Isaías 39 – El alardeo de los tesoros del Señor
A. El rey Ezequías muestra los tesoros de su casa a los enviados de Babilonia.
1. (1) Una carta del rey de Babilonia.
En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías; porque supo que había estado enfermo, y que había convalecido.
a. En aquel tiempo: Esto fue después de la milagrosa recuperación de Ezequías. El Señor fue lo suficientemente bueno como para darle al rey Ezequías 15 años más de vida, pero dependía de Ezequías si esos años serían vividos con sabiduría y para la gloria de Dios.
b. Envió cartas y presentes a Ezequías; porque supo que había estado enfermo, y que había convalecido: Aparentemente, este fue un gesto de bondad del rey de Babilonia y mostró preocupación por Ezequías como compañero de la realeza.
c. Merodac-Baladán: Su presencia mostraba que esto era más que una llamada de cortesía. Este era un intento de poner al reino de Judá del lado de los babilonios contra los asirios.
i. Para los asirios, Merodac-Baladan era un terrorista; para sí mismo era un luchador por la libertad, con su vida dedicada a la liberación de su amada Babilonia de la tiranía asiria”. (Motyer)
ii. “Ezequías estaba profundamente preocupado por Asiria. Sintiéndose honrado por la embajada, recibió con gusto a los enviados de este archienemigo de Asiria. Sin consultar ni al Señor ni a Isaías, les mostró sus vastos tesoros, sus abundantes provisiones de alimentos y su armamento militar. Dios le había dado a Ezequías una gran riqueza, por lo que los visitantes quedaron debidamente impresionados (2 Crón. 32:27-29)”. (Wolf)
iii. La primera parte de Isaías (capítulos 1 al 38) trata principalmente de la actual amenaza del Imperio Asirio. El resto de Isaías (capítulos 39 al 66) hablará proféticamente sobre la amenaza del próximo Imperio Babilónico. Por lo tanto, “Este breve capítulo es en realidad una introducción a la segunda mitad de Isaías”. (Bultema)
2. (2) Ezequías recibe a los enviados del rey de Babilonia.
Y se regocijó con ellos Ezequías, y les mostró la casa de su tesoro, plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase.
a. Y se regocijó con ellos Ezequías: Podemos imaginar que esto era halagador para el rey Ezequías. Después de todo, Judá era una nación humilde y con poco poder y Babilonia era una superpotencia menor. Recibir este aviso y reconocimiento del rey de Babilonia debe haber hecho que Ezequías se sintiera importante.
b. Les mostró la casa de su tesoro: Podemos imaginarnos a Ezequías queriendo complacer a estos enviados de Babilonia y queriendo mostrarles que tenían una buena razón para estar impresionados con él y su reino. Entonces, hizo todo lo posible para impresionarlos y les mostró las mejores riquezas de la casa real – y les mostró todo.
c. No hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase: Como lo demostrará la futura reprensión de Isaías, esto no era más que una orgullosa tontería de parte de Ezequías. Se encuentra en el peligroso lugar de querer agradar e impresionar a los hombres, especialmente a los impíos.
i. Era un cumplido genuino para Ezequías recibir este reconocimiento del rey de Babilonia. Pero Ezequías lo recibió mal y se le subió a la cabeza. Es fácil enorgullecerse demasiado cuando las personas nos felicitan o nos reconoceny cuando comenzamos a tomar sus elogios – y a nosotros mismos – con demasiada seriedad.
ii. En esta posición de querer agradar a los hombres, Ezequías ya no es un verdadero siervo de Dios. Pablo escribió en Gálatas 1:10, Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Cuando vivimos para agradar a los hombres, no podemos vivir al mismo tiempo para agradar y servir a Dios. Cuando vivimos para agradar a los hombres, en realidad vivimos para servirnos a nosotros mismos, porque lo que valoramos de los hombres es la alabanza, el honor y el reconocimiento que nos puedan dar. Es algo glorioso vivir para servir a los hombres, no vivir para complacerlos.
iii. “Así como Sansón reveló su fuerza a la ramera, así Ezequías reveló la gloria de Dios a los demonios como si fuera su compañero y hubiera recibido favores de Babilonia”. (Kohlbrugge, citado en Bultema)
d. “‘¿Qué debería haberles dicho Ezequías a los enviados?’ La respuesta es clara: ‘Gracias por venir y agradezcan a Merodac por su regalo e invitación, pero el hecho es que tengo una promesa divina en la que apoyarme; se ha confirmado personalmente en mi regreso a la salud y cósmicamente en la señal del sol. No puedo apartarme de la fe en las promesas de Dios’”. (Motyer)
B. Isaías reprende a Ezequías.
1. (3-4) Isaías cuestiona a Ezequías en lo concerniente a la visita de los enviados de Babilonia.
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia. Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.
a. ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Isaías probablemente ya conocía la respuesta a estas preguntas. Es probable que sus preguntas fueran guiadas por Dios para permitirle a Ezequías la oportunidad de responder honestamente (lo cual hizo) y ver su error él mismo (lo cual aparentemente no hizo).
b. Todo lo que hay en mí casa han visto: Existe la sensación de que Ezequías estaba orgulloso de decirle esto a Isaías. Es como un chico de pueblo al que le sobrecoge la atención de un hombre de una gran ciudad. “Isaías, deberías haber visto lo impresionados que estaban esos babilonios con todo lo que tengo. ¡Ellos realmente saben que somos algo aquí en Judá!”. El orgullo y el ego inflado de Ezequías lo han cegado.
2. (5-7) El mensaje del Señor a Ezequías a través de Isaías.
Entonces dijo Isaías a Ezequías: Oye palabra de Jehová de los ejércitos: He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
a. Todo lo que hay en tu casa… será llevado a Babilonia: Ezequías pensó que esta exhibición de riqueza impresionaría a los babilonios. Todo lo que hizo fue mostrarles lo que tenían los reyes de Judá y lo que podían obtener de ellos. Un día vendrían los reyes de Babilonia y se lo llevarían todo. Esto se cumplió en 2 Reyes 24:10-13 y 2 Reyes 25:11-17, bajo el rey de Babilonia Nabucodonosor.
i. Pasarían más de cien años antes de que Babilonia se llevara los tesoros reales de Judá, pero llegaron, tal como profetizó Isaías. Esta profecía es tan notablemente precisa que muchos escépticos insisten – sin más fundamento que la incredulidad– que un “Isaías” posterior debe haberla escrito después del hecho.
b. De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia: Peor que tomar las riquezas materiales de los reyes de Judá, el rey de Babilonia tomaría a los hijos del rey de Judá – sus verdaderas riquezas.
i. Un cumplimiento de esto fue la cautividad de Daniel y de sus compañeros. Daniel fue uno de los descendientes del rey que fueron llevados al palacio del rey de Babilonia (Daniel 1:1-4). Debido a esta promesa de Dios a través de Isaías, muchos piensan que Daniel y sus compañeros fueron hechos eunucos cuando fueron llevados a servir en el palacio.
3. (8) La respuesta del rey Ezequías.
Y dijo Ezequías a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y seguridad en mis días.
a. Y dijo Ezequías a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y seguridad en mis días: Este es un estado triste del corazón del rey de Judá. Dios anuncia el juicio venidero y todo lo que puede responder con alivio es que no sucederá durante su vida.
i. En esto, Ezequías se muestra casi exactamente lo contrario de una persona “centrada en los demás”. Es casi totalmente egocéntrico. Todo lo que le importa es su propia comodidad y éxito personal.
b. Y añadió: A lo menos, haya paz y seguridad en mis días: No hay duda de que Ezequías comenzó como un rey consagrado y en general su reinado fue de una consagración sobresaliente (2 Reyes 18:3-7). Sin embargo, su comienzo fue mucho mejor que su final; Ezequías no terminó bien. Dios le dio a Ezequías el regalo de 15 años más de vida, pero los años adicionales no lo convirtieron en un mejor hombre ni en más consagrado.
i. El tiempo o la edad no necesariamente nos hacen mejores. Considera que el tiempo no hace más que pasar. A veces decimos, “el tiempo lo dirá”, “el tiempo sanará” o “el tiempo sacará el potencial en mí”. ¡Pero el tiempo no hará nada por el estilo! El tiempo solo vendrá y se irá. Lo único que importa es cómo usamos el tiempo. Ezequías no aprovechó bien el tiempo extra que el Señor le dio.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com