A. El ministerio de Pablo en la isla de Malta.
1. (1-2) Los isleños de Malta son impresionados cuando Pablo salió ileso de una mordedura de serpiente.
Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
a. Supimos que la isla se llamaba Malta: Estos marineros experimentados ciertamente conocían la isla de Malta, pero no este lado de la isla. Casi todo el tráfico a Malta llegaba al puerto principal, al otro lado; ellos no reconocían este lado de la isla.
b. Nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío: Lucas escribió como alguien que experimentó esto, tanto la bondad de los naturales de Malta como el frío y la lluvia de la tormenta. Malta puede significar refugio, un nombre apropiado.
i. El significado del nombre Malta es algo discutido, dependiendo de si el nombre tiene raíces en el idioma de los antiguos fenicios o los antiguos griegos. Si el nombre tiene sus raíces en el griego temprano, probablemente tenga el sentido de “miel” debido a la apicultura en la isla. Pero si el nombre se basa en el lenguaje de los antiguos fenicios, probablemente tenga la sensación de “refugio”.
2. (3-6) Pablo y la mordedura de serpiente.
Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: “Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir”. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
a. Habiendo recogido Pablo algunas ramas secas: El gran apóstol recogió leña para el fuego, a pesar de que probablemente había decenas de personas entre los 276 pasajeros mucho más apropiadas para la tarea. El corazón de siervo de Pablo siempre fue evidente.
b. Una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano: Pablo era fiel a Dios y vivía como un verdadero siervo. Pero eso no lo alejaba de esta prueba. Su servicio humilde trajo una víbora, y la víbora no mordió a Pablo, se le prendió en la mano.
i. Pablo no dejó que eso lo molestara. Él no gritó: “¿Por qué Dios? ¡Ya no puedo aguantar más de esto!” o “¿Qué no ves que te estoy sirviendo?” Pablo no miró a aquellos que estaban sentados cerca del fuego y dijo: “¡Gente perezosa! ¡Si hubieran recogido la leña ustedes, esto no me hubiera pasado!”
ii. La reacción de Pablo parecía serena y despreocupada: Per él, sacudiendo la víbora en el fuego.
c. Ciertamente este hombre es homicida… la justicia no deja vivir: Los nativos estaban convencidos que la justicia finalmente había atrapado a su prisionero. Justicia realmente es una referencia a la diosa griega, Dikee. Los naturales, sabiendo que Pablo era un prisionero, asumieron que había cometido un crimen grave, y que la diosa de la justicia no permitiría a Pablo escapar sin castigo.
d. Ningún daño padeció: Dios no salvó a Pablo de la tormenta solo para permitirle morir por una víbora. Pablo estaba protegido. Le fue prometido que iría a Roma (es necesario que testifiques también en Roma, Hechos 23:11), y Pablo aún no llegaba a Roma. No era tanto que nada pudiera detener a Pablo, sino que nada detendría el cumplimiento de la promesa de Dios.
i. Pablo podía tomar la fidelidad de Dios del pasado como una promesa de protección y bendición en el futuro.
ii. Por extensión, también vemos que la “Justicia Divina” no tenía más derecho contra Pablo: todo había sido satisfecho por lo que Jesús hizo en la cruz. La justicia de Dios nunca dañaría a Pablo, ni a nadie por quien hayan sido pagados sus pecados por lo que Jesús hizo en la cruz.
e. Dijeron que era un dios: Esta es una típica reacción humana. Para estos naturales, Pablo tuvo que ser visto en extremos. O era terriblemente malo o considerado un dios. En verdad, Pablo no era un criminal que merecía castigo ni tampoco un dios. Esta es la mayor razón por la cual debemos tener cuidado de lo que los demás piensan de nosotros, sea bueno o malo.
2. (7-10) Pablo sana al padre de Publio, y muchos otros.
En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
a. Del hombre principal de la isla… quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días: Esta fue una gran bendición y un gran contraste con la miseria de las dos semanas previas en el mar. Dios les dio a Pablo, Lucas y Aristarco una temporada de alivio y recuperación.
i. Hombre principal de la isla: Este es “el término técnico exacto para la persona que representaba a Roma en ese lugar; este es otro ejemplo de la precisión extraordinaria de Lucas”. (Boice)
b. El padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería: Algunos creen que era una enfermedad conocida como la fiebre de Malta, que viene de un microorganismo que se encuentra en la leche de las cabras maltesas. Sus síntomas usualmente duran cerca de 4 meses.
c. Y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó: Dios sanó a este hombre; aunque sucedió a través de la disposición y actividad de Pablo. Dios hizo la obra, pero Pablo se preparó y se dispuso para el trabajo.
d. También los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados: Pronto, la obra de Pablo llegó a muchos otros. Esta palabra sanados no es la palabra que usualmente se usa para sanidad milagrosa. La palabra literalmente significa: “recibir atención médica”. Es posible que Lucas (quien era un médico de acuerdo con Colosenses 4:14) sirvió como médico misionero en Malta.
B. Pablo en Roma.
1. (11-15) La parte final del viaje de Pablo a Roma.
Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma, de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
a. Pasados tres meses: Ellos pasaron tres meses en Malta, recuperando fuerza y esperando que terminara el invierno.
b. Llegados a Siracusa: Esta fue la primera parada desde Malta. Siracusa era una ciudad famosa en el mundo antiguo, siendo la capital de la isla de Sicilia.
i. Arquímedes, el famoso matemático, vivió en Siracusa. Cuando los romanos conquistaron la isla, un soldado puso una daga en su garganta mientras resolvía un problema de matemáticas, dibujando en la tierra. Arquímedes le dijo: “¡Para, estas perturbando mi ecuación!” y el soldado lo mató.
c. Regio… Puteoli… y luego fuimos a Roma: Mientras Pablo y los otros fueron hacia el norte por la península italiana, pasaron tiempo con otros seguidores de Jesús que conocieron a lo largo del camino (donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días).
d. Oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas: Eventualmente fueron recibidos fuera de Roma por cristianos de la ciudad que vinieron a recibirlos. Ellos honraron a Pablo saludándolo como los emperadores eran saludados cuando llegaban a Roma: salieron a reunirse con él en cuanto entró a la ciudad, viajando un día de camino (aproximadamente 69 kilómetros) al Foro de Apio para darle la bienvenida a Pablo y sus compañeros.
i. Ellos habían recibido la famosa carta de Pablo a los romanos unos años antes, así que probablemente sentían que ya lo conocían, y ciertamente querían honrarlo. A la luz del amor y el honor detrás de esta salutación, no es de extrañar que Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
ii. “Lucas está lejos de dar la impresión de que Pablo fue el primero en traer el evangelio a Roma…la presencia de aquellos cristianos –los hermanos, como los llama Lucas– proporciona evidencia suficiente de que el evangelio ya había llegado a Roma”. (Bruce) Había judíos presentes en la predicación de Pedro en Pentecostés muchos años antes (Hechos 2:10), así que probablemente hubo cristianos de y en Roma desde el principio.
iii. Se podría decir que ellos trataron a Pablo como si fuera un rey. “Cuando un emperador visitaba una ciudad era costumbre que la gente saliera a saludarlo y lo escoltara de regreso a la ciudad”. (Horton)
iv. Sin embargo, durante su segundo encarcelamiento en Roma, Pablo fue abandonado y olvidado (2 Timoteo 4:9-16), lo que significa que de alguna forma, los cristianos en Roma no lograron (o quizás no pudieron) mantener su amor y honor hacia Pablo.
2. (16) El estado de Pablo como prisionero en Roma.
Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
a. Cuando llegamos a Roma: Finalmente, la promesa de Jesús fue cumplida. Pablo determinó que iría a Roma en su tercer viaje misionero (Hechos 19:21, Romanos 1:15). En Jerusalén, Jesús le prometió a Pablo que llegaría a Roma (Hechos 23:11) y repitió esa promesa durante las dos semanas de tormenta en el mar (Hechos 27:23-25).
i. “Ahora, al mero final del libro, el apóstol llega a Roma. De esa forma, se cumple la profecía de Jesús de que sus discípulos serían sus testigos ‘hasta los confines de la tierra’”. (Boice)
ii. Cuando Pablo llegó a Roma, la ciudad había existido por casi 800 años. El famoso Coliseo aún no se había construido; pero los edificios prominentes eran el templo de Júpiter, los palacios de César y un templo a Marte (el dios de la guerra). En ese tiempo, Roma tenía una población de cerca de dos millones: un millón de esclavos y un millón libre. La sociedad estaba dividida en tres clases: Una pequeña clase alta, una gran clase de pobres y esclavos.
b. El centurión entregó los presos al prefecto militar: Este fue un momento feliz para Julio el centurión, quien cumplió su deber y trajo exitosamente a todos los prisioneros de Cesárea (Hechos 27:1) a Roma, con mucha ayuda de Pablo.
c. Con un soldado que le custodiase: Pablo no estaba en una prisión normal. Se le permitió vivir aparte y proveer su propio espacio para vivir (una casa rentada de acuerdo con Hechos 28:30). Sin embargo, él estaba constantemente bajo supervisión de un guardia romano, y a menudo encadenado. La rotación de los guardias le dio una provisión constante de gente con quien hablar.
i. “A este soldado, él sería ligeramente encadenado por las muñeca…el soldado sería relevado cada cuatro horas más o menos, pero para Pablo no había un descanso comparable”. (Bruce)
ii. En Filipenses 1:13, escrito por un custodio romano, Pablo habló de cómo su mensaje alcanzó a los guardias del palacio de Roma. A pesar de que él estaba prisionero, él tenía una audiencia genuinamente cautiva.
3. (17-20) Pablo apela a la comunidad judía de Roma.
Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: “Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte. Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no porque tenga de qué acusar a mi nación. Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena.”
a. Pablo convocó a los principales de los judíos: Pablo siguió su práctica constante de ir a los judíos primero en todas las ciudades donde iba como evangelista. Le tomó solo tres días tener una reunión con los principales de los judíos en Roma.
b. Varones hermanos: Pablo quería que ellos supieran que él no había abandonado Israel y que para él seguían siendo sus hermanos. Tal como Pablo explicó a la multitud en el monte del templo al inicio de esta prueba, Yo de cierto soy judío (Hechos 22:3).
c. No habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres: Pablo quería que supieran que era inocente de cualquier crimen en contra de la ley o del pueblo judío.
d. Habiéndome examinado, me querían soltar: Pablo quería que supieran que los romanos estaban listos y dispuestos a soltarlo.
e. No porque tenga de qué acusar a mi nación: Pablo quería que supieran que él no hizo una contrademanda o acusación en contra de los líderes judíos que lo acusaron.
f. Porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena: Pablo quería que supieran que él estaba prisionero por su creencia en el Mesías de Israel, la esperanza de Israel.
i. Mientras se acercaba el año 70 d. C., el tiempo se acababa antes de que ocurriera una calamidad nacional incomparable a un Israel que rechazó a Jesús. En 10 años más o menos, seria muy claro que Jesús era la esperanza de Israel, pero una esperanza que muchos de ellos rechazaron.
4. (21-22) Los líderes judíos responden a Pablo.
Entonces ellos le dijeron: “Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella”.
a. Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti: Esto demuestra que los líderes religiosos que acusaron a Pablo en Jerusalén y Cesárea sabían que su caso no tenía esperanza. No hicieron ningún esfuerzo para mandar documentos confirmando su caso contra él.
b. Ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti: Pablo quería saber lo que habían escuchado de Jerusalén acerca de él. El pueblo judío de Roma no había escuchado nada acerca de Pablo.
c. Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella: A pesar de que ellos no sabían nada acerca de Pablo, habían escuchado que el cristianismo no era popular entre algunos, y en todas partes se habla contra ella. Deben ser halagados de querer escuchar la historia del propio Pablo.
5. (23-24) La comunidad judía de Roma escucha el evangelio de Pablo.
Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían.
a. Les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas: En lo que debió haber sido un tiempo maravilloso de enseñanza, Pablo habló del reino de Dios, y dio un estudio exhaustivo de cómo el Antiguo Testamento hablaba de Jesús, desde la mañana hasta la tarde.
b. Testificaba el reino de Dios: Al hablar del reino de Dios, Pablo indudablemente enseñó lo que Jesús enseñó: Que en Jesús Dios trajo un reino espiritual que echaría raíces en los corazones de los hombres antes de que se hiciera cargo de los reinos de este mundo. La mayoría de los judíos del tiempo de Jesús y de Pablo buscaban un reino político, no un reino espiritual.
c. Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían: En respuesta a esta notable enseñanza de un día de Pablo, algunos creyeron y confiaron en Jesús. Otros no (no creían). Ni siquiera la mejor enseñanza del mejor apóstol en las mejores circunstancias pudo persuadirlos.
6. (25-27) Pablo explica el rechazo del evangelio de Isaías 6:9-10.
Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:
Ve a este pueblo, y diles:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis;
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyeron pesadamente,
Y sus ojos han cerrado,
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y entiendan de corazón,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
a. Y como no estuviesen de acuerdo entre sí: Esto sugiere que aquellos que fueron persuadidos y los que no creyeron comenzaron a discutir entre ellos.
b. Al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: “Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres”. Pablo entendió que Isaías profetizó de su dureza de corazón. Ciertamente, Pablo estaba feliz de que algunos recibieran el evangelio, pero sin duda estaba angustiado si incluso uno de ellos rechazaba a Jesús.
c. De oído oiréis, y no entenderéis: Esencialmente, Isaías dijo esto en el pasaje de Isaías 6:9-10: “Si tu rechazas a Jesús, puedes oír, pero nunca entender; puedes ver, pero nunca percibir. Tu corazón es, y será, duro, tus oídos y ojos serán cerrados, porque realmente no quieres volverte hacia Dios y ser sanado de tu pecado”.
i. Este es un mensaje tan real hoy como lo fue cuando Isaías primero lo dijo, o cuando Pablo lo citó. Muchos escuchan y rechazan simplemente porque no quieren volverse a Dios y ser sanados de su pecado.
7. (28-29) Pablo les dice que llevará el mensaje de salvación a los gentiles.
“Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán”. Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
a. Sabed, pues: Si algunos de ellos rechazaron la salvación de Dios, no hizo que la salvación no tuviera efecto. Solo significa que Dios encontraría a quienes oirán, en este caso, los gentiles.
i. Pablo suplicó a los hombres que recibieran a Jesús, pero no como ruega un mendigo. Pablo no sufría por sí mismo, pero por aquellos que rechazaron, y advirtió solemnemente acerca de las consecuencias a aquellos que rechazaron.
ii. El predicador del evangelio realmente tiene dos mensajes. Para aquellos que responden al evangelio con fe, el es un mensajero de vida. Pero para aquellos que rechazan a Jesús, el predicador añade a ellos condenación. A éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida (2 Corintios 2:16).
b. Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron: Este grupo mixto –algunos que creían, algunos que no– dejaron a Pablo discutiendo entre ellos (teniendo gran discusión entre sí).
i. Pocos años después de la reprensión de Pablo a los judíos que rechazaron a Jesús, los judíos de Judea fueron masacrados y Jerusalén fue destruida. El juicio de Dios se acercaba, y parte de la frustración de Pablo era porque él sintió esto.
8. (30-31) Pablo pasa dos años en Roma antes de su juicio en la corte del César.
Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
a. Y Pablo permaneció dos años enteros: Pablo pasó más de dos años en Cesárea esperando que su caso se resolviera (Hechos 24:27). Ahora él pasó otros dos años esperando que su caso fuera presentado ante César.
i. “La prolongación de dos años de la estancia de Pablo en Roma podría ser explicada adecuadamente por la saturación de los asuntos judiciales. Tomó ese tiempo para que su caso se presentara a la audiencia”. (Bruce)
b. En una casa alquilada: Probablemente, Pablo continúo su trabajo como hacedor de tiendas (peletero) para pagar este costo (tal como está en Hechos 18:1-2, 20:33-35). Pablo siempre fue un hombre trabajador.
c. Y recibía a todos los que a él venían: Un ejemplo de alguien que recibió en Roma fue un converso de Pablo, un esclavo fugitivo llamado Onésimo (Filemón 1:10), a quien Pablo dijo que regresara a su amo Filemón.
d. Predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo: A pesar de que Pablo no podía viajar, podía predicar y enseñar a los que venían a él, y eso hizo. Él también escribió cartas; tenemos que agradecer a estos dos años de custodia romana por las cartas a los Efesios, los Filipenses, y a los Colosenses.
i. Estos dos años no fueron desperdiciados, y Dios no desperdició el tiempo de Pablo en Roma. Dios nunca desperdicia nuestro tiempo, aunque nosotros podemos desperdiciarlo al no sentir el propósito de Dios para nuestras vidas en el momento.
ii. Pablo eventualmente tuvo su aparición ante César Nerón. Es totalmente razonable creer que el valiente y poderosamente proclamó el evangelio a él, tal como Dios le había prometido (Hechos 9:15, 23:11).
iii. Parece probable que Pablo fue absuelto de estos cargos, y por la mayoría de las estimaciones fue libre durante otros cuatro o cinco años hasta que fue arrestado de nuevo, encarcelado, condenado y ejecutado en Roma por orden de Nerón en el año 66 o 67 d.C., como las tradiciones históricas de la iglesia primitiva afirman.
iv. Probablemente, Lucas no documentó la aparición de Pablo ante César porque el evangelio de Lucas y el libro de Hechos fueron escritos para darle a la corte romana el trasfondo y los hechos del caso de Pablo en su juicio ante César.
e. Sin impedimento: Esta es la idea de completamente sin obstáculos. Las cadenas de Pablo y su custodia no importaban. La palabra de Dios no tenía obstáculos.
i. Mientras Pablo venía a Roma, el mar, los soldados y la víbora amenazaron su vida. Pero Dios lo libró de todos ellos. A través de Pablo, Dios muestra que un hombre de Dios, cumpliendo la voluntad de Dios, no puede ser detenido, aunque puedan venir todo tipo de dificultades.
ii. Finalmente, aún la incredulidad de algunos judíos -o el rechazo de Jesús por parte de cualquier otra persona– no estorbará el evangelio. El evangelio seguirá y encontrará a aquellos que creerán.
iii. Mateo 22:1-14 es una ilustración parabólica del libro de Hechos. Dios preparó un banquete para Israel, y los invitó a venir (en los días del ministerio de Jesús), pero ellos no quisieron venir. Entonces, Él envío una segunda invitación, después que todas las cosas estaban listas. Pero tampoco vinieron entonces, en lugar de eso, mataron a los siervos de Dios que trajeron el mensaje del banquete. Finalmente, Dios invitó a todos los que quisieran venir, incluyendo a los gentiles, pero solo podían venir si estaban vestidos con las vestiduras de Jesús.
f. Abiertamente y sin impedimento: No hay final para la historia, porque la historia de la iglesia continúa esta historia y sigue y sigue por los siglos. Confiando en Jesús, apoyándose en el poder de el Espíritu Santo y la guía del Padre, la palabra de Dios continuará esparciéndose sin obstáculos y continuará cambiando vidas para la gloria de Dios. El libro de Hechos realmente es una historia sin fin.
i. “A aquel, que puede obrar sin que se lo impidan, sea todo honor y gloria, dominio y poder, por los siglos de los siglos. Amén”. (Poole)
© 2024 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com