Isaías 1 – Acusación e invitación
A. Dios expone Su caso y ofrece una cura.
1. (1) Introducción: Visión de Isaías, hijo de Amoz.
Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
a. Visión de Isaías: Este libro contiene las profecías de Isaías hijo de Amoz, quien ministró desde aproximadamente el 740 al 680 a.C. Durante unos 20 años, habló tanto con el reino del norte de Israel como con el reino del sur de Judá. Después de la caída de Israel ante los asirios en el 722 a.C., Isaías continuó profetizando a Judá.
i. Este período de la historia de Israel se cuenta en 2 Reyes 15 al 21 y 2 Crónicas 26 al 33. Isaías fue contemporáneo de los profetas Oseas y Miqueas. Para la época de Isaías, los profetas Elías, Eliseo, Abdías, Joel, Jonás y Amós ya habían completado su ministerio.
ii. Para entonces, Israel había estado en la Tierra Prometida durante casi 700 años. Durante sus primeros 400 años en Canaán, los jueces gobernaron Israel. Estos eran líderes espirituales, militares y políticos a quienes Dios levantó según lo exigía la ocasión. Luego, durante unos 120 años, tres reyes reinaron sobre todo Israel: Saúl, David y Salomón. Pero en el 917 a.C. Israel tuvo una guerra civil y permaneció dividido en dos naciones, Israel (al norte) y Judá (al sur) hasta el tiempo de Isaías.
iii. Hasta la época de Isaías, el reino de Israel – las diez tribus del norte – había tenido unos 18 reyes, todos ellos malos y rebeldes contra el Señor. El reino de Judá, las dos tribus del sur, había tenido unos 11 reyes antes del ministerio de Isaías, algunos buenos y otros malos.
iv. En la época de Isaías, Israel era una pequeña nación a menudo atrapada en medio de las guerras entre tres superpotencias: Egipto, Asiria y Babilonia.
v. Cuando comenzaba el ministerio de Isaías, había una crisis nacional en el reino del norte de Israel. La superpotencia de Asiria estaba a punto de superar al reino de Israel. Durante el lapso del ministerio de Isaías como profeta, el reino del sur de Judá enfrentó repetidas amenazas de las naciones circundantes más grandes.
vi. Muchos eruditos modernos piensan que hubo más de un autor en el libro de Isaías. Usan términos como “Deutero-Isaías” y “Trito-Isaías” o la “Isaiánica”. A veces se asume que hay más de un autor para el libro de Isaías debido a cambios de estilo y tono, y a veces como una negación de Isaías como profecía predictiva.
vii. Sin embargo, el Nuevo Testamento indica que solo hubo un autor de Isaías. En Juan 12:37-41, Juan cita tanto la “primera” parte de Isaías como la “segunda” parte de Isaías – las partes supuestamente escritas por dos o más Isaías diferentes – y Juan nos dice específicamente que era el mismo Isaías. El Nuevo Testamento cita a Isaías por su nombre más que a todos los demás autores proféticos juntos.
viii. El libro de Isaías está lleno de muchas profecías maravillosas del Mesías, que nos hablan de la persona y obra de Jesucristo unos setecientos años antes de que Jesús naciera en Belén. Por esta razón, a veces a Isaías se le llama “El Quinto Evangelio”.
b. Isaías hijo de Amoz: El nombre Isaías significa La salvación es del Señor. Hay al menos siete hombres con el nombre de Isaías en la biblia, pero sólo uno es Isaías hijo de Amoz.
i. Algunos han pensado que Amoz y el profeta Amós eran la misma persona, pero esto parece improbable. Algunas tradiciones judías antiguas dicen que Amoz era un hermano del rey Amasias, pero no hay una forma bíblica de probarlo.
ii. Sabemos más sobre Isaías que sobre muchos otros profetas. Isaías estaba casado y era padre de al menos dos hijos (Isaías 7:3 y 8:3). Vivió en Jerusalén (Isaías 7:3, 22:1, 37:2, 38:5 y 39:3).
iii. Hay “una fuerte tradición judeocristiana que sostiene que Isaías también sobrevivió a Ezequías y fue aserrado por su sucesor Manasés con una sierra de madera después de que el profeta se escondió del enojado rey en un árbol hueco” (Bultema). Muchos piensan que Hebreos 11:37 (fueron… aserrados) es una referencia al martirio de Isaías.
iv. Sobre todo, Isaías fue un gran hombre de Dios. Isaías “tenía el coraje de un Daniel, la sensibilidad de un Jeremías, el pathos de un Oseas y la ardiente ira de un Amós; y además los deja a todos muy atrás en el arte único de la santa burla. Su coraje es de tal naturaleza que nunca, ni siquiera por un momento, se muestra débil o tímido”. (Bultema)
c. En días de: La profecía de este capítulo probablemente tomó lugar en el tiempo de Acaz, rey de Judá (2 Reyes 16 y 2 Crónicas 28). Acaz fue un rey malvado.Y durante su reinado, Judá fue invadida muchas veces por las naciones vecinas.
2. (2-4) La queja del Señor contra de Judá.
Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Críe hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
a. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra: Dios llamó a los cielos y a la tierra por testigos contra Judá. Los líderes y el pueblo de Judá se habían resistido a Su voluntad y Dios ahora declaraba su caso contra ellos. Podríamos pensar en el cielo y la tierra como un “jurado” ante el cual Dios presentaba el caso.
i. Romanos 8:22 dice, Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora. La creación está esperando la liberación que vendrá cuando el Mesías gobierne directamente sobre toda la creación. Cuando el pueblo de Dios desobedece, podríamos decir que hay un sentido en el que “retrasan” la resolución de todas las cosas. Por tanto, el cielo y la tierra tienen interés en nuestra obediencia.
b. Críe hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí: Los líderes y el pueblo de Judá son como hijos rebeldes, que nunca apreciaron todo lo que sus padres hicieron por ellos.
i. Como padres, podemos apreciar lo frustrante e irritante que es que nuestros hijos nos ignoren y desobedezcan. Nos llena de justa indignación y pensamos: “Después de todo lo que he hecho por ellos, ¿me tratan así?”. Pero hemos tratado a Dios incluso peor de lo que cualquier niño ha tratado a sus padres.
c. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende: Los líderes y el pueblo de Judá no eran como animales tontos, como el buey o el asno. Ellos eran más tontos que los animales tontos. El buey por lo menos conoce a su dueño, pero Judá no conoce quién es su dueño. El asno sabe quién tiene cuidado de él, pero Judá no sabe quién tiene cuidado de ellos.
i. Ningún animal jamás ha ofendido, resistido, rechazado ni desobedecido a Dios como lo han hecho todos los seres humanos. Cualquier animal es un siervo de Dios más fiel que el mejor humano.
d. ¡Oh gente pecadora!: Dios clara y fuertemente expone sus pecados. Ellos son cargados de maldad, generación de malignos y provocaron al Señor a ira.
3. (5-9) La desesperada condición de Judá.
¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
a. ¿Por qué querréis ser castigados aún? A pesar de su pecado, Dios no deseaba mal sobre Judá. En cambio, Él anhelaba que ellos se arrepintieran y se facilitaran las cosas. Dios ha estado castigando a Judá y ellos no han respondido. Ellos continuarían siendo castigados mientras se siguieran rebelando.
b. Enferma… todo corazón doliente… no hay en él cosa sana… herida, hinchazón y podrida llaga: Debido a su rebelión contra Dios, Judá estaba en un mal lugar. Aquí es donde los trajo su desobediencia y falta de sumisión.
c. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros: Durante el reinado de Acaz, el reino de Judá fue atacado y saqueado por Israel, Siria, Edom, los filisteos y Asiria (2 Crónicas 28). Se escribió de este periodo: Porque Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel, por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente contra Jehová (2 Crónicas 28:19).
i. Con todo esto, Judá no se arrepentiría. Su pecado les trajo grandes problemas, pero aun así prefirieron su pecado, con todos sus problemas, que someterse a Jehová Dios. De hecho, 2 Crónicas 28:22 dice:Además el rey Acaz en el tiempo que aquel le apuraba, añadió mayor pecado contra Jehová.
d. Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra: Tan malo como era el estado de Judá debido a su pecado, podría haber sido peor. Era solo por la misericordia de Dios que sobrevivían. Sodoma y Gomorra fueron totalmente destruidas, sin ni siquiera un un resto pequeño para continuar. Incluso en medio del juicio, Dios mostraba su misericordia a Judá.
4. (10-15) Dios odia sus ceremonias religiosas vacías.
Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
a. Príncipes de Sodoma: Dios obviamente estaba tratando de llamar la atención de los líderes y el pueblo de Judá. Hizo esto asociándolos con dos ciudades sinónimo de pecado y juicio.
b. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Incluso en medio de su rebelión, Judá continuaba sus ceremonias religiosas y rituales. Ellos continuaban los sacrificios, ellos continuaban los holocaustos, ellos continuaban el sebo de animales gordos, ellos continuaban quemando incienso, ellos continuaban sus asambleas y sus fiestas solemnes – y Dios estaba harto de todo ello.
i. Observa como Dios describe su reacción a estos rituales religiosos: Hastiado estoy… No me traigáis más vana ofrenda… me es abominación… no lo puedo sufrir… las tiene aborrecidas mi alma… me son gravosas… cansado estoy de soportarlas.
ii. Este es un pensamiento aleccionador. Podemos ofrecerle a Dios todo tipo de rituales y ceremonias religiosas, todo tipo de servicio religioso y ¡Él puede odiarlos y considerarlos una abominación! Quizás, en medio de toda su calamidad (descrita en Isaías 1:5-9), Judá pensó que la respuesta estaba en las ceremonias religiosas, en su versión antigua de “asistencia a la iglesia” y unos pocos dólares en la ofrenda. Pero sí su corazón no estaba cambiado, humilde y rendido al Señor, no hacia ninguna diferencia. Sin el corazón correcto, Dios odiaba sus ceremonias y servicio religioso.
iii. “Cuando los pecadores están bajo los juicios de Dios, es más facil llevarlos a volar a sus devociones que a abandonar sus pecados y reformar sus vidas”. (Matthew Henry)
c. Cuando extendáis vuestras manos: Esta era la postura de oración en esa antigua cultura. En lugar de orar con la cabeza inclinada y las manos juntas, oraban con el rostro vuelto hacia el cielo y las manos extendidas hacia el cielo. Por lo que, cuando ellos oraran, el Señor diría, “yo esconderé de vosotros mis ojos… yo no oiré”.
i. Podemos estar seguros, que en medio de todas estas ceremonias religiosas, habían muchas finas oraciones ofrecidas. Muchas oraciones elocuentes, emocionantes, y emocionales eran dichas. Pero eran oraciones vacías, huecas, sin uso alguno, porque Dios miraba a Judá y decía, “llenas están de sangre vuestras manos”.
5. (16-20) El Señor ofrece una cura.
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.
a. Lavaos y limpiaos… aprended a hacer el bien, buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda: La corrupción de los líderes y el pueblo de Judá se demostraba en el mal trato que se daban unos a otros.
i. Muchos siglos después, el apóstol Juan repitió el sentido del mensaje de Isaías: Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20). Los líderes y el pueblo de Judá querían decir que amaban a Dios por sus ceremonias religiosas, pero al Señor le importaba más cómo trataban a otras personas, especialmente a los débiles (al agraviado… a la viuda).
b. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: Jehová Dios invita a Su pueblo a venir a estar a cuenta con Él. Lo que Él nos ofrece no solo se ofrece porque Él es más “grande” que nosotros y tiene el derecho de dictar los términos que le plazcan. La dirección de Dios para nosotros es razonable. Es inteligente. Es la mejor manera para vivir.
i. Es una locura rechazar y resistir a un Dios de sabiduría infinita, amor infinito, gracia infinita y poder infinito. Un verdadero razonamiento conducirá a cualquier hombre honesto a la más humilde adoración y sumisión a Dios.
ii. Los ángeles que rodean el trono de Dios están cubiertos de ojos, lo que habla de su gran capacidad para percibir y conocer (Apocalipsis 4:6-8). Estos son quizás los seres más inteligentes y racionales que Dios haya creado jamás y pasan cada momento de su existencia perdidos en total alabanza, total adoración y total entrega a Dios. Aquí es a donde nos conducirá la razón más elevada.
iii. Es simplemente razonable seguir a Dios. ¿Alguna vez has oído hablar de un cristiano anciano, en su lecho de muerte, que reúne a sus hijos y amigos y les dice: “Ahora amigos, tengan cuidado con ese cristianismo! ¡He seguido a Jesús toda mi vida y lamento mucho haberlo hecho! ¡Qué desperdicio fue eso!”. ¡Qué absurdo! al contrario, encontramos que los cristianos en su lecho de muerte confían y aman a Dios más que nunca. Es simplemente razonable.
c. Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana: El Señor ofreció a un Judá arrepentido y humillado, verdadera y completa limpieza de pecado. Su condición de pecado podría transformarse de profundamente manchada a completamente blanca.
i. En este pasaje, Isaías no dice nada acerca de cómo viene esta limpieza. Pero sabemos que viene porque Jesús tomó sobre Sí nuestra mancha de pecado y Dios juzgó el pecado perfecta y completamente en Jesús, por lo que como la nieve seremos emblanquecidos y seremos blancos como lana.
ii. ¡Hay una tremenda esperanza en el perdón de Dios! Realmente podemos ser limpios de la mancha del pecado. Nuestras buenas obras no pueden limpiar la mancha. Nuestras mejores intenciones o promesas no pueden limpiar la mancha. Nuestro sufrimiento o dolor no pueden limpiar la mancha. El tiempo no puede limpiar la mancha. La muerte no puede limpiar la mancha. ¡Solo la obra de Jesús puede hacernos blancos como la nieve! Realmente podemos romper con el pasado y tener un nuevo comienzo en Jesucristo. El poder del pecado, la vergüenza del pecado, la culpa del pecado, el dominio del pecado, el terror del pecado y el dolor del pecado pueden desaparecer en Jesús.
iii. “El Señor no niega la verdad de lo que el pecador ha confesado, pero le dice:“Aunque tus pecados sean como escarlata, me encontraré contigo allí. No es necesario que trates de disminuir la magnitud de tu pecado ni que busques que parezca menor de lo que realmente es. No; digas lo que digas, es todo eso y probablemente mucho más. Tu sentido más profundo de tu pecaminosidad no llega a la verdad acerca de tu condición real; ciertamente, no exageras en lo más mínimo. Tus pecados son escarlata y carmesí; parece como si te hubieras puesto el manto imperial del pecado y te hubieras convertido en un monarca del reino del mal. Así es como la culpa de un hombre aparece ante el ojo escrutador de Dios”. (Spurgeon)
iv. Spurgeon describió a las personas profundamente manchadas por el pecado: “Un viejo miserable malvado que se graduó en la universidad de Satanás, se ha convertido en un maestro de Belial, un príncipe y el principal de los pecadores – un Goliat entre los filisteos – sin embargo, para tal hombre, se envía esta palabra hoy. Tus manos están ensangrentadas con el alma de los jóvenes, has mantenido una casa del infierno; has provocado entretenimientos públicos que han corrompido y depravado a los jóvenes; hoy tienes oro en tu bolsillo, que te has ganado con la sangre de las almas; tienes peniques de necios y chelines de borrachos, que realmente han llegado a tus manos desde el corazón de las mujeres pobres, has escuchado el llanto de los niños hambrientos, y has tentado a sus maridos para que beban y arruinaste sus cuerpos y sus almas. Has mantenido un lugar donde el entretenimiento era tan bajo, tan humillante, que despertaste las pasiones adormecidas del mal en las mentes de jóvenes o viejos, y así te hundirás en el infierno con la sangre de otros sobre tu cabeza, así como con tu propia condenación, no con una piedra de molino al cuello, sino con muchas”. Todo esto puede ser cierto de ti; sin embargo, Dios puede perdonar tus pecados y puedes quedar blanco como la nieve.
d. Venid: Cuando consideramos la grandeza de la limpieza y el perdón de Dios, es una razón de más para que vengamos ahora. Dios quiere que la separación entre tú y Él desaparezca ahora. No quiere que sigas en tu camino destructivo ni un momento más. Quiere lo mejor para nosotros ahora.
i. “Ven ahora, ninguna temporada puede ser mejor. Si llegas tarde, hasta que estés mejor, nunca vendrás. Ven ahora; es posible que nunca tengas otra advertencia; Puede que el corazón nunca sea tan sensible como lo es hoy. Ven ahora; ningún otro ojo podrá llorar por ti; ningún otro corazón agonizará jamás por tu salvación. Ven ahora, ahora, ahora, porque es posible que mañana ya no estés en este mundo. La muerte puede haber sellado tu destino, y los que fueron inmundos, aún permanecen inmundos. Ven ahora; porque mañana tu corazón puede volverse más duro que una piedra, y Dios puede darte por perdido. Ven ahora; es el momento de Dios; mañana es la hora del diablo. ‘Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón, como en la provocación, cuando vuestros padres me tentaron y me probaron en el desierto y vieron mis obras’. Ven ahora. ¿Por qué demorarse en ser feliz? ¿Pospondrías el día de tu boda? ¿Pospondrás la hora en que seas perdonado y liberado? Ven ahora: las entrañas de Jehová te anhelan. El ojo de tu padre te ve de lejos y corre a encontrarte. Ven ahora; la iglesia está orando por ti; estos son tiempos de avivamiento; los ministros tienen más urgencia”. (Spurgeon)
e. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada: Aquí Dios le ofreció a Judá una opción. Podían encontrar esperanza en medio de su castigo, alivio del ritual religioso vacío y limpieza de su pecado. Pero tenían que entregar su corazón ante Dios y no rehusarse y rebelarse. En cambio, tenían que querer y oír.
i. Nadie encaja perfectamente con ninguna de las dos frases, pero ¿qué frase describe mejor tu vida? ¿querer y oír o no querer y rebelarse? Hay una consecuencia para cualquiera de los dos caminos: comeréis el bien de la tierra o seréis consumidos a espada. Sin duda el Señor dice “Venid luego… estemos a cuenta”.
B. Una promesa de redención – con justicia.
1. (21-23) Los líderes injustos de Judá.
¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas. Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua. Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
a. ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? La ciudad fiel es Jerusalén, la ciudad una vez conocida por su fidelidad al Señor. Ahora, Jerusalén se ha convertido en ramera – hablando espiritualmente, han abandonado su “matrimonio” con el Señor y están cometiendo adulterio espiritual con su idolatría.
b. Llena estuvo de justicia: Los días de justicia y equidad eran pasado en Jerusalén. Jerusalén estaba lleno de homicidas, corrupción política (tus príncipes, prevaricadores), ladrones, fraude (tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua), soborno y favoritismo en contra del débil (no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda).
i. La acusación del Señor contra Jerusalén muestra, por el contrario, lo que Dios valora entre los líderes políticos y civiles. Dios espera que mantengan la paz (en contra de homicidas), que tengan integridad (en lugar de ser prevaricadores y compañía de ladrones) y que defiendan al débil (al huérfano y la viuda).
ii. Tu vino está mezclado con agua. “El Señor Jesús convirtió el agua en vino; los pecadores convierten el vino en agua”. (Bultema)
c. El adulterio espiritual de Judá se manifestó en este tipo de pecado. En cierto sentido, la corrupción entre los líderes de Judá fue un síntoma de un problema espiritual aún más profundo.
2. (24-31) El plan de redención del Señor con justicia.
Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos. Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis. Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas. Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.
a. Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Dios ahora se dirige a Judá, presentándose con títulos que muestran Su poder y majestad. Él esJehová de los ejércitos, “ejércitos” refiriéndose a los ejércitos del cielo. Él es el Fuerte de Israel, a quien es inútil oponerse. El título en sí es una llamada de atención.
i. Bultema sobre Jehová de los ejércitos: “Lo describe como el guerrero que tiene a todos los ángeles como soldados valientes a su disposición en la batalla contra los malvados. Este es el nombre de batalla de Dios y, por regla general, significa poco bien cuando lo usa en referencia a su pueblo, como es el caso aquí. Por lo general, implica que Él considera a su pueblo y trata con él como sus enemigos”.
b. Tomaré satisfacción de mis enemigos: El problema con los líderes y el pueblo de Judá era que ellos se habían puesto como enemigos del Señor. Ellos estaban actuando como Sus enemigos. Se estaban poniendo a sí mismos en el camino de juicio. Ellos encontrarían la mano del Señor contra ellos, en lugar de por ellos.
c. Y limpiaré hasta lo más puro de tus escorias, y quitaré toda tu impureza: Escorias e impureza son impurezas en el metal. Dios prometió “subir el fuego” y refinar a Judá y quitarle sus impurezas. Su objetivo no era destruir; en lugar de eso, dice: “limpiaré”. Dios purificará a Jerusalén, hasta el punto en que después te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.
d. Sion será rescatada con juicio: La redención de Dios y restauración son siempre hechas con juicio y justicia. Él nunca salva o redime a expensas de Su juicio y justicia.
e. Os avergonzarán las encinas que amasteis: Las encinas eran lugares de adoración pagana que Judá, amante de los ídolos, tenía entre sí. Cuando Sion sea rescatada con juicio, ellos se avergonzarán de sus antiguas idolatrías.
i. Es bueno estar avergonzado y apenado por el pecado. Hay algo mal en nosotros cuando somos desvergonzados o cuando no nos importa. Dios prometió que le daría a Judá el regalo de la vergüenza y la culpa por el pecado otra vez.
ii. “Los árboles sagrados desempeñaban un papel importante en el culto a la fertilidad cananea … porque los árboles de hoja caduca como el roble o el terebinto pueden haber simbolizado la muerte y el renacimiento del dios. Los ‘jardines’ pueden ser arboledas de estos árboles o, alternativamente, lugares de manantiales o pozos sagrados”. (Grogan)
f. Como encina a la que se le cae la hoja… como huerto al que le faltan las aguas… el fuerte será como estopa… ambos serán encendidos juntamente: El Señor hablaba aquí de la sequedad espiritual de Judá. Aunque continuaban con su ritual y ceremonia religiosos, todavía estaban espiritualmente secos. Y así como los árboles secos, los jardines secos y la yesca seca están listos para arder, así un Judá impenitente estaba listo para sentir el fuego del juicio refinador de Dios.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com