Deuteronomio 6 – Moisés le recuerda a Israel los mandamientos y la advertencia
A. Los mandamientos: La esencia de la Ley de Dios
1. (1-3) Recuerden el mandamiento antes de entrar a Canaán
Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.
a. Estos, pues, son los mandamientos: El hebreo es enfático aquí. Moisés llamó la atención sobre los mandamientos. En los versículos siguientes, Dios reduce la Ley a un principio rector: un mandamiento que abarcaba todos los demás.
b. Para que los pongáis por obra: Dios no dio sus mandamientos a Israel, simplemente, para educarlos o satisfacer su curiosidad. Los dio para que fueran observados y obedecidos. Esto fue especialmente crucial cuando llegaron a la tierra de Canaán.
i. «Este hacer de ellos es la parte difícil del trabajo. No es siempre fácil enseñar; un hombre necesita el Espíritu de Dios si ha de enseñar correctamente, pero la práctica es más difícil que la predicación. ¡Que Dios nos conceda gracia, siempre que oigamos su Palabra, para ponerla por obra!». (Spurgeon)
c. Todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados: El destino de Israel dependía de su obediencia a este gran mandamiento. Si lo obedecían, su vida sería larga y llena de bendiciones. En caso contrario, podrían esperar ser maldecidos por Dios.
i. «No da Dios larga vida a todos sus pueblos; mas la obediencia a Dios es el camino más probable de asegurar larga vida». (Spurgeon)
d. La tierra que fluye leche y miel: Se trata de una figura retórica muy frecuente que describe la abundancia agrícola de Canaán. Esta expresión aparece al menos 14 veces en Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Según Thompson, también era utilizada en la literatura egipcia para describir Canaán.
i. Muchos piensan que la miel que se menciona aquí es miel de dátiles, no la que se recolecta de las abejas.
2. (4-5) El gran mandamiento: Amarás a Jehová tu Dios
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
a. Oye, Israel: En hebreo, estos versículos son conocidos como el Shema (‘oye’, en hebreo). Es la clásica confesión hebrea de fe, que describe quién es Dios y cuál es nuestro deber hacia Él.
i. Jesús, específicamente, mencionó el Shema (Mateo 22:37), y su verdad fundamental también estaba presente en la mente de Pablo (Romanos 3:30; 1 Corintios 8:6; Efesios 4:6; 1 Timoteo 2:5). Santiago desafió a los creyentes, la mayoría de trasfondo judío, indicándoles que su confesión de que Dios es uno«no» era suficiente (Santiago 2:19).
ii. «Tal es la centralidad arraigada en la conciencia judía de esta confesión que, hasta el día de hoy, los judíos observantes recitan el Shema al menos dos veces al día». (Merrill)
b. ¡Jehová nuestro Dios, Jehová uno es!: Esta es la verdad esencial sobre Dios: es una persona, no una vaga fuerza panteísta. Siendo uno, no puede ser representado por imágenes contradictorias. Como Jehová nuestro Dios, Jehová uno es, Él no es Baal ni Astoret; Él es Jehová Dios, y ellos no lo son.
i. En la mente de muchos judíos, este versículo por sí solo descalificaba la enseñanza del Nuevo Testamento de que Jesús es Dios, y la enseñanza de la Trinidad: que hay un Dios, que existe en tres personas. En algunos momentos y lugares, cuando en las sinagogas judías decían el Shema juntos, y pronunciaban la palabra uno (echad), repetían en voz alta y fuerte esa palabra durante varios minutos, como si fuera una reprimenda a los cristianos que creían en la Trinidad.
ii. Los cristianos deben llegar a una comprensión renovada de la unidad de Dios. Deben apreciar el hecho de que Jehová uno es, como se afirma en 1 Corintios 8:6: «Sin embargo, solo hay un Dios». Los cristianos adoran a un solo Dios que existe en tres Personas; no, a tres dioses separados.
iii. Sin embargo, la afirmación de que Jehová uno es, ciertamente, no contradice la verdad de la Trinidad. De hecho, establece esa verdad. La palabra hebrea traducida como «uno» es echad, que habla más literalmente de una unidad compuesta; no se usa la palabra hebrea yacheed, que habla de una unidad o singularidad absoluta (Génesis 22:2; Salmos 25:16).
iv. El primer uso de echad en la Biblia está en Génesis 1:5: «Y fue la tarde y la mañana un día». Este contexto muestra una unidad (un día) con la idea de pluralidad (formado por la tarde y la mañana).
·Génesis 2:24 usa echad para significar que el hombre y la mujer «serán una sola carne». De nuevo, la idea de una unidad (una sola carne), conformada por una pluralidad (los dos).
·En Éxodo 26:6 y 11, los cincuenta broches de oro se usan para sujetar las cortinas juntas, así que la tienda sería una (echad).Se trata de una unidad (una cubierta) formada por una pluralidad (las muchas partes que componían la cubierta, unidas por los cierres de oro).
·En Ezequiel 37:17, el Señor le dice a Ezequiel que junte dos palos (representando proféticamente a Efraín y Judá) en «uno» (echad), hablando nuevamente de una unidad (un palo) formada por una pluralidad (los dos palos).
v. Como se ha demostrado en los ejemplos anteriores, el término echad no implica la idea exclusiva de una singularidad absoluta. El concepto de la Trinidad —que hay un solo Dios en tres personas— se ajusta bien al término echad.
c. Jehová nuestro Dios: Además, incluso el término que se usa para hacer referencia a Dios en esta frase sugiere la pluralidad en la Deidad. La palabra hebrea usada es Elohim (Dios), que gramaticalmente es una palabra plural, aunque se usa como singular. Los verbos y pronombres que la acompañan generalmente están en plural, excepto cuando se refiere a Jehová, el Dios del pacto de Israel.
i. El rabino Simeón ben Joachi, comenta lo siguiente sobre la palabra Elohim: «Venid y ved el misterio de la palabra Elohim: hay tres grados, y cada grado es uno en sí mismo; sin embargo, todos están unidos en uno, no están separados unos de otros». Clarke agrega: «Debe tener prejuicios extraños quien no puede ver que la doctrina de la Trinidad está expresada en las palabras anteriores».
ii. Leupold, citando lo dicho por Lutero sobre la palabra Elohim,expresa: «Pero tenemos un claro testimonio de que Moisés pretendía indicar la Trinidad; es decir, las tres personas que conforman la unidad de la naturaleza divina».
d. Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas: Saber quién es Dios permite que su pueblo actúe correctamente. Esta es la forma en la que los creyentes dan a Dios lo que le corresponde.
i. Dios quiere un amor completo de nosotros. Esto es apropiado, porque Él nos amó primero y completamente: «Nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primero» (1 Juan 4:19).
ii. Lo que Dios más desea de la humanidad es amor. A menudo, pensamos que a Dios le importan más las cosas como: el tiempo, el dinero, el esfuerzo, la voluntad, la sumisión, entre otras. Sin embargo, lo que realmente ansía Dios es el amor de la humanidad. Cuando las personas aman sinceramente al Señor con todo su corazón, alma y mente, todo lo demás se ofrece libremente. Si comenzamos entregando a Dios todo lo demás —dinero, tiempo, esfuerzo, voluntad, etcétera— sin darle amor, entonces todo se desperdicia y, tal vez, se pierde. «La obediencia de Israel no debía surgir de un estéril legalismo basado en la necesidad y el deber, sino de una relación fundamentada en el amor». (Thompson)
iii. «¿No muestra esto cuál es la naturaleza misma de Dios? Dios es amor, pues nos ordena amarlo. Nunca hubo un príncipe terrenal o rey del cual se haya oído que esté escrito en su libro de estatutos: “Amarás al rey”. No, solo en el libro de estatutos de aquel que es el Señor de la vida y del amor leemos un mandato como este. A mi entender, parece un privilegio muy bendito que se nos permita amar a alguien tan grande como Dios». (Spurgeon)
iv. Jesús llamó esto «el gran mandamiento» (Mateo 22:37-38); y dijo que el segundo mandamiento, «amarás a tu prójimo como a ti mismo», era como este primer y gran mandamiento. Cuando el pueblo de Dios ama al Señor su Dios con todo su corazón, alma y mente, encuentra la capacidad de amar a su prójimo como a sí mismo.
3. (6-9) El recordatorio continuo de la Ley
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
a. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Este gran mandamiento debe estar primero en nuestro corazón. Después, debe ser comunicado a nuestros hijos, a la siguiente generación. Debe ser un tema de conversación constante y estar siempre presente, tan cercano como la mano, la frente, o los postes y puertas del hogar.
b. Las repetirás a tus hijos: Al pueblo de Dios no solo se le ordena enseñar a sus hijos, sino hacerlo con diligencia. Se les encarga asumir la tarea, a veces difícil, de enseñar a sus hijos la verdad sobre Dios y sus obras. Los pastores, los maestros de la escuela dominical y otros obreros cristianos, deben desempeñar su papel; pero nunca deben reemplazar la responsabilidad de los padres de enseñar a sus hijos, y de hacerlo con diligencia.
i. «El pensamiento de Dios sobre los niños y su cuidado por ellos se evidencia a lo largo de todas las promulgaciones de la Ley y, de hecho, en todas las ceremonias de adoración». (Morgan)
ii. «Por mucho que amemos y apreciemos el sistema de la escuela dominical, espero que nunca olvidemos que el primer deber hacia el niño pertenece al padre. Los padres son los agentes más naturales que Dios puede usar en la salvación de sus hijos». (Spurgeon)
iii. «Los testimonios de Dios deben ser enseñados a nuestros hijos, y se debe emplear la mayor diligencia para asegurarnos de que los comprendan. Esta tarea es sumamente difícil y requiere mucha paciencia, prudencia, juicio y piedad por parte de los padres para llevarla a cabo de la mejor y más eficaz manera». (Clarke)
c. Las atarás como una señal en tu mano: El primer uso de este concepto en relación con Israel se encuentra en que la celebración de la Pascua sería una señal en su mano y un memorial delante de sus ojos (Éxodo 13:9, 16). Esto coloca la frase en un contexto simbólico, indicando que la verdad de la liberación de Israel de Egipto debía ser tan familiar y prominente como una señal visible en la mano y delante de sus ojos. De manera similar, el contexto también tiene un significado simbólico: los mandamientos de Dios debían ser igualmente familiares y prominentes para Israel, como una señal en la mano o en la frente».
i. «En un sentido más amplio, estos mandamientos deben ser memorizados, como se aclara con la expresión “estarán en vuestros corazones” (v. 6)». (Merrill)
ii. En la época de Jesús, el pueblo judío empleaba este pasaje como fundamento para la práctica de llevar filacterias. Una filacteria es una pequeña caja que contiene un pergamino con pasajes de las Escrituras escritos en él, y que se sujetaba a la frente o a la mano con correas de cuero.
iii. Jesús condenó el abuso del uso de filacterias entre los fariseos; a veces, hacían sus cajas de filacterias grandes y ostentosas para presumir de su supuesta mayor espiritualidad (Mateo 23:5).
iv. En los últimos tiempos, habrá una imitación satánica de esta práctica, cuando el número del Anticristo se aplicará a la mano o a la frente de todos los que lo sigan (Apocalipsis 13:16).
d. Las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas: Al igual que el mandamiento de atar los mandamientos como señal en las manos y en la cabeza, esto se entiende en un sentido simbólico, indicando el tipo de prominencia y atención que debe darse a la Palabra de Dios entre los creyentes.
i. Escribirás es una palabraquetiene el sentido de ‘grabar‘. «La imagen es la de un grabador de monumentos, con martillo y cincel en mano, esculpiendo cuidadosamente un texto en la superficie de una losa de granito. Aunque el trabajo sea sobrecogedor, una vez completado, el mensaje queda grabado para siempre». (Merrill)
ii. Este mandamiento se relaciona con la práctica judía de la mezuzá, un pequeño recipiente colocado en el dintel de la puerta que contiene un pasaje de las Escrituras.
iii. «Casi podría desear que esto se cumpliera literalmente mucho más a menudo de lo que se cumple. Me encantaba, en muchos pueblos suizos, ver un texto de las Escrituras tallado en el dintel de la puerta. Un texto colgado en su casa, a menudo, podría hablar cuando usted está en silencio. No podemos hacer nada que sea superfluo para dar a conocer la Palabra de Dios». (Spurgeon)
B. El peligro de la desobediencia
1. (10-12) El peligro de dejar a Dios en tiempos de prosperidad
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
a. Te daría en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste: Dios planeaba traer a Israel a una tierra abundante y preparada. En esta abundante bendición que Dios tenía para Israel, había un peligro inherente: podrían olvidarse de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
i. Durante la conquista de Canaán, muchas ciudades y granjas fueron preservadas y se convirtieron en herencia de Israel. «La conquista no resultó en una destrucción significativa de ciudades y propiedades, lo cual no dejó evidencias arqueológicas definidas. Por lo tanto, cualquier intento de fechar la conquista debe basarse en criterios distintos a la presencia o ausencia de pruebas de destrucción». (Merrill)
b. Cuídate de no olvidarte de Jehová: La herencia de Canaán para Israel, con sus casas construidas, sus campos preparados, sus viñedos y olivos florecientes, y sus cisternas cavadas, fue como ganar la lotería. Dios le advirtió a Israel: «Cuando recibas toda esta abundancia, no te olvidesde mí».
i. En las generaciones futuras, Israel a menudo se olvidaría de Jehová. Un ciclo trágico se repetiría a lo largo de la historia de Israel, especialmente en la época de los jueces. Dios bendeciría a un Israel obediente y lo haría prosperar; Israel comenzaría a poner su corazón en las bendiciones en lugar de en el Señor que los bendijo. Dios permitiría que el castigo volviera a centrar la atención de Israel en Él; Israel se arrepentiría y obedecería nuevamente, y Dios volvería a bendecir a un Israel obediente y lo haría prosperar.
ii. Los creyentes, a menudo, no aprecian el peligro del éxito y la prosperidad. El éxito y la prosperidad se ven frecuentemente como peligros teóricos, sin que comprendamos cómo pueden ser peligros reales y presentes para el creyente.
iii. Cuando los tiempos son buenos, es mucho más fácil olvidarte de Jehová, que te sacó […] de casa de servidumbre. Cuando no hay circunstancias adversas que nos obliguen a recordar a Dios, «apenas nos enriquecemos, somos propensos a pronunciar esta fea expresión: “Esto puedo agradecérmelo a mí mismo”». (Trapp)
iv. «Nuestras bendiciones vienen de fuentes que no dependen de nuestra diligencia y habilidad; son los frutos de la santa inventiva de Dios, y el esplendor y plenitud de su consideración hacia sus pobres hijos. No lo olvidemos; pues, evidentemente, Él nunca nos olvida». (Spurgeon)
2. (13-19) ¿Cómo evitar la apostasía en tiempos de prosperidad?: Honrando al Señor en todo lo que hacemos
A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres; para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.
a. A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás: La idea del temor de Jehová es más bien un respeto lleno de temor, una aversión interna ante la idea de ofender a un Dios grande y amoroso que ha hecho tanto por su pueblo.
i. «La sensación de temor ante Dios y el profundo respeto y reverencia hacia Él son esenciales para comprender el concepto de “temor de Dios”, especialmente en Deuteronomio». (Kalland)
ii. Este es el pasaje de la Escritura que Jesús le citó a Satanás cuando fue tentado por él para evitar la cruz y ganar al mundo si tan solo se inclinaba y adoraba a Satanás. Jesús respondió correctamente, basado en la verdad: «A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás», confirmando que era correcto temer, adorar y servir a Dios, y que estaba mal inclinarse ante Satanás, sin importar lo que se le ofreciera a cambio (Mateo 4:8-10).
b. Y por su nombre jurarás: Aunque, ciertamente, se puede abusar del concepto del juramento en nombre de Dios, como Jesús señaló en Mateo 5:33-37, existe un uso permisible de los juramentos por parte de aquellos que siguen a Dios. Esto se evidencia en el hecho de que Dios mismo utiliza juramentos (Hebreos 6:13). En la Escritura, se instruyó a Israel a que «jurara solo en nombre del Señor, no en nombre de ningún otro dios». Hacer juramentos en nombre de cualquier otro dios sería mostrar honor y lealtad a un dios falso.
c. No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah: En Éxodo 17:1-7, Israel puso a prueba a Jehová al dudar de su amor y preocupación por ellos. Este acto de poner a prueba a Dios no solo es presuntuoso (ya que no tenemos derecho a poner a prueba al Todopoderoso), sino que también ignora las demostraciones previas y constantes de amor y cuidado que Dios ha mostrado hacia Israel. En lugar de confiar en Dios, exigieron que Él demostrara su amor dándoles lo que querían.
i. Cuando el hombre niega el amor de Dios o le exige algo, está poniendo a Dios a prueba como si debiera cumplir con las normas humanas, y lo está desafiando a que lo juzgue. «Poner a prueba a Dios implica establecerle condiciones y hacer que su respuesta a las demandas del pueblo en tiempos de crisis sea una condición para continuar siguiéndolo». (Thompson)
ii. Este es el pasaje de la Escritura que Jesús le citó a Satanás en el desierto, cuando fue tentado a hacer que Dios Padre demostrara su amor por el Hijo protegiéndolo espectacularmente si saltaba desde el pináculo del templo (Mateo 4:5-7). Jesús sabía que exigirle este tipo de «prueba» a su Padre estaba mal, ya que cada día era una demostración del amor de Dios Padre por el Hijo.
d. Y haz lo recto y bueno […] para que te vaya bien: Este tema se repite constantemente. En el Antiguo Pacto, la bendición de Israel estaba condicionada a su obediencia: serían bendecidos si obedecían y maldecidos si desobedecían.
i. Esta no es la fuente de bendición en el Nuevo Pacto. En el Nuevo Pacto, somos bendecidos por la fe en Jesús, ya que Él cumple la Ley en nuestro lugar (Romanos 8:3-4). Las consignas de bendición bajo el Antiguo Pacto eran «ganar y merecer»; bajo el Nuevo Pacto, la bendición viene por «creer y recibir».
ii. El sistema del Nuevo Pacto funciona porque cuando recibimos el Nuevo Pacto, Dios envía con él una transformación interior, donde la Ley de Dios y el deseo de hacer su voluntad están ahora escritos en el corazón del creyente. La transformación interior prometida por el Nuevo Pacto nos ayuda a protegernos contra el abuso de la gracia de Dios.
iii. Bajo el Nuevo Pacto, no hay juicio de Dios por nuestra desobediencia, porque todo el juicio que merecíamos fue puesto sobre Jesús en la cruz. Sin embargo, puede haber corrección de parte de un Dios Padre amoroso (no en el sentido de hacernos pagar por nuestro pecado, sino en el sentido de entrenarnos para no continuar en el pecado), y existen las consecuencias naturales de nuestra desobediencia, de las cuales Dios no ha prometido protegernos.
iv. Los cristianos que le temen a la «libertad» de una relación bajo el Nuevo Pacto con Dios deben hacerse esta pregunta: ¿Llegó Israel a una mayor obediencia a Dios a través del Antiguo Pacto? ¿El sistema de ganar y merecer la bendición nos hace verdaderamente más piadosos que el sistema de creer y recibir? En realidad, el Antiguo Pacto nos deja en la desesperación total (donde entonces podemos mirar a Jesús), o en una peligrosa confianza en nuestras obras para hacernos justos ante Dios.
3. (20-25) ¿Cómo evitar la apostasía en tiempos de prosperidad?: Enseñen a sus hijos a entender y honrar al Señor
Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa. Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.
a. Mañana cuando te preguntare tu hijo: A menudo, la apostasía que surge de la prosperidad afecta más a la próxima generación que a la presente. Crecen en esa prosperidad y bendición, sin comprender el arrepentimiento ni lo que es caminar con el Dios que les concedió esa prosperidad.
b. Entonces dirás a tu hijo: Por lo tanto, era esencial que Israel enseñara y advirtiera a sus hijos, para que las bendiciones otorgadas a una generación no se convirtieran en una maldición para la siguiente generación.
i. La clave de la enseñanza era el relato sencillo del testimonio de Israel: ¿Cómo Dios los salvó de la esclavitud en Egipto? Los padres necesitan contarles a sus hijos cómo llegaron a una relación personal con Jesús, para que los niños comprendan que también deben alcanzar esa misma relación.
c. Y nos sacó de allá, para traernos: Este es un maravilloso resumen de lo que Dios hizo en el Éxodo. Él sacó a Israel con el propósito de llevarlos a Canaán. La liberación de Egipto fue solo el primer paso y habría estado incompleta sin la finalización de la obra de llevar a Israel a Canaán.
i. Es una idea similar a la que Pablo escribiría más tarde: «El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1:6).
d. Y tendremos justicia: Lo que aquí se entiende por justicia no se refiere únicamente a la obediencia a los mandamientos de la Ley, sino a la fe y la lealtad a Dios expresadas a través de todo el pacto. El pacto que Dios hizo con Israel incluía un sacerdocio importante y un sistema de sacrificios que abordaba sus inevitables fracasos al cumplir la Ley, señalando así el sacrificio perfecto que Dios proporcionaría mediante la persona y la obra de Jesucristo, especialmente, su sacrificio sustitutivo en la cruz y su resurrección.
i. Si alguien busca alcanzar la verdadera justicia a través de la Ley, es sencillo, aunque no fácil: simplemente debe cumplirtodos los mandamientos. Sin embargo, si falla en su obediencia, necesita la expiación de un sacrificio perfecto: Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
ii. «Los mandamientos fueron concebidos no como una carga que había que soportar, sino como la misericordiosa provisión de un Soberano benéfico que ofrecía una guía para vivir bien. De este modo, Yahveh preservaría la vida de Israel». (Thompson)
© 1996-presente The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik