposos necesitaron instrucción.
b. Asimismo: Sumisión propia en el hogar lleva los mismos principios de sumisión hacia el gobierno y a los empleados. Es una sumisión no solo de hechos, pero del corazón – como fue demostrado por el corazón rendido de Jesús (1 Pedro 2:21-25).
i. El llamado para sumisión no es meramente un llamado para el amor y una acción considerada. Es un llamado para relacionar la sumisión a la autoridad. El término sumisión es usado fuera del Nuevo Testamento para describir la sumisión de soldados obedientes en una armada de alto rango. Literalmente significa “estar bajo orden.”
ii. Aun así, la sumisión a la autoridad puede ser consistente con igualdad en importancia, dignidad, y honor. Jesús estuvo sujeto a Sus padres y a Dios Padre, pero no era más bajo que ninguno de ellos. “Así pues, el comando a las esposas de estar sujetas a sus maridos nunca debería de ser tomada como una personalidad o espiritualidad inferior, o de importancia menor.” (Grudem)
iii. Por supuesto, sumisión en el matrimonio sigue los mismos principios que la sumisión en otras áreas. Nosotros nos sometemos a una autoridad nombrada por Dios como nuestra obligación ante Dios, a menos de que esa autoridad nos dirija al pecado. En ese caso, es correcto obedecer a Dios antes que al hombre (Hechos 4:19-20).
c. Estad sujetas a vuestros maridos: Pedro cuidadosamente observa que las esposas son llamadas a someterse a vuestros maridos, no a hombres en general. La jefatura masculina es mandato de Dios principalmente para el hogar y la iglesia, no para la sociedad en general.
i. El principio de la sumisión es presentada varias veces en el Nuevo testamento.
· Jesús se sometió a Sus padres (Lucas 2:51).
· Demonios se sometían a los discípulos (Lucas 10:17).
· Ciudadanos deben de someterse a la autoridad gubernamental (Romanos 13:1 y 5, Tito 3:1, 1 Pedro 2:13).
· El universo debe de someterse a Jesús (1 Corintios 15:27 y Efesios 1:22).
· Seres espirituales invisibles se someten a Jesús (1 Pedro 3:22).
· Cristianos deben someterse a sus líderes de la iglesia (1 Corintios 16:15-16 y 1 Pedro 5:5).
· Esposas deben someterse a sus maridos (Colosenses 3:18, Tito 2:5, 1 Pedro 3:5, y Efesios 5:22-24).
· La iglesia debe someterse a Jesús (Efesios 5:24).
· Sirvientes deben someterse a sus amos (Tito 2:9 y 1 Pedro 2:18).
· Cristianos deben someterse a Dios (Hebreos12:9 y Santiago 4:7).
ii. Ninguna de estas relaciones están reservadas. Por ejemplo, nunca se les dice a los amos que se sometan a los sirvientes, a Jesús nunca se le dijo que se sometiera a la iglesia, etc. Así que, aunque debe haber un amor como siervo y actitud de parte de aquellos que están en posiciones de autoridad, no elimina el concepto de orden y autoridad de Dios y la sumisión correspondiente.
d. Para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.El beneficio de la sumisión se demuestra en la manera que los esposos son afectados para con Dios. La sumisión de una esposa es una expresión poderosa de su confianza en Dios. Este tipo de fe y obediencia puede lograr grandes cosas, aun sin palabra.
i. Las esposas puede que quieran amoldar a sus esposos; ya sea guiándolos a Jesús o guiándolos a Jesús por sus palabras. Pedro les recuerda que el plan de Dios es que las esposas impacten a sus esposos no por medio de lecciones persuasivas pero por medio de sumisión piadosa, buena conducta, y por el temor de Dios.
ii. Hay un sentido en que los esfuerzos de la esposa en cambiar a su esposo y los esfuerzos de sus propias palabras pueden dificultar la fuerza del trabajo de Dios en el esposo. Es mucho más efectivo el someterse a la manera de Dios, demostrando confianza en Él, y permitir que Dios haga a Su manera al esposo.
iii. “El atractivo del comportamiento sumiso de la esposa en un no creyente sugiere que Dios ha inscrito la rectitud y belleza de la distinción de los roles incluye el liderazgo o jefatura del hombre en la familia y la aceptación y respuesta femenina a dicho liderazgo… El esposo no creyente ve este comportamiento y por dentro percibe la belleza del mismo. Dentro de su corazón hay un testigo que es correcto, y así es como Dios destinó al hombre y a la mujer a relacionarse como esposo y esposa. De tal manera concluye, que el evangelio en el que su esposa cree, debe de ser verdadero también.” (Grudem)
e. No creen en la palabra: esto se refiere a un esposo no creyente, pero es una idea más fuerte que simplemente “no creer.” Tiene la idea de alguien que activamente está desobedeciendo la palabra de Dios. Aun estos pueden ser ganados a través de la conducta piadosa de la esposa amorosa.
2. (3-4) La belleza verdadera de la mujer piadosa.
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
a. Vuestro atavío no sea el externo: Pedro no prohibía todo atavío. Pero para la mujer piadosa, el atavíoexterno siempre es con moderación, y su énfasis siempre es en el atavío interno.
i. Peinados ostentosos: De acuerdo a William Barclay, en el mundo que vivía Pedro las mujeres arreglaban y pintaban su cabello frecuentemente. También usaban pelucas, especialmente pelucas rubias con cabello importado desde Alemania. Pedro tenía esto en mente cuando habló del atavío que es meramente externo. Pedro no prohibía que una mujer se arreglara el cabello, o que usara joyería, más de lo que prohibía que se usaran vestidos (lujosos no está en el original).
b. Sino el interno, el del corazón: La belleza real proviene del corazón. No es algo que vistes. Es algo que eres.
i. La verdadera pregunta es “¿De qué dependes para sentirte bella?” El punto de Pedro no es que estas cosas sean prohibidas, sino que no deberían de ser el atavío de toda mujer, ni su único recurso de belleza.
c. El incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible: La belleza interior de una mujer piadosa es incorruptible. Esto significa que no decae ni empeora con la edad. Sino que es belleza incorruptible que mejora con la edad, y por lo tanto es de mucho más valor que la belleza que viene del cabello, joyas, o vestidos.
d. Espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios: Pedro describe al carácter de belleza – espíritu afable y apacible. Estos rasgos de carácter no son promovidos por las mujeres de nuestra cultura; y aun así son de grande estima delante de Dios.
3. (5-6) Ejemplos de sumisión.
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
a. También se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos: Pedro les recuerda que no las llama a un nuevo estándar, sino a algo que ya era practicado por mujeres santas en otro tiempo.
b. Esperaban en Dios: Cuando las mujeres se someten a sus maridos y no ponen su confianza en los atavíos externos, son como las mujeressantas de otro tiempo que esperaban en Dios. Ellas demuestran su fe poderosamente.
i. Una mujer puede confiar en su propia habilidad para influenciar y controlar a su marido, o puede confiar en Dios y ser sumisa. Una mujer puede confiar en su belleza externa y atavíos, o puede confiar en Dios y cultivar un espíritu afable y apacible. Todo se regresa en confiar en Dios para que puedan ser mujeres santas que confían en Dios.
c. Como Sara obedecía a Abraham: La sumisión de Sara hacia Abraham fue demostrada de dos maneras. Primero, ella obedecía a Abraham, aun cuando era difícil y aun cuando estaba equivocado (como en Génesis 12:10-20). Segundo, ella honraba a Abraham llamándole señor. Es posible obedecer a alguien sin demostrarles el honor que es parte de la sujeción. Sumisión genuina conoce el lugar de obediencia y honor.
i. “La actitud de sumisión a la autoridad de un esposo se reflejará en numerosas cantidades de palabras y acciones las cuales demuestran diferencia al liderazgo y un reconocimiento de su responsabilidad final.” (Grudem)
d. Si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza: Sumisión verdadera, llena de fe en Dios, no tiene espacio para miedo o terror. Hace el bien y deja el resultado para Dios y no para el hombre.
i. Las palabras “hacéis el bien” nos recuerda que la sumisión no es rendirse de manera enfurruñada a la autoridad. Es aferrarse de manera activa a la voluntad de Dios, demostrando confianza en Él.
4. (7) El corazón del esposo piadoso.
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
a. Vivid en ellas: Un esposo piadoso habita con su esposa. No simplemente comparte una casa, pero verdaderamente vive con ella. El reconoce el gran punto en la enseñanza de Pablo acerca del matrimonio en Efesios 5: así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, así mismo se ama. (Efesios 5:28). El esposo piadoso entiende la unidad esencial que Dios ha establecido entre el esposo y la esposa.
b. Sabiamente: El esposo piadoso se compromete al trabajo importante de entender a su esposa. Al conocerla bien, él es capaz de demostrarle su amor por ella de una manera más efectiva.
i. Cuando un esposo tiene este entendimiento, Dios lo dirige a usarlo, y eso es para que viva con su esposa sabiamente. Se supone que debe de tomar su conocimiento y aplicarlo en la vida diaria con su esposa. Aquí es donde muchos hombres batallan al llevarlo a cabo. Tal vez tengan conocimiento acerca de sus esposas, pero no lo utilizan para vivir con ellas.
c. Dando honor: Un esposo piadoso sabe cómo hacer que su esposa se sienta honrada. Aunque se someta a él, él se asegura de que ella no se sienta como una empleada o bajo el poder de un dictador.
i. En dando honor a la mujer, la palabra en el griego antiguo para mujer (esposa) es una palabra rara, significando literalmente “la femenina.” Esto sugiere que la naturaleza femenina de la mujer debe incitar al marido a honrarla.
ii. Esto fue una enseñanza radical en el mundo que Pedro vivía. En la cultura antigua, el esposo tenía derechos absolutos sobre su mujer y la esposa no tenía derechos en el matrimonio. En el mundo romano, si un hombre sorprendía a su esposa en el acto del adulterio, podía matarla en ese mismo momento. Pero si una esposa sorprendía a su marido, no podía hacer nada en su contra. Todos los deberes y obligaciones del matrimonio eran puestos sobre la esposa. La enseñanza radical de Pedro es que el esposo tiene deberes y obligaciones de parte de Dios para con su esposa.
d. Como a vaso más frágil: En este contexto, frágil habla de la fuerza física relativa en comparación con la del hombre. Los hombres no tienen necesariamente más fuerza espiritual, pero generalmente sí tienen más fuerza física. Así como Pedro trajo la idea de la naturaleza femenina de la mujer con las palabras la mujer, continúa apreciando la naturaleza femenina en como el esposo debe de responder a ella.
i. Por lo tanto, el esposo piadoso reconoce las limitaciones que su esposa tiene físicamente, y no espera más de ella de lo que es apropiado.
e. Coherederas: Un esposo piadoso reconoce que su conyugue no solo es su esposa, pero también su hermana en Jesús. Parte de su herencia en el Señor es solamente realizada en su unidad como esposo y esposa.
i. Coherederas (coherederos juntos): Esto “recuerda a los maridos que a pesar de que se les ha dado gran responsabilidad en el matrimonio, sus esposas reciben por igual el privilegio espiritual e importancia eterna: son ‘herederos unidos.’” (Grudem)
f. Que vuestras oraciones no tengan estorbo: El fallar como un esposo piadoso tiene sus consecuencias espirituales. Sin duda alguna, sus oraciones tendrán estorbo.
i. Algunos piensan que Pedro tiene en mente las oraciones que esposos y esposas hacen juntos. Pero como solamente se dirige a los esposos, y porque dice vuestras oraciones, se refiere a las oraciones de los esposos en general.
ii. Pedro asumía que el temor de oraciones con estorbo motivaría a los esposos cristianos a amar y cuidar a sus esposas como se debe. Muchos cristianos tienen una consideración muy baja respecto a la oración así que esta advertencia tal vez no los motive adecuadamente.
iii. “En efecto, para verdaderos creyentes la oración es tan invaluable que el peligro de obstruirla es usado por Pedro como un motivo de por qué, en su relación de matrimonio, y asuntos del hogar, deben de comportarse con mucha sabiduría. Él ordena al marido que ‘viva con su esposa ‘de acuerdo con conocimiento,’ y rendirle amor honorable a ella, no sea que sus oraciones unidas sean estorbadas. Cualquier cosa que estorbe a la oración está mal. Cualquier manejo de la familia, o el deseo de un manejo, que está hiriendo su poder en la oración, hay una demanda urgente para hacer una alteración.” (Spurgeon)
B. Piedad en el sufrimiento.
1. (8-9) Una súplica de unidad y amor entre el pueblo de Dios.
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
a. Sed todos de un mismo sentir: La mayoría de nosotros estamos dispuestos a tener un mismo sentir, ¡siempre y cuando el mismo sentir sea lo que yo siento! Pero el mismo sentir es el de la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Nuestro sentir común debe ser el sentir de Jesús.
i. Este mandato nos regresa a la necesidad de conocer la Palabra de Dios. No podemos ser de un mismo sentir, la mente de Jesús, si no sabemos lo que está en Su mente. La Palabra de Dios nos demuestra la mente de Jesús.
b. Sed todos de un mismo sentir: Esto habla de la unidad esencial del pueblo de Dios. Nosotros somos uno; pero no todos somos iguales. Mientras todos deberíamos de ser de un mismo sentir, no podemos esperar que todos sean como nosotros. Dios ha hecho ambas unidad y diversidad en Su pueblo.
i. Cada célula de nuestro cuerpo es diferente, y cada una tiene su rol. Pero cada célula de nuestro cuerpo tiene el mismo código de ADN escrito en ella, el plan maestro para todo el cuerpo. Cada célula en tu cuerpo tiene el mismo “sentir.”
ii. Se podría decir que los cristianos deberían ser como un coro. Cada uno canta con su propia voz, y algunos cantan en diferentes tiempos, pero todos cantan a la misma música y en harmonía los unos con los otros.
c. Compasivos. . .fraternalmente. . . amigables: Pedro describe el tipo de amor tierno que debería de haber entre el pueblo de Dios. Debemos de ser compasivos, fraternales, misericordiosos y corteses. ¡Los cristianos deben de tratarse con amor!
i. Recuerda que esta es la medida que dio Jesús al mundo para identificarlos como Sus discípulos: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:35). Jesús no nos mandó a agradar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Pero somos mandados a amarlos, y una vez que comenzamos a amarlos, comenzaran a agradarnos.
d. No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo: El desafío más grande para amar a otros es cuando nos hacen mal. En esos momentos, somos llamados a no devolver mal por mal, sino de bendecir.
i. Ninguna disputa, argumento, o conflicto personal debe de quedarse entre los creyentes. Aun si un cristiano se pasa de la raya, la respuesta amorosa de los otros cristianos debe hacer que el problema sea pequeño y corto.
ii. La reacción natural a la hostilidad es la represalia. De esto es lo que se tratan todos los terribles conflictos étnicos en el mundo –un grupo le hace mal a otro, y se dedica el resto de su existencia en reparar ese mal. Solo el amor de Jesús por nuestros enemigos puede romper este terrible ciclo.
iii. Jesús nos recuerda que no es de mucha ganancia amar a aquellos que nos aman; la verdadera prueba de amor es el demostrar compasión a nuestros enemigos (Mateo5:44-47).
e. Para que heredaseis bendición: Nos amamos los unos a los otros, pero no solo por el bien de Jesús, de cual somos miembros de Su cuerpo. Nos amamos los unos a los otros, pero no solo por el bien de nuestro hermano o Hermana por el cual Jesús murió. También nos amamos los unos a los otros por el bien de nosotros mismos – al bendecir a aquellos que nos han hecho mal, vamos a heredar bendición. Si no puedes amar por el bien de Jesús, o por el bien de tu hermano ¡entonces hazlo por tu propio bien!
2. (10-12) Una cita de Salmo 34:12-16 demuestra la bendición que viene a aquellos que se retiran del mal y hacen el bien.
Porque:El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;apártese del mal, y haga el bien;
busque la paz, y sígala.Porque los ojos del Señor están sobre los justos,y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
a. Apártese del mal, y haga el bien: Hacer el bien, frecuentemente es difícil porque como regla general, el mal es recompensado inmediatamente, y la recompensa por hacer el bien regularmente tarda. Pero las recompensas por hacer el bien son mejores, y mucho más seguras que las recompensas por hacer el mal. Dios promete esto en el pasaje citado por Pedro.
3. (13-17) Como manejarnos cuando nuestro bien es regresado con un mal.
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotrosteniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
a. ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño: Aunque Pedro dice que siempre se debe de regresar bien por mal, él también vivía en el mundo real, y sabía que a menudo, la gente regresa el mal por el bien.
i. “El no ser odiado por el mundo; el ser amado, halagado y acariciado por el mundo – es una de las posiciones más horribles en la cual se puede encontrar un cristiano. ‘¿Qué cosa tan mala he hecho,’ pregunto el sabio antiguo, ‘que él hable bien de mí?” (Meyer)
b. Si vosotros seguís el bien: Literalmente, ser seguidores es “ser celoso.” “Algunos judíos eran fanáticos, presumiendo su cello por el Señor o Su Ley. . . todo cristiano debe de estar celoso por todo aquello que es bueno.” (Hart)
c. Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois: Pedro nos recuerda que hay bendición para nosotros aun cuando padecemos por causa de la justicia. Dios nos cuidara, especialmente cuando padecemos injustamente.
i. Jesús habló de la misma actitud: Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28).
d. No os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis: La presencia o posibilidad de sufrir por hacer el bien no debería de alejarnos de hacer el bien. Sino que deberíamos dar un lugar especial (santificad) a Dios en nuestros corazones, y siempre estar listos para explicar nuestra fe (presentar defensa), haciéndolo siempre con la actitud correcta (con mansedumbre y reverencia).
i. Otros manuscritos dicen santificad a Dios el Señor en vuestros corazones como, santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones. “El significado simple del mandato es que en el centro de la vida debe de haber un Señor, y ese es Cristo. . . . otros amos son permitidos invadir el santuario del corazón, y de ejercer dominio sobre nosotros. Nuestros deseos egoístas, la opinión de otros, conocimiento mundano, la presión de las circunstancias, estos y otros amos nos mandan, y nos desviamos de la simple y completa lealtad de nuestro único Señor.” (Morgan)
ii. Podemos estar preparados para presentar defensa si nos hemos preparado en conocer la Biblia. Pedro sabía lo importante que era para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande. Él fue puesto en situaciones así en Hechos 2:14-39, Hechos 3:11-26, Hechos 4:8-12, and Hechos 5:29-32. En cada situación, Pedro confiaba en el poder del Espíritu Santo y fue capaz de presentar defensa.
e. Sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo: Nuestra buena conducta, cuando nuestro bien es regresado con mal, podremos demostrar que los otros están mal acerca de nosotros, y eso los avergonzará por haber hablado en contra de vidas piadosas.
f. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal: Ninguno de nosotros quiere sufrir. Pero si debemos sufrir, que sea por hacer el bien, no por hacer el mal. A veces los cristianos son odiosos y ofensivos, y son llamados a sufrir por ello. Desearían que fuera persecución por el evangelio, pero simplemente están sufriendo por hacer el mal.
C. Jesús demuestra el poder de sufrir por hacer el bien.
1. (18) A través de Su sufrimiento piadoso, Jesús nos trajo a Dios.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu,
a. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados: Jesús padeció una sola vez por los pecados. Ya no hay ningún sacrificio, ninguna expiación que pueda complacer a Dios. Aun nuestro propio sufrimiento no pagará por nuestros pecados. El precio ya se ha pagado.
i. Aunque Pedro usa el sufrimiento de Cristo como motivación y fuerza para sus lectores afligidos, también debemos de recordar que Pedro apartó el sufrimiento de Jesús de todos los demás. Spurgeon recordó el sufrimiento heroico de un hombre piadoso: “Recuerdo haber leído en Foxe’s Book of Martyrs (Libro de Mártires de Foxe), la historia de un hombre de Dios, quien estaba obligado a morir por Cristo; ahí estaba él, calmado y en silencio, hasta que sus piernas habían sido quemadas, y los espectadores vieron como su cuerpo impotente se caía de las cadenas hasta el carbón, y ninguna característica se podía distinguir; pero uno de los que estaban cerca se sorprendió al ver que el pedazo de carne muerta abría su boca, y salieron dos palabras de ella; ¿y cuáles suponesque fueron? ‘¡Dulce Jesús!’ y después el mártir se calló de las cadenas, y al fin su vida se había ido.”
ii. Ese santo tenía la dulce presencia de Jesús para ayudarlo en su horrible sufrimiento; pero Jesús no tuvo la dulce presencia de Su padre en la cruz. Sino que Dios el Padre lo trato como si El fuera el enemigo, como el blanco de la justa ira de Dios. En este sentido, el sufrimiento de Jesús en la cruz fue peor que cualquier otro sufrido por un mártir; tal vez no peor en el aspecto físico, pero ciertamente en el sufrimiento espiritual y experiencia total.
iii. “Es casi como si el apóstol hubiese dicho, ‘Ninguno de ustedes han sufrido en comparación con Él;’o, al menos, Él es el sufridor primogénito, – el Príncipe de los sufridores, – el Emperador del reino de la agonía, – Señor Primordial en el dolor. . . . Tú sabes un poco del dolor, pero no sabes mucho. El dobladillo de la ropa de luto es todo lo que llegaras a tocar, pero Cristo lo usaba como su túnica diaria. Nosotros solo sorbemos un poco de la copa que Él se tomó hasta los heces más amargos. Nosotros sentimos solo un poco del calor del horno de Nabucodonosor; pero El habitó en el medio del fuego.” (Spurgeon)
b. El justo por los injustos: Jesús es un perfecto ejemplo del sufrir por hacer el bien. El, el justo, sufrió todo por nosotros, los injustos – y el propósito de todo era acercarnos a Dios, para restaurar nuestra relación rota y muerta con El.
i. Como Jesús hizo todo esto para llevarnos a Dios, ¡qué mal está el que nosotros no estemos en comunión con Dios! La palabra llevarnos en el griego antiguo es la misma palabra usada para acceso en Romanos 5:2 y Efesios 2:18. En la literatura antigua, la palabra llevarnos fue usada como “admisión de una audiencia con el Gran Rey.” (Blum)
c. Muerto en la carne, pero vivificado en espíritu: Jesús si murió en Su cuerpo, pero resucito de la muerte por elEspíritu Santo. Aquí, la Biblia nos dice que el Espíritu Santo levanto a Jesús de la muerte. También nos dice que el Padre resucito a Jesús de la muerte (Romanos 6:4), y nos dice que Jesús se levantó por sí mismo de la muerte (Juan 2:18-22). La resurrección fue un trabajo hecho por un Dios Trino.
2. (19-20a) A través del sufrimiento piadoso, Jesús predicó a los espíritus encarcelados.
En el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron
a. en el cual: Esto probablemente significa que Jesús estaba inspirado por el Espíritu Santo cuando predico a los espíritus encarcelados. Fue vivificado por el Espíritu, y después hizo el trabajo por medio del mismo Espíritu.
b. Fue y predicó a los espíritus encarcelados: Aparentemente, esta obra fue hecha en el periodo después de la muerte de Jesús, pero antes de Su primera resurrección y aparición a los discípulos. Jesús fue al Hades – la morada de los muertos – y predico a los espíritus ahí.
c. Espíritus encarcelados: Aunque algunos se han referido a estos espíritus como espíritus humanos, pero es más probable que eran espíritus endemoniados. Sabemos que su desobediencia era desde los días de Noé (1 Pedro 3:20). Tenemos evidencia de que este era un tiempo de pecado asqueroso para ambos demonios y humanos, cuando había una mezcla impía de humanos y demonios (Génesis 6:1-2).
i. “Aparentemente, la identificación más vieja de esos espíritus encarcelados se entendía, como los ángeles caídos de Génesis 6. Esa opinión era ampliamente conocida y generalmente dada por sentado en la era apostólica.” (Hiebert)
d. Predicó a los espíritus encarcelados: Tampoco sabemos exactamente porque Jesús predico a estos espíritus encarcelados. Probablemente, esta era una predica en la proclamación del mensaje de Dios, pero no era evangelismo o la proclamación de las buenas noticias. Jesús probablemente predicó un mensaje de juicio y condenación final en luz a su trabajo en la cruz terminado a estos espíritus desobedientes
i. Al hacer esto, se completó el triunfo de Jesús sobre el mal, aun el mal que ocurrió antes del diluvio. La Biblia dice que aun los que estaban debajo de la tierra deben reconocer el último Señorío de Jesús. Aquí Jesús estaba anunciando el hecho de: para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra (Filipenses 2:10).
ii. “No creemos que Pedro haya dicho que Jesús predicó el evangelio a esos espíritus encarcelados; él enseñó que Cristo anunciaba su triunfo sobre el mal, lo cual eran malas noticias para ellos. Sin embargo, para los lectores de Pedro, esto significaba confort y ánimo.” (Hiebert)
iii. “Lo que decía Su mensaje, no lo sabemos. Porque solo aquellos que fueron desobedientes en los tiempos de Noé son mencionados, no se nos dice. El propósito o el resultado de la predica de Cristo, no es revelado. Podríamos sacar nuestras propias conclusiones en todos estos puntos, pero no tenemos ninguna autoridad para nada acerca de la enseñanza dogmática.” (Morgan)
3. (20b-22) La salvación de Noé como una imagen del bautismo.
Cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.
a. Ocho, fueron salvadas por agua: Pedro hizo un dibujo con palabras. Así como la salvación de Noé con referencia al juicio de Dios está conectada con el agua, así también la salvación de los cristianos está conectada con el agua, el agua del bautismo.
i. El agua del diluvio lavó el pecado y la maldad, y trajo al mundo a un nuevo y fresco comienzo ante Dios. El agua del bautismo hace lo mismo, proporcionando un paso de lo viejo a lo nuevo.
ii. “Noe no fue salvado por la reforma gradual del mundo y su restauración a su inocencia primitiva, sino que se pronunció una sentencia de condenación y sobrevino la muerte, el entierro y la resurrección. Noe debía entrar en el arca y morir para el mundo; las inundaciones debían descender del cielo y subir de sus fuentes secretas debajo de la tierra, el arca, el arca debía estar sumergida en muchas aguas – aquí hay un entierro, y entonces después de un tiempo, Noe y su familia debían salir a un mundo totalmente nuevo de vida resucitada”. Spurgeon
b. No quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios: Al mismo tiempo, Pedro es cuidadoso de apuntar que no es no es meramente el agua del bautismo que nos salva, sino la realidad espiritual detrás de la inmersión en el agua. Lo que en realidad nos salva es la aspiración de una buena conciencia hacia Dios, una conciencia hecha buena a través del trabajo completo de Jesús.
c. Jesucristo,quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios: Vemos la plenitud de la obra de Jesús por su exaltación de la diestra de Dios el Padre, y la sumisión de todos los espíritus creados a Él (y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades). Así que, a pesar de que Jesús sufrió por hacer el bien, Él tuvo el último triunfo. El ejemplo de Jesús prueba el punto de Pedro en 1 Pedro 3:9: cuando sufrimos por hacer el bien, heredaremos bendición.
i. Jesús ha subido al cielo, es lo mejor para nosotros que Él esté ahí. Spurgeon relacionaba esto a como el sumo sacerdote, ministrando a Israel el Día de la Expiación, desaparición de entre la gente y se fue atrás del velo. “Aunque él no estaba con ellos, estaba con Dios, lo cual era lo mejor para ellos. El sumo sacerdote era más útil para ellos dentro del velo que fuera de él; estaba haciendo fuera de su vista lo que no podría lograr enfrente de ellos. Me gozo el pensar que mi Señor esta con el Padre. A veces no me puedo acercar a Dios, mi acceso parece estar bloqueado por mi enfermedad, pero Él siempre esta con Dios para pedir por mí.”
ii. Nuestra relación con Jesús es como la de un niño con su papalote. Su papalote volaba tan alto en el cielo que ya no lo podía ver. Alguien le pregunto, “¿Cómo sabes que todavía está allá arriba?” El niño contesto, “Puedo sentir como se jala.” No podemos ver a Jesús sentado en el trono en el cielo, pero ciertamente podemos sentir como Él nos jala hacia Él mismo.
iii. Como Jesús ha subido al cielo, Su iglesia está a salvo. “Que no tiemble Su iglesia, que no piense en poner fuera la mano de la incredulidad para estabilizar el arca del Señor. La historia de la iglesia será la historia de Cristo repetida: ella será traicionada, ella será azotada, ella será falsamente acusada y escupida; es probable que sea crucificada y su muerte será segura; pero se levantara de nuevo. Su Maestro se levantó, y como El, se levantará y recibirá la gloria. Nunca podrás matar a la iglesia hasta que puedas matar a Cristo; y nunca podrás derrotarla hasta que derrotes al Señor Jesús, quien ya tiene la corona del triunfo.” (Spurgeon)
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