A. El ángel fuerte
1. (1) Un ángel fuerte desciende del cielo
Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
a. Vi descender del cielo a otro ángel fuerte: Apocalipsis 9 se terminó con el sonido de la sexta trompeta de un total de siete trompetas, el cual va acomodando el fin de las cosas. Ahora, en lugar de la séptima trompeta, tenemos otro interludio hasta Apocalipsis 11:15.
i. Estos interludios tienen un propósito dramático, pero también muestran la misericordia de Dios al permitir más oportunidad de arrepentimiento. Es como si Dios condujera las cosas al final, pero luego se detiene un poco para darle a la humanidad más tiempo para que se arrepienta.
b. Vi descender del cielo a otro ángel fuerte: Muchos han identificado a este ángel fuerte, este mensajero, como Jesús, porque algunas de las imágenes también aplican a Él. Apocalipsis 1:15-16 también describe a Jesús con «su rostro […] como el sol cuando resplandece en su fuerza».
i. Pero los ángeles nunca son identificados claramente con Jesús en Apocalipsis ni en el Nuevo Testamento, aunque Él es claramente asociado con el «Ángel del Jehová» en el Antiguo Testamento. Una mejor identificación es con Miguel, porque también hay similitudes con este ángel fuerte y Miguel, de la forma en que es descrito en Daniel 12:1 y 12:6-7.
c. Con el arcoíris sobre su cabeza: No solamente el arcoíris es un recordatorio de la promesa de Dios a los hombres, sino que es un resultado natural cuando el sol brilla a través de la nube.
d. cualquiera que sea su identidad exacta, «claramente este ángel ha venido de la misma presencia de Dios» (Barclay), y muestra gran poder y autoridad.
2. (2-3) El ángel clama, y siete truenos pronuncian sus voces
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.
a. Tenía en su mano un librito abierto: ¿Es este librito el mismo que el libro que nadie sino solo Jesús podía abrir en Apocalipsis 5:1-7? Si alguien dice que el «ángel fuerte» es Jesús, entonces sí podría serlo. Pero Juan utiliza palabras distintas para describir el libro de Apocalipsis 5:1 y el librito descrito aquí. Es, probablemente lo mejor, verlos como diferentes, aunque ligados de una manera cercana. El librito es quizás una «versión limitada» de la disposición de todas las cosas, la porción que el mismo Juan vería y escribiría.
i. «El contenido del librito no es revelado en ninguna parte de Apocalipsis, pero al parecer representa en esta visión la autoridad escrita dada al ángel para cumplir su misión». (Walvoord)
ii. Clarke dice sobre el «librito»: «Probablemente, tiene el significado de algún diseño de Dios que había sido oculto por mucho tiempo, pero que ahora ha de ser manifiesto. ¿Pero quién sabe lo que significa?».
b. Puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra: La posición del ángel proyecta su autoridad en la tierra y el mar. Su autoridad puede ser directa (si el «ángel fuerte» es Jesús), o indirecta (si este es en un ser angelical como mensajero de Dios).
i. Su posición «indica una completa autoridad sobre toda la situación terrenal». (Walvoord)
ii. Él tiene sus pies tanto en la tierra como en el mar «para mostrar que tiene la autoridad, y que su poder es universal, todas las cosas están bajo sus pies». (Clarke)
c. Cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces: Esto se relaciona con la misma idea de la voz de trueno de Dios, como está descrita en Salmos 29, en el cual se repite siete veces la frase «voz de Jehová»:
i. «Voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas aguas. Voz de Jehová con potencia; voz de Jehová con gloria. Voz de Jehová que quebranta los cedros; quebrantó Jehová los cedros del Líbano. Los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos. Voz de Jehová que derrama llamas de fuego; voz de Jehová que hace temblar el desierto; hace temblar Jehová el desierto de Cades. Voz de Jehová que desgaja las encinas, y desnuda los bosques; en su templo todo proclama su gloria» (Salmos 29:3-9).
3. (4) Se le ordena a Juan que no escriba lo que dijeron los truenos
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
a. Yo iba a escribir […] no las escribas: Por supuesto que esto irrita a muchos comentaristas y desata las especulaciones. ¿Qué fue lo que dijeron que Juan no debe de decirnos?
b. Si no se le permitió a Juan decirnos lo que dijeron, ¿entonces para qué iba a registrar el incidente? Un resultado de ello es dejarnos saber que hay secretos en este escenario profético.
i. «Esto ilustra el principio de que mientras Dios ha revelado tanto, hay secretos que a Dios no le pareció apropiado revelar al hombre en este tiempo». (Walvoord)
ii. «No procedamos como si todo ya hubiera sido revelado». (Morris)
4. (5-7) No más espera
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
a. Levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos: El «ángel fuerte» da un juramento solemne declarando que el fin está, irrevocablemente, puesto en movimiento, que el tiempo no sería más. Ya no hay vuelta atrás.
b. El misterio de Dios se consumará: ¿Qué misterio? Un aspecto importante de este misterio es que ha sido «declarado» a sus siervos los profetas.
i. Recuerde que, en el vocabulario bíblico, un misterio no es algo que nadie conoce. Un misterio es algo que nadie podría saber a menos que le fuera revelado. Si lo puede saber por intuición o por investigación personal, entonces no es un misterio, porque los misterios deben de ser revelados. Por lo tanto, algo puede ser conocido y aún permanecer como misterio, en el sentido bíblico.
c. Es difícil decir cuál es este preciso misterio de Dios, porque la frase —o su equivalente— es utilizada para muchos aspectos diferentes del plan de Dios:
· La conversión definitiva de los judíos es llamada un misterio (Romanos 11:25).
· El propósito de Dios para la iglesia es llamado un misterio (Efesios 3:3-11).
· El traer la plenitud de los gentiles es llamado un misterio (Romanos 11:25).
· La presencia viva de Jesús en el creyente es llamada un misterio de Dios (Colosenses 1:27-2:3).
· El mismo Evangelio es llamado un misterio de Cristo (Colosenses 4:3).
d. En este contexto, el misterio de Dios, probablemente, se refiere al desarrollo de su resolución de todas las cosas, a la terminación de su plan desde la eternidad.
i. «El “misterio de Dios”, el cual es declarado como sujeto del cumplimiento, es desarrollado en el Antiguo Testamento en varios pasajes, los cuales hablan del establecimiento del reino de Dios en la tierra». (Walvoord)
ii. Posiblemente, el «misterio» también toma en cuenta la gran pregunta: «¿Por qué Dios les permite a Satanás y al hombre rebelarse y seguir sus propios caminos?». La idea puede ser que esta pregunta, este misterio sin contestar, está llegando a su final bajo el gobierno de Jesús. Dios está comenzando el fin, la resolución de todas las cosas, «el juntar todas las cosas (resolución, la suma) en uno en Jesús» (Efesios 1:10).
iii. Dios libremente reconoce que la vida del día de hoy está llena de misterios; pero no siempre será así. Vendrá un día en el que todas las preguntas de esta era serán contestadas.
B. Juan es comisionado para predicar
1. (8-9) Instrucciones curiosas
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.
a. Toma, y cómelo: Se le ordena a Juan que tome el librito del «ángel fuerte» y que se lo coma.
b. Debido a que a Juan se le dio la invitación de tomar el librito, algunos toman esto para decir que Dios jamás fuerza su revelación en nadie, y que nosotros siempre debemos de estar dispuestos a tomar lo que Él ofrece. Este muy a menudo puede ser el caso, pero no fue así para Pablo en el camino a Damasco.
2. (10-11) Un libro que es dulce y amargo
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
a. Tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí: En Ezequiel 3:1-3, también se le ordenó al profeta que comiera el libro, la revelación de Dios para Israel. «Esta figura de comer el libro es familiar, y sugiere la alimentación del alma con la Palabra de Dios». (Morgan)
i. Juan solamente puede proclamar la Palabra de Dios si la ha tomado. «Tal acción simboliza la recepción de la Palabra de Dios en lo más íntimo del ser, como un requisito previo necesario para proclamarla con confianza». (Johnson)
b. era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre: Este librito es al principio dulce al gusto, pero se hace amargo en el estómago de Juan. «Cada revelación de los propósitos de Dios […] es “agridulce”, porque devela juicio, y también misericordia». (Swete)
i. «Cuando llegó a pensar sobre ello, fue tan misterioso que no lo pudo comprender, o el asunto era tan triste que lo afligió en gran manera». (Poole)
ii. Cualquier comunicador efectivo de la Palabra de Dios ha experimentado la dulzura y la amargura que están asociadas a ella.
iii. Aquellos que piensan que la iglesia es raptada «después» de la gran tribulación, arguyen que el libro es amargo porque la porción de los fieles es amarga en los últimos días. Mounce es un ejemplo de esta forma de aproximación: «El libro dulce que se convierte en amargo es un mensaje para la iglesia. Antes del triunfo final, los creyentes van a pasar por una prueba formidable».
c. Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes: Sea cual fuere el contenido del libro, está conectado con el mandato que se le da a Juan de profetizar a «todos» los hombres. Este no es solamente un mensaje enfocado en la iglesia.
i. La profecía de Juan habla del destino del «mundo entero», no solamente de una nación, imperio o emperador, tal como el Imperio romano.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com