A. Descubrimiento de la tumba vacía.
1. (1-2) María Magdalena va a la tumba de Jesús, la encuentra vacía y le cuenta a los discípulos.
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos
a. El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana: Jesús fue crucificado en viernes (o en jueves según algunos relatos). Después de su sepultura, la tumba fue sellada y quedó custodiada por soldados romanos (Mateo 27:62-66). La tumba quedó sellada y custodiada hasta que fue descubierta el primer día de la semana… de mañana, siendo aún oscuro.
b. María Magdalena… Entonces corrió, y fue a Simón Pedro: Otros evangelios explican que no fue la única mujer que fue a la tumba esa mañana (por lo menos otras tres mujeres la acompañaron). María fue la que corrió a decirles a los discípulos sobre la tumba vacía, así que Juan la menciona.
i. Jesús había expulsado siete demonios de esta María (Lucas 8:2, Marcos 16:9). Su turbulento pasado no la descalificaba de ser el primer testigo del Jesús resucitado y la primera mensajera comisionada de su resurrección.
ii. La mujer vino a completar la obra iniciada por José y Nicodemo. “Probablemente, en vista de lo tarde de la hora y la cercanía del día de reposo, Nicodemo no pudo utilizar todas las especias que había traído de la manera que quería.” (Morris)
c. Se han llevado del sepulcro al Señor: Cuando vio la tumba vacía, la primera reacción de María fue pensar que el cuerpo de Jesús había sido robado. Ella no estaba deseando ni anticipando la resurrección de Jesús, y ciertamente no se lo imaginó por esperanza.
i. Y no sabemos: “El plural puede ser naturalmente aceptado como una confirmación del relato de Marcos de que ella no estaba sola.” (Dods)
2. (3-4) Pedro y Juan corren a la tumba.
Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
a. Y salieron Pedro y el otro discípulo: Pedro y Juan escucharon las noticias de María e inmediatamente se dirigieron hacia la tumba. De acuerdo con la humildad del autor, Juan no se refirió a sí mismo directamente, sino solo como el otro discípulo.
b. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro: Juan fue lo suficientemente humilde como para evitar la mención de su propio nombre, pero lo suficientemente competitivo como para decirnos que corrió más aprisa que Pedro para llegar a la tumba.
i. Según se dice, Pedro era mayor que Juan. Podemos imaginarnos a un hombre a finales de sus cuarenta o a inicios de sus cincuenta como Pedro corriendo hacia la tumba con gran esfuerzo, y a un hombre de veintitantos años rebasándolo con facilidad.
ii. Esto nos muestra que ambos corrieron fuerte. Pedro y Juan acababan de escuchar noticias que les cambiarían la vida: que la tumba estaba vacía. No podían quedarse indiferentes o apáticos ante esta noticia; tenían que verlo por sí mismos.
3. (5-10) Pedro y Juan examinan la tumba vacía.
Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.
a. Y bajándose a mirar: Al llegar a la tumba, Juan se detuvo a mirar (la palabra griega antigua blepei significa “ver claramente un objeto material”), y vio que las envolturas de Jesús aún estaban en la tumba (vio los lienzos puestos allí). Juan vio esto claramente, y no había error en lo que vio.
i. Pero no entró: Algo impidió que Juan entrara a la tumba. “Habiendo visto que sus prendas aún estaban ahí, el otro discípulo probablemente concluyó que el cuerpo también estaba ahí, por lo que se abstuvo de entrar. O sintió que no debía entrar a la tumba, o le tuvo miedo a la contaminación ceremonial de tocar un cadáver.” (Tenney)
ii. La típica tumba de un hombre rico de ese tiempo sería lo suficientemente grande como para entrar caminando, con un lugar para colocar el cuerpo de un lado y una banca para los dolientes en el otro. La entrada podría tener una abertura de solo 3 pies (1 metro) de alto y 2.5 pies (.75 metros) de ancho. Era lo suficientemente grande como para entrar en ella; sin embargo arquearse y girarse eran un poco necesarios. Se requería de algo de compromiso para entrar a la tumba, y por alguna razón Juan no entró.
b. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro: Lo que sea que haya impedido que Juan entrara no detuvo a Pedro. Cuando finalmente llegó, él inmediatamente entró en el sepulcro. Esta impulsividad orientada a la acción era característica de Pedro. Juan quiso detenerse y pensarlo pero Pedro entró directamente.
c. Vio los lienzos puestos allí: Al entrar, Pedro vio (la palabra griega antigua theorei que significa “contemplar, observar, escudriñar”) que los lienzos permanecían ordenados y limpios. Parecía como si el cuerpo se hubiera evaporado de los lienzos sin afectar al lugar.
i. Las palabras utilizadas para los lienzos puestos allí y enrollado en un lugar aparte indican el arreglo ordenado de las envolturas de entierro. Preparados para un entierro, esas tiras o lienzos eran untadas con ungüentos, aloes y especias, y los lienzos eran aplicados en varias capas. El entierro de Jesús en el día de su muerte fue apresurado, y las mujeres fueron temprano el domingo para aplicar más capas.
ii. La mezcla de ungüentos, aloes y especias secaban y endurecían los lienzos, formando una especie de momia o capullo. La retirada normal de estas envolturas de entierro requería de arrancar o cortar; Pedro vio que no había un retiro normal de las envolturas de entierro. “El punto de la descripción es que estos lienzos no se veían como si hubieran sido retirados; yacían ahí en sus pliegues regulares como si el cuerpo de Jesús simplemente se hubiera evaporado.” (Barclay)
iii. El ordenado y pulcro arreglo de los lienzos muestran que no fue una mano humana, por lo menos de ninguna manera evidente, la que removió los lienzos de Jesús. Todo esto demostraba que algo absolutamente único había sucedido en esa tumba que ahora estaba vacía.
· Los paños de lino estaban ahí – el cuerpo no había sido removido junto con ellos
· Los paños de lino estaban ordenados – no fueron removidos de ninguna forma normal por la persona envuelta en ellos
· Los paños de lino estaban ordenados – no fueron removidos por saqueadores de tumbas o vándalos
iv. Se ha sugerido que las envolturas de entierro han sido preservadas en el Sudario de Turín. El Sudario de Turín probablemente nunca podrá ser positivamente probado como parte de las envolturas de entierro de Jesús. Pero, “La evidencia hasta ahorita indica las probables conclusiones de que el sudario es antiguo (tal vez del primer siglo), que no contradice los relatos del Nuevo Testamento, y que la imagen no es falsa. Bien podría ser la prenda de entierro de Jesús.” (Diccionario Evangélico de Teología)
v. La imagen del sudario es un hombre crucificado, con barba, 5’11” de estatura, pesando alrededor de 175 libras. Su físico era muscular y fornido, y tiene una edad estimada de 30-35 años. Su cabello largo atado en una coleta. No hay evidencia de descomposición de la prenda. Los resultados del proyecto de investigación del Sudario de Turín en Octubre de 1978 determinaron que el Sudario no es una pintura o una falsificación. Determinaron que la sangre es sangre verdadera y que la imagen parece ser algún tipo de quemadura, aunque no pueden explicar cómo fue hecha.
vi. El Sudario de Turín es un objeto interesante, sin embargo también hay razones para el escepticismo.
· Juan describió dos aspectos de las envolturas de la tumba: los lienzos y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús. Esto implicaría que la cabeza y el cuerpo de Jesús fueron envueltos por separado, mientras que el Sudario de Turín presenta una imagen de un cuerpo entero en una sola prenda. Es posible que el Sudario estuviera por debajo de esos dos conjuntos de envolturas y no fuera mencionado por Juan, pero no podemos decir que Juan describe una tela fantástica como el Sudario de Turín.
· Sin embargo, Trench sugiere: “La hoja de enrollamiento que se había doblado sobre todo (Mateo, Marcos, Lucas) debió desenrollarse y colocarse a cada lado como para dejar al descubierto la cubierta del vendaje.”
· Podemos suponer una buena razón por la que Dios no querría ni permitiría la preservación de las envolturas de entierro de Jesús, no queriendo dejar una reliquia que inevitablemente sería adorada.
vii. El sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús: “Esto significa que el manto todavía conservaba la forma que el contorno de la cabeza de Jesús le había dado y que todavía estaba separado de las otras envolturas por un espacio que sugería la distancia entre el cuello del fallecido y el pecho superior, donde las envolturas del cuerpo hubieran comenzado.” (Tenney)
d. El otro discípulo… vio, y creyó: Después de que Pedro entró en la tumba Juan también entró. Entonces Juan vio (la palabra griega antigua eiden que significa, “entender, percibir la significancia de”) y luego creyó. El distintivo arreglo de las envolturas de entierro lo convencieron.
i. En general, los primeros cristianos no creyeron en la resurrección solo porque la tumba estaba vacía, sino porque vieron y se encontraron con el Jesús resucitado. Juan fue una especie de excepción; el creyó simplemente al ver la tumba vacía, antes de encontrarse con el Jesús resucitado.
ii. “El creyó que Jesús resucitó de los muertos. Lo recibió en su mente, recibió con su asentimiento el hecho de la resurrección, por primera vez. Él hizo esto, ante el testimonio ocular que tenía frente a él; pues ninguno de ellos conocía aún las escrituras.” (Alford)
iii. “Juan creyó, pero Pedro aún estaba a oscuras. Una vez más el primero había llegado antes que su amigo.” (Maclaren)
iv. “Algunos de los mejores libros sobre la resurrección han sido escritos por abogados, algunos de los cuales originalmente se habían propuesto refutarla. Estoy pensando en hombres como Frank Morrison, Gilbert West, J.N.D. Anderson, y otros. Sir Edward Clark, otro jurista inglés, escribió una vez: ‘Como abogado he hecho un estudio prolongado de las evidencias del primer día de Pascua. Para mí la evidencia es concluyente, y una y otra vez en el Tribunal Superior he asegurado el veredicto sobre evidencia no tan convincente… Como abogado lo acepto sin reserva como el testimonio de hombres con hechos que fueron capaces de comprobar.” (Boice)
e. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos: A este punto Pedro y Juan estaban persuadidos del hecho de la resurrección; ellos creían. Sin embargo como aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos, no comprendían el significado de la resurrección.
i. Conocer el hecho de la resurrección es un comienzo importante, pero no suficiente. Necesitamos dejar que la biblia nos diga el significado y la importancia de la resurrección de Jesús.
· La resurrección significa que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4).
· La resurrección significa que tenemos garantía para nuestra propia resurrección: porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él (1 Tesalonicenses 4:14)
· La resurrección significa que Dios tiene un plan eterno para estos cuerpos nuestros. “No hubo nada en la enseñanza de Jesús que se acercara a la herejía gnóstica que declaraba que el cuerpo es inherentemente malo. Platón solo podía librarse del pecado, deshaciéndose del cuerpo. Jesús retiene el cuerpo; y declara que Dios alimenta al cuerpo así como al alma, que el cuerpo es algo sagrado así como el alma, ya que el alma hace de este su santuario.” (Morgan)
· La resurrección significa que Jesús tiene un ministerio continuo:por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Hebreos 7:25).
· La resurrección significa que el cristianismo y su Dios son únicos y completamente diferentes de las religiones del mundo.
· La resurrección significa que aunque parecía que Jesús murió en la cruz como un criminal común en realidad murió como un hombre sin pecado, por amor y auto-sacrificio para llevar la culpa de nuestro pecado. La muerte de Jesús en la cruz fue el pago, pero la resurrección fue el recibo, mostrando que el pago fue perfecto a la vista de Dios el Padre.
B. María Magdalena se encuentra con el Jesús resucitado.
1. (11-13) María, afligida por el dolor, ve a los ángeles en la tumba vacía.
Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
a. Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro: Pedro y Juan examinaron la evidencia de la tumba vacía y Juan fue persuadido de que Jesús resucitó de los muertos, aunque aún no comprendía el significado de todo. María aun no tenía la confianza de que Jesús hubiera resucitado, así que lloraba.
b. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro: María quería ver lo que Pedro y Juan vieron. Sin embargo en el periodo entre la examinación de los discípulos y la de María, algo había cambiado en la tumba.
c. Vio a dos ángeles con vestiduras blancas: María no notó las envolturas de entierro y su curioso arreglo; ahora había dos ángeles en la tumba. María no pareció reaccionar con miedo o conmoción; probablemente no percibió inmediatamente que ellos eran ángeles (Hebreos 13:2).
i. “La presencia de los ángeles fue una insignificancia para María, que sólo tenía un pensamiento – la ausencia de su Señor.” (Maclaren)
ii. “Enviados para ella, y el resto, para asegurarles la resurrección. Aún es su oficio (y se alegran de ello) el consolar y aconsejar a los santos, como si fuera hablando y actuando de una manera espiritual.” (Trapp)
iii. Uno a la cabecera, y el otro a los pies: “Así fueron colocados los querubines en cada extremo del propiciatorio: Éxodo 25:18-19.” (Clarke)
d. Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto: María no estaba pensando ni soñando en que Jesús estaba vivo. Ella creía que aún estaba muerto, y solo quería saber dónde estaba él para poder terminar el trabajo de preparar su cuerpo para el entierro. Esta es más evidencia de que ella no notó las prendas de entierro debido a los ángeles.
2. (14-16) María se encuentra con Jesús.
Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
a. Se volvió, y vio a Jesús que estaba allí: María se preguntaba y se preocupaba por saber dónde estaba Jesús, pero él no estaba lejos.
i. “Tal vez María se retiró abruptamente. Pudo haber escuchado movimiento detrás de ella. O, como muchos comentaristas de Crisóstomo en adelante han sostenido, los ángeles pueden haber hecho algún movimiento ante la visión del Señor detrás de María. No lo sabemos.” (Morris)
b. Mas no sabía que era Jesús: María ciertamente sabía quién era Jesús, y era extraño que no lo reconociera inmediatamente. Algunos piensan que fue porque estaba emocionalmente perturbada y tenía lágrimas en los ojos. Otros especulan que fue porque Jesús se veía de alguna manera diferente, conservando por lo menos algunas marcas de su sufrimiento.
i. “Ella no esperaba que él estuviera ahí, y estaba totalmente ocupada con otros pensamientos.” (Alford)
ii. “No solamente porque sus ojos estuvieran oscurecidos por las lágrimas, sino porque estaba alterado en apariencia; como en Marcos (Marcos 16:12).” (Dods)
iii. “Parecía haber algo diferente en el Jesús resucitado que no siempre fue reconocido.” (Morris)
c. ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? Jesús no se reveló inmediatamente a María. No fue para jugarle una broma; fue para romper con su incredulidad y olvido de la promesa de la resurrección.
d. Dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré: Es posible que María fuera una mujer grande, fuerte y físicamente capaz de cargar el cuerpo de un hombre muerto. Es más probable que simplemente estuviera tan llena de dolor y devoción que no estaba pensando sus planes cuidadosamente.
i. “Sus palabras revelan su devoción. Nunca se detuvo a considerar cómo cargaría el cadáver de un hombre adulto o cómo explicaría su posesión de él.” (Tenney)
ii. “Qué cierto es el proverbio, ¡El amor no siente carga! Jesús estaba en la primicia de la vida cuando fue crucificado, y tenía cien libras de peso en especias sobre su cuerpo; y aun así María no piensa en nada más que llevárselo con ella, ¡si tan sólo pudiera encontrar dónde se encuentra!” (Clarke)
e. Jesús le dijo: ¡María! Jesús sólo tuvo que decir una palabra, y todo fue explicado. Ella escuchó el nombre y el tono de la voz de su amado Mesías, e instantáneamente lo llamó Raboni (como lo hizo otra María en Juan 11:28).
i. “Jesús le dice, ‘Mariam,’ el nombre hebreo, del cual la forma griega es María.” (Trench) Jesús no se reveló a María diciéndole quién era, sino diciéndole quien era ella para Él.
ii. Sus ojos le fallaron, pero sus oídos no pudieron confundir esa voz que pronunció su nombre. “Muchos la habían llamado por ese nombre. Se había acostumbrado a escucharlo muchas veces al día de muchos labios; pero solo Uno lo había dicho con esa entonación.” (Meyer)
iii. “Nunca fue la pronunciación de una palabra cargada con más emoción que esta.” (Tasker) “Jesús puede dar el sermón perfecto en una palabra.” (Spurgeon)
iv. “En el huerto de Edén, inmediatamente después de la caída, la sentencia del dolor, y dolor multiplicado, cayó sobre la mujer. En el huerto donde Cristo había sido enterrado, después de su resurrección, las noticias de consuelo —consuelo rico y divino — vinieron a una mujer a través de la Semilla que le fue prometida, así también le debe llegar el consuelo de la manera más dulce.” (Spurgeon)
3. (17-18) Jesús envía a María a contarle a los discípulos.
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; más ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
a. No me toques: Ha llegado algo de confusión acerca de lo que Jesús quiso decir aquí, principalmente debido a la traducción de la versión Reina-Valera: No me toques. Algunos piensan que Jesús le dijo a María que no lo tocara de ninguna forma, como si su contacto pudiera contaminarlo de alguna manera. Sin embargo el sentido es que María inmediatamente se aferró a Jesús y no quería dejarlo ir.
i. “Probablemente debemos entender el tiempo en griego aquí en el sentido estricto de la palabra. El presente imperativo con un negativo significa ‘deja de hacerlo’ en vez de ‘no hagas algo’.” (Morris)
ii. “Jesús no estaba protestando de que María no debía tocarlo para no contaminarlo, sino que la amonestaba a no detenerlo porque los vería a ella y a los discípulos otra vez.” (Tenney)
iii. “No necesitamos ser detenidos por esa curiosidad de exegesis que supone que aún tenía que entrar en el santuario celestial para completar el anti-tipo del Día de la Expiación iniciado con su sacrificio sobre la cruz.” (Bruce)
iv. Esto también muestra que la resurrección del cuerpo de Jesús fue diferente, sin embargo similar a su cuerpo antes de la resurrección. Definitivamente era real y tangible, y Jesús no era un fantasma.
b. Ve a mis hermanos, y diles: Jesús hizo a una mujer la primera testigo de su resurrección. Los tribunales de ese entonces no reconocían el testimonio de una mujer, pero Jesús lo hizo.
i. Esto también discute por la verdad histórica de este relato. Si alguien hubiera fabricado esta historia, no hubieran puesto como primeros testigos de la resurrección a mujeres, que comúnmente eran (injustamente) consideradas como testigos no confiables.
ii. “Celso, el polémico anticristiano del segundo siglo, descarta la narración de la resurrección como que está basada en alucinaciones de una ‘mujer histérica’.” (Bruce)
iii. Mis hermanos: Es conmovedor que Jesús se refiera a sus discípulos – los que lo habían abandonado, a excepción de Juan – como sus hermanos. También es conmovedor que María entendiera exactamente a quienes se refería.
iv. “No recuerdo que el Señor Jesús llamara alguna vez hermanos a sus discípulos hasta ese momento. Los llamó ‘siervos’; los llamó ‘amigos’; pero ahora ha resucitado, y dice ‘mis hermanos.’” (Spurgeon)
c. Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios: Jesús no dijo, Nuestro Padre y Dios, y por lo tanto señaló una diferencia entre su relación con Dios y la relación de los discípulos con Dios. El que está entronado en los cielos ciertamente es su Padre y Dios, pero no de la misma manera en la que es Padre y Dios de Jesús.
i. “Él no dice ‘Nuestro Padre’: en una frase, por lo tanto, Él es mío, en un sentido diferente en que es suyo; por naturaleza mío, por gracia suyo. . . mi Dios, bajo quien también soy como hombre; su Dios entre quien estoy yo como mediador entre ustedes.” (Agustín)
ii. También hizo mención específica de su futura ascensión. El mensaje de su ascensión les dejó saber que Él se levantó para nunca morir otra vez.
C. Los discípulos se encuentran con el Jesús resucitado.
1. (19) Jesús se aparece en medio de ellos.
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
a. Cuando llegó la noche de aquel mismo día: Esto sucedió en el mismo día que la tumba se encontró vacía y que María se encontró con el Jesús resucitado. Se nos mencionan cinco apariciones de Jesús en el día de resurrección.
· A María Magdalena (Juan 20:11-18).
· A las otras mujeres (Mateo 28:9-10).
· A los dos en el camino a Emaús (Marcos 16:12-13, Lucas 24:13-32)
· A Pedro (Lucas 24:33-35, 1 Corintios 15:5)
· A diez de los discípulos, estando ausente Tomás (Juan 20:19-23)
b. En el lugar donde los discípulos estaban reunidos: Era bueno que los discípulos permanecieran juntos. Jesús les dijo que cuando Él partiera debían amarse unos a otros, lo cual asume que permanecerían juntos (Juan 15:17). También oró por su unidad después de su partida (Juan 17:11). Esta orden se cumplió y la oración fue respondida, por lo menos en los días inmediatos después de su crucifixión.
c. Estando las puertas cerradas: El sentido no sólo es que las puertas estaban cerradas, sino aseguradas y bloqueadas contra cualquier entrada indeseada. La idea es que la habitación tenía cerrojo cuando de repente vino Jesús, y puesto en medio. No se nos dice cómoJesús entró a la habitación, pero el sentido es que no fue de ninguna manera normal y que pareció simplemente aparecer.
i. “Cuando se nos dice que las puestas estaban ‘cerradas’ debemos entender que esto se refería a ‘aseguradas’ como la siguiente explicación, que fue por temor a los judíos, muestra.” (Morris)
ii. Esas puertas que estaban cerradas y aseguradas también excluían a Jesús. Afortunadamente, Jesús era más grande que esas puertas cerradas y aseguradas, y entró a pesar de ellas. Sin embargo, es mejor dejar la puerta abierta y sin cerrojo para Jesús.
iii. “Después, cuando el Espíritu descendió sobre ellos, no sólo dejaron las puertas abiertas, sino que predicaron a Cristo osadamente en el templo sin ningún temor al peligro.” (Trapp)
iv. Vino Jesús, y puesto en medio: “La palabra describe la invisible aparición entre ellos que precedió a que se hiciera visible frente a ellos.” (Alford)
v. Esta extraña y milagrosa aparición de Jesús aparentemente fue para demostrar que los cuerpos resurrectos no están sujetos a las mismas limitaciones que nuestros cuerpos presentes. Como seremos resucitados de la misma manera que Jesús (Romanos 6:4, 1 Corintios 15:42-45), esto nos da una pista de la naturaleza de nuestro futuro cuerpo en la resurrección.
vi. “Apenas y podemos mencionar otra cosa que el hecho de que Juan quiere que veamos que el Jesús resucitado no se limitaba por las puertas cerradas. Milagrosamente apareció en medio de ellos.” (Morris)
vii. Jesús pudo haber ido a cualquier parte y haber hecho cualquier cosa después de su resurrección, pero quiso estar con su gente. Él buscó a su gente.
d. Paz a vosotros: Después de haber desertado a Jesús en el día de su crucifixión, los discípulos probablemente esperaban palabras de reprensión o culpa. En vez de eso, Jesús trajo una palabra de paz, paz reconciliadora.
i. “‘Paz a vosotros,’ es una aserción de que no hay motivo para temer, y de que todo está bien: pues ellos (Lucas 24:36) estaban alarmados por su manifestación.” (Trench)
ii. “Nuestro Maestro fue a sus cobardes e incrédulos discípulos, y apareció en medio de ellos, pronunciando el alegre saludo, ‘paz sea a vosotros’ Mi alma, ¿por qué no vendría a ti, aunque seas la más indigna de todas las que ha comprado con su sangre?” (Spurgeon)
2. (20-23) El Jesús resucitado sirve a sus discípulos.
Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
a. Les mostró las manos y el costado: Jesús lesa seguró que realmente era Jesús de Nazaret y que fue resucitado de los muertos. Jesús hizo esto para más de los 10 discípulos presentes; Lucas menciona esta reunión como que incluía no sólo a los discípulos sino también a los que estaban con ellos (Lucas 24:33) y que Jesús hasta los invitó a tocar su cuerpo para ver que era real (Lucas 24:39-40).
i. “Jesús no apareció en medio de ellos para enseñarles un nuevo pensamiento, un descubrimiento filosófico, una doctrina más profunda, un misterio profundo, ni siquiera nada nuevo sobre sí mismo. Fue un egoísta sagrado ese día, porque de lo que habló fue de él mismo; y lo que reveló fue a sí mismo.” (Spurgeon)
b. Paz a vosotros Jesús les dio la bendición de su paz (Juan 20:19). Tal vez el énfasis ahí era tranquilizar su miedo y el shock del momento (Lucas 24:36). La repetición de esta promesa hace este regalo de paz mucho más grande, y más significativo.El Jesús resucitado trae paz.
i. “Él enfrentó y derrotó todas las fuerzas que destruyen la paz del hombre. Cuando él dijo ‘Paz a vosotros,’ Estaba haciendo infinitamente más que sólo expresar un deseo. Estaba haciendo una declaración. Estaba concediendo una bendición. Estaba impartiendo una bendición.” (Morgan)
· Mis pecados son perdonados – paz.
· La esclavitud del pecado es destruida – paz.
· Mi salvador toma mis miedos y preocupaciones – paz.
· Mi vida está garantizada por la eternidad – paz.
ii. “Nosotros mismos debemos tener paz tanto interna como externa, antes de que podamos predicar eficazmente el evangelio a otros.” (Boice)
c. Como me envió el Padre, así también yo os envío: Jesús le dio a sus discípulos una misión, continuar su obra en la tierra. Esta era la comisión de hacer lo que Jesús ya había orado en Juan 17:18: Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
i. Esto significa que tanto entonces como ahora, los discípulos son enviados según el ejemplo del Padre enviando al Hijo. Como observamos anteriormente en Juan 17:18, esto significa que los discípulos son enviados– misioneros, del verbo en Latín “enviar.”
ii. Lucas 24:33 describió esta reunión en la noche del domingo de Resurrección y es importante:hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos. Significa que no solo fueron los diez discípulos (faltaban Judas y Tomás) los que recibieron de Jesús el Espíritu Santo y esta comisión. Significa que Jesús envía a todo creyente al mundo en misión.
iii. Como con Juan 17:18, pensamos en cómo fue enviado Jesús y lo conectamos con la verdad, también yo os envío. Somos enviados de la misma manera en que Jesús fue enviado.
· Jesús no fue enviado como un filósofo como Platón o Aristóteles, aunque conocía una filosofía más elevada que todos ellos.
· Jesús no fue enviado como un inventor o descubridor, aunque hubiera podido inventar cosas nuevas y haber descubierto nuevas tierras.
· Jesús no fue enviado como conquistador, aunque era más poderoso que Alejandro Magno o César.
· Jesús fue enviado para enseñar.
· Jesús fue enviado para vivir entre nosotros.
· Jesús fue enviado para sufrir por la verdad y la justicia.
· Jesús fue enviado para rescatar al hombre
d. Recibid el Espíritu Santo: Jesús le dio a sus discípulos el Espíritu Santo, trayendo nueva vida y la habilidad de llevar a cabo su misión. Parece que Juan señala una deliberada conexión entre su soplo sobre los discípulos y cuando en la creación Dios sopló vida en el hombre. Esta fue una obra de re-creación, incluso como Dios sopló vida dentro del primer hombre. Aquí es cuando los discípulos nacieron de nuevo.
i. “Intimando, con esto, que serían hechos nuevos hombres, para poder ser adecuadamente calificados para la obra a la que les había llamado; pues en este soplo evidentemente aludió al de la primera creación del hombre, cuando Dios sopló sobre ellos el aliento de vida.” (Clarke)
ii. “La palabra griega es la misma que se utiliza en la LXX en esas dos significativas frases del Antiguo Testamento., viz. Génesis 2:7, ‘El Señor Dios sopló en su nariz aliento (o el Espíritu) de vida’; y Ezequiel 37:9, ‘sopla sobre estos y vivirán’ (La visión de los huesos secos).” (Trench)
iii. “En una etapa más temprana del ministerio de Jesús el evangelista había dicho, ‘pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado’ (Juan 7:3): ahora ha llegado el momento de impartir el Espíritu.” (Bruce)
iv. Ellos recibieron el mismo Espíritu Santo que estaba en Jesús; el mismo Espíritu que potenció y permitió todas sus palabras y obras. “El soplo sobre ellos tenía como objetivo transmitir la impresión de que Su propio Espíritu les había sido impartido.” (Dods)
e. A quienes remitiereis los pecados: Jesús le dio autoridad a sus discípulos para anunciar perdón y para advertir de culpa, según lo autorizó el Espíritu Santo. Podemos decir que la predicación de Pedro en el día de Pentecostés (Hechos 2:38) fue un ejercicio de este poder prometido para anunciar el perdón de pecados.
i. La conexión con la recepción del Espíritu Santo es importante. “La palabras de Jesús hacen hincapié en que el Espíritu Santo no se otorgó a la iglesia como un ornamento sino para dar poder para una aplicación efectiva de la obra de Cristo a todos los hombres.” (Tenney)
ii. Esto establece el deber de la iglesia de proclamar el perdón al creyente arrepentido, y el deber de la iglesia de advertir al no creyente de que están en peligro de perderse la misericordia de Dios. Nosotros no creamos el perdón ni lo negamos; lo anunciamos según la palabra de Dios y la sabiduría del Espíritu.
iii. “La iglesia colectivamente declara las condiciones sobre las cuales el pecado es remitido, y con los plenos poderes de un embajador pronuncia su remisión o su retención.” (Trench)
iv. “Él está diciendo que la iglesia llena del Espíritu tiene la autoridad de declarar cuáles son los pecados que son perdonados y cuáles son los pecados que son retenidos. Esto concuerda con el alcance Rabínico que hablaba de ciertos pecados ‘atados’ y otros como ‘desatados’.” (Morris)
v. La obra de Jesús por sus discípulos en el domingo de Resurrección les da un ejemplo continuo de su obra entre su pueblo. Jesús quiere continuar este cuádruple ministerio de garantía, misión, el Espíritu Santo y autoridad a su pueblo hoy.
3. (24-25) El escepticismo de Tomás, el discípulo ausente.
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
a. Tomás… no estaba con ellos cuando Jesús vino: No se nos dice por qué Tomás no estaba con ellos y tampoco es criticado por su ausencia.
b. Al Señor hemos visto: Tomás no fue criticado por su ausencia, pero aun así se perdió. Hubo una bendición para los que estuvieron presentes que Tomás no recibió.
i. “Tomás hizo la peor cosa que un hombre melancólico puede hacer, irse a un rincón solo a meditar melancólicamente, y así exagerar todas sus idiosincrasias, distorsionar la proporción de la verdad, y abrazar su desesperanza, separándose de sus compañeros. Por lo tanto se perdió lo que ellos obtuvieron, ver al Señor.” (Maclaren)
c. Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré: Tomás a menudo es conocido comoTomás el incrédulo, un título que expone erróneamente su equivocación e ignora lo que sucedió con él. Aquí podríamos decir que Tomás no dudó; más bien clara y fuertemente se negó a creer.
· Tomás se negó a creer el testimonio de muchos testigos y de testigos confiables.
· Tomás hizo una exigencia extrema de evidencia; evidencia no sólo de vista sino de contacto, y repetidamente tocó las múltiples heridas de Jesús.
· Tomás se negó rotundamente a creer a menos de que se cumplieran sus condiciones (no creeré).
i. “Normalmente esto se toma para indicar que Tomás era de mente más escéptica que los demás, y, por supuesto, pudo haber sido así. Pero otra posibilidad no debe ser pasada por alto, principalmente que estaba tan impactado por la tragedia de la crucifixión que no le resultaba fácil pensar en las consecuencias como anuladas.” (Morris)
ii. “Tal vez había abandonado toda esperanza; – la fuerte evidencia de sus sentidos habiéndolo convencido finalmente de que el lado atravesado y las manos heridas indicaban que para tal muerte la revivificación era imposible.” (Alford)
iii. Adam Clarke llamó a la incredulidad de Tomás irracional, obstinada, prejuiciosa, presuntuosa, e insolente. Sin embargo, fue bueno y significativo que Tomás aún quisiera seguir entre los que creían.
iv. La incredulidad de Tomás fue fuerte, pero dicha con honestidad. Fue bueno que se negara a pretender creer cuando realmente no creía.
v. Algunos encuentran interesante que Tomás no mencionó las heridas en los pies de Jesús. “No hay mención en este evangelio ni en el de Mateo ni en el de Lucas, de las heridas de los pies. De que los pies de Jesús pueden haber sido clavados a la cruz, en vez de sujetados por una cuerda, lo cual era la práctica común, es una inferencia de Lucas 24:39.” (Tasker)
4. (26-27) Una semana después, Jesús habla con el escéptico Tomás.
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente
a. Ocho días después: La idea es que Jesús tuvo esta reunión con los discípulos, ahora incluyendo a Tomás, el siguiente domingo. Jesús entró a la habitación de misma manera misteriosa y sorprendente (llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio). Jesús también dio el mismo saludo (Paz a vosotros).
i. Las puertas cerradas de la sala de reunión muestran que aunque creían que Jesús había resucitado de los muertos, esa verdad aún tenía que trabajar su significado e importancia en sus pensamientos y en sus acciones.
ii. Hay un significado en el que estas dos importantes reuniones con Jesús y sus discípulos reunidos se llevaran a cabo en domingo; esta es la primera indicación que tenemos de las reuniones de los discípulos en domingo. “La memoria de esta venida del Señor a sus discípulos bien puede tener algo que ver con la práctica temprana de la iglesia de reunirse por la noche del primer día de la semana y anunciar su presencia con ellos con las palabras Marana tha, ‘¡Nuestro Señor, ven!’” (Bruce)
b. Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado: Jesús le concedió a Tomás la evidencia que exigió. Suponemos que Jesús no estaba obligado a hacer esto; bien pudo haber demandado fe de Tomás en la base de la evidencia confiable de otros. Sin embargo en su misericordia y bondad, Jesús le dio a Tomás lo que pidió.
i. Debió haber sido una sorpresa para Tomás que Jesús le repitiera exactamente lo que le había dicho a los otros discípulos (Juan 20:25). Jesús conocía las exigencias y la incredulidad de Tomás.
ii. “No hay una manera más segura de hacer que un hombre bueno se avergüence de sus palabras salvajes que simplemente repetírselas cuando se sienta más tranquilo y relajado.” (Maclaren)
iii. La interacción de Jesús con Tomás muestra que el Jesús resucitado está lleno de amor, gracia y bondad para su pueblo. Eso no cambió. “Ciertamente toda la conversación fue una reprensión, pero tan cubierta de amor que Tomás apenas podría considerarla así.” (Spurgeon)
iv. Hay una lección clara: Cuando quieras una garantía, ve las heridas de Jesús. Estas son evidencias de su amor, de su sacrificio, de su victoria, de su resurrección.
c. No seas incrédulo, sino creyente: Jesús claramente le ordenó a Tomás que dejara su incredulidad y comenzara a creer. Jesús fue generoso y misericordioso con Tomás y su incredulidad, pero Jesús no alabó su incredulidad. Jesús quería moverlo de su duda e incredulidad a la fe.
i. Jesús ni siquiera le dio crédito a Tomás por haber creído antes, o el haber creído en las anteriores enseñanzas y milagros de Jesús. Debido a que Tomás no creyó en el Jesús resucitado, Jesús lo consideró incrédulo.
ii. Con frecuencia Dios no condena nuestra duda y a menudo se revela y hace cosas extraordinarias para hablar a nuestra incredulidad y duda. Pero la duda y la incredulidad no son condiciones deseables para el discípulo de Jesús. Si son puntos de control a lo largo de un camino que conduce a la fe se debe lidiar con ellos con un amor generoso; pero la duda y la incredulidad nunca deben ser consideradas como destinos para los discípulos.
5. (28-29) Tomás responde en fe.
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
a. ¡Señor mío, y Dios mío! : Tomás hizo una transición inmediata de la incredulidad declarada (Juan 20:25) a la creencia radical. Se dirigió a Jesús con títulos de deidad, llamándolo Señor y Dios. También es significativo que Jesús aceptó estos títulos, y no le dijo a Tomás, “No me llames así.”
i. “La vista pudo haber hecho que Tomás creyera que Jesús había resucitado, pero fue algo más, algo más interno que la vista lo que abrió sus ojos para decir ¡Señor mío, y Dios mío!’” (Maclaren)
ii. “Tomás ahora confiesa la fe que por un tiempo había negado. ‘No creeré,’ dijo él, ‘a menos- a menos- a menos.’ Ahora cree mucho más de lo que algunos apóstoles creían; así que abiertamente lo confiesa. Él fue el primer teólogo que enseñó la deidad de Cristo por sus heridas.” (Spurgeon)
iii. “Las palabras no son una simple exclamación de sorpresa. Eso está prohibido por [texto griego]; ellas significan, ‘Tú eres mi Señor y mi Dios’. El pronombre repetido agrega énfasis.” (Dods)
iv. “Que un judío llamara a otro humano ‘mi Señor y Dios’ debió haber sido casi increíble…. Tomás, a la luz de la resurrección, aplicó a Jesús los títulos de Señor (kyrios) y Dios (theos), los cuales eran títulos de deidad.” (Tenney)
v. “En la carta de Plinio a Trajano (112 d.C.) él describe a los cristianos cantando himnos a Cristo como Dios.” (Dods)
vi. Tomás fue lo suficientemente honesto como para decir cuando no creía (Juan 20:25), pero también lo suficientemente honesto como para seguir la evidencia hasta su significado completo. Tomás no era dado a creer a medías o a tener fe a medias.
vii. Spurgeon consideró varios aspectos de la declaración de Tomás.
· Fue una expresión devota de asombro santo.
· Fue una expresión de placer inconmensurable.
· Indicó un cambio completo de mentalidad.
· Fue una entusiasta profesión de lealtad a Cristo.
· Fue un acto distinto y directo de adoración y alabanza.
viii. “Quienquiera que sea salvo, antes de cualquier cosa es necesario que sea capaz de unirse a Tomás de corazón en este credo, ‘Mi Señor y mi Dios.’ Yo no concuerdo con todas las minuciosas distinciones del credo Atanasiano, pero no tengo duda de que fue absolutamente necesario en el momento en el que fue escrito, y que materialmente ayudó a revisar las evasiones y los trucos de los Arios. Este corto credo de Tomás me gusta mucho más, pues es breve, pleno, lleno, sentencioso, y evita las cuestiones de detalle que son las arenas movedizas de la fe.” (Spurgeon)
b. Porque me has visto, Tomás, creíste: Los comentaristas se dividen sobre si Tomás realmente hizo lo que Jesús le invitó a hacer, tocar las heridas de Jesús. Que Jesús haya dicho, porque me has visto, Tomás, creíste y no porque me has visto y me has tocado da algo de evidencia a la idea de que Tomás en realidad no tocó las heridas de Jesús.
c. Bienaventurados los que no vieron, y creyeron: Hay una promesa especial de bendición para los que creen. Tomás exigió ver y tocar antes de creer en el Jesús resucitado. Jesús entendía que el testimonio de testigos confiables era suficiente evidencia, y hubo una bendición para los que aceptaron esa evidencia suficiente.
i. “Creo que él está hablando, no de una fe subjetiva, sino de una fe satisfecha. Él está hablando de una fe que está satisfecha con lo que Dios provee y por lo tanto no anhela visiones, milagros, experiencias esotéricas o diversas formas de éxito como evidencia del favor de Dios.” (Boice)
ii. “De esto aprendemos que creer en Jesús, por el testimonio de los apóstoles, pondrá a un hombre en el mismo grado de bendición que ellos mismos disfrutaron. Y así Dios ha constituido toda la economía de la gracia de que un creyente, a mil ochocientos años de distancia desde el tiempo de la resurrección, no sufre pérdida porque no haya visto a Cristo en la carne.” (Clarke)
iii. Estas palabras de Jesús son otra bienaventuranza y prometen una gran bendición. Spurgeon consideró algunas maneras en las que esta bendición puede ser disminuida.
· Cuando exigimos una voz, una visión, una revelación para probar nuestra fe.
· Cuando exigimos algunas pruebas especiales para probar nuestra fe.
· Cuando exigimos alguna experiencia extática.
· Cuando exigimos respuesta para cada pregunta difícil u objeción.
· Cuando Exigimos lo que el hombre considera como éxito en nuestra obra de Jesús.
· Cuando exigimos que otros nos apoyen en nuestra fe.
iv. La fe de Tomás se vuelve el clímax del libro. A lo largo del evangelio de Juan Jesús ha triunfado sobre la enfermedad, el pecado, los hombres malos, la muerte y el dolor. Ahora con Tomás, Jesús conquistó la incredulidad.
6. (30-31) La declaración resumida del evangelio de Juan.
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
a. Hizo además Jesús muchas otras señales: Juan admite que presentó una colección incompleta. Era imposible que registrara por escrito todo lo que Jesús hizo y dijo (Juan 21:25).
i. Uno recolecta todo lo posible de un profeta muerto; es todo lo que uno tiene de él. Pero uno sólo dice lo suficiente de una persona viva para introducir a los oyentes a él. Juan confía en que una relación personal con Jesús revelará más al creyente.
ii. En este libro: “Que esta fue la conclusión original o que se tenía por objetivo se muestra por el uso de las palabras ‘en este libro,’ las cuales indican que el escritor ahora las veía como un conjunto.” (Dods)
b. Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios: Aunque hubo muchas otras señales, Juan eligió las señales presentadas en este evangelio para explicar a Jesús y llevar a sus lectores a la fe en Jesús como Mesías y Dios. Este realmente no es un libro sobre señales– es un libro sobre Jesús. Las señales son útiles siempre y cuando revelen a Jesús.
i. El evangelio – y el resto del a biblia – fue escrito para que pudiéramos creer, no para que pudiéramos dudar. “No hay ningún texto en todo el Libro que tenga como objetivo crear duda. La duda es una semilla auto sembrada o sembrada por el diablo, y usualmente brota con más que suficiente abundancia, sin nuestro cuidado.” (Spurgeon)
ii. Juan 2:11 habla del comienzo de las señales, y a lo largo de su evangelio Juan ha nombrado por lo menos siente señales.
· Juan 2:1-11– El agua en vino.
· Juan 4:46-54– La sanidad del hijo del oficial.
· Juan 5:1-15– Sanidad en el estanque de Betesda.
· Juan 6:1-14– Alimentación de los cinco mil.
· Juan 6:15-21– Jesús camina sobre el agua.
· John 9:1-12– Sanidad del hombre nacido ciego.
· John 11:1-44– Lázaro resucitado de la muerte.
iii. Las señales más grandes de todas fueron la muerte y la resurrección de Jesús. Colectivamente, estas señales dan un fuerte fundamento para la fe en Jesús como Mesías y Dios. Esa fe no es un salto a ciegas; es un paso razonable basado en una fuerte evidencia.
iv. El Hijo de Dios: “El título no implica, por supuesto, descendencia biológica como los semidioses romanos; sino la metáfora que la filiación expresa de la unidad de naturaleza, comunión cercana, e intimidad única entre Jesús y el Padre.” (Tenney)
c. Para que creyendo, tengáis vida en su nombre: Juan entendió que la fe en Jesús como Mesías y Dios tenía valor más allá del honorable reconocimiento de la verdad. También lleva la promesa de vida en su nombre. Esta fue la vida que transformó al mismo Juan, y quería la misma vida y transformación para todos a través de su relato del evangelio.
i. Esta fe no es complicada. Nuestra respuesta es tan sencilla como ACC: Aceptar, Creer, y Comprometerse. No siempre es fácil, pero no es complicado.
ii. Vida en su nombre: “En su nombre no significa ‘a través de mencionar su nombre’, sino a través de la persona que lleva el nombre. En la biblia el ‘nombre’ de Dios no es solamente el nombre por el que se le designa, sino todo lo él que es en sí mismo.” (Tasker)
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