Habacuc 1 – El problema del profeta
A. El primer problema: ¿Hasta cuándo, oh Jehová?”
1. (1) Habacuc y su profecía.
La profecía que vio el profeta Habacuc.
a. El profeta Habacuc: No sabemos mucho acerca del profeta Habacuc, no se menciona en ningún otro libro de la biblia. Dado que profetizó la llegada del ejército babilónico y su destrucción de Judá, profetizó algún tiempo antes de esa invasión. Muchos piensan que Habacuc ministró en algún momento durante el reinado del rey Joacim, quizás alrededor del año 607 a.C.
i. Es difícil decir con certeza cuándo profetizó Habacuc. Como habla de Dios levantando a los babilonios (Habacuc 1:6), podemos suponer que escribió en el período de 25 años entre el tiempo en que Babilonia conquistó Nínive y el Imperio Asirio (612 a.C.) y el tiempo en que Babilonia conquistó Jerusalén (587 a.C.).
ii. No sabemos cuántos años tenía Habacuc cuando dio esta profecía, pero es probable que viviera durante la época del piadoso rey Josías (640 a 609 a.C.) y luego diera esta profecía durante el reinado de uno de los sucesores de Josías. Habacuc sabía lo que era vivir durante un tiempo de avivamiento y luego ver al pueblo de Dios y a la nación caer en el letargo y el pecado. “Habacuc tenía un problema. Había vivido un período de avivamiento nacional seguido de un período de declive espiritual”. (Boice).
b. La profecía que vio el profeta Habacuc: Habacuc tenía una profecía – no solo en el sentido de un mensaje de Dios, sino también en el sentido de un gran peso. Era pesada en su contenido, porque Habacuc anunció el juicio venidero sobre Judá. También era pesada en su fuente, porque Habacuc trata con preguntas difíciles que lleva a Dios y con la respuesta de Dios a esas preguntas.
i. El nombre Habacuc se deriva del verbo hebreo “abrazar”. Su nombre probablemente significa “El que abraza” o “El que se aferra”. Es un nombre apropiado tanto para el profeta como para el libro, porque Habacuc llega a una fe firme al enfrentarse a cuestiones difíciles.
ii. El profeta: “Este título es raro en los títulos de los libros (ver Hageo 1:1; Zacarías 1:1), y algunos lo toman para indicar que Habacuc era un profeta profesional, uno que se ganaba la vida sirviendo como profeta en el Templo o en la corte, a diferencia de Amós (cf. Amós 7:14)”. (Baker)
2. (2-4) Habacuc le pregunta a Dios por qué parece retrasar el juicio.
¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
a. Daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás: Habacuc veía la violencia, y la injusticia a su alrededor en la nación de Judá. Se preguntaba dónde estaba Dios y por qué Dios no arreglaba las cosas.
b. ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Esta era y es una excelente pregunta. ¿Por qué Dios nos permite ver iniquidad y problemas, en nosotros mismos o en los demás?
i. Por qué Dios nos permite ver la iniquidad en nosotros mismos:
·Para mantenernos humildes.
·Para mantenernos sumisos a Él en la hora de la angustia.
·Para hacernos valorar más la salvación.
ii. Por qué Dios nos permite ver la iniquidad en los demás:
·Para mostrarnos lo que nosotros mismos podríamos haber sido.
·Para hacernos ver la maldad del pecado, para que podamos pasarlo de largo y odiarlo, y no caer en él nosotros mismos.
·Para hacernos admirar la gracia de Dios cuando salva a los pecadores.
·Para ponernos más fervientemente a trabajar para que Dios pueda usarnos para salvar a otros y extender el reino de Dios. “¡Ah, hermanos míos, necesitamos saber más de la maldad de los hombres, para hacernos más fervorosos en buscar su salvación; porque si hay algo en lo que la Iglesia carece más que en cualquier otro asunto, es en el asunto de la seriedad”. (Spurgeon)
c. Iniquidad… molestia… destrucción y violencia… pleito… contienda… la ley es debilitada… el juicio no sale según la verdad… sale torcida la justicia: Habacuc veía problemas y pecado en todas partes, desde las relaciones personales hasta los tribunales de justicia. Esto lo angustiaba tanto que clamó a Dios y le preguntó a por qué no traía juicio y corregía las cosas de inmediato.
i. Habacuc abordó las preguntas que surgen cuando alguien realmente cree en Dios pero mira a su alrededor y ve que el mundo no parece coincidir con la forma en que Dios lo desea. Habacuc veía esto, especialmente al recordar los tiempos anteriores de avivamiento bajo el rey Josías, y preguntó: “Señor, ¿por qué permites esto?”.
ii. “Esta profecía trata de los problemas creados por la fe; y con las respuestas Divinas a las preguntas que expresan esos problemas”. (Morgan)
B. La respuesta de Dios al primer problema.
1. (5-6) La obra asombrosa de Dios: traer a los babilonios para juzgar a Judá.
Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.
a. Asombraos: Dios le dijo al profeta atribulado, “No te preocupes por eso. Mira las naciones circundantes y de ellas saldrá una nación que será mi instrumento de juicio sobre la pecadora Judá”.
b. Porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis: Entendemos la idea de algo “demasiado bueno para ser verdad”, pero eso no es lo que Dios quiso decir aquí. Esto era algo “demasiado malo para ser verdad”, una obra de juicio tan asombrosa que a Habacuc le costaría creerlo.
c. Yo levanto a los caldeos: Cuando los babilonios (los caldeos) finalmente vinieron contra Judá, vinieron como enviados por Jehová. No era que ellos mismos no quisieran venir, pero Dios permitió que su deseo pecaminoso de conquistar a Judá se hiciera realidad. Si Dios no les hubiera permitido hacerlo, nunca podrían haber conquistado Judá ni podrían haber exiliado al pueblo de Dios de la Tierra Prometida.
2. (7-11) La fuerza y velocidad del ejército babilónico.
Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.
a. Formidable es y terrible: Habacuc se preguntaba dónde estaba el juicio de Dios contra la pecadora Judá. El Señor le dijo que el juicio ciertamente vendría, y que cuando viniera a través de los babilonios sería formidable y terrible.
b. Ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios: Cuando los babilonios vinieran y abrumaran la tierra de Judá, darían el crédito erróneamente a sus falsos dioses. El Señor sabía y dijo que harían esto, antes de que sucediera.
C. El segundo problema: “¿Por qué lo haces así, oh Jehová?”
1. (12-17) Habacuc se pregunta por qué Dios usaría una nación más malvada que Judá para traer juicio sobre Judá.
¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne? Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará. Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida. ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?
a. Por qué ves a los menospreciadores: Habacuc primero se turbó porque no había juicio contra Judá; Dios respondió diciéndole que el juicio estaba en camino. Entonces Habacuc fue turbado por el agente del juicio, los babilonios – que eran un pueblo aún más malvado que el pueblo de Judá.
i. Sería como clamar a Dios sobre el estado de la iglesia en Estados Unidos y escuchar a Dios responder diciendo: “Solucionaré el problema con una invasión enemiga de Estados Unidos”. Podríamos decir: “¡Espera un minuto, Señor, el problema es malo, pero tu cura es peor que la enfermedad!”.
ii. Algunas personas enfrentan tiempos de crisis como este de la manera equivocada. Se retiran de la iglesia y del compañerismo y se retiran a un pequeño rincón espiritual. Otros renuncian a Dios por completo. Lloyd-Jones nos guía hacia una mejor respuesta:
·Detente a pensar – antes de hablar, piénsalo.
·Reafirma los principios básicos – mientras piensas en el problema, no comiences con el problema. Vuelve más atrás a los principios básicos acerca de Dios y su trato con el hombre.
·Aplica los principios al problema – ahora, piensa en tu problema a la luz de estos principios básicos.
·Encomienda el asunto a Dios con fe – ya sea que sepas qué hacer o no.
b. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: Esto es aún más problemático para Habacuc porque conocía el carácter de Dios. Puesto que entendía el carácter santo de Dios, estaba más preocupado que nunca en cuanto a por qué Dios juzgaría a la inicua Judá exaltando aún más a la inicua Babilonia.
c. ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente? Habacuc se preguntaba cuánto tiempo permitiría Dios que los babilonios continuaran con su cruel conquista de naciones. Era como si el pueblo de Dios fuera conquistado tan fácilmente como un pez en una red.
i. “Fácilmente somos tomados y destruidos. No tenemos un líder que nos guíe, ni poder para defendernos. Nabucodonosor es representado aquí como un pescador, que está constantemente echando redes al mar y encerrando multitud de peces; y teniendo siempre éxito, ofrece sacrificios a su propia red”. (Clarke)
2. (2:1) Habacuc espera resueltamente la respuesta de Dios.
Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
a. Y velaré para ver lo que se me dirá: Habacuc le ha hecho dos preguntas importantes a Dios, pero las hizo con una actitud apropiada. Anticipó una respuesta de Dios y estuvo dispuesto a estar de guarda – es decir, esperarla. A menudo, cuando cuestionamos a Dios, no esperamos que responda, pero Habacuc lo hizo. Otras veces no solo esperamos que Dios responda, sino que le exigimos que responda, y que responda según nuestro horario. Habacuc abordó esto con la actitud correcta.
i. “¡Cuán a menudo llegan las respuestas de Dios y descubren que nos hemos ido! Hemos esperado un rato y, pensando que no había respuesta, hemos seguido nuestro camino, pero cuando hemos doblado la primera esquina, el correo ha entrado. Los barcos de Dios tocan en nuestros muelles; pero no hay quien los descargue… No basta con dirigir la oración a Dios; mira hacia arriba y mira hacia afuera, hasta que la bendición descienda sobre tu cabeza”. (Meyer)
b. Y qué he de responder tocante a mi queja: La actitud de Habacuc también fue correcta porque esperaba que Dios lo corrigiera. De esto vemos que Habacuc no le hizo esta pregunta a Dios porque pensara que Dios estaba equivocado y tuviera que explicarse. La hizo porque sabía que estaba equivocado y necesitaba ser corregido. Sus preguntas eran su invitación a Dios diciendo: “Dios, no entiendo lo que haces, pero sé que tienes razón en todo. Por favor háblame y corrígeme”.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com