A. La mujer
1. (1) La mujer es descrita con imágenes celestiales
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
a. Apareció […] una gran señal: Esta es la primera de siete señales que Juan nos relata, y es descrita como una gran señal (mega semeion). En los capítulos 12, 13 y 14 de Apocalipsis, las figuras principales de la gran tribulación son descritas:
· La mujer, representando a Israel.
· El dragón, representando a Satanás.
· El hijo varón, refiriéndose a Jesús.
· El ángel Miguel, cabeza de las huestes angelicales.
· El vástago de la mujer, representando a los gentiles que vienen a la fe en la tribulación.
· La bestia que sale del mar, representando al Anticristo.
· La bestia que sale de la tierra, representando al falso profeta que promueve al Anticristo.
b. Una mujer vestida del sol: Debido a que Juan claramente dice que esto es una señal, no esperamos que esta mujer aparezca literalmente en la tierra. Dios utilizará esta señal para comunicar algo a Juan y a nosotros. Las mujeres muy a menudo representan a sistemas religiosos en Apocalipsis.
· «Jezabel» es asociada con el sistema religioso de las falsas enseñanzas (Apocalipsis 2:20).
· La «gran ramera» está asociada con la falsa religión (Apocalipsis 17:2).
· La «esposa» está asociada con la iglesia (Apocalipsis 19:7-8).
c. En este pasaje, la mujer vestida del sol ha sido asociada con muchas ideas religiosas diferentes. Los católicos romanos dicen que esta mujer es María, descrita como la «Reina del Cielo». Mary Baker Eddy dijo que ella era esta mujer.
i. Es común en el arte católico romano, representar a María parada sobre una luna creciente, con doce estrellas alrededor de su cabeza.
d. Bíblicamente, esta mujer vestida del sol debiera de ser identificada con Israel, de acuerdo con el sueño de José (Génesis 37:9-11). En ese sueño, el sol representa a Jacob, la luna representa a la mamá de José (Raquel), y las once estrellas representan a los hijos de Israel, los cuales se postran ante José. En esta señal con doce estrellas, José también está «entre» las otras tribus de Israel.
i. En los pasajes del Antiguo Testamento, Israel (o Sion, o Jerusalén) es comúnmente representada como una mujer (Isaías 54:1-6, Jeremías 3:20, Ezequiel 16:8-14, y Oseas 2:19-20).
2. (2) La mujer da a luz
Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
a. Estando encinta: Después en este capítulo, es claro que el niño nacido de Israel es Jesús («Dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro» [Apocalipsis 12:5]).
b. Clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento: Los dolores descritos se refieren a los dolores que sufrió Israel en el tiempo del nacimiento de Jesús (bajo la ocupación y opresión de los romanos).
B. El dragón
1. (3) Un terrible y poderoso dragón aparece
También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas […].
a. También apareció otra señal en el cielo: De nuevo, se nos recuerda que esto es una señal. La «criatura» aquí no es literalmente un gran dragón escarlata, pero el dragón representaba su naturaleza y carácter.
i. Su descripción «sugiere simbólicamente su poder feroz y su naturaleza asesina […] una imagen de la plenitud de la maldad en toda su horrible fuerza». (Johnson)
b. En sus cabezas siete diademas: Este dragón tiene un gran poder (siete cabezas y diez cuernos) y reclama una autoridad real (siete diademas). Las coronas representan sus reclamos presuntuosos de autoridad real en contra del verdadero Rey. Él quiere ser considerado un rey.
i. «De la descripción similar dada en Apocalipsis 13:1 y la referencia paralela en Daniel 7:7-8, 2, está claro que el Imperio romano revivido está a la vista […]. Las siete cabezas y los diez cuernos se refieren a los diez reinos originales, de los cuales tres fueron dominados por el pequeño cuerno de Daniel 7:8, quien ha de ser identificado con el gobernante mundial de la gran tribulación, quien reina sobre el Imperio romano reavivado». (Walvoord)
2. (4) El dragón mira a la tierra
[…] y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
a. Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo: Muchos creen que esto describe a la tercera parte de las huestes angelicales que se asociaron con Satanás («sus ángeles» de Apocalipsis 12:9). Este ejército de seres angelicales en asociación con Satanás, comprende el mundo de espíritus demoniacos.
i. «Dios nunca hizo un ser malvado. Hizo ángeles, principados, y potestades, capacitados para poderosas alegrías y distinciones en su dominio glorioso; pero con un libre albedrío —implícito en la creación de seres morales— que podrían ejercitar para su eterno bienestar o para su aflicción. Muchos han permanecido firmes, como “Miguel y sus ángeles”. Pero muchos no permanecieron en la verdad, sino que se rebelaron en contra el gobierno del cielo, y se convirtieron en enemigos inmutables de Dios y de su reino». (Seiss)
b. A fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese: La tentativa de devorar a su hijo fue inicialmente cumplida por los intentos de Herodes de matar a Jesús mientras era un niño (Mateo 2:16-18). También fue cumplida a través de la vida de Jesús, mientras Satanás lo atacó (Juan 8:58 y Marcos 4:35-41).
C. El niño
1. (5) Es descrito el inicio y el final del ministerio terrenal de Jesús
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
a. Un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones: Claramente, esto se refiere a Cristo Jesús. Él gobierna el mundo con vara de hierro (Salmos 2 y Apocalipsis 19:15).
b. Ella dio a luz un hijo varón: Esta expresión hace referencia al nacimiento de Jesús. «Regirá con vara de hierro a todas las naciones» se refiere al regreso triunfal de Jesús. Al indicar el punto de partida y el final de la obra terrenal de Jesús, Juan aludió a todo lo que estaba en el medio.
i. «Después de un conflicto con el Príncipe de este mundo, quien vino y lo probó, y no halló falta en Él, el Hijo de la mujer fue arrebatado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Las palabras pueden difícilmente ser más claras que estas». (Alford)
c. Este hijo varón es, obviamente, Jesús. Esto significa que la «mujer» de Apocalipsis 12:1 no puede ser la iglesia, porque es Jesús quien «da a luz» a la iglesia. La «mujer», por lo tanto, debe de ser María o Israel, las únicas dos «mujeres» que pudieron «dar a luz» a Jesús. El resto de Apocalipsis 12 demostrará que esta mujer es Israel, no María.
2. (6) La mujer en el desierto
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
a. Y la mujer huyó al desierto: Perseguida por el dragón, la mujer es protegida por Dios en un lugar preparado por mil doscientos sesenta días.
i. Esto nos ayuda a entender con certeza que la «mujer» es Israel y no María. ¿Cómo es posible que María huya al desierto de esta manera?
b. Mil doscientos sesenta días: Esta referencia del periodo de tres años y medio conecta estos eventos con los siete años finales de la profecía de Daniel 9. Ya que Apocalipsis 12:5 describe el ascenso de Jesús, y Apocalipsis 12:6 describe eventos aún por ocurrir en la semana 70 de Daniel, entre estos dos versículos hay cientos de años (nuestro periodo actual). Este tiempo «cercano-lejano» de pausa es típico de la profecía. Las setenta semanas de Daniel tienen tal pausa (Daniel 9:24-27).
c. Al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios: Algunos creen que este lugar en el desierto es la ciudad de piedra de Petra, al sur del mar Muerto. Según se informa, hombres de negocio cristianos han abastecido al lugar con comida y con tratados del Evangelio escritos en hebreo.
d. Lugar preparado: El vocablo «preparado» proviene de la misma antigua palabra griega que Jesús utilizó cuando dijo: «voy, pues, a preparar lugar para vosotros» (Juan 14:2-3). Esto demuestra que el plan cuidadoso de Dios obra en la tierra, como también obra en el cielo.
D. Conflicto en el cielo
1. (7-8) Guerra entre Miguel y el dragón
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
a. Hubo una gran batalla en el cielo: En el punto medio de la gran tribulación, Dios cambiará el rumbo en contra de Satanás —primero en el cielo, luego en la tierra. Una batalla tendrá lugar, la cual negará el acceso de Satanás al cielo.
b. Miguel y sus ángeles: Algunos individuos y grupos (tales como los adventistas del séptimo día, y los testigos de Jehová) insisten en decir que Miguel es en realidad Jesús. Esto está mal de cualquier parte.
i. Algunos dicen que Miguel debe ser Jesús, porque él tiene a sus ángeles. Pero si Satanás —un ser angelical caído— tiene sus ángeles (Apocalipsis 12:7), por qué no puede Miguel —un ser angelical que no ha caído— tener sus ángeles.
ii. Algunos dicen que Miguel debe de ser Jesús, porque su nombre significa «uno como Dios». Pero si este fuera un título de Jesús, podría ser un argumento en contra de su deidad, porque diría que Jesús es como Dios, no que es Dios. «También hay una incuestionable semejanza a Dios en todos los seres santos, la cual debe de ser muy exaltada entre aquellos preeminentes ministros del trono». (Seiss)
iii. Algunos dicen que Miguel debe de ser Jesús, porque se le llama el «arcángel» (Judas 9), lo cual significa «líder o príncipe entre los ángeles», y ellos dicen que solamente Jesús es el líder de los ángeles. Pero sabemos de Daniel 10:13, 10:20 y 10:21 que Miguel es un príncipe angelical entre otros. También, Pablo se refiere a un arcángel en 1 Tesalonicenses 4:16 en una manera que supone la existencia de otros arcángeles.
iv. Algunos dicen que Miguel debe de ser Jesús, porque Pablo dice que en el rapto el Señor llamará a su pueblo con «voz de arcángel» (1 Tesalonicenses 4:16). Pero Jesús puede utilizar a un ángel para llamar a su pueblo sin ser Él un ángel, de la misma manera que Dios puede utilizar un sonido de trompeta para hacer el llamado sin ser Él una la trompeta.
v. Judas 9 dice que Miguel no reprendería o acusaría a Satanás en su propia autoridad, sino que solamente dice: «El Señor te reprenda». Esto muestra que Miguel no es Jesús, porque Jesús muy a menudo reprendía a Satanás y a los demonios en su propia autoridad (Mateo 17:18, Marcos 1:25, 9:25, Lucas 4:8, 4:35).
vi. «Miguel no debe de ser identificado con Cristo, como tampoco ningún otro de los grandes ángeles de este libro. Tal identificación aquí confundiría irremediablemente a los actores de esta escena celestial». (Alford)
c. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles: Esta es una escena dramática de batalla entre los ángeles «buenos» y los ángeles «malos».
i. ¿Quién pelea en esta batalla? Esto en verdad es una batalla entre iguales. El dragón representa a Satanás (Apocalipsis 12:9), y Satanás no es la contraparte de Dios, pues Dios no tiene contraparte. Si alguien es la contraparte de Satanás, es Miguel, quien parece ser el ángel en jefe opuesto a los ángeles caídos.
ii. ¿Por qué es peleada esta batalla? En una escena previa de conflicto entre Miguel y Satanás (Judas 9), Satanás quería impedir la resurrección y glorificación de Moisés, porque él sabía que Dios tenía planes para el Moisés resucitado y glorificado (Lucas 9:30-31). Esta es otra ocasión en donde Satanás quiere estorbar los planes del final de los tiempos de Dios.
iii. ¿Cuándo es peleada esta batalla? Esta batalla ocurre en el medio tiempo del periodo de siete años, como es descrito por Daniel: «En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo» (Daniel 12:1).
iv. ¿Cómo se peleará esta batalla? Sabemos que esta es una batalla verdadera; pero, ¿es una batalla material o espiritual? Nuestra batalla con Satanás y sus demonios es espiritual, peleada en el campo de batalla de la verdad y el engaño, del miedo y la fe (Efesios 6:12). En cuanto a los ataques materiales en contra del creyente, Satanás y sus demonios fueron desarmados en la cruz (Colosenses 2:15). Pero es posible que entre los ángeles haya una batalla material, la cual deba ser peleada, en una manera que solamente podemos imaginar. En su obra clásica, Paraíso perdido, Milton imaginó esta batalla:
La declaración de Miguel sonó.
La trompeta del arcángel a través del vasto cielo sonó,
y los ejércitos fieles corrían Hosanna en las Alturas.
Ninguno se situó a mirar las legiones adversas,
ni las menos terribles que se unieron al terrible choque.
Ahora el terrible asalto se levantó,
y tal clamor como el escuchado en el cielo hasta ahora no fue jamás:
armas y armaduras chochando rebuznaban en horrible discordia;
y las frenéticas ruedas de carros de bronce rabiaban;
calamidad era el sonido del conflicto;
sobre la cabeza el sombrío sonido
de ardientes dardos de fuego en descargas volaban;
y también volaban huestes con fuego.
Así que bajo ardiente frente,
ambos se lanzaban en la batalla principal,
con un asalto ruinoso y una furia inextinguible;
todo el cielo resonaba, y si la tierra hubiera existido entonces,
todo el centro de la tierra hubiera sido sacudido.
e. Ni se halló ya lugar para ellos en el cielo: Esto nos muestra que hasta que esto suceda (a mediados de la semana 70 de Daniel), Satanás sí tiene acceso al cielo, donde acusa al pueblo de Dios delante del trono (Job 1:6-12, Apocalipsis 12:10).
i. Inquieta a algunos pensar que Satanás tiene acceso al cielo, debido a la enseñanza errónea de que Dios no puede permitir nada que no sea santo en su presencia. Pero la Biblia claramente dice que mientras Satanás aparezca en la tierra (Lucas 4:1-13), y lo describe como «el príncipe de la potestad del aire» (Efesios 2:2); también tiene acceso al cielo, donde acusa al pueblo de Dios delante del trono (Job 1:6-12).
2. (9) Satanás y sus ángeles son lanzados del cielo
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
a. Y fue lanzado fuera el gran dragón: Este único versículo utiliza muchos títulos para Satanás: Dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, y el cual engaña a todo el mundo. Estos títulos describen a Satanás como vicioso, acusador, como un adversario, y como un engañador.
i. Walvoord, al referirse al diablo dice: «El título de “diablo” proviene del griego diabolos, del verbo diaballo, el cual tiene el significado de “difamar” o “calumniar”. Él es el maestro acusador de los hermanos».
b. Fue arrojado a la tierra: La Biblia describe cuatro caídas diferentes de Satanás. Apocalipsis 12:9 describe la segunda de estas cuatro caídas que se mencionarán a continuación:
· De glorificado a profano (Ezequiel 28:14-16).
· De tener acceso al cielo (Job 1:12, 1 Reyes 22:21, Zacarías 3:1) a estar restringido únicamente a la tierra (Apocalipsis 12).
· De la atadura en la tierra en el pozo del abismo por 1,000 años (Apocalipsis 20).
· Del pozo al lago de fuego (Apocalipsis 20).
i. En Lucas 10:18, Jesús dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo». Esta caída de la cual Jesús habló se puede referir a la primera caída de Satanás (de glorificado a profano), o es una visión profética de la segunda caída en el punto medio del periodo de tribulación de tres años y medio.
c. Y sus ángeles fueron arrojados con él: Esto indica que los espíritus demoniacos sí son ángeles caídos. Aquellos que se unieron a Satanás en su rebelión en contra de Dios son «sus ángeles».
i. Estos «ángeles» son también los mismos que «la tercera parte de las estrellas del cielo descritas en Apocalipsis 12:4». Ya que Satanás solamente sacó la «tercera parte de las estrellas del cielo», significa que las dos terceras partes permanecieron fieles a Dios. Es un consuelo saber que los ángeles fieles exceden en número a los ángeles caídos en dos a uno.
3. (10-12) Una declaración de gozo en el cielo
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
a. Quienquiera que esté detrás de esta gran voz, es algún representante de la humanidad redimida —no es un ángel ni Dios— porque la voz habla del «acusador de nuestros hermanos».
b. Porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche: La obra de Satanás de acusar no termina hasta aquí, cuando es echado de su acceso al cielo. Hoy día, tenemos (y necesitamos) un intercesor y abogado (Hebreos 7:25, y 1 Juan 2:1).
c. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte: Esto nos dice tres claves de la victoria del santo sobre Satanás.
d. Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero: La «sangre» vence las acusaciones de Satanás. Esas acusaciones no significan nada en contra nuestra, porque Jesús ya ha pagado el precio de la pena que nuestros pecados merecían. Podemos ser incluso peor que lo que las acusaciones de Satanás expresan, que, aun así, somos hechos justos por la obra de Jesús en la cruz (Efesios 1:7, Colosenses 1:14, y Hebreos 9:14).
i. Aunque es importante decir que no debemos de tener la sangre de Jesús como un asunto supersticioso. No es una poción mágica, ni tampoco la sangre de Jesús es literalmente aplicada para salvarnos o limpiarnos. Si así fuera, entonces sus ejecutores romanos, salpicados con su sangre, hubieran sido salvos automáticamente, y el número actual de moléculas de la sangre literal de Jesús limitaría el número de personas que pudieran ser salvos. La sangre nos habla de la muerte física real de Jesucristo en nuestro lugar, delante de Dios. Esa muerte literal en nuestro lugar, y el juicio literal que Él llevó en nuestro lugar, es lo que nos salva.
ii. De la sangre: Esta expresión enfatiza la «muerte» de Jesús. Él no solamente sufrió, Él murió. Del cordero: enfatiza la obra de sustitución de su muerte, debido a que el cordero de la Pascua moría como un sustituto de los demás.
iii. La sangre de Jesús sana nuestra conciencia turbada, porque sabemos que por su muerte nuestros pecados son expiados (Hebreos 9:14). Pero usar solamente de esa manera la sangre de Jesús es egoísta. Debemos de ser como «estos santos que utilizaron la doctrina de la expiación, no como una almohada en la cual descansar de sus preocupaciones, sino como un arma para someter sus pecados». (Spurgeon)
iv. ¿Cómo la sangre del Cordero conquista a Satanás en la vida del creyente? ¿Cómo la muerte de Jesús en la cruz como nuestro sustituto nos trae victoria?
v. En primer lugar, funciona porque su victoria es nuestra victoria. «Primero, debes de considerar a Satanás en este día, como literal y verdaderamente vencido por medio de la muerte del Señor Jesús. Satanás ya es un enemigo vencido. Por fe, toma la victoria de tu Señor como propia, ya que Él triunfó en tu naturaleza y en tu lugar […]. Ven, alma mía, pues has conquistado a Satanás por la victoria del Señor. ¿No eres lo suficientemente valiente para pelear con un enemigo vencido, y para pisotear al enemigo que el Señor ha derrotado? No necesitas tener miedo, sino decir: “Gracias a Dios, el cual ha dado la victoria por medio del Señor Jesucristo”». (Spurgeon)
vi. Funciona, porque la obra de Jesús en la cruz por nosotros es la demostración final del amor de Dios (Romanos 5:8), y un recuerdo constante de la sangre del Cordero nos asegura que cualquier temor que Satanás susurra a nuestra mente es una mentira.
vii. Funciona debido a que la muerte de Jesús en la cruz en nuestro lugar revela la verdadera naturaleza del pecado, y esto nos hace querer evadir el pecado. «Satanás hace que el pecado parezca placentero, pero la cruz revela su amargura. Si Jesús murió debido al pecado, los hombres empiezan a ver que el pecado debe ser algo muy dañino». (Spurgeon)
viii. Funciona porque la muerte de Jesús en la cruz es nuestro sustituto, el cual nos compra como propiedad personal de Dios, y esto nos hacer querer vivir para Dios. «Si algo puede hacer a un hombre santo es una fe firme en el sacrificio expiatorio. Cuando un hombre sabe que Jesús murió por él, siente que ya no se pertenece a sí mismo, sino que fue comprado por un precio y, por lo tanto, debe de vivir para Él, quien murió por él y se levantó de nuevo». (Spurgeon)
ix. Por lo tanto, nosotros utilizamos la sangre del Cordero en la guerra espiritual, no como un «abracadabra» cristiano; como si se hiciera un encantamiento con «la sangre de Jesús», la cual puede mantener a Satanás alejado de la manera que el ajo mantiene alejado a los vampiros. Más bien, nuestro entendimiento, nuestra comprensión, nuestro enfoque, podría mostrar nuestra obsesión con la muerte de Jesús en la cruz como nuestro sustituto ganador de la batalla.
x. «La preciosa sangre de Jesús no tiene para nosotros el significado de ser admirada o exhibida. No debemos de estar contentos al hablar de ella, y ensalzarla, y no hacer nada con ello; la debemos de utilizar en la gran cruzada en contra de la falta de santidad y de justicia, hasta que se diga de nosotros: “ellos vencieron por la sangre del Cordero”. Esta preciosa sangre debe ser utilizada para vencer y, consecuentemente, para la guerra santa. Nosotros la deshonramos si no la utilizamos para ese fin […]. El perro del Infierno conoce el nombre terrible que hace que se tienda; le debemos de confrontar con la autoridad y, especialmente, con la expiación del Cordero de Dios». (Spurgeon)
e. han vencido por medio de […] la palabra del testimonio de ellos: La palabra del testimonio de ellos vence el engaño de Satanás. Saber y recordar la obra de Dios en sus vidas los protege en contra de los engaños de Satanás. Como testigos fieles, ellos tienen un testimonio que llevar, y debido a que saben lo que han visto, y han escuchado y experimentado de parte de Dios, no pueden ser engañados por las mentiras de Satanás (como el testimonio del hombre que nació ciego en Juan 9:25).
f. Le han vencido […] menospreciaron sus vidas hasta la muerte: Al menospreciar sus vidas vencieron la violencia de Satanás. Si ellos no se aferran a sus propias vidas terrenales, entonces en verdad no hay ninguna amenaza que Satanás pueda traer en su contra. Si ellos creen que el «vivir es por Cristo, y el morir ganancia» (Filipenses 1:21), cómo puede ser efectiva la violencia de Satanás en contra de ellos.
i. La antigua palabra griega para «amor» (en la versión King James no se usa la palabra «menospreciaron», sino «no amaron») aquí es ágape, la cual habla de un autosacrificio, una decisión basada en el amor. A cada uno de nosotros le toca escoger: ¿Hemos de menospreciar nuestras vidas hasta la muerte? ¿Serán nuestras vidas físicas la cosa más preciosa para nosotros? ¿O hallaremos nuestra vida al perderla en Jesús? (Marcos 8:35).
g. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos: El cielo se regocija por el desalojo de Satanás. Pero la ganancia del cielo es la pérdida de la tierra: ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!
h. Sabiendo que tiene poco tiempo: El poder de Satanás es real y aterrador, pero no porque sea triunfador, sino porque sabe que está derrotado y que tiene poco tiempo. Él es como un animal herido y arrinconado que pelea ferozmente.
i. ¿Por qué no se rinde? No olviden que Satanás está depravado hasta lo máximo y, probablemente, «loco» (él quizás se engañó a sí mismo al pensar que tiene una oportunidad). Una mejor pregunta es: ¿Por qué no nos rendimos? Nuestra rebelión en contra de Dios tiene aún menos sentido que la rebelión de Satanás.
E. Conflicto en la tierra
1. (13-16) Satanás ataca a la mujer, y Dios la protege
Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.
a. Persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón: Algunos enseñan que la «mujer» es un símbolo que representa a todo el pueblo de Dios, incluyendo al Israel fiel y a la iglesia. Ellos utilizan esto para sustentar la idea de que la iglesia está aquí durante el tiempo de tribulación. Pero si la «mujer» representa a todo el pueblo de Dios (a la iglesia y al Israel fiel), ¿quiénes son el resto de la descendencia de ella descrita en Apocalipsis 12:17? Es mejor verla como Israel en general, o como los judíos mesiánicos en particular.
i. ¿Por qué ataca Satanás al pueblo judío? Esta es una pregunta sobre toda la historia, no solamente sobre el periodo de la gran tribulación. La razón es que Israel, desde el tiempo de Abraham, ha tenido un rol vital en el plan de redención de Dios. Primero, de él salió el Redentor. Luego, estaba en el cumplimiento de su plan, porque Jesús prometió que el pueblo judío existiría y que le daría la bienvenida cuando Él regresara en gloria a este mundo (Mateo 23:39). Si Satanás tuviera éxito en destruir al pueblo judío, entonces el plan eterno de Dios sería frustrado.
ii. «La persecución de Israel es parte del programa satánico para frustrar y estorbar la obra de Dios […]. Israel es odiado por Satanás, no solamente por alguna de sus características, sino porque es elegido por Dios, y es esencial para el propósito de Dios en el tiempo y en la eternidad». (Walvoord)
b. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar: «Alas de águila» es un emblema de la liberación del Éxodo (Éxodo 19:4), otra manera de conectar a esta mujer con Israel.
i. Algunos se han preguntado si la referencia de las dos alas de la gran águila no describe, de hecho, un gran avión de transporte militar utilizado para evacuar a las personas en una situación de emergencia.
c. Donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo: Esta es otra referencia a los tres años y medio de ese periodo, indicando que estos eventos —esta persecución dramática de Israel— tienen lugar durante la semana 70 de Daniel 9.
d. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río: La furia se derramó en contra de Israel, después de la abominación desoladora (marcando el punto medio de la semana 70 de Daniel), de la cual Jesús habló en Mateo 24:15-22, y lo hizo en términos distintivos judíos («Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo»). Este pasaje en Apocalipsis describe la furia de la cual Jesús les dijo que huyeran.
e. la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca: Este pasaje también describe la protección final de Dios hacia Israel, de la furia de Satanás y de su Anticristo en la gran tribulación.
i. Como dice Isaías 59:19: «porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él».
2. (17) La ira del dragón se enfoca contra el pueblo de Dios
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
a. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella: Esto se puede referir a Israel (la mujer) y a los gentiles que vienen a la fe en Jesús durante la gran tribulación (el resto de la descendencia de ella). Estos dos grupos son blancos particulares de la persecución Satanás y su Anticristo en los últimos días.
b. Esto puede ser el comienzo o la continuidad de la feroz persecución de todos aquellos que no quieran someterse y adorar a este gran dictador satánico. Los mártires de este periodo fueron mostrados en Apocalipsis 6:9-11 y Apocalipsis 7:9-17.
i. «Es, precisamente, cuando Satanás ha perdido en el cielo la batalla por las almas de los santos, que comienza su persecución sin frutos de sus cuerpos». (Farrer)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com