Daniel 10 – Circunstancias de la Visión Final
A. La visión de Daniel del hombre misterioso.
1. (1-3) Introducción: el estado del corazón de Daniel.
En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.
a. En el año tercero de Ciro: Para este tiempo, la primera oleada de exiliados había regresado bajo el liderazgo de Esdras (Esdras 1-2).
b. La palabra era verdadera, y el conflicto grande: Daniel 10 fija el escenario de esta espectacular profecía (palabra) de Daniel 11, la cual describe un tiempo de gran persecución y prueba para el pueblo de Israel.
i. Walvoord en el conflicto grande: “La implicación es que el periodo a la vista es uno largo y agotador, la cual implica un gran conflicto y aflicción para el pueblo de Dios.”
c. Afligido por espacio de tres semanas: Algunos piensan que Daniel estaba afligido porque solamente unos pocos judíos habían regresado con Esdras del exilio. Otros piensan que era debido a que Esdras enfrentó una oposición severa para reconstruir el templo.
i. Daniel no regresó con el grupo de exiliados de Esdras debido a que tenía una edad aproximada de 84 años en ese tiempo. Daniel podía servir de una mejor manera a los exiliados desde su alta posición en el gobierno, que lo que podía hacer con ellos en Jerusalén.
ii. “También pienso que la tristeza de Daniel fue ocasionada parcialmente por la repetición de esas palabras hacia él: ‘La palabra era verdadera, y el conflicto grande.'” (Spurgeon)
d. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino: Estaría mal llamar ayuno lo que hizo Daniel. La idea Bíblica de ayunar es el abstenerse por completo de comida, bebiendo agua solamente. Daniel definitivamente practicaba una forma de abnegación, pero no era ayuno.
2. (4-6) Daniel ve a un hombre glorioso a orillas del Río Tigris.
Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
a. He aquí un varón vestido de lino: Los comentaristas están divididos en cuanto a la identidad de este varón. Algunos dicen que este es Jesús, al notar que la descripción sea extraordinariamente como lo que Juan vio en Apocalipsis 1:12-16.
b. Un varón vestido de lino: Algunos otros piensan que este varón es un ángel sin nombre de alto rango, al notar que Jesús no necesitaría la asistencia de Miguel, mencionado en Daniel 10:13.
i. También sabemos que Ezequiel vio figuras angelicales vestidos en lino (Ezequiel 9:2).
3. (7) Los compañeros de Daniel están aterrados, pero sin ver.
Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.
a. Sólo yo, Daniel, vi aquella visión: Esto muestra que había algo sobrenatural acerca de esta visión. Daniel vio lo que él vio en cuanto al hombre glorioso, pero sus compañeros no lo pudieron ver.
i. Este es como el caso postrero de Saúl en el camino hacia Damasco, cuando sus compañeros no pudieron escuchar la misma voz del cielo la cual él escuchó. Estos casos nos recuerdan que nosotros podemos estar cerca de la presencia y poder de Dios, pero aún omitir el mensaje por falta de una percepción espiritual.
b. Huyeron y se escondieron: Por supuesto que no podían ver la visión si se estaban escondiendo de ello.
4. (8-9) La reacción de Daniel a la visión del hombre.
Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.
a. No quedó fuerza en mí: Tan piadoso como lo fue Daniel, él fue deshecho por esta visión del hombre glorioso. La experiencia de Daniel nos muestra que aún el hombre más santo queda corto delante de Dios, y aún delante de Sus asociados cercanos.
b. Mi fuerza se cambió en desfallecimiento: Wood dice de esta palabra desfallecimiento, “La palabra sugiere una palidez como de muerte, combinada con los rasgos faciales grotescos.”
i. “Al juzgar por la descripción, el trance experimentado no era envidiable.” (Baldwin)
B. El mensaje para Daniel.
1. (10-11) Aquel varón se introduce a Daniel.
Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
a. Una mano me tocó: Mientras Daniel estaba derribado en debilidad por esta experiencia, él fue fortalecido por el toque de una mano.
b. Daniel, varón muy amado: Esta era la segunda vez que Daniel es llamado muy amado (Daniel 9:23 previo a esto). Cada vez estaba relacionado con Daniel siendo favorecido con una revelación grande y significativa del futuro.
i. “No le hizo ningún mal a Daniel el saber que él era amado grandemente por parte de Dios; sino no hubiera recibido esa información del cielo. Algunas personas siempre tienen miedo de que si el pueblo Cristiano obtuviera una entera seguridad, y recibieran un dulce sensación de amor divino, éstos crecerían orgullosos, y que serían llevados por la vanidad. No tengas tal temor de otras personas, y especialmente no tengan temor de ellos ustedes mismos. No conozco una bendición más grande que le puede suceder a cualquier hombre o mujer aquí, que el tener la seguridad del Espíritu de Dios que son muy amados por parte del Señor.” (Spurgeon)
c. Ponte en pie: Cuando fue el tiempo de Daniel de escuchar y entender, el necesitaba ponerse en pie y prestar atención.
2. (12-14) El ángel explica su venida a Daniel, y la oposición a la cual se enfrentó en el camino.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
a. Desde el primer día . . . fueron oídas tus palabras: Dios respondió a la oración de Daniel el mismo momento que él dio a conocer su petición. Daniel había estado en una gran y seria oración por tres semanas enteras (Daniel 10:2).
b. Y a causa de tus palabras yo he venido: No debemos pasar esto por alto. Un ángel fue enviado debido a la oración de Daniel. Este es otro de muchos recordatorios en el Libro de Daniel de que la oración importa. No es solamente un ejercicio terapéutico para los que oran.
c. El príncipe del reino de Persia se me opuso: Ya que este príncipe fue capaz de oponerse al mensajero angelical de Daniel, sabemos que este era más que un hombre. Este príncipe era algún tipo de ser angelical, y sabemos que era un ser angelical malvado porque se oponía a la palabra de Dios que iba a Daniel, y se opuso en contra del mensajero angelical.
i. La palabra príncipe tiene la idea de un gobernante o autoridad. Esto encaja bien con la idea del Nuevo Testamento que los rangos angelicales están organizados y tienen jerarquías (Efesios 1:21, Efesios 6:12, Colosenses 1:16, Colosenses 2:15). Estos rangos angelicales parecen incluir tanto ángeles fieles como ángeles caídos.
ii. Aparentemente este era un demonio de alto rango el cual se opuso a la respuesta de la oración. En tres ocasiones Jesús se refirió a Satanás como el príncipe de este mundo (Juan 12:31, 14:30, y 16:11).
d. Se me opuso durante veintiún días: Ya que el ángel fue enviado inmediatamente, y el periodo de la oración de Daniel y abnegación fue por 21 días (las tres semanas totales de Daniel 10:2), vemos que la respuesta a la oración fue retardada por el príncipe del reino de Persia.
i. La correlación entre el tiempo de Daniel de abnegación y de oración, y la duración de la batalla entre los ángeles y el príncipe del reino de Persia, establece el vínculo entre la oración de Daniel y la victoria angelical. Ya que la victoria angelical llegó en el vigésimo primer día, podemos conjeturar que, si Daniel hubiera parado de orar en el vigésimo día, la respuesta quizás no hubiera llegado.
ii. “Pudiera haber factores que estorban de la cual un cristiano que ora no sabe nada mientras que éste se pregunta porque las respuestas de sus peticiones son retardadas. Sin embargo, éste se debe de mantener en oración. Puede ser que quizás él no reciba una respuesta debido a que se ha dado por vencido en el vigésimo día, sin embargo, él debió de haber persistido hacia el vigésimo primer día.” (Archer)
e. Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme: En otros pasajes Miguel está asociado con la batalla entre ángeles buenos y malvados (Apocalipsis 12, Judas 9).
i. Vino para ayudarme: Esta frase puede ser la razón más imponente para pensar que la frase “ayudarme” no se refiere a Jesús, a pesar de la notable similitud entre el varón de Daniel 10 y la visión de Jesús en Apocalipsis 1. Aunque Jesús recibió ayuda angelical siendo un hombre encarnado (Marcos 1:13 y Lucas 22:43), es difícil el pensar que Él necesitaba o recibiera ayuda angelical antes de su encarnación.
f. He venido: Dios permitió este tipo de conflicto porque Él tenía un propósito al permitirlo. Él ciertamente pudo haber destrozado en un momento cualquier oposición demoniaca. El plan de Dios probablemente era para utilizar este tiempo de retraso para desarrollar a Daniel como un hombre de oración persistente.
i. La persistencia en la oración no es necesariamente debido a que la renuencia de Dios necesita ser superada; pero es necesaria para entrenarnos.
ii. El éxito de Daniel nos hace reflejar nuestros fracasos. ¿Qué tanta ayuda o intuición angelical jamás se ha llevado a cabo debido a la falta de persistencia en la oración?
g. Lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días: La visión de Daniel 11 y 12 estaban enfocadas en los postreros días, aunque también habla del tiempo cercano de Antíoco Epífanes.
3. (15-19) Daniel es fortalecido en su debilidad.
Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
a. Estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido: Daniel comenzó en el suelo (Daniel 10:9), luego se levantó (Daniel 10:11), y ahora de nuevo estaba con los ojos puestos en tierra.
b. Con la visión me han sobrevenido dolores: La antigua palabra hebrea traducida a dolores tiene la idea de un dolor que hace retorcerse. Es utilizada en varios lugares del Antiguo Testamento para dolores de parto al dar a luz. Daniel fue afligido severamente por esta visión, lo cual provocó que apenas pudiera respirar, y mucho menos que pudiera lidiar con complejidades proféticas.
c. Aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció: Este no era Dios, sino un ángel. Dios tocó a Daniel por medio de un intermediario.
4. (10:20-11:1) El ángel introduce su mensaje a Daniel.
Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe. Y yo mismo, en el año primero de Darío el medo, estuve para animarlo y fortalecerlo.
a. Tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia: Daniel estaba a punto de recibir la respuesta a sus oraciones, pero la batalla no había terminado para este mensajero celestial. Primero él debía luchar contra el príncipe de Persia, luego el príncipe de Grecia. Dios cuidaba a Israel, obrando detrás de la escena, en el reino espiritual.
i. “La lucha celestial es dirigida en contra de Persia y luego Grecia, porque cada uno de estos tendrá su turno de tener poder sobre el pueblo de Dios.” (Baldwin)
b. Ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe: Miguel parecía ser un guardia angelical de Israel, luchando en contra de los representantes demoniacos de Persia, o de cualquier otro que se oponía al pueblo de Dios. En la tierra Israel parecía humillado y débil; pero en los cielos, Israel tenía al representante más poderoso de todos.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com