Éxodo 30 – Más Temas Relacionados con el Tabernáculo
A. El altar del incienso.
1. (1-5) Cómo hacer el altar del incienso.
Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás. Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo. Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro. Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro.
a. Harás asimismo un altar para quemar el incienso: El altar del incienso estaba hecho de madera de acacia recubierta de oro. Tenía 18 pulgadas (0,5 metros) cuadradas y 3 pies (1 metro) de altura.
b. Le harás también dos anillos de oro…para meter las varas con que será llevado: El altar del incienso también era transportado por el sistema de anillos y varas, al igual que el Arca del Pacto, la mesa de los panes de la proposición, y el altar de bronce con su rejilla.
2. (6-10) El uso del altar del incienso.
Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo. Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.
a. Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio: El altar del incienso estaba fuera del velo, en el lugar santo (no en el lugar santísimo). Por lo tanto, estaba muy cerca del Arca del Pacto, pero separado por el velo.
i. Estaba en el lugar santo del tabernáculo junto con el candelabro de oro y la mesa de los panes de la proposición. “La mesa de los panes de la proposición representaba la comunión con Dios, el candelabro hablaba del testimonio al mundo, y ahora el altar de oro habla de la ofrenda de adoración”. (Morgan)
b. Donde me encontraré contigo: Rociados a lo largo de esta descripción del tabernáculo y los muebles, estaban los recordatorios del propósito del tabernáculo. Era un lugar para que el hombre se encontrara con Dios.
c. Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana: A Aarón (y a otros sacerdotes después de él) se le instruyó que quemara incienso en este altar todos los días como parte de sus deberes sacerdotales normales, tanto por la mañana como por la tarde (y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso).
i. El incienso es una imagen de la oración, en la dulzura de su olor y en la forma en que asciende al cielo (y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos, según Apocalipsis 5:8). El ministerio en el altar del incienso habla de cómo el pueblo de Dios debe acudir continuamente a Él en oración.
ii. Apocalipsis 8:3-4 describe el altar de oro del incienso delante del trono de Dios: Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
d. No ofreceréis sobre él incienso extraño: A los sacerdotes no se les permitía ofrecer a Dios lo que quisieran en el altar del incienso. El incienso extraño estaba prohibido.
e. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación: Era llamado el altar del incienso, pero nunca se colocaba sobre él sacrificio de animal ni libación.
i. La oración no es el lugar en donde se hace el sacrificio de expiación; es el lugar en donde se disfruta el sacrificio de expiación. No nos salvamos a nosotros mismos a través de la oración; oramos debido a la obra de salvación de Jesús en la cruz.
f. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación: El altar del incienso no era un lugar de sacrificio, sino un lugar para la sangre expiatoria. En el Día de la Expiación, Aarón tenía que ungir los cuernos del altar del incienso con la sangre del sacrificio expiatorio.
i. Una vez al año, el altar del incienso recibía la sangre de la expiación, pero era un lugar donde se recordaba y se disfrutaba la expiación, no se hacía allí.
ii. Esto ilustra el principio de que la oración no expía nuestros pecados, sino que siempre debe hacerse en referencia a la sangre expiatoria de Jesús. El Día de la Expiación era solo una vez al año, pero todos los días, cuando los sacerdotes traían la ofrenda de incienso por la mañana y por la noche, veían los cuernos del altar manchados de sangre. Este era un recordatorio constante de la obra de la sangre expiatoria.
B. El dinero del rescate para el censo.
1. (11-12) La razón del dinero del rescate.
Habló también Jehová a Moisés, diciendo: Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.
a. Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos: Más adelante en el libro de Números, se registraron dos censos importantes de la nación de Israel. Aquí Dios hizo una provisión para hacer un censo sin recibir plaga.
b. Para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado: Un censo ponía en riesgo de plaga a Israel porque un censo (una numeración) significaba propiedad. Y esto hablaba en contra de los derechos de propiedad de Dios, porque en su pensamiento, un hombre solo tenía derecho a contar o numerar lo que le pertenecía. Israel no pertenecía a Israel; Israel pertenecía a Dios. Solo Él podía ordenar un conteo.
i. Si se realizaba un conteo sin recibir el dinero de rescate, entonces el censo comunicaba la idea de que un rey, o un líder humano, poseía a Israel, siendo que le pertenecía únicamente a Dios. Este fue el problema de David en 2 Samuel 24:1-25, cuando David tomó un censo sin el dinero del rescate y Dios mandó una plaga a Israel.
2. (13-16) Cómo tomar un censo con dinero del rescate.
Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová. Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas. Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.
a. Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová: El censo debía incluir a todos los mayores de veinte años. Esta parece ser la edad israelita de la plena adultez en este sentido. También, todos debían de dar la misma cantidad – medio siclo.
i. Este dinero del rescate hablaba claramente: todos le deben a Dios; todos están obligados a Él. “El Señor ordenó que todo varón mayor de veinte años pagara medio siclo como dinero de redención, confesando que merecía morir, reconociendo que estaba en deuda con Dios y trayendo la suma exigida como símbolo de una gran redención que con el tiempo se pagaría por las almas de los hijos de los hombres”. (Spurgeon)
ii. “Más tarde, el ‘medio siclo’ se convirtió en un impuesto anual del templo (Mateo 17:24)”. (Cole)
b. Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo… para hacer expiación por vuestras personas: Esta no era una solicitud de una ofrenda voluntaria, ni era un diezmo proporcional. Esto era más como un impuesto fijo, donde todos pagaban la misma cantidad, ricos o pobres – debido a que esto era para hacer expiación. No era que el dinero fuera la expiación, sino que marcaba a los que eran expiados.
i. En este sentido no es un patrón para nuestra ofrendas en el Nuevo Pacto. El dar en el Nuevo Pacto debe de ser proporcional, bajo el principio de que nosotros debemos dar en proporción a nuestra bendición (1 Corintios 16:2).
ii. En lugar de ser el patrón de nuestra ofrenda, este dinero era una imagen del costo de nuestra propia redención. “Los ricos no debían dar más, los pobres no debían dar menos; para significar que todas las almas eran igualmente preciosas a los ojos de Dios, y que ninguna diferencia de circunstancias externas podría afectar el estado del alma; todos habían pecado, y todos deben ser redimidos por el mismo precio”. (Clarke)
iii. “El medio shekel no era un regalo en el sentido de una ofrenda voluntaria. Era un reconocimiento de redención, una señal de expiación, hecha y recibida. Aquí los ricos y los pobres se encontraban en perfecta igualdad”. (Morgan)
iv. Además, todos tenían que pagar su propio dinero del rescate. Ninguna suma global para cada miembro de la tribu o familia podría satisfacer esta obligación.
c. Y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión: Este dinero era dado para servicio del tabernáculo. Se necesitaba una gran cantidad de plata para construir el tabernáculo, y esta fue la forma en la que se obtuvo.
i. “Debió pesar algo más de cuatro toneladas, y esto se dedicaba al uso del tabernáculo: la aplicación especial del metal precioso era hacer cuencas en las que se colocarían las tablas que formaban las paredes del tabernáculo”. (Spurgeon)
C. Otras necesidades para el tabernáculo.
1. (17-21) La fuente de bronce.
Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies. Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová, se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.
a. Harás también una fuente de bronce: La fuente de bronce no tenía dimensiones específicas. Se trataba esencialmente de un estanque para los lavados ceremoniales, situado entre el altar de bronce y la tienda de reunión.
b. De bronce, con su base de bronce: Cuando se hizo, el metal para la fuente de bronce vino de los espejos de las mujeres de Israel (Éxodo 38:8). Fue maravilloso que la gente renunciara a la medida de su propia apariencia para purificarse para Dios.
c. La colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar: “Entonces la fuente debía estar en el gran patio, antes de que los hombres entraran en la tienda misma … Los sacerdotes ciertamente debieron haber tenido que lavarse después del sacrificio y el ritual de sangre, por lo que tenía un valor práctico también”. (Cole)
d. Se lavarán las manos y los pies, para que no mueran: La fuente de bronce habla del lavado que es necesario para todos los que quieran venir a la presencia de Dios.
i. La idea fue después expresada en un Salmo: ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón (Salmos 24:3-4).
ii. Cuando Jesús lavo los pies de sus discípulos, les dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio (Juan 13:10). Cuando venimos a Jesús, inicialmente somos limpiados (1 Corintios 6:11), pero también debemos de lavarnos continuamente del polvo y de la tierra al dejar que Jesús lave nuestros pies.
iii. Una forma importante en que se lleva a cabo este lavado es a través de la Palabra de Dios: habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (Efesios 5:26).
2. (22-33) El aceite de la santa unción.
Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta, de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin. Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa. Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base. Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado. Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Éste será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros. Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.
a. Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador: Este aceite se usaba para ungir a los sacerdotes y los artículos relacionados con el servicio. Se consideraba un compuesto sagrado que no podía imitarse ni utilizarse como un perfume de aceite normal.
b. Sobre carne de hombre no será derramado: Dado que el aceite es emblemático del Espíritu Santo, vemos que el Espíritu Santo no se derrama para realzar nuestra carne, sino para glorificarse a sí mismo.
c. ni haréis otro semejante… santo es, y por santo lo tendréis vosotros: Esto muestra que la obra del Espíritu Santo nunca debe ser imitada. No debe haber lugar para alentar una imitación hecha por el hombre, de los dones u operaciones del Espíritu Santo. Hacer esto niega la santidad del Espíritu Santo, al considerar Su obra como algo que podemos hacer igualmente bien por nuestra cuenta.
i. ‘Muy solemnes son los mandatos de que ni el aceite sagrado ni el incienso sagrado debían usarse de ninguna manera para la gratificación personal”. (Morgan)
3. (34-38) El incienso sagrado.
Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso, y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima. Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Jehová. Cualquiera que hiciere otro como éste para olerlo, será cortado de entre su pueblo.
a. Y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo: El incienso especial para el tabernáculo se hizo de acuerdo con los mismos principios que el aceite de la unción. Dios no quería que este olor sagrado – que simboliza la dulzura de la oración – fuera usado para atracción o embellecimiento humano.
i. “Donde se ofrecían tantos sacrificios era fundamentalmente necesario tener algún perfume agradable para contrarrestar los olores desagradables que debían surgir de la matanza de tantos animales, el rociado de tanta sangre y la quema de tanta carne”. (Clarke)
ii. Bien mezclado: “Esta“mezcla” probablemente fue diseñada para asegurar una combustión rápida, mediante la adición de cloruro de sodio. Quizás también se hacía por el valor conservante de la sal”. (Cole)
b. Cualquiera que hiciere otro como éste para olerlo, será cortado de entre su pueblo: Dios estaba tan preocupado por proteger el carácter único del incienso del tabernáculo que ordenó la excomunión para cualquiera que hiciera de estas cosas santas algo común.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com