2 Reyes 20 – Dios extiende la vida de Ezequías
A. La recuperación de Ezequías.
1. (1) El anuncio de Isaías para Ezequías.
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.
a. En aquellos días: Esto pasó en el tiempo de la invasión asiria a Judá, porque Jerusalén aún no había sido liberada de la amenaza asiria (2 Reyes 20:6). Los eventos de este capítulo también están registrados en Isaías 38.
i. «Varios intérpretes están de acuerdo en que los eventos descritos en los capítulos 38 y 39 preceden a la invasión del 701 a.C. […]. Muchos datan estos eventos en el 703 a.C., pero la evidencia sugiere más fuertemente una fecha de alrededor del 712 a.C.». (Wolf, Comentario de Isaías)
b. Cayó enfermo de muerte: No se nos dice cómo es que Ezequías se enfermó. Pudo haber enfermado de algo evidente para todos, o tal vez haya sido de algo conocido solo por Dios. Como sea que Ezequías se haya enfermado, ciertamente, fue permitido por Jehová.
c. Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás: Dios fue increíblemente amable con Ezequías al decirle que su muerte estaba cerca. No a todas las personas se les da el tiempo de poner en orden sus casas.
i. Sabemos por la comparación de 2 Reyes 18:2 con 2 Reyes 20:6, que Ezequías tenía 39 años cuando se enteró de que moriría pronto.
ii. «Tales amenazas, aunque absolutamente expresas, tienen a menudo condiciones secretas, las cuales Dios se reserva para sí». (Poole)
2. (2-3) La oración de Ezequías.
Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.
a. Volvió su rostro a la pared: Esto muestra lo sincero que fue Ezequías en su oración. Dirigió su oración en privado a Dios, y no a ningún hombre.
i. «Al volver su rostro a la pared y despedir a Isaías y entrar a un confinamiento solitario con Dios, Ezequías derramó su corazón delante del Señor». (Patterson y Austel)
b. Jehová, te ruego que hagas memoria: A nuestros oídos, la oración de Ezequías casi puede sonar impía. En ella su enfoque está en la autojustificación y en sus propios méritos. Es casi como si Ezequías hubiera orado: «Jehová, he sido un muchacho tan bueno y tú no estás siendo justo conmigo. Recuerda lo buen chico que he sido y rescátame».
i. Pero bajo el Antiguo Pacto, este era un principio válido para acercarse a Dios. Pasajes como Levítico 26 y Deuteronomio 28, muestran que, bajo el Antiguo Pacto, la bendición y la maldición eran enviadas bajo la base de la obediencia y la desobediencia. Atendiendo a ese mismo principio, David pudo escribir en el Salmo 15: «Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón» (Salmos 15:1-2).
ii. Pero bajo el Nuevo Pacto, somos bendecidos por la fe en Jesús (Gálatas 3:13-14). El principio de la oración de Ezequías no es apropiado para el cristiano en la actualidad. Nosotros oramos en el nombre de Jesús (Juan 16:23-24), no en el nombre de quiénes somos o de lo que hemos hecho.
iii. «Nos encontramos con súplicas similares una y otra vez en las oraciones de los hijos de Dios de antaño. Los Salmos abundan en ello. Pero no los encontramos en el Nuevo Testamento. La Iglesia basa sus súplicas en la justicia de Cristo». (Bultema)
c. Y lloró Ezequías con gran lloro: Ezequías vivía bajo el Antiguo Pacto, y en ese tiempo no había una seguridad de la gloria en la vida del más allá. Más bien, Jesús trajo la vida y la inmortalidad vino a la luz a través del Evangelio (2 Timoteo 1:10). También, bajo el Antiguo Pacto, Ezequías hubiera considerado esto como evidencia de que Dios estaba disgustado con él.
i. «¿Pero por qué debería un santo estar apegado a la vida, o tener miedo a la muerte, si para él viene siendo como el caballo de su padre, que lo viene a llevar a la casa?». (Trapp)
3. (4-7) Isaías trae la respuesta de Dios a la oración de Ezequías.
Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó.
a. Y añadiré a tus días quince años: En respuesta a la oración de Ezequías, Dios le concedió quince años más de vida.
i. «A Ezequías se le concedieron y se le agregaron quince años; como murió en el 686 a.C., esta promesa puede fecharse alrededor del tiempo del sitio de Jerusalén. Su recuperación fue también simbólica de la recuperación de Jerusalén». (Wiseman)
ii. Como Ezequías se recuperó, ¿se probó que la palabra de Dios («Morirás y no vivirás» [2 Reyes 20:1]) fue falsa? No. Primero, Ezequías en realidad sí murió, solo que no tan pronto como Dios lo había anunciado. Segundo, cuando Dios anuncia juicio casi siempre es una invitación para arrepentirse y para recibir misericordia.
iii. «Ezequías, aunque no era más que un pequeño príncipe, de repente se convirtió en un hombre acaudalado, que tenía entre sus tesoros algo que no podría haber sido descubierto entre las riquezas de ningún otro ser viviente; específicamente, una orden de la Corte del Cielo de que viviría otros quince años […]. Esta gran prosperidad fue también una gran tentación, mucho más difícil de soportar que la carta del Rabsaces, y todos los males que la invasión había traído sobre la tierra». (Spurgeon)
b. Yo he oído tu oración: La oración de Ezequías fue importante. Por todas las indicaciones, si Ezequías no hubiera hecho esta apasionada oración, entonces su vida no hubiera sido extendida. Esta es otra demostración del principio de que la oración importa.
i. De hecho, Dios le dio dos regalos a Ezequías: primero, el regalo de la vida extendida; segundo, le dio el regalo de saber que solo le quedaban quince años. Si él hubiera sido sabio, esto lo hubiera motivado a andar recto delante de Dios y poner su casa en orden.
c. Ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo: Esta promesa está en consonancia con las anteriores profecías de liberación de parte de Jehová, y fecha este capítulo como anterior a la destrucción del ejército asirio (Isaías 37:36-37).
i. La conexión de las dos promesas indica que una confirmaría la otra. Cuando Ezequías recuperó su salud supo que Dios también lo liberaría de los asirios.
d. Tomad masa de higos: Al parecer, Dios utilizó este tratamiento médico para traer sanidad a Ezequías. Dios puede, y a menudo lo hace, traer sanidad a través de los tratamientos médicos, y a excepción de una inusual dirección de Dios, el tratamiento médico nunca debe ser rechazado en el nombre de la fe.
3. (8-11) La señal de Dios para Ezequías: la sombra retrocede.
Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré a la casa de Jehová al tercer día? Respondió Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.
a. ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará […]?: Ezequías quería una señal, y una señal que le permitiera subir a la casa de Jehová. Esto era porque no podía, y no subiría a la casa de Jehová mientras no fuera sanado.
i. «Ezequías, apropiadamente, pregunta por una señal que le asegure su recuperación. Su farsante padre, en fingida modestia, se negó a pedir una señal». (Knapp)
b. Esta señal tendrás […] de que hará Jehová esto que ha dicho: Dios mostró aún más misericordia a Ezequías. Dios no tenía ninguna obligación de dar esta señal. De hecho, Dios hubiera estado justificado al decir: «Yo lo digo y tú lo crees. ¿Cómo te atreves a no tomar mi palabra por verdadera?». Pero en verdadero amor, Dios le dio a Ezequías más de lo que necesitaba o merecía.
i. Dios nos muestra la misma misericordia. Debería ser suficiente con que Dios nos diga: «Te amo». Pero Dios ha hecho demasiado para demostrarnos su amor (Juan 3:16, Romanos 5:8).
c. ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados?: Dios prometió hacer algo completamente milagroso como señal de confirmación. Él prometió hacer que la sombra del reloj solar retrocediera en vez de avanzar.
i. Esta es una señal maravillosamente apropiada para Ezequías. Al hacer que la sombra del reloj solar retrocediera, le dio más tiempo al día, así como a Ezequías.
ii. «Como sea que lo tomemos, fue un milagro. Dios pudo haber invertido el movimiento de la tierra, si hubiera considerado apropiado hacerlo, pues no es un relojero pobre, que no puede girar las manos de su propia obra hacia atrás; o pudo haber causado el fenómeno según la ordinaria ley de la refracción». (Knapp)
iii. «Ciertamente, no hay necesidad de postular ninguna inversión de la rotación de la tierra o de que el sol haya retrocedido. El hecho de que el milagro haya sido percibido solamente “en la tierra” (es decir, Judá; cf. 2 de Crónicas 32:31) hace tales soluciones dudosas». (Patterson y Austel)
iv. No importa cómo haya sucedido el milagro, Segunda de Crónicas 32:24-26 nos dice que Ezequías no respondió correctamente a este regalo de sanidad: «En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho, sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén. Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías».
B. La recepción de Ezequías de los enviados babilonios.
1. (12-13) Ezequías expone la riqueza de su reino por orgullo.
En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especias, y ungüentos preciosos, y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios.
a. En aquel tiempo: Esto fue después de la milagrosa recuperación de Ezequías. Jehová fue lo suficientemente bueno como para darle al rey Ezequías 15 años más de vida; pero dependía de Ezequías si esos años serían vividos con sabiduría y para la gloria de Dios.
b. Rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo: Aparentemente, este fue un gesto de bondad del rey de Babilonia, que mostró preocupación por Ezequías como un compañero de realeza.
i. «El sol —el cual era el dios de los babilonios— había honrado a Ezequías; por lo tanto, fueron mensajeros para honrarlo también con una visita y un presente». (Trapp)
ii. «Enviar cartas y un presente con mensajeros era un procedimiento diplomático babilonio» (Wiseman)
c. Merodac-baladán: Su presencia muestra que esta fue más que una llamada de cortesía. Este fue un intento de traer al reino de Judá de lado de los babilonios contra los asirios.
i. «Según Josefo (Ant. X.2.2.) el propósito de la visita era asegurar a Ezequías como un aliado en una coalición antiasiria». (Wiseman)
ii. «La verdadera razón de la visita era política; Babilonia deseaba deshacerse del yugo de Asiria. ¿Qué nación era más probable que los ayudara que aquella en cuyas manos el rey de Asiria había sido totalmente derrotado? Babilonia buscaba alianza con Judá contra Asiria». (Morgan)
d. Y Ezequías los oyó: Podemos imaginarnos que esto fue halagador para el rey Ezequías. Después de todo, Judá era una nación humilde con poco poder, y Babilonia era una superpotencia. Recibir esta noticia y reconocimiento del rey de Babilonia realmente debió haber hecho sentir a Ezequías que era importante.
e. Les mostró toda la casa de sus tesoros. Podemos imaginarnos a Ezequías queriendo agradar a estos enviados de Babilonia, y queriendo mostrarles que tenían una buena razón para estar deslumbrados con él y su reino. Así que hizo todo lo que pudo para impresionarlos, y les mostró las mejores riquezas de la familia real — les mostró todo (Ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios).
i. Como la futura reprensión de Isaías lo demostrará, esto no fue más que una orgullosa necedad de parte de Ezequías. Él estuvo en la peligrosa posición de querer agradar e impresionar al hombre, especialmente a hombres impíos.
ii. «No fue orgullo espiritual, como en el caso de su tatarabuelo Uzías; sino orgullo terrenal —“el orgullo de la vida”, podríamos decir. Eran sus cosas preciadas, su armadura, sus tesoros, su casa, su dominio, lo que les mostró a los embajadores de Babilonia». (Knapp)
iii. Ezequías enfrentó —y falló— una tentación común para muchos, especialmente para los que están en el ministerio: la tentación del éxito. Muchos hombres que permanecen fuertes contra las tentaciones del fracaso y la debilidad caen bajo las tentaciones del éxito y la fuerza. Piensen en el grado del éxito de Ezequías:
·Fue temeroso de Dios.
·Fue victorioso.
·Fue sanado.
·Había experimentado un milagro.
·Se le había prometido una larga vida.
·Tenía conexión con un gran profeta.
·Había visto una señal increíble.
·Fue rico.
·Fue famoso.
·Fue alabado y honrado.
·Fue honrado por Dios.
iv. Sin embargo, pecó grandemente después de este gran regalo de quince años más de vida y de la liberación de Jerusalén. Podríamos decir que Ezequías pecó por lo menos en cinco formas diferentes:
·Orgullo: Se sintió orgulloso de los honores que le rindieron los babilonios.
·Ingratitud: Tomó un honor para sí mismo que en realidad le pertenecía a Dios.
·Abuso de los regalos que le habían dado: Tomó los presentes y los favores para su propia honra y para la gratificación de sus deseos (2 de Crónicas 32:25-26).
·Confianza carnal: Confió en la asociación que había hecho con el rey de Babilonia.
·Oportunidad perdida: Tuvo una gran oportunidad de testificar a los enviados babilonios sobre la grandeza de Dios y la bendición de Jehová sobre Judá. En vez de eso, se glorificó a sí mismo.
v. «¿Por qué no les mostró a estos paganos instruidos la casa de Dios, donde cada cosa ilustra “su gloria” (Salmo 29:9, final)? Ahí pudo haberles explicado el significado del altar de bronce, y los sacrificios que en él se ofrecían; ¿y quién puede decir que los resultados no hubieran sido las almas de estos idólatras?». (Knapp)
2. (14-18) Isaías trae reprensión de Dios sobre Ezequías.
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dijeron aquellos varones, y de dónde vinieron a ti? Y Ezequías le respondió: De lejanas tierras han venido, de Babilonia. Y él le volvió a decir: ¿Qué vieron en tu casa? Y Ezequías respondió: Vieron todo lo que había en mi casa; nada quedó en mis tesoros que no les mostrase. Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye palabra de Jehová: He aquí vienen días en que todo lo que está en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dijo Jehová. Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
a. ¿Qué dijeron aquellos varones, y de dónde vinieron a ti?: Isaías, posiblemente, ya sabía la respuesta a estas preguntas. Era probable que sus preguntas fueran guiadas por Dios para darle la oportunidad a Ezequías de que respondiera honestamente (lo cual hizo) y viera su error por sí mismo (lo cual al parecer no hizo).
b. Vieron todo lo que había en mi casa: Ahí está la muestra de que Ezequías estaba orgulloso de decirle esto a Isaías. Él era como un pequeño niño de pueblo que estaba sobrecogido por la atención de un gran hombre de ciudad. Era como si estuviera diciendo: «Isaías, debiste haber visto cuán impresionados estaban esos babilonios al oír todo lo que tengo. ¡Realmente saben que somos algo aquí en Judá!». El orgullo de Ezequías y su ego inflado parecen haberlo cegado.
c. Todo lo que está en tu casa […] será llevado a Babilonia: Ezequías pensó que esta muestra de riqueza impresionaría a los babilonios. Todo lo que hizo fue mostrarles lo que tenían los reyes de Judá y lo que podían obtener de ellos. Un día los reyes de Babilonia vendrían y se llevarían todo. Esto se cumplió en 2 Reyes 24:10-13 y 2 Reyes 25:11-17, bajo el rey Nabucodonosor de Babilonia.
i. «Esto fue hecho con orgullo y necedad; porque ahora la Babilonia sedienta de oro sabía de donde tomar, donde conseguir un desposo jugoso y en forma». (Trapp)
ii. Pasarían más de cien años antes de que los babilonios se llevaran los tesoros reales de Judá, pero sí llegaron, tal como Isaías lo prometió. Esta profecía es tan increíblemente exacta que muchos escépticos insisten —sin ningún fundamento más que la incredulidad— en que «otro Isaías» de más adelante debió haber escrito los hechos.
d. Y de tus hijos […] tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia: Peor que tomar las riquezas materiales de los reyes de Judá, el rey de Babilonia tomaría a los hijos del rey de Judá —¡sus verdaderas riquezas!
i. Un cumplimiento de esto fue la cautividad de Daniel y de sus compañeros. Daniel fue uno de los descendientes del rey que fue llevado al palacio del rey de Babilonia (Daniel 1:1-4). Debido a esta promesa de Dios a través de Isaías, muchos piensan que Daniel y sus compañeros fueron hechos eunucos cuando fueron tomados para servir en el palacio.
ii. Clarke comenta sobre la palabra «eunucos»: «Tal vez esto significa solamente que se convertirían en sirvientes domésticos de los reyes de Babilonia. Vean el cumplimiento en 2 Reyes 24:13-15 y Daniel 1:1-3».
3. (19-21) La curiosa reacción de Ezequías y el final de su reinado.
Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Después dijo: Habrá al menos paz y seguridad en mis días. Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y durmió Ezequías con sus padres, y reinó en su lugar Manasés su hijo.
a. La palabra de Jehová que has hablado, es buena: Este era un triste estado del corazón para el rey de Judá. Dios anunció juicio venidero, y lo único que pudo con alivio responder es que esto no sucedería durante sus días.
i. En esto, Ezequías mostró ser exactamente lo contrario a una persona «centrada en otros». Él estaba casi totalmente centrado en sí mismo. Todo lo que le importa era su propia comodidad y éxito personal.
b. Cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad: Esto fue una hazaña técnica asombrosa. Construyó un acueducto para asegurar el agua dulce dentro de los muros de la ciudad incluso durante los sitios. Tenía más de 650 yardas de largo a través de roca sólida, iniciaba en cada extremo y se conectaba en el medio. Aún puede ser visto en la actualidad y se vacía en el estanque de Siloé.
i. «Este túnel, encontrado en 1880, recorría 643 metros para cubrir una distancia directa de 332 metros con el fin de permitir a los defensores traer el agua dentro de los muros protectores de la ciudad incluso durante un sitio». (Wiseman)
ii. «Una inscripción en hebreo cursivo de principios del siglo VIII a.C. detalla el trabajo: “Cuando (el túnel) era conducido a través de ejes, (los canteros se balanceaban) cada hombre hacia el otro y, mientras aún había tres codos para desbrozar (se escuchaba) la voz de un hombre llamando a su compañero, porque había una fisura a la derecha […] y cuando el túnel (finalmente) era atravesado, cada uno de los canteros tallaba hacia los otros, hacha contra hacha. Entonces las aguas fluían desde el manantial hasta el estanque por 1200 codos y el peso de la roca sobre las cabezas de los canteros era de 100 codos». (Wiseman)
c. Y durmió Ezequías con sus padres: No hay duda de que Ezequías inició como un rey temeroso de Dios, y en la mayor parte su reinado fue uno de consagración sobresaliente (2 Reyes 18:3-7). Sin embargo, su inicio fue mucho mejor que su final, pues Ezequías no terminó bien. Dios le dio a Ezequías el regalo de otros 15 años de vida, pero los años agregados no lo hicieron un hombre mejor ni más temeroso de Dios.
i. El tiempo o la edad no nos hacen necesariamente mejores. Considere que el tiempo no hace nada más que avanzar. Algunas veces decimos: «el tiempo lo dirá», «el tiempo sanará», o «el tiempo sacará su potencial a su tiempo». ¡Pero el tiempo no hará nada de eso! El tiempo solo irá y vendrá. Lo único que importa es cómo usamos el tiempo. Ezequías no hizo buen uso del tiempo extra que Jehová le dio.
ii. «Ezequías fue enterrado en la colina inclinada donde eran cavadas las tumbas de los descendientes de David (2 de Crónicas 32:33). Esto fue debido a que las cuevas reales de la Edad de Hierro al norte de la ciudad se habían llenado para este tiempo y, por lo tanto, ningún rey judío fue enterrado en las tumbas de piedra talladas de allí». (Wiseman)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com