A. Oración solicitada y dada.
1. (1-2) La solicitud de oración de Pablo.
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.
a. Por lo demás, hermanos, orad por nosotros: Pablo constantemente le pedía a otros Cristianos que oraran por él (Romanos 15:30, 2 Corintios 1:11, Efesios 6:18-19, Filipenses 1:19, Colosenses 4:3, 1 Tesalonicenses 5:25, y Filemón 1:22). Pablo sabía que el éxito de su ministerio en cierta medida dependía de las oraciones del pueblo de Dios.
i. “Usted no sabe cuán ayudados son los siervos de Dios por la oración de su gente. El hombre más fuerte de Israel será el mejor por las oraciones de los débiles santos en Sion.” (Spurgeon)
b. Que la palabra del Señor corra y sea glorificada: La gran preocupación de Pablo- el primer motivo de oración que le dio a los Cristianos Tesalonicenses – fue que la palabra de Dios fuera libre para hacer su obra en otros, incluso como lo había hecho entre los mismos Tesalonicenses (como lo fue entre vosotros).
i. Pablo pidió por oración para que la Palabra pudiera correr libremente, sin ningún impedimento. Esta petición de oración de Pablo nos hace preguntarnos con cuánta frecuencia la Palabra de Dios es obstaculizada por nuestra falta de oración.
ii. Dios ha prometido que su Palabra sería libre y realizaría su obra: así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isaías 55:11). Pero como en muchas de las promesas de Dios, se espera que tomemos esta promesa en fe, y en oración, para pedirle a Dios que lleve a cabo la promesa para su gloria.
c. Y para que seamos librados de hombres perversos y malos: Estos eran los que querían estorbar la obra del evangelio. Pablo quería que Dios los librara de tales hombres o que los transformara en hombres razonables y consagrados.
2. (3-5) La confianza de Pablo en el Señor y su oración por los Tesalonicenses.
Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
a. Pero fiel es el Señor: Incluso si no todos los hombres tienen fe, fiel es el Señor. Esta era la base de la confianza de Pablo en la capacidad de Dios de afirmarnos y guardarnos de todo mal.
i. Dios prometió mantener atado a Satanás. Él no nos dejará ser tentados más de lo que podamos soportar (1 Corintios 10:13), y no permitirá que Satanás haga lo que quiera con nosotros (Lucas 22:31-32).
b. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor: Pablo también estaba confiado (en el Señor) respecto de los mismos Tesalonicenses, en que seguirían adelante y serían obedientes a la palabra de Dios (que hacéis y haréis lo que os hemos mandado). Esto muestra que el trabajo de Dios de afirmarnos y guardarnos está hecho, en parte, a través de su llamado a nuestra voluntad para obedecer su Palabra.
i. Dios no derrama solamente madurez y estabilidad sobre nosotros. El trabaja en nosotros a través de nuestra cooperación con su voluntad.
c. Y el Señor encamine vuestros corazones: Acercándose a este final, Pablo sabiamente oró por amor y paciencia (resistencia) para los Cristianos Tesalonicenses. Estas eran dos cualidades esenciales para el tipo de estabilidad espiritual y fortaleza que los Tesalonicenses necesitaban.
B. Instrucciones para la fortaleza y la pureza de la iglesia.
1. (6) La orden de alejarse de los que andan desordenadamente.
Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
a. Pero os ordenamos: La fuerza de esta declaración es clara. No solo era una orden, sino que también fue hecha en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
b. Que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente: Pablo definió a los que andan desordenadamente como los que no andan según la enseñanza (El ejemplo de enseñanza y de vida) que Pablo y los apóstoles les habían dado.
i. Las iglesia nunca deben alejarse de alguien porque falle conforme a las tradiciones o enseñanzas del hombre. La única norma a sostener es la enseñanza y la tradición apostólica.
ii. “El tiempo presente del verbo ande denota que es un procedimiento deliberado de acción. Su conducta desordenada no es un lapso ocasional sino una práctica persistente.” (Hiebert)
c. Que os apartéis de todo hermano: Pablo ya le había dicho a los Tesalonicenses que amonestaran a los ociosos (1 Tesalonicenses 5:14). Aparentemente, el problema aún persistía en cierta medida, así que les dijo que ahora disciplinaran a los ociosos en cuestión.
i. El propósito de alejarse de estos desobedientes no era precisamente un castigo, sino más bien simplemente negarle a estos desobedientes la ayuda y el consuelo de la comunión del cuerpo de Cristo hasta que se arrepientan. Los ponía fuera de la iglesia y dentro del “dominio” de Satanás (el mundo) con la esperanza de que extrañaran tanto la comunión de la iglesia que se arrepentiría de su desobediencia.
ii. Pablo repitió la misma idea en 1 Corintios 5:4-5. El propósito era provocar arrepentimiento y salvación en los desobedientes, no condenarlos o maldecirlos.
iii. En una forma directa, Pablo mostró que su visión para la iglesia era que debía ser un lugar de amor y consuelo a tal grado que uno se sintiera genuinamente triste y arrepentido de ser excluido de ella. Las iglesias hoy también deberían cumplir con esa descripción.
2. (7-9) Pablo describe la vida mostrada por la tradición apostólica.
Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.
a. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos: Pablo era un ejemplo excelente entre los Tesalonicenses, en que trabajaba duro para proveer para sus propias necesidades. Esto no era debido a que los apóstoles como Pablo no tuvieran derecho a pedir apoyo. Más bien, era porque quería dar un buen ejemplo de trabajo arduo y quería probar que cualquier acusación de que él predicaba el evangelio por ganancia personal era equivocada.
b. Por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis: Por lo tanto, los Tesalonicenses debían seguir a Pablo en su ejemplo de trabajo arduo y su disposición a sacrificarse por el fomento y la integridad del evangelio.
3. (10) Pablo describe la enseñanza presentada por la tradición apostólica.
Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
a. Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma: Sencillamente explicado, Pablo dice que si alguien no quiere trabajar (a diferencia de no poder trabajar), tampoco coma. El plan de Dios es proveer para nuestras necesidades a través de nuestro trabajo.
b. Tampoco coma: Como Dios es capaz de proveer a través de nuestras necesidades de cualquier forma imaginable, significa algo el que haya escogido (en su mayor parte) satisfacer nuestras necesidades a través del trabajo. Esto es parte del carácter de Dios, porque Él es un Dios ocupado y siempre está trabajando.
4. (11-13) Pablo aplica la tradición apostólica a la situación que se está dando entre los Tesalonicenses.
Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
a. Algunos de entre vosotros andan desordenadamente: La ociosidad de algunos se había convertido en una fuente de pecado. No era solamente por el trabajo que no hacían, sino también por el daño que sí hacían con su tiempo de ocio (sino entremetiéndose en lo ajeno).
i. Hay un juego de palabras entre el fraseo del Griego antiguo en su modo de expresarse en las líneas no trabajando en nada y sino entremetiéndose en lo ajeno. La idea es algo como “entrometidos que no hacen nada.”
ii. Tal vez, estos entrometidos pensaron que, si Jesús vendría pronto, no tenía sentido trabajar. Entonces hubiera sido fácil para ellos entrometerse en las vidas de los demás y tomar ventaja de la generosidad Cristiana.
iii. “Es a los zánganos inactivos a quienes Pablo está reprendiendo – esos que viven del sudor de otros mientras ellos mismos no hacen nada por el bien común para ayudar a la raza humana, tal como los monjes y los sacerdotes que adquieren amplias dimensiones por su inactividad.” (Calvin)
b. A los tales mandamos: Con autoridad, por nuestro Señor Jesucristo, Pablo ordenó a estos entrometidos que trabajaran, que dejaran de entrometerse en los asuntos de los demás (sosegadamente) y que proveyeran para sus propias necesidades (coman su propio pan) en vez de esperar que otros Cristianos proveyeran para ellos.
i. La iglesia antigua sí proveía para los verdaderos necesitados entre ellos, pero sólo después de haberse asegurado que realmente fueran necesitados y después de haberlos puesto a trabajar para la iglesia (1 Timoteo 5:3-16).
ii. “Pablo le prohíbe a los Tesalonicenses que alienten a los perezosos permitiéndoles seguir así, y les enseña que los que se han mostrado realmente dignos en las necesidades de la vida con un trabajo útil y honorable son los que llevan una vida de santidad.” (Calvin)
c. No os canséis de hacer bien: Estas eran unas palabras propias de aliento para los que estaban trabajando como debían. Pocas cosas son tan desgastantes como ver a otros tomar ventaja de la generosidad Cristiana. Pero nunca debemos dejar a las manipulaciones de algunos desanimarnos de hacer el bien a los que realmente lo necesitan.
i. Existe demasiado desear bien en el mundo. Demasiado decidir bien, sugerir bien y criticar bien, son ampliamente encontrados. Muchas personas son buenas para hablar bien, pero no hay suficiente de un simple hacer bien.
ii. “Pero hacer el bien consiste en derribar los postigos y vender sus bienes; doblando las mangas de su camisa y haciendo un buen día de trabajo; barriendo las alfombras y sacudiendo las sillas, si usted resulta ser un criado doméstico. Hacer el bien es atender las responsabilidades que surgen de nuestras relaciones en la vida – atendiéndolas cuidadosamente, y asegurándonos de que en nada seamos servidores a la vista ni que busquemos agradar a los hombres, sino que en todo estemos buscando servir a Dios.” (Spurgeon)
iii. Hay muchas excusas que uno pudiera poner para darle cabida al cansancio de hacer bien, pero todas deberían ser rechazadas.
· “El seguir haciendo bien requiere de mucho esfuerzo” – pero usted seguirá extendiendo su esfuerzo hacia las cosas de este mundo.
· ” El seguir haciendo bien requiere de mucha negación personal” – pero vale la pena cuando consideramos la recompensa.
· “Hacer bien me trae persecución” – pero sus persecuciones no son nada comparadas con lo que otros han sufrido.
· “Las personas no responden y hay pocos resultados cuando hago bien ” – pero recuerde lo lento que usted fue para responder a Jesús.
· “El hacer bien no me gana mucha gratitud” – pero Dios envía muchas bendiciones incluso a aquellos que no le agradecen ni lo aprecian.
5. (14-15) Más sobre cómo lidiar con los desobedientes.
Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
a. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta: Aquí Pablo termina con la idea que introdujo en 2 Tesalonicenses 3:6. Aquí, él explica lo que significa alejarse de un hermano como se mencionó anteriormente.
b. A ése señaladlo, y no os juntéis con él: Alejarse significa a ése señaladlo, y no os juntéis con él, con el propósito de provocar que se avergüence. Sin embargo, el propósito no es hacerlo un enemigo de la iglesia, sino que, a través de la dureza del alejamiento de la comunión, advertirle y amonestarlo como a un hermano en pecado.
i. “La intención de la excomunión no es alejar a los hombres del rebaño del Señor, sino más bien traerlos de regreso cuando se han desviado y se han perdido…La excomunión es para ser distinguida del anatema.” (Calvin)
6. (16-18) Conclusión de la carta.
Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros. La salutación es de mi propia mano, de Pablo, que es el signo en toda carta mía; así escribo. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
a. Y el mismo Señor de paz: La bendición de Pablo de paz (en toda manera) era apropiada para esta iglesia que estaba experimentando tanto persecución como tribulación. Es la presencia del Señor de paz lo que les garantizará esta paz.
i. “Quiero llamar su atención a las palabras del apóstol en este lugar. Él no dice ‘Que el Señor de paz mande a su ángel a darles paz.’ Sería una gran misericordia si lo hiciera, y nosotros tal vez estaríamos tan alegres como Jacob lo estuvo en Mahanaim, cuando se encontró con los ángeles de Dios. Él ni siquiera dice, ‘Que el Señor de paz envíe a su ministro a darles paz.’ Si lo hiciera podríamos alegrarnos como lo hizo Abraham cuando Melquisedec lo reanimó con pan y vino. Él ni siquiera dice, ‘Que el Señor de paz, a la mesa de la santa cena, o al leer la palabra, o en oración o en alguna otra actividad sagrada.’ En todas estas podríamos sentirnos renovados. . . pero él dice ‘El Señor de paz les de paz,’ como si solo él en su propia persona pudiera dar paz, y como si su presencia fuera el único medio para esa paz divina como él la desea.” (Spurgeon)
b. La salutación es de mi propia mano, de Pablo: Como era su costumbre, Pablo mismo escribió las palabras finales de la epístola con su propia mano. Esto era una demostración personal de afecto, y una evidencia de que la carta era auténtica (que es el signo en toda carta mía).
c. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros: Para Pablo, la gracia de Dios era el inicio y el final de la vida Cristiana. Era apropiado que esta carta – y la mayoría – de sus cartas iniciaran y terminaran con la mención de la gracia.
i. “Existe la adición de una pequeña palabra en esta bendición final con respecto a su forma en la primera epístola. Es la palabra ‘todos.’ Así el apóstol toma a aquellos a quienes ha estado reprendiendo y corrigiendo, y les revela la grandeza de su corazón y de su amor.” (Morgan)
ii. “Así derramó su afecto, con oración sobre oración por ellos. ¡Un dulce cierre!” (Trapp)
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com