A. El sacrificio definitivo de Jesús.
1. (1-4) El sacrificio bajo el antiguo pacto no podía quitar verdaderamente el pecado.
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
a. Teniendo la sombra de los bienes venideros: El antiguo pacto (la ley) era solo una sombra de la sustancia del nuevo pacto (también es mencionado en Colosenses 2:17 y Hebreos 8:5). Sombra significa que la ley comunicaba el esquema y la figura del cumplimiento por venir en Jesús, pero no era la imagen misma de las cosas.
i. La sombra no es algo malo. A veces, una sombra puede decirte mucho. Pero la sombra no es la sustancia. El antiguo pacto y su ley no eran malos en sí mismos, simplemente son incompletos e insuficientes para lograr la purificación total del pecado y salvar. La sombra… nunca puede… hacer perfectos a los que se acercan.
ii. Newell nota que aquí se le llama a la ley una sombra y no la imagen misma de las cosas, no es una eikon. “Una imagen, o eikon, como una buena estatua o fotografía, revela características y hechos con precisión. Esto no lo puede hacer una sombra… y la Ley solo tenía sombras”. (Newell)
iii. “Por ejemplo, necesitas una carga de leña: vas al leñador y él te lleva a un gran roble en la esquina más alejada del lote. Apuntando a la gran sombra que proyecta, ofrece venderte esta sombra. ¿La comprarás? Ahora bien, si Dios dice que en la Ley había una sombra, ni siquiera la imagen misma de las cosas, y por supuesto, tampoco las cosas mismas, ¿por qué te aferrarás a la sombra?” (Newell)
iv. “Cuando el sol está detrás, la sombra está delante; cuando el sol está delante, la sombra está detrás. Así fue con Cristo para los de antaño. El Sol estaba detrás y, por lo tanto, la ley o sombra estaba delante; para nosotros bajo la gracia el Sol está delante, y ahora las ceremonias de la ley, estas sombras, están detrás de ti, desaparecidas”. (Trapp)
v. “En efecto, él está diciendo: Sin Cristo no se puede ir más allá de las sombras de Dios”. (Barclay) La imagen misma: La palabra griega antigua eikon “sugiere lo que esta en sí sustancial y también da representación verdadera de aquello que representa”. (Dods)
b. De otra manera cesarían de ofrecerse: El autor de Hebreos repite un argumento conocido: la repetición de un sacrificio muestra su inherente debilidad. Si el sacrificio animal hubiera “solucionado” el problema del pecado, entonces hubieran cesado de ofrecerse.
c. Pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados: Cada sacrificio repetido era en memoria de los pecados. Traía conciencia de pecado a las personas una y otra vez. ¡Pero la obra de Jesús en la cruz elimina el pecado!
i. “Todo lo que son es un recordatorio del pecado. Lejos de purificar a un hombre, le recuerdan que no está purificado y que sus pecados todavía se interponen entre él y Dios”. (Barclay)
ii. “Una expiación que necesita repetición constante no expía realmente; una conciencia que debe ser limpiada una vez al año nunca ha sido realmente limpiada”. (Robinson)
d. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados: El sacrificio de animales bajo el antiguo pacto podía cubrir el pecado. La palabra hebrea para expiación es kophar, que literalmente significa “cubrir”. Pero el sacrificio de animales nunca pudo quitar los pecados. Solo Jesús, el sacrificio perfecto del nuevo pacto, quita los pecados.
i. “Hubo un tipo de sacrificio sacerdotal como una cinta de correr… No había fin para este proceso y dejó a los hombres aún conscientes de su pecado y alejados de Dios”. (Barclay)
ii. “‘Quitar’ (aphaireo) se usa cuando algo que se quita literalmente, como cuando Pedro cortó la oreja del siervo del sumo sacerdote (Lucas 22:50), o metafóricamente como para quitar la afrenta (Lucas 1:25). Significa la eliminación completa del pecado para que ya no sea un factor en la situación. Eso es lo que se necesita y eso es lo que los sacrificios no pudieron proporcionar”. (Morris)
iii. “Hering, por ejemplo, señala que esto distingue al cristianismo de las religiones de misterio, donde el sacrificio del dios se repetía cada año. De hecho, no hay otra religión en la que un gran acontecimiento traiga la salvación a través de los siglos y en todo el mundo. Esta es la doctrina distintiva del cristianismo”. (Morris)
2. (5-10) Salmos 40:6-8 da un fundamento profético para el sacrificio perfecto de Jesús bajo el nuevo pacto.
Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí.
Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
a. Dice: Esta cita es tomada de la versión de la Septuaginta del Salmo 40:6-8 (la Septuaginta es la antigua traducción griega del Antiguo Testamento que era la Biblia más comúnmente utilizada en el primer siglo). Muestra que Jesús declaró proféticamente el carácter insuficiente del sacrificio del antiguo pacto y declaró su voluntad de ofrecer un sacrificio perfecto bajo el nuevo pacto.
i. “El texto del LXX se sigue principalmente, que se diferencia del hebreo principalmente en tener sōma(cuerpo) en lugar de ōtia(orejas)”. (Robertson)
b. Sacrificio y ofrenda no quisiste: Más sacrificios de animales, hechos bajo la ley, no agradarían a Dios. En el Antiguo Testamento, Dios expresó repetidamente su deseo de obediencia en vez de sacrificio.
i. Sacrificio y ofrenda… holocaustos y expiaciones por el pecado: “Es probable que los cuatro términos que el salmista usa para el sacrificio tengan la intención de cubrir todos los tipos principales de ofrendas prescritas en el ritual levítico”. (Bruce)
c. Mas me preparaste cuerpo: En vez de eso, lo que agrada a Dios solo podía venir a través de Jesús, el Hijo encarnado de Dios. En la encarnación, el cuerpo de Jesús estaba preparado perfectamente para vivir plenamente como hombre y como Dios.
i. “No hay duda de que el autor está convencido de la realidad de la preexistencia de Cristo”. (Guthrie)
ii. “Su encarnación en sí es vista como un acto de sumisión a la voluntad de Dios y, como tal, una anticipación de Su suprema sumisión a esa voluntad en la muerte”. (Bruce)
d. He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: La sumisión de Jesús ante la voluntad del Dios Padre tuvo su máximo cumplimiento en su obediencia en la cruz. Este deseo de hacer la voluntad de Dios fue mostrado en el huerto de Getsemaní (Lucas 22:39-44) y cumplido en la cruz.
i. “Oh Dios, para hacer tu voluntad es el objetivo del hombre perfecto. Solo lo han cumplido parcialmente incluso los hombres más piadosos, excepto Jesús. Lo que el salmista consideraba el objetivo más deseable, se convierte en una expresión de hecho en los labios de Jesús”. (Guthrie)
e. He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: El sacrificio de Jesús fue determinado antes de la fundación del mundo (1 Pedro 1:20; Apocalipsis 13:8). Sin embargo, todavía fue un acto voluntario someterse a la encarnación y a la cruz en el tiempo designado; en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.
i. Nuestra santificación – nuestro ser apartado para Dios – se funda en la voluntad de Jesús, no en nuestra voluntad. Está fundada en ofrenda de Jesús, no en nuestras ofrendas o sacrificios para Dios.
f. Una vez para siempre: Estas son palabras importantes de este pasaje, y el autor de Hebreos repite la frase una y otra vez: una vez para siempre.
i. “El único sacrificio hace el trabajo que muchos no pudieron hacer. Uno se pregunta cómo los sacerdotes que afirman que la ‘misa’ es el sacrificio del cuerpo de Cristo repetido explican este versículo”. (Robertson)
ii. “El sumo sacerdote celestial ciertamente tiene un ministerio continuo que desempeñar en nombre de su pueblo a la diestra del Padre; pero ese es el ministerio de intercesión sobre la base del sacrificio presentado y aceptado de una vez por todas, no es la ofrenda constante o repetida de Su sacrificio. Este último error sin duda ha sido fomentado en la Iglesia occidental por una traducción defectuosa de la Vulgata que surge de una insuficiencia conocida del verbo latino”. (Bruce)
3. (11-18) La obra terminada de Jesucristo.
Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
a. Todo sacerdote está día tras día ministrando: Los sacerdotes tenían que estar de pie continuamente en su trabajo. Su trabajo continuaba día tras día y se tenían que ofrecer sacrificios muchas veces. ¡Los sacerdotes nunca podían sentarse! Pero Jesús se ha sentado a la diestra de Dios, habiendo terminado su trabajo de sacrificio por el pecado.
i. Pero Cristo: “Opuesto a la pluralidad de sacerdotes levitas. Un sacrificio, y una vez para siempre, no muchos y muchas veces, como ellos”. (Trapp)
ii. Los sacrificios bajo el antiguo pacto nunca pudieron curar el problema del pecado, nos dejaban como un paciente que necesita medicina continuamente, o como una mala hierba a la que solo se le arranca la cabeza, no la raíz.
iii. La postura de Jesús sentado es importante. Muestra que su trabajo está terminado. Él no necesita estar de pie día tras día… y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios como lo tenían que hacer los sacerdotes en el antiguo pacto. Jesús todavía ministra en el cielo: Él tiene un ministerio de intercesión por su pueblo. Pero ese ministerio fluye de su obra terminada, por lo que Él puede adoptar una postura de descanso: Él se ha sentado a la diestra de Dios.
iv. Cuando Jesús reclamó el lugar a la diestra de Dios, el sumo sacerdote lo consideró una blasfemia, como Jesús afirmando ser Dios mismo (Marcos 14:62-63).
b. Hasta que sus enemigos sean puestos como por estrado de sus pies: Esto espera la consumación de la obra de Jesús, y cada parte se conecta. La encarnación conduce a Su vida perfecta; Su vida perfecta conduce a Su muerte expiatoria; Su muerte expiatoria conduce a Su resurrección; Su resurrección conduce a su ascensión a la gloria; Su ascensión a la gloria conduce a su regreso y triunfo sobre cada enemigo.
c. Hizo perfectos para siempre a los santificados: Esto deja en claro que la obra de Jesús es efectiva solo para los santificados. La obra de Jesús puede salvar a todo ser humano, pero solo es efectiva en salvar a los santificados (apartados para Dios).
i. “¡Qué gloriosa palabra! Aquellos por quienes Cristo murió son hechos perfectos por Su muerte. No significa que los perfeccionó en carácter para que dejen de ser pecadores, sino que hizo a aquellos por quienes murió perfectamente libres de la culpa del pecado. Cuando Cristo tomó sus pecados sobre sí mismo, el pecado ya no permaneció sobre ellos, porque no podía estar en dos lugares al mismo tiempo”. (Spurgeon)
d. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo… dice el Señor: En este pasaje, al autor de Hebreos claramente identifica que el Espíritu Santo es el Señor, Jehová del Nuevo Testamento. Cuando habla el Espíritu Santo, habla el Señor.
i. “Tenemos la triple revelación de Dios en este pasaje, una ejemplificación espiritual y práctica muy definida de la Santísima Trinidad, en la voluntad de Dios (Hebreos 10:9), la obra de Cristo (Hebreos 10:12) y el testimonio de el Espíritu (Hebreos 10:15)”. (Thomas)
e. Este es el pacto: En el pasaje citado de Jeremías, el autor de Hebreos toma nota de las promesas del nuevo pacto, instituido por el Mesías.
i. Que haré con ellos después de aquellos días: El nuevo pacto es nuevo. Viene después de aquellos días.
ii. Pondré mis leyes en sus corazones: El nuevo pacto tiene que ver con una transformación interior. Dios cambia el corazón del hombre y escribe Su ley en sus corazones.
iii. Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones: El nuevo pacto ofrece perdón total. ¡El perdón es tan completo que Dios puede decir que ni siquiera se acordará de nuestros pecados a la luz del nuevo pacto!
iv. Los cristianos deben esforzarse por hacer con su pecado exactamente lo que Dios ha hecho: olvidarse de él. De la misma manera, esto nos recuerda que el creyente de ninguna forma está en período de prueba. Ante Dios, su pecado pasado ya no tiene relevancia.
v. “El perdón de los pecados es la característica del nuevo pacto. En Jeremías se promete el perdón completo de los pecados. Si el perdón es completo, no queda lugar para los sacrificios levíticos bajo el nuevo pacto”. (Vincent)
f. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado: Donde el pecado ha sido realmente olvidado y perdonado (remisión de éstos), ya no debe haber una ofrenda por el pecado.
i. “En las palabras, no más ofrenda por el pecado, llegamos a la conclusión de la parte doctrinal de esta gran epístola a los hebreos”. (Newell) Lo que sigue después es principalmente una exhortación.
ii. “El Cristo que murió en la cruz del Calvario no tendrá que morir de nuevo por mis pecados nuevos ni ofrecer una nueva expiación por las transgresiones que pueda cometer. No; pero, de una vez por todas, reuniendo toda la masa de los pecados de su pueblo en una carga colosal, la tomó sobre sus hombros y la arrojó en su totalidad al sepulcro donde una vez durmió, y allí está enterrada, para nunca ser resucitada para dar testimonio contra los redimidos nunca más”. (Spurgeon)
iii. La obra de expiación de Jesús está terminada. Si no es suficiente para nosotros, nada lo será. “Dios ha presentado a Cristo para ustedes como pecadores culpables para descansar; y si eso no es suficiente para ti, ¿qué más quieres? Cristo se ofreció a sí mismo, murió y sufrió en nuestro lugar, y se fue a su gloria; y, si no puedes depender de Él, ¿qué más quieres que haga? ¿Tendrá que venir y morir de nuevo? Lo has rechazado una vez; lo rechazarías aunque muriera dos veces”. (Spurgeon)
B. Dando ánimo a los desanimados a la luz del sacrificio perfecto de Jesús.
1. (19-21) Un resumen de lo que Jesús hizo por su pueblo.
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios
a. Teniendo libertad: Esto se establece como un hecho, no como una exhortación. Se nos ha dado acceso para acercarnos a Dios con libertad. El punto es sencillo: debemos tomar ventaja de este acceso, y tomarlo con libertad. En el Día de la expiación, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo con temor y temblor, pero nosotros podemos entrar en el Lugar Santísimo con libertad.
i. Podemos tener libertad porque entramos en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo. Si entráramos como lo hacia el sumo sacerdote en el Antiguo Pacto, con la sangre de animales, no tendríamos libertad. Pero con la sangre de Jesús dándonos un camino nuevo y vivo que él nos abrió, en verdad podemos venir ante la presencia de Dios con libertad.
ii. Esta libertad contrasta completamente con la forma en que el sumo sacerdote entraba al Lugar Santo bajo el antiguo pacto. “Entraba con miedo y temblor, porque, si había descuidado el elemento más pequeño prescrito por la ley, no podía esperar nada más que la muerte. Los creyentes genuinos pueden llegar incluso al trono de Dios con confianza, mientras llevan a la presencia Divina la sangre infinitamente meritoria de la gran expiación; y, siendo justificados por esa sangre; tienen derecho a todas las bendiciones del reino eterno”. (Clarke)
iii. Teniendo libertad para entrar: “Debemos prestar especial atención a la palabra ‘teniendo’, que, como en todas partes, siempre implica una experiencia presente y consciente. Es imposible exagerar los ‘tiempos presentes de la vida bendita’, de los cuales este es uno”. (Thomas)
b. El camino nuevo y vivo: Esto significa que el sacrificio de Jesús siempre está fresco en la mente de Dios. Aunque sucedió hace siglos, no está “viejo”. Significa que un Jesús vivo nos lleva a la presencia de Dios.
i. Newell acerca de “el camino nuevo y vivo”: “Es eternamente como si justo ahora acabara de cargar con nuestros pecados en Su propio cuerpo en el árbol, como si acabara de decir: ‘Consumado es’, y el soldado le había atravesado el costado y había salido sangre y agua. Él está por siempre recién asesinado”.
ii. “Evidentemente, se trata de una alusión a la sangre de la víctima recién derramada, sin coagular y, por lo tanto, adecuada para rociar. La sangre de las víctimas judías era apta para propósitos de sacrificio solo mientras fuera cálida y fluida”. (Clarke)
iii. Es un camino vivo. Bajo el antiguo pacto, el sumo sacerdote tenía acceso debido a la sangre de un animal muerto. Ahora, bajo el nuevo pacto, tenemos acceso debido al sacrificio perfecto del Hijo de Dios sin pecado, y es como si el Jesús viviente y resucitado nos lleva al salón del trono de Dios.
c. A través del velo: El velo separaba al Lugar Santísimo del Lugar Santo. Para entrar al Lugar Santísimo, uno tenía que pasar a través del velo. Pero este velo que separaba al hombre de la presencia íntima de Dios es abierto completamente por la eternidad, al ser rasgado en dos, de arriba abajo. (Mateo 27:51)
i. Esto es, de su carne: El autor de Hebreos hace una analogía entre el velo que se interponía entre Dios y los hombres y el cuerpo de Jesús. El cuerpo de Jesús fue “rasgado”, y también lo fue el velo, cada uno indicando que ahora podemos acercarnos a Dios con libertad.
ii. “Para los creyentes, el velo no está enrollado, sino rasgado. El velo no fue desabrochado y cuidadosamente doblado y guardado, para que pudiera ser puesto en su lugar en el futuro. ¡Oh no! Pero la mano divina lo tomó y lo rasgó de arriba hacia abajo. No se puede volver a colgar nunca; eso es imposible. Entre los que están en Cristo Jesús y el gran Dios, nunca habrá otra separación”. (Spurgeon)
iii. “Lo que él parece sugerir es que fue solo cuando el cuerpo de Jesús fue rasgado en la Cruz que Su sangre vital estuvo disponible para su propósito supremo, la salvación de los hombres”. (Robinson)
d. Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios: Tenemos un sumo sacerdote que preside sobre las cortes celestiales para asegurarse de que el creyente tenga acceso total.
i. “La combinación del camino y el sacerdote nos da confianza, nos libera del miedo y de todas las demás inhibiciones, y nos permite llegar, como nosotros mismos, a la presencia de Dios”. (Robinson)
ii. “La ‘casa de Dios’ sobre la que ejerce su sumo sacerdocio es, por supuesto, la comunidad del pueblo de Dios”. (Bruce)
2. (22) A la luz de lo que hizo Jesús, acerquémonos a Dios.
Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
a. Acerquémonos: Con la purificación perfecta disponible para nosotros, descrita en términos de promesas del nuevo pacto en las Escrituras hebreas (purificados los corazones) y la práctica cristiana del bautismo (lavados los cuerpos), podemos acercarnos a Dios de una manera que nunca estuvo disponible para alguien bajo el antiguo pacto. La obra de Jesús nos hace capaces de acercarnos en plena certidumbre de fe.
i. “Por lo tanto, el llamado para mí no es un llamada a prepárame ni a abrirme un camino hacia Dios. Es simplemente de venir, acercarme, entrar. Eso lo hago por medio de mi gran sumo sacerdote, pero puedo hacerlo por Él sin vacilar y sin temor”. (Morgan)
ii. Lavados los cuerpos: “Lo que distingue al bautismo cristiano de la multiplicidad de lustraciones que se practicaban en las religiones del mundo antiguo era que era más que un rito externo que limpiaba el cuerpo de la contaminación ritual. El bautismo es el signo exterior de una limpieza interior, y fue este último el más importante”. (Morris)
iii. Purificados los corazones… lavados los cuerpos: “Estos participios no expresan condiciones de acercamiento a Dios que aún no se han alcanzado, sino condiciones ya poseídas”. (Dods)
b. Acerquémonos: Podemos acercarnos porque varios problemas han sido resueltos. El problema del acceso a Dios ha sido resuelto. El problema de un sumo sacerdote perfecto ha sido resuelto. El problema de la contaminación moral y espiritual ha sido resuelto.
i. No se nos alentaría a acercarnos a menos de que fuera necesario. Estos cristianos desalentados tenían un problema para acercarse. Este era su verdadero problema: ellos habían perdido su relación íntima con Jesús, y nada de lo demás estaba saliendo bien.
ii. Ellos pudieron haber pensado que tenía muchos, muchos problemas: persecución, relaciones difíciles, tiempos difíciles económica y culturalmente. Pero el verdadero problema era que su relación con Dios no estaba bien. Ellos no se acercaban a Dios sobre la base de lo que Jesús había hecho.
iii. Cuando estamos pasando por tiempos difíciles, debemos recordar que muchas personas han pasado por peores situaciones y han tenido una mejor actitud, y más gozo que tu en este momento. ¿Cuál es la diferencia? ¡Ellos sabían cómo acercarse!
iv. Otra cosa que es igual de importante es que se les recuerda que ellos nunca podrán recuperar esa intimidad con Dios a través de las instituciones del antiguo pacto.
3. (23) A la luz de lo que hizo Jesús, aferrémonos a la verdad.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
a. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza: El desánimo los hizo fluctuar de la verdad. Una confianza renovada en la grandeza de Jesús y en el nuevo pacto los hará mantenerse firmes en la fe.
i. “Esa exhortación, ‘mantengamos firme’, bien podría estar escrita en la portada de la Biblia de todo cristiano. Vivimos en una época tan cambiante que necesitamos que todos seamos exhortados a estar arraigados y cimentados, confirmados y establecidos en la verdad”. (Spurgeon)
ii. Sin fluctuar: “La palabra griega traducida de esta manera solo es usada aquí en el Nuevo Testamento y se basa en la idea de un objeto vertical que no se inclina en absoluto de la verdadera perpendicular. No hay lugar en la experiencia cristiana para una esperanza que sea firme en un momento y vacilante en otro”. (Guthrie)
b. Porque fiel es el que prometió: La razón por la que podemos mantenernos firmes es porque fiel es el que prometió. ¡Es mucho mejor confiar en Su fidelidad que en la nuestra!
4. (24-25) A la luz de lo que hizo Jesús, busquemos la comunión con el pueblo de Dios.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
a. Y considerémonos unos a otros: El desaliento los había hecho evitar la comunión en el momento en que más la necesitaban. Jesús nos pide que nos consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.
i. Unos a otros: “Este es el único lugar donde el autor usa la expresión ‘unos a otros’ (allelous), aunque se encuentra frecuentemente en el NT. Él está hablando de una actividad mutua, una en la que los creyentes se animan unos a otros, no una en la que los líderes dirigen al resto sobre lo que deben hacer”. (Morris)
ii. La palabra estimularnos es fuerte. “Un término notable que significa ‘incitación’ y se usa, como aquí, en un buen sentido o, como en Hechos 15:39, en un mal sentido (es decir, contención). Parece sugerir que amarnos los unos a los otros no solo sucederá”. (Guthrie)
iii. Amor aquí es la palabra griega antigua agape, llena de significado por el Nuevo Testamento. “El amor necesita estimulación y sociedad. La fe y la esperanza pueden ser practicados por un solitario, en la celda de un ermitaño o en una isla desierta. Pero el ejercicio del amor solo es posible en una comunidad”. (Robinson)
b. No dejando de congregarnos: Dejar de congregarnos es una manera segura de dar cabida al desánimo. Este desánimo empieza a enconar cuando el pueblo de Dios no se exhorta unos a otros.
i. Algunas personas solo van a la iglesia si sienten que lo “necesitan” en ese momento. Pero nuestra motivación para el compañerismo debe ser el obedecer a Dios y el dar a otros. Podemos y debemos reunirnos con creyentes para alentar a alguien a no rendirse contra una oleada de desánimo.
·Nos reunimos para recibir algo de Dios.
·Nos reunimos para darle algo a Dios.
·Nos reunimos para animarnos unos a otros por nuestra fe y valores compartidos.
·Nos reunimos para bendecirnos unos a otros.
·Nos reunimos para trabajar juntos.
ii. “Cualquier cristiano primitivo que intentara vivir como una partícula piadosa sin el apoyo de la comunidad corría graves riesgos en una época en la que no había una opinión pública que lo apoyara”. (Moffatt, citado en Morris)
iii. Ya que es tan importante que los cristianos se reúnan, las cosas que obran contra esto deben considerarse peligros serios. “El cisma es el mismo desgarro de las mismas venas y arterias del cuerpo místico de Cristo. Puede que no separemos, pero en el sentido de persecución intolerable, herejía, idolatría y anticristianismo”. (Trapp)
iv. “El Dr. Mackintosh ha señalado correctamente que la palabra santo nunca aparece en singular y que ‘inevitablemente es plural’”. (Thomas)
v. Congregarnos: “Las palabras, no dejando de congregarnos, presumiblemente se refieren a reuniones de adoración, aunque esto no se indica. Se pudo dejar deliberadamente ambiguo para incluir otras reuniones de tipo más informal, pero la palabra griega (episynagoge) sugiere alguna reunión oficial”. (Guthrie)
c. Y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca: Mientras se acerca el día del regreso de Jesús, deberíamos estar más comprometidos con el compañerismo con el pueblo de Dios, no dejando de congregarnos.
i. Cuanto veis que aquel día se acerca: “Es digno notar en el contexto actual que el verbo es indicativo y registra una realidad ya realizada – cuanto veis – y no es como los verbos precedentes, en forma de exhortación. Se consideró clara la inmanencia del día. No debe considerarse secreto. Los cristianos debían vivir como si el amanecer del día estuviera tan cerca que su llegada estaba solo más allá del horizonte”. (Guthrie)
ii. “Cada generación cristiana sucesiva está llamada a vivir como la generación del tiempo del fin, si ha de vivir como una generación cristiana”. (Bruce)
C. Otra advertencia para resistir.
1. (26-31) El peligro de rechazar voluntariamente el sacrificio perfecto de Jesús por nosotros.
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
a. Porque si pecáremos voluntariamente: Pecar voluntariamente se define en Hebreos 10:29. Habla de alguien que ha pisoteado al Hijo de Dios, y tiene por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, y hace afrenta al Espíritu de gracia. Es un rechazo deliberado y consciente de la gran obra de Jesús por nosotros en la cruz.
i. Pecáremos voluntariamente: En cierto sentido, todo pecado es un “pecado voluntario”. Pero aquí, el autor de Hebreos habla de algo mucho más grave y relevante para estos cristianos judíos desalentados que contemplaban retirarse de un cristianismo distintivo y regresar al judaísmo y a su sistema de sacrificios. Esto es darle la espalda a Jesús.
ii. “No tiene nada que ver con los apóstatas en nuestro uso común de ese término. Un hombre puede caer en una falta, o puede entrar deliberadamente en el pecado y, sin embargo, no renunciar el evangelio ni negar al Señor que lo rescató. Su caso es triste y peligroso, pero no es irremediable”. (Clarke)
iii. “El pensamiento parece estar relacionado con el versículo anterior, sugiriendo que si abandonamos a nuestros hermanos cristianos, es posible que nos llevemos fácilmente a abandonar a Cristo”. (Thomas)
b. Ya no queda más sacrificio por los pecados: Si se rechaza el sacrificio de Jesús por los pecados, no queda ningún otro sacrificio que pueda limpiar.
i. “Si se rechaza este gran camino de salvación, este sacrificio más poderoso de todos, no queda ningún otro sacrificio”. (Morgan)
c. Cuánto mayor castigo: Si alguien rechaza el sacrificio de Jesús, un juicio horrendo es seguro, incluso más seguro de lo que era bajo el antiguo pacto.
d. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad: Cuando pecamos voluntariamente al rechazar que el trabajo de Jesús en la cruz fue suficiente, hemos:
i. Pisoteado al Hijo de Dios: Lo deshonramos al rechazar su más grande obra. Lo menospreciamos al menospreciar lo que hizo. De esta frase, Vincent dice: “Frecuente en la Septuaginta por malcriar, derrotar, tratar con desprecio. El término fuerte se selecciona a propósito para transmitir el sentido de la terrible indignación que implica abandonar a Cristo y volver al judaísmo”.
ii. Tenido por inmunda la sangre del pacto: Consideramos que la sangre de Jesús no tiene mayor importancia que la sangre de los innumerables animales que fueron sacrificados bajo el antiguo pacto. Vincent: “Aquí la palabra admite dos explicaciones: (1) que la sangre de Cristo fue considerada común, sin carácter más sagrado o valor especifico que la sangre de cualquier persona común; (2) que al negarse a considerar la sangre de Cristo como la de un expiador y redentor. Se daba a entender que su sangre era impura como si fuera la de un transgresor”.
iii. Hecho afrenta al Espíritu de gracia: Ofendemos al Espíritu Santo, cuyo propósito es presentarnos a Jesús y a su sacrificio por nosotros (Juan 16:8-15), cuando rechazamos a Jesús y su obra completada por nosotros.
iv. Venganza: “Una traducción desafortunada, ya que transmite la idea de venganza que no reside en la palabra griega. Es la plena aplicación de la justicia a todas las partes”. (Vincent)
e. Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo: En verdad es horrendo tener que enfrentar un día al Dios que has rechazado y ofendido grandemente.
i. “El caer en manos del Dios vivo es, por lo tanto, haber resistido su amor, rechazado su salvación, despreciado las advertencias de su Espíritu y haber persistido así más allá del punto en el que Dios puede mostrar constantemente más gracia”. (Newell)
2. (32-34) Cobra valor en tu desánimo y recuerda cómo has representado a Dios en tiempos difíciles en el pasado.
Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
a. Pero traed a la memoria los días pasados: Estos cristianos ya habían sufrido por Jesús, siendo rechazados de su comunidad judía e incluso tal vez hasta siendo dados por muertos. Esto pasó después de que ellos confiaron en Jesús (después de haber sido iluminados).
b. Gran combate de padecimientos: La persecución fue un combate que les llegó de diferentes maneras. Ellos fueron hechos espectáculo, con vituperios y tribulaciones. Fueron compañeros de los que estaban en una situación semejante, incluyendo al mismo autor de Hebreos (porque de los presos también os compadecisteis). También habían enfrentado persecución económica (el despojo de vuestros bienes). Pero el punto es que ellos habían enfrentado estas cosas y las habían soportado. Podían recordar su resistencia pasada y animarse a mantenerse firmes en el futuro.
i. Clarke acerca de gran combate de padecimientos: “Aquí tenemos una alusión a los combates en los juegos griegos, o a las exhibiciones de gladiadores en los espectáculos públicos”.
ii. Hechos espectáculo: Esto usa la misma palabra antigua griega como en 1 Corintios 4:9: Pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. La idea es de ser como teatro para un mundo espectador. “En griego: ambientado en un teatro; tómelo propiamente o metafóricamente, ambos les sucedieron a los cristianos”. (Trapp)
c. Sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos: Ellos salieron adelante en el tiempo de la persecución al mantener una perspectiva celestial. El punto del autor de Hebreos es claro: también puedes salir adelante en este tiempo presente de desánimo.
3. (35-39) Apóyese en su experiencia pasada para cobrar fuerza y resistir el futuro.
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
a. No perdáis, pues, vuestra confianza: Estos cristianos desalentados estaban en riesgo de perder su confianza en Jesús, y recaer en una relación con Dios como la del antiguo pacto.
i. No perdáis, pues, vuestra confianza: “No la tires, mh apobalhte, ni los hombres ni los demonios te la pueden quitar, y Dios nunca te privará de ella si sigues fiel. Hay una referencia aquí a los soldados cobardes, que arrojan sus escudos y huyen de la batalla. Este es tu escudo, tu fe en Cristo, que te da el conocimiento de la salvación; guárdala y te guardará a ti”. (Clarke)
b. Porque os es necesaria la paciencia: A ellos, y a nosotros, nos es necesaria la paciencia para recibir la promesa de Dios después de haber hecho la voluntad de Dios. Las pruebas más difíciles y desalentadoras son cuando somos llamados a obedecer la voluntad de Dios cuando el cumplimiento de su promesa se ve tan lejano. Por eso necesitamos paciencia. La fidelidad que usted muestra en el tiempo en que la promesa parece no cumplirse, es la medida de su obediencia y de su madurez espiritual.
i. Esta paciencia es construida a través de las pruebas, la prueba de nuestra fe (Santiago 1:2-4).
c. Mas el justo vivirá por fe: Necesitamos seguir los pasos del justo quien vivirá por fe, y perseverará para ver cumplida la promesa.
i. Cada palabra de Habacuc 2:4 es importante, y el Señor las cita tres veces en el Nuevo Testamento para resaltar la plenitud de lo que significan.
·En Romanos 1:17, cuando Pablo cita este mismo pasaje de Habacuc 2:4, hace énfasis en la fe: “Mas el justo por la fe vivirá”.
·En Gálatas 3:11, cuando Pablo cita este pasaje de Habacuc 2:4, hace énfasis en el justo: “El justo por la fe vivirá”.
·Aquí en Hebreos 10:38 el énfasis es en vivirá: “Mas el justo vivirá por fe”.
d. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma: Esta es una conclusión llena de confianza. Nosotros seremos aquellos que perseveran y alcanzan la promesa de Dios. No somos de los que retroceden a las viejas tradiciones ni a una relación del antiguo pacto con Dios, ni a cualquier otra cosa que reemplace a Jesús.
i. “El retroceso en la vida cristiana se debe a veces a la desilusión, a veces a la depresión o al desánimo, pero siempre a la desconfianza”. (Thomas)
ii. Preservación del alma: “En griego: a la entrega del alma. Una metáfora de los comerciantes, que o obtienen más o pierden lo que tienen; o tal vez de los jugadores, que mantienen la apuesta en reserva, sin importar lo que haga el mundo”. (Trapp)
iii. Preservación del alma: “La palabra ‘preservación’ no se refiere a lo que por general se entiende como la salvación del pecado, pero es una palabra que significa ‘posesión completa’. La fe primero es receptiva al desplegar sus velas para atrapar la brisa de la revelación de Dios, y luego responde a Su Palabra y gracia”. (Thomas)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com