A. El séptimo sello es abierto.
1. (1) Silencio en el cielo.
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
a. Cuando abrió el séptimo sello: El libro sellado fue introducido en Apocalipsis 5, y los sellos fueron abiertos uno por uno hasta el sexto sello en Apocalipsis 6. Esperamos que el séptimo sello sea abierto, y que los contenidos del libro sean revelados, pero luego se nos da una pausa en Apocalipsis 7 con la revelación de los 144 000 y la gran multitud que está fuera de la gran tribulación. Ahora, la idea de una pausa entre el sexto y el séptimo sello es enfatizada por este silencio en el cielo como por media hora.
i. Este silencio es llamativo, algunos lo han visto como un «espacio para tomar aire», o que los ángeles están en silencio para que las oraciones de los santos sean escuchadas, quizás el clamor de los mártires de Apocalipsis 6:9-11.
ii. Probablemente, este silencio en el cielo demuestra sobriedad, o es un silencio de asombro debido al juicio por venir, ahora que los sellos están abiertos y el libro puede ser abierto.
b. Silencio en el cielo como por media hora: Un silencio de media hora no es largo, pero las cosas parecen ser largas o cortas en su contexto. Si un predicador detuviera su sermón y se mantuviera en silencio por diez minutos, parecería una eternidad. Ya que el cielo es un lugar de constante alabanza y adoración a Dios (Apocalipsis 4:8-11), un silencio como de media hora es un tiempo largo.
2. (2) Siete ángeles con siete trompetas.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.
a. Los siete ángeles que estaban en pie ante Dios: De acuerdo con la tradición judía, hay siete ángeles que están de pie en la presencia de Dios. Aparentemente, basado en este versículo, esa tradición es cierta.
b. Y se les dieron siete trompetas: En el Antiguo Testamento, las trompetas sonaban la alarma de guerra, y hacían que el enemigo entrara en pánico, o convocaban a asamblea al pueblo de Dios. Estas siete trompetas sonarán mientras que Dios da la alarma de batalla durante la gran tribulación.
3. (3-6) El otro ángel con el incensario de oro.
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
a. Otro ángel vino entonces: Algunos ven a este ángel como Jesús, obrando como mediador y también porque el Antiguo Testamento da referencias de Jesús como el «Ángel del Jehová». Otros dicen que es solamente un ser angelical, porque la antigua palabra griega específica usada para referirse a «otro» significa «otro del mismo tipo».
b. Un incensario de oro […] subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos: La oración y el incienso por lo regular son asociados en la Biblia. La idea es que, ya que el incienso es precioso, placentero, y se eleva al cielo, así también nuestras oraciones. Así que aquí, antes de que algo suceda durante la apertura del séptimo sello, las oraciones del pueblo de Dios llegan delante del Señor Dios.
i. Significativamente, las oraciones del pueblo de Dios ponen en movimiento la siguiente consumación de la historia. «Más potente, más poderosa que todos los poderes oscuros que se desaten en el mundo, es el poder de la oración encendido por el fuego de Dios y arrojado sobre la tierra». (Torrance)
ii. Segunda de Pedro 3:10-12 indica que hay un sentido en el cual podemos «acelerar» la venida de nuestro Señor por nuestra conducta santa y vidas piadosas. Pero aquí también vemos que podemos acelerar la venida del Señor por medio de la oración, de la misma forma que Daniel cuando pidió un rápido cumplimiento de la profecía en cuanto al Israel cautivo (Daniel 9). Podemos y deberíamos también orar: «¡Sí, ven, Señor Jesús!» (Apocalipsis 22:20).
iii. «No se dice que el ángel presentó estas oraciones. Él presenta el incienso, y las oraciones ascienden. La ascensión del incienso muestra que las oraciones y ofrendas fueron aceptadas». (Clarke)
c. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra: Mientras que el pueblo de Dios ora por la resolución de todas las cosas, sus oraciones son tocadas por el fuego del altar en el cielo, y luego son «arrojadas» de nuevo a la tierra. Todas las cosas no se resolverán en esta tierra hasta que venga el juicio, cuando las oraciones del pueblo de Dios «regresen» a la tierra y traigan la marejada del juicio (truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto).
d. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas: Esperamos para que los siete sellos fueran abiertos, y los vimos abrirse uno por uno. Pero cuando el séptimo sello fue finalmente abierto, el final no llegó inmediatamente. Puso en movimiento las siete trompetas que sonarían sobre la tierra.
i. ¿Cómo se relacionan los sellos y las trompetas? Algunas personas piensas que estos son «poéticos y repetitivos», y que Juan describe los mismos eventos con diferentes palabras y detalles en ambos, en los sellos y en los juicios de las trompetas. «Esto es típico del método de Juan. Él va una y otra vez a la tierra, cada vez enseñándonos algo nuevo. Hay más sobre el fin, pero no lo podemos asimilar rápidamente. Cada serie de visiones trae nuevas facetas de ello». (Leon Morris)
ii. Otras personas creen que los sellos y las trompetas son secuenciales, y que el séptimo sello contiene las siete trompetas, y que la séptima trompeta contiene las siete copas del juicio. Pero hay problemas con el enfoque secuencial. Por ejemplo, ¿están equivocadas las personas de Apocalipsis 6:15-17 sobre el regreso de Jesús? No parecen estarlo. Pero si las trompetas, simplemente, siguieran la secuencia de los sellos, sería una demostración sorprendente de la misericordia de Dios, al extender el final y permitir el arrepentimiento.
iii. Ya que Juan trae un reporte de la eternidad, es difícil asignar una elemento cronológico y secuencial a estos juicios. Es más importante enfatizar que estos son reales, aun si su secuencia es difícil de precisar con certeza.
B. Las primeras cuatro trompetas.
1. (7) La primera trompeta trae una plaga a la vegetación.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
a. Granizo y fuego mezclados con sangre: La sangre puede indicar el color o el resultado del fenómeno que aquí se describe. No sabemos si el granizo y el fuego eran de color rojo o si de allí salió sangre roja, pero de una u otra manera esto debe de entenderse sin rodeos, sin escapar a un simbolismo creativo.
i. «Muchos hombres eminentes suponen que aquí se proyecta la irrupción de las naciones bárbaras del Imperio romano. Es fácil encontrar coincidencias cuando la fantasía se desenfrena». (Clarke)
ii. «La verdad es que si la tierra, los árboles y la hierba no quieren decir la tierra, los árboles y la hierba, entonces ningún hombre puede saber lo que significa. Si dejamos ir el significado literal de lo que está registrado, entonces nos arrojamos a un mar interminable de meras conjeturas». (Seiss)
b. La tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde: Debido a este granizo y fuego, los árboles y la hierba fueron destruidos, una tercera parte de la vegetación del planeta es quemada durante la gran tribulación.
i. ¿Cómo sucederá esto? Algunos se preguntan si sucederá por medio de los fenómenos que conocemos hoy día, como la guerra nuclear, el polvo radiactivo, la contaminación del medioambiente, los meteoritos u otras cosas. Estas ideas son interesantes y son posibles, pero nunca deben de oscurecer la verdad esencial: Dios trae el juicio. Él no es un espectador pasivo. Esto no es la «naturaleza» siguiendo su curso.
ii. Dios puede utilizar cualquier método que Él desee para traer juicio, pero las personas en la tierra sabrán que estos eventos vendrán de Dios, y no pensarán que son simplemente desastres naturales (Apocalipsis 16:9, y 16:11, Apocalipsis 19:19).
2. (8-9) La segunda trompeta trae una plaga en el mar.
El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
a. y como una gran montaña: Juan cuidadosamente dice que esto no es en sí una montaña (observe el uso de la palabra «como»), pero es una ardiente masa tan grande como una montaña.
b. La tercera parte del mar se convirtió en sangre: Este desastre es un cataclismo, quizás un meteorito se estrella en el mar y resulta en una gran convulsión oceánica con contaminación residual. Los investigadores de hoy dicen que este tipo de fenómeno ha sucedido muchas veces en la historia de la tierra, algunas veces resultando en un desastre ecológico. Aquí el resultado es que murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida. La sangre puede ser quizás la causa o el efecto de la muerte que se disemina en los océanos del mundo.
c. El mar puede ser una referencia específica al mar Mediterráneo, y no una referencia a todos los océanos. Para una persona en el mundo que vivía Juan, el mar Mediterráneo era el mar, pues tenían muy poco conocimiento de otros océanos.
c. Es común ver a esta gran montaña como un símbolo de una nación que será juzgada. Es cierto que las montañas a veces son utilizadas como figuras de gobiernos o naciones (Jeremías 51:25, 51:27, 51:30), pero en este contexto el símbolo no tiene sentido. ¿Qué significa que la gran montaña está ardiendo con fuego? ¿Qué significa que fue precipitada en el mar? ¿Qué es lo que simboliza el mar? ¿Quiénes son los seres vivientes que estaban en el mar? ¿Qué son las naves en el mar? ¿Qué simboliza su destrucción? Todas estas preguntas nos hacen pensar que la mejor solución es ver esto como algún tipo de masa de tierra, probablemente, un meteorito o asteroide que cae en el mar y trae un desastre ecológico.
3. (10-11) La tercera trompeta trae una plaga en las aguas dulces.
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
a. Cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha: Podríamos asociar fácilmente esto con un cometa o meteorito que se estrella en la tierra y trae consigo un desastre ecológico. Pero Dios puede también tener algo diferente en mente.
i. «Algunos dicen que la estrella tiene como significado a Atila y a sus hunos; otros a Genserico y a sus vándalos cayendo en la ciudad de Roma; otros a Eleazar, el hijo de Annus, desdeñando a las víctimas del emperador, y estimulando la furia de los zelotes; otros a Arrio, infectando la doctrina pura cristiana con su herejía [y así sucesivamente]. Ciertamente, no quiere significar todos estos; y quizás ninguno de ellos. Dejen que el lector juzgue». (Clarke)
b. El nombre de la estrella es Ajenjo: Ajenjo es una sustancia muy amarga, y es distintiva de amargura y tristeza.
c. La tercera parte de los ríos […] la tercera parte de las aguas: La proporción del desastre ecológico se mantiene igual. En cada una de las trompetas la tercera parte del sistema ecológico es destruida por el juicio.
4. (12-13) La cuarta trompeta trae una plaga sobre los cielos, y oscuridad en la tierra.
El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche. Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!
a. No hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche: Esto no describe que disminuye un tercio de la luz, sino que un tercio del día y de la noche son sumidos en la absoluta oscuridad. Cómo Jesús lo dijo: «el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor» (Mateo 24:29).
b. Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta: Los ayes del ángel están bien fundamentados, porque un tercio de toda la población morirá en las siguientes tres trompetas.
i. Las antiguas palabras griegas para «ángel» y «águila» son muy cercanas en cuanto a la forma en que se escriben. Unas versiones antiguas dicen que es un águila que vuela por en medio del cielo haciendo este clamor.
5. Observaciones sobre las primeras cuatro trompetas:
a. Estas primeras cuatro trompetas revelan la severidad del juicio de Dios. Él ataca todos los medios ordinarios de subsistencias, como la comida y el agua; y ataca todos los medios ordinarios de comodidad, como la luz y los ciclos regulares de los días.
i. El hombre ha llegado a ver estos aspectos del orden de la creación como impersonales, como fuerzas perpetuas. Durante la gran tribulación Dios proclama su señorío por medio de su agonizante ruptura.
ii. Sabemos la gran humildad que viene sobre los hombres en medio de algo como un terremoto, porque comprenden que la «naturaleza» no es tan segura como ellos piensan. Con estas cuatro trompetas, ese efecto se multiplicará en gran manera.
b. Las primeras cuatro trompetas también revelan la «misericordia» del juicio de Dios. Estos son juicios parciales que golpean terceras partes, y quieren conducir a un mundo rebelde al arrepentimiento antes de la cortina final. Por ahora, Dios «perdona» más que lo que «castiga».
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com