Isaías 9 – Un niño nos es nacido
A. Esperanza para Israel.
1. (1-2) Un día de luz para las tribus del norte.
Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
a. Mas no habrá siempre oscuridad: La oscuridad se remonta a Isaías 8, donde Isaías advirtió a Judá sobre la inminente invasión de Asiria. Isaías 8:22 dice, Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas. La invasión de los asirios sería terrible para el pueblo judío, especialmente para las regiones del norte de la Tierra Prometida, la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí.
b. Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia. En este contexto, la promesa de Isaías 9:1 es aún más preciosa. Las regiones del norte de la Tierra Prometida, alrededor del Mar de Galilea (Galilea de los gentiles) – fueron las más devastadas cuando los asirios invadieron desde el norte. La promesa es que esta tierra, alguna vez vista como poco estimada por el Señor, algún día tendrá una bendición especial.
c. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz… luz resplandeció sobre ellos. Las tribus del norte fueron las primeras en sufrir las invasiones asirias, por lo que, en la misericordia de Dios, serán las primeras en ver la luz del Mesías.
i. Mateo 4:13-16 cita este pasaje como claramente cumplido en el ministerio galileo de Jesús. Dado que la mayor parte del ministerio de Jesús tuvo lugar en esta zona del norte de Israel, alrededor del mar de Galilea, Dios ciertamente tuvo una bendición especial para esta tierra que alguna vez fue poco estimada.
2. (3-5) Gozo en la liberación y victoria del Mesías.
Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego.
a. Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría: El ministerio del Mesías traería gozo y alegría a Israel. Jesús dijo que su ministerio era como tener una fiesta de bodas (Mateo 9:14-15). Se regocijarán como se alegran en la siega, el tiempo en que el trabajo duro ha dado sus frutos y la generosidad sale. Ellos se gozarán como se gozan cuando reparten despojos, con una celebración de victoria, como en los vestidores de un equipo que es campeón.
b. Como en el día de Madián: Esto se refiere a la victoria de Gedeón sobre Madián en Jueces 7. Tan maravillosamente completa, gozosa y victoriosa como fue la victoria de Gedeón sobre Madián, esta es la misma clase de victoria que el Mesías disfrutará y dará.
i. Y la victoria es completa. La referencia a todo calzado que lleva el guerrero… manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego significa que la batalla se terminó. Esto es lo que se hacía cuando se terminaba la batalla y habías ganado.
c. Porque tú quebraste su pesado yugo: Cada una de estas promesas – la referencia a un gran gozo, el fin del pesado yugo y el cetro de su opresor, y la victoria completa sobre todos los enemigos tiene una aplicación espiritual a la obra de Jesús en nuestras vidas. Estas cosas son nuestras en Jesús.
i. ¿Cuándo está Jesús triste, preocupado o asustado? ¿Cuándo gime Jesús bajo el peso de su yugo? ¿Cuándo siente Jesús el aguijón del cetro de su opresor? ¿Cuándo es incompleta la victoria de Jesús? El Jesús resucitado, glorificado y ascendido no experimenta ninguna de estas cosas, y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:6). Como estamos en Jesucristo, compartimos su victoria: somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó (Romanos 8:37).
3. (6) La gloria del Mesías que reinará.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
a. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado: De manera más directa, Isaías usó la herramienta literaria hebrea de repetición para enfatizar el punto. Un niño nos es nacido, el hijo nos es dado. Al mismo tiempo, reconocemos la mano del Espíritu Santo en la redacción específica.
b. Porque un niño nos es nacido: Esta gloriosa profecía del nacimiento del Mesías le recuerda a Israel que el Mesías que traería la victoria sería un hombre. Teóricamente, el Mesías podría haber sido un ángel. O el Mesías podría haber sido Dios sin humanidad. Pero en realidad, ninguna de esas opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro Salvador y Sumo Sacerdote como lo es Jesús. El niño tenía que ser nacido.
i. ¡Qué asombroso misterio! No hay nada más débil, más indefenso, más dependiente que un niño. Teóricamente, el Mesías podría haber venido como un hombre adulto, creado como adulto incluso como Adán fue creado. Pero para que Jesús se identificara plenamente con la humanidad y mostrara en su vida la naturaleza de siervo que hay en Dios, se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:7).
c. Hijo nos es dado: Este niño sería un hombre, pero más que un hombre. También es el eterno hijo de Dios, la Segunda Persona de la Deidad. Teóricamente, el Mesías no tenía por qué ser Dios. Pudo haber sido un ángel sin pecado, o simplemente un hombre perfecto como Adán. Pero en realidad, ninguna de esas opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro Salvador y Sumo Sacerdote como lo es Jesús. El hijo tenía que ser dado.
i. ¡Qué gloriosa verdad! Necesitábamos un Ser perfecto e infinito para ofrecer una expiación perfecta e infinita por nuestros pecados. Necesitábamos a Emanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14).
ii. El niño pudo ser nacido, porque la humanidad de Jesús tuvo un punto de partida. Hubo un tiempo en que la humanidad no estaba agregada a Su deidad. El hijo tenía que ser dado, porque la Segunda Persona de la Trinidad es eterna y existió para siempre como el Hijo, incluso antes de agregar humanidad a Su deidad.
iii. Si bien Isaías pudo haber tenido la intención de la repetición simplemente para enfatizar, ¡nos regocijamos en la guía del Espíritu Santo en cada palabra! Jesús, el Mesías, es completamente Dios y completamente hombre. Hubo un tiempo en que el Hijo eterno de Dios, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, añadió humanidad a Su deidad. Nunca se volvió menos Dios, sino que añadió una naturaleza humana a su naturaleza divina y así se convirtió en una persona con dos naturalezas distintas, que funcionan juntas en perfecta armonía.
iv. Que Jesús sea tanto Dios como hombre nos dice que el hombre realmente está hecho a la imagen de Dios (Génesis 1:26) y que la humanidad perfecta es más compatible con la deidad de lo que imaginamos. Dice que nuestro problema no es nuestra humanidad, sino nuestra caída. Decir “Soy solo humano” está mal porque Jesús era completamente humano pero perfecto. Es más exacto decir: “Soy solo caído”. Pero recuerda que la humanidad que Jesús agregó a Su naturaleza Divina no fue la humanidad pecaminosa que comúnmente conocemos, sino la humanidad perfecta de Adán y Eva antes de la caída.
v. Jesús sigue siendo un hombre por la eternidad (Hechos 7:55-56, 1 Timoteo 2:5). No renunció a Su humanidad en Su ascensión; sino que ahora es un hombre en un cuerpo de resurrección, como lo tendremos algún día.
vi. Si Jesús no fuera completamente hombre, no podría ocupar el lugar del hombre pecador y sustituir el castigo que el hombre merece. Si no fuera completamente Dios, su sacrificio sería insuficiente. Si Jesús no es completamente Dios y completamente hombre, estamos perdidos en el pecado.
d. Y el principado sobre su hombro: Al final, esto se cumplirá en el Milenio, cuando Jesucristo gobernará la tierra como Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 20:4-6, Salmo 72, Isaías 2:1- 4, Isaías 11, Isaías 65:17-25, Zacarías 14:6-21).
i. Este cumplimiento definitivo de esta promesa aún está esperando. Pero todavía podemos ver el principado… sobre su hombro en muchas formas. Gayle Erwin escribió acerca del gobierno que Dios promete, tanto el final como el actual:
¿Cómo sería un gobierno así? En primer lugar, se vería como su rey. Los políticos de este tiempo buscan lo que pueden obtener de ti. Jesús busca lo que puede hacer por ti.
Los líderes de este tiempo se rodean de sirvientes. Jesús nos rodea con su servicio.
Los líderes de este tiempo usan su poder para construir su imperio. Jesús usa su poder para lavar nuestros pies y hacernos limpios y cómodos.
Los líderes de este tiempo cambian su influencia por dinero. Dios nos amó tanto que dio …
Los generales de este tiempo necesitan guerras regulares para mantener sus armas y habilidades actualizadas y asegurar su propio avance. Jesús trae paz y descanso a los corazones.
Cuanto más alto es el plano de importancia que uno alcanza en este mundo, más inaccesible se vuelve. Jesús era Emanuel, “Dios con nosotros”.
Los líderes de este tiempo están desesperados por ser vistos y escuchados. Jesús buscó el anonimato para poder ser útil.
Obviamente, Jesús no está a cargo de los pasillos de Washington, Londres, Moscú, Bagdad, París o Bonn. Entonces, ¿cómo podemos creer que “el principado estará sobre Sus hombros”?
De hecho, su gobierno muestra su funcionamiento de maneras maravillosas. Siempre que veo a alguien que milagrosamente deja una vida de drogas o alcohol y vuelve a su familia y trabajo, puedo ver que ahora es gobernado por Dios.
Siempre que veo a cristianos amorosos que cuidan gentilmente a los huérfanos y a los rechazados por su familia, sé que estoy viendo a personas gobernadas por Dios.
Siempre que veo a personas aprendiendo de la biblia con entusiasmo y alabando con alegría, sé quién es el que gobierna.
Siempre que veo a personas que abandonan sus lucrativas carreras simplemente para ir y compartir las Buenas Nuevas de Jesús, sé que son gobernadas por Dios.
Cuando veo a los pastores enseñar y guiar cuidadosamente el rebaño que Dios les ha dado, sé que están recibiendo señales del gran Rey.
Cuando veo a personas dejar a su familia para vivir y enseñar en tierras lejanas porque aman a las personas que no han escuchado, sé que son gobernados por Dios.
Entonces, de hecho, el principado está vivo y trabajando. A menudo en silencio, en su mayoría sin ser visto. Podemos ser y somos, por elección, gobernados por Dios. La esperanza, la alegría, la paz y el descanso cubren a sus súbditos. Justicia, misericordia y gracia coexisten asombrosamente. Me gusta este Reino. Las fronteras están abiertas. Ven.
e. Y se llamará su nombre: La idea no es que estos sean los nombres literales del Mesías. Más bien, estos son aspectos de Su carácter, describen quién es Él y qué ha venido a hacer.
i. “En el pensamiento semítico, un nombre no solo identifica o distingue a una persona, expresa la naturaleza misma de su ser”. (Longenecker)
ii. Calvin, sobre la grandeza de estos títulos: “Esto debe ser considerado más cuidadosamente, porque la mayor parte de los hombres están satisfechos con su mero nombre y no observan su poder y energía, aunque eso debe ser principalmente considerado”.
f. El Mesías es admirable: La gloria de quien Él es y lo que ha hecho por nosotros nos debería de llenar de admiración. Tú nunca vas a poder mirar realmente a Jesús tal cual es, conocerlo completamente y sentirte aburrido. ¡Él es admirable y llenara tu mente y corazón con admiración!
i. También, esta es una referencia a la deidad de Jesús. “La palabra ‘maravilloso’ tiene connotaciones de deidad” (Grogan). Esto también se ve en Jueces 13:18.
g. El Mesías es nuestro consejero: Jesús es el indicado para guiar nuestras vidas y debe ser el recurso inmediato del cristiano como consejero. Jesús puede ayudarte con tus problemas. Él puede usar la presencia y las palabras de otro cristiano para hacerlo, pero Jesús es nuestro consejero.
i. ¡Cuánto necesitamos a Jesús como nuestro consejero! “Fue por un Consejero que este mundo fue arruinado. ¿No se enmascaró Satanás en la serpiente y aconsejó a la mujer con gran astucia que tomara para sí del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, con la esperanza de que, haciéndolo, podría ser como Dios? ¿No fue ese mal consejo el que provocó que nuestra madre se rebelara contra su Hacedor, y no trajo la muerte a este mundo como efecto del pecado con todo su tren de aflicción? ¡Ah! Amados, era conveniente que el mundo tuviera un Consejero para restaurarlo, si tuvo un Consejero para destruirlo”. (Spurgeon)
ii. Jesús es nuestro consejero en el sentido de que, como Dios Hijo, toma consejo del Padre y del Espíritu Santo para nuestro bien. El Sumo Consejo de la Deidad produjo nuestra salvación. “Por eso lees en el libro de Zacarías, si te diriges al capítulo sexto y al versículo trece, este pasaje – ‘Y consejo de paz habrá entre ambos’. El Hijo de Dios con su Padre y el Espíritu, ordenaron el consejo de paz. Así fue arreglado. El Hijo debe sufrir, debe ser el sustituto, debe cargar con los pecados de su pueblo y ser castigado en su lugar; el Padre debe aceptar la sustitución del Hijo y permitir que su pueblo salga libre, porque Cristo había pagado sus deudas. El Espíritu del Dios viviente debe entonces limpiar a las personas a quienes la sangre ha perdonado, por lo que deben ser aceptadas ante la presencia de Dios, el Padre. Ese fue el resultado del gran consejo”. (Spurgeon)
iii. El gran Consejero guía nuestras vidas. “Recuerden, no hay nada que suceda en su vida diaria, sino lo que en primer lugar fue ideado en la eternidad y aconsejado por Jesucristo para su bien y en su favor, para que todas las cosas trabajen juntas para su beneficio y beneficio duradero…. ¡Oh, qué extraña nos parece la providencia! ¿No parece una línea en zig-zag, de un lado a otro, de atrás hacia adelante, como los viajes de los hijos de Israel por el desierto? ¡Ah! hermanos míos, pero para Dios es una línea recta. Dios siempre va directamente a su objetivo. Y, sin embargo, para nosotros, a menudo parece estar dando vueltas…. Aprendamos a dejar la providencia en la mano del Consejero”. (Spurgeon)
iv. El consejo de Jesús es un consejo necesario. El consejo de Jesús es un consejo fiel, sin interés propio. El consejo de Jesús es un consejo sincero. No es indiferente y sin emociones. El consejo de Jesús es un consejo dulce. “Cristiano, ¿sabes lo que es un consejo dulce ? Has ido a tu Maestro en el día de la angustia, y en el secreto de tu habitación has derramado tu corazón ante él. Le has presentado tu caso, con todas sus dificultades, como lo hizo Ezequías con la carta del Rabsaces, y has sentido que aunque Cristo no estaba allí en carne y hueso, sin embargo estaba allí en espíritu, y te aconsejó. Sentiste que su consejo era un consejo que venía del mismo corazón. Pero era algo mejor que eso. Había tal dulzura que venía con su consejo, tal resplandor de amor, tal plenitud de compañerismo, que dijiste: ‘¡Oh, si estuviera en problemas todos los días, si pudiera tener un consejo tan dulce como este!’ Cristo es el Consejero a quien deseo consultar cada hora, y quisiera poder sentarme en su habitación secreta todo el día y toda la noche, porque consultar con él es tener un consejo dulce, un consejo sincero y un consejo sabio, todo al mismo tiempo”. (Spurgeon)
v. “Vaya, es posible que tengas un amigo que te hable muy dulcemente, y dirás: Bueno, es un alma amable y buena, pero realmente no puedo confiar en su juicio’. Tienes otro amigo, que tiene mucho juicio, y sin embargo dices de él: ‘Ciertamente, es un hombre más prudente que muchos, pero no puedo encontrar su empatía; Nunca llego a su corazón, si no fuera tan áspero e indocto, preferiría tener su corazón sin su prudencia, que su prudencia sin su corazón. Pero vamos a Cristo y obtenemos sabiduría; obtenemos amor, obtenemos empatía, obtenemos todo lo que posiblemente se pueda desear en un Consejero”. (Spurgeon)
h. El Mesías es Dios fuerte: Él es el Dios de toda la creación y gloria, el Señor que reina en los cielos, el Único digno de nuestra adoración y alabanza.
i. Es difícil pensar en una declaración más sencilla de la deidad del Mesías. Sin embargo, algunos grupos (como los testigos de Jehová) intentan hacer una distinción entre Dios fuerte y Dios todopoderoso. Bíblicamente, no hay distinción, porque ambos títulos se usan específicamente para Jesús y Yahvé (Todopoderoso se aplica a Jesús en Apocalipsis 1:8).
ii. En Isaías 10:21, el profeta usa exactamente la misma frase para referirse a Yahvé: El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte.Por lo tanto, esta es una declaración clara de deidad absoluta.
iii. “Y en verdad, si Cristo no hubiera sido Dios, habría sido ilícito gloriarse en él; porque escrito está, maldito el varón que confía en el hombre (Jeremías 17:5). (Calvin)
iv. “Extendemos la diestra de la comunión a todos los que aman al Señor Jesucristo con sinceridad y verdad; pero no podemos intercambiar nuestros saludos cristianos con aquellos que niegan que sea ‘el verdadero Dios de verdad’. Y a veces se nos pregunta la razón; porque dicen nuestros oponentes: ‘Estamos dispuestos a darles la mano derecha de la comunión, ¿por qué no nos la dan ustedes?’ Nuestra respuesta será dada así en breve: ‘No tienes derecho a quejarte de nosotros, ya que en este asunto estamos a la defensiva. Cuando declaran que creen que Cristo no es el Hijo de Dios, puede que no sean conscientes de ello, pero nos han acusado de uno de los pecados más negros de todo el catálogo de crímenes’.Los unitarios deben, para existir, acusar a todos los que adoramos a Cristo de ser idólatras. Ahora bien, la idolatría es un pecado del carácter más atroz; no es una ofensa contra los hombres, es cierto, pero es una ofensa intolerable contra la majestad de Dios”. (Spurgeon)
v. “Si Cristo no fuera el Hijo de Dios, su muerte, lejos de ser una satisfacción por el pecado, fue una muerte de lo más más rica y justamente merecida. El Sanedrín ante el cual fue juzgado era la legislatura reconocida y autorizada del país. Fue llevado ante ese Sanedrín, acusado de blasfemia, y fue por esa acusación que lo condenaron a muerte, porque se hizo a sí mismo el Hijo de Dios”. (Spurgeon)
i. El Mesías es el padre eterno: La idea en estas palabras hebreas es que Jesús es la fuente o el autor de toda la eternidad, que Él es el Creador mismo. No significa que Jesús mismo sea la Persona del Padre en la Trinidad.
j. El Mesías es el Príncipe de paz: Él es el que hace la paz, especialmente entre Dios y el hombre.
i. “Siempre que, en resumen, nos parezca que todo está en una condición ruinosa, recordemos que Cristo es llamado Admirable, porque tiene métodos inconcebibles para ayudarnos y porque su poder está mucho más allá de lo que podemos concebir. Cuando necesitemos consejo, recordemos que él es el Consejero. Cuando necesitemos fuerza, recordemos que él es Poderoso y Fuerte. Cuando surjan nuevos terrores repentinos a cada instante y cuando muchas muertes nos amenacen desde diversos lugares, confiemos en esa eternidad de la que con buena razón es llamado Padre, y con el mismo consuelo aprendamos a aliviar todas las angustias temporales. Cuando nos veamos sacudidos interiormente por diversas tempestades y cuando Satanás intente perturbar nuestra conciencia, recordemos que Cristo es el Príncipe de Paz y que es fácil para él disipar rápidamente todos nuestros sentimientos de inquietud. Así estos títulos nos confirmarán cada vez más en la fe de Cristo y nos fortalecerán contra Satanás y contra el infierno mismo”. (Calvin)
4. (7) La gloria del reino del Mesías.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
a. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite… y para siempre: El reinado del Mesías no durará solamente 1,000 años, aunque el milenio es un aspecto especial de Su reinado. No tendrá límite el reinado del Mesías y gobernará por toda la eternidad.
i. Handel tenía razón en el coro Aleluya de Mesías: “Y él reinará por los siglos de los siglos”.
b. Sobre el trono de David: Jesús gobernará en el trono de David y sobre su reino (es decir, el reino de David – Israel). Este es un cumplimiento del gran pacto de Dios con David en 2 Samuel 7.
c. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto: Todo esto puede parecer demasiado bueno para ser verdad, pero se hará. Dios – Jehová de los ejercitos celestiales – ha prometido cumplir esta palabra y parte de ella ya se ha cumplido.
i. Jesús puede ser Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, y Príncipe de Paz para todos ahora mismo. Un día, estos oficios se impondrán al mundo. Por ahora, son reales para quienes reciben a Jesús y se someten a él.
B. Juicio venidero sobre el reino del norte de Israel.
Esta sección (Isaías 9:8-10:4) está en cuatro partes, cada parte concluye con “Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida”. Algunos han llamado a esta sección, “El discurso de la mano extendida”.
1. (8-12) Debido a su orgullo impío, Israel será derrotado por sus enemigos.
El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar pondremos cedros. Pero Jehová levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos; del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
a. El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel: La idea es que el Señor envió palabra contra todo su pueblo (a Jacob) y que la palabra ha marcado un “golpe directo” contra el reino del norte de Israel.
b. Efraín y los moradores de Samaria: La tribu de Efraín era la tribu más grande y de mayor influencia en el reino del norte de Israel. Así que, con frecuencia el Señor se refirió a Israel por el nombre de Efraín. Samaria era la capital del reino del norte. No hay duda de a quién va dirigida esta profecía.
c. Que con soberbia y con altivez de corazón dicen: Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar pondremos cedros: En su orgullo, los líderes y los miembros del reino del norte dijeron, “¿A quién le importa si Dios nos juzga? Lo que sea que derriben, edificaremos algo mejor. No tenemos nada que temer de lo que Dios pueda traer contra nosotros”.
i. “En lugar de humillarse ante el rostro de Dios debido a las muchas calamidades que ya habían caído sobre ellos, todavía abrigaban un optimismo alegre con respecto al futuro. Este optimismo se manifestó en las consignas que estaban vigentes ese día y aparentemente en boca de todos”. (Bultema)
ii. “Qué cuadro tan breve pero profundamente psicológico es este de una generación infiel que sigue soñando con tiempos mejores por venir y que ignora alegremente los severos juicios de Dios”. (Bultema)
d. Pero Jehová levantará los enemigos: Como creían que serían capaces de capear la tormenta del ataque y luego reconstruir, Dios enviaría oleadas sucesivas de enemigos contra Israel (del oriente los sirios, y los filisteos del poniente). La destrucción de Israel sería completa y su orgullosa promesa de reconstruir no se cumpliría.
e. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. Por primera vez, se dice el coro. El juicio contra el orgullo de Israel no era suficiente. Todavía había pecado que juzgar y Dios no estaba listo para detener su obra de juicio.
i. Calvin podría decir de su época, hace casi 500 años: “¿Cuántas son las angustias que ha padecido Europa durante treinta o cuarenta años? ¿Cuántos son los castigos por los que ha sido llamada al arrepentimiento? Y, sin embargo, no parece que esos numerosos castigos hayan servido de nada. Por el contrario, el lujo aumenta cada día, las pasiones anárquicas se encienden y los hombres continúan cometiendo delitos y despilfarros más vergonzosos que nunca. En resumen, esas mismas calamidades parecen haber sido muchas emociones para el lujo y el esplendor. Entonces, ¿qué deberíamos esperar sino ser golpeados con golpes más fuertes?”.
2. (13-17) Como se rehusaron a arrepentirse, el liderazgo será destituido.
Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba, ni buscó a Jehová de los ejércitos. Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día. El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden. Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
a. Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba: Cada episodio de juicio fue seguido por la negativa de Israel de convertirse al Señor. Eran como animales tontos que se resistían más al ser golpeados.
b. Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola:Aquellos que dirigían Israel (El anciano y venerable… el profeta que enseña mentira… los gobernadores de este pueblo) serán cortados, lo que a menudo significa ser asesinado.
i. “La expresión rama y caña indica lo mismo que cabeza y cola. Una rama crece hacia arriba y, por lo tanto, se refiere a las personas altas e importantes de la población; la caña crece en pantanos fangosos y se refiere al elemento más bajo de la población, la escoria”. (Bultema)
c. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. El juicio contra la impenitencia de Israel no era suficiente. Todavía había pecado que juzgar y Dios no estaba listo para detener su obra de juicio.
3. (18-21) Debido a la iniquidad prevaleciente, ellos atacarán a sus propios hermanos.
Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo; Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
a. Porque la maldad se encendió como el fuego: El profeta ve la maldad de Israel como un furioso incendio forestal: imparable, veloz, incontrolado y devorando todo lo que toca.
b. Y será el pueblo como pasto del fuego: Este fuego salvaje del juicio de Dios es alimentado por el el pueblo, en dos sentidos. Primero, su maldad suministra combustible al fuego del juicio de Dios. Si se quitara la maldad, el fuego no tendría más combustible. Segundo, son quemados y destruidos por el fuego.
c. El hombre no tendrá piedad de su hermano: Con horribles detalles, el profeta habla de la carnicería que un israelita infligirá a otro. El fuego salvaje del juicio de Dios arde, pero Dios simplemente permite que las pasiones malvadas y odiosas de los hombres ardan salvajemente entre ellos. Dios no necesitaba encender el fuego o avivar las llamas; Simplemente se quitó el “retardante del fuego” que había controlado las pasiones malvadas y llenas de odio de los hombres.
d. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. El juicio contra la maldad de Israel no era suficiente. Todavía había pecado que juzgar y Dios no estaba listo para detener su obra de juicio.
4. (10:1-4) Debido a la injusticia social, serán exiliados y asesinados.
¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria? Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
a. ¡Ay de los que dictan leyes injustas… para apartar del juicio a los pobres… y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas: Los líderes y el pueblo de Israel eran simplemente injustos con los demás y se aprovechaban de los débiles.
b. ¿Y qué haréis en el día del castigo?… ¿A quién os acogeréis para que os ayude? La idea es: “Cuando has abandonado a otros en su momento de necesidad, ¿a quién acudirás en busca de ayuda cuando la necesites?”.
c. Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán: Todo lo que Dios necesita hacer para traer un juicio extremo sobre Israel es retirar Su protección. El Señor declaró “Sin mí no tienen esperanza contra sus enemigos”.
i. “Como el pueblo había vivido hasta ahora sin Dios en adoración y obediencia; así ahora estarían sin su ayuda y perecerían en sus transgresiones”. (Clarke)
d. Sin mí se inclinarán: Cuando los asirios conquistaron otras naciones, no les bastaba con ganar una victoria militar. Tenían un placer perverso en humillar y subyugar a sus enemigos conquistados. Harían todo lo posible para rebajarlos. Aquí, Dios dijo: “Ustedes me han rechazado, así que sin mí ustedes se inclinarán en humillación y degradación frente a sus enemigos”.
i. Una de las palabras hebreas que se traducen comúnmente como inclinarse en el Antiguo Testamento es shachah. Significa inclinarse, inclinarse con reverencia, rendir homenaje. Pero esta es otra palabra para inclinarse, la palabra hebrea kara. No es una buena palabra; significa hundirse, dejar caer, humillar, o subyugar. Podríamos decir que tenemos que escoger entre inclinarnos al señor en adoración, o que se nos diga: Sin mí se inclinarán en sufrimiento y humillación. ¿Cuál escogen?
e. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. El juicio contra la injusticia de Israel no era suficiente. Todavía había pecado que juzgar y Dios no estaba listo para detener su obra de juicio.
i. La repetición de la frase nos recuerda que el juicio de Dios es persistente. Pasa de una fase a otra hasta que encuentra arrepentimiento. Esto significa que tiene sentido que nos arrepintamos ahora, porque el juicio de Dios es persistente por toda la eternidad. “Si ni siquiera la muerte física satisface la feroz ira de este Dios santo, ¿qué pavor y castigo hay más allá de la tumba?”. (Grogan)
ii. Tiene perfecto sentido que este mensaje de juicio venidero le siga al anuncio del Mesías. Su venida fue anunciada, pero la gente no estaba preparada para Él, y el juicio predicho vendría antes de que estuvieran preparados.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com