Isaías 55 – Una invitación a recibir la gloria de la restauración del Señor
A. Una invitación a recibir bendiciones.
1. (1-2) Una invitación a ser abundantemente alimentados.
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
a. A todos: El profeta llama, alto y claro, a todos los que pueden oír. Este es un anuncio importante y, por lo tanto, es precedido por este llamado único.
i. “A todos – esta es la nota del evangelio; un llamamiento breve y significativo, que te insta a ser lo suficientemente sabio para atender tus propios intereses. ¡Oh, la condescendencia de Dios! Que debió, por así decirlo, convertirse en un mendigo de su propia criatura, y agacharse ante la magnificencia de su gloria para gritar: ¡A todos!”. (Spurgeon)
b. A todos los sedientos: Venid a las aguas: Esta una invitación para todos – específicamente, para todos los sedientos. Solamente los que están sedientos pueden venir a las aguas. Si no tenemos sed de lo que el Señor puede darnos, nunca vendremos a las aguas.
i. Jesús pudo haber tenido este pasaje de Isaías en mente cuando clamó: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba (Juan 7:37).
c. Los que no tienen dinero, venid, comprad y comed: Los que tienen sed y responden a la invitación del Señor, no necesitan traer dinero. Su dinero realmente no les servirá de nada. Simplemente pueden aportar su confianza y fe y recibir lo que Dios tiene para darles.
d. Aguas… vino… leche: Todo es gratis. No es que la entrada a la vida cristiana sea gratuita, y que luego se nos debe cobrar para poder avanzar en la vida cristiana. Todo es gratis; nuestro crecimiento es un regalo de gracia tanto como nuestra salvación.
i. “No se le permite beber agua libremente y luego comprar vino. No está invitado a venir y comer libremente lo que es bueno y luego gastar su trabajo en lo que es grosura. No, los manjares más ricos de la casa de Dios son tan gratis como el pan que él da a las almas hambrientas”. (Spurgeon)
e. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? En su invitación, Dios le pidió a su pueblo que se preguntara: “¿Por qué gasto dinero en lo que no sacia?” Esta es una pregunta notablemente relevante, a la luz de todas las cosas en las que podemos dedicar nuestro tiempo, dinero y esfuerzo – cosas que nunca satisfarán de la manera que el Señor puede satisfacer.
f. Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura: La invitación es clara. La oferta está hecha, la provisión está hecha y todo está disponible – pero nosotros aún tenemos que hacer algunas cosas.
i. Primero, debemos oír atentamente. La satisfacción que Dios promete, elude a aquellos que no escuchan ni oyen atentamente. Toma tiempo, atención, y esfuerzo oír oír atentamente, y algunos no están dispuestos a hacer esto.
ii. Segundo, debemos de comer del bien. Esto requiere cierto discernimiento. Debemos elegir del bien y luego comerlo. Muchos simplemente comen cualquier comida espiritual que se les presente, sin preocuparse de que sea del bien.
iii. Tercero, debemos deleitar nuestra alma con grosura. Incluso cuando oímos, incluso cuando comemos del bien, aún así debemos dejar que nuestra alma se deleite con grosura. Puedes sentarte a una gran comida espiritual, pero por tu terca o mala actitud, simplemente no permitir que tu alma se deleite con grosura.
2. (3-5) Una invitación a ser maravillosamente dirigidos.
Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
a. Inclinad vuestro oído: El pensamiento se deriva de la idea de se deleitará vuestra alma con grosura. Quien se “deleite” genuinamente con la palabra debe inclinar conscientemente su oído hacia lo que Dios va a decir. Esto explica por qué dos personas pueden escuchar el mismo mensaje, y una se beneficia y la otra no. A menudo, el que no se benefició, simplemente no inclinó su oído al Señor.
b. Oíd, y vivirá vuestra alma: El beneficio de inclinar tu oído a Dios es impresionante. Cuando lo hacemos, tenemos vida para nuestra alma.
c. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David: Para el que escuche al Señor, Dios promete un pacto. Desde la perspectiva de Isaías, este pacto todavía está en el futuro (y haré). El pacto también se caracteriza por las misericordias firmes a David.
i. Dios mostró su gran misericordia a David; no solo perdonándole la vida cuando fue culpable de asesinato y adulterio, sino también bendiciendo, preservando y guiando a David todos los días de su vida. Si Dios nos promete la misma misericordia que le mostró a David, en verdad somos bendecidos.
ii. También, las misericordias de David son firmes. Son seguras. Dios nunca se rindió con David, nunca dejó de mostrarle misericordia. Podemos contar con Dios cuando nos promete las misericordias firmes de David.
d. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones: Dios prometió la bendición de un liderazgo bueno y sabio como parte de las misericordias firmes. Dios dio a David y a su notable liderazgo como un regalo a Israel; aquí Dios prometió que seguiría dando este regalo de acuerdo con el modelo mostrado en David.
i. David fue un testigo en el sentido de que tenía una relación real, una experiencia real con Dios. Y podía hablarle a Israel como testigo de lo que había visto y oído en esa relación con Dios. Noten que David fue un testigo a los pueblos. Un testigo a, no de los pueblos. David no lideró las encuestas de popularidad ni simplemente le dio a la gente lo que querían. Fue testigo de algo de Dios y dio testimonio de ello a los pueblos.
ii. David fue un jefe para Israel, guiándolos espiritual, política y militarmente. Lideró tanto con su ejemplo piadoso como con su corazón de pastor. Noten que David era un jefe y un maestro a las naciones. No un jefe y un maestro de las naciones, sino a las naciones. Lideró con un corazón de pastor que deseaba genuinamente lo mejor de Dios para el pueblo.
iii. Es curioso que David se use aquí como el prototipo de Dios para un líder. Curioso en muchos sentidos, porque el reinado de David puede verse como bastante turbulento. Llegó al trono de Israel a través de mucha lucha y dificultad. Cayó en un escándalo terrible, marcado por el asesinato y el adulterio. Hubo incesto, violación y asesinato entre sus propios hijos. Su reinado se vio empañado por una fea guerra civil, en la que su propio hijo casi lo destituyó. ¡Sin embargo, David está aquí elevado como un líder maravilloso del pueblo de Dios! Esto muestra que el corazón de David en pos de Dios significaba más que el éxito externo, comodidad y tranquilidad. También muestra que los mejores y más eficaces líderes de Dios no necesariamente la tienen fácil.
iv. David fue maestro para Israel. Incluso con su tierno corazón de pastor, su liderazgo fue audaz y directo. Debido a que tenía un sentido del corazón de Dios, siendo un hombre conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14), pudo guiar con valentía al pueblo de Dios.
v. Estas profecías se cumplen espiritualmente cuando Dios le da a su pueblo un liderazgo maravilloso como el de David. Se cumplirán finalmente cuando David – literalmente el Rey David en su cuerpo de resurrección – reine sobre Israel en el milenio, el reinado de Jesucristo de 1,000 años sobre esta tierra.
· Acerca de ese tiempo, Jeremías 30:9 dice, sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.
· En Ezequiel 34:23-24 el Señor promete, Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos.Yo Jehová he hablado.
· Ezequiel 37:25 continúa, Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.
vi. Tenemos indicaciones de que a medida que el pueblo de Dios gobierne con Jesús sobre la tierra milenaria, a las personas se les confiarán regiones geográficas de acuerdo con su fidelidad (Lucas 19:12-19). Parece que la porción gloriosa de David será gobernar sobre Israel.
e. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti: ¿Fue esto dirigido a Israel o a David como líder y comandante del pueblo de Dios? Posiblemente ambos. Ciertamente, su cumplimiento final es en el milenio, cuando las naciones acudirán en masa a Israel (Isaías 60:5, 60:9).
f. Por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado: ¿Por qué acuden las naciones a David y / o Israel? Porque el Señor los ha levantado, de acuerdo con Sus bendiciones de restauración.
3. (6-7) Una invitación a ser perdonados.
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
a. Buscad a Jehová mientras puede ser hallado: El profeta recalca un sentido de urgencia en el pueblo de Dios. “Este es el tiempo. Dios puede ser encontrado ahora. Búsquenlo ahora”. No es que Dios esté oculto y solo se pueda encontrar ahora. Es que solo se puede encontrar cuando nuestro corazón se inclina a buscarlo, ¡y esa inclinación en sí misma es un regalo de Dios! Debemos recibir el regalo y aprovecharlo al máximo mientras lo tengamos. No buscarlo y fallar en llamarlo en tanto que está cercano, significa que no recibiremos las bendiciones que Él promete.
b. Deje el impío su camino: El profeta recalca la necesidad de arrepentimiento entre el pueblo de Dios. El arrepentimiento es simplemente dar la vuelta a nuestro camino – apartarnos de nuestro propio camino, volvernos al camino de Dios. Simplemente, esto es lo que significa volverse a Jehová, y nunca podremos seguir el camino de Dios hasta que abandonemos nuestro propio camino. La gloriosa restauración del Señor obra en y a través de nuestro arrepentimiento.
i. Isaías estableció un punto importante cuando escribió: Y el hombre inicuo sus pensamientos. La maldad puede demostrarse por nuestras acciones (nuestro camino); pero la iniquidad puede ser encontrada en nuestros mismos pensamientos. El campo de batalla para un caminar recto con el Señor a menudo se encuentra en nuestras mentes, en nuestros pensamientos.
ii. El apóstol Pablo también sabía esto cuando escribió acerca de llevar todos nuestros pensamientos cautivos a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:5), y cómo no debemos conformarnos a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento (Romanos 12:2).
c. El cual tendrá de él misericordia: ¡Qué gloriosa promesa! Cuando nos volvamos al Señor, ¡Él tendrá misericordia de nosotros! De hecho, ¡Él será amplio en perdonar! El problema nunca es que nos volvamos al Señor y descubramos que Él nos rechaza. El problema es que no regresamos a Jehová.
B. Los gloriosos caminos del Señor.
1. (8-9) Un recordatorio de la diferencia y la distancia entre Dios y el hombre.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
a. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos: Dios no piensa como nosotros. Nos metemos en muchos problemas cuando esperamos que Él piense como nosotros. Debido a que fuimos creados a la imagen de Dios, podemos relacionarnos con los pensamientos de Dios, pero no podemos entenderlos a perfección.
b. Ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová: Dios no actúa como nosotros. Él hace las cosas a Su manera y sus caminos a menudo no son los nuestros. Nos metemos en muchos problemas cuando esperamos que Dios actúe como nosotros.
c. Como son más altos los cielos que la tierra: ¿Qué distancia hay entre los pensamientos de Dios y los nuestros? ¿Qué distancia hay entre sus caminos y los nuestros? La distancia es tan grande como son más altos los cielos que la tierra.
i. Gloriosamente, en Jesucristo, el cielo ha bajado a la tierra, y podemos transformar nuestros pensamientos y caminos para que se parezcan más a los pensamientos y caminos de Dios. Esto es lo que significa ser conformado a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29). La distancia nunca se cerrará; Dios siempre será Dios y nosotros siempre seremos humanos. Pero cuando nuestra salvación sea completa y estemos unidos con el Señor en la gloria, la distancia será lo más cercana posible.
ii. La diferencia y la distancia entre Dios y el hombre se revela, no para desanimarnos de buscarlo, sino para mantenernos humildes mientras buscamos. “Puedes concluir que no se pretende que comprendas el infinito, porque se te dice que sus pensamientos y caminos están muy por encima de ti; pero se te pide que lo busques mientras se le pueda encontrar, y que lo llames mientras está cerca”. (Spurgeon)
2. (10-11) El glorioso obrar de la palabra de Dios.
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
a. Porque como desciende de los cielos la lluvia: Usando la figura del ciclo del agua, el Señor ilustra el principio esencial de que Su palabra no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero. La lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelve allá antes de cumplir su propósito en la tierra (riegan la tierra, y la hacen germinar y producir). La lluvia y la nieve eventualmente regresan al cielo, pero no antes de cumplir su propósito en la tierra. Aun así, la palabra de Dios, cuando la envía desde el cielo, no regresa a Él vacía. En cambio, siempre cumple Su propósito en la tierra.
i. Esto significa que Dios no es puro “hablar”. Cuando habla, sus palabras cumplen el propósito que se propuso. La palabra del Señor tiene poder y nunca falla en su propósito planeado.
ii. “Es una palabra irrevocable. El hombre tiene que comerse sus palabras a veces, y retractarse de lo que dijo. Cumplirá su compromiso, pero no puede. No es que sea infiel, sino que es incapaz. Ahora bien, esto nunca es así con Dios. Su palabra nunca le vuelve vacía. ¡Ve, encuentra los copos de nieve volando como palomas blancas de regreso al cielo! ¡Ve, encuentra las gotas de lluvia que se elevan hacia arriba como diamantes arrojados de la mano de un valiente para encontrar un lugar donde alojarse en la nube de donde cayeron! Hasta que la nieve y la lluvia regresen al cielo y se burlen de la tierra que prometieron bendecir, la palabra de Dios nunca volverá a él vacía”. (Spurgeon)
b. Sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come: El uso de estas imágenes para ilustrar el operar de la palabra de Dios muestra que la palabra de Dios da fruto. También muestra que el fruto tiene muchas aplicaciones diferentes. El mismo grano que da semilla al que siembra también da pan al que come.
c. Hará lo que yo quiero: La palabra de Dios tiene algo que lograr. Dios no solo habla para oírse a sí mismo. Su palabra no está vacía ni carece de poder. Esto también significa que la palabra de Dios tiene un propósito. No habló de misterios insondables solo para confundir nuestras mentes o dejar las cosas a cualquier interpretación posible. Cuando Dios habla, habla para lograr un propósito.
d. Y será prosperada en aquello para que la envié: La palabra de Dios no “apenas y cumple con su trabajo”. Sino que será prosperada en el propósito que Dios tiene para ella. Es rica y llena de vida. La palabra de Dios siempre tiene éxito y siempre cumple el propósito de Dios.
i. Esto no significa que no importa cómo se presente la palabra de Dios. A veces, se excusa un terrible sermón diciendo: “La palabra de Dios no vuelve vacía”. El principio es claro y verdadero en este pasaje de Isaías, pero debido a la mala preparación o predicación del predicador, ha habido poco de la palabra de Dios ante el pueblo. El predicador puede ignorar, diluir u oscurecer la palabra de Dios para que tenga poco avance. Cuando haya poco avance, ese poco tendrá éxito – pero cuánto mejor si más de todo el consejo de Dios saliera adelante para tener éxito.
3. (12-13) El gozo y la bendición de la restauración.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
a. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos: Cuando el pueblo de Dios se vuelve a Él, lo escucha, y su palabra cumple su propósito en ellos, alegría y paz son siempre el resultado. La alegría es tan grande, que incluso los montes y los collados y los arboles del campo se unirán.
b. En lugar de la zarza crecerá ciprés: Donde antes había esterilidad y recordatorios de la maldición (la zarza), ahora habrá árboles hermosos y útiles. La imagen es clara; en su gloriosa obra de restauración, Dios quita lo estéril y lo maldito, y produce belleza y fruto.
c. Y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída: Cuando el Señor restaura, toda la obra es hecha para su nombre y para su gloria. Cuando El Señor restaura, la obra está segura; es una señal eterna que nunca será raída.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com